Gioconda Espina, Venezuela: Entre los polos enfrentados la única posibilidad es un diálogo auspiciado y supervisado por una instancia respetada por los dos lados.


En el marco del proyecto “Mujeres y Construcción de Cultura de Paz”  presentamos la entrevista a GIOCONDA ESPINA:

Profesora Titular de la UCV, cofundadora de la Coordinadora de ONG de Mujeres en 1985, del Centro de Estudios de la Mujer (1992) y de la Maestría en Estudios de la Mujer (2002). Se hizo feminista en México en 1978 y no ha dejado de militar en Venezuela desde entonces. Se considera de oposición al chavismo-madurismo desde siempre pero desde una oposición de izquierda socialdemócrata,  contraria a todo atajo al poder político y militar en su país.


 

Venezuela ha venido viviendo enfrentamiento y conflicto entre posiciones políticas que han conformado dos polos irreconciliables o aparentemente irreconciliables. ¿Cómo ves la etapa actual de ese conflicto o polarización?

GE: son polos que ahorita son irreconciliables. En este momento en que hablamos no veo ninguna posibilidad entre las dos posiciones que se ven, es decir,  por un lado el cogollo mandante militar-cívico encabezado por Nicolás Maduro pero sobre todo por Diosdado Cabello (yo diría que éste es el verdadero artífice de la conducción de la política contra el otro polo, que en este momento representa Juan Guaidó).  A pesar de lo que la gente pueda pensar Nicolás Maduro es el gordito bonachón que baila salsa y hace chistes malos; dice lo mismo que Diosdado pero de una manera menos hiriente, menos irritante. Pero lo que hace Diosdado diariamente: leer twitters y mostrar los videos, llamar a  personas del otro polo como  “María la loca” (Maria Corina Machado), por ejemplo, cuando  él es presidente de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), insultar como si estuviera  en una partida de dominó… “María la loca”, “El jovencito éste” (Guaidó). También sugiere “mariconería” de varios dirigentes opositores (insultando así a sus propios “maricones chavomaduristas”…)  Sin son ni ton dice que la ANC va a expropiar la sede del diario  El Nacional.  Si tú estas hablando del allanamiento de la inmunidad parlamentaria del presidente (Juan Guaidó) de la Asamblea Nacional legítimamente electa en el 2015, cómo vas a decir acto seguido que “vamos a expropiar la sede de El Nacional para poner una universidad nacional de comunicación…popular, porque lo que les arde es eso, la palabra popular”. Eso no lo puede hacer; se perdieron las maneras, pero no ahorita, hace tiempo. Chávez hacía lo mismo, pero siquiera él había dado un golpe de estado, fue a las elecciones y ganó legítimamente el 98 y fue  el 2000 a la reelección y volvió a ganar. Entonces no es lo mismo que Diosdado en 2019, que insulta  a cuenta que fue electo por su partido y su gente y sus acólitos, presidente de la ANC. ¡Las cosas que dice de Luisa Ortega Díaz, bueno! Es que un pram en una cárcel no habla así, precisamente para seguir siendo pram cuida las palabras para poder seguir siendo el pram.

Por el otro lado, el otro polo, el que se oye, el que es visible, es el polo que representa a lo más radical de la oposición, lamentablemente para la gente de la oposición de izquierda socialdemócrata como yo (que lo somos desde que Chávez ganó en el 98, por quien nunca votamos…tampoco votamos por Arias Cárdenas después, porque venía de lo mismo, no ibamos a cambiar a uno por su amigo y compadre, que venía de  la misma formación ante el mismo Samán de Güere, el mismo árbol de las tres raíces). Esta gente lamentablemente para nosotros la oposición de izquierda socialdemócrata, tanto de Chávez como de Maduro, aún es mayoría en la oposición y es de derecha,  siempre lo ha sido. En este orden  están los partidos a la derecha: primero “Vente Venezuela” que es el de Maria Corina Machado que ¡cómo será de derecha,  que ella se fue de la MUD porque no la aguantaba por izquierdista! En segundo lugar está “Primero Justicia” y en tercer lugar “Voluntad Popular”. Ellos tres forman la mayoría de la oposición venezolana. Cada vez que viene alguien y me dice: “es que ustedes de la oposición tienen que separarse… les recuerdo  que la aún minoritaria oposición de izquierda socialdemócrata siempre se ha separado de la mayoritaria de derecha. Yo fui una de las personas de la oposición que votó, en aquellas primeras  primarias que se hicieron, por Teodoro Petkoff (las ganó Manuel Rosales). En esa época, todavía los socialdemócratas teníamos algo de fuerza, fíjate que gana Manuel Rosales y Teodoro fue el primero que lo reconoció. Cuando uno pensaba que Teodoro podía llegar a ser el tipo de la oposición que podía hablar con el chavismo –era una cuestión lógica– perdimos. Fue lo mismo que hicimos con Henry Falcón el 20 M 2018 ¿por qué un millón y medio de venezolanos votamos por Henry Falcón? Precisamente porque él es una persona que viene de haber sido, en algún momento, chavista, por lo tanto es una persona  a la que tú no le puedes endosar una cuenta de Acción Democrática, Copei, etc. Votar por HF era como decir: “aquí no podemos ganar sólos, vamos a poner una persona que no será lo mejor del mundo, pero que puede conversar con los chavistas decepcionados, porque viene de ahí”. Además había sido gobernador de Lara  dos veces, la primera vez apoyado por Chávez y la segunda por su cuenta; también es  un tipo que sabe hablar con los militares. Esa oposición mediadora es una oposición que esta más cerca del chavismo disidente y crítico. Y sin embargo los abstencionistas de la mayoría de la oposición  nos dieron una paliza, esa es la verdad.

