Mejor veo la película

10 de mayo de 2017 / Fuente: https://compartirpalabramaestra.org/

Por: Mauricio Mora Rodríguez

Un repaso a las bondades del cine como herramienta pedagógica.

Recuerdo que en mi colegio, el Inem Luis López de Mesa,  había un saloncito de proyecciones que parecía un cuarto de San Alejo: oscuro y estrecho, supongo que las películas se reproducían en Betamax o VHS, no creo haber estado más de dos veces en ese sitio y la única cinta que recuerdo haber visto ahí fue “la ciudad y los perros”; muchos de nuestros estudiantes ahora cuentan con televisores de 40 pulgadas provistos de internet, memorias, DVD´s, cables HDMI, y mil cosas más, en realidad son muy afortunados, aunque lo serían más si muchos de sus docentes fueran conscientes de las  bondades pedagógicas que tiene el cine.

El cine es una manera efectiva en la que los estudiantes construyen su conocimiento junto con el compañero que tienen al lado, pero también con los protagonistas, con los personajes, con sus símbolos.

No es un secreto que el cine es una herramienta usada sobre todo por  los profesores de ciencias sociales y literatura, pero además es totalmente transversal porque juega con la sensibilidad de estos ‘agentes audiovisuales’1 que son los jóvenes, consiguiendo mejoras en la capacidad de comprensión de los temas; el cine es el reflejo de la sociedad que aparece en la pantalla: películas como La ola (2008) o La clase (2008) muestran problemáticas constantes de los jóvenes como el consumo de alucinógenos, el fracaso escolar, la exclusión, entre otros; los docentes que usan el cine en medio de su quehacer pedagógico han entendido que por medio de la película se hace una exploración profunda hacia la cultura, los valores y las preocupaciones de cada persona, región y época como ocurre en Estación Central de Brasil (1998), sabemos, como docentes, que el aprendizaje se concreta a través del diálogo, el cine es una manera efectiva en la que los estudiantes construyen su conocimiento junto con el compañero que tienen al lado, pero también con los protagonistas, con los personajes, con sus símbolos.2

A pesar de todas estas ventajas, el cine en la escuela suele subutilizarse: hace parte de esas horas de ‘distracción’ con las que muchos docentes descansan de la rutina de la clase, la película suele aparecer de imprevisto, a veces son los mismos estudiantes los que la traen de manera que terminan viendo los mismos filmes que pueden ver hasta en un bus intermunicipal y el docente pierde la oportunidad de que ellos se abran hacia distintas historias, diferentes realidades, vidas inexploradas; con las películas me pasa lo de los libros: creo que los jóvenes quieren ver calidad, pero no encuentran a nadie que los guíe hacia ella. Una dificultad que veo constantemente es que  se les deja solos con la película y no hay una contextualización del profesor que permita entender lo que ocurre, tomo como ejemplos La lengua de las mariposas (1999) o La vida de los otros (2006) por otra parte creo que los docentes de humanidades no hacemos nada desestimando todas las versiones cinematográficas de la literatura propuesta, usemos algunas para ampliar el espectro de nuestros estudiantes acerca del libro.

Creo que el cine puede ser entretenimiento pero no ‘distracción’, no es necesario darle un cuestionario de 40 preguntas al estudiante para que esté pendiente de la película; el cine, al igual que el libro, es un placer que debería ser gratuito; guiado, pero gratuito.

Referencias

1. GARCÍA AMILBURU, María, Teoría y práctica del análisis pedagógico del cine, página 9.

2. OSORIO Angélica del Pilar, RODRÍGUEZ Víctor Manuel, Cine y pedagogía: reflexiones a propósito de la formación de maestros en Praxis & Saber – Vol. 1. Núm. 2 – Segundo Semestre 2010, página 74

Adendo: Apoyo total a los profesores de ASOINCA que han demostrado que se puede luchar dignamente por algo tan elemental como la buena prestación del servicio de salud a los docentes, ojalá FECODE también los acompañe.

Fuente artículo: https://compartirpalabramaestra.org/columnas/mejor-veo-la-pelicula

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Mauricio Mora Rodríguez

Licenciado en lengua castellana y comunicación de la universidad de Pamplona, nominado al premio Compartir al maestro 2015.