¿Poseen niños y niñas diferente inteligencia emocional?

Por: Alba Alonso Feijoo

IE

NIÑOS Y NIÑAS

¿Diferente Inteligencia Emocional?

Como para casi todo, hay también estudios que nos hablan sobre cómo las mujeres poseen mayor grado de inteligencia emocional que los hombres. Ellas, siempre mucho más empáticas, acaban trabajando en RR. HH. y ellos, mucho más líderes por naturaleza (según esos “estudios”), acaban siendo los jefes. ¿Es esto cierto?¿Ocurre ya en la infancia?

¿QUÉ ES LA “INTELIGENCIA EMOCIONAL?

La inteligencia emocional se refiere al ‘conjunto de capacidades que podemos usar para solucionar cualquier tipo de problema en relación con las emociones’. El término fue acuñado en 1980 por Salovey y Mayer, pero su difusión se le atribuye a Daniel Goleman y su libro Inteligencia Emocional de 1995, donde haciendo uso de la teoría de las inteligencias múltiples desarrollada por Howard Garner podemos hablar de dos tipos de inteligencia emocional: la intrapersonal y la interpersonal. La primera se refiere al conocimiento de uno mismo y sus emociones, y la segunda a la empatía y la capacidad de relacionarse con las demás personas.

POR QUÉ ES IMPORTANTE

¿Por qué es importante este tipo de inteligencia? Hasta hace poco se creía que el éxito de las personas se basaba únicamente en su CI, es decir, su coeficiente intelectual. Pero el CI  solamente tiene en cuenta la dimensión cognitiva, y ningún otro tipo de inteligencia. Se ha comprobado en muchos casos que aquellas personas con un gran CI, suelen tener éxito en la escuela y los estudios en general, pues el tipo de evaluación en estas instituciones sigue estando en su mayoría basada en la memorización de contenidos. Pero ello no garantiza en absoluto el éxito en la vida, pues una persona que no sabe controlar sus emociones, que no es empática y que no es capaz de relacionarse con su entorno de manera sana, difícilmente conseguirá el éxito a nivel personal o profesional.

NIÑAS Y NOS

¿Tienen las niñas más inteligencia emocional que los niños? A las niñas se les educa para poseer un mayor grado de inteligencia emocional en cuanto a cariño, afecto, alegría, amor, tristeza. Se les permiten más emociones de este tipo, y por ello, suelen crecer con más empatía, porque son educadas para cuidar a los demás. No es que genéticamente estén mejor preparadas para ello, sino que se les conduce a ser más inteligentes emocionalmente en estos sentidos.

Sin embargo, no está tan bien visto que una niña muestre ira, enfado, o frustración. Eso se lo deben guardar para ellas mismas, con las nefastas consecuencias que no expresar este tipo de emociones puede suponer para cualquier persona. Cuando esas niñas llegan a la adolescencia, surgen muchas veces enfrentamientos en las familias, porque no saben cómo manejar su ira o sus frustraciones, y acaban estallando de manera incontrolable.

…pero ello no garantiza en absoluto

el éxito en la vida

Por su parte los niños desde bien pequeños son educados para expresar agresividad, enfado, genio… Pero no se les permite mostrar dulzura, afecto en alta medida, pasión, tristeza, debilidad… Ese vocabulario no existe en el diccionario emocional que les damos a nuestros niños. Por ello, la adolescencia de un chico suele ser más silenciosa en muchos casos, porque aunque también tengan problemas les hemos enseñado a no mostrar lo que sienten, y a nunca pedir ayuda. Y esto es muy peligroso, pues se retraen en sus mundos y no comparten con nadie lo que les pasa, llegando a actuar de manera impredecible y terrible.

AYUDAR A LA INFANCIA

¿Cómo podemos ayudar a la infancia con su inteligencia emocional? Lo primero es permitir todo tipo de emociones. Olvidarnos de frases como:  “los niños no lloran”, “las señoritas no hablan en ese tono”, “los niños son menos cariñosos”, “las niñas tienen menos carácter”… Cada persona es única y diferente,  y tiene todo el derecho del mundo a sentir sus emociones.

Eso sí, para saber qué hacer con una emoción, hemos de aprender a reconocerla antes, y el primer paso para ello es nombrarla. Hoy en día además, tenemos ya libros que nos pueden ayudar a educar a nuestras hijas e hijos en ese vocabulario emocional. Dos ejemplos muy populares son “El monstruo de colores” o “El emocionario”.

