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Discapacidad y desarrollo infantil, el desafío del lenguaje intersectorial universal

06 de diciembre de 2016/Fuente: BID

En numerosas ocasiones hemos mencionado los desafíos de las naciones para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio; políticas mundiales que aúnan esfuerzos y que impactan en la protección del desarrollo infantil desde el embarazo. En este artículo hacemos énfasis en aquellos niños de mayor vulnerabilidad y riesgo por deprivación sociocultural, prematurez, desnutrición, enfermedades crónicas, pobreza, entre otras, que son potencialmente discapacitantes.

En el reporte mundial de la discapacidad se comparan prevalencias en el grupo etario infantil de distintos países. Esto quiere decir que se estudia el porcentaje de niños con discapacidad respecto al total de niños en cada país. Las fluctuaciones son excesivas y heterogéneas, yendo del 0,4% al 12% dependiendo del país. Esto se explica por:

  • La variabilidad de herramientas y métodos de evaluación.
  • La complejidad de realizar mediciones confiables para conocer la situación mundial de la infancia con discapacidad.
  • La conceptualización que cada país adopta respecto a la discapacidad, influenciando sus políticas y programas.

Lamentablemente, estas abismantes diferencias conceptuales y de terminología se asocian a la falta de identificación oportuna o diagnóstico temprano, que pueden prevenir o reducir el grado de discapacidad en el tiempo, sumado a insuficientes programas y unidades de apoyo dirigidos a intervenirlos.

Ya de por sí, el niño con discapacidad se encuentra desproporcionadamente expuesto a factores de riesgo como la pobreza, las enfermedades, el estigma y la discriminación, el estrés de su familia directa y cuidadores, institucionalización, violencia, abuso y abandono, sumado al acceso limitado a programas y servicios, principalmente de educación y servicios de rehabilitación; todo lo cual puede afectar significativamente su supervivencia y desarrollo, determinando su futuro, el de su familia y la sociedad.

Como hemos visto en otro artículo en este mismo blog, el desarrollo infantil se expone a determinantes sociales y condiciones de salud predictoras en muchos casos de discapacidad. Durante el análisis de estas variables los niños son evaluados, derivados, diagnosticados e intervenidos por diferentes especialistas, generalmente de sectores médicos (controles especializados y exámenes, información hospitalaria, tratamientos, controles de seguimiento), sociales (apoyo según nivel socioeducacional de cuidadores, mediciones de riesgos sociosanitarios, derivación a sistemas de protección), educacionales (adecuaciones curriculares, entorno inclusivo, niveles de aprendizaje) entre otras, los cuales generan abundante información multiprofesional de díficil comprensión o asimilación entre profesionales de diferentes áreas o sectores, que exacerba el estrés de los padres que viven con un hijo con discapacidad. Fíjate en la Figura 1, abajo.

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En las últimas décadas las Naciones Unidas han experimentado un cambio de perspectiva respecto al enfoque de discapacidad que ha pasado desde una aproximación médica y rehabilitadora, a una multidimensional basada en la protección de los derechos humanos, teniendo como necesidad, alcanzar la igualdad de oportunidades y trabajar para conseguir la plena participación de las personas con discapacidad en la vida social, educacional, económica, política y cultural.

Lograr un lenguaje universal basado en un modelo biopsicosocial, multidimensional e integrativo para  comunicarnos y colaborar intersectorialmente respecto a la discapacidad y funcionamiento humano, ha sido un desafío para la Organización Mundial de la Salud (OMS), que desde el año 2001, a través de la Clasificación Internacional del Funcionamiento de la Discapacidad y de la Salud CIF-OMS, busca mejorar estadísticas, indicadores, políticas e investigación a nivel internacional. Producto de las necesidades de los países respecto a aunar criterios conceptuales en infancia y adolescencia en el año 2007 esta clasificación se amplió con nuevos contenidos dirigidos a este grupo considerando el funcionamiento y sus cambios durante el crecimiento y desarrollo.

La CIF-OMS permite a quienes trabajan en infancia y adolescencia encontrar conceptos y definiciones relacionadas al desarrollo infantil, funcionamiento, discapacidad y retraso global en el desarrollo, identificando funciones orgánicas y estructuras corporales propias de ese grupo, como por ejemplo, el desarrollo del lenguaje, respuesta psicomotriz, control de emociones o actividades individuales como gatear, hablar, cantar, jugar, vestirse, que también se pueden evaluar en contextos participativos al interactuar con otros niños desde su ingreso a niveles pre-escolares en espacios adaptados a sus necesidades.

