La educación dominicana, un paciente en fase terminal.

Por: MANUEL NUÑEZ ASENCIO

Aquellos que manipulan a la opinión pública intoxicándola de propaganda, sustituyendo la verdad con falsas percepciones, no pueden imaginarse el macabro descubrimiento que hallaremos tras sus laboriosas maniobras. Después de los primeros dos años de ejercicio gubernamental, en el 2014, 8 de cada 10 dominicanos pensaba que la educación es la obra cumbre del Gobierno del Presidente Medina.

La aprobación, según la encuesta Gallup 2014, llegaba al 89,3%, dejando en penumbras los otros aspectos de la gestión de Gobierno. En la encuesta Gallup del 2015, la aprobación seguía en la cúspide con un 82%, y ya se había convertido en la plataforma de la reelección presidencial. En el 2016, tras las repercusiones de algunas verdades sobre la mala calidad de la enseñanza y otros escándalos que tuvieron poquísima divulgación por las manipulaciones de los trovadores de la prensa, la opinión pública sigue manteniendo la educación como el buque insignia de todas las valoraciones del Presidente Medina. Según la encuesta Gallup 2016, dos de cada tres dominicanos, apoya la gestión del Presidente Medina. Es decir, 65,8%. De manera que la educación se lleva las palmas, eclipsando el pobre desempeño en la salud, en la agricultura, en la lucha contra la corrupción, en la justicia, el empleo y, desde luego, en la seguridad que, al parecer, ha fraguado el mayor de los desengaños.

Las opiniones de los periodistas, comentaristas y editorialistas de los medios ensalzan al Gobierno del Presidente Medina, proclamando que en educación hemos tenido los mayores logros. Porque se ha creado la tanda extendida en una porción considerable del sector público. Porque se ha expandido el desayuno escolar y se ha introducido el almuerzo. Es decir, porque el Estado ha suplantado a las familias en las obligaciones que tienen con sus hijos. Siempre será preferible que el alumno almuerce y desayune en su casa. Estas circunstancias no representan ningún cambio en el desempeño educativo, en el que a pesar de todas las mentiras, andamos de capa caída.

De lo que se trata ahora es de lo que ya han verificado los tres estudios sobre la educación en América latina y el Caribe: PERCE 1997, SERCE 2006 y TERCE 2013 ( UNESCO-OREALC) y del cúmulo de informaciones sobre nuestro país, que ya se barajan en el Laboratorio latinoamericano de la Calidad de la Educación (LLECE). En lectura y en matemáticas, en el TERCE y en el SERCE, la República Dominicana ocupa el último lugar ; tiene los peores resultados de todo el continente. El propio Ministerio de Educación habituado a esconder los fracasos con palabrería abundante y vacía, siempre esquivando el bulto, llega a admitir en el informe sobre estas pruebas lo siguiente : “El país sigue presentando importantes desafíos; los puntajes obtenidos están muy por debajo de la región en todas las áreas”.

Ninguna de estas realidades escapa al conocimiento del Gobierno. En el 2011, el Ministerio de Economía y Desarrollo solicitó al Centro Internacional para el Desarrollo de la Universidad de Harvard una consultoría en la que examina menudamente la formación de los ciudadanos, como la plataforma fundamental para el desarrollo, estableciendo una Visión de lo que deberíamos ser en el año 2030. Informe elaborado por el equipo de Harvard encabezado por Ricardo Haussmann, César Hidalgo, Juan Jiménez, Robert Lawrence, Eduardo Levy.Yeyati, Charles Sabel y Daniel Chydlowksky. De todos los temas abordados por esta avanzadilla de expertos , el de mayor enjundia y acaso el más descarnado, corresponde al diagnóstico sobre la educación.

En el informe se establece que si el país no desarrolla las destrezas intelectuales de su fuerza laboral, si no adapta al contexto nacional las nuevas tecnologías que le permitan innovar y mejorar la productividad, tropezaremos con una barrera infranqueable que nos impedirá disponer de capital humano para enfrentar exitosamente el porvenir. Vale decir, de personas con formación, habilidades y destrezas y actitudes suficientes para convertirse en un factor de riqueza.

El informe Harvard (2011)

Sobre este aspecto tan sensitivo para todo el que le duela la República Dominicana, el Informe Harvard ( Construyendo un mejor futuro para RD: 2011) llega a conclusiones verdaderamente pavorosas. He aquí recogida en cuatro aspectos fundamentales las tesis del informe, en lo que toca a la educación.