A continuación, tendremos que darles herramientas para que esas emociones no les dominen, para que sepan lo que les está pasando y pueden actuar en consecuencia.

…el primer paso para ello es

nombrarla

Las emociones no son inherentes al sexo femenino o al sexo masculino, si bien es cierto, que si educamos a las niñas para ser más empáticas que los niños, nos encontraremos con mujeres adultas mejor preparadas que los hombres para el cuidado de otras personas, pero ello no quiere decir que esta habilidad les venga “de serie”.

Eduquemos pues una infancia sana emocionalmente, en la que el sexo biológico de cada persona no sea su etiqueta emocional.

Fuente artículo: https://ined21.com/ninos-ninas-diferente-inteligencia-emocional/

Comparte este contenido:

Bullying escolar de género o #genderbullying

01 de noviembre de 2017 / Fuente: https://ined21.com

Por: Alba Alonso Feijoo

Bullying escolar de género

Causas, consecuencias y pasos para intentar evitarlo

El algo lejano mes de octubre fue elegido como el mes dedicado a la concienciación sobre el acoso o bullying escolar. Rememorándolo ahora, durante el tiempo de estío, no queremos dejar de poner nuestro granito de arena tratando el bullying escolar con perspectiva de género. Porque para evitar el acoso escolares indispensable educar en la cultura del respeto, la tolerancia, y las relaciones. ¿Quieres saber cómo?

¿Qué es el bullying escolar de género?

El bullying escolar de género es uno de los tantos tipos de bullying escolares existentes, en el cual las personas son acosadas debido a su identidad, sexualidad, expresión de género, o incluso debido a ciertas características físicas. Este tipo de acoso escolar, al igual que los demás, es transmitido a través de insultos, ataques verbales, agresiones físicas, o ataques indirectos (como rumores o incentivar al grupo a rechazar a la víctima) entre otras prácticas.

Otro dato interesante respecto al bullying escolar es que también se ve afectado por el género. La mayoría de los bullies son niños o chicos, y la mayoría de las personas acosadas son niñas o chicas. Incluso aunque el bully sea una chica su objetivo suele ser también del sexo femenino, lo cual nos indica que incluso en un mundo tan triste como este el poder también lo maneja la esfera masculina.

¿Cómo se inicia el #genderbullying?

El verdadero momento en el que la chispa del genderbullying se enciende no es cuando, por ejemplo, ese niño aparece con una camiseta rosa, o cuando esa niña nunca lleva vestidos, o cuando ese adolescente se lleva mucho mejor con las chicas que con los chicos. El origen real del bullying escolar se remonta a mucho más atrás, su inicio proviene del establecimiento de dicotomías sociales que nos dicen que somos azules o rosas, fuertes o débiles, heterosexuales o no heterosexuales.

Las relaciones de poder y las normas sociales con perspectiva de género no suelen discutirse en los foros o artículos sobre bullying escolar, y sin embargo, sí son raíces fundamentales de estos problemas. Tenemos que ser conscientes de que en un entorno escolar cuanto más idealizados se encuentren ciertos tipos de masculinidades y feminidades, más bullying escolar de género nos encontraremos. Todo aquel que no se encuentre dentro de estos valores binarios de niño/niña, hombre/mujer tan marcados por la sociedad, será proclive a padecer acoso escolar de género.

Existen un set de normas sociales no escritas pero sí transmitidas de generación en generación que nos indica cómo ser niño o niña, chico o chica, hombre o mujer. Y recalcamos el término objetivo y no víctima, porque creo que en estos casos, lamentablemente todos somos víctimas, del bullying, aunque no se reconozca como tal. El sufrimiento que genera el bullying escolar, aunque de diferentes maneras, alcanza a muchas más esferas de las que nos podemos imaginar.

El alumnado acosado sufre mucho, pero no debemos olvidar que también la persona que acosa está en un periodo de sufrimiento personal (o no acosaría). Incluso cada uno de los espectadores o by-standers sufren también, porque aunque muchos de ellos no están de acuerdo con la situación que están viviendo, no se sienten lo suficientemente valientes o protegidos como para actuar.

Las familias de cada una de las personas que están en este triángulo sufre de igual manera, más tarde o más temprano, y sufren unas consecuencias tremendas que habrían podido llegar a parar si hubiesen tenido noticias a tiempo.

¿Cuáles son las consecuencias del #genderbullying?

Las consecuencias del bullying escolar por género son las peores que os podáis imaginar, pasando por elaislamiento, la depresión y como se ha comprobado ya en algunos casos… incluso el suicidio. El chico o chica acosado prefiere desaparecer de este mundo antes que seguir soportando el acoso.

Nos gusta más hablar de prevención que de consecuencias, porque creemos que la mejor medicina es la prevención y el momento de la infancia el mejor momento para trabajarla. Por ello, con nuestros artículos queremos provocar una reflexión en la sociedad, y poder formar a nuestra infancia como personas completas, únicas, respetuosas, tolerantes… No como seres sólo rosas o solo azules, limitados por los estereotipos de género.

¿Cómo podemos prevenir el bullying escolar?

La mayoría de los programas antibullying se centran bien en cómo actuar ante casos de bullying escolarexistentes, o bien en cómo prevenir las actuaciones del bully o la persona que acosa. Sin embargo, es paradójico que sea posible que una escuela que se encuentre adherida a un programa antibullying esté a la vez transmitiendo, sin ser realmente consciente, unas jerarquías sociales que invitan al mismo bullying escolar que esa escuela trata de prevenir.

Por ello desde aquí promovemos 5 puntos para prevenir el bullying escolar de género desde la escuela:

Cinco

Examinar nuestro comportamiento como profesorado en cuanto al género

¿Hacemos grupos por sexo?

¿Hablamos o tratamos de manera diferente a chicos y chicas?

¿Estamos lo suficientemente formados respecto al tema género?

Examinar las ideologías de género de nuestro alumnado

¿Son sexistas hacia ellos mismos y hacia los demás?

¿Entienden la diferencia entre identidad de género, sexo biológico, expresión de género y orientación sexual?

¿Son tolerantes?

Examinar los espacios en los que nos movemos

¿Están divididos por sexos, aunque sea de manera implícita? ¿el patio por ejemplo? ¿la asistencia a actividades extraescolares?

Examinar los materiales que usamos

¿Fomentan nuestros libros de texto o material complementario las desigualdades de género? Si es así, ¿sabemos cómo trabajarlo o comentarlo?

¿Nos hemos preocupado en proporcionar materiales, como literatura infantil, que rompa con las jerarquías del género?

Promover formación con respecto al bullying

¿Sabe nuestro alumnado qué es el acoso o bullying escolar

¿Los hemos formado?

¿Nos hemos preocupado por establecer un protocolo y un equipo de apoyo a las víctimas?

Desde Realkiddys, rechazamos cualquier tipo de bullying escolar, pero debido a nuestro foco de trabajo, nos preocupa muchísimo el relacionado con el mundo del género, que es, por otra parte, es bastante frecuente. Esperamos que con estas claves podamos reflexionar; y, sobre todo:

Comenzar a actuar en nuestros centros para que estos casos

no sigan repitiéndose

Comparte este contenido:

Romper con los estereotipos de género en los uniformes

Por Alba Alonso Feijoo

Para qué los uniformes escolares

El origen de los uniformes escolares se remonta nada menos que al siglo XVI y comenzó en las escuelas pertenecientes a órdenes religiosas. Su principal objetivo era muy noble y trataba de evitar distinciones entre pobres y ricos a través de su ropa. Sin embargo, hoy en día los uniformes tienen muchas otras finalidades.

Por un lado, el uniforme es en algunos centros todo lo contrario a esa humildad con la que nacieron. En muchos casos, en realidad busca un elitismo absurdo a través de la pertenencia a un grupo determinado, como es el caso de determinados colegios privados hiper-caros. Muchos centros, sin embargo, adoptaron el uso del uniforme buscando una comodidad, a la vez que cierta economía por parte de padres y madres a la hora de vestir a sus hijos para el colegio.

Estereotipos de género en los uniformes

Pero ya casi entrados en la tercera década del siglo XXI hemos pasado a cuestionarnos otros temas sobre el uso de estos uniformes, como la todavía existente separación por sexos de los mismos. La principal queja en esta distinción corresponde a las niñas y las chicas. ¿Por qué esa obligación de llevar falda cuando hace muchísimo frío, no les apetece o simplemente es poco cómoda para determinadas actividades escolares?

Es increíble que en el año 2017 sigamos debatiendo el tema de los pantalones y las mujeres. Creíamos que este capítulo ya se había cerrado en los años 60/70 cuando los pantalones pasaron a estar incluidos en la moda a vestir por las mujeres. De acuerdo que ya no estamos en la época en la que a aquella profesora, Helen Hulick, se le ingresó en la cárcel por usar pantalones tal cual fuese un crimen, pero los uniformes divididos por sexos demuestran que todavía queda camino por avanzar en este terreno.

estereotipos-genero-ropa-mujeres-pantalones

Afortunadamente en algunos países las cosas sí están cambiando. A veces gracias a la denuncia de alguna alumna como el caso del colegio Whickham de GatesHead en Inglaterra que llevó al juzgado a su colegio por no permitirle llevar pantalones (su motivo principal eran las bajas temperaturas y su denuncia se basó en una discriminación por sexo), y a veces gracias a la tolerancia por parte de la dirección de ciertos centros.

¿Por qué uniformes para niños y para niñas?

Si lo que busca el uniforme es la neutralidad, la no distinción a nivel económico o social.¿Cuál es el motivo de que sigamos haciendo distinciones por sexos? Sobre todo en una sociedad que ha comenzado a reconocer las diferentes  variedades a nivel de expresión de género y de identidad de género. El uniforme enfatiza el binarismo hombre/mujer, niño/niña, rosa/azul y toda la retahíla de estereotipos que clasifican a cada una de estas mitades como única opción.

uniformes-escolares-estereotipos-de-genero-en-los-uniformes-escolares

Rompamos de una vez con los límites y permitamos a nuestra infancia y adolescentes expresar su identidad de manera natural

 El mundo de la moda ya ha conseguido romper con todo tipo de estereotipos y es cada vez más neutra. ¿Por qué no los uniformes? Eso se preguntaron desde el colegio Dunedin North Intermediate (DNI) y por eso decidieron dar libertad a todo su alumnado a la hora de escoger el uniforme, dentro de cuatro posibilidades.

Aunque la iniciativa vino una vez más por parte de las niñas que se quejaban de no poder vestir pantalones, las cuatro posibles opciones de uniforme fueron fantásticamente aceptadas por parte de todo el alumnado. Y la dirección del colegio lo percibió como una manera fantástica de romper con los estereotipos de género. Según la directora fue a padres y madres a los que les costó un poquito más aceptar este nuevo cambio, mientras que el alumnado lo absorbió de la manera más natural posible.

estereotipos-de-género-en-los-uniformes-escolares-coeducación-estereotipos

Las cuatro opciones de uniformes escolares en el Dunedin North Intermediate

En realidad en el Reino Unido son ya sobre 80 escuelas- 40 de primaria- las que han conseguido introducir uniformes neutros para promover la tolerancia y libertad del alumnado fuera cual fuera su identidad de género. En algunos otros colegios han decidido permitirles combinar cualquier prenda de los dos uniformes existentes independientemente de su sexo. Esto es en parte gracias a variadas denuncias y alguna que otra batalla legal pero el objetivo siempre es el mismo: romper con los estereotipos de género en los uniformes.

Porque no todos somos rosas o azules, los uniformes tampoco deberían de serlo

Fuente: http://www.realkiddys.com/romper-con-estereotipos-de-genero-en-uniformes-escolares/

Comparte este contenido:

¿Somos sexistas en nuestra aula de manera inconsciente?

15 de marzo de 2017 / Fuente: http://blog.tiching.com

Por: Alba Alonso Feijoo

A cualquier miembro del profesorado que le preguntasen si es sexista en su aula respondería con un NO rotundo. Pero, ¿y si lo somos sin darnos cuenta? Desafortunadamente, no es tan difícil caer en el error del sexismo como pueda parecer, ya que desde nuestra infancia se nos han inculcado numerosos valores como innatos, cuando no son más que una mera construcción social. Es muy posible que en algún momento hayamos ejercido cierto sexismo de manera inconsciente,  que no por ello deja de ser igual de peligroso puesto que el currículo oculto posee un peso incluso mayor que el currículo oficial impartido. Analicemos pues en qué estamos fallando y qué podemos hacer para remediarlo.

Errores comunes a evitar en nuestras aulas y posibles soluciones

1. Distribuir a nuestro alumnado en función de su sexo para todo
Esto tendemos a hacerlo continuamente en infantil y primaria: los niños a la derecha, las niñas a la izquierda; los niños que salten, las niñas que bailen; los niños detrás y las niñas delante. Es verdad que a priori dicha práctica no parece presentar problema alguno, pero si indagamos un poco en el tema puede no ser tan inofensivo como nos pensamos.

