Cómo identificar y prevenir el ciberacoso

Por: Aula Planeta

 

Entendemos por acoso escolar cualquier comportamiento violento, agresivo o despectivo hacia cualquier alumno o alumna, generalmente en situación de indefensión ante su agresor o agresores, y circunscrito, de forma más o menos elástica, al centro educativo. Situación que ha dado un vuelco con la irrupción de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), convertidas en herramientas primordiales de socialización para los más jóvenes de un modo por lo general completamente ajeno al control o supervisión de sus mayores.

Una nueva forma de relacionarse con los demás que ha traído consigo, entre muchas otras cosas, el ciberacoso o cyberbullying, práctica tanto o más nociva que el acoso presencial, del que suele ser una consecuencia, y que dado el cierre de los centros educativos estos últimos meses se ha convertido en la única posible para los acosadores. A continuación, os planteamos una aproximación al tema con una guía para que los adultos podáis detectar y paliar los efectos del ciberacoso en los menores a vuestro cargo.

Ciberacoso: qué es y cómo puede detectarse

El ciberacoso es el uso de las TIC, y cualquiera de sus dispositivos derivados, destinado a ejercer el acoso psicológico, incluyendo desde el chantaje hasta el hostigamiento emocional o el desprecio hacia el otro, entre menores de edad. Pero al contrario que en el caso del acoso escolar convencional, el ciberacoso tiene una serie de particularidades que lo hacen especialmente nocivo: el anonimato del que gozan el acosador o acosadores, y que les otorga un grado de impunidad muy superior al que conlleva el acoso escolar; la dificultad para establecer su existencia, dado que se considera que no tiene consecuencias físicas para las víctimas; o sus prácticas bajo la forma de suplantación de identidad digital o la exclusión y la humillación online, entre otras, son algunas de sus características específicas.

Ahora bien, si gran parte de su dañina naturaleza se basa en una cierta invisibilidad, ¿a través de qué situaciones puede detectarse el ciberacoso en quienes lo sufren?

  • A través de la observación de cambios emocionales y anímicos tales como timidez repentina, explosiones de agresividad o episodios de apatía y tristeza.
  • Cambios súbitos en la vida social del acosado como, por ejemplo, miedo a salir de casa, incapacidad para dar respuesta a bromas y opiniones ajenas o, directamente, ausencia o precariedad de relaciones con los demás.
  • Cambios físicos y actitudinales tanto en postura corporal, más encogida o con la cabeza gacha, como en el modo en el que comparte su espacio con los demás, especialmente cuando utiliza dispositivos TIC. Acto, este último, que en una situación de ciberacoso generalmente se da en ausencia de adultos.
  • Somatización del acoso a través de repentinos cambios de peso, trastornos alimentarios, dificultad para conciliar el sueño, pesadillas, dolores sin causa aparente o episodios de agotamiento.

Son situaciones que requieren, en cualquier caso, de observación por parte de los que rodean al menor acosado para ser detectadas, primer paso imprescindible para poder tomar cartas en el asunto y prevenir las consecuencias que el ciberacoso tiene sobre quienes lo sufren.

¿Cómo actuar ante el ciberacoso?

Como se ha dicho líneas atrás, el ciberacoso es más difícil de detectar que el acoso escolar, y más aún si tenemos en cuenta que muchas de sus víctimas no suelen explicar el acoso al que se ven sometidas, sufriéndolo silenciosa y solitariamente. Por eso, una de las mejores formas de evitar las consecuencias del ciberacoso es, precisamente, previniéndolo a través de los puntos siguientes:

  • Una alfabetización digital y una formación en netiqueta resultan muy útiles de cara a que los menores sepan, antes que nada, que toda acción hacia otra persona en un entorno virtual tiene consecuencias reales. Igualmente, recomendamos que esta formación no solo la reciban los menores sino también sus mayores, de cara a saber qué y cómo se relacionan los niños y niñas a su cargo en Internet.
  • En otro orden de cosas, y especialmente a edades muy tempranas, puede activarse un control parental en los dispositivos TIC a los que acceden los menores, evitando así que su exposición en la Red pueda ser utilizada en su contra.

Aunque si el ciberacoso ya está produciéndose, hay otras medidas que pueden tomarse para ponerle fin. Os las explicamos a continuación:

  • Si existen sospechas de que esta situación está teniendo lugar, hablad con el o la menor sobre ello, sin minimizar lo que le está ocurriendo en ningún momento, y evitando culpabilizarlo. El acosado o acosada muchas veces cree que podría haber evitado la situación por sí mismo castigándose por no haberlo conseguido sin pedir ayuda.
  • Comunicad la situación al centro educativo para que tomen las medidas que crean necesarias de acuerdo con los protocolos existentes en materia de acoso escolar y ciberacoso. No dudéis en consultar a asociaciones especializadas en ciberacoso y, si la situación alcanza el grado de delito, denunciadlo.
  • Reforzad la autoestima del acosado o acosada, haciendo que se sienta querido y valorado tanto por vosotros como por sí mismo, pidiendo ayuda psicológica en caso necesario.

Y, sobre todo, no olvidéis nunca que, pese a que el ciberacoso tiene consecuencias, y algunas de ellas muy graves, estas pueden solventarse y dejarse atrás.

¿Conocéis directa o indirectamente algún caso de ciberacoso? Y, de ser así, ¿cómo se resolvió? Compartid vuestras experiencias con todos nosotros y este post con vuestros contactos.

Para saber más:

Revista: Convives: Acoso entre iguales: ciberacoso.

Artículo: Conductas de ciberacoso en niños y adolescentes. Hay una salida con la educación y la conciencia social, por María José Bartrina Andrés.

Video: TEDxTarragona: Paremos el ciberacoso antes de que se produzca, por Irene Montiel.

Fuente e imagen: https://www.aulaplaneta.com/2020/07/06/en-familia/como-identificar-y-prevenir-el-ciberacoso/

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Henry Giroux: su visión educativa en diez puntos

Por Aula Planeta

Henry Giroux es un profesor y estudioso estadounidense, pionero en el campo de la pedagogía crítica. Sus teorías se basan en la importancia de que las estrategias didácticas promuevan el pensamiento crítico del alumno y tengan en cuenta un contexto de democracia, justicia social, poder, cultura y comunidad. Te explicamos cuál es la visión de Giroux sobre la educación actual y su defensa de la pedagogía como instrumento para educar a mejores personas y, en último término, para crear una sociedad mejor donde proliferen los verdaderos valores democráticos.

