Educación, Ciencia y Tecnología en el Tercer Debate

América del Norte/México/19.06.18/Fuente: www.sdpnoticias.com.

Dos temas sobresalieron durante el tercer debate entre los cuatro candidatos presidenciales, en Mérida este 12 de junio, me refiero a los temas de Educación, por una parte, y Ciencia y Tecnología, por otra. Aunque es cierto que las políticas públicas sobre la Educación y la Ciencia se entretejen, hay que abordarlas, por su complejidad y singularidad, como dos campos a analizar por separado; sin embargo, hay que reconocer que sus vínculos son orgánicos o estructurales.

Como es sabido, los subsistemas de Educación Básica y Media Superior, constituyen la plataforma formadora de jóvenes prospectos a matricularse en las universidades e instituciones de educación superior, y luego prepararse como investigadores, en su caso, a través de los programas de posgrado, e integrarse a las filas de la comunidad científica, tecnológica y humanística del país. Una ruta similar de actualización, mediante estudios de posgrado, deben seguir también los docentes de educación media superior y superior.

En ese contexto, seis aspectos del debate llamaron mi atención de lo expuesto por los candidatos en materia Educativa, y de la investigación en Ciencia y Tecnología.

I

Andrés Manuel López Obrador se mantuvo firme en su posición de cancelar la llamada «Reforma Educativa«, debido a que ésta «ha sido una Reforma Laboral mas no educativa, y porque solo ha servido para denigrar o agraviar a la profesión docente». Como lo ha dicho, en algunos foros y mítines el abanderado de Morena-PT-PES, su gobierno impulsará un nuevo «plan educativo nacional con la participación de maestros, maestras, padres de familia, directivos y especialistas o expertos en educación», con la finalidad de impulsar una verdadera Reforma Educativa.

La reflexión que me deja este pronunciamiento por parte de AMLO, es saber qué de lo modificado hasta hoy será recuperado por el nuevo gobierno, a nivel jurídico, es decir, del texto constitucional y de las leyes secundarias, (lo que incluye a la controvertida Ley General del Servicio Profesional Docente); así como a nivel pedagógico: el modelo educativo y la actualización de los planes y programas para la Educación Básica, que se establecieron durante y al final del sexenio por concluir. ¿Se aplicará el famoso dicho, usado en la política, «borrón y cuenta nueva» en el ámbito del diseño de políticas educativas 2018-2024, o se retomarán algunas ideas que son técnica y socialmente rescatables? Considero, a la manera de la célebre metáfora atribuida a Karl Marx, que no hay que tirar al bebé junto con el agua sucia de la bañera. Las ideas de pensamiento crítico, autonomía curricular e impulso a la creatividad y la iniciativa personal y social en los niños, las niñas y los jóvenes, merecen una reconsideración; así como las propuestas para desburocratizar a la escuela pública, y reactivar o dar un fuerte impulso a la educación física y artística, a la formación cívica y ética, y la educación socioemocional, son motivo de revisión.

II

Ricardo Anaya dijo que su gobierno, en caso de que el voto mayoritario le favoreciera, impulsaría un cambio en materia de educación, en el sentido de que los niños desarrollen la «comprensión», en lugar de la «memorización». Ese discurso no parece distinguirse en nada de aquel difundido y reiterado por Aurelio Nuño, ex secretario de Educación, en el gobierno de Peña Nieto,  y ahora coordinador de la campaña de Pepe Meade. Solo le faltó decir al panista: «Vamos a promover un enfoque pedagógico para que los niños y los jóvenes aprendan a aprender”… En algún momento de sus intervenciones, cuando no ocupó tiempo para atacar verbalmente a sus adversarios, sobre todo a AMLO, Anaya se concretó a decir que la Reforma Educativa de Peña Nieto era un buen proyecto, pero que «lamentablemente fue mal implementado». No hubo ningún agravio, según él, a los maestros.

III

Cuando alguno de los moderadores le preguntó a Jaime Rodríguez, el Bronco, que desde qué nivel educativo promovería cambios a la educación pública en México, como eventual presidente de la República, el regio contestó: «Desde la Educación Media Superior o el Bachillerato». Sobre el mismo punto, Pepe Meade, candidato del PRI-Panal-Verde, opinó en su oportunidad al respecto y se anotó un punto a favor, al pronunciarse a favor de promover cambios en la base de la estructura educativa «desde la Educación Preescolar».