¿Por qué no debemos hacerlo? 
Hay algunos peques en la etapa infantil que todavía no tienen claro si se identifican con ser un niño o una niña. Nosotros pensamos que semejante distinción es muy obvia, porque lo definimos en cuestión de genitales, pero este no es el único baremo a seguir. Como maestra de estas primeras etapas me he encontrado personalmente con casos en los que había niñas que decían ser niños, y niños que estaban seguros de ser niñas, y seguro que a algunos de vosotros también os habrá ocurrido. Muchas veces esto nos indica que, o  bien se identifican con uno de sus progenitores más que con el otro, o puede que sea un simple proceso de imitación de sus hermanas o hermanos mayores a los cuales admiran. Sin embargo, este hecho también puede ser ocasionado por algún factor biológico que deberíamos valorar.

¿Cómo hay que actuar?
Primeramente, olvidarnos del sexo del alumnado como una categoría. Si hay que dividir, podemos hacerlo en función del color del pelo, o de la ropa que llevan puesta, o del tamaño de sus ojos. En el caso de la posible identificación por parte del alumno con un sexo diferente al que nosotros tendemos a etiquetar, no habría que darle demasiada importancia al tema, sino dejarlo fluir, a menos que ello llegue en algún momento a ocasionar problemas mayores, como por ejemplo de tipo acoso escolar (especialmente en cursos superiores). En ese caso sería adecuado llevar a cabo alguna sesión de formación impartida por un especialista tanto con el alumnado como con los padres, siempre de manera discreta y no acusatoria.

2. Atribuir sin sentido alguno características físicas a uno u otro grupo.
Por ejemplo: ¿podrían ayudarme a mover unas mesas algunos chicos fuertes de esta clase? ¿podría ayudarme alguna chica dulce a leer estos poemas en alto?

¿Por qué no debemos hacerlo?
Primeramente en infantil, primaria y prácticamente en toda secundaria y bachillerato no encontraremos gran diferencia entre sexos respecto a fuerza o músculo. De hecho si lo piensas bien, las chicas suelen ser más altas y más fuertes porque biológicamente maduran antes. Una pregunta como la primera aquí expuesta no haría más que reforzar la idea de que los chicos son fuertes y duros mientras las chicas son más bien débiles, sensibles y delicadas, cuando para nada es así. Y, si casualmente lo son, será por sus condiciones personales y no por su sexo; ya que ni todos los niños son brutos, ni todas las niñas son dulces.

¿Cómo hay que actuar?
Tratando de no caer en estereotipos sin sentido y evidenciar, siempre de manera privada, los que percibamos entre nuestros colegas. Si todos ponemos un poquito de nuestra parte, nos acostumbraremos a estar alerta respecto a nuestro vocabulario y referencias sexistas, llegará un momento en que dicha práctica ya no sea necesaria.

3. Dar por hecho unos roles determinados en función del sexo.
Por ejemplo, llegan los carnavales al cole y organizamos el disfraz del grupo-clase siempre de manera binaria: ellas de flores y ellos de avispas; ellas de princesas y ellos de guerreros; ellas de brujas y ellos de vampiros; ellas de enfermeras y ellos de doctores; ellas de Caperucita y ellos del lobo del cuento, etc.

 ¿Por qué no debemos hacerlo?
Para empezar, estamos ignorando las preferencias de nuestro alumnado. Yo he vivido muchos casos de niños frustrados porque querían ir de flor y niñas enfadadas porque preferían el disfraz de guerreras al de princesas y en ninguna de estas ocasiones pudieron los peques disfrutar alegremente de su carnaval, lo cual era por otra parte el único objetivo de su maestro o maestra. Asimismo, bien sea a través de los disfraces de Halloween o de los personajes de un cuento infantil que atribuyamos a nuestro alumnado, hemos de tener en cuenta que también estaremos transmitiendo unos roles determinados. Es decir, si las disfrazamos a ellas siempre de ratitas presumidas y a ellos de gatos salvajes, lo que estamos diciéndoles es que las niñas tienen que ser monas, sumisas y débiles mientras los niños han de ser más agresivos, fuertes y superiores. Si siempre usamos cuentos tradicionales y aún encima repartimos los roles según el sexo, caeremos de nuevo en el error de asociar mujeres con el hogar, la belleza, la pasividad y la inferioridad, y a los hombres con la energía, la fuerza, el coraje, o la valentía.

