Un vistazo a la educación en India

Por: Lizbeth Pasco Carmona 

Tres puntos para entender parte de un sistema realmente complejo

India se parece un poco a Perú. El tráfico es una locura, mototaxis –tuktuk- haciendo de las suyas, un transporte público bastante desorganizado, vehículos y peatones haciendo caso omiso de las reglas de tránsito, en otras palabras, la cultura combi en todo su esplendor. La comida es deliciosa, hay peruanos que puede refutar esto porque nuestra culinaria es casi una religión, pero la gastronomía india es considerada una de las más ricas del mundo –y realmente lo es. No es difícil encontrar gente que te cobre de más por ser turista, un producto puede empezar en 700 rupias y terminar costando 100; el equivalente a los souvenirs de 1 sol para los peruanos y 5 –en el mejor de los casos- para los extranjeros. Ambos tenemos una “maravilla del mundo”, el Taj Majal y Machuppichu. Y, por supuesto, un sistema educativo con muchísimos retos en todos sus niveles.

Hinglish

La primera vez que viajé a India entendí que se estaba haciendo con el inglés lo que se hizo con el español en el Perú: instaurarse como lengua oficial, iniciando la desaparición de nuestras lenguas originarias. No es así. La situación de las lenguas en India es distinta. Hay 22 lenguas oficiales, y las principales son el Inglés e Hindi. Es más, existe el “hinglish” como aquí el “spanglish”, pero no es tan snob hacerlo como en Perú, porque allá sí es una lengua oficial.

En India hay 29 estados, por ejemplo, Maharashtra; cada uno con ciudades, como Pune City; y distritos, como Pune. Todos tienen como lenguas oficiales principales el inglés y el hindi, pero también lenguas oficiales particulares para cada estado. En el estado de Maharashtra hay 8 lenguas oficiales, esto significa que hay por lo menos 8 tipos de colegios. La más común en este estado es el marathi. Además, las lenguas son usadas en la rutina diaria. Solo para dar un ejemplo, en una conversación común la gente de Pune se comunica usando una combinación de hinglish y marathi.

En la mayoría de escuelas secundarias en Pune, se dictan clases de inglés, hindi y marathi (ver foto) y hay una tendencia a solicitar que los otros cursos (matemática, historia, etc) se dicten en inglés, con la intención de prepararlos para la universidad. Por otro lado, en las escuelas primarias del estado se dictan los cursos en alguna de las lenguas oficiales, por ejemplo, marathi o hindi, pero casi nunca en inglés pues lo llevan como curso a parte.

Aquí encontramos tres problemas: comunicación, acceso a la educación secundaria y superior, y a trabajos mejor remunerados. Las personas con acceso a una buena educación son capaces de comunicarse en inglés, hindi y su lengua materna, lo que les permite acceder a estudios superiores y/o a trabajos mejor remunerados; sin embargo, hay un gran porcentaje que solo maneja su lengua materna, lo que crea una brecha en el acceso a educación y en la comunicación con otras personas del mismo país. La situación se complejiza aún más si tomamos en cuenta los dialectos. “Aún no hay una idea clara de qué es lo que nos constituye una nación, porque aun hoy ni siquiera es posible comunicarnos entre todos” me explica Madhukar Banuri, fundador de Leadership for Equity y miembro del directorio de Teach for India.

Un lakh, cien mil; un crore, diez millones

India es el segundo país con mayor población a nivel mundial (aunque promete superar a China en el 2022). Es tan grande que tiene un nombre específico para referirse a cien mil unidades, un lakh; y a diez millones, un crore. Entonces, un elemento fundamental para realizar un programa educativo en India es la escalabilidad. Lo que es evidentemente necesario en un sistema con más de 350 millones de estudiantes y alrededor 8 millones profesores. Solo para dimensionar cantidades, en Perú hay alrededor de 6 millones 700 mil[1] estudiantes y 523 mil 304[2] profesores.

Un medio importante para poder lograr esa escalabilidad en, por ejemplo, la capacitación docente, es el uso de la tecnología. Y ya se están diseñando y piloteando programas que mezclan la capacitación virtual con la presencial: “blended model” (dado el evidente fracaso en la modalidad meramente virtual). Además, se están usando aplicativos para brindar herramientas pedagógicas a los docentes que permiten también la creación de contenido. En otras palabras, una comunidad virtual de docentes que comparten herramientas y estrategias.

Las problemáticas principales a enfrentar en este punto es el acceso a Internet y la “alfabetización digital”. Si bien en las zonas urbanas la conexión tiene un costo considerablemente bajo (bastante menor al peruano por lo menos), aun hay muchos docentes que se resisten a usar esta tecnología para el aprendizaje. Evidentemente el uso de esta herramienta se complejiza en las zonas rurales, donde el acceso a los dispositivos se reduce a uno por familia.

El derecho a la educación

“En India, hace solo 5 años no se hablaba de logros en el aprendizaje en el mundo estatal, es algo bastante nuevo en un sistema que a inicios del 2000 aún luchaba por la cobertura” me explica Madhukar. El parlamento de India aprobó el Acto de Derecho a la Educación (RTE, por sus siglas en inglés) en agosto del 2009. Este documento describe la importancia de la educación gratuita y obligatoria para los niños de 6 a 14 años. Llevar a los niños y niñas a la escuela. Hace apenas 10 años.

La implementación ha sido un gran reto para las escuelas, pues los niños y niñas debían ingresar a la escuela no a partir de sus aprendizajes sino por su edad. Entonces, tenían a estudiantes con algunos años de escolaridad junto a otros que jamás habían pisado la escuela. Sin embargo, hoy ya se pueden encontrar investigaciones y programas que no solo buscan llevar a los estudiantes a las aulas, sino también orientados a acortar la brecha y mejorar los aprendizajes.

Algo innovador en esta implementación fue la cuota del 25% en las escuelas privadas para niños y niñas en situaciones vulnerables. En otras palabras, todas estas escuelas deben tener por lo menos un 25% de vacantes, sin costo alguno, para estudiantes que se encuentren en condiciones de pobreza. Obviamente, esto ha hecho que algunas personas de niveles socioeconómicos más privilegiados levanten su voz contra el estado, pero existe una posición firme del gobierno a mantener esta cuota. Además, ya se pueden encontrar estudios que explican los beneficios de esta diversidad en la escuela. No puedo dejar de pensar en lo genial que sería que suceda algo así en Perú.

***

India enfrenta problemas complejos y encontrar soluciones sigue siendo un reto, pero este país avanza a una velocidad impresionante básicamente por dos elementos: recursos humanos e inversión. Creo que es importante mantenernos atentos a las innovaciones que se están gestando en este país, porque estoy segura de que sus aprendizajes pueden ser útiles para nosotros.

NOTAS

[1] Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

[2] Ibid.

Fuente: https://www.losandes.com.pe/2019/06/16/%EF%BB%BFun-vistazo-a-la-educacion-en-india/

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