LA EDUCACIÓN, SEGÚN HENRY GIROUX

  1. La educación se ve afectada de manera muy profunda por las grandes fuerzas políticas y corporativas. No se puede hablar de educación sin hablar de las grandes estructuras políticas, económicas, culturales y sociales en las que se enmarca y que ejercen una presión sobre la enseñanza y los docentes que no puede obviarse.
  2. La sociedad actual desprecia la esencia de la educación. Vivimos en una sociedad donde predomina el interés privado, el dinero, el mercado, el consumismo y el miedo frente al interés público, la responsabilidad compartida, los valores y las instituciones democráticas. Esto acaba con la comunidad, la justicia, la igualdad y el bien común y, por el camino, elimina la educación entendida como un bien público y la pedagogía como práctica empoderadora.
  3. La pedagogía actual es una forma de violencia. La pedagogía, tal y como está planteada en muchas escuelas actuales, ataca en vez de educar y no logra que los alumnos se reconozcan en lo que hacen. La multitud de pruebas y exámenes, modelos de aprendizaje que apagan la chispa crítica y crean espacios sin ningún tipo de imaginación, los sistemas de organización represivos y basados en el castigo, la memorización y el conformismo crean un ambiente donde los alumnos comprenden rápidamente que la escuela es un lugar desagradable y que no existe nada parecido a la satisfacción de aprender.
  4. La educación debe ser comprometida, crítica y revolucionaria. Hay que ver la educación como algo más que un diploma o un instrumento para conseguir trabajo al servicio de la cultura de la empresa. Debemos recuperar el papel que la enseñanza ha tenido históricamente como herramienta para desarrollar la capacidad crítica, utilizarla para que los alumnos sean agentes comprometidos con el mundo, preocupados por afrontar asuntos sociales esenciales y dispuestos a profundizar y extender el significado y la práctica de una democracia radical y revolucionaria.
  5. El pensamiento crítico está en peligro. En la sociedad actual pensar se convierte en algo peligroso, al igual que los sitios donde se promueve el pensamiento. Y, como señaló Goya en uno de sus grabados, “el sueño de la razón produce monstruos”. Hay que desarrollar formas de pedagogía crítica que sean capaces de desafiar las crecientes políticas y prácticas antidemocráticas y que permitan imaginar una alternativa a la sociedad actual, inmersa en la desigualdad, la degradación del medio ambiente y el encumbramiento de la guerra y la militarización como ideales nacionales.
  6. La educación no solo ocurre en las escuelas. Hay multitud de instituciones, desde los medios de comunicación hasta los nuevos espacios digitales, que forman parte de la llamada pedagogía pública y resultan primordiales para expandir y permitir la voluntad cívica y política o para acallarla.
  7. Hay que repensar la educación para que sea un instrumento democrático. Debemos preguntarnos qué debe lograr la educación en una democracia, qué trabajo deben hacer los educadores para crear las condiciones económicas, políticas y éticas que permitan dotar a los jóvenes de las capacidades necesarias para pensar, preguntarse, dudar, imaginar lo inimaginable y, en consecuencia, para que ellos mismos defiendan la importancia de la educación como herramienta inspiradora e impulsora de ciudadanos críticamente implicados y socialmente responsables.
  8. La pedagogía crítica es mucho más que la transmisión de conocimientos. La pedagogía crítica no se limita a comunicar técnicas y metodologías, sino que se centra en comprender qué ocurre realmente en el aula y en otros espacios educativos, lanzando preguntas sobre cuál es la relación entre el aprendizaje y el cambio social, qué conocimiento tiene más valor o qué significa conocer algo. Pone el énfasis en la reflexión crítica, crea un puente entre el aprendizaje y la vida cotidiana, entiende la conexión entre poder y aprendizaje y amplía los derechos democráticos y la identidad.
  9. Los profesores tienen una gran responsabilidad en el desarrollo de la pedagogía crítica, pero no siempre pueden ejercerla. Los docentes deben aprovechar el poder de la educación para crear una cultura formativa que ponga freno a las amenazas que sufren la democracia y la justicia y promueva esferas públicas, ideales, valores y políticas que ofrezcan modelos alternativos de identidad, pensamiento, relaciones sociales y política. Sin embargo, las condiciones de trabajo de los docentes, la temporalidad o la carga de trabajos administrativos no dejan tiempo ni generan espacios de intelectualidad para poner en práctica sus habilidades de forma adecuada.
  10. El objetivo final no es solo una nueva educación, sino una nueva sociedad. No solo debemos imaginar que reformamos una sociedad que está rota, sino que la eliminamos: necesitamos un nuevo tipo de sociedad, un nuevo discurso, unas nuevas instituciones. Y para empezar a hacerlo debemos tomarnos en serio la educación y sus implicaciones, comprender que con la pedagogía no solo estamos modificando el conocimiento, sino que estamos influyendo en la consciencia y la percepción, y tenemos el poder de crear nuevas subjetividades que no se definan a sí mismas por el precio de mercado.

Fuente: http://www.aulaplaneta.com/2017/10/30/recursos-tic/henry-giroux-vision-educativa-diez-puntos/

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Las 7 claves de la educación en Portugal

Portugal / 5 de agosto de 2018 / Autor: Aula Planeta / Fuente: Aula Planeta

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Las claves de la neurociencia educativa

España / Autor: Aula Planeta 

Si bien el cerebro humano sigue siendo un gran misterio para el hombre, cada vez profundizamos más en su entendimiento. Fruto de ello, han aparecido nuevos campos de estudio que podemos englobar como neurociencia y que buscan vincular el estudio del cerebro con un mayor entendimiento del ser humano. Algunos de estos nuevos campos son el neuromarketing, la neuropsicología o la neuroética (por poner tres ejemplos que aúnan ciencias y humanidades) y, por supuesto, la neuroeducación.

