XIV Resolución del I Congreso Mundial en defensa de la Educación Pública y contra el neoliberalismo educativo 25, 26 y 27 septiembre 2020 Tema: en apoyo a la agenda activa feminista

Tema:  en apoyo a la agenda activa feminista

Sindicatos y gremios de les trabajadores de la educación del sector básico, medio y universitarios, de la ciencia y la cultura, colectivos de investigadoras(es) y educadores(as) populares del mundo, así como actores sociales, reunidos de modo virtual, los días 25, 26 y 27 de septiembre de 2020, en el I Congreso Mundial de educación: en defensa de la educación pública y contra el neoliberalismo educativo resuelven:

 

Resolución décima cuarta: este I Congreso Mundial de educación en defensa de la educación pública y contra el neoliberalismo educativo, reunido de manera virtual los días 25, 26 y 27 de septiembre aprueba una declaración en apoyo a la agenda activa feminista

 

Desde el estallido del COVID-19, la violencia expresada en sus diversas formas se ha intensificado en países de todo el mundo contra las mujeres y diversidades, las niñeces. Si bien las medidas de aislamiento social a partir del confinamiento ayudan a limitar la propagación del virus, es esta población la que sufre las consecuencias de la violencia machista, en particular en los hogares. Es preciso redoblar los esfuerzos para que enfrentar y prevenir la violencia contra las mujeres y diversidades pase a ser una prioridad en las medidas de recuperación y respuesta a la COVID-19.

 

Según reporte reciente de ONU Mujeres, a escala mundial, incluso antes de que comenzara la pandemia de COVID-19, una de cada tres mujeres sufría violencia física o sexual, en su mayoría, por parte de su pareja. Desde que se desató la pandemia, los nuevos datos indican que en muchos países se han incrementado las llamadas a las líneas de atención de casos de violencia en el hogar. El acoso sexual y otras formas de violencia contra las mujeres siguen acaeciendo en la vía pública, en los espacios públicos y en Internet, sin que los servicios de apoyo y contención estatales alcancen para mitigarlo. Erradicar todo tipo de violencias y acoso contra las mujeres, niñeces, adolescentes, diversidades en los distintos ámbitos, es tarea urgente y necesaria que requiere esfuerzos colectivos y formativos, con apoyo de los estados-gobiernos. Hay que parar los femicidios y la violencia por razones de género.

 

Por otro lado, el aislamiento declarado en muchos países para controlar el contagio de la COVID-19 puso en evidencia desigualdades ya existentes, también en el ámbito académico y educativo. El aislamiento social afecta a las mujeres y diversidades desde una multiplicidad de ángulos, principalmente, por ser un grupo vulnerado.

 

El cierre de los centros educativos – las escuelas primarias, secundarias y las universidades – fue una de las primeras medidas que tomaron los gobiernos para evitar la propagación del coronavirus, recluyendo a les docentes al ámbito hogareño para asegurar la continuidad del vínculo pedagógico a millones de niñez y jóvenes. Ello supuso un gran impacto en los sectores con altas tasas de empleo femenino, como lo es el ámbito educativo, artístico y cultural. La postpandemia nos dejará un mundo más desigual e injusto, con profundización de brechas preexistentes en materia de género.

 Ante las medidas de confinamiento, si bien es cierto que las mujeres hemos estado mejor posicionadas para trasladar el trabajo a la virtualidad, vimos incrementada con creces la jornada laboral al asumir también las labores de cuidado de menores y su apoyo en el estudio ante el cierre de los centros educativos, así como también de adultes mayores. Todo ello a expensas del adecuado descanso, del esparcimiento, de la auto formación.

Las trabajadoras docentes, las académicas, las investigadoras hemos sufrido especialmente una sobrecarga, al combinarse las labores del hogar con las exigencias laborales. La educación virtual cambió las dinámicas de los hogares, también con marcadas diferencias entre les estudiantes, les niñez, adolescentes, jóvenes.

“Durante la emergencia sanitaria los hombres han aumentado en 50 por ciento su productividad enviando trabajos para publicar”, asegura la doctora Esther Hernández Medina, de Pomona College (California). “Pero en el caso de las mujeres, ha ocurrido lo contrario, debido a la carga de trabajos de cuidado asignada históricamente a este sexo. Esto sucede en un país donde las mujeres representan más del 60 por ciento de las profesionales y son mayoría de la fuerza laboral en la investigación científica y académica”, reportó. Situación que se da en la mayoría de los países del mundo, donde los centros educativos y científicos poseen una elevada tasa de feminización.

Como feministas consideramos necesario el análisis de las problemáticas mencionadas para la posterior construcción de políticas públicas acorde a la realidad vivida por las mujeres y disidencias. Apostamos a que sea desde una perspectiva interseccional-situada, que contemple el entretejido de opresiones (patriarcal, colonial, capitalista, racista, clerical, normalizador, adultocéntrico), que sean integrales y accesibles, apelen a la democratización de las tareas de cuidados, terminar con las brechas salariales, fomentar la igualdad de oportunidades para el acceso a categorías de mayor jerarquía y espacios de toma de decisiones. Y para tal fin resulta imprescindible garantizar mejores condiciones laborales para los equipos de trabajo en materia de género y diversidad. Debemos pasar de lo discursivo a la praxis en materia de paridad, garantizando la participación plena y efectiva de las mujeres y LGTB+ en los ámbitos laborales, sindicales, sociales y políticos, y reducir las brechas laborales y erradicar todo tipo de violencias.

 

Los avances logrados a partir de las enormes luchas del movimiento feminista en materia de derechos de las mujeres y diversidades, hoy se encuentran amenazados. Por ello, aunque tuvimos que suspender espacios presenciales, no paralizamos nuestra comunicación y diálogos en las redes sociales, apoyando campañas nacionales e internacionales por la lucha contra la violencia hacia las mujeres y la homo/transfobia. Venimos sistematizando los debates que atraviesan los feminismos en la actualidad, trabajando diversos conceptos que van desde una genealogía de los feminismos, al abordaje de problemáticas específicas como el sistema de cuidados, los usos de tiempo, las masculinidades y el cruce neoliberalismo-patriarcado en este momento tan dramático que padecemos como humanidad.

Nuestros ámbitos académicos, sindicales, políticos deben redoblar esfuerzos para transversalizar la perspectiva de género en las currículas e investigaciones en las instituciones educativas, incorporando epistemologías feministas y lenguaje no sexista. Visibilizar, diagnosticar, sensibilizar en torno a las principales desigualdades, discriminaciones y violencia machista y racista es el desafío de la etapa. Debemos exigir que los estados inviertan los presupuestos necesarios para materializarlo.

Educación Sexual Integral en Escuelas y Universidades, Legalización del Aborto, Lenguaje Inclusivo, Cupo Laboral Travesti-Trans, Ecofeminismo, Erradicación de la Violencia y el Acoso, Formación con perspectiva de Género y Diversidades Sexuales, terminar con la precarización laboral y salarial en el ámbito académico y científico, entre otros, son los temas de la agenda feminista. Combatir el capitalismo y el neoliberalismo educativo supone entonces una abierta y decidida confrontación contra el patriarcado.

También constituyen violencia las políticas de ajuste, los despidos y el endeudamiento, ya que el impacto de estas medidas en la clase trabajadora – y en especial sobre las mujeres y las disidencias – es enorme y acentúa la desigualdad e inequidad de género. En promedio las mujeres ganan un 27% menos que los varones. Entre otros, estos han sido y siguen siendo los ejes de convocatoria al Paro Internacional de Mujeres y Disidencias de los 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

 

En materia de violencia y acoso en el mundo del trabajo, desde el sindicalismo feminista hemos celebrado la aprobación del Convenio 190 en la Conferencia de la Organización Internacional del Trabajo celebrada el 21 de junio de 2019 en Ginebra, Suiza, así como su Recomendación 226. Convenio que considera que la violencia laboral es una “violación o abuso de los derechos humanos” incompatible con la igualdad y el concepto de trabajo decente, enmarcando la situación dentro de los derechos fundamentales.

Desde la Conducción Nacional de la CTA Autónoma, la Lic. Viviana García (directora del Instituto de Formación e Investigación de la Federación de Profesionales de la Salud de Argentina-Fesprosa, especialista en género, violencia y riesgos psicosociales e integrante de la Internacional de Servidores Públicos – ISP) aseguró que “el convenio 190 es uno de los mayores logros para la clase trabajadora en el mundo. Habla de derechos de los trabajadores y trabajadoras y reconoce un nuevo derecho: El derecho a un trabajo libre de violencia y acoso. Es la primera normativa internacional que tranversaliza la perspectiva de géneros, y ello nos permite reconocer las asimetrías de poder existentes en las organizaciones, desde las más pequeñas, hasta en el Estado, en las empresas, en la sociedad en general. Estas asimetrías nos hablan de las diferentes responsabilidades entre trabajadores y empleadores. Y por primera vez reconoce el ámbito público y privado del mundo del trabajo. El convenio nos habla también del estado como patrón, empleador y de su responsabilidad ante los derechos de los trabajadores y trabajadoras. Es integral e inclusivo, habla de todes, mujeres, hombres y grupos vulnerables o en situación de vulnerabilidad. Es el primero que habla de violencia y acoso como un conjunto de prácticas inaceptables que violan nuestros derechos a una vida digna y, en momentos de pandemia, con tantas desigualdades en el trabajo formal e informal, en los trabajos de cuidados, en los ‘home ofice’ y con aumento de la violencia y el acoso en las distintas formas; y en particular la violencia de géneros, el Convenio 190 está más vigente que nunca”. Debemos reclamar que nuestros países adhieran a este convenio y lo ratifiquen.

Mañana, 28 de septiembre se cumplen 30 años de la Declaración de San Bernardo, en la cual feministas de toda Latinoamérica y el Caribe suscribieron su compromiso de lucha por la despenalización y legalización del aborto. En este día movimientos de mujeres y diversidades, y activistas del mundo nos unimos en un Grito Global por el Aborto Legal Seguro y Gratuito. Se sigue negando a las mujeres y personas gestantes el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos.

Por lo expuesto, desde el I Congreso Mundial en Defensa de la Educación Pública y contra el Neoliberalismo Educativo, nos pronunciamos en apoyo incondicional a las demandas del movimiento feminista a nivel planetario.

  • Lunes 28 de septiembre: Grito Global por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito. “Educación Sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”.
  • Por la Ratificación en todos los países del mundo, del Convenio 190 de la OIT, sobre Violencia y Acoso en el Mundo del Trabajo.
  • 8M: Todes al Paro Internacional de Mujeres y Disidencias. Paro productivo, reproductivo y de consumo. “Si mi trabajo no vale, produzcan sin nosotras, sin nosotres”.

 

Los debates del I Congreso Mundial de educación 2020: en defensa de la Educación Pública y Contra el Neoliberalismo Educativo están disponibles en canal de YouTube de Otras Voces en Educación

 

Comité Organizador

I Congreso Mundial de Educación 2020

En defensa de la Educación Pública y Contra el Neoliberalismo educativo

 

Comparte este contenido: