La educación comunitaria y su metodología de inclusión

Por: Fundación Universia

La educación comunitaria representa a las sociedades más vulnerables y resulta muy valiosa, no sólo en materia de transmisión de conocimientos, sino también como puente hacia otras posibilidades relacionadas, entre tantas, a la mejora económica de las pequeñas comunidades. Si estás pensando en realizar un curso relacionado a esta temática y te asaltan dudas, en este post te contamos todo sobre ella.

Qué es la educación comunitaria y cuáles son sus orígenes

Cuando hablamos de educación comunitaria en Latinoamérica, también, en cierto modo, hablamos de educación transformadora o educación popular. Ello se debe a los precursores de esta nueva manera de enseñar que, en más de una ocasión se aleja de la convencional o formal.

Simón Rodríguez, Ernesto Guevara, José Carlos Mariátegui, Paulo Freire, entre otros, fueron los hacedores de convertirla en modelo para aquellos sectores comunitarios más devastados por la pobreza, la discriminación y los problemas sociales.

El reconocimiento y aval de esta práctica educativa llegó al mundo en el año 1967 cuando la UNESCO en su “Recomendación relativa al desarrollo de la educación de adultos” otorgó valor a estos espacios populares.

Si bien a lo largo de los años su concepción y maneras de enseñanza ha ido cambiando y, en cierto modo, evolucionando, podemos acercarnos a una definición global de este modelo educativo.

La educación comunitaria, como lo indica su palabra, está abierta a la comunidad en su conjunto, abarcandola de forma total sin importar los diversos grupos étnicos ni las culturas diferenciadas que la componen ya que promueve la inclusión de todos los sectores sociales.

Su objetivo reside en una enseñanza liberadora (desde la concepción Freireana) de los sujetos, brindándoles herramientas conceptuales y teóricas para que actúen social y políticamente, mejorando sus condiciones de vida. 

Es decir, su metodología de enseñanza, va más allá del conocimiento formal actual que conocemos en las casas de estudio porque apunta a una concientización del sujeto acerca de su situación actual e intentar revertirla.

Dentro de los espacios educativos que contemplan esta modalidad de transmisión de conocimientos, se enseña a planificar e intervenir desde diferentes programas formativos que gestionan los gobiernos mediante políticas públicas. También suelen colaborar monetariamente las ONG, Fundaciones o instituciones privadas.

Educación comunitaria en Argentina: Cómo se desarrolla y cuáles son los profesionales que pueden trabajar en ella

Existen diversas experiencias en educación comunitaria o popular en todo el mundo. 

En Latinoamérica podemos contemplar las escuelas rurales del Movimiento Sin Tierra de Brasil, los caracoles de Chiapas en México o los cientos de jardines y escuelas populares ubicadas en los barrios del conurbano bonaerense y otras ciudades pobladas.

En el año 2016 el senado Argentino sancionó un proyecto muy importante promoviendo  la inclusión de la educación comunitaria al sistema educativo formal. El objetivo ha sido el de proveer un salario digno a las docentes que trabajaban de forma voluntaria en jardines comunitarios dentro de los espacios de educación convencional.

Generalmente, los profesionales abocados al trabajo de la educación comunitaria suelen relacionarse al ámbito de la docencia desde una visión alternativa de la misma.

Sin embargo, la amplitud y vasto campo de acción que posee esta metodología de enseñanza, abre camino a muchos otros abocados a la antropología, sociología, asistencia social, trabajo social, entre otros.

Por otro lado, cada vez más sectores académicos y universitarios promueven máster o posgrados a profesionales que deseen especializarse en ésta área tan interesante.

Fuente: https://noticias.universia.com.ar/educacion/noticia/2019/07/08/1165539/educacion-comunitaria-metodologia-inclusion.html

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Fundación Universia

Entidad privada sin ánimo de lucro promovida por Universia, la red de cooperación universitaria de habla hispana y portuguesa, constituida por 1.401 instituciones de educación superior en 23 países de Iberoamérica, con el objetivo de impulsar la inclusión laboral de las personas con discapacidad.