Sin querer entrar en aspectos plenamente científicos (si alguien quiere entrar recomendamos los libros de José Antonio Marina (en el plano más divulgativo) y de Tomás Ortiz), podemos decir que la neuroeducación (o neurociencia educativa) es una nueva visión de la educación basada en el cerebro y su funcionamiento y que busca mejorar, potenciar y ajustar los procesos de aprendizaje gracias a aspectos combinados de psicología, neurociencia cognitiva, medicina o sociología.

Neurociencia a la práctica

La neuroeducación parte de la base de que no todos los procesos de aprendizaje ni todas las respuestas emocionales son iguales y que, teniendo en cuenta la plasticidad del cerebro, podemos adaptar el sistema de enseñanza para evaluar y mejorar la preparación del que enseña y para ayudar y facilitar el proceso de quien aprende. Estos son algunos de sus principios y objetivos:

  • La genética, el entorno (medio social, familiar y cultural) y la experiencia interaccionan en el cerebro para moldear al individuo y transformar el cerebro.
  • Los procesos cognitivos y emocionales trabajan asociados de forma que las emociones facilitan o dificultan el aprendizaje.
  • Los vínculos y el apego son básicos para el cambio ya que la interacción social es relevante para el aprendizaje. Un ejemplo de ello es la importancia que está tomando aprendizaje cooperativo.

La neurociencia educativa pone el énfasis en procesos cognitivos como la emoción, la curiosidad, la atención, la conciencia, la memoria o el sueño partiendo de la base de que se trata de procesos que implican a múltiples circuitos de diferentes áreas cerebrales y que pueden ser estimulados en un ambiente adecuado. Este conjunto de procesos que implican repetición, almacenamiento, selección o elaboración de información pueden ser estimulados gracias a la plasticidad cerebral, a un rol activo del individuo y a unos procesos cognitivos puestos en marcha gracias a una serie de capacidades y habilidades que vamos adquiriendo. Gracias a estos principios y procesos, la neurociencia educativa ha conseguido plantear nuevas técnicas y/o aproximaciones y ha permitido confirmar o desmentir algunos aspectos clave que podemos tener en cuenta a la hora de plantear el proceso de aprendizaje:

  • El entorno de la escuela influye en el aprendizaje en diferentes factores como la luz, el ruido externo, la temperatura o la propia arquitectura del centro
  • Se pueden planificar diferentes y procesos herramientas de enseñanza para fomentar el pensamiento crítico o creativo y promover la empatía.
  • Permite detectar e intervenir en relación con fallos o procesos psicológicos que puedan interferir en el aprendizaje normal, la memoria o la misma educación como pueden ser las dificultades en lectoescritura o matemáticas o la detección temprana de TDAH, ansiedad o dislexia.
  • La importancia del sueño en el aprendizaje y como su ausencia tiene efectos sobre la velocidad para procesar información.
  • El impacto positivo de la motivación en la enseñanza
  • La necesidad de la repetición para consolidar aprendizajes. No desde un punto de vista conductista si no desde diferentes perspectivas complementarias (corregir, evaluar, rectificar, etc.).
  • La “ciencia del cerebro” también ha desmentido algunos neuromitos como el uso del 10% de la capacidad cerebral o la idea de los hemisferios diferenciados (en realidad ambos hemisferios trabajan transfiriendo información constantemente).

 

Neurociencia para profesores

La neurociencia también ayuda y dota de herramientas al profesorado, no en vano, el hecho de poder sustentar la práctica docente en evidencias (neuro)científicas puede ser un paso de gigante al mejorar los conocimientos docentes en aspectos como la atención, la memoria o la emoción. Esta toma de conciencia de la práctica diaria nos puede permitir evaluar el propio desempeño, eliminar hábitos poco eficaces y mejorar en lo positivo. Además, de forma más evidente, podemos introducir o modificar prácticas y/o estrategias de aprendizaje. Por último, favorece el aprendizaje continuo y la atención a la diversidad tanto a nivel del desarrollo de clase, como a nivel de centro pudiendo dar importancia a factores que favorecen el aprendizaje antes citados.