¿Cómo hay que actuar?
Primeramente, preguntaremos al alumnado qué disfraz prefiere y por qué. Esto de por sí ya representa una oportunidad muy valiosa para promover la igualdad y desterrar estereotipos  adquiridos en el pasado, demostrando que todos podemos llevar a cabo cualquier rol en nuestra vida. De hecho, dicho modus operandi nos ayudará a apoyar a todo ese alumnado que se salga de lo considerado como adecuado por la sociedad. Si una maestra o maestro promueve como totalmente normal que un niño quiera ir de flor, el resto de la clase también lo considerará como algo inofensivo. No subestimemos nuestro poder como docentes porque es infinito.
Además del debate, otra herramienta fabulosa para combatir el sexismo en el aula es el teatro.  La oportunidad que te facilita este arte para ponerte en la piel del otro es fantástica y les ayudará a entender muchas cosas. Si además introducimos en el aula obras que representen a personajes no estereotipados en cuanto al género como Las princesas también se tiran pedos, favorecemos también la visión de otras realidades y así estaremos ofreciendo a determinados alumnos o alumnas la oportunidad de poder identificarse con alguno de estos personajes.

4. Otorgar privilegios en función del sexo.
Por ejemplo, “las damas primero”; o, “a ellos déjalos que se ensucien y que corran, que son niños” (no niñas).

¿Por qué no debemos hacerlo?
Lo de “las chicas primero” se quedó en el siglo pasado y nunca deberíamos usar tal afirmación en nuestras aulas. De hacerlo, estaríamos promoviendo unas distinciones que únicamente transmiten que ellas se merecen determinados privilegios por el simple hecho de ser chicas, y a la larga está demostrado que estos privilegios no favorecen a nadie. Os invito a ver el video del proyecto “Free to be You and Me” Ladies First, que es una fantástica representación de este punto en concreto. Y el dicho “es que son niños” tampoco pertenece a la era de la neurociencia, que nos demuestra como las conexiones de nuestras neuronas van cambiando según el entorno, con lo que la naturaleza es continuamente modificada por el contexto.

Nunca separaríamos a los niños por su raza, por su inteligencia o por su peso, ¿verdad que no? Y eso es porque pensamos que ello podría, obviamente, hacer que algunos de ellos se sintiesen menos valorados o despreciados. Pues reflexionemos un poco sobre el hecho de separar por sexo y para qué lo hacemos realmente. Además ¿y si ganan las chicas? Entonces los niños aprenderán que en tal actividad son mejores las chicas y, si son los chicos los que ganan, tendremos otro estereotipo listo para propagarse. De hecho, ésta es la manera en la que aprendemos que los niños son mejores en ciencias y matemáticas o las niñas mejores en lenguaje y en sentimientos, tal como nos explican Stelle y Aronson (1995)  en su teoría de la amenaza del estereotipo. Deberíamos de comenzar a asumir que ni los niños ni las niñas son mejores o peores en nada por su sexo, lo son por sus cualidades que son únicas, personales e individuales. Además, y como hemos visto anteriormente, en muchos casos no solo segmentamos por sexo, sino que también caemos en el error de atribuir unos determinados roles a cada grupo, lo cual agrava la situación.

Por todo lo aquí expuesto os invito a que reflexionemos con cautela sobre nuestra práctica educativa desde una perspectiva de género, y a continuación compartamos estas ideas con el resto del profesorado de nuestro entorno, porque juntos seremos más conscientes y conseguiremos crear una infancia más libre, tolerante, creativa y con muchísimas más opciones.

Fuente artículo: http://blog.tiching.com/somos-sexistas-en-nuestra-aula-de-manera-inconsciente/

Comparte este contenido:

Aburrirse es esencial para incentivar la creatividad

Por Alba Alonso Feijoo

Olivia tiene ocho años y acude a un colegio de jornada partida. Por la mañana al acabar sus clases, va a música dos veces por semana, y a judo otras tres. Al finalizar la tarde la recoge su padre para acercarla a la academia de inglés, donde además practica robótica los lunes y miércoles.