Por eso los polos que se ven en los medios y las redes son irreconciliables, porque no hay fuerza de la oposición de izquierda socialdemócrata suficiente. Uno ve por ejemplo la posición post 23 E 2019  de AD, UNT, ABP, todos esos que vienen de AD, estuvieron callados hasta que el 30 A 2019 que acompañaron a Guaidó en La Carlota. Antes no querían enfrentarse públicamente a la oposición que representa a Guaidó, aunque sabían que ese proyecto tenía piernas cortas. Porque aquí en Venezuela no hay ninguna posibilidad de gobernar si usted — llegado el momento–  no suma a los chavistas críticos y disidentes. Pero no “sumarlos” como quiere Maduro, sentados 4 años en una mesa mientras él sigue equivocándose, tiene que ser un diálogo que dure 4 semanas máximo, tiene que ser una cosa rápidaY no puedes hacer aquí una mesa de diálogo donde no esté desde el padre José Virtuoso, que es quien dirige de verdad el Frente Amplio, o  Nicmer Evans, a quien  Diosdado llama “el tipito ese”, cuando todos sabemos Nicmer Evans fue chavista hasta hace poco y sabemos que sigue viviendo en Catia, así que cómo le vas a decir por el Canal de todos los venezolanos, el Canal 8, “tipito vendío, cuánto te están pagando”, pero ¿qué es eso?

Entonces con Diosdado y María Corina no se puede hablar, esos no son interlocutores, son iguales, parecen que hubieran nacido de la misma madre y del mismo padre, así no se puede. Pero si se puede con los matices del chavismo y lo que yo llamo, en general, la oposición de izquierda  socialdemócrata. Ahí si hay posibilidades y yo creo que por eso… la paz es a largo plazo, o por lo menos a mediano plazo. A corto plazo se va a decidir de la peor manera, ya se vio ayer, a Guaidó le van a hacer lo mismo que le hicieron a Leopoldo y a Capriles: dejar que se desgaste en la calle, montarle expedientes e inhabilitarlo como candidato presidencial en una eventual elección. U obligarlo a irse del país dictándole auto de detención, como hicieron con  Julio Borges y Ledezma. O meterlo preso como Leopoldo López. Por supuesto que yo preferiría que lo sacaran, que se fuera, porque desde afuera él puede seguir haciendo lo que está haciendo.

Y esto que está esperando Guaidó, que las masas salgan a la calle y lo apoyen “hasta que cese la usurpación” tiene un tiempo que se agota. Una sabe muy bien que aquí los conflictos más grandes del mundo sacan a la calle a la gente mes y medio, dos meses máximo, luego la gente se pone a limpiar su poceta, a buscar el Ajax; ahora más, porque ahora hay que buscar primero la harina de maíz para las arepas del día. Una marcha un día, una semana, quizás un mes, pero llega un momento en que ya no sales porque la gente tiene que sobrevivir. Ya eso esta pasando, ya esta yendo menos gente y sobretodo la gente más política. Hay muchas cosas que Guaidó daba por sentadas el 23E que ya no son así, especialmente después del fracaso del 30 de abril frente a La Carlota.

Hay señores y señoras que creen en milagros y están esperando que EEUU haga más de lo que está haciendo. Personas que no se dan cuenta que el daño a las cuentas del gobierno venezolano en el exterior es mayor que si llegaran los marines, que la invasión ya comenzó pero on line, por la vía de los bancos, que es como se hacen las guerras modernas. Si tú le quitas al tipo petrodólares por la venta del petróleo y sigues recibiendo petróleo por Citgo ya está, no tienes que hacer mucho más, sólo tienes que esperar que la fuente económica del poder del gobierno cese. Es lo que está en marcha. Las amenazas de Trump, Pence, Pompeo, Abrams y Rubio sólo nos distraen de lo verdaderamente serio que ya comenzó.



En especial, el conflicto político cómo ha afectado a las mujeres y las sexualidades disidentes

GE: este conflicto no ha afectado en nada porque eso ya estaba mal. La polarización no comienza el 23 de enero de 2019 (cuando Guaidó se juramentó en plaza pública),  la polarización es antigua y se ha llevado por delante la posibilidad de que las mujeres de los dos polos se sienten a armar una agenda única, como hacíamos antes. Ya una vez te conté como Elizabeth Friedman hizo la historia del movimiento de mujeres venezolanas: asistiendo a discusiones donde estaban, por ejemplo,  María León (PCV. CUTV, CONGMujeres) y Mercedes Pulido (Ministra de Herrera Campins, COPEI);  las dos le abrieron las casas, las dos prestaron sus archivos porque lo que querían es que saliera la historia. María León decía horrores de lo que no le habían dejado pasar en su partido y Mercedes Pulido hacía lo mismo hablando del suyo y las dos acordaban—con 40 organizaciones más reunidas en la CONG de Mujeres, fundada en 1985)– una propuesta común. ¿Cuál fue la  estrategia para ganarse a la fracción parlamentaria de Copei, para que tomara la palabra un varón e hiciera la propuesta? Había que hablar con AD con el que Copei hacía mayoría parlamentaria. Así los cuatro gatos parlamentarios de izquierda sólo alzaron la mano apoyando la alianza que las mujeres habíamos forjado; eso se hizo con el Código Civil todavía vigente y con la Ley O. del Trabajo de 1990.

