Educación e historia en Centroamérica

Por: David Díaz Arías

Se acaba de publicar un libro fundamental cuyo título nos recuerda los silabarios de antaño: Ahora ya sé leer y escribir. Nuevos estudios sobre la historia de la educación en Centroamérica (siglos XVIII al XX) .

Editado por el historiador Iván Molina, el libro está compuesto de siete capítulos, escritos por especialistas en la historia de Centroamérica.

Constituye un importante esfuerzo no solo por lograr la integración de los colaboradores, sino por lo que representa: uno de los pocos trabajos que estudian la educación en el Istmo en perspectiva histórica.

Por capítulos

En el capítulo 1, Sajid Herrera explora cómo la política educativa de las reformas borbónicas (1750), impactó la educación de primeras letras en las provincias de San Salvador y Sonsonate.

Estudia el desplazamiento paulatino de los eclesiásticos del monopolio de la educación, pero también prueba los problemas locales que obstaculizaron los anhelos de reforma, desde problemas de pago a los maestros hasta el efecto de las plagas de chapulines en la asistencia de los niños.

En el capítulo 2, Julián González analiza la “escuela laica” en El Salvador entre 1871 y 1890, un periodo de choque entre la modernidad católica y la laica. Profundiza en el papel de esa educación en la forja de la ciudadanía y su funcionalidad en pro del bien público.

Esa apuesta por la laicidad fue impulsada con decisión y no echó para atrás en el enfrentamiento con la Iglesia, pero tampoco contó con el apoyo económico del Estado para consolidarse.

En el capítulo 3, Iván Molina plantea una nueva interpretación de porqué ciertas familias costarricenses se opusieron a la reforma educativa de finales del siglo XIX en Costa Rica.

Molina precisa que la rebelión contra la reforma limitó la capacidad de los padres de hacer desertar a sus hijos de la escuela varias veces al año (como acostumbraban) y que ampliaba la brecha cultural entre padres e hijos, amenazando así las estructuras de poder que habían prevalecido en los hogares y comunidades.

La reforma volvía problemática la readecuación para ubicar a los estudiantes en grados según un nivel de conocimientos e impactaba el aporte de los niños a la economía familiar.

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