Llegados a este punto se nos puede hacer un mundo el aplicar recursos neurodidácticos en el aula, pero os hemos de decir que muchas de las acciones que ya estáis realizando tienen un sentido neurocientífico: los debates promueven la flexibilidad cognitiva, el trabajo en equipo la toma de decisiones y el uso de pictogramas a la hora de organizar a los alumnos les dota de herramientas de planificación y fomenta el aprendizaje por descubrimiento. A partir de aquí, os recomendamos que consultéis algún libro del amplio catálogo que se ha ido generando en los últimos años, sigáis al algún gran experto como Francisco Mora o consultéis la multitud de artículos que podéis encontrar por la red. Y, como siempre, nos gustaría recordaros que si os ha gustado este artículo no dudéis en difundirlo.

Fuente:

Las claves de la neurociencia educativa

ove/mahv

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Pedagogías del cuerpo: una educación sensible

Por: Aula Planeta

Desde la antigua Grecia se ha diferenciado entre educar el cuerpo y la mente, desligando agon (que significa «certamen» en griego clásico y fue el origen de los Juegos Olímpicos) de philosophia («pensamiento»). Esta idea ha seguido viva en la tradición occidental a través de grandes pensadores como Descartes y de algunos aspectos de la moral cristiana.

De este modo se ha priorizado la educación intelectual y la formación de la mente y se ha relegado la educación corporal a la clase de Educación Física, mientras que en el resto de asignaturas lo que a menudo se intenta es disciplinar y controlar los cuerpos de los educandos. Sin embargo, somos seres corporales y muchas disciplinas como la antropología o la sociología, por no hablar de las artes escénicas, tienen al cuerpo como objeto de estudio. Este «nuevo» interés por el cuerpo se inicia en 1968, cuando se empezó a ver como algo cultural y social, y ha tenido su continuidad en aspectos que van desde el tatuaje o el piercing hasta el transhumanismo.

Cuerpo y educación

Si bien en el ámbito educativo se ha establecido una dicotomía entre cuerpo y mente, las pedagogías del cuerpo (o sensibles) buscan romper con esa división para dotar a la persona de un aprendizaje integral. De hecho, parte de la educación del niño implica despertar sus sentidos, aunque este despertar acabe derivando en usos y maneras concretas de «utilizar» el cuerpo en el aula. Pero si pensamos en ello, la relación del cuerpo con la educación es capital:

  • En la disposición de los pupitres.
  • En la autonomía corporal que aprenden niños y adolescentes.
  • En las discapacidades o malformaciones (físicas).
  • En los cuerpos curados o convalecientes.
  • En la identidad y la educación sexual.
  • En la alimentación.
  • En las salidas y excursiones fuera del aula.

Esta idea de educar teniendo en cuenta cuerpo y mente no es nueva: el método Montessori o la Escuela Nueva ya buscaban sacar el aprendizaje (y, por extensión, el cuerpo del alumno) fuera del aula. Por contra, hay diferentes medios que tradicionalmente se han empleado para controlar los cuerpos en la educación:

  • Las filas para acceder al patio o a las aulas.
  • La uniformidad o igualación mediante los uniformes.
  • La expulsión de niños de clase o la separación entre compañeros.
  • La separación por sexos.
  • La ausencia de educación sexual (y de la mirada de género).
  • Las «buenas maneras» en clase.

Las pedagogías sensibles tratan de poner el cuerpo en el centro de la educación, conseguir que la expresión corporal sea algo cotidiano y explorar sus posibilidades pedagógicas: aprender sobre y con el cuerpo, vincularlo con nuestra sensibilidad (educación emocional), hacer con el cuerpo, entender nuestro cuerpo, etc. También pretenden integrar a aquellos alumnos más corporales (menos intelectuales), no separar por géneros en juegos o actividades y fomentar el autoconocimiento, la autonomía y la empatía.