Martes y jueves practica baloncesto, por lo que habitualmente no llega a casa hasta las 19:30, momento en el cual se pone a hacer los deberes, porque a pesar de estar todavía en tercero de primaria, ya hay una cierta carga, y como autoexigente que es, todos los días le dedica una hora u hora y media a sus tareas escolares. Baños, cena, a dormir. Y vuelta a empezar…aburrida

Olivia no se aburre, ¡no tiene tiempo! ¡Qué suerte¡ ¿no? En absoluto. Aburrirse es esencial para incentivar la creatividad. Olivia es una alumna aventajada, pero lo único que hace es asumir reglas, llevar a cabo órdenes, y cumplir tareas.

En realidad, ni siquiera se da mucha cuenta de lo que está aprendiendo, ya que no lo interioriza. Simplemente memoriza, y como buena ejecutora que es, refleja esa memorización de una manera muy elocuente en unas evaluaciones sin sentido alguno.

De hecho, lo que Olivia necesita, y probablemente añore internamente es… aburrirse.

Cuando nos aburrimos surgen multitud de ideas para evitar la monotonía, creamos nuevos mundos, proyectos, universos paralelos, aparece la curiosidad, la imaginación… Y no hay persona más creativa que un niño o una niña aburriéndose.

La escuela es clave en este proceso, pero también hay muchos detalles con los que podemos contribuir desde el entorno familiar:

Las comidas:

En casa: ¿y si de vez en cuando les dejamos escoger menú? Al llegar a cierta edad podríamos incluso ir dejándoles participar. Deberán investigar, preguntar, comprar, hacer…

Fuera de casa: olvidémonos del menú infantil, normal que no quieran comer si solo tienen espaguetis, pizza o nuggets como opciones.

El cuento para dormir:

Un día a la semana podríamos pedirles que cambiaran la historia: que introdujesen algún personaje nuevo, que pusiesen otro final, incluso que creasen una historia nueva a partir de tres o cuatro palabras que les demos al azar.

El rincón de los proyectos:

En cualquier hogar existen cosas por hacer y mejorar. Una idea fantástica es conseguir algún espacio en el mismo, para buscar soluciones a esos pequeños detalles. Por ejemplo, si alguien se da cuenta de que todos los días tropezamos con el felpudo de la entrada, ese será el reto. A continuación todos los miembros de la familia, en diferentes momentos y días, irán poniendo posibles soluciones a través de post-its. Los más pequeños tienen una capacidad asombrosa de ver luz donde nosotros no podemos, nos sorprenderán.

La paga:

Dar una cantidad de dinero asignada cada semana no fomenta ni la creatividad, ni la cultura del esfuerzo; ganárselo sí. Pequeños trabajillos que encuentren para hacer por casa les proporcionará una paga realmente “merecida” y valorada.

Tarde en familia:

Que de vez en cuando organicen el plan del domingo. Un niño de 7 años tendrá que escoger sitio, horario, y actividad. Una chica de 13 podrá buscar en internet, marcar una ruta, reservar en un restaurante, planear una actividad… aburrirse creativida.

Estos son solo algunos ejemplos de cómo sí podemos participar fomentando esa creatividad desde la familia. No responsabilices solamente a la escuela o al entorno, y pregúntate primero si has puesto de tu parte en esa labor tan importante. Una infancia creativa es una infancia feliz, porque buscará las herramientas necesarias para conseguir aquello que desee.

Fuente: http://www.eduglobal.cl/2016/02/02/aburrirse-es-esencial-para-incentivar-la-creatividad/

Imagen de uso público tomada de: https://c1.staticflickr.com/7/6199/6093472630_8a0b302f93_b.jpg

Comparte este contenido:

Claves para idear un aula creativa y fomentar la participación

Por. Alba Alonso Feijoo

Las personas grandes me aconsejaron que dejara a un lado los dibujos de serpientes boas abiertas o cerradas, y que me interesara un poco más en la geografía, la historia, el cálculo y la gramática. Así fue como, a la edad de seis años, abandoné una magnífica carrera de pintor […]. (El principito)

Cada día, con cada comentario como el que suscribe nuestro amigo El Principito vamos apagando la creatividad innata que posee nuestro alumnado. La infancia llega al colegio con ganas de aprender, de crear, de compartir, de comerse el mundo. Y lo único que les enseñamos es a obedecer, atender, escuchar, callar, repetir, memorizar, y vomitar contenidos. No importa que no los entiendan, no importa que no sean significativos para ellos en particular. Solo se evalúa que los hayan aprendido de memoria y soltado en la correspondiente prueba de evaluación.

aula creativa

El mundo de hoy en día en poco se parece ya al del siglo pasado. Los últimos 25 años hemos vivido  cambios increíbles en la historia, y el ritmo de avance es cada vez más y más acusado. Esto viene a decirnos que en menos de una década las comunicaciones serán totalmente diferentes, al igual que nuestras necesidades. Los puestos de trabajo no solo no tendrán nada que ver con los actuales, sino que serán variados, múltiples, y delimitados en el tiempo.

