Propuestas educativas para el Plan Nacional de Desarrollo

Por: César García García

En México el Plan Nacional de Desarrollo (PND) es un documento de política que define el rumbo del país cada sexenio. El presidente en turno tiene los primeros meses de su gobierno para presentar el PND de donde se desprenden los programas con los cuales se van a regir las distintas dependencias. La fecha en que se entregará el próximo PND será el 30 de abril del 2019.

La hechura del PND y el respectivo Programa Sectorial de Educación suponemos tendrá varios componentes: un diagnóstico de los problemas nacionales, las propuestas de campaña (que aparecieron en El Proyecto de Nación), así como los acuerdos y compromisos políticos hechos con distintos actores sociales.

En un breve recuento de propuestas para educación el presidente Andrés Manuel López Obrador lanzó a finales de diciembre del 2018 una iniciativa de reforma al artículo 3ro constitucional. Días después la Comisión de Educación y puntos constitucionales de la Cámara de Diputados invitaron a participar en dicha iniciativa.

En este marco también un grupo de la sociedad civil, especializados en política educativa organizó la Red de Educación y Derechos (RED), la cual tuvo eco en la Cámara de diputados gracias a la capacidad de interlocución con distintas facciones parlamentarias. La propuesta de la Red de Educación y Derechos le queda un largo camino (ejemplo, que pase por los Congresos Estatales para su aprobación) con obstáculos (como el bloqueo de la CNTE) y es probable que ni siquiera llegue a la meta.

Sin embargo, cualquiera que sea el resultado vale la pena exponer la propuesta de la Red de Educación y Derechos vertida en el documento de trabajo Más allá de los sexenioseducación innovación y sustentabilidad (2018) para participar en la contienda por la educación.

El documento de trabajo de la Red de Educación y Derechos parte de una prospectiva y escenario de futuro a través de dos preguntas clave: ¿qué se requiere para mejorar el sistema educativo? y ¿cómo generar una política educativa de estado de carácter transexenal? El documento expone como problema y punto de partida que las políticas educativas -y como parte de ella las reformas y los programas que se le desprenden- están influidas por las agendas de los distintos actores políticos, y muchas veces circunscritas a un sexenio.

Pero, se podría mejorar las políticas educativas en una perspectiva más amplia que los sexenios al menos con tres consideraciones.  La primera, definir principios y fundamentos comunes (independientemente de convicciones partidistas), y tomar en cuenta el aprendizaje de lo que funciona en una reforma educativa.

¿Qué principios y fundamentos comunes podrían operar? A manera de ejemplo, la educación como un derecho y una responsabilidad fundamental de todos los seres humanos; la niñez como centro de las políticas educativas; los profesores como agentes primordiales de la calidad educativa; el combate a la desigualdad, la exclusión y la pobreza por medio de la educación, etc.

Respecto al aprendizaje de lo que funciona y de lo que podría mantenerse valdría considerar que “las políticas, las reformas y los programas que de ella deriva tienen aciertos y también muestras insuficiencias, pero no deben ser objeto de sustitución (aunque cambien los gobiernos), sin tomar en cuenta los aprendizajes, aciertos y desaciertos derivados de su implementación” (p.6).

La segunda consideración para una política educativa transexenal sería la integración de los logros de reformas educativas anteriores respondiendo a errores detectados y transformaciones de la sociedad contemporánea. Ejemplos en esta Reforma Educativa, poner de relieve la necesidad de asegurar que los docentes tengan los conocimientos y capacidades necesarios para el desarrollo de la profesión, y la asignación de plazas docentes mediante concursos abiertos centrados en la comprobación de competencias.

Una tercera consideración sería involucrar a los distintos sectores sociales en el desarrollo eficaz de una política educativa de Estado. Lo que implicaría tomar en cuenta la participación de los medios de comunicación, familias, agrupaciones políticas, centros de trabajo, organizaciones de la sociedad civil, universidades, empresas, etc.

