Carles Capdevila: “Educar significa acompañarles mientras crecen”

08 de enero de 2017/ Fuente: http://blog.tiching.com/

Carles Capdevila

Acaba de publicar su último libro con entrevistas con expertos de la educación como Francesco Tonucci, Eva Bach, Gregorio Luri o José Antonio Marina. ¿Cree que se reflexiona lo suficiente sobre educación?
Se habla muchísimo de educación, y a veces demasiado, sobre todo los padres. Estamos saturados de manuales y guías para familias. Por eso intento hablar de ello en clave humorística. Para el libro escogí a 11 de mis educadores de cabecera. Algunos son amigos míos y me han ayudado en mi vida personal, y con otros he colaborado a nivel profesional.

¿Y por qué ellos y no otros?
La idea era encontrar a 11 expertos que no acomplejan, es decir, que no dan lecciones y que no basan sus programas únicamente en su apellido. Así, intentamos que fueran personas que ayuden, que acompañen, un verbo que me gusta mucho; y, sobre todo, que empoderen. En este libro, al fin y al cabo, solo he sido el director de casting, y estoy orgulloso de la selección de entrevistados. Algunos dan una visión de la educación para niños, otros para adolescentes y otros un punto de vista más filosófico. Todos ellos te dan ideas para encarar la educación en casa y en la escuela.

¿Qué idea, de entre todas las que aportan los entrevistados, le ha llamado más la atención?
Carme Thió y Maria Jesús Comellas, que son dos amigas mías que me han dado múltiples consejos, tienen ideas muy interesantes. En el debate que existe desde hace tiempo en la educación, entre el conductismo, que está relacionado con el ‘adiestramiento’, y la educación con menos disciplina, ellas aportan el término medio. Me encanta porque ellas explican que hay que educar con normas porque a veces hace falta, pero también son capaces de encontrar el equilibrio. Además, ambas te ayudan a encontrar la receta en ti mismo: te dan consejos globales, pero tú decides cómo los aplicas.

En sus conferencias explica que educar es cada vez más difícil. ¿En qué sentido?
En muchos. Por un lado, antes los padres tenían muchos hijos, y ahora son los hijos los que tienen muchos padres. Por otro lado, tenemos muchos modelos educativos, y cada vez la gente tiene hijos más tarde, se lo piensan mucho. Además, hay muchísima información. Antes la familia era la que ayudaba a los padres a educar a los hijos, pero cada vez los padres están más solos y se apoyan en manuales. Ahí es donde nos acomplejamos. Por eso intento hablar de educación con algo de humor, no sólo para conseguir que sea algo divertido, sino para demostrar que es posible educar. Y es que veo a demasiados padres angustiados.

¿Cómo consigue educar con humor?
Yo no lo consigo, de hecho mis hijos están enfadados porque hablo de humor cuando en casa no lo hay (ríe). No lo consigo, pero lo recomiendo.

Vaya…
Estar de buen humor no siempre significa reírse, a veces conlleva estar con ánimo. En un sentido, educar con humor es ser positivo, sin miedo y con convicción. En otro, y esto lo he hablado con muchos profesores de secundaria, la ironía también es útil para educar. Los padres solemos intentar que los hijos nos acaben dando la razón, pero eso nunca sucede. Muchas veces pecamos de discutir demasiado, sobre todo con adolescentes. Así pues, la ironía a veces ayuda a calmar el ambiente. No podemos pasarnos el día enfadados, hay que restarle importancia a estas cosas. Debemos saber que nunca convenceremos a nuestros hijos.

La ironía, entonces, ¿sirve para quitarse esos complejos de los que habla?
Sí. Gregorio Luri explica en el libro que no existen los padres perfectos, y por tanto nadie lo será jamás. Puede sonar contradictorio, ya que la educación es lo más importante, pero hay que asumir que vas a fracasar mediante la autoironía. Gracias a ella podemos aceptar nuestros errores y relativizar nuestros fallos. En ocasiones cometemos errores y pensamos que hemos traumatizado a nuestros hijos, pero no es así. Si te ríes un poco de ti mismo, podrás superar estos deslices.

Respecto al sentido común, afirma que hay que usarlo en la educación, pero a veces éste brilla por su ausencia. ¿Cómo se aplica el menos común de los sentidos?
Hay gente que piensa que antes se educaba mejor, pero yo estoy orgulloso de trabajar con manuales, con psicólogos y con pedagogos en la educación de mis hijos. Sí que es verdad que nuestros padres antes educaban de forma más espontánea y natural y, sobre todo, con convicción. Ellos sabían que cuando tienes hijos hay que pringar, hay que decir que no y aprender a poner normas. Al fin y al cabo, no estaban asustados. Algo vital del sentido común es saber que nuestro hijo no entiende cómo funciona el mundo, y lo comprenderá gracias a nuestra reacción frente a lo que sucede. Entonces, no hay que perder demasiado los papeles y debemos asumir que nuestro rol es el de espabilar a los hijos.

Interesante…
Hoy en día existe la idea de la hiperpaternidad, que es la sobreprotección de los hijos. De todas formas, para mí la educación se basa en la distancia con los niños. Educar, creo, significa acompañar a tus hijos mientras crecen. La clave está en encontrar el equilibrio entre estar muy encima y estar demasiado lejos, y es que hay que asumir que los hijos son personas independientes y que deben crecer por sí solos. El sentido común, en suma, sirve para identificar tu rol como padre.

Respecto a la distancia con tus hijos, existe una tendencia que empieza a reducir los límites y las normas en la educación. ¿Qué consecuencias tiene esto?
Creo que puede ser la clave del éxito o del fracaso en la educación de tus hijos. Como padre debes darles amor incondicional, compañía y criterio. El criterio te sirve para asegurar a tu hijo que siempre estarás con él, aunque según lo que haga estarás ahí, pero enfadado. Para mí combinar el criterio y el amor incondicional es la clave del éxito, o del menor fracaso posible.

También explica en ocasiones que hay que educar en valores, pero los adultos no solemos ser buenos ejemplos. ¿Cuál es su experiencia con los valores y la educación?
La mejor forma de transmitir valores a tus hijos es tenerlos como padre. Los valores se pasan mediante contagio, y muchas veces esperamos de nuestros hijos cosas que nosotros no hacemos. Un gran ejemplo es el uso del móvil. Nos disgusta mucho que se pasen el día enganchados, pero nosotros somos los primeros en no soltar el aparato. Los sermones no sirven para educar en valores, solo sirve el ejemplo.

Los padres pasan cada vez menos tiempo en casa por culpa de estar muchas horas en el trabajo. En estos casos, ¿cómo afecta a la educación de los hijos?
Es un problema que está afectando mucho a la situación de las familias. Debido a que no podemos pasar más horas en casa, intentamos sustituir este tiempo con extraescolares, esperando que ahí se eduque a los niños en valores, pero eso no va a ocurrir. La sociedad actual parece estar preparada para que los padres entreguen a sus hijos a un monitor que les entretenga. Todas las grandes superficies tienen una sección de niños en la que puedes “deshacerte” de tus hijos.

¿Qué alternativas hay?
Yo creo que los hijos nos tienen que ver en la vida real, por ejemplo en el trabajo. Lo que sucede actualmente es que los niños saben que sus padres desaparecen durante horas, pero no saben qué hacen exactamente. Yo reivindico que nuestros hijos vivan nuestra vida de adultos, y que pringuen también, que no todo sea tan pedagógico. No siempre tiene que haber un adulto que le diga qué hacer, porque eso les coarta su libertad. Nuestros hijos tienen que ser niños y equivocarse, pero también deben entender cómo funciona la vida de adultos.

Y usted, ¿qué ha aprendido de sus hijos?
Muchas cosas. La experiencia es algo que te ayuda a aprender. Gracias a ellos he mejorado mi capacidad de adaptación frente a los problemas. Además, la mirada curiosa de los niños te aporta mucho. Mi hija de 8 años hace preguntas maravillosas. Al fin y al cabo, tener hijos es una experiencia que te ayuda a improvisar y a asumir que harás cosas que nunca habías imaginado. No hay recetas posibles, por eso me enervan tanto los manuales que marcan paso por paso lo que hay que hacer. Lo que sirve es conocer a tus hijos y entenderlos.

Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/carles-capdevila-educar-significa-acompanarles-crecen/

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