Esta clasificación y base conceptual de funcionamiento y discapacidad actualmente es aceptada y recomendada por la mayoría de los organismos internacionales vinculados a política (OCDE), economía (IBRD), infancia (UNICEF), educación (UNESCO) trabajo (OIT) entre otros; promoviendo que los países y sus respetivos ministerios la utilicen en sus políticas y programas en el ámbito de desarrollo infantil, con un lenguaje universal de fácil comprensión por los distintos sectores, profesionales y usuarios, mejorando la comunicación, diagnóstico, seguimiento, coordinación, gestión clínica, desarrollo de indicadores, levantamiento de estadísticas y análisis de salud, funcionalidad e inclusión social.

En este contexto, ¿crees que nos estamos entendiendo entre quienes toman decisiones, profesionales y familias cuando hablamos de infancia con discapacidad? Cuéntanos tu perspectiva en la sección de comentarios abajo o mencionando a @BIDgente en Twitter.

Daniel Cid es colaborador del Grupo Mundial de Referencia en Funcionamiento y Discapacidad (WHO-FIC)

Fuente: http://blogs.iadb.org/desarrollo-infantil/2016/11/29/discapacidad/?mc_cid=73cf167877&mc_eid=37402ddfd1

Imagen: https://carlatorrestabuenca.files.wordpress.com/2014/08/foto.png

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¿Puede América Latina unir fuerzas para mejorar la educación pública?

Por: Banco Interamericano de Desarrollo (BID)

América Latina ha estado experimentando un fenómeno único en los últimos años. Líderes empresariales y comunitarios han unido sus fuerzas en muchos países con un objetivo común: hacer del tema educativo una prioridad nacional y trabajar codo a codo con el sector público y privado para ofrecer ideas, conocimientos y recursos que mejoren la calidad de la educación.

La idea detrás de las organizaciones sociales que han surgido en muchos países latinoamericanos es que los ciudadanos también deben exigir y apoyar políticas educativas efectivas. Si bien la responsabilidad de brindar una buena educación a los niños recae principalmente en estados, escuelas y maestros, también los líderes de familias, comunidades y empresas deben comprometerse con ello.

En América Latina, la calidad de la educación aún está rezagada en comparación con países desarrollados y 23 millones de niños de 4 a 17 años ni siquiera asisten a la escuela. Considerando estas cifras, las organizaciones decidieron que el momento de actuar es ahora si quieren ver resultados en los próximos años. Y optaron por hacerlo de forma conjunta.

El 16 de septiembre, Brasilia, la capital de Brasil, atestiguó la creación de una red de organizaciones civiles y sociales que prometieron en su declaración constitutiva garantizar los derechos de los niños y jóvenes latinoamericanos, intercambiar conocimientos, aprender conjuntamente y unir sus voces en su lucha por una mejor educación.

Hay 13 organizaciones en esta red, cada una de un país diferente en la región: Argentina; Brasil; Chile; Colombia; Ecuador; El Salvador; Guatemala; Honduras; México; Panamá; Paraguay; Perú y República Dominicana. La red cuenta con el apoyo de la División de Educación y el Sector de Conocimiento y Aprendizaje del BID, que ha colaborado no solo en la creación de la red sino también en la estrategia de difusión de conocimiento entre sus miembros. Esta iniciativa también cuenta con la ayuda del movimiento brasileño “Todos por educación”, una exitosa iniciativa digna de ser contada.

Todo comenzó en 2007, cuando un grupo de líderes empresariales formó una alianza y estableció cinco objetivos que deben ser cumplidos para el año 2022. El primero de estos objetivos, por ejemplo, es asegurarse de que todos los niños brasileños entre 4-17 años no abandonen la escuela.

Luego, periodistas, artistas, académicos y otros líderes comunitarios fueron reclutados para apoyar los objetivos del programa en una masiva campaña pública que resaltó la importancia de preocuparse por la educación hoy, no mañana, aunque los resultados se vean a largo plazo.

Funcionó. Según una columna escrita por el periodista Andrés Oppenheimer en su libro “¡Basta de historias!”, una encuesta realizada en 2009 en Brasil reveló que ofrecer una buena educación se convirtió en la segunda prioridad más importante para la población, por detrás de los problemas de inseguridad.

Como tal, el gobierno del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva decidió adoptar los objetivos de “Todos por la educación” y dar a la organización el apoyo que necesita desde el sector público.

Hay más organizaciones –que ahora son parte de esta nueva red- que vienen trabajando sobre lo mismo en otros países. Por mencionar algunas: EducAr 2050 en Argentina ha estado trabajando desde 2002 para mejorar la calidad de la educación en el país; ExE Colombia también intenta hacer lo mismo con la ayuda de líderes empresariales, así como Mexicanos Primero México, fundada en 2005.

Ahora estos líderes cívicos y empresariales unieron sus caminos con la esperanza de que América Latina oiga su voz, en un llamado que sin duda resonará en todo el continente.