Ejemplo de este involucramiento “Los espacios públicos de distinta manera pueden enriquecerse, en su diseño y funcionamiento, como espacios educativos. En especial bibliotecas, los museos, los centros deportivos, las plazas públicas y los centros comerciales ofrecen múltiples oportunidades para desarrollo deliberado de experiencias de contenido educativo” (p. 19).

Respecto a los actores sociales, un ejemplo. “Los medios de comunicación tienen oportunidades inexploradas para contribuir al desarrollo de la educación de múltiples maneras. La capacidad que ejercen para seleccionar mensajes y presentar modelos de comportamiento implican una gran responsabilidad educativa” (p. 20). Vale comentar el ejemplo, no en términos de lo que son y lo que hacen, sino de lo que podrían hacer estos actores sociales con principios y fundamentos educativos comunes.

En suma, la propuesta de la Red de Educación y Derechos para la Reforma Educativa es: Mantiene, Mejora e Innova. No he tenido espacio para describir las propuestas de contenido específico, pero ojalá sea una invitación a la lectura del documento en extenso.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/propuestas-educativas-para-el-plan-nacional-de-desarrollo/

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La producción de conocimiento educativo en el TecNM

Por: César García García

El Tecnológico Nacional de México (TecNM) es un organismo descentralizado que tiene a su cargo 254 Instituciones en los cuales se ofrece educación superior de corte tecnológico. Prácticamente se trata de una gran y compleja estructura administrativa que provee la mayor formación de ingenieros en México, pero que no sólo ejerce funciones de docencia, sino también de investigación y producción de conocimiento.

Con este marco para el campo de la educación ¿qué hay en torno a las revistas educativas que produce el TecNM? Pese al tamaño del TecNM, en este hay un gran pendiente considerando que se tiene sólo algunas revistas educativas digitales: Revista Desarrollo Regional, Tlahuizcalli, Pistas Educativas y Coloquio de Investigación interdisciplinaria.

La Revista Desarrollo Regional está a cargo del Instituto Tecnológico de Oaxaca. El problema es que sólo se localiza la convocatoria de la revista, pero el primer volumen no aparece en la Web. Por su parte, la revista Tlahuizcalli es producida por el CIIDET -un Centro de Investigación en Educación técnica único en su tipo en Querétaro-, se trata de una revista de divulgación científica que se crea en el 2015 que abarca temas varios hasta noticias propias del trabajo en la institución.

En el caso de la Revista Pistas Educativas y Coloquio de Investigación Educativa comparten su interés en ser revistas científicas arbitradas. La primera se crea en el Instituto Tecnológico de Celaya, su edición impresa es de 1981 y hasta el 2014 pasa a formato digital. Mientras la Revista Coloquio de Investigación Interdisciplinaria se encuentra bajo el cobijo del Instituto Tecnológico de Orizaba.

Sin embargo, el talón de Aquiles que comparten en común Pistas Educativas y Coloquio de Investigación Educativa, es que, pese a buscar ser revistas científicas arbitradas tienen cosas por remediar, como su carácter multidisciplinario, extensión y arbitraje.

La Revista Pistas Educativas se ha vuelto un espacio donde se publican los trabajos de investigadores en el área de ingeniería. Algo similar ocurre con Coloquio de Investigación Educativa que tiene ocho áreas, cinco dedicadas a la ingeniería, una a los sistemas computacionales y una a la investigación educativa. El problema de esto es su extensión.

Para ser más claro. En el último volumen de Pistas Educativas (volumen 39, número 128, 2017), por ejemplo, se tenía que se habían enviado 184 artículos, de los cuales fueron publicados 147 artículos. ¿Qué significa esta cifra?  Para imaginarlo de manera llana, la revista tiene 1677 páginas. Una cantidad impresionante que sería difícil imaginar en edición impresa.

¿Cómo puede explicarse esta particularidad? Si nos apoyamos en las estadísticas que ofrece Pistas educativas tenemos, por un lado, que un 97% de los trabajos fueron aceptados y que se necesitaría una gran cantidad de revisores por pares para esta tarea. Por otro lado, los artículos arbitrados por pares sólo fueron 97, es decir la mitad. Obviamente no hay  grupos de pares que revisen tal cantidad.

El caso de la revista Coloquio de Investigación Educativa es similar a Pistas Educativas, son tantos los temas que la extensión de la revista alcanza cifras desproporcionadas, el último volumen tenía 1935 páginas (volumen 05 No 2, 2017).

En suma, el problema del TecNM en torno a la producción del conocimiento en educación:  son pocas las revistas educativas digitales, son de divulgación científica, y en el caso de las revistas que pretenden ser revistas científicas el arbitraje por pares es limitado, no forman parte de los índices de revistas de calidad reconocidas por organismos como CONACYT, entre otros.

Todo esto tendría que considerarse por el TecNM por que se necesitan espacios abiertos y de calidad donde profesores investigadores quieren y buscan publicar sus trabajos e ideas.

Fuente del Artículo:

La producción de conocimiento educativo en el TecNM

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Los retos de la educación en México: congreso 2017

por: César García García

Hace dos semanas salió la convocatoria del congreso “Los retos de la educación superior en México” La gestión del conocimiento y de las instituciones educativas” emitida por la Universidad Marista de Querétaro y el Instituto Queretano San Javier para festejar los 200 años de la presencia marista en el mundo y 75 años en México.

Uno de los propósitos del congreso es conjugar el interés por la educación desde perspectivas de lo público y lo privado, y en distintos niveles que van desde lo local, regional, nacional e internacional. Para ello, se han definido cinco ejes temáticos.

El primer eje temático plantea el reto de la gestión del conocimiento en un marco más amplio como la denominada sociedad del conocimiento o las ciudades del aprendizaje. Desde hace un buen rato, el CONACYT (e incluso la SEP) ha incorporado este discurso como fundamento conceptual sobre el que se edifican programas de formación e investigación, pero ¿Qué significa eso que denominamos sociedad del conocimiento y cómo trabajar en su gestión?

El segundo reto, es la educación privada en México. El año pasado la ANUIES, autoridades de la SEP y del senado de la república convocaron a un foro el 03 y el 09 de marzo para analizar la legislación mexicana de la educación superior. En este evento se planteó la vigencia de la legislación y la necesidad de actualizar la ley general de educación superior (La jornada, 11 de marzo, del 2016), que dicho sea de paso, data de 1978.

También se planteó en dicho foro ¨las bases jurídicas para asegurar la pertinencia y calidad de la educación superior, así mismo las bases jurídicas que se deben establecer para la planeación, coordinación y evaluación de la educación superior.  ¿En este foro se consideró a las Instituciones de educación superior privadas? ¿Habría que pensar la regulación de la calidad y la pertinencia de las universidades privadas con y sin fines de lucro (como el caso Laureate-UVM), las que están y no están acreditadas, las que son privadas y laicas, pero también las de inspiración religiosa?

Eduardo Ibarra Colado (1957-2013) sostenía como una de sus tesis que poco se conocía de las universidades, a lo más se tenía una idea de la universidad. Esta tesis dio origen a los cuatro estudios sobre las universidades públicas mexicanas -que realizó con varios colegas y que al final es conducido por Angélica Buendía- y la existencia de una estupenda base de datos para conocer el pulso de las universidades públicas mexicanas, el Laboratorio de Análisis Institucional sobre las Universidades Públicas Mexicanas, LAISUM.

En este tenor, a mi juicio conocemos ahora un poco de las universidades y de sus funciones sustantivas, sobre todo de la docencia y la investigación, pero son realmente retazos. Por ejemplo, ¿qué sabemos sobre la última función sustantiva de la universidad, en este caso: la vinculación, la extensión y la difusión?, ¿Las universidades privadas laicas y de inspiración religiosa promueven la vinculación, la extensión y la difusión? Estas son sólo algunas preguntas que forman parte del tercer reto que se plantea en el congreso.

