La economía de la paz y la importancia de la ciencia, la tecnología y la innovación

Por:  Clara Inés Pardo Martínez

La ciencia, la tecnología y la innovación son importantes para una recuperación económica rápida y sostenible en las zonas más afectadas por el conflicto.

En la resolución pacífica de los conflictos y la transformación de la sociedad, la ciencia y la tecnología son claves, en la medida que contribuyen y aportan en lograr un desarrollo sostenible, la creación de empleo, mayor cohesión social y mejores perspectivas para construir la paz, al fomentar el emprendimiento, la innovación, el desarrollo de tecnologías de punta y el desarrollo tecnológico de los sectores productivos.

La ciencia, la tecnología y la innovación (CTI) