El aporte de Alejandro Cussianovich a la teología y a la pedagogía de Latinoamérica

Por Cristiano Morsolin

Con la canonización, el sábado 30 de mayo de 2015, del obispo salvadoreño Óscar Arnulfo Romero, se llega al punto más alto del concepto de “tender puentes y derribar muros” que se respira en la Santa Sede, al que se agregan el anuncio de beatificación a Monseñor Enrique Angelelli y a Dom Helder Cámara, la presencia en el Vaticano del fundador de la Teología de la Liberación Gustavo Gutiérrez y los históricos encuentros de Francisco con los Presidentes palestino Mahmud Abbas y con el cubano Raúl Castro.

“Sí. Ha caído un muro”, afirmó el sacerdote peruano co-fundador de la Teología de la Liberación, Gustavo Gutiérrez, en pleno Vaticano el día 12 de mayo de 2015.

En esta perspectiva de cambio, varias organizaciones sociales peruanas y latinoamericanas han solicitado el reconocimiento eclesial de Alejandro Cussianovich por su aporte a la pedagogía y a la teología en ocasión de sus 50 años de sacerdocio.

Un referente reconocido a nivel mundial

Alejandro Cussianovich es ordenado sacerdote en 1965 por la Orden Salesiana. Se gradúa como profesor de Educación Primaria, estudia tres años de Filosofía y luego cuatro años de Teología, en la House for Theological Studies en Inglaterra y en l’École Supérieure de Théologie en Lyon, Francia.

Trabaja con las mujeres migrantes y trabajadoras domésticas extranjeras en Francia y acompaña a las jóvenes obreras de los años 60 de la Juventud Obrera Cristiana (JOC), lo que constituye una matriz social definitiva en su orientación profesional y pastoral.

Promueve la creación de la primera organización autónoma en manos de los propios niños, niñas y adolescentes trabajadores, germen de un proceso de organización latinoamericano e internacional de niños, niñas y adolescentes trabajadores.

Alejandro Cussianovich forma parte de lo que en Perú se conoció como el Movimiento Sacerdotal Onis, entre cuyos miembros fundadores estaba el teólogo Gustavo Gutiérrez, Jorge Álvarez Calderón, Ricardo Antoncich, Romeo Luna Victoria, Julián Salvador, Wenceslao Calderón, entre otros.

Es parte de quienes en el país fueron aportando a la elaboración de Teología de la Liberación. Escribe, en 1975, el libro “Desde los Pobres de la Tierra, una teología de la liberación de la vida religiosa”, declarado herético por la autoridad religiosa y que acarrearía en 1980 su suspensión ad divinis y posterior expulsión de la Congregación Salesiana.

El doctor Cussianovich fue miembro de la Asociación Internacional de Teólogos de la Liberación (1).

Para definir Alejandro Cussianovich, voy a mencionar las palabras de Ronald Álex Gamarra Herrera, (catedrático de la facultad de Derecho y Ciencia Política de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM): “Hay un hombre que a lo largo de las muchas décadas de su vida, ha permanecido leal a sus convicciones y a una profunda vocación de servicio a los que nada tienen, con la idea de contribuir a una sociedad mejor. Un utópico, se diría en el mundo pragmático y oportunista de hoy. Ese hombre cargado de años ha conservado el espíritu “joven para siempre”, como quería Bob Dylan en una canción memorable. No lo han abandonado la ilusión ni el optimismo, ni el ímpetu, ni la tenacidad. A una edad en la que uno espera merecer deferencia y elogios por el camino recorrido, él sigue buscando desafíos, proyectos, tareas. En su caso, la madurez tiene el impulso de un eterno adolescente. Le ha dedicado su vida especialmente a la niñez y la juventud. A esa niñez en abandono, a los niños que trabajan, a los niños sin familia, a los niños de la calle. Ha defendido los derechos y la dignidad de esos niños, pero sobre todo ha querido hacer de ellos los protagonistas de su propia lucha y destino en la vida. Es un maestro que no educa para amaestrar sino para liberar capacidades. Su recorrido vital va de la mano con una intensa reflexión religiosa que lo llevó tempranamente al sacerdocio. A un sacerdocio que él quiso no ritual ni decorativo, sino comprometido. Impulsor originario de la Teología de la Liberación junto a Gustavo Gutiérrez, ha sufrido censura, sanciones y marginación al igual que otros miembros de esta corriente de reflexión teológica que intentó renovar una Iglesia anquilosada.

 

“( …) Discreto, modesto, no le gusta hacerse notar. Pero es de aquellos que han luchado toda la vida, los indispensables, según la frase atribuida a Brecht. Alguna vez le preguntaron qué ha ganado con tanta lucha y respondió: “Uno no se mete a pelear porque va a ganar, sino por dignidad”. Le dicen Chito, como a cualquier chiquillo, tal vez porque conserva el alma primaveral, y se llama Alejandro Cussianovich” (2).

Hoy Alejandro es profesor de la Maestría de Políticas Sociales y Promoción de la Infancia y en la de Psicología Educativa en la UNMSM – Universidad San Marcos de Lima y coordinador del Instituto de formación IFEJANT de Lima.

Ha publicado diversos libros entre los cuales destacamos: “Historia del pensamiento social sobre la infancia”, “Ensayo sobre Infancia. Sujeto de derechos y protagonista I y II”, “Niños trabajadores y protagonismo de la infancia” y “Jóvenes y niños trabajadores: sujetos sociales, ser protagonistas”, Aprender la Condición Humana. Ensayo sobre pedagogía de la ternura (2010).

La pedagogía de la ternura

Alejandro CussianovichAlejandro Cussianovich es un maestro referente a nivel mundial sobre el tema del protagonismo político de la infancia y adolescencia: «Hablar de pedagogía de la ternura corre el riesgo, como todo en la vida, de devenir una banalidad, un eslogan, una tarjeta de presentación aceptable. Tanto más buscada cuanto que puede funcionar como un mecanismo de compensación a la cultura de la modernidad heredada y que en nombre de la razón terminó relegando la subjetividad y en su combate contra el romanticismo, instaurando cierto neoestoicismo, o como señaló en 1919 el II Congreso Panamericano del Niño, el ideal de niño es que sea “robusto, sano y viril”. Sin embargo, la ternura para nada es apenas un refugio ante sociedades de la violencia institucionalizada; la ternura, en particular en el ámbito familiar, está llamada a convocarnos en torno a otros paradigmas de las relaciones sociales, de la vida interpersonal. Pero muy en especial, la ternura debe ser entendida como una virtud política, como un componente insoslayable de nuestra práctica educativa familiar, profesional sea cual fuere ésta. Ciertamente que de ello dependerá que con menos desgarramientos logremos que la vida familiar, escolar, comunitaria exprese el eros pedagógico y el agape convivial, necesarios para construir sin pausa identidad, responsabilidad social y solidaridad. La solidaridad es la ternura de los pueblos dijo con razón Tomás Borges y añadiríamos, de las parejas, de las familias, de las colectividades societales» (3).

Alejandro Cussianovich es un ejemplo de una vida dedicada a la infancia y adolescencia trabajadora y en particular su enfoque innovador de la “pedagogía de la ternura” que profundiza el proyecto educativo de Don Bosco en la historia moderna del pensamiento sobre la infancia y adolescencia, representa un tema “profético” que Cussianovich ha logrado presentar en destacadas Universidades de todo el mundo (de Latinoamérica, de Europa y África), en el Consejo Mundial de Iglesias de Ginebra, en la campaña del BICE en Bruselas que ha contado con el respaldo del Papa Benedicto XVI, entre otros.

Yo he trabajado directamente con Cussianovich en diferentes roles: en 2001 fui el co-fundador del Boletín para Educadores de toda Latinoamérica junto a Alejandro – proceso que hoy todavía sigue con el liderazgo de IFEJANT; en 2003- 2004 ha sido el formador y asesor del proyecto de cooperación internacional que yo he coordinado en Lima con la ONG católica ASPEM sobre el tema de la explotación laboral de los niños, niñas y adolescentes trabajadores en el mercado Mayorista “La Parada”; en la última década yo he acompañado a Alejandro en las Universidades de Quito (Ecuador), Bologna y Milán (Italia) y otros encuentros internacionales como experto del Observatorio sobre Latinoamérica Selvas. Soy testigo de las multi-facetas de Alejandro, filósofo, sacerdote, militante, maestro.

He realizado un dossier que reúne algunos análisis de expertos internacionales –Nelly Torres (Bruxell), Enrique Jaramillo (Lima), Padre Humberto Boulange Allegre (Lima), Juan Enrique Bazan (Lima), Reinel Garcia (Bogotá), Adolfo Lacuesta (España), Alessandro Magoga (Belgica), Fabio Cattaneo (Italia), Reginaldo Veloso (Brasil)– y tiene el objetivo de visibilizar y reconocer el aporte de Alejandro Cussianovich a la teología y a la pedagogía de Latinoamérica, para celebrar sus 50 años de sacerdocio.

Es una manera concreta para agradecer el Dios de la Vida que dona y sigue animando la profecía de Alejandro Cussianovich, que ha abierto nuevos caminos a nivel mundial, en la esperanza de abrir un dialogo también con el Papa Francisco.

Por ejemplo , el Proyecto Centralidad de la Niñez PCN empezado en 2014 – un esfuerzo interinstitucional entre el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), Visión Mundial, (VM) y la Pastoral da Criança de Brasil (PdC), que tiene como objetivo la promoción, en equidad, de la centralidad de la niñez junto a las Conferencias Episcopales y Pastorales de la Niñez del CELAM y Oficinas Nacionales de Visión Mundial de la Región Latino Americana y Caribeña, considera que “La ternura es un mediador histórico en Latinoamérica desde la década de los 70s. Por ejemplo, Alejandro Cussianovich – Pedagogía de la ternura – Educación de niños y niñas trabajadores” (4).

Comentario de Nelly Torres

Nelly Torres, hoy miembro de BelgicaNats (Bruselas), originaria de Lima donde hace más de 35 años trabajaba con Alejandro Cussianovich en el acompañamiento a la infancia trabajadora organizada en el MANTHOC.

“Yo tenía 15 años, fue en los cursos de catequesis de verano del año 1975, en los Marista de San Juan de Miraflores que te escuche por primera vez. Hasta ahí, solo te veía como uno de los tantos sacerdotes «hippies» del momento. Aunque tu discurso dinámico, serio me llamo la atención y despertó en mí, el interés por ampliar la mirada a lo que estaba pasando con los trabajadores en el país. Yo ya trabajaba como obrera.

A finales de 1976, nos conocimos en la coordinación de Comunidades Cristianas del Cono sur de Lima, Ciudad de Dios. Llegaste como Asesor de la JOC y nos impresionaste, enseñándonos a los jóvenes que representábamos a las comunidades del todo el sector, la necesidad de ser educadores de nuestro pueblo sufrido en ese momento, con la represión de la dictadura militar.

1977, nos invitaste a formar parte de las filas de la JOC. Nos preguntas que hacemos con los niños que acompañábamos en ese momento en nuestros barrios. Fueron años creativos, de incansables acciones y reflexiones educativas, permanentes para terminar siendo colaboradores en la educación y promoción de las nuevas generaciones, desde ellos, los jóvenes trabajadores! con el método más sencillo del Pueblo, de los Trabajadores: Ver, Juzgar, Actuar, tan vigente hoy en día que no tiene nada que envidiar a las metodologías pedagógicas modernas…

En esta nueva experiencia contigo, descubro a un Educador a la Vida, a la fe profunda en «Jesús Trabajador», despertaste en nosotros el valor sagrado de nuestra identidad, nos invitaste a integrar a la producción de un «Cristo Pobre», nuestro boletín que gracias a nuestro compañero Ignacio Guisado, se vendían ahí donde nos encontramos trabajando o estudiando, en las Escuelas vespertinas y hasta venderlos en los micros, ómnibus sin tener ninguna vergüenza, al contrario.

Tengo que decirte que desde la JOC y la creación del MANTHOC, llegaste a nuestras vidas, de niños, niñas. adolescentes y jóvenes para entrar en «las venas abiertas» de la clase trabajadora, maltratada e ignorada socialmente en ese momento…

Aunque posiblemente te hicimos sufrir con muchas de nuestras historias, no perdiste la paciencia, ni dejaste de promovernos como luchadores sociales para a nuestro turno seguir promoviendo a otros pero sobre todo, siendo educadores, creyentes en el Reino de justicia, así como creyentes en la utopía, o sueño posible del reconocimiento social y político de los JANTs.

Y hoy Querido Alejandro, el GRAN SEMBRADOR, ha llegado para ti el día de la gran cosecha de estos 50 años, de incansable labor sacerdotal. Seguro que habrán infinitos Contenedores para recoger con los testimonios de compañeros, compañeras y amigos, los frutos de tu entrega…

Personalmente, expresarte con hondo agradecimiento que me hayas soportado trabajar contigo muy de cerca por casi 30 años, igualmente agradecer tu acompañamiento a la experiencia internacional, pasar horas, días meses, años ofrecidos a la causa de la dignidad y reconocimiento del Niño, Niña, Adolescente Trabajador, no solo en Perú, sino también en América Latina, África, Europa…

Que hoy viviendo en la tierra de Cardijn (Bélgica) la experiencia es mucho mayor para seguir ofreciéndola a la causa de la dignidad y reconocimiento de la infancia, de la humanidad, gracias compañero, amigo por haberte encontrado en mi camino por haber colaborado en mi formación como educadora a la vida de los NATs y de la promoción de las nuevas generaciones”.

Comentario de Adolfo Locuesta

Adolfo Locuesta, Director de la ONG “Proyecto Solidario” (España) comenta que:

“Con mucho agrado accedo a la petición formulada sobre mi querido y admirado Alejandro Cussianovich. En primer lugar, mi sintonía especial con Alejandro desde la docencia y el magisterio que ambos compartimos con humildad, pero con un enfoque de compromiso vital.

Conocí a Alejandro hace veinte años, en el marco del movimiento de niños y adolescentes trabajadores liderado por Manthoc. Desde el primer momento fui consciente del reto educativo cercano que se había tomado hacia todos estos Nats que estaban abocados a trabajar desde muy temprana edad. Y desde una genuina perspectiva de participación y protagonismo infantil.

Alejandro, el amigo y maestro compartiendo las inquietudes y esperanzas de tantos niños y niñas de los sectores marginales de Lima. Una imagen inolvidable y un modelo para quienes luchamos por los derechos de los niños.

Posteriormente apareció el Ifejant, encargado de formar y preparar a jóvenes educadores que se implicaban en la hermosa y difícil tarea que nuestro singular Alejandro había diseñado, junto a otros recordados e históricos del Manthoc, a quien tuve la suerte y el honor de conocer.

Me correspondió organizar dos magníficos Encuentros Internacionales sobre Trabajo Infantil en Madrid (España) en los años 2000 y 2001; invitando a Alejando como orador de excepción para explicar la realidad de los movimientos organizados de Nats en América Latina. Y con una presencia significativa de niños y niñas trabajadores peruanos que pudieron exponer su realidad.

Alejandro ha sido mi mentor a la distancia, para conocer mejor e involucrarme en el protagonismo de los niños y niñas trabajadores, con sus anhelos y reivindicaciones.

Para terminar, una mención al trabajo de Alejandro sobre la Pedagogía de la Ternura, que comparto esencialmente y que marcara de manera muy significativa el resto de mi labor como educador activista y comprometido.

Gracias Alejandro, por tantas enseñanzas compartidas desde la sencillez y el rigor intelectual, por el ejemplo de maestro comprometido con las grandes causas de nuestros niños y niñas.

A mis sesenta años, me siento muy feliz de continuar teniendo maestros y referentes, y tú eres uno de ellos. Y puedo asegurarte que tus orientaciones y reflexiones me han convertido en un alumno aventajado en toda la temática del Trabajo Infantil”.

Comentario de Juan Enrique Bazán

Juan Enrique Bazán, promotor y coordinador de la Red de Maestrías sobre políticas de infancia y adolescencia en Latinoamérica con la leadership de Save the Children – destaca desde Lima que:

“Los aportes que Alejandro Cussianovich ha realizado respecto al mundo de la infancia quedan hoy registrados en la academia, la ciencia, y la acción social.

La Teoría de la valoración crítica del trabajo realizado por niños y adolescentes, la Colaboración desde los movimientos sociales de niños y adolescentes trabajadores, los Paradigmas culturales sobre infancia, y la Pedagogía de la ternura, se pueden contar entre sus principales contribuciones. Sin embargo, a nuestro entender, el aporte más significativo respecta al “Protagonismo de la infancia”. La sabiduría que porta Alejandro Cussianovich sobre el Protagonismo de la Infancia equivale a la doctrina socialmente útil a la infancia, la misma que circula en el ámbito de América Latina como escuela de pensamiento.

El protagonismo de la infancia esbozado por Alejandro Cussianovich en la década de los años sesenta trasciende en el tiempo, se anticipa a la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño de fines de la década del ochenta y sobrepasa su vigencia en el devenir del presente siglo. De esta manera se llena el vacío jurídico y laguna política que aún capea en la aplicación de la normativa jurídica sobre niñez.