En el caso del cuarto reto, la UNESCO ha introducido un nuevo tema en la agenda educativa una vez que la educación ha dejado de ser un proceso cerrado y que más bien se presenta como abierto y permanente: la educación a lo largo de toda la vida. Dentro de este punto, hay varios temas por considerar: las propuestas filosóficas, las políticas y prácticas educativas, los modelos educativos, y por supuesto el tema de la reforma y el modelo educativo, que dicho sea de paso aparecerá en versión corregida y amentada en este mes de febrero. En el caso del quinto reto, no puede quedar fuera la oferta educativa no escolarizada y los modelos educativos innovadores. ¿Las instituciones educativas en general están preparadas para este nuevo reto?

Finalmente, ¿Quiénes son los invitados? La respuesta es, todos, estudiantes, profesores, investigadores, funcionarios de instituciones educativas públicas y privadas. De la misma manera nos acompañarán conferencistas magistrales con visiones abiertas y distintas posturas intelectuales, religiosas, políticas y sociales. La primera prueba del congreso será mostrar el poder de convocatoria de la red marista en México.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/los-retos-de-la-educacion-en-mexico-congreso-2017/

Imagen: www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2014/04/Estudiantes-de-Primaria-800×533.jpg

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Premios y reconocimientos en educación

Cesar García García

Los premios o reconocimientos sirven para reconocer al autor y su obra, por su carisma, ingenio y talento. También los premios y reconocimientos en educación deberían ser indisociables entre el autor y su obra, así como para reconocer su contribución importante a la humanidad.

Pero los reconocimientos  en educación son pocos y más bien se hacen a la figura pública y no a la obra educativa y pedagógica que el autor deja como legado. El premio Nobel, el Premio Nacional de las Artes, incluso la medalla Belisario Domínguez son sólo algunos ejemplos del nulo o poco reconocimiento a la educación.

El premio Nobel es un legado de Alfred Nobel a raíz de que el mayor de sus inventos le generaron algunos dilemas éticos ocasionados por el accidente vinculado al uso químico de explosivos -en el cual murió el hermano más joven-, y un obituario donde por un error y confusión con otro hermano que había fallecido, apareció en un periódico francés la frase: “ha muerto el mercader de la muerte”. (Bio, Alfred Nobel. Biography, abril del 2016).

Alfred Nobel profundamente afectado por ambos sucesos, como parte de su voluntad y testamento, dedicó una parte importante de su fortuna a generar el premio que llevaría su nombre para reconocer las mejores contribuciones a la humanidad en química, física,  literatura, medicina,  paz, y posteriormente economía. Actualmente es difícil imaginar un premio Nobel para educación, aún y cuando todos los líderes del mundo reconozcan a la educación como factor de paz, desarrollo, progreso, competitividad, etc.

A nivel mundial también se han generado otras distinciones por las contribuciones del autor y su obra a las esferas de la ciencia, el arte y la cultura. La medalla Fields por las aportaciones sobresalientes al mundo de las matemáticas. El premio Pullitzer para periodismo. Los premios Oscar para el cine. El premio Cervantes en literatura (que por cierto acaba de ganar el mexicano Fernando del Paso) y un largo etcétera.

¿Qué hay en el caso de México? A nivel gubernamental, la SEP, otorga un reconocimiento (simbólico y económico) a los docentes por su trayectoria de 10, 15, 20, 35 y 50 años de servicio. Pero aquí se reconoce el trabajo y la actividad, no la obra.

En el caso del Premio Nacional de Ciencias y Artes, se hace para todas las áreas: tecnología y diseño, bellas artes, lingüística, literatura, ciencias físico matemáticas y naturales, historia, ciencias y filosofía, artes y tradiciones populares. Pero no a educación. Quizá la única excepción fue  la entrega del premio Nacional de Ciencias y Artes a Pablo Latapí Sarre en 1996, fundador de la investigación educativa en México.

