El Salvador: Una apuesta a la educación agrícola

El Salvador/23 junio 2016/Autor: / Fuente: El Salvador.com

Junto a abrir oportunidades académicas, se debe buscar la forma de que los jóvenes financien su preparación formal.

La agricultura es una ciencia, un arte y una forma de vida valorizante. Este concepto fue generado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). El principio es tomado por el Instituto San Andrés, como base en su tarea de formar académicamente a los jóvenes.

Durante tres décadas, este centro de estudios se ha esforzado por fortalecer, a través de la educación técnica formal de sus estudiantes, la solución a tres grandes problemas que afectan al país y a gran parte del mundo: la seguridad alimentaria, la conservación ecológica y la formación del capital humano.

No es tarea sencilla, pero es una base que se debe tomar en cuenta al poner al alcance de jóvenes en áreas rurales,  la formación de bachilleres agropecuarios.

Meta y beneficios

Facilitar la educación agropecuaria a nivel de bachillerato, es una forma de llevar oportunidades a jóvenes de zonas rurales, para alcanzar su desarrollo.

Además, se elevan los niveles de producción en cultivos o granjas, al conocer técnicas adecuadas para su manejo.

La experiencia en el Instituto San Andrés ha permitido no sólo capacitar sobre producción, sino también sobre comercialización.

Aprovechar las herramientas que da internet es fundamental en la educación agropecuaria.

La gestión de becas se convierte en un principio indispensable para apoyar a jóvenes que provienen de familias de escasos recursos, pero con grandes deseos de superación.

En el caso de este centro de estudios, en tres décadas ha otorgado más de mil becas internas, gran parte de ellas financiadas por el vivero del mismo nombre, que es su empresa hermana.

El vivero San Andrés, destina parte de sus ingresos a costear los estudios a alumnos del Instituto y ambas empresas buscan motivar a personas e instituciones a unirse en este programa, a fin de dar oportunidades a más jóvenes.

Así, cualquier agricultor o empresa dedicada a la agroindustria, puede becar a los hijos de sus trabajadores para que estudien el bachillerato y asegura su progreso y la oportunidad de contratarlo luego, para aprovechar sus conocimientos.

Pero además, el Instituto gestiona ayuda de fundaciones y particulares, para apoyar a estudiantes destacados que buscan continuar su preparación en el extranjero. De esta manera, al menos 600 jóvenes han tenido la oportunidad de graduarse en diferentes universidades en Honduras, Costa Rica, Venezuela, Alemania y otros países, gracias al apoyo de quienes los financian.

Muchos de estos profesionales iniciaron su educación con limitaciones económicas, pero al lograr el sostén que representan las becas, demostraron su capacidad e interés y ahora ocupan puestos destacados en diferentes empresas nacionales o extranjeras.

Ellos, gracias a la formación en bachillerato y la apertura de oportunidades educativas, generan productividad y desarrollo a otras personas.

Es importante cultivar en el joven, principios de conservación ambiental, aplicación de la tecnología y óptimo aprovechamiento de los recursos, para que posteriormente estos principios se reflejen en su desarrollo profesional, favoreciendo así a sus familias, comunidades y medio ambiente.

Aplicar estos principios, aprovechar la experiencia de esta empresa, podría poner al alcance de los jóvenes en zonas rurales o urbanas, la oportunidad de prepararse fácilmente, en áreas de trabajo que conocen desde su infancia, pero conociendo principios técnicos que les ayuden a superarse.

Fuente:http://www.elsalvador.com/articulo/comunidades/una-apuesta-educacion-agricola-116498

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