En este lapso, Alejandro Cussianovich, colabora paciente y metódicamente en la construcción del movimiento social de niños y adolescentes trabajadores del Perú, de América Latina y otras regiones del mundo. Simultáneamente perfila un corpus teórico de valoración crítica del trabajo de la niñez con mirada alta en la prospectiva del protagonismo de la infancia, sin perder tonicidad en la pedagogía de la ternura. En esta perspectiva, la práctica social y la teoría sobre protagonismo confluyen en la centralidad de la niñez como sujeto social y político dándole sentido de identidad histórica liberadora alineada con la dignidad y justicia social. El Protagonismo de la infancia es el punto de quiebre del status quo del sometimiento y es el espacio en que la esperanza adquiere sentido y significado. El niño, luego de entender el protagonismo, reemplaza su comportamiento como resultados planeados por otros, por una actuación en la que él se plantea ser parte de la creación de las reglas.

En esa dirección, el Protagonismo de la infancia, es un impulso histórico, que en adelante deberá ser tomada en cuenta al menos en tres campos fundamentales de orden público: en el campo legislativo, en el campo programático de políticas públicas y en el campo de la administración judicial especializada en niñez y adolescencia.

En el campo legislativo, en adelante, el debate parlamentario y debate sobre la democracia en el Perú y América Latina, la infancia ocupará centralidad en la razón de Estado y la neo estatalidad estará por hacerse a la hechura de la infancia. En el campo del diseño y evaluación de las políticas públicas el protagonismo de la infancia quedará simultáneamente colocado tanto en la prospectiva como en la estructura de objetivos. En el campo de la administración judicial especializada la doctrina sobre el protagonismo de la niñez deberá ser incorporada en la dogmática jurídica.

El Protagonismo de la infancia implica ser partícipe en la creación de su propio mundo, un modo de re-apropiarse de la realidad y construir alternativas de desarrollo. El Protagonismo es un modo de vivir del niño, un modo de vivir del otro, un modo de vivir de nosotros. En el que el niño trabajador, el niño que vive en la calle –niño desocupado- resulte legítimo al otro. El Protagonismo del niño trabajador, el Protagonismo del niño que vive en la calle, coloca al otro en relación a uno y el carácter de esa relación tiene que ver con la dignidad de ambos. El Protagonismo es sustantivo en la identidad del niño, le es inherente, y a la vez, le toca irse haciendo protagónico permanentemente.

Desde la doctrina del protagonismo de la infancia Alejandro Cussianovich genera la oportunidad de repensar la niñez, crea las condiciones para re-interpretarla y proyectarla en la sociedad. De ese modo los niños y adolescentes trabajadores, los niños y adolescentes que viven en la calle, tienen una narrativa liberadora y hoy en este acto honorable de Doctorado se incorpora al mundo de la academia, las ciencias y la doctrina el <Protagonismo de la niñez>”, concluye Bazan.

Notas

(1)     http://noticias.universia.edu.pe/en-portada/noticia/2008/06/19/732977/u-…

(2)     http://archivo.larepublica.pe/columnistas/causa-justa/chito-30-09-2012

(3)     http://www.informandoperu.com/2015/02/ensayo-sobre-la-pedagogia-de-la-te…

(4)     http://www.celam.org/noticelam/detalle.php?id=ODMz

(5)     http://centralidaddelaninez.celam.org/images/red-ronda-de-amor/V_Encuent…

Cristiano Morsolin, investigador y trabajador social italiano radicado en Latinoamérica desde 2001, con experiencias en Ecuador, Colombia, Perú, Bolivia, Paraguay, Brasil. Autor de varios libros, ha colaborado con la Universidad del Externado de Colombia, Universidad del Rosario de Bogotá, Universidad Politécnica Salesiana de Quito. Co-fundador del Observatorio sobre Latinoamérica SELVAS (Milán).  Blog: https://diversidadenmovimiento.wordpress.com/

Fuente: http://www.alainet.org/es/autores/cristiano-morsolin

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Cristiano Morsolin

Investigador italiano radicado en Latinoamérica desde 2001. Co-fundador del Observatorio sobre Latinoamérica SELVAS (Milán), autor de varios libros, investiga la relación entre derechos humanos, movimientos sociales y políticas emancipatorias.