Respecto a  la medalla Belisario Domínguez, con un poco más de justicia se le dio este reconocimiento a personajes  como Jaime Torres Bodet, Javier Barros, Miguel León Portilla, entre otros. Pero incluso esta medalla se ve opacada en el presente cuando el Senado de la República reconoce más a  empresarios y filántropos, que a personas que contribuyen con su obra a la educación.

Finalmente, también las propias instituciones educativas, sindicatos (el SNTE, por ejemplo) y las asociaciones civiles (como  la ANUIES, el COMIE o Mexicanos Primero) han intentado reconocer la labor educativa, al autor y su obra, al crear reconocimientos y premios por investigación o docencia. Pero estos reconocimientos son parroquiales que nos invitan a pensar en un reconocimiento mayor.

Por ello, cabe considerar reconocimientos que podrían emular a personajes históricos de la educación de la talla de Comenio, Peztalozzi, Rousseau, Freire, Piaget, por mencionar algunos. A nivel nacional también se pueden plantear reconocimientos en educación y en honor a José Vasconcelos, por contribuciones a la alfabetización; o a Justo Sierra, por el impulso a la universidad.

Lo anterior, es sólo por mencionar la lista de algunos que no sólo fueron funcionarios en educación o empresarios filántropos  sino que contribuyeron con su obra a la educación, y de ahí a la ciencia, la cultura, el arte y el desarrollo de un país.

Poscriptum.

-El 22 de abril se festeja el día de las educadoras en honor al pedagogo alemán Federico Froebel, la conmemoración la promueve el SNTE.

-En México el 15 de mayo se festeja el día del maestro. La fecha coincide con la historia de Juan Bautista La Salle y en México con la fecha histórica de la toma de Querétaro que data de 1918.

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/premios-y-reconocimientos-en-educacion/

Fuente de la imagen:http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2014/11/Pablo-Latapí.jpg

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Las Universidades públicas estatales: modelos de financiamiento

Cesar Garcia Garcia

Desde la segunda mitad del siglo XX hasta mediados de los años 80 el financiamiento de las universidades públicas mexicanas descansaba en los  recursos públicos otorgados por el Estado, o para decirlo de manera más precisa, por parte del gobierno federal. En aquellos años, la forma en que se asignaban los recursos a las universidades públicas estatales dependía aparentemente de un solo elemento estructural, el tamaño de la institución que se medía por la matrícula estudiantil o por la plantilla del personal.

Pero a este criterio de asignación del presupuesto, se le sumó un elemento político. Esto explicaba la asignación de presupuestos con base en la localización geográfica de la universidad, el nivel de políticidad (o de conflicto social) que podía generar una institución y el acuerdo entre autoridades universitarias y autoridades gubernamentales. Tal forma de asignación tuvo varias críticas precisamente por las reglas poco claras que se derivaban de esa dimensión política donde predominaban la inequidad y los acuerdos discrecionales.

Derivados de las críticas a este modelo de asignación del financiamiento y en el marco de una crisis económica nacional, el modelo de asignación del financiamiento cambió en los años 90, con base en criterios racionales de planeación y evaluación.

En este nuevo modelo de financiamiento del Estado al presupuesto de las universidades públicas estatales (y que es el modelo que predomina hasta nuestros días) se establece a partir de dos formas: un financiamiento ordinario, que palabras más palabras menos, es para el gasto corriente (pago de sueldos y salarios)  de las instituciones; y un financiamiento extraordinario,  que se establece a través de diversos programas para modernización e infraestructura (FOMES), docencia e investigación (PROMEP) evaluación y acreditación (FIUPEA/PIFI), y otros rubros.

De acuerdo a Javier Mendoza, uno de los expertos en temas de financiamiento, tales programas de financiamiento extraordinario también pueden ordenarse, en cuatro categorías: fondos para mejorar y asegurar la calidad; fondos para ampliar la cobertura; fondos para la equidad; y fondos para atender problemas estructurales.