IV

AMLO manejó información imprecisa sobre la Reforma Educativa. Por una parte, dijo que el gobierno actual impulsa la «privatización» de la educación, y que estas políticas educativas son ejecutadas por las autoridades mexicanas por instrucciones de organismos multinacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI).

No encuentro, sin embargo, ninguna parte en la legislación mexicana, ni en ningún documento programático del gobierno federal o de la Secretaría de Educación Pública (SEP), en la cual se trace una línea hacia la privatización de la educación (a no ser que el programa de escuelas al CIEN sea el eslabón perdido). Es un hecho, no obstante, que hay ciertas directrices y políticas públicas educativas, adoptadas desde el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012), como parte de un acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), mismo que fue ratificado por el gobierno de Enrique Peña Nieto, en el sentido de asegurar la «calidad de la educación» y “evaluar sistemáticamente” a los docentes de la escuela pública. Pero no fue exactamente un acuerdo con el FMI.

V

En cambio, Andrés Manuel se notó bien informado y visiblemente actualizado al plantear que el país tiene la necesidad de fortalecer a la Investigación Científica y Tecnológica (y este tecleador agregaría, a la Investigación Humanística y de las Ciencias Sociales), puesto que el sector público (principal fuente financiera nacional) no ha alcanzado a invertir, anualmente, lo que marca la ley: el 1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Hay carencias serias por esa razón en este rubro, claro que sí.

El Peje aprovechó la coyuntura, dado el amplio auditorio que atendía el debate por los medios en todo el país, para nombrar, como si estuviera en funciones como mandatario de la nación, a una investigadora destacada, la Dra. María Elena Álvarez-Buyllá Roces, como titular del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. ¿A quién nombraría Ricardo Anaya? ¿Quién sería el personaje propuesto por Pepe Meade para ese importante puesto?

Casi al finalizar el debate-examen profesional, después de que algún moderador-sinodal le preguntó a AMLO, si su gobierno crearía una nueva secretaría nacional de Ciencia y Tecnología, debido a la importancia que tiene este sector para el desarrollo nacional, el tabasqueño, como beisbolista experimentado, dejó ir “la bola” sin abanicar… Dijo simplemente que no. ¡¡¡De acuerdo!!! ¿Para qué invertimos o gastamos más en burocracia dentro del ámbito de la ciencia? si lo que requiere el país es mayor impulso a la formación de investigadores, fortalecer la infraestructura de los centros para el desarrollo de la ciencia y tecnología, y dar apoyo sostenido a los científicos que han decidido trabajar, de tiempo completo, en el país.

VI

Como lo escribí hace unos días, me parece que Ricardo Anaya y José Antonio Meade mostraron clara pobreza intelectual y escasa visión de futuro en torno al papel que juegan la investigación en ciencias, tecnologías y humanidades en nuestra sociedad. Para ellos, la ciencia y la técnica se reducen solo a las aplicaciones y a la resolución de problemas sociales tangibles. ¿Dónde queda la investigación básica o la indagación teórica sistemática para ellos? ¿Dónde ubican entonces a la Filosofía, la Historiografía, la Psicología y la Antropología Social, entre otros campos de conocimiento?

Anaya, en especial, no tiene en su horizonte un proyecto serio para el país, de largo alcance, en materia científica y tecnológica, ni humanística. Es un candidato que muestra sus limitaciones intelectuales con propuestas demagógicas, pues solo alcanzó a balbucear la idea de dotar de «teléfonos inteligentes a todos».

Finalmente, pienso que, si bien los candidatos no son especialistas que dominen, a detalle, todos los temas o campos de conocimientos que se abordaron durante este tercer debate, pero caray, algunos chispazos de ideas principales deberían de tener como para aspirar a dirigir a una nación tan compleja y diversa como lo es la nuestra.

Fuente de la noticia: https://www.sdpnoticias.com/nacional/2018/06/15/educacion-ciencia-y-tecnologia-en-el-tercer-debate

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