La dificultad de ir a la escuela en el este de Alepo

Por UNICEF República Árabe Siria

Judy tiene nueve años y está ilusionada por regresar a la escuela, aunque ir a clase no siempre es fácil. Siga leyendo para conocer las dificultades a las que se enfrentan ella y otros niños del este de Alepo cuando, simplemente, tratan de recibir una educación.

ALEPO, República Árabe Siria, 14 de octubre de 2016 – A finales de septiembre comenzó el nuevo año escolar en varias zonas de la República Árabe Siria.

Para Judy, una niña de nueve años que vive en la ciudad vieja del este de Alepo, regresar a la escuela es un motivo de ilusión. Su asignatura favorita es inglés. “Mi hermana mayor me ayuda a estudiar. Me encanta esta asignatura”, confiesa.

Sin embargo, ir a la escuela de forma regular suele representar un desafío para Judy y sus compañeros de clase.

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© UNICEF/UN034443/Zayat
Judy regresa de su primer día de escuela pasando por los escombros de unas casas cercanas. “Voy a la escuela cada día, excepto cuando oigo los aviones”, sostiene.

“Voy a la escuela cada día, excepto las veces que oigo los aviones”, sostiene.

La violencia y las bombas han dañado la escuela de Judy varias veces en los últimos años. Las casas cercanas a la escuela han sufrido grandes destrozos, pero cada mañana Judy camina con sus amigos por los escombros para ir a la escuela.

Para niños como Judy, procedentes del este de Alepo y de otras zonas del país, la primera semana de escuela no es igual que para otros niños del mundo. Desde que comenzó la crisis siria en 2011, las escuelas han sido atacadas en más de 4.000 ocasiones. Hoy en día, una de cada cuatro escuelas del país no presta sus servicios. Hay casi dos millones de niños que no van a la escuela y 1,35 millones que están en peligro de abandonarla, dado que la escalada del conflicto, los desplazamientos y las dificultades económicas los obligan a dejar los entornos que los protegen, como la escuela y los patios de recreo.

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Los compañeros de clase de Judy regresan de su primer día de escuela pasando por los escombros de unas casas cercanas.

Otra dificultad que hay en Alepo es la electricidad: millones de personas se encontraron sin electricidad después de que la infraestructura eléctrica de la ciudad fuese dañada. En el este de Alepo, donde vive Judy, hay una disponibilidad prácticamente nula de electricidad, especialmente después de la escasez de combustible. “Ojalá pudiésemos recuperar algo de electricidad para poder ver los dibujos animados en la televisión”, decía Judy.

Sin embargo, lo que más deseaba Judy era que se volviera a abrir la carretera: “Espero que la carretera se abra pronto para poder ir a ver a mi hermano, que vive en otra ciudad y acaba de casarse. Ni siquiera he conocido a su esposa”, explicó.

Pero la carretera no se abrió. Al contrario, unos bombardeos intensos sacudieron la ciudad y, de nuevo, la escolarización de Judy ha quedado interrumpida.

La violencia y el conflicto siguen siendo una dura carga para los niños del este de Alepo y de otras zonas de la República Árabe Siria. UNICEF ha realizado un llamamiento a todas las partes del conflicto para que acaten sus responsabilidades al amparo de la legislación humanitaria internacional y protejan a los niños y a sus escuelas.

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UNICEF

Unicef es un programa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con base en Nueva York y que provee ayuda humanitaria y de desarrollo a niños y madres en países en desarrollo. Es uno de los miembros y la comisión ejecutiva de la United Nations Development Group.