La pregunta como dispositivo pedagógico

 

La pregunta como dispositivo

pedagógico*

Thé quéstion as pédagogic dévicé

Germán Vargas Guillen**

Emilio Guachetá Gutiírrez***

 

Un nuevo género de filósofos está apareciendo en el horizonte:

yo me atrevo a bautizarlos con un nombre no exento

de peligros. Tal como yo los adivino, tal como ellos se dejan

adivinar -pues forma parte de su naturaleza el querer

seguir siendo enigmas en algún punto-, esos filósofos del

futuro podnan ser llamados tentadores. Este último nombre

mismo es, en Úitima instancia, sólo una tentativa y, si se

quiere una tentación.

Nietzsche (1988)

Parte 1.

El uso de la pregunta es uno de los dispositivos m6s antiguos en los procesos de pensamiento: de la investigación, de la enseñanza y del aprendizaje. Ya Sócrates empleaba la mayéutica como procedimiento básico y esencial para estimular la actividad reflexiva del hombre, y, orientarlo en la búsqueda personal de la verdad. Mediante el interrogatorio, los interlocutores eran conducidos a distinguir entre el error y las verdaderas prácticas.

 La verdad surgia como fruto del descubrimiento y la conquista personal.Conversar, preguntar y responder, son actividades cotidianas en los distintos ambientes donde se despliega la vida; por ello en el aula, se trata de propiciar espacios para pensar(se), interrogary comunicar(se) a través del diálogo. La pregunta como dispositivo pedagógico implica formular ‘buenas y pertinentes’ inquietudes, bien  sea porque  provengan del asombro o porque  conduzcan a él; lograr que las  preguntas que se formulan sean ‘buenas y pertinentes’ no es una tarea fácil, puesto que en muchos casos ellas son imposturas, simulaciones fingirnientos, engaños o simples formalismos.

Asumir la actividad docente dentro de la pregunta como dispositivo pedagógico supone desarrollar herramientas para la adquisición y despliegue de los procesos pedagógicos. Tales herramientas permiten delimitar el objeto de interés y asegurar su seguimiento. Como se insinuó, el uso de las preguntas con fines docentes es de larga data. Se pueden rastrear sus orígenes en los m6todos usados por Sbcrates-en especial en la mayéutica- y continuar con una larga tradición evidenciada en los libros de texto y manuales de enseñanza.

De otra parte, se vislumbra que lo más importante y necesario en todo ello, es que en la práctica cotidiana maestros y educandos aprendan a valorar el uso de la pregunta en las relaciones interpersonales conducentes al y del diálogo, y, que lleguen a considerarla como fuente de conocimiento tanto en la vida corriente como en el aula escolar. Ésta es una de las funciones más importantes que debe y tiene que abordar la pedagogía liberadora y humanista del siglo XXI.

Dimensión psicopedagógica de la pregunta

(El aporte de Freire  la pedagogía crítica)

Un ejemplo es preciso tener en cuenta: la educación liberadora de Freire, que se nutre de la pregunta como desafío constante a la creatividad y al riesgo del descubrimiento. En muchos sentidos se puede afirmar que la educación liberadora es la Pedagogía de la pregunta (Freire, 1986); y, su método es el diálogo. La curiosidad del estudiante en todos los casos tiene que conmover, y quizá remover, la certeza del profesor. Por esto al limitar la curiosidad del alumno, el profesor autoritario limita también la suya; pues, la pregunta que hace el alumno le brinda al profesor un ángulo distinto, desde el cual a éste le será posible profundizar en una

Reflexión crítica.

 Sin embargo, la preocupación por la pregunta, alrededor de ella, no puede quedar tan s61o en el nivel del interrogar por sí o en sí mismo. Importa, sobre todo, unir siempre que sea posible la pregunta  y la respuesta a las acciones que han sido practicadas o a las acciones que pueden llegar a ser ejecutadas o rechazadas.

El acto de preguntar de ninguna manera se torna en un juego intelectualista.

Por el contrario, es necesario que el educando al preguntar  sobre un hecho tenga en la respuesta una explicación del mismo y no una descripción pura de las palabras ligadas al hecho. vencionalrnente la fenomenología llama «Y a las cosas mismas a,. No se trata, por tanto, de ver sólo el sentido o el significado de las palabras, se trata de auscultar las vivencias que llevan a los sujetos a interpelar; y de abrir los horizontes de comprensión entre los miembros de la comunidad dialogante.

Fuente :

https://profesorvargasguillen.files.wordpress.com/…/la-pregunta-como-di…

Fuente imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/Mkh7OWhODckFppMUvd1RzD58YXg5o_H6vMMbfc89slDHH56V3EOKWfVzhE9ytz5LcrFXmw=s103

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Germán Vargas Guillén

Filósofo de la Universidad de San Buenaventura; Magíster en Filosofía Latinoamericana por la Universidad de Santo Tomás, Bogotá; Doctor en Educación por la Universidad Pedagógica Nacional. Profesor Titular de la Universidad Pedagógica Nacional.