Educación y moralejas

03 Diciembre 2017/Fuente:laopinion /Autor:  Gerardo Pérez Sánche

Stephen Chbosky es un joven cineasta norteamericano que, con tan solo tres títulos en su haber como director y cinco como guionista, ha llamado la atención por su visión analítica de la sociedad, recurriendo a la disección de los personajes como motor de todas sus historias. Debutó profesionalmente con Las cuatro esquinas de ninguna parte, una extraña y experimental propuesta que ya apuntaba su propensión hacia unos protagonistas estrafalarios que, sin embargo, proporcionaban, cierto toque de autenticidad a un relato alejado de los convencionalismos. Más tarde estrenó la interesante Las ventajas de ser un marginado, adaptación de una novela suya que supuso toda una reivindicación artística y cinematográfica para las cintas sobre adolescentes e institutos. Chbosky destacó de nuevo en la dirección de actores, que asumieron unos papeles destacados dentro de un género acostumbrado a la mediocridad, la vulgaridad y los estereotipos.

Ahora presenta Wonder, una cinta que presenta algunos cambios (y no todos positivos) en su trayectoria. Se trata de un proyecto bastante más ajustado a los cánones de la filmación académica que sus antecesores. Transita por el cine familiar, educativo, con moraleja y políticamente correcto, optando para ello por una sensiblería aderezada con grandes dosis de esas emociones que brotan tan solo de la bondad más clásica. Camina, pues, sobre el peligroso alambre que se extiende entre la cursilería empalagosa y la sobredosis de sentimentalismo tierno. Aun así, considero que no pierde el equilibrio, al menos hasta el punto de caer, y finalmente completa una narración honesta e, incluso, elegante. Abandona, no obstante, su elemento más transgresor y su tradicional apuesta por hurgar en las contradicciones humanas, para limitarse a dar lecciones sobre la compasión y la inclusión social. En ese sentido, y aunque no son elementos esenciales del filme, algunas de sus secuencias revelan cierta tendencia a la manipulación de los espectadores.

Cuenta la historia de un niño que ha nacido con una deformidad facial y que, tras mucho tiempo alternando ingresos hospitalarios y largos periodos recluido en su hogar, se enfrenta al reto de acudir a la escuela. Gracias al apoyo de sus padres, intenta demostrar que, a pesar de su apariencia física, es un chico como otro cualquiera, pero no le resultará una tarea fácil. Sus miedos y frustraciones se unirán al rechazo y al sentimiento de lástima que provoca en quienes le rodean, y que impiden que dichos sentimientos den paso a una normal aceptación.

El largometraje comparte alguna similitud con Máscara, dirigido en 1985 por Peter Bogdanovich y protagonizado por unos meritorios Cher, Eric Stoltz y Sam Elliott. Sin duda, hará las delicias de los amantes de los melodramas caseros y de las historias de superación personal que ensalzan los más elementales valores cívicos. Por el contrario, puede que decepcione a un público más acostumbrado a títulos intensos e ingeniosos, en los que la originalidad y la vertiente artística asumen una presencia importante. Sea como fuere, es justo reconocer el buen trabajo de Stephen Chbosky, ya que comporta más ventajas que desventajas y no deja de ir a contracorriente de la mayoría de los estrenos que llegan a nuestras carteleras.

Encabeza el reparto la popular Julia Roberts, Oscar a la mejor actriz por su interpretación en Erin Brockovich, con destacadas participaciones en títulos como Closer y Agosto, y éxitos permanentes como Pretty Woman. El joven Jacob Tremblay, que llamó la atención en la impactante La habitación, da vida a su hijo. Completan el reparto Owen Wilson, de cuya discutible trayectoria yo salvaría exclusivamente su intervención en Midnight in Paris, y Mandy Patinkin, el célebre Íñigo Montoya de La princesa prometida y que más tarde ha sido felizmente recuperado para los televidentes por la magnífica serie Homeland.

www.cineenpantallagrande.blogspot.com

Fuente de la reseña: http://www.laopinion.es/opinion/2017/12/02/educacion-moralejas/830971.html

Fuente de la imagen: http://fotos02.laopinion.es/2017/12/02/328×206/educacion-moraleja

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