Cómo introducir las pedagogías sensibles en el aula

Entre muchos de vosotros puede que esté cundiendo el pánico en relación con este punto. La pedagogía del cuerpo no implica que los alumnos hagan lo que quieran con su cuerpo en el aula ni que la disciplina se esfume del centro. Significa transformar el escenario pedagógico para tener en cuenta los preceptos antes citados. ¿Qué podemos hacer? Aquí van algunas ideas:

  • Organizar el aula o el centro de manera diferente. No regular la disposición del alumno en el aula.
  • No utilizar prácticas que impliquen la expulsión del niño. Esto es una forma de invisibilizar una problemática, por lo que debemos buscar una solución inclusiva.
  • Introducir prácticas de danza, cocina o teatro con las que fomentar la expresión corporal.
  • Mostrar la diversidad sexual (mediante la educación sexual) y corporal.
  • Introducir el aprendizaje fuera del aula.
  • Eliminar la separación por sexos (en actividades, roles, etc.).

Obviamente, estas ideas deben ir acompañadas de cambios metodológicos que impliquen romper con las formas más tradicionales de enseñanza: la educación por proyectos o basada en el descubrimiento, el trabajo en equipo y en diversos espacios o la gamificación encajan a la perfección como metodologías que, a su vez, sirvan como catalizador para aplicar pedagogías corporales.

Como viene siendo habitual, no nos gusta dejar al docente solo ante el peligro. Recordad que hay libros, artículos e incluso conferencias acerca de las pedagogías sensibles fruto de ciclos realizados sobre innovación educativa. De entre todos estos materiales, tenemos que destacar uno que es ya un auténtico fenómeno mundial: se trata del libro, del que ahora se estrena la película WonderLa lección de August. Escrita por R. J. Palacio, la novela lleva tres años entre los best sellers juveniles gracias a la emotiva historia de August Auggie Pullman, un niño de diez años con el síndrome de Treacher Collins (un trastorno genético que causa malformaciones craneofaciales) que se enfrenta al posible retorno a la escuela. La película se ha estrenado recientemente, protagonizada por Julia Roberts y Jacob Tremblay en el papel de August. La repercusión de este fenómeno ha sido enorme: se ha llegado a convertir en lectura prescriptiva en infinidad de escuelas e institutos, y ha dado lugar a proyectos universitarios vinculados a la educación social por su tratamiento de las diferencias físicas, la integración o de valores como la empatía. En fin, todo un recurso para los docentes.

Por último, os recordamos que si lleváis a cabo un acercamiento a las pedagogías sensibles o si visionáis o leéis Wonder, no os olvidéis de hacernos llegar vuestra experiencia.

Fuente del Artículo:

Pedagogías del cuerpo: una educación sensible

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Podcasting y educación: emisores de conocimientos

España / 25 de enero de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: Aula Planeta

Desde que en el año 2004 el periodista y tecnófilo Ben Hammersley inaugurase, en un artículo publicado por The Guardian, oficialmente la era del Podcasting al cruzar los términos broadcasting, radiodifusión en español, y Ipod, el reproductor de audio digital popularizado por la empresa Apple Inc., este sistema de reproducción y distribución de archivos de audio a través de las redes sociales (RRSS) propias de la Red 2.0. se ha popularizado como una cómoda herramienta de escucha de programas radiofónicos. Aunque, antes de recibir su bautismo definitivo por parte de Hammersley la semilla del podcasting estaba en manos de las emisoras de radio que colgaban, en formato digital y dentro de sus respectivas páginas web, su programación en la red para que sus oyentes pudiesen descargarla. Ya en el año 2000, Yahoo inauguró su departamento de redistribución de información a través de la red, que adquirió los rasgos propios del podcast alrededor de dos años después, cuando se sindicó un archivo de audio en mp3 a través de RSS. El mismo sistema que fue utilizado, en agosto de aquel año 2004 en el que Hammersley vaticinó la universalización del periodismo radiofónico, por un videojockey de la MTV llamado Adam Curry para dar el pistoletazo de salida al podcasting, ya entendido como un sistema de escucha desvinculado en el tiempo de su primera emisión.  Pero, más allá de la comodidad y valía informativa de esta herramienta, las posibilidades pedagógicas del podcasting desbordan la condición de consumidor de contenidos radiofónicos para encontrar su lugar al situar al alumno no como un simple receptor de contenidos realizados por otros, sino como su creador y emisor.