Baja cobertura. Se estima que el país tiene una tasa de cobertura primaria de 84,3% a 94,2 % muy por debajo de países con un PIB per cápita inferior. Tales como Tanzania, Madagascar, Zambia, Guatemala, Honduras, entre otros. Llama la atención que Nicaragua con un PIB casi tres veces menor que RD tenga una cobertura 12% mayor. Asombra a los expertos , que mantengamos una cobertura muy inferior a los países que tienen un PIB per cápita semejante al nuestro. La cobertura secundaria se halla 57% y la terciaria en un 33%.. Y eso que se han abierto tandas vespertinas y nocturnas, trastornando los horarios y los servicios.
Baja calidad de la enseñanza aprendizaje. Además de que el sistema excluye a porciones importantes de dominicanos, los que logran ingresar y mantenerse en el ámbito escolar reciben una educación de muy baja calidad. Se ha hecho el cálculo, extrapolando los resultados del PERCE, SERCE y TERCE, de la puntuación que obtendría la República Dominicana, en caso de someterse a la evaluación internacional PISA. Según ello, el país obtendría la segunda menor calificación en matemáticas,, lectura y ciencias de un total de 67 países, por debajo de Kirgystan, país con un PIB per cápita inferior a República Dominicana.

El cálculo ha partido del hecho de que en todas las evaluaciones, Guatemala, tiene un desempeño tres veces superior a nuestro país. “ La gravedad del problema es tal que el porcentaje de estudiantes dominicanos que estarían por encima del nivel 1 en la prueba PISA propuesta por Filmer, Hasan, Pritchett como objetivo de aprendizaje del Milenio mínimo es de apenas 26% en matemáticas, 43% en lectura y 50% en ciencia” . “ solo el 0.4% obtendría una calificación en matemáticas igual o superior al del estudiante promedio de los países de OECD (500 puntos en la prueba PISA) tres veces inferior al segundo país con menor porcentaje, Es decir, mientras que en Nicaragua 1 de cada 63 estudiantes clasificaría como promedio de los países de la OECD, en República Dominicana sólo 1 de cada 240 dominicanos estaría en dicho grupo” (Véase Informe pág. 83).

A pesar de que las pruebas SERCE demuestran que el estudiante dominicano no domina el material de matemáticas establecido por el currículo, el nivel de reprobados se halla muy por debajo de los resultados de la prueba internacional. Lo cual quiere decir que los profesores promueven a los estudiantes sin haber aprobado. Esto tiene nefastas repercusiones en toda la planificación de la enseñanza. Es tal el desastre, que la Universidad Autónoma de Santo Domingo, en las pruebas exploratorias realizadas para el Colegio Universitario, estableció, sobre un período que abarca veinte años, que el nivel académico de los que ingresan “sería equivalente a un sexto grado de la educación básica” (pág. 84). Según esto, hemos tocado fondo.
Bajísimo nivel de excelencia. Cuando se examina el sistema, tomando en consideración el número de estudiantes con destrezas superiores. Es decir, la crema y nata, los mejores el informe llega a estas precisiones. “ En el país sólo el 0.0006% tendría un desempeño en la prueba PISA de matemáticas por encima de 607 niveles 5 y 6 de dicha prueba (el máximo es 800 puntos). RD tiene el porcentaje más bajo de 67 países”. En el continente quedamos muy debajo de Brasil, Colombia, Ecuador, Paraguay, Guatemala, El Salvador, Panamá y Nicaragua. “ Sólo 1 de cada 180.000 estudiantes tendría puntuación por encima de 607, mientras que en Nicaragua, el segundo país con menor porcentaje de “ super estrellas” 1 de cada 19.000 estudiantes entraría en el grupo” ( pág.85). En el orden superior internacional nos hallamos tres veces por debajo del último país, que es Nicaragua. El sistema educativo dominicano produce resultados que en otros países serían inaceptables.
El desempeño de los mejores del sistema educativo dominicano resulta mediocre. “ En las Olimpíadas Iberoamericanas de Matemáticas y en las Olimpiadas de Matemáticas de Centroamérica y el Caribe, el país nunca ha obtenido una medalla de plata ni medalla de oro, la República Dominicana ha sido uno de los países con peor desempeño en dicha olimpiadas regionales, con un índice de medallas y menciones menos de la mitad del segundo país con más bajos resultados. (…) en las X Olimpíadas de Matemáticas de Centroamérica y del Caribe del 2008, el país tuvo un puntaje 19, mientras que Nicaragua, segundo país de peor desempeño, obtuvo calificación de 39” ( pág. 86).
He aquí las conclusiones a las que se llega tras examinar estas estadísticas espantosas . “ Luego de ver el estado crítico de la educación en República Dominicana, no sorprende el hecho de que en el ranking internacional de competitividad del Foro Económico Mundial, el país esté siempre entre los 10 países de más baja calidad de su sistema educativo en un grupo de aproximadamente 136 países” ( pág. 88).

¿Cómo hemos llegado a esta tristísima circunstancia de descalabro educativo? ¿Es que no hay en el país diez justos a los que les duela el porvenir de las futuras generaciones de dominicanos?

Un grupo de ONG , periodistas y comentaristas estableció que la culpa de todo el desastre se hallaba en el gasto del Estado en la educación pública, que las cosas quedarían completamente resueltas invirtiendo el 4% del PIB. La hipótesis era, desde luego, falsa. “Ecuador invierte aproximadamente la mitad de lo que gastaba República Dominicana por estudiante en términos de PPP y consigue tener resultados PISA 0.3. Es decir, tres veces superiores a los resultados obtenidos por RD. Esos mediocres resultados demuestran que la calidad del gasto es bajísima. Queda sobradamente demostrado que se puede aumentar el gasto, sin aumentar un ápice la calidad de la educación. La movilización social que llevó al Gobierno a fijar en el 4% del PIB el gasto en educación, lo que equivale a pasar de 552 dólares per cápita por estudiante de primaria, a 1.004 dólares PPP, nos iguala a Colombia, Panamá y Uruguay, sin llegar remotamente a los resultados de esos sistemas. Mayor gasto es mayores insumos, sin previo diagnóstico (profesores, materiales, aulas, desayunos etc., ); pero la calidad sigue siendo baja, aplicando el modelo tradicional de más de lo mismo.
Una primera hipótesis planteaba que la enseñanza aprendizaje se hallaba limitada por el número de horas. Según el Plan Decenal de Educación (2008-2018) el currículo oficial establece 1.080 horas de clases para el nivel primario y 1.250 horas para el nivel secundario. En la práctica, el número de horas impartidas no rebasa las 500 horas de clase. Desde luego, si el tiempo no alcanza tampoco se completa el currículo. Sin embargo, otros países con franjas de tiempo semejantes—a saber Polonia e Indonesia—tienen desempeños muy superiores en los exámenes de PISA a los que hubiera podido tener la República Dominicana. En los colegios privados la cantidad de horas es mayor, sin que se produzca una varianza apreciable. El sistema escolar tanto público como privado tiene resultados “ homogéneamente deficientes” (pág. 88)
Para los expertos del informe Harvard ni el currículo vigente ni la relación de estudiantes por aula pueden explicar el mal desempeño de la enseñanza aprendizaje en el país. La proporción de estudiantes por aula en el país, era, en comparación con muchos países de la OECD realmente baja. Entonces todas las miradas se centraron en el profesorado.
Numerosas evaluaciones demuestran que los docentes no dominan el material de enseñanza; la administración de las escuelas enfrentan un sistema demasiado centralizado (Estudio del PREAL y EDUCA, 2006). Los directores no tienen la posibilidad de contratar y despedir maestros ni de participar en la adaptación de los materiales enseñanza. “ la poca atención que recibe se concentra en insumos escolares (infraestructura de la escuela, cantidad de materiales educativos, número de computadoras etc.) y no en el desempeño de los estudiantes.”(pág. 91)

El balón de la crítica salió de la UASD. Montañas de informes han sido publicados demoliendo la gestión de los Gobiernos en este punto. Después de embrolladas volteretas, el balón ha vuelto a la UASD, que ha sido la fábrica de profesores para la educación nacional. Unos maestros atiborrados de teorías pedagógicas, es decir, metidos en las complejas mecánicas del cómo enseñar; pero que, en puridad, desconocían el qué enseñar , la asignatura que hay que enseñar . Nadie puede enseñar lo que no sabe. Las pruebas han demostrado que los propios maestros reprueban las matemáticas; sufren estreñimiento mental ante la página en blanco porque su poder de expresión se halla trabado. Y, finalmente, quedan descalificados en las pruebas de lenguaje. Con semejantes bueyes, la carreta no va muy lejos. El que no tiene rumbo nunca tendrá buen viento.. La mala administración de la educación ha hecho que reine la violencia, la irresponsabilidad , al punto de que los propios alumnos mataron a una niña de 12 años de edad en La Romana; tenemos infinidad de casos de niñas embarazadas. Según los datos de UNICEF suministrados a UNIVISION (2/12/15) , 22% de las niñas ha estado en algún momento embarazada. En el Hospital Juan Pablo Pina en una franja de tres meses se consultaron 3500 adolescentes embarazadas, ¡ incluyendo a una de diez años! El hospital atiende entre 50 y 60 adolescentes cada día. La situación se reproduce con semejante virulencia en Baní, en San Juan y en la provincia de Santo Domingo. En muchos casos, se produce, fatalmente, en la propia escuela.
El factor de la disolución definitiva

Sobre ese cuadro ya catastrófico se ha producido el desplazamiento de la población haitiana a las escuelas dominicanas. Desde punto de vista de los servicios el Estado haitiano no existe: sólo provee un 8% de la matrícula escolar; el 92% de las escuelas son privadas; 52% de la población es totalmente iletrada de organismos internacionales (Banco Mundial, UNESCO; ONU) una proporción de 57% de población iletrada. Complejo, opera con dos lenguas creole, que es la lengua del país y francés (12%) que es la lengua de comunicación internacional; la población paga de su bolsillo ( y no siempre) el presupuesto de la educación 130 dólares por alumno; el Estado dominicano se dispone a invertir 1.080 dólares per cápita. Todas esas circunstancias constituyen un efecto llamada.

Durante el rodaje del documental “ La batalla de CODOSUR”, hicimos una indagación de campo, con los profesores y los directores de los centros educativos de los barrios del sur de la ciudad de Santiago de los Caballeros.

He aquí en cuentas muy resumidas los hallazgos:

Las ONG que operan en comandita con el Ministerio de Educación le hace convalidaciones a haitianos que no dominan el español, y que retrasan el proceso de enseñanza aprendizaje.
La matrícula crece; porque desde la disposición tomada por la ex Ministra de Educación, Milagros Ortiz Bosch ( 2000-2004) se introdujo el hábito de inscribirlos masivamente sin acta de nacimiento; con nombres inventados y documentos falsos.
Como la historia de ambos países es divergente, algunos niños se niegan a saludar a la bandera dominicana; los profesores se inhiben de enseñar las menudencias del hecho histórico y los técnicos de currículo y autores de libro de texto han anulado la enseñanza de la historiografía dominicana. Tal como quedó demostrado con los libros oficiales del MINERD, que, han suprimido el conocimiento de la Independencia nacional en 4to ,5to ,6to y 7mo. grado, dándole primacía la historiografía de Haití.
En los programas de adultos que empiezan con estudiantes que hallándose con 15 años cumplidos se encuentran en primaria. En el liceo de adultos La Fuente en Santiago, el 40% de los estudiantes eran haitianos. Entraban al 8vo o al 7mo grado sin tener ningún nivel y sin conocer la lengua, y luego en dos años, tomando el programa PREPARA terminaban el bachillerato. Cuando penetramos en los cursos de bachillerato, nos hallamos con aulas con más haitianos que dominicanos. En la Cruz de Marilópez, el Presidente de la Junta de vecinos, nos planteó que la población dominicana tenía dificultad para hallar cupos en las escuelas.
Las calamitosas circunstancias haitianas no justifica la anulación de nuestros derechos.
Necesitamos una escuela que enseñe a leer, a escribir, las matemáticas y que vincule al educando con su historia, que forme ciudadanos que amen y defienden a su país, no ciudadanos de ninguna parte. Una nación, incapaz de defender su identidad, no podría sobrevivir en un mundo global, ni actuar unidos ante unos desafíos capaces de sepultar el esfuerzo de todas las generaciones del pasado.

Publicado primeramente en: www.almomento.net/

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Manuel Nuñez Asencio

Historiógrafo, poeta y candidato a diputado del Distrito Nacional por la Fuerza Nacional Progresista. Reside en Santo Domingo