Lucha sin fromacion y sin acción disruptiva, es derrota anticipada

Por: Oswualdo Antonio González.

Para Noemí y Herman Van de Velde

¿Dónde están los miles de maestros que en el 2013 luchaban contra la Reforma educativa? ¿Por qué Callejas no ha terminado de caer? ¿Por qué vuelven a firmar minutas si ya saben que el gobierno no las va a cumplir? ¿Por qué los maestros solo luchan por sus causas pero no se unen a otras luchas sociales? y la lista de reclamos hacia el magisterio movilizado crece y cada cuestionamiento tiene detrás una cadena de hechos que lo vuelve irrefutable.

Fines viejos y discursos revolucionarios

La autoevaluación es una práctica que apenas empieza a asomarse en la lucha magisterial. Su ausencia ha provocado que la lucha se centre en alcanzar el poder sindical que ahora tienen ciertos actores como los Callejas, pero sin reconocer que su encumbramiento se sostiene por una red de intereses regionales, que no son solo económicos. Pareciera que si Callejas cae, mucho de los males de la educación en Veracruz se acabarán, pero eso es falso, como ya lo demostró la caída de Elba Esther Gordillo. La premisa gubernamental que todo cambie para que las cosas sigan igual es vigente.

Urge acompañar el discurso magisterial incendiario, revolucionario, con una discusión pública de los fines de la lucha. Es triste ver como se critica a los movimientos por al pago de adeudos, diciendo de forma soberbia, nosotros no luchamos por dinero o salario, luchamos por abrogar la Reforma educativa, sin darse cuenta que tanto una como otra son luchas coyunturales necesarias, pero no suficientes y únicas, si a lo que se aspira es cambiar el actual estado de cosas, los fines deben ser otros.

Buscar cambiar el sistema pero no las prácticas

Luchar pensando que el problema social o educativo radica solo en las actuales autoridades educativas, es un error estratégico. Es urgente caracterizar que prácticas cotidianas sostienen el actual de estado de cosas e iniciar una lucha frontal para erosionarlas y en su lugar construir nuevas dinámicas, ya que los vacíos que no son llenados por nosotros, otros intereses los ocupan.

En nuestro caso desde el 2013 nos percatamos que un problema era la información que consumíamos y con las cuales estábamos tomando decisiones insurgentes y entonces decidimos erosionar ese estado de cosas creando un espacio alterno, que es este Portal (antes fue un Suplemento impreso) y el cual como gota de agua todos los días, sin descanso difunde notas y reflexiones que desde nuestra perspectiva pueden ayudar a formar ciudadanía. ¿Ha sido fácil? No. Muchos compañeros invierten todos los días recursos económicos, tiempo y conocimientos para mantener este espacio, que es nuestro, nadie nos lo ha regalado, es resultado de la lucha magisterial. Estos esfuerzos silenciosos tienen nombre: Noemí, Juan, Víctor, Paty, Gilberto, Ethel, Kennya, Héctor, Adolfo, Margarita, Janett, Laura, Fidel, Lucio, Rosa Elena, Jesús Víctor, Jorge, Marco Aurelio, Manuel, Hilario, Tomás, Herman, Carla, Luis, Ventura, Luis Armando, Caridad, Raúl, Solange, José Esteban, entre otros que prefieren el anónimato.

Desaprender y férrea disciplina

Una de las formas de vivir el ser revolucionario es irle ganado terreno en nosotros, en nuestras prácticas a eso que nuestra cultura nos mostró como lo que es. Es hacer el ideal que pedimos para la sociedad, algo tangible en nosotros. Es pues el desaprender una lucha que empieza en lo interno y son las nuevas prácticas que de ella emergen lo que da contenido y fuerza a la lucha social. Son esas las convicciones que vuelven a nuestras luchas invencibles, no porque no puedan ser derrotadas, sino porque su finalidad es clara y no negociable.

Disciplina, constancia y congruencia son pues pilares de la lucha.

Un revolucionario que no tiene actitud de aprendizaje permanente, corre el riesgo de solo reproducir, de no leer las realidades interconectadas históricamente, de confundir consecuencias con causas.

Cooperar para vivir hoy la utopía

Herman, colega de ABACOenRed ha sido fundamental en la construcción de esta mirada. Herman habla, sabe y teoriza sobre cooperación, pero también actúa de forma cooperativa. Para Herman y nosotros aprendiendo de él, la cooperación es un inédito-viable. No solo decimos que la cooperación es mejor que la competencia, sino hacemos de la cooperación una forma de vida ya. No es algo que se pida que los demás realicen o que los gobiernos implementen, es una práctica internacional que le arrebata día a día terreno a otras formas de interacción que tienen en el sometimiento del otro, su principal fortaleza.

Las utopías tienen que construirse pero tienen que vivirse ya, no se necesita permiso para pensar y actuar de manera divergente o disruptiva. Ojalá repensáramos a Eduardo Galeano y en lugar de ver a la utopía como horizonte, lo viéramos como motores, como prácticas mortalmente contagiosas.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/lucha-sin-formacion-y-sin-accion-disruptiva-es-derrota-anticipada/

Comparte este contenido:

Oswualdo Antonio González

Licenciado en Educación Primaria por la Benemérita Escuela Normal Veracruzana. Especialista en Política y Gestión Educativa por la FLACSO-México. Maestro en Políticas Públicas Comparadas por la FLACSO-México. Doctorante en Ciencia, Cultura y Tecnología por la UX. Actualmente: Director General del Portal www.insurgenciamagisterial.com Coordinador del Colectivo Insurgencia Magisterial en Veracruz, México. Directivo en CCT editores. Analista y Editorialista en diversos medios de comunicación. Coordinador de la Red de Gestión Comparada con Enfoque Internacional y de los Seminarios Internacionales de Liderazgo en la Educación Básica (SILEB).