Ambas formas de financiamiento, ordinario y extraordinario, son implementados por el gobierno federal. Sin embargo, en este modelo aparece un nuevo actor educativo, la participación de los estados o entidades federativas. ¿Qué quiere decir esto? Básicamente que el gobierno federal no es la única instancia que otorga el financiamiento, sino los estados con la misma forma: financiamiento ordinario, para el gasto corriente de las instituciones; y financiamiento extraordinario, que desde el 2008, es ofrecido a través de distintos programas.

¿Qué porcentaje de financiamiento (ordinario y extraordinario) aporta el gobierno federal y el gobierno estatal para las universidades públicas estatales? Javier Mendoza (2011) en un excelente libro titulado, Financiamiento de público de la Educación Superior en México,afirmaba al respecto: “las proporciones que representan el subsidio ordinario federal y estatal de cada universidad son variables y se establecen y formalizan a través de un convenio tripartita anual suscrito por el gobierno federal, el gobierno estatal y la universidad respectiva”.

Básicamente, dice Javier Mendoza, las 34 universidades públicas estatales existentes en el país tienen una aportación financiera de los gobiernos de los estados que van de 10% al 52%. De este campo, sólo unas cuantas universidades tienen un financiamiento estatal que se encuentra entre el 40 por ciento y el 50 por ciento. Los casos son: la UABC, la U. de G., la UAEM-México, la U. de Sonora y la U. Veracruzana.

¿Qué efectos ha tenido que una mayor aportación a las universidades estatales la hagan los gobiernos estatales? La intención, al parecer es tener un justo financiamiento en función de los bienes que aporta la universidad a cada una de las regiones donde se encuentra. Sin embargo, también parece que empieza a parecer la carga económica para algunos estados y un peso político de negociación (o disputa) entre la universidad y la entidad federativa respectiva.

¿Casos? Vale mencionar brevemente dos. El primero es la Universidad de Guadalajara que en el 2010 el gobierno del estado de Jalisco le adeudada alrededor de 700 millones. El segundo caso se trata de la Universidad Veracruzana, que en este año el gobierno de esa entidad federativa no ha liberado los recursos financieros para la operatividad de la institución (Nota de Erik Juárez, Educación Futura, 26/11/2015). La deuda que tiene el gobierno del Estado con la U. Veracruzana ronda los 1,300 millones de pesos (Nota de Leticia Rosado, Central Noticias, Imagen del Golfo, 26/22/2015,), aunque también se sostiene que la cifra es cercana a los 2 mil millones (Miguel Ángel Casillas, Educación Futura, 16/11/ 2015).

La cantidad, aunque imprecisa, es más que significativa del presupuesto total de la Universidad Veracruzana que va para para sueldos y salarios y programas de calidad, infraestructura, docencia, etc. El asunto, sin duda, pone en riesgo la estabilidad de la universidad veracruzana.

La rectora de esa institución dice que han buscado las vías institucionales para el pago del adeudo a la Universidad y con ello evitar la presión de las manifestaciones y salir a las calles. Con la primera medida, al parecer los recursos se entregarán. Pero, ¿habrá que pensar en otros casos de conflicto entre universidades y entidades federativas, sobre todo cuando se avecina el recorte del presupuesto federal? ¿Será imaginable (como dice Juan Carlos Yañez,Educación Futura, 04/12/2015) y posible otras alternativas de financiamiento, como la generación de ingresos propios, que complementen el financiamiento de las universidades públicas estatales? En la próxima entrega tocaremos este tema.

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/las-universidades-publicas-estatales-modelos-de-financiamiento/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2015/04/alumnos_universidad-e1440082428209.jpg

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Plagio y deshonestidad académica: los Plagiosos

César García García

Hace unas semanas apareció en la revista Perfiles Educativos (Número 154) un suplemento especial dedicado al plagio académico. El tema es de especial relevancia porque los casos de plagio se repiten en todos los niveles y espacios y nos obliga a preguntarnos ¿quiénes son y qué podemos hacer para revertir estas prácticas?

Respecto a quiénes son los plagiosos hay toda una tipología que abarca a investigadores, funcionarios y estudiantes. El año pasado presentaba aquí en Educación Futura (06/08/ del 2015) la noticia de dos investigadores que fueron expulsados del Sistema Nacional de Investigadores del CONACYT por haberse demostrado problemas de un plagio sistemático y deliberado.

