Freinet el pedagogo que hizo de la escuela un taller.

Por: Fundación UNAM. 09/06/2017

Célestin Freinet (1896-1966) nació en Gars, Alpes-Marítimos, en el seno de una familia campesina, siendo niño realizó labores de pastor. Esta vida familiar lo mantuvo en contacto con el trabajo de la tierra y las sencillas relaciones con la gente de campo, signo que sería muy importante para sus futuras teorías y proyectos educativos a partir de su formación de maestro y pedagogo.

En 1920 terminó sus estudios de profesor y obtuvo su primera plaza para enseñar en la escuela rural de Bar-Sur-Loup (Alpes-Marítimos). Los métodos oficiales de enseñanza[Insertar vínculo https://www.fundacionunam.org.mx/educacion/la-pedagogia-de-paulo-freire/] no satisfacían las expectativas de Freinet, por lo cual dedicó un tiempo a estudiar en forma autodidacta a pedagogos que proponían diferentes sistemas de enseñanza como Dewey, Montessori, Decloly y Claparède. Estos estudios, unidos a una particular forma de concebir a la persona en tanto ser creativo a través del trabajo, llevaron a Freinet a concebir una forma muy especial para educar a niños y jóvenes.

“El trabajo es como el corazón social del hombre”

“La escuela no debe ser un templo sino un taller”

Estas fueron las ideas principales que inspiraron a Freinet para llevar a  cabo tan particular forma de educar. Así, en su escuela instaló talleres de: labores de campo, herrería y carpintería, hilado tejido costura, construcción y mecánica, documentación, creación, experimentación, comunicación artística y un huerto escolar que estuvo siempre al cuidado de los niños.

¿Qué pretendía Freinet involucrando a los niños en el trabajo? Por principio su idea de trabajar la pensó siempre llevada a cabo con el ejercicio de crear, de creatividad, no un trabajo absorbente para repelerlo, no un trabajo que enajena, y, sobre todo, un trabajo que desarrolle las capacidades manuales con el fin de transformar el viejo esquema que, en la tradición educativa, separaba la teoría de la práctica; en este sentido, además, Freinet pretendía que el niño fuera forjando una autoconciencia de un ser en plenitud. Y, decía él, que el maestro trabaja para “que la escuela vuelva definitivamente la espalda  a la manía de la instrucción pasiva y formal.”

Otra interesante enseñanza aplicada en la escuela es la que Freinet llamó “El texto libre”, que logra un aprendizaje muy determinante en literatura y gramática. En relación con el manejo del lenguaje, la escritura y la lectura. Él escribió:

“El niño habla, ve cómo se fijan en el pizarrón, bajo una forma nueva, los pensamientos o los actos expresados; con su propio trabajo transforma ese texto manuscrito en una emocionante página impresa; comunica así su lenguaje a unas personas que están lejos… El niño compara permanentemente las palabras escritas con las habladas; las que ha escrito él con las que le sirven de modelo en el pizarrón o en la hoja impresa.”

Para este ejercicio la escuela contaba con una pequeña imprenta. Los niños debían escribir un texto que después de leído en voz alta se escribía en el pizarrón y luego se imprimía, esto lograba, de alguna manera, que lo escrito fuera oral y escrito, de tal manera que el infante relacionaba esas dos formas de la palabra.

En la actualidad hay muchas escuelas con la pedagogía Freinet en varios países del mundo, que se agrupan en la organización FIMEM (Federación Internacional de Movimientos de Escuela Moderna). Y en México el MEPA (Movimiento para una Educación Popular Alternativa) pertenece a dicho organismo internacional. ¿Ya los conoces?

Fuente: http://www.fundacionunam.org.mx/educacion/freinet-el-pedagogo-que-hizo-de-la-escuela-un-taller/

Fotografía: Fundación UNAM

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