Nadia Ghulam: «No tengo miedo a la muerte, lo único que temo es que me quiten mi libertad»

Asia/Afganistán/01 de diciembre de 2016/Fuente: diariodeibiza

«En Afganistán las mujeres están luchando de una manera increíble por sus derechos, pero de eso no se habla»

Nadia Ghulam (Kabul, 1985), víctima de la guerra de Afganistán. Una bomba le abrasó la mitad de su cuerpo a los 8 años, con 11 se hizo pasar por su hermano fallecido para poder ir al colegio y luego poder mantener a su familia. Desde hace diez años reside en Barcelona y ahora acaba de publicar su tercer libro sobre sus vivencias.

Acaba de pronunciar una conferencia ante cerca de 80 alumnos de primero y segundo de Bachillerato del IES Balàfia y se encuentra rodeada de chavales que la quieren saludar, hacerse una foto con ella o que les firme uno de los tres libros que ha publicado desde que llegó a España, ahora hace diez años. En esos libros, Nadia Ghulam habla del sufrimiento de las mujeres en un país desgarrado por la guerra desde hace más de 40 años, escribe de libertad, de sufrimiento y de la esperanza de volver a ver un Afganistán en paz.

-El mensaje que ha enviado a los estudiantes al final de la conferencia es demoledor: que los jóvenes estudien y se formen para tomar conciencia de que nunca deben trabajar para empresas que vendan armas o se beneficien de las guerras.
-La educación es fundamental en la humanidad. La gente piensa que los afganos nos estamos volviendo locos y nos matamos unos a otros, pero lo que ocurre en m país es que hay mucha ignorancia. Si los afganos también tuviéramos la oportunidad de poder aprender, de tener un formación y de tener un país en paz… Yo espero que los estudiantes sean conscientes de que en su país hay fábricas de armas y gente metida en negocios muy, muy sucios y que están haciendo mucho daño.

-Entonces, ¿también con educación se podría acabar con la pobreza?
-Muchas veces digo que la pobreza por sí misma no es un problema, porque cuando eres pobre sales a buscar un trabajo o siembras el campo para poder comer, pero si alguien te tira una bomba cuando estás en tu casa entonces sí que tienes un verdadero problema.

-¿No cree que en el tema de la guerra hay mucha hipocresía en Occidente y que es muy complicado, casi utópico, pedir a la gente que no trabaje para las empresas que se benefician de las guerras?
-Yo tuve ofertas de trabajo para aprovechar mi imagen, con las que podía haber ganado mucho dinero, pero con las que también podía haber hecho daño a mucha gente. Yo prefiero estar trabajando horas y horas en cosas pequeñas, vendiendo mis libros y llevando mi mensaje por el mundo. Por ejemplo, Estados Unidos para limpiar su conciencia necesita personas como yo para que puedan decir, ´mira, hemos ayudado a una pobre chica afgana´ y así te sacan fotos, entrevistas… Yo no pienso así, sigo mi camino y que ellos sean consecuentes con sus acciones.

-¿Afganistán se ha convertido en un país inhabitable?
-En mi país la gente no tiene conocimientos y la guerra los ha hecho más ignorantes. Nosotros éramos musulmanes pero no nos metíamos con los vecinos, daba igual si eras chiíta. Teníamos unos vecinos que eran de India, eran ciudadanos afganos, nosotros íbamos a sus fiestas, compartíamos con ellos muchas cosas, acudíamos a sus celebraciones religiosas… Ahora es imposible, en este país en vez de ir hacia delante hemos retrocedido cien años.

-¿Por culpa del régimen talibán?
-Los talibanes nos llevaron la paz, pero nos quitaron la libertad. La guerra civil fue muy dura y los talibanes, que la mayoría venían de las montañas y eran huérfanos, no tenían estudios ni conocimientos e interpretaron a su manera los libros sagrados.

-Y usted que lo sufrió en primera persona todavía lo padece, porque cuando viaja a su país lo hace camuflada.
– Bueno, yo de pequeña viví allí como un hombre y ahora no puedo llegar y decir, ´eh, os he mentido durante todos estos años, soy una mujer´. Mi familia y mis amigos me comprenden pero igual sus familiares y su entorno no lo entienden, pero si hay gente con tanta ignorancia que no sabe interpretar su libro sagrado, ¿cómo van a interpretar mi vida? No quiero tener problemas con esta gente, con la ignorancia. Mi madre es analfabeta, pero una gran filósofa y siempre dice que puedes vivir toda una vida como una esclava, pero que no puedes pasar ni un solo día con un ignorante.