De la emisora a las aulas

Gracias a programas radiofónicos o de montaje sonoro que pueden encontrarse en la red y la aparición de sitios web para el alojamiento de podcasts surgidos hacia 2010, cualquier grupo de personas con un mínimo equipo de grabación, conexión a Internet y ganas de crear un programa puede producir, grabar y compartir sus sesiones radiofónicas con un coste e infraestructura mínimos. Aprovechando la reducción que supone en lo que a costes de producción y distribución se refiere, esta herramienta permite una mayor implementación en el aula que a su vez facilita el desarrollo de diferentes aprendizajes, impulsados por lo motivador que suele resultar para el alumnado y que pueden darse de forma transversal, a través de herramientas como Ivoox o Podcast & Radio Addict, en cualquier asignatura en la que se introduzca el podcasting.

Son los siguientes:

  • Alfabetización informacional y digital. La elaboración de un espacio radiofónico requiere un proceso de búsqueda de información sobre el tema a tratar por parte de los alumnos, lo que implica saber como y donde hacer esa búsqueda, tanto dentro como fuera de la Red, y desarrollar las capacidades necesarias para discernir las fuentes fiables de las que no lo son.
  • Alfabetización mediática. La creación de un espacio radiofónico propio implica una inevitable toma de conciencia sobre como se elabora un mensaje para su emisión y comprensión mediática, así como la construcción, a través del montaje, de reportajes o noticiarios de uso habitual para el alumnado en su vida cotidiana.
  • Aprendizaje discursivo, que se produce a resultas de todo lo anterior debido a que, como no deja de ser lógico, la emisión de un discurso determinado, radiofónico o no, implica su construcción y toma de conciencia de las ideas que se pretenden transmitir.
  • Promueve la cooperación entre los alumnos. La creación de un programa radiofónico comprende varios procesos como la guionización, la locución, la grabación o la mezcla de sonido, estas tres últimas posibles a través de programas como Easy Voice, y que pueden adaptarse a las aficiones, apetencias, y cualidades de cada uno de los alumnos participantes.

Podcasting bajo la influencia del profesorado

Las cualidades pedagógicas del podcasting en el aula pueden variar en intensidad, o incorporar otras ventajas como el intercambio de ideas a partir de debates grabados pero, en cualquier caso, y ya sea para la elaboración de un programa de divulgación, entrevistas, o conferencias, dependen de algunos factores promovidos por el profesorado para que puedan desarrollarse plenamente:

  • La temática a tratar en sus respectivos podcasts debe ser decidido, en lo posible, por el propio alumnado, reforzando su aprendizaje significativo a través de sus propios conocimientos e intereses, y promoviendo el esfuerzo para que el resultado final sea de calidad.
  • Relacionado con lo anterior, y de cara a establecer un ya mencionado mayor grado de motivación para el alumnado, es muy recomendable que éste sea el creador de sus propios podcasts, y que no se vea relegado al papel de receptor.
  • Para una mejor organización que aproveche las facilidades que ofrecen las herramientas de creación de podcasts, es recomendable que los grupos de grabación sean reducidos en número, aunque siempre teniendo en cuenta la existencia de al menos un guionista, un grabador, un mezclador de sonido y un locutor, que pueden ser tanto la misma persona como varias para cada una de estas funciones.
  • Promueve la distribución mediante RRSS de los podcasts resultantes. Su difusión y escucha, a través de programas como Soundcloud, implica un desarrollo del sentido crítico y autocrítico del alumnado, pero también una mayor implicación personal en su trabajo y, en el mejor de los casos, un motivo de orgullo para sus responsables.

Aunque la calidad del resultado final del podcast es tan importante como secundario. Lo realmente esencial es que los diferentes procesos de aprendizaje que se desprenden del podcasting sean bien aprovechados por el alumnado, como queda explicado en este texto que esperamos que difundáis si os ha resultado inspirador para introducir el podcasting en vuestras aulas. Y, en el caso de que ya lo hagáis, os animamos a que compartáis vuestras experiencias con todos nosotros.

Fuente del Artículo:

Podcasting y educación: emisores de conocimientos

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