Ser tutor escolar en Australia: ¿Un respaldo estudiantil o un negocio lucrativo?

La tutoría escolar: ¿compromiso docente o negocio?

 Prof. Jesús Campos G

Reportaje, Australia, 1/2/16

En un artículo publicado en The Sydney Morning Herald, titulado “School’s Back and so are Lucrative Tutoring Businesses”[1], se puede recoger innumerables perspectivas relacionadas con el hecho de tener un tutor escolar en los primeros niveles de escolaridad. Pero lo que no tiene duda alguna es sobre las desviaciones que conlleva tener un tutor, cuando esto se convierte en un negocio altamente lucrativo.

Observemos el caso de Tina Tower, fundadora de Begin Bright, una empresa dedicada al negocio de la tutoría que, desde el 2011, ha basado su modelo en el mercadeo escolar en preescolar y educación primaria. Ya Tina ha obtenido el “The Telstra Young Busineswoman of the Year Award” -2014-, por su rápido crecimiento, con más de 32 franquicias localizadas en Brisbane, Sydney y Melbourne, y con intensiones de tener sobre 100 franquicias para el 2018. Esto implica ganancias que superan los tres millones de dólares y con una capacidad de servicio para 110 niños por semana, en cada franquicia. Los precios varían entre franquicias, por ejemplo: un aula normal puede ser atendida, aproximadamente, por $29 la hora/alumno, grupos pequeños por $45 y sesiones individuales por $80. Las franquicias son de maestros quienes preparan sus propias sesiones de trabajo y contratan “calificados” docentes bajo un pago promedio de $30 la hora.

Tina confiesa que no se trata de un negocio para hacerse millonaria, sino de un estilo de vida donde los usuarios pagan bien por el servicio. Así mismo ella dice que las franquicias están clasificadas en dos grupos: un grupo que atiende a sectores socioeconómicamente alto y el otro grupo que atiende al resto de las comunidades.

“Las tutorías reflejan en Australia apenas el 18.2% de los 5.9 billones de dólares que se manejan en el sector no vocacional, de acuerdo a IBISWORD”, indica el artículo antes mencionado, y según todas las estadísticas allí reflejadas, el negocio sigue en crecimiento. Tal es el caso de Jack Goodman, creador de “Your Tutor”, un servicio en línea que desde el año 2003 ha brindado tutorías estudiantiles. El grupo Goodman, en el 2015, obtuvo ganancias por el orden de 5.5 millones de dólares, solamente atendiendo a 1000 estudiantes por noche y empleando a 350 tutores en toda Australia y New Zealand, funcionando entre las 3pm hasta la media noche, exceptuando los sábados, donde las sesiones son individuales y con precios que inician en $60 la hora.

Sin embargo esto puede tener otra lectura. En una sociedad, como la australiana, donde recientemente se ha comprobado la existencia de una profunda caída en la demanda de estudios universitarios, producto de los altos costos de la matrícula, tal como lo indica “news.com.au” en un artículo titulado “Is it time to turn your back on university”[2], ha producido un estancamiento en la captura de estudiantes para proseguir sus carreras profesionales. Por tanto, si una familia promedio desea adquirir un servicio de tutoría paralela a la educación convencional, que recibiría su representado, debe prepararse para erogar aproximadamente $960 mensuales; asumiendo tres horas de tutoría semanal.

El lado más oscuro de este esquema tiene que ver con el desmantelamiento progresivo de la institución educativa, empujada por principios de mercado y montada, ocasionalmente, sobre la infraestructura de las tecnologías de la información y comunicación.

La profesora Rosa Cañadell, en su trabajo “Acoso y Derribo de la Educación Pública”[3] hace una reflexión sobre los cambios paradigmáticos en educación: “La globalización neoliberal se caracteriza por una expansión territorial y sectorial del capitalismo, y en este sentido hace años que llegó ya al sector educativo, tratando de imponer un gran cambio del sentido y los objetivos que durante muchos años ha tenido la educación: se trata de abandonar la idea de ‘educación como servicio público, como un derecho básico de toda la ciudadanía, con el objetivo de proporcionar a todos los niños y jóvenes una formación integral’, y pasar a planificar una ‘educación al servicio de la economía, entendida ya no como un derecho universal, sino como una inversión personal’. Este nuevo concepto de educación tiene dos vertientes: abrir el mercado educativo, que supone miles de millones de euros, para que las empresas privadas puedan realizar negocios en este mercado, y por otra parte se trata de ofrecer una formación al servicio de las empresas, adecuándola a las necesidades del mercado de trabajo.”

Esta perspectiva de Cañadell considera que pende sobre la educación un modelo de extracción de beneficios financieros que van más allá de la simple idea de la formación del ciudadano requerido por su comunidad, pues se acerca mucho a lo que orienta el sector bursátil.

Antonio Viñao Frago nos señala en su trabajo “El desmantelamiento del derecho a la educación: discursos y estrategias neoliberales”[4] que: “El núcleo central de las políticas educativas neoconservadoras está constituido por la privatización de la enseñanza y la transformación de la educación en un espacio mercantil que convierte a los centros docentes en empresas privadas, y que los abre a la actividad lucrativa privada”. De tal manera que los centros de enseñanza se estarían moviendo de manera relativa a satisfacer las exigencias del mercado financiero global, como una nueva forma de mover capitales emergentes.

Aunque los programas de tutoría, tal como se plantean en Australia, no forman parte de la estructura formal de la educación, las tutorías están reconduciendo rápidamente la manera de asumir la educación, en los primeros niveles, para convertirse inicialmente en un modelo paraeducativo, que podría estar en poco tiempo moviendo capitales similares a los que se invierten en la educación convencional. Lo que bastaría preguntarse, ¿Si el neoliberalismo nos señala que la educación debe privatizarse ya que no es viable por el estado, entonces cómo es que hay tal cantidad de dinero colocado en el sector educativo con fines mercantiles?

Foto cortesía www.smh.com.au

[1] http://www.smh.com.au/small-business/growing/schools-back-and-so-are-lucrative-tutoring-businesses-20160128-gmfqse.html
[2] http://www.news.com.au/finance/work/careers/is-it-time-to-turn-your-back-on-university/news-story/d027a70b034a7b3d8036bde535a5cce4
[3] http://web.ua.es/es/giecryal/documentos/acoso-educacion-publica.pdf?noCache=1350283931703
[4] http://revistas.um.es/areas/article/view/165031/143451

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