-¿La visión que tenemos en Occidente de su país está distorsionada?
-Creo que aquí solo se ve una cara de la moneda, la negativa, la de un país en guerra desde hace 40 años. Pero Afganistán tiene una cara buena, la de gente muy fuerte, sobre todo las mujeres que luchan por defender su libertad, que han montado escuelas bajo tierra para que sus niñas estudiaran. En mi país tenemos mujeres que salen a la calle para manifestarse, que luchan de una manera increíble por sus derechos, a decirles a los parlamentarios a la cara y con palabras que así no se puede seguir. De esta cara, de la buena, no se habla en otros países.

-Mujeres que plantan cara al gobierno y que además son cruelmente perseguidas.
-Sí. Y aunque esta persecución no nos deja luchar, las mujeres afganas lo hacen. Hay muchísimas mujeres trabajando muy duro para lograr unos derechos que no tienen. Ahora, las nuevas generaciones, tanto hombres como mujeres, lo están haciendo.

-¿Tiene miedo a la muerte cuando viaja a su país?
-No tengo miedo a la muerte, lo único que temo es que me quiten mi libertad. La libertad para mí es todo, morir es una cosa que todos afrontaremos ya seamos ricos y pobres, pero es injusto que a alguien se le diga que no puede salir de su casa por ser mujer o por sus ideas. Para mí, perder la libertad es el peor castigo que podemos tener.

-Desde Barcelona, donde vive con su familia adoptiva, sigue ayudando a sus padres, al igual que cuando tenía once años ¿Qué le dicen sus padres biológicos cuando va a verles?, ¿entienden su nueva vida?
-Mi padre está enfermo, pero mi madre se siente muy orgullosa de mi, con mi vida, está muy contenta de que yo tenga paz. Yo le cuento cómo es vivir en paz y ella me dice: ´¿Recuerdas que cuando eras pequeña rezabas y pedías la paz? Y esa paz, como no vino a nuestro país, has tenido que ir a buscarla´.

-Usted llegó a España siendo niña y ha conocido muchos casos de inmigrantes que llegan a este país. ¿Cree que se están haciendo las cosas bien?
-En Europa siempre se les pide a los inmigrantes que se tienen que integrar con nosotros, pero nosotros no hacemos nada por su integración. Los inmigrantes son personas a las que hay que dejar que vivan el dolor porque están dejando su tierra por hambre, por guerra, por trabajo… A nadie le gusta dejar de su tierra. Tiene que ser un proceso normal y pensar que, poco a poco, se adaptarán porque no podemos cambiar a un persona de un día para otro. No se puede estar diciéndoles todo el día que si ahora tienes que hacer esto, ahora lo otro. Deja a la gente que escoja cómo quiere vivir, si quieren ir a la playa de una manera u otra. Deja a la persona que se adapte, pero sin presión.

-¿Qué le parece la llegada de personajes a la política como Trump, que hablan de expulsar inmigrantes y de potenciar la política armamentística?
– A mi los temas de política no me hacen ninguna ilusión, aunque sea una persona muy buena la que suba el poder, las grandes empresas de armas les acaban obligando, como le pasó a Obama, a hacer cosas que no querían hacer. Con Trump pasará algo parecido porque quienes mandan en muchos países son las empresas, los fabricantes de armas. Nosotros vemos a una persona, un político, pero no a los que están detrás y les obligan a hacer los que ellos quieren. Trump no me da miedo, porque le pasará lo que a Obama, que acabó bailando con los fabricantes de armas. Eso sí, me da miedo que la primera cosa que ha hecho es invertir en armas.

Fuente: http://www.diariodeibiza.es/pitiuses-balears/2016/11/24/nadia-ghulam-miedo-muerte-unico/880583.html

Imagen: www.prhgespeakers.com/wp-content/uploads/2016/04/nadia-ghulam-babel-1-706×456.jpg

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