Si podemos intuir e incluso llegar a entender esto ¿por qué lo que hacemos en la escuela es seguir preparando empleados de fábricas para que asuman roles, acaten órdenes y las ejecuten sin sublevarse de manera alguna, ni aportar nada nuevo? Una de las competencias fundamentales en ese desconocido futuro es la creatividad, y es evidente que la escuela no está apostando lo suficiente por ella.

Desde aquí os invito a probar distintas prácticas que podemos llevar a cabo desde nuestro centro educativo. Pero antes de nada, hemos de cumplir con dos premisas fundamentales:

-No tener miedo al cambio o a equivocarse.

-No esperar un camino de rosas, ni resultados inmediatos.

Una vez  desterrado el miedo de nuestro día a día, seremos capaces de ir introduciendo de manera paulatina diversas prácticas que nos ayudarán a generar un ambiente de creatividad sano y productivo. Os expondré algunas de las posibilidades fácilmente desarrollables en el centro y/o aula:

Espacios en la escuela:

puede que trabajes en un edificio de lo más moderno, pero tal vez sigas en una “vieja escuela”, esa donde las clases solo se imparten en aulas cerradas con mesas, sillas, pizarra… ¿Por qué no le damos una vuelta a este concepto?

Usemos otros espacios

Pero no solo otras aulas (Tic, Inglés…) sino espacios abiertos, espacios habitualmente “muertos” como el pasillo, las escaleras, el patio, el parque… Hay centros con grandes espacios comunes sin usar, ¿por qué no integrarlos en la enseñanza? No tengamos miedo al ruido y al descontrol en ciertos momentos. Si los niños y niñas están siendo creativos, probablemente no estarán calladitos, sentados y mirando hacia adelante.

shutterstock_155201333

Horarios:

Los horarios nos ayudan a organizarnos, pero también nos limitan en muchas ocasiones. ¿Por qué cortar ese debate tan interesante simplemente porque “toca” matemáticas? Seamos más flexibles, sobre todo en aquellos cursos en los que hay una única tutora o tutor.

Asignaturas:

Ya hay escuelas donde las asignaturas han desaparecido para dar paso al trabajo por proyectos. Por poner un ejemplo, si notamos que hay mucha obesidad en el aula, ese curso escolar podríamos trabajar la nutrición y el ejercicio físico como “asignaturas”. A partir de estas temáticas los contenidos de lengua, matemáticas o ciencias fluirían libremente.

Espacios en las aulas:

Sería genial entrar de vez en cuando en un aula sin mesas y sillas. Un aula con puffs, cojines, alfombras de juego, con diferentes esquinas temáticas, donde una pared fuera de pintura pizarra para que se expresasen como quisieran…

Asambleas:

¿Por qué solo en infantil? Parece que no tenemos tiempo ni interés para escuchar lo que tiene que decir nuestro alumnado: sus preocupaciones, sus desvelos, sus alegrías. No solo es un tiempo maravilloso y nada “perdido” para trabajar la empatía, sino que el hablar en público de manera frecuente mejorará su oratoria, su capacidad de debate y su sentido crítico.

Clubs:

Esto es algo que se lleva mucho en otros países pero nunca se ha valorado en el nuestro. Clubs en los que les encantaría participar, organizados por el propio alumnado, donde poder expresarse y disfrutar de esos mundos que le apasionan; sea el club de ciencias, de robótica, o el de peluquería.

Participación alumnado:

Debería de haber muchos más órganos donde pudieran aportar sus ideas, sus proyectos, sus mejoras, sus propuestas. Sus mentes creativas serían el motor de la “nueva escuela”.

Podríamos seguir enumerando muchos otros puntos, pues existen una gran cantidad de herramientas para llevar la creatividad al aula, pero empecemos por las más sencillas y ¡conseguiremos un mundo más creativo!


Fuente: http://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/educacion-emocional/como-idear-un-aula-creativa/32634.html

Imagen: http://www.educaciontrespuntocero.com/wp-content/uploads/2016/02/shutterstock_184810610-500×368.jpg

Comparte este contenido: