OVE entrevista a Julia McRae: La escuela actual, el edificio, y la gente adentro, hace mucho por igualar las oportunidades

Luz Palomino y Luis Bonilla-Molina entrevistan en exclusiva para OVE

 

Hace unos años preguntamos a compañeros del movimiento social sobre una referencia del trabajo sindical de los maestros en Canadá y al unísono nos indicaron que la persona indicada era Julia McRae. Hicimos intentos por obtener sus coordenadas, pero las agendas se cruzaban y nos resultó imposible conversar con ella.  Los compañeros de la CNTE de México estaban ayudando a localizarla cuando la colega Mercedes Martínez de la Federación de Maestros de Puerto Rico nos puso en contacto con ella.

Julia MacRae es maestra de secundaria en Surrey, que es un suburbio de Vancouver en Columbia Británica, al oeste de Canadá. Es vice-presidenta del sindicato de maestros de Surrey, que cuenta con casi 6000 miembros.  Está involucrada en aspectos del trabajo del sindicato a nivel provincial, particularmente en el comité de solidaridad internacional de la BCTF. El sindicato al cual pertenece cuenta con una larga tradición de cooperación internacional con otros sindicatos, y movimientos de maestros, especialmente en Centro América y también con México, Cuba, Perú, Colombia, Puerto Rico, Ecuador. También es parte de un comité sobre la diversidad y justicia social a nivel nacional en la CTF. Cumplió un MA en UBC, en estudios curriculares, y el tópico para la tesis fue “Los y las maestras activistas sociales y como teorizan sus roles en la educación pública.”

Como nos habían dicho Julia es abierta, alegre, emprendedora, siempre con ideas y proyectos en construcción. La dialéctica de la lucha social nos llevó a compartir espacios en el Grupo de Contacto Internacional que impulsamos desde el Observatorio Internacional de Reformas educativas y Políticas Docentes (OIREPOD). Trabajar con Julia es una hermosa experiencia y por ello consideramos importante que los lectores y colaboradores del portal “Otras Voces en educación” la conocieran más de cerca.

 

Julia, cuéntanos un poco tu historia de vida, ¿Como llegaste a la educación popular?

Mi padre fue sacerdote en la iglesia anglicana y vivió su vocación en busca de justicia social. Empecé a estudiar español en 1986 cuando entré en la universidad y como joven me fascinaban las y los Sandinistas, aunque el castellano no estaba disponible como materia en mi escuela secundaria !.

En 1990 viví en México, trabajando durante 6 meses como voluntaria en un centro religioso de “dialogo intercultural”, y esa experiencia me formó mucho, en especial pensar en la relación entre teología de la liberación y la educación.

Regresé a Canadá y terminé la educación universitaria hasta llegar a ser maestra de secundaria. Ahora tengo 27 años en el aula. Desde allí continué con mis enlaces internacionales, y trabajé dentro mi sindicato en ello como, por ejemplo, en proyectos que hicimos en Cuba y Perú para fortalecer los sindicatos de maestros y maestras.

También fui Directora de Codesarrollo Canada, una organización no-gubernamental que facilita enlaces entre sindicatos en el norte y el sur. Los proyectos en Codev mayormente son con sindicatos de docentes, y otras organizaciones feministas y con trabajadores.

Hace 2 años, salí del aula y ahora mis colegas me han elegido vicepresidenta de mi sindicato local, donde contamos con casi 6000 miembros, maestros de kínder a secundaria. Ahora entreno a nuestros representantes en las escuelas y sedes de trabajo para que el sindicato represente y apoye a las y los miembros.

Aquí en Columbia Británica (provincia al oeste de Canadá) anoto que los maestros tienen un alto nivel de profesionalismo, de autonomía y de educación. También nos pagan bien, (aunque un poco menos que otros maestros en Canadá,) como resultado de décadas de lucha para la dignidad de nuestra profesión.

Tenemos un sindicato provincial fuerte, con un carácter democrático y progresista. Para mí ha sido una historia en dos direcciones complementarias, una de enseñar, y otra la de ser activista por la justicia social, siempre un camino junto al otro. Estas dos actividades de mi vida se entrelazan cada vez más, y en el sindicato puedo desarrollarlas diariamente.

 

¿Cuáles consideras que son los elementos resaltantes de la crisis educativa en Canada?

No puedo comentar de la situación en todo el país porque varía mucho la realidad entre las provincias, pero en Vancouver la conversión rápida a “teletrabajo” durante la cuarentena ha sido una mezcla.

Confirme las diferencias y inequidades económicas entre familias y barrios. Donde los niños y niñas tienen acceso al internet y con varias computadoras en casa, el maestro puede seguir ofreciendo contenido de su materia. Donde no hay, están llamando por teléfono para contactar, pero seguir con el contenido es difícil.