Fuente: http://www.iadb.org/es/temas/educacion/pueden-los-latinoamericanos-unirse-para-mejorar-la-educacion-publica,4176.html

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¿Qué necesitan los niños de América Latina para celebrar el día de la infancia?

22 de noviembre de 2016/Fuente y autor/BID/Ferdinando Regalia.

El 20 de noviembre se celebra el Día Universal de la Infancia en conmemoración a la aprobación de la Convención sobre los Derechos del Niño en el año 1989. Al pensar en todo lo que implica este día para los pequeños de América Latina y el Caribe, hoy quiero celebrarlos a través de una de mis mayores inspiraciones, Beatrice Vio o “Bebe” Vio, atleta paraolímpica y medallista de oro italiana de 19 años. Desde que conocí su historia y, particularmente, su infancia, no pude evitar hacer paralelismos con  todo lo que debemos hacer día a día para garantizar el cumplimiento de los derechos de muchos de los niños y las niñas de nuestra región.

Bebe nació sin problemas de salud y desde los cinco años practica esgrima. A los 11 años, fue hospitalizada debido a una meningitis que no podía ser controlada. Ya que el caso era de extrema gravedad, sus padres autorizaron varias cirugías que llevaron a la amputación de sus brazos y piernas. Luego de innumerables sesiones de rehabilitación para volver a valerse por sí misma, Bebe decidió no dejar la práctica de esgrima, en la que hoy, ocho años después, es medallista olímpica.

Si bien las adversidades en ningún caso pueden ser comparadas, la vida y éxito de Bebe y esa energía y positivismo que genera al hablar, me llevan a reflexionar sobre las adversidades y vicisitudes que enfrentan muchos niños en América Latina y el Caribe, sobre todo, aquellos que nacen y viven en situación de mayor vulnerabilidad. ¿Qué condiciones deben darse para que, a pesar de las adversidades, los niños y niñas sigan adelante con sus vidas? ¿Qué se puede hacer, desde el sector público y privado, para garantizar que tengan un desarrollo temprano de la mejor calidad para llegar a una adultez plena y productiva para sus familias y comunidades?

Tomemos el ejemplo de Bebe y hagamos tres reflexiones:

1. Construir la resiliencia: la resiliencia es la capacidad que tiene una persona de sobreponerse a circunstancias traumáticas y el caso de Bebe es, sin duda, un ejemplo de ello. Es este el punto que más llama mi atención. Me pregunto cómo influyen los padres, madres y cuidadores en la crianza diaria para desarrollar la resiliencia de los pequeños a largo plazo. La resiliencia no es algo que se lleva en los genes, es algo que se construye a lo largo de la vida desde la infancia temprana. La última serie de The Lancet hace hincapié en el “cuidado cariñoso y sensible a las necesidades del niño”, especialmente en los primeros años de vida. Esto garantiza que los pequeños inicien sus vidas en un ambiente estable con interacciones y relaciones cariñosas, es más, la ciencia lo identifica como un factor esencial para adquirir y construir resiliencia. Además, un acervo contundente de evidencia demuestra los beneficios de apoyar a los cuidadores, especialmente aquellos que viven en mayores condiciones de vulnerabilidad, en el desarrollo de sus competencias parentales y de cuidado para promover un mejor desarrollo psicosocial y cognitivo de los más pequeños. La buena noticia es que en la región de América Latina y del Caribe se están multiplicando las iniciativas programáticas públicas y privadas que adoptan este enfoque, no obstante existen todavía grandes retos  de cobertura y, sobre todo, de calidad.

2. Asegurar el acceso a intervenciones de salud preventiva de alta costo-efectividad: el problema de Bebe se originó con una meningitis, una enfermedad que pudo haber sido evitada con la vacuna Haemophilus influenzae tipo b (Hib), que tiene una cobertura del 90% en las Américas. A pesar de los grandes progresos logrados en las últimas dos décadas en materia, por ejemplo, de cobertura de vacunas, aún persisten disparidades regionales como consecuencia de: recursos limitados; prioridades sanitarias concurrentes; gestión deficiente de los sistemas de salud; y seguimiento y supervisión inapropiados. Todavía persisten en nuestra región brechas en cobertura efectiva de intervenciones claves de salud preventiva dirigidas a los ciudadanos más pequeños y estas se agudizan en las áreas con mayor concentración de pobreza y de más difícil acceso. No podemos bajar la guardia. Aún en el contexto de ajuste fiscal que muchos países de la región están enfrentando, el acceso efectivo a estas intervenciones debe de blindarse y es necesario que las autoridades realicen  esfuerzos constantes de información y educación para los padres y cuidadores sobre cuán indispensable es garantizarlas.