Por ahí me están invitando otra vez a una reunión de mujeres de los dos polos y ya les dije, no voy a ir porque no nos vamos a poner de acuerdo sobre intervención militar y económica o no intervención. Voy a perder el tiempo, más bien voy a sacar más enemistades de las que ya tengo ahí.

Yo diría que del 98 para acá las leyes (excepto la nueva ley de violencia) los reglamentos y los decretos a favor de las mujeres han salido de un sólo lado, nunca llamaron a las “escuálidas” cuando la historia del movimiento de mujeres en Venezuela demuestra que cuando tú haces eso, las “escuálidas” estarán en contra sin leerlas, porque no fueron consultadas (y tendrán razón). ¿Tú crees que cuando nosotras hacíamos esas reuniones aquí en el CEM, en 2006 por ejemplo, y hablaban las mujeres de AD o de Copei contra la despenalización del aborto no nos daban ganas de romper con ellas? Pero la historia nos decía que sin unidad no se avanza. Lo que hicimos en el documento a la AN solicitando despenalización del aborto (engavetado cuando Cilia Flores presidía la AN) fue agregar una nota al pie de página precisando que XyZ salvaron el voto, pero que lo aprobaban tantas organizaciones y tantas personalidades del sector salud. Siempre tiene que abrirse el espacio para las mujeres, incluso para que la copeyana o la evangélica oigan lo que proponen las otras y lo pueda contar en su partido o su iglesia. Esto nunca ha podido ser desde que Chávez tomo el poder, nunca.

¿Qué es lo que han hecho en lugar de buscar la unidad de las mujeres? Algunas chavistas de mente abierta han llamado a las otras en calidad de asesoras. Por ejemplo, cuando Marelis Pérez Marcano estaba luchando en la AN por las leyes de seguridad social, para que se incluyera la implementación del art. 88 de la Constitución, que es el del valor económico del trabajo en el hogar, me contrató a mí de asesora por seis meses. Entonces yo era profesora del Postgrado en Seguridad Social y lo que yo había dicho y escrito para esa área lo llevaba en papel, se paraba en el Parlamento y lo decía. También cuando se redactó la ley de violencia vigente, después de derogada la anterior, Gabriela del Mar Ramírez (presidenta de la Comisión Mujer, Familia y Juventud de la AN, mi ex tesista de la UCV)  se comunicó con el CEM de la UCV – donde se había redactado la primera ley de violencia—y contrató a su directora como asesora, que era Magdalena Valdivieso, quien llevó las opiniones de las feministas que habían redactado la primera ley, como Ofelia Alvarez, ex directora  del CEM.

Fíjate que no eran mesas políticas para negociar entre todas unanimidad de criterios. El chavismo usó la vía de la contratación de asesores o de la invitación. Una vez me invitaron a mí también para hablar del nombre de la ley de violencia, el nombre que le iban a poner. Discutí el punto con Al Aissami pero Gabriela y las demás de la comisión apoyaron mi propuesta.

Sin unidad las mujeres nunca han logrado algo duradero. En la discusión del Código Civil vigente, a comienzos de los 80, los medios de comunicación  estaban siempre afuera del Parlamento y nos decían: “¡ay, otra vez Argelia Laya, Isabel Carmona, Mercedes Pulido y Marianela Salazar (consejala de AD en Petare, que entonces tenía un programa de TV que se veía mucho) con la “cosa” del Código Civil!”. Y los hombres de los partidos decían “¿pero ustedes van a seguir con ese piquete allí afuera, qué es lo que ustedes quieren?”. Entonces, cual “loras”, les repetíamos los objetivos, una y otra y otra vez. Y la reforma  salió por unanimidad sin un voto salvado. Así se aprobó también la Ley Orgánica del Trabajo, sin un voto salvado, este último fue un trabajo que hizo la Coordinadora de ONG de Mujeres que fundamos en 1985 en la Sala E de la UCV. Siempre nos reuníamos con Virginia Olivo, ministra de familia de Lusinchi y siempre estuvimos de acuerdo.

Hay quienes consideran que la violencia puede incrementarse bien sea por una invasión o por abierta guerra civil, ¿qué impactos tendría esto en la vida de las mujeres y las sexualidades disidentes?

GE: bueno el impacto sería igualito para hombres y mujeres, heterosexuales o sexodiversos. En una guerra civil se pospone la vida pública, la ciudadanía, hasta nueva orden. Está visto que nadie en EEUU está interesado en esto seriamente. ¿Qué es lo que ha hecho Trump, que es el gringo  malo  (Obama es el gringo bueno, que hace poco estuvo en Sevilla y tenía paralizadas las calles por donde pasaba dando autógrafos)? Pues enseñar los dientes y ordenar  a sus perros chiquitos que hagan lo mismo, mientras él llega a acuerdos con Putin, China, Irán y los países de la zona que conforman el Grupo de Lima. Enseñan los dientes pero no muerden. Por suerte. Y es que, paralelamente, la propia legitimidad del triunfo de Trump está en entredicho desde el primer día de su presidencia, el no puede ir a una reelección en el 2020 lanzando una invasión en Venezuela. La invasión la están haciendo, como te decía, en los bancos; quitando las visas a la claque del alto gobierno de Maduro, congelándoles bienes personales y, más recientemente, prohibiendo llegar o salir de EEUU todos los helicópteros YV que es el código venezolano. La estrategia de EEUU es una estrategia de guerra, pero no de guerra convencional como la que estamos acostumbrados a ver en la películas de Coppola: los helicópteros bajando en Vietnam en los arrozales, eso no va a pasar. En el Grupo de Lima está EEUU y ese grupo decidió que la estrategia militar no era adecuada en este momento, que eso no le conviene a nadie. Uno de los que protestó más contra una intervención militar fue, precisamente, Duque, porque está en frontera y no le interesa tener un conflicto encima;  ahora está protestando porque hay unos aviones rusos aquí,  que es lo mismo que hizo Chávez cuando Uribe, supuestamente, intentó autorizar una base militar gringa en Colombia. Bueno, Duque le está pagando a Venezuela con la misma moneda que Chávez a Colombia cuando Uribe. Pero si EEUU y otros países que reconocen como presidente legítimo a Juan Guaidó le congela a Venezuela los pagos por petróleo o compra cada vez menos  ¿qué va a pasar cuando el Estado-gobierno ya no pueda pagar sueldos, salarios y  bonos de los que sacaron el  carnet de la patria, los Clap, las pensiones, cuando no se pueda seguir ofreciendo Misión Vivienda y Barrio Adentro a nadie, como –por cierto— viene pasando hace años, desde que cayó el precio del petróleo y la corrupción se extendió por toda la administración pública?

La historia del movimiento de mujeres en Venezuela muestra que siempre, cuando hay una situación política extrema,  la discusión específica se para. Se convierte todo en comité de mujeres solidarias con los presos políticos, con los desaparecidos, búsqueda de desaparecidos, atención a las viudas de los muertos. Es decir, se vuelve al rol original de la mujer maternal, protectora, caritativa, que hace ollas populares, esa es la historia. Y sobre la sexodiversidad, despenalización del aborto, etc nada que ver. Ya mismo, sin que haya pasado más, se considera casi “obsceno” tratar estos temas (derechos sexuales y reproductivos).

Antes del primer apagón del 9 de febrero de 2019,  fui invitada por Las Comadres Púrpuras al Celarg para hablar de la historia del movimiento de mujeres en Venezuela; eran 15 minutos y yo iba a empezar diciendo que lo mejor sería que, si alguien presente quería saber algo del movimiento de mujeres de Venezuela,  me lo preguntara en el espacio de preguntas y respuestas, porque eso está muy dicho, muy escrito, y que más bien habláramos de qué se puede hacer en este momento. Eso es lo que pasa en las coyunturas, basta que se pare una y diga “¿qué piensan usted de la falta de agua, de luz, de café, leche y harina?” y ahí se acaba la conversa histórica, con toda razón. A menos que vayas a proponer una estrategia de alimentación colectiva, como las ollas populares o la distribución a través de las organizaciones internacionales de caridad y ayuda humanitaria; a menos que vayas a proponer esto, todo lo demás no tiene sentido. Tiene sentido para los tesistas que están ahí, para las que escriben. Esto es lo peor que está ocurriendo hoy (17-5-2019): que la realidad te aplasta y hace obscena cualquier reflexión que vaya más allá de la sobrevivencia.

Cuando en noviembre 2018 fui a dar la clase inaugural de la I Jornada de la Historia Feminista de Venezuela  en el Consejo Nacional de Historia, había muchísima gente afecta al gobierno y algunas feministas que fueron solo a oírme, pero en total había mucha gente. A la salida se me acercaron dos señoras, las típicas señoras amiguitas de iglesia o de barrio, que no van a esos foros académicos solas y siempre llegan tarde; pero llegaron con un grabador y me dijeron que ellas venían de un periódico comunal y que les resumiera las 20 páginas de mi ponencia “en relación a lo que se está discutiendo ahorita” me dijeron. Les respondí “Ustedes conocen las consignas que las feministas chavistas están discutiendo ahorita: despenalización del aborto, contra la violencia de las mujeres y matrimonio de personas del mismo sexo… pero yo no hablé de eso, yo hablé de la historia de las mujeres y cuándo esas consignas habían entrado en la agenda venezolana”. Sin oirme insistían: “ajá, resuma, pero rapidito”… Esa es para mí el ejemplo de la desinformación general de las mujeres que están tomadas por la sobrevivencia cotidiana. Estoy segura de que no pudieron escribir nada sobre eso que les resumí “rapidito” en dos minutos. Imagínate un auditorio lleno con gente que se ha movilizado de su barrio para sentarse ahí, a oír qué le van a decir las mujeres en relación a sus problemas. O le das los teléfonos de la línea para el aborto seguro, o un teléfono similar para violencia, o le dices dónde están unos puntos libres de wifi, o puntos de agua, lo demás está de más. Ahora imagínate una guerra civil o una invasión… ahí las llamadas van a ser para preguntarte: “¿me puedes esconder?”.

¿Ves incidencia de la geopolítica en el conflicto venezolano, cuál y cómo sería?

GE: ya lo estamos viendo. Por ejemplo un hecho nuevo, que Colombia y Brasil tengan presidentes que no sólo ganaron las elecciones sino que arrasaron en las elecciones. Lo de Bolsonaro es vergonzoso: arrasó con el voto joven de las favelas. Un hombre que piensa así de los extranjeros, de los homosexuales, de las mujeres; es igualito a Trump hasta en la gesticulación, hace y dice  muchas cosas como él. Es capitán del ejército como Diosdado. Sabe de lo que habla cuando justifica el uso de armas y esa es la gente que tenemos en la frontera. Por supuesto le da mucha fuerza a Trump en la zona y es por eso que puede enseñarnos los dientes: Trump enseña los dientes ahorita y a los 10 minutos está Duque y a los 20 está Bolsonaro enseñándolos.

Hay un cambio muy claro del panorama geopolítico en relación a Venezuela. Agravado por el hecho que tenemos un gobierno desgastado por su incompetencia y 20 años en el poder, Venezuela no está acostumbrada a tener 20 años en el poder a nadie, porque antes cambiábamos cada 5 años, se alternaban AD y Copei. Luego está el fracaso del modelo económico, que es una cosa que no tenían prevista. Antes el ensayo estaba, pero había petróleo que lo aguantara. Fue un ensayo de satisfacción de las necesidades básicas de 30 millones de venezolanos que se fue al traste con la caída del precio del petróleo y con la polarización política. Porque se ha usado lo que tenía que ser para 30 millones para paliar necesidades básicas de los adeptos. Tú ves en una misma familia como llegan los que tienen la bolsa Clap a intercambiar productos con los que no la reciben por otra cosa. O a venderlos (“bachaquearlos”). Se tergiversó todo el asunto de la necesaria asistencia a los más pobres. La necesaria asistencia a todos los pobres mutó a la necesaria asistencia a mis adeptos para seguir manteniéndome 20 años más en el poder y así enfrentar a los “escuálidos” que ojalá –como dicen siempre– se acaben de ir. En cualquier discusión familiar te dicen “¿pero cuándo te vas? ¡vete pues, vete!” esa es la idea principal  del discurso del subsidiado: “sino te gusta, vete”.

La crisis es tan grave y tan difícil de manejar para este gobierno, que es obvio para todo el que se relaciona con jóvenes. Gran parte de los jóvenes se están yendo, pero esto arreció del año 2017 para acá, no es de 20 años, tampoco desde el 2014. Desde el 2017 para acá y con mayor contundencia desde el 18, una enorme cantidad de jóvenes chavistas también se ha ido, por las mismas razones de los no chavistas: búsqueda de mayor calidad de vida en un país con moneda fuerte. Yo lo puedo ver en mis estudiantes y en mis pacientes, diría que se dividen en dos: los que tienen clarísimo que se quieren ir “a lo que sea” y los que están resistiendo para irse de la mejor forma, porque no se quieren ir de forma definitiva, sino que quieren salir para hacer postgrados o ganarse una plata para ayudar a los que se quedan y luego volver. Y hay una gran cantidad de jóvenes chavistas que se han ido y tienen argumentos políticos para hacerlo: “¡yo no trabajé para esto!”… Lo que más me conmueve a mi de los jóvenes chavistas es la edad en que se hicieron chavistas, eso es para ponerse a llorar, muchachos que tenían 10 años, que apenas iban a entrar a primer año de bachillerato cuando ganó Chávez y a sus 18 votaron por primera vez por él porque estaban emocionados por lo que estaban viviendo y ahorita, en medio del fracaso del proceso, tienen 30 años. Se sienten usados, traicionados, ellos no fueron “enchufados”, aunque algunos son funcionarios de gobierno pero sin prebendas, no les han dado altos cargos, ni carro, ni chofer-escolta, ni apartamento, nada de eso. Siempre les pregunto cómo llegaron ahí siendo niños, adolescentes. Siempre ha sido una maestra o un profesor o pasaron por una plaza y vieron un montón de jóvenes vestidos de rojo y se acercaron, vieron la figura del Ché y ese ícono los atrajo. Sufren una mezcla de culpa, dolor, sentimiento de tiempo perdido. Cuando yo los oigo me digo que una está mejor, porque a mi todo el “proceso” me agarró en una edad en la que había vivido eso que ellos están viviendo pero breve, porque la guerrilla aquí duró 8 años y pasado ese tiempo supimos que nos habíamos metido en un callejón sin salida; dolió pero pudimos pasar rápido de Alí Primera a los Rolling Stones. Pero estos tienen 20 años en esos años 60 eternos y ahora el “proceso” los tiene varados  esperando la caja Clap que tienen que compartir porque el resto de la familia no la recibe. O pasan meses o años esperando cupo para su hijo en el Simocito de su barrio, después de haber fundado el concejo comunal  de su zona.

Hay posibilidades de diálogo entre los polos enfrentados, en todo caso, que elementos serían necesarios para concretar la posibilidad de diálogo.

GE: entre los polos enfrentados la única posibilidad es un diálogo auspiciado y supervisado por una instancia respetada por los dos lados. En este momento en que se ha tomado posiciones internacionalmente (54 países reconocen a Guaidó como presidente legítimo de Venezuela) esa instancia podría ser  la ONU. Porque aunque la OEA no ha tomado posición — porque no puede hacerlo estatutariamente–  Almagro lo ha hecho todo a titulo personal como secretario general y así se ha borrado como mediador posible. En cambio Guterres ha dejado claro que la ONU no puede tomar posición entre los dos presidentes de la Venezuela actual: Maduro y el presidente de la AN considerado legítimo por 54 países.

La oposición minoritaria ha mantenido silencio sin negar apoyo a Guaidó. El mismo 23 E al concluir la manifestación a la que asistí, fui sorprendida como otros miles por la autojuramentación en plaza pública. Escribí en mi muro de FB que eso no tenía vida, lo conversé con varias personas que estuvieron ahí también, como Magdymar León de AVESA, Andrea Pacheco de Marea Socialista, Anaís López, algunas Comadres Púrpuras, feministas que respeto mucho porque hay que ver lo que es venir de donde vienen y ser ahora de la oposición a Maduro. Todas las que te acabo de nombrar son feministas anti-intervencionistas y esa es la posición de la izquierda socialdemócrata, la oposición que no puede estar de acuerdo con ninguna intervención. Igualito digo si los rusos no se acaban de ir; si vinieron en una misión oficial, bien, que se vayan ahora o que se queden haciéndole mantenimiento a sus aparatos pero nada de establecer una base. Aquí no debe haber bases militares ni chinas, ni rusas, ni de Estados Unidos, esto no es territorio para montar bases, así como no aceptamos que Duque las monte en Colombia. Esta es la primera declaración del Documento que firmamos hace poco cientos de venezolanos antimaduristas pero también no intervencionistas.

Ayer ví a María León en la ANC, algunos pidieron paredón para Guaidó y ella estaba hablando en el podio. La denuncié en mi muro hoy, porque no me lo podía creer. Recibí un mensaje que decía “ahí está tu amiga pidiendo paredón”. Busqué el video: no había sido ella, pero ella tenía que haber dicho  cuando pidieron paredón: “no compañeros, paredón no, porque yo soy feminista y las feministas siempre hemos estado en contra de la pena de muerte”. Siempre, porque la pena de muerte  ha sido usada políticamente, también contra las feministas, como Olimpia De Gouges a comienzos de la Revolución Francesa. Es la manera de castigar a la disidencia y espantarla: de ahora en adelante si Indhira hace algo que me moleste, le monto un expediente y la paso por el paredón. Fue lo que hicieron en la revolución francesa y en la cubana también. A Robespierre le pidieron que no aceptara que le cortaran la cabeza a Danton, se envalentonó porque los jacobinos eran mayoría y poco después se la cortaron a él. Por eso es que la pena de muerte no puede ser una opción, en los casos de los mayores criminales de la historia está la máxima duración o la cadena perpetua.  María oyó y se rió y entonces pidió “tribunales populares”, para llevar a Guaidó por todos los estados para que el pueblo decida;  ¡imagínate! el pueblo puede decidir empalarlo ¿entonces lo vas a empalar? La ANC coincidió ayer con el Sultán de Brunéi que hoy aprobó pena de muerte (apedrear y lapidar hasta la muerte) para los homosexuales y para las adúlteras, así como cortarle la mano derecha a los ladrones. Como todas las feministas árabes han dicho, cuando un hombre se quiere quitar una mujer de encima dice que su hermano o un vecino le dijo que se había acostado con él.

Y cuáles serían los temas que a tu juicio, deben incluirse en la agenda para el diálogo

GE: el primer tema es llamar a elecciones cuanto antes, no tiene que ser mañana, ponerle una fecha. Para lo cual se necesita, que el CNE recompuesto un día diciembre 2014 en la madrugada por Diosdado Cabello (cuando era presidente de la AN)  sea sustituido temporalmente por otro elegido por acuerdo de las partes, que  llame a elecciones generales (presidenciales y del parlamento que le tocaría después designar a un CNE y otros poderes por mayoría de votos). Para esto debe garantizar que no haya inhabilitaciones para candidatos y partidos y una actualización del REP. La lista de inhabilitados en los últimos años es un horror. Yo que vengo del MAS que ahora son cuatro gatos no puedo entender que el CNE le diera habilitación y no a “Primero Justicia” que es mayoría en la oposición, aunque me duela.  Esa fue una decisión política más del actual CNE ¿por qué?  porque el MAS no es un peligro electoral pero sí PJ. En unas elecciones libres de verdad habría que elegir también a gobernadores y concejales, pues la oposición mayoritaria fue a la abstención y también desconoce esos cargos unilateralmente electos. No puede tener legitimidad ganar con la abstención de tu principal opositor, es como amarrarle las manos al hombre que está en el ring frente a tí.

Después de las elecciones libres, el tema será el reacomodo del tablero político con la participación de los dos lados que se midieron con igualdad de condiciones en elecciones libres de Tibisay Lucena y compañía de militantes del PSUV que cínicamente aseguran que son ex militantes.  Elecciones libres de un CNE que ha permitido – y esto lo impuso desde el comienzo el propio Chávez, no es un abuso del madurismo— que el Ejecutivo durante meses antes del período oficial de campaña se haga  propaganda gratuitamente por los muchos medios de comunicación del Estado, mientras que la oposición debe pagar cada minuto que salga su propaganda al aire en el breve período de campaña.  Un CNE que impida (no sugiera) los puntos rojos a las puertas de los centros electorales, donde  escanearon el carnet de la patria para luego darle un bono que, abiertamente, Maduro anunció en cadena nacional de radio y TV.  El costo económico para la disidencia en las campañas es imposible de pagar.

Los canales abiertos que no se pagan son todos del Estado-gobierno. Los talibanes de la oposición (que, repito, son mayoría)  hablan pésimo de Globovisión y de Televen, pero a mí me parece que siguen siendo los únicos dos canales donde yo puedo oír ambas posturas. Las oigo en Vladimir a la Una,  Con Todo y PenziniEsta es la claveBrújula Internacional, etc Y en los noticieros de los dos canales. No comparto la opinión talibana de la oposición de que son dos “canales chavistas vendidos”. Si así piensan que vean a cualquier hora el Canal 8 (el canal de todos nosotros) para que sepan lo que es el Gran Hermano de George Orwell en la novela 1984. O Tves o los otros canales del Estado-gobierno (menos talibanes que el 8 pero igual de “cuadrados con el “proceso”).

El Instituto Universitario de la Paz y los Conflictos de Granada sostiene «Existe la paz negativa (hay paz cuando no hay violencia), la paz positiva (hay paz cuando hay justicia) y la paz imperfecta” ¿Cómo aplicarías esta afirmación a Venezuela?

GE: En este momento se están definiendo muchas cosas en Venezuela y creo que hay una paz negativa, la paz de la crispación. Es una paz que se impone porque hay una situación cotidiana de sobrevivencia que no permite ir más allá de marchar o teclear para las redes. Y lo peor es que puede poner más crispada desde el fracaso del golpe de Estado el 30 de abril, el allanamiento de la inmunidad parlamentaria y orden de detención a 20 diputados de la AN. Sin olvidar  a los jóvenes que cayeron muertos, heridos o detenidos en las protestas después del 23 de febrero, cuando se intentó que entrara la ayuda humanitaria internacional por las fronteras.

Yo no fuí a la marcha del 23 de enero para llegar a esto. La decisión de juramentarse presidente encargado conforme al artículo 233 de la Constitución sí la oí en aquella marcha maravillosa, por entusiasta y  multitudinaria; al oírla pensé: “¡no! estos no se van a tirar esa parada así”… pero se la tiraron. Me dicen que cerca de la tarima, alrededor de Guaidó, sólo había jóvenes de “Vente Venezuela”, “Primero Justicia” y “Voluntad Popular.

El 23 E escribí –como te decía al comienzo— que lo bueno de la sorpresa que nos dio Guaidó, es que le había dado un palo a la piñata. Eso sin duda estuvo muy bien. Fue un palo a la piñata porque se abrió con una interpretación que un montón de constitucionalistas famosos habían hecho del artículo 233 de la Constitución. El artículo prevé en ausencia del Presidente de la República (que no se había juramentado el 10 de enero ante la AN sino ante el TSJ, lo cual no contempla el artículo). Pero el mismo art. 233 dice que en 30 días hay que llamar a elecciones y Guaidó no lo hizo. En ese momento un pocotón de gente como yo reculó, porque para anticonstitucionalista ya tenemos a Nicolás Maduro que se ha pasado la constitución por arriba y por abajo. Nada más que ordenara que el TSJ declarara en desacato a la AN por los tres diputados indígenas del Amazonas que daban mayoría calificada a la oposición en la AN y luego impidiendo que el CNE llamara de inmediato a elecciones de los sustitutos, reanudó la violación que había comenzado –como precisó la Fiscal L.Ortega Díaz– con aquellas resoluciones del TSJ que le quitaban todas las atribuciones a la AN constitucionalmente consagradas. Y que hubiera apoyado, como la misma Fiscal LOD ha denunciado, que Diosdado rehiciera “entre gallos y medianoche” no sólo un CEN a la medida del PSUV sino que nombrara Contralor y Procurador, así como magistrados sin credenciales en un recompuesto TSJ.

La piñata se rompió el 23 de enero, fue un palo efectivo, porque al otro día los países en cascada comenzaron  a reconocer a Guaidó y a desconocer a Maduro. Hoy es 17 de mayo  de 2019 y esos países siguen manteniendo su posición, al tiempo que participan en varios escenarios de negociación entre las partes. Pero los gobiernos de esos 54 países deben estar un poco como estoy yo. Diran, ok,  “ya lo  reconocimos ¿y ahora qué hacemos?”, porque algunos ya no tienen embajada aquí y los negocios con Venezuela están frenados. La verdad más notable es que Guaidó no tenía los militares que se suponía que tenía el 23 de enero en la Av. Francisco de Miranda de Caracas. Que no los tiene se demostró el 30 de abril frente a La Carlota. La oposición sigue ganando internacionalmente, pero aquí adentro va ganando Maduro apoyado por los militares, que  recordemos que no están en los cuarteles, sino en las oficinas, de PDVSA para abajo. Cualquier que viva aquí lo sabe. Hay una amalgama de intereses de militares y chavistamaduristas que hacen difícil pasarse de un polo al otro.

Reconocí desde el 23 E tres errores fundamentales de esa juramentación. Primero: uno no debe juramentarse si no tienes bajo la manga una lista de generales y almirantes asegurados. Cuando el 23 de enero de 1958 se derroca a Pérez Jimenes quien da la cara desde el primer día fue Wolfang Larrazabal y otros uniformados. No salió Argelia Laya a pedirle a la Armada “que se colocara en el lado correcto”. Gente más cercana a Guaidó me dice que él fue engañado y es probable: a Chávez también lo engañaron, el 4F tenía una lista de generales de alto rango y se rajaron, él lo dijo, incluso dio algunos nombres. Esos militares que están asegurados son esos que nuestra historia dice que tocan la puerta del despacho en Miraflores y le comunican: “Presidente, con todo respeto, usted esta depuesto” (así le hicieron a Chávez en 2002). Pero  Guaidó no los tenía y ningún uniformado tocó la puerta del despacho de Maduro. Pero además, esa “estrategia” tenía que habérsela consultado o al menos informado al resto de la oposición. Por eso no vimos ahí a Henry Ramos Allup (AD) en la tarima ni a Omar Barboza (UNT), tampoco al Frente Amplio que ha desplazado a la MUD. No los invitaron, estaban como yo en la masa viendo a ver qué pasaba. Este fue el segundo error.

El tercer error es que si tú eres mayoría indiscutible en la AN, no tienes porque hacer en plaza pública lo que podías hacer en el recinto bajo techo, para  así tener la legitimidad de estarlo haciendo en cámara y contando los votos después de oír las opiniones de todas las fracciones ahí representadas. Creo que se quisieron evitar los discursos de AD, Copei, MEP, MAS, etc que probablemente hubieran estado contra una parada así. O –por lo menos– hubieran recordado que se corría  “el riesgo de que en 30 días hay que llamar a elecciones” y perderlas. Yo  hubiera hecho esta pregunta: “¿tienes al menos unos militares del alto mando decentes seguros?”.  Se lanzaron solos y eso hizo que los otros estén viendo recoger los juguetes y dulces de la piñata, pero a distancia, porque ellos no fueron consultados en la AN y por tanto no son responsables de una mala estrategia.