Lo bueno es que los maestros son muy creativos, y están convirtiendo sus cursos en lo más básico e interesante. Si es clase de arte, los alumnos pueden expresar con arte su experiencia de la cuarentena. Para matemáticas al nivel básico, los alumnos pueden cocinar, observar la naturaleza y en esto hay matemáticas.

He observado que las clases de poesía, música, y otras artes son importantes para que los niños expresen sus experiencias con creatividad, y allí vive la esperanza. Los maestros estamos ahora aislados en nuestras casas y tratando de proveer el programa. Estamos en los últimos 3 meses del año escolar y por eso la mayoría del currículo está completo. Conocemos a los alumnos y a los padres y madres de familia lo cual ayuda porque si esto hubiese ocurrido al inicio del año escolar, todo sería mucho más difícil.

Por ahora todos los maestros y maestras de contrato están recibiendo su salario. El gobierno aquí prometió ofrecer escuela a los niños de médicos, enfermeros, y trabajadores en los hospitales, y por eso algunos maestros están trabajando en las escuelas, con grupos muy pequeños y con protocolos fuertes para preservar la salud.

Lo bueno de la situación en breve es que los maestros son profesionales, y el gobierno y el ministro dejan A LOS MAESTROS la responsabilidad de decidir como van a ofrecer oportunidades para aprender, y que, si un niño no tiene acceso al internet, o por razones de pobreza (u otra razón) no puede aprender bien en la casa, no va a perder su año escolar.

 

¿Responde la formación de los futuros maestros y maestras a los retos educativos del siglo XXI? ¿Cuál es tu valoración crítica al respecto?

Generalmente, sí. En las universidades aquí donde preparan los futuros maestros tienen a maestros de aula allí, trabajando en la universidad a horas parciales o por un par de años, y por eso tenemos las voces de maestros en su preparación.

Mi critica de los “retos del siglo XXI” son así. Vemos qué, aunque parece bueno que la educación sea mas individualizada, y que las y los jóvenes necesiten aprender como aprender y como ser creativos en vez de aprender/memorizar hechos en forma tradicional, también con la ‘individualización’ hay una pérdida de conciencia comunitaria.

Podemos tomar lo bueno de los retos y rechazar o criticar lo malo. Si la respuesta al reto responde a metas neoliberales, con mayor modificación del aprendizaje, con pensar en el individuo y menos en lo que necesita la comunidad, entonces debemos confrontarlo. Si la individualización del currículo mejora las condiciones para la creatividad, la libertad de pensar y la libertad de cátedra, podemos utilizarlo en el proceso progresista.

 

¿Cuál ha sido el impacto del Coronavirus? ¿Considera que las medidas que se adoptaron en materia educativa afectan al derecho a la educación?

Nosotros como maestros y sindicalistas con los distritos escolares y el gobierno y el ministro de educación provincial, pensamos que es una situación no-anticipada, y es una emergencia en que todos vamos a hacer lo que podemos para continuar el apoyo a las y los estudiantes; ello implica tratar de proveer las materias para que puedan seguir estudiando y aprendiendo.

A la vez vemos que algunos no pueden contar con una computadora en casa para continuar, por razones de acceso, de idioma, de pobreza. Es obvio que es muy importante el contacto humano con ellos cada día. No es nada fácil aprender a la distancia. Las escuelas aquí han dado a miles de familias aparatos para que los niños pueden conectarse, y en algunos casos han pagado para que haya internet en la casa. De todos modos, no todos pueden participar. La escuela actual, el edificio, y la gente adentro, hace mucho por igualar las oportunidades.

Enseñar y aprender a la distancia no es igual, y eso afecta el derecho a la educación. Es mi esperanza que este episodio no vaya a durar mucho más que 2-4 meses, y que podamos regresar a las escuelas para seguir con nuestros trabajos allí.

 

 

Pensando en respuestas desde lo político pedagógico ¿Cuáles serían las alternativas para salir de la actual crisis educativa?

Para mi lo mas importante es defender la libertad de cátedra de las y los maestros para que puedan pensar en sus proprios estudiantes y con su profesionalismo, decidir la mejor pedagogía que necesitan.

Vemos aquí que, con la sorpresa de la crisis, el gobierno y los distritos escolares no tenían otra idea más que dejar a las y los maestros el trabajo que solo nosotros sabemos hacer. Por muchos años hemos insistido en la autonomía profesional, y ahora vemos que es la cosa más importante.

En nuestro caso también tenemos actualmente un gobierno provincial izquierdista, y no han aprovechado el momento para privatizar algo, como es posible ocurrir en otras jurisdicciones. De todos modos, vamos a seguir defendiendo los derechos del magisterio sindicalizado, y demandando mas fondos para la educación publica.

 

 

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