Escuelas refugio. En el mundo hay 35,4 millones de niños refugiados y su salvación está en la educación, pero las escuelas han sufrido más de 14.000 ataques

Redacción: Hispanidad

Son más de la mitad del total de población refugiada (70,8 millones de personas) y representan el colectivo más vulnerable.

El pasado 20 de junio se celebró el Día Mundial de las Personas Refugiadas, que ascienden a 70,8 millones en el mundo. Dentro de este colectivo, 35,4 millones son niños refugiados y para estos, de forma mucho más relevante que para el resto de menores que no han tenido que dejar su tierra ni su hogar, la educación es su futuro. El problema es que se han registrado más de 14.000 ataques a las escuelas en 34 países entre los años 2013 y 2017.

Incluso en contextos tan difíciles como los que supone refugiarse en otro país a causa de la guerra o la violencia, para los niños el hecho de ir al cole es una necesidad básica. La escuela es un lugar seguro, necesario, que ofrece protección y educación, que acoge y permite aprender, jugar, encontrar nuevos amigos y construir nuevos espacios seguros de paz y convivencia. Pero dado que también son objeto de ataques, la organización sin ánimo de lucro Entreculturas ha lanzado la campaña ‘Escuela Refugio’, con el fin de reivindicar que las escuelas sean espacios de paz y libres de violencia, para que se garantice el derecho a la educación en situaciones de conflicto y refugio.

La campaña ‘Escuela Refugio’ reivindica que las escuelas sean espacios de paz y libres de violencia, para que se garantice el derecho a la educación en situaciones de conflicto y refugio

“Si venís, los amigos seremos nosotros”; “Quiero contarte que me gusta mi colegio, aprendo mucho y puedo jugar con mis amigas” o “La escuela para mí es un lugar bonito” son algunos de los mensajes que niños refugiados de la escuela primaria del campo de refugiados de Kinama (Burundi) y alumnos del colegio Nuestra Señora de la Paloma de Madrid han escrito y dibujado sobre cómo les gustaría que fueran las escuelas del mundo. Esta ha sido una de las propuestas de la campaña ‘Escuela Refugio’.

Burundi y República Democrática del Congo son dos de los 34 países que sufren ataques a la educación. Sanganyi Namangala Tamy, refugiada congoleña en el campo de refugiados de Kinama (Burundi) y vicepresidenta del Comité de Refugiados, ha señalado que “hay menos lugares para estudiar durante la guerra”. “El 10 de octubre de 2008, en mi casa en Rutshuru, en el norte del Kivu (República Democrática del Congo), mataron a mi marido, a dos de mis ocho hijos y me violaron. Fui secuestrada por rebeldes que me llevaron al bosque donde pasé un mes sirviendo como ama de casa, sufrí violencia sexual y física. En tiempos de guerra todo es posible. El derecho de los niños a la educación se ve vulnerado, porque donde hay conflictos, las escuelas son tomadas por los atacantes como lugares de guerra, para almacenar sus armas o como bases militares; las puertas y escritorios son usados como calefacción; y los niños son reclutados como luchadores. La juventud es el futuro del mañana, pero sin una educación básica, es difícil tener un futuro”, ha explicado.

La juventud es el futuro del mañana, pero sin una educación básica, es difícil tener un futuro, destaca la refugiada congoleña Sanganyi Namangala Tamy

En el campo de personas refugiadas de Kinama (Burundi), Sanganyi colabora con el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) y con Entreculturas para sensibilizar a los jóvenes sobre la importancia de la educación, especialmente la de las niñas. François Xavier Nsababandi, director de Proyectos de Educación y Medios de Vida de Entreculturas y del SJR en Burundi ha afirmado que “el JRS interviene en cinco escuelas de campos de refugiados, que deben estar a salvo de los ataques. En países que viven guerras, vemos que las escuelas son destruidas, incluso los estudiantes son asesinados. Por todo ello, trabajamos en zonas de conflicto para acompañar, proteger y defender a los refugiados para garantizar su derecho a la educación. Las escuelas nunca deben ser objeto de ataque, sino lugares de paz, libres de violencia y un refugio seguro”.

Los niños y jóvenes que son víctimas de conflictos internacionales e internos no solo están aumentando, también son cada vez más prolongados y afectan a más personas. Desde hace 10 años, el número de desplazados forzosos no ha parado de crecer, hasta alcanzar los actuales 70’8 millones. Además, uno de cada cuatro niños sin escolarizar vive en un contexto afectado por crisis.

Entre los más de 14.000 ataques a la educación en 34 países, en al menos 18, estos se han dirigido contra niñas y mujeres. Y es que el camino a la escuela también supone un grave peligro para niñas y jóvenes, pues pueden ser sorprendidas, secuestradas y atacadas sexualmente. “En Entreculturas, con programas de cooperación al desarrollo y de ayuda humanitaria, trabajamos para proteger las escuelas y que estas estén libres de violencia. Lo hacemos en muchos países del mundo, como Sudán del Sur, República Democrática del Congo, República Centroafricana, Burundi, Venezuela y Colombia”, ha comentado Pablo Funes, coordinador de Cooperación de Entreculturas. Entre los testimonios que reflejan que la educación salva vidas, ha referido el de la refugiada congoleña Sanganyi, que conoce de primera mano la importancia de que las escuelas sean refugio.

Por su parte, Irene Ortega, coordinadora de Ciudadanía de Entreculturas, ha señalado que la campaña ‘Escuela Refugio’ lanza una propuesta con dos palabras: ‘incide’ y ‘expresa’. “Para incidir, hacemos una serie de recomendaciones al Gobierno, entre ellas, que alinee sus políticas exteriores, de cooperación y ayuda humanitaria con la Declaración sobre Escuelas Seguras y las Directrices para su implementación, así como que diseñe, apoye e implemente políticas y programas encaminados a garantizar las escuelas como espacios seguros y de protección en contextos de emergencia”, ha explicado. Y para ello, “es imprescindible destinar el 0,7% de la Renta Nacional a Ayuda al Desarrollo y de esa cifra, un 10% a la Acción Humanitaria, de la que un 4% debe ser para educación en emergencias”. La elección de la palabra ‘expresa’ se debe a que “no solo las personas con responsabilidades políticas pueden hacer algo, de hecho, lo harán en la medida en que la ciudadanía se lo demande, por lo que esta ha de estar unida y expresarse como una verdadera sociedad global dada la interdependencia que hay entre las personas”.

La escuela es un día sin violencia, una oportunidad para elegir un futuro, un sueño por cumplir, dignidad y respeto, acogida y protección para millones de niños.

La escuela no es solo una escuela. En concreto, representa un día sin violencia, una oportunidad para elegir un futuro, un sueño por cumplir, dignidad y respeto, acogida y protección para millones de niños, especialmente los que viven en situación de refugio o de desplazamiento forzoso. Por todo esto, el mundo no se puede quedar sin hacer nada.

Fuente: https://www.hispanidad.com/publirreportaje/en-el-mundo-hay-35-4-millones-de-ninos-refugiados-y-la-educacion-es-su-futuro-pero-las-escuelas-han-sufrido-mas-de-14-000-ataques_12011089_102.html

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