Recientemente apareció el caso del presidente de la república que había plagiado su tesis con la que obtuvo su grado de licenciatura. Las formas de cubrir el plagio llevaron a niveles inimaginables. El vocero presidencial dijo que “era un problema de estilo”. El secretario de educación, dijo que se trataba de un asunto que no era trascendente ni importante. La misma institución de la cual egresó el presidente de la república dijo, palabras más palabras menos, que nada se podía hacer (Pedro Flores, El antimodelo Educativo, Educación Futura, 01/09/ del 2016). Para rematar, el mismo presidente de la república en su IV informe de gobierno, frente a estudiantes que le increparon el problema del plagio de la tesis, reiteró “pude cometer algún error metodológico, pero nadie me puede decir que plagié la tesis” (Excelsior, versión digital, 01/09/2016).

Otro caso de plagio fue la del director de la Facultad de Estudios Superiores Aragón de la UNAM. El director de la Facultad cometió plagio en su tesis de maestría y tuvo que renunciar, pero argumentó que la renuncia se debía como resultado de una “reflexión personal” (Emir Álvarez, La jornada, versión digital, 06/09/2016). El tema fue expuesto públicamente por el claustro del personal académico de carrera de esa facultad.

A la lista podemos anexar el plagio académico del ex titular de la SEP y del CONACYT, Fausto Alzati, al colega Germán Álvarez (Erick Juárez Pineda, Educación Futura, 22/09/2016). La respuesta de Fausto Alzati fue por demás cínica comentando en su cuenta de twitter “No cité la fuente porque sólo dispongo de 3,600 caracteres y se trata de un comentario periodístico, no académico” y “no hay nada que denunciar. En efecto copié el texto de Álvarez Mendiola. Quise darle mayor difusión”

Un mayor número de casos que se dan en la academia en Hispanoamérica son expuestos por un interesante espacio que se encuentra en http://www.plagiosos.org/. Ahí podemos encontrar noticias, estudios de caso, videos e investigaciones en curso sobre el plagio. En este espacio cada uno de los interesados puede conocer más de lo que sucede en el mundo académico y también puede denunciar públicamente.

Pero en todo esto ¿qué hacer ante un número cada vez más creciente de plagiosos? En todos los casos (de estudiantes, profesores y funcionarios) debería haber reglas muy claras de castigo y cumplirse, y aquí las propias instituciones educativas tienen un papel central.

En cuanto a los estudiantes, dado que están en proceso de formación, quizá una manera consista también en no dar por hecho la acción correcta de los individuos. El punto es explicarles la importancia de la ética y la honestidad y las consecuencias de no hacerlo. Sobre advertencia no hay engaño. Pero además darles a los estudiantes las herramientas de cómo citar para que puedan elaborar sus textos académicos de manera correcta y honesta. Tan sencillo como esto.

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/plagio-y-deshonestidad-academica-los-plagiosos/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/10/plagio-620×330.jpg

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El Tecnológico Nacional de México y el Modelo de Formación Dual

Por Cesar Garcia Garcia.

El Tecnológico Nacional de México (TNM), por elemental que parezca, no es una institución educativa cuyo fin sea exclusivamente la enseñanza. Propiamente el TNM es un organismo administrativo público desconcentrado de la SEP. Lo que significa que tiene funciones académicas, de investigación y administrativas. Es en ese sentido que se hace cargo de un conjunto de institutos, centros y unidades de docencia e investigación.

Que el TNM sea un organismo público desconcentrado de la SEP explica por qué viene a sustituir a la Dirección General de Educación Superior Tecnológica (DGEST) y el Tecnológico tenga como parte de sus atribuciones, autenticar los certificados, títulos o grados que se expidan por las instituciones educativas particulares que presten los servicios de educación superior tecnológica oficiales.

