El 83% del alumnado con necesidades especiales ya se encuentra escolarizado por la vía ordinaria

Europa/ España/ 16.04.2019/ Fuente: www.servimedia.es.

Una experta en pedagogía y educación inclusiva apuesta por culminar de forma progresiva el proceso de inclusión

 

El 83% del alumnado con necesidades especiales ya se encuentra escolarizado por la vía ordinaria, opción que resulta positiva para el conjunto del alumnado porque “el modo de socializar mejor y de que se produzca el conocimiento mutuo de todos los ciudadanos es a través de una escuela de calidad para todos y todas”, según expone María Antonia Casanova, licenciada en Pedagogía, en la especialidad de Educación Especial, por la Universidad Complutense de Madrid y profesora de la Universidad Camilo José Cela.

Casanova, inspectora de Educación, fue subdirectora general de Educación Especial y Atención a la Diversidad del Ministerio de Educación y directora general de Promoción Educativa de la Comunidad de Madrid. Además, dirigió el Proyecto de Integración Educativa en México, dentro de la actuación del Fondo Mixto de Cooperación Científica y Técnica México-España (1996-2002) y acumula una extensa experiencia en entidades e iniciativas relacionadas con la educación y la inclusión, tanto a nivel nacional como internacional.

En declaraciones a Servimedia, explicó que la experiencia constata que la inclusión en centros ordinarios funciona y recordó que la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad obliga a España a avanzar en ese objetivo por tres vías: como país perteneciente a la ONU, como Estado miembro de la UE y como adhesión particular de España a dicha convención, que establece la incorporación del alumnado con discapacidad a la escuela ordinaria.

Señaló que la educación inclusiva no es algo nuevo en España y recordó que tanto la LOE (Ley Orgánica de Educación) como la Lomce (León Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa) hablan de educación inclusiva, y antes se promulgaron normas como la Lismi, en 1982, o la Orden de marzo de 1985, por la que se planificaba la experimentación de la integración durante el curso 1985/86.

Por ello, Casanova insistió en que se ha dispuesto de un periodo de tiempo de casi cuarenta años para completar el proceso de inclusión educativa, pero todavía queda un 17% de alumnos que no están en la escuela ordinaria. “No se trata de desmantelar los Centros de Educación Especial de un día para otro”, indicó, pero consideró necesario reducir progresivamente ese porcentaje. “De hecho”, manifestó, “hay familias que están luchando para incorporar a sus hijos a la escuela ordinaria”.

Se mostró convencida de que la inclusión es buena para los alumnos a nivel de socialización y de desarrollo afectivo, pero también a nivel educativo, “tienen más estímulos”. Y no sólo es favorable para los alumnos con discapacidad. “lo es también para el resto porque les ayuda a formarse en la diversidad”. Los alumnos con necesidades especiales tienen que aprender a convivir con el resto y el resto con ellos, continuó esta experta.

Pero para hacer efectiva la inclusión es necesario habilitar presupuestos y recursos destinados a ese objetivo. “Hay que modificar la metodología, hay que cambiar el método de evaluación y hay que incidir en la formación del profesorado. La educación inclusiva debe ser una educación de calidad”, afirmó.

En un artículo publicado en la revista de divulgación educativa ‘Innovamos’, María Antonia Casanova señala: “Exigimos una escuela inclusiva con los medios necesarios, de todo tipo, para atender a cada alumno y alumna como precisen. Por supuesto. Lo cual requiere de un hacer planificado, riguroso, con agenda determinada e inversión adecuada a las previsiones que se realicen. El modo de socializar mejor y de que se produzca el conocimiento mutuo de todos los ciudadanos es a través de una escuela de calidad para todos y todas”.

Fuente de la noticia: https://www.servimedia.es/noticias/1124562

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