3. Reconocer y responder a las necesidades especiales: si Bebe no hubiera contado con los servicios adecuados para recuperarse luego de su enfermedad y volver a lo que más ama, no hubiera podido llegar a ser la atleta e inspiración que es hoy. En principio, para que un niño o niña con algún tipo de discapacidad cuente con las mismas oportunidades que sus pares, debe reconocerse que tanto el, como su familia, tienen necesidades comunes al resto de la población además del apoyo y cuidados especializados que necesitan dependiendo de su discapacidad. La prioridad de las políticas públicas de cuidado, aún aquellas de corte universal, deberían ser las familias en condiciones de mayor vulnerabilidad. A pesar de los importantes avances, este es el espacio de actuación donde mayores brechas existen en la región de América Latina y del Caribe y uno de los mayores frentes de “batalla” para asegurar sociedades inclusivas.

Aparte de estos puntos, hay muchas otras necesidades por las que debemos seguir nuestro trabajo para garantizar día a día que el 20 de noviembre sea un día de celebración para la infancia en nuestra región. ¿Qué significa celebrar el día de la infancia en tu comunidad? ¿Cómo podemos celebrar que muchos niños, al igual que Bebe, inspiran y motivan a otros a superar adversidades? Cuéntanos en la sección de comentarios abajo o mencionando a @BIDgente en Twitter.

Fuente: http://blogs.iadb.org/desarrollo-infantil/2016/11/15/dia-de-la-infancia/?mc_cid=bc4fed2590&mc_eid=37402ddfd1

Imagen:cnpost.com/wp-content/uploads/2016/11/screenshot-21-e1479662699768.png

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Foro BID-Sociedad Civil promueve diálogo sobre crecimiento sostenible en América Latina y el Caribe

Centro América/República Dominicana/10 de noviembre de 2016/Fuente: BID

Representantes de la sociedad civil, sector público y sector privado de la región se reúnen por dos días en la República Dominicana

***El evento se transmite en vivo por Livestream los días 8 y 9 de noviembre***

 – Más de 400 representantes de organizaciones de la sociedad civil de América Latina y el Caribe se reunieron en la capital de la República Dominicana para el inicio de un debate animado de dos días sobre nuevas e innovadoras formas de garantizar el crecimiento sostenible en la región y así mejorar vidas para esta y futuras generaciones.

En la edición XVI de la Reunión Anual del Grupo BID con la Sociedad Civil los participantescolaboraron activamente en la búsqueda de nuevas alternativas ante los obstáculos al desarrollo que enfrenta la región, mediante el uso de nuevas tecnologías, la innovación, y un sistema impositivo más justo y eficiente.

En la amplia agenda del encuentro, los días 8 y 9 de noviembre, se dieron la tarea también de examinar la necesidad de prepararse para el fenómeno del cambio climático, que representa un gran desafío a las economías de la región, que dependen mucho de la producción agrícola y del turismo y son vulnerables a cambios extremos en las condiciones climáticas. Otros temas en la agenda incluyen género y violencia, y la inseguridad vial y su impacto en la salud pública.

“Para alcanzar un crecimiento sostenible es necesario que innovemos cada vez más”, dijo Alexandre Meira da Rosa, Vicepresidente de Países del BID. “Las nuevas tecnologías podrán ayudarnos a encontrar respuestas a los grandes retos que enfrenta nuestra región, pero al mismo tiempo tenemos que trabajar juntos para asegurar que las soluciones sean amigables para el medio ambiente y sostenibles a largo plazo”, añadió.

El BID, desde sus 26 oficinas de Representación alrededor de la región, mantiene un relacionamiento permanente con organizaciones no gubernamentales y otros actores de la sociedad civil a fin de promover intercambios y avances sobre temas de desarrollo. Como parte de ese diálogo, organizan encuentros regionales en diferentes países de la región. También participan en esta reunión representantes del Gobierno de la Republica Dominicana, participantes provenientes del sector privado y sector público, además de especialistas del BID.

Este año, una novedad fue la organización de un Ideatón, una metodología de colaboración abierta diseñada para idear respuestas innovadoras para resolver temas de políticas fiscales en la región, a fin de mejorar la recaudación y así poder financiar programas esenciales de desarrollo.

Entre los ponentes invitados a la jornada figura Doris Sommer, una académica de la Universidad de Harvard, conocida por sus investigaciones sobre las ideas disruptivas para el desarrollo social que han impulsado algunos líderes políticos y artísticos de América Latina y otras regiones del mundo.

Fuente: http://www.iadb.org/es/noticias/comunicados-de-prensa/2016-11-08/bid-y-sociedad-civil-debaten-el-crecimiento-sostenible,11637.html

Imagen: estaticos.efe.com/efecom/recursos2/imagen.aspx?lVW2oAh2vjNsq4cPmWLF73s7JeyEKPUGQ4TncnkXVSTX-P-2bAoG0sxzXPZPAk5l-P-2fU5UgRAmOKI1jN9c8vS8fRahZg-P-3d-P-3d

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