Los alumnos ya están motivados… ¿y ahora qué?

07 de diciembre de 2016 / Fuente: http://blog.tiching.com/

Por: Pilar Román Sanchís

Hace ya unos cuantos años escribía sobre la motivación de los alumnos y cómo aprender haciendo. Eran reflexiones que habían surgido como consecuencia del trabajo de aula. En ese proceso de reflexión consideraba que los alumnos necesitaban conectar y apreciar el aprendizaje de otra forma para poder disfrutar con él y el profesor, sin duda, debía acompañarlo de forma distinta a la que hasta ese momento se estaba dando.

Durante los siete años que han pasado desde estas reflexiones, en las aulas he seguido fomentando el aprendizaje activo, realizando proyectos en los que el alumno pudiese contextualizar su aprendizaje. En este proceso he usado el ABP, Flipped Classroom, pedagogías invisibles, trabajo cooperativo… Todo para que los alumnos puedan conocer los contenidos y sobre todo porque sé desde hace tiempo que yo debía hacer algo para avanzar en la aulas.

Ahora, reconozco que mis alumnos saben mucho de herramientas TIC y que muchos están dispuestos a aprender entusiasmados y conocer cualquier herramienta nueva que se les presente. Por otro lado estoy convencida de que el hecho de estar realizando tareas con herramientas TIC (muchos se han dado cuenta ya) no garantiza el aprendizaje, pero es evidente que lo contextualiza y dinamiza las tareas que pueden ser repetitivas en el aula tradicionalmente.

Hace unos días leí un artículo que nos informaba de que a pesar de usar herramientas como el ordenador, los alumnos no obtenían mejores resultados. En ese momento pensé “sí, es cierto, ya tenemos a nuestros alumnos motivados con herramientas… ¿ Y ahora qué hacemos?”

Si los alumnos están motivados porque tienen herramientas potentes para aprender, ¿qué ocurre con los contenidos que el profesor da en el aula?, ¿por qué muchos siguen sin tener  buenos resultados?

Aquí es donde quiero enfocar mi atención. ¿Por qué le sigue costando a un alumno redactar o desarrollar un problema, responder a una pregunta en la que deba comparar, analizar, explicar, definir, señalar, relacionar y demás verbos de ejecución? Todos nuestros alumnos están siendo educados y bombardeados por patrones de estímulos continuados, pero quizás alguno se conforme solo recibiendo unos pocos que le sirvan para ejecutar tareas. En mi asignatura podría ser la de escribir. ¿Damos el suficiente valor en el aula a la escritura? Escribir supone activar un instrumento de aprendizaje y tiene una incidencia importante en el desarrollo cognitivo.

¿Estamos motivando a los alumnos solamente? ¿O estamos guiando al alumno en el momento que está motivado?

¿Por qué digo esto? Creo que los alumnos agradecen que podamos ofrecerles un aprendizaje guiado, pero para eso se requiere que previamente nuestros objetivos estén bien marcados. Tenemos que aprender a diferenciar entre guiar y proponer continuas tareas en el aula sin un objetivo determinado.

En el ABP se aprecia que existe un interés visible por parte de los alumnos, es incuestionable la participación e implicación de los mismos. Pero ese momento “mágico “ se desvanece cuando entra la “evaluación” con calificación en el aula. El ABP es algo más que tareas, es una forma que el profesor tiene de entender el aprendizaje en las aulas. Durante este proceso se construye en mayor o menor medida el aprendizaje, se guía al alumno y el efecto de superación contribuye a motivarle.

Últimamente se ha hablado mucho del papel del profesor en el aula, del Flipped classroom o clase al revés, del temor del profesor a no encontrar su sitio y ser relegado y sustituido por herramientas o vídeos explicando lecciones o tareas. Nada más lejos de la realidad, si nos damos cuenta y analizamos estos métodos, una clase al revés o Flipped classroom no hace más que buscar la forma de encontrar más tiempo para dedicar al alumno en el aula. Un tiempo valioso que los profesores saben lo mucho que cuesta distribuir, si tenemos en cuenta las variables que acompañan: programaciones de aula, temporalizaciones, alumnos con necesidades específicas o diversidad.

Existe todavía mucho trabajo pendiente en las aulas, en ocasiones el sistema educativo no nos acompaña y el profesor es el que mejor conoce las dificultades que eso además conlleva. Ahora bien, simplemente por encontrarme “a pie de aula” puedo asegurar que el alumno sigue necesitando a ese profesor para que le guíe, le paute y le oriente en su aprendizaje. Los alumnos necesitan que les entrenemos para cada una de las competencias, destrezas o estándares de aprendizaje. Además de acompañarle para poder gestionar las emociones, la memoria, autonomía, comprensión lectora… ser capaces de verbalizar lo que han aprendido y cómo lo han aprendido.

Así que, he de decir que conozco muchas herramientas para trabajar en  el ordenador, todas ellas muy útiles, que me ayudan a acercar la materia a los alumnos, pero también sé que la que más les va a ayudar es la labor que realice como facilitador en su proceso de aprendizaje y esa, creo, es la más importante para innovar.

Fuente artículo: http://blog.tiching.com/los-alumnos-ya-estan-motivados-y-ahora-que/

Comparte este contenido:

Pilar Román Sanchís

Profesora de lengua en Escolapias de Gandía. Profesor asociado en la Universitat de Magisteri de València. Tutora INTEF. Comparto proyectos de aula en el blog Clases de lengua. Me interesa la enseñanza aprendizaje y cómo aplicarla en el aula aprovechando las TIC, necesarias y partícipes del el cambio metodológico.