Para mi Juan Guaidó, igual que su mentor Leopoldo López (ambos fundadores de Voluntad Popular) están siendo los perfectos chivos expiatorios de una estrategia que se les fue de las manos y ahora está en manos de Putin y Trump y los países aliados de ambos.  Se han “puesto para que les den”, confiando en que las masas los van a sacar de las cárceles o de las embajadas, no sé de dónde han sacado eso. Quizás cuando lleguemos a elecciones libres ellos ni siquiera sean los candidatos presidenciales que ganen en unas primarias en la que ya se vislumbran varios candidatos.

¿Cuál sería el rol de las organizaciones sociales en la construcción y sostenibilidad de una cultura de paz para Venezuela?

GE: Muchas de las organizaciones sociales que existían en la IV República existen todavía y están haciendo su trabajo. A una puede gustarle o no el sesgo ideológico que sus coordinadores tengan, porque también algunos están muy polarizados, pero lo importante es que siguen haciendo su trabajo social y las comunidades lo reconocen.  En una situación en la que ya se haya superado la polarización por la vía de un diálogo forzoso de todas las partes (incluso partes que no son visibles ahorita) auspiciado por una instancia internacional (o más de una) si se puede construir y sostener una cultura de paz. De nuevo la historia universal nos lo demuestra.

Hay que volver al inicio de las organizaciones sociales: quien está trabajando con los indígenas no puede andar vestido de rojo, la que está trabajando con las mujeres no puede decir que no quiere oír a la compañera Gioconda Mota porque viene del chavismo. El rol de las organizaciones sociales es impedir eso, decir “un momentico, esta es una organización de mujeres: aquí estamos hablando de la despenalización del aborto ¿cómo que no puede hablar Gioconda Mota?”. Ese es el trabajo, retomar las reivindicaciones específicas de esas organizaciones de mujeres.

Una de las organizaciones que ha funcionado mejor es ACCIS, que lucha por los derechos a la salud de los y las VIH positivo. Fíjate: hicieron alianza con el departamento de infectología del Ministerio de la Salud y solicitaron a las instancias  internacionales los retrovirales que esa población requiere. Como está prohibido en Venezuela que las organizaciones sociales los reciban directamente, los recibe el ministerio de salud y ACCIS va con ellos y ambos deciden la mejor distribución gratuita.

Ahorita esta dando una lección también la Cruz Roja Internacional, cuando vieron que se estaba politizando la cosa ellos dijeron que no recibirían nada. Cuando eso pasó a mayores el presidente de la Cruz Roja Internacional dijo: “nosotros si vamos a recibir la ayuda humanitaria a Venezuela siempre y cuando no veamos ni un papelito de propaganda política de nadie”. Así, trajeron en caravana lo que estaba desde el 23 de febrero en la frontera con Brasil y Cúcuta pero ni Guaidó, ni Maduro pudieron decir que eso se estaba haciendo por ellos ni aparecieron entregando paqueticos y besando viejitas y muchachitos. Así que ese es el papel, trabajar impidiendo que se repolarice la construcción de paz.

La paz no es un ámbito específico del género femenino, ni las mujeres poseen una predisposición natural para la misma, sino que su construcción es una tarea que concierne a ambos sexos por igual. Sin embargo, es innegable el hecho de que las movilizaciones de mujeres han incluido muy a menudo la paz entre sus reivindicaciones, tal y como puso de manifiesto la alianza entre el sufragismo y el pacifismo primero, y las uniones recurrentes entre feminismo y pacifismo después. En conflictos que han ocurrido en AL y el Caribe, los colectivos de mujeres han jugado un papel importante para la paz ¿crees que en Venezuela sería posible replicar esas experiencias? ¿Quiénes serían las sujetas de esas experiencias? Qué condiciones deberían cumplirse?

GE: en el caso de los movimientos de mujeres las sujetas serían todas aquellas organizaciones que habiendo estado polarizadas, nunca han discriminado las consignas específicas feministas. Estoy en contra y siempre lo he estado contra esas “asociaciones de damas de no sé que”… porque, como sabemos todas las feministas que en el mundo hemos sido, tener vulva no es ser feminista. Cada vez hay más hombres feministas, aunque no tantos como a algunos les encanta decir. Sujetas serían, pues,  aquellas organizaciones que han sostenido por décadas o se han sumado recientemente por la lucha por las reivindicaciones específicas de las mujeres, independientemente de su orientación sexual. ¿Quien me va a decir que no son feministas las mujeres de la Línea Aborto Seguro o del Entrompe de Falopio? En cambio, yo dudo de otras, por ejemplo de muchas de las parlamentarias de la ANC que estaban ayer aplaudiendo y pidiendo paredón, yo no creo que sean feministas. Y me duele, porque algunas lo fueron (María León, Marelis Pérez Marcano).

Dentro de las organizaciones de la oposición que han sostenido más allá de la polarización su bandera feminista, está AVESA, particularmente Magdymar León. Y recientemente Marea Socialista — particularmente Andrea Pacheco— que no le saca el cuerpo a los temas feministas, como aborto, prostitución infantil, prostitución en la frontera, trata de blancas, esos son sus temas. Me encantan otras feministas chavistas disidentes como  Las comadres púrpuras y especialmente mi alumna Kika Martorell. Y las mujeres del Entrompe de Falopio porque sabiendo que yo iba a responder lo que he respondido te enviaron a ti, que también fuiste mi alumna, a entrevistarme sobre la paz hoy en Venezuela. Gracias por eso. Seguimos en contacto.

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