Educación

Por: Fabiola Guarneros SaavedrA.

 

A las profesoras Mayra J. Jiménez, Claudia Mejía,

                Aideé Rico y al profesor Mario Sánchez Velázquez,
por su compromiso con la educación, con la inclusión
y con cada uno de sus alumnos.
Son maestros de excelencia, de 10. ¡Felicidades!

 

El miércoles 15 se celebra el Día del Maestro y a esta conmemoración llegamos con una nueva reforma educativa aprobada por el Congreso de la Unión en tiempos extras (periodo extraordinario) y con el amago de la CNTE de hacer un paro nacional porque en el nuevo marco jurídico el Estado mantiene la rectoría de la educación, el presupuesto y las plazas.

La nueva reforma —que sustituirá la del expresidente Enrique Peña Nieto, una vez aprobada por al menos 17 Congresos locales— mantiene la aduana para el ingreso, promoción y reconocimiento del magisterio, es decir, elimina el concepto de evaluación, pero ordena procesos de selección, que no serán exclusivos para los egresados de las Normales.

Se sustituye el concepto de calidad por excelencia educativa y se garantiza que las plazas de maestros serán decididas por el gobierno, de acuerdo con una nota periodística de mi compañera Leticia Robles de la Rosa.

La nueva reforma educativa instruye la obligatoriedad y gratuidad de todo el sistema educativo, desde preescolar hasta nivel profesional; desaparece al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), pero crea el Sistema Nacional de Mejora Continua de la Educación, coordinado por un organismo público descentralizado, con autonomía técnica, operativa, presupuestaria, de decisión y de gestión, con personalidad jurídica y patrimonio propios, no sectorizado.

La reforma constitucional mandata al Estado a que mantenga la rectoría de la educación y que la imparta con carácter obligatoria, universal, inclusiva, pública, gratuita y laica; con un respeto a la dignidad de las personas, con enfoque de derechos humanos y de igualdad.

Los planes y programas de estudio tendrán perspectiva de género y una orientación integral, por lo que se incluirá el conocimiento de las ciencias y humanidades, la enseñanza de las matemáticas, la lecto-escritura, historia, geografía, civismo, filosofía, tecnología, innovación; lenguas indígenas del país y extranjeras; educación física, deporte; artes (en especial la música); promoción de estilos de vida saludables; educación sexual y reproductiva; el cuidado al medio ambiente y la cultura de paz, entre otras.

En la reforma se reconoce a los docentes como actores primordiales del proceso de enseñanza y de la transformación social del país, además de revalorar al magisterio y de respetar todos sus derechos laborales.

Por ello, en el nuevo modelo educativo se determina que la admisión, promoción y reconocimiento del personal que ejerza la función docente, directiva o de supervisión, se realizará a través de procesos de selección en igualdad de condiciones, públicos, transparentes e imparciales, y establecidos en las leyes reglamentarias respectivas.

Además, a los docentes se les garantiza también el derecho a aprender, es decir, darles educación de calidad desde las Normales, desde su formación inicial y continuar con los procesos de actualización y mejoramiento.

¿Qué sigue? El debate y búsqueda de acuerdos con todos los actores del sector educativo del país para elaborar las leyes secundarias que darán el piso jurídico al nuevo sistema educativo mexicano.

Ahora la sociedad exige a la CNTE que dialogue, que no amague, cierre carreteras y suspenda clases, porque los tiempos de las ventas de plaza, la corrupción y opacidad en las promociones, y el retener los salarios de los maestros que no iban a las marchas ya no serán posibles.

Las modificaciones legales son un gran paso, son la oportunidad de tener un modelo educativo eficiente, de calidad, pero el reto es permanente y requiere el compromiso de todos: Estado, autoridad educativa, docentes, padres de familia y a los alumnos para hacerlo realidad y efectivo. La educación es el pilar de una sociedad próspera y nos toca.

 

Fuente del artículo: https://www.excelsior.com.mx/opinion/fabiola-guarneros-saavedra/educacion/1312469

Comparte este contenido:

Fabiola Guarneros

Periodista. Subdirectora editorial en Excélsior.