Sin embargo, una de las diferencias entre el TNM y la ex DGEST es su modelo educativo. La DGEST tenía hasta hace poco el modelo por competencias. Por el contrario, el TNM, considera un contexto mundial y nacional donde se vuelve una exigencia la relación entre educación y mercado laboral. Con base en este marco el TNM, por un lado, fortalece la creación de carreras de corte tecnológico vinculadas al sector productivo, y por otro lado, establece un nuevo modelo educativo, en este caso el Modelo de Formación Dual (MFD).

El MFD es una propuesta educativa profesional de origen alemán de los años setenta, que nace en la empresa y que pretende vincular educación y trabajo. En el caso de México, la propuesta del modelo educativo dual se establece desde el gobierno mexicano con ayuda de COPARMEX y CAMEXA bajo el denominado Modelo Mexicano de Formación Dual (MMDF).

A partir del 2013 el MMFD ha pasado de propuesta a prueba piloto a nivel bachillerato tecnológico, CONALEP y CECYTES; y ahora pretende o parece extenderse a universidades politécnicas, tecnológicas y al TNM.

De acuerdo a la página web oficial del CONALEP las características de este modelo, al menos aplicadas (o que se pretenden aplicar) al subsistema de educación media superior implican: evitar las carreras saturadas y la falta de experiencia o competencia de los egresados; vincular la teoría (que se da en la escuela) y la práctica (que se da en la empresa) en un porcentaje 20/80; establecer una experiencia de formación dual de uno a dos años en la empresa (según la modalidad); volver al estudiante un aprendiz y responsable de sus funciones al ubicarse en un puesto de trabajo dentro de la empresa; transferir  el aprendizaje escolar al lugar de la aplicación;  colocar al instructor que se encuentra en la empresa como figura principal educativa; y evaluar las competencias (y aprendizajes) mediante reportes semanales sumado a procesos de certificación empresarial.

Según la SEP con el MMFD, se esperan beneficios compartidos. Los estudiantes tienen una vinculación con la empresa, tienen las competencias necesarias, una certificación externa y además un apoyo económico a través de la beca salario que ofrece. Por parte de escuela, los beneficios serían la constante actualización de planes y programas de estudio, las altas tasas de empleabilidad de los egresados y una menor deserción. En el caso de la empresa, los beneficios serían contar con personal capacitado, un ahorro de costos por reclutamiento/inducción/entrenamiento, disminución en la rotación de personal y el aumento en la productividad y calidad de los productos y procesos.

Con esta prospectiva se puso en marcha el proyecto piloto del MMDF en el ciclo escolar 2013. En la implementación participarían 12 entidades federativas, 150 empresas, 50 planteles CONALEP y alrededor de 1000 alumnos (Canales, Campus Milenio, No 521), con apoyo económico (becas) de alrededor de 4,000 mil pesos, que quedaría al final en 2 mil pesos y se haría a unas cuantas carreras (electromecánica industrial, máquinas y herramientas, mecatrónica, informática, administración, hospitalidad turística).

Nuevamente con la información de la página web oficial de la SEP a dos años de distancia ya se cuenta con varios centros empresariales COPARMEX que operan en 17 estados (Baja california, chihuahua, Coahuila, Guanajuato, Estado de México, Monterrey, SLP, Sinaloa, Tlaxcala, Veracruz, Colima, Chiapas, , DF, Puebla, Querétaro y Tamaulipas). Pero aún no se ha extendido a todo el sistema de educación media superior, y ya aparece como modelo en  el TNM.

Ante esta realidad vale la pena pensar el modelo de formación dual, desde dos ángulos. El primero, como problema o reto de implementación en un sistema tan grande que actualmente contempla 266 instituciones distribuidas en 126 institutos tecnológicos federales, 6 centros y 134 tecnológicos descentralizados que atienen a un aproximado de 500 mil estudiantes. El segundo, hacia dónde apunta la formación y el sentido de la educación superior en el país.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/el-tecnologico-nacional-de-mexico-y-el-modelo-de-formacion-dual/

Imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/02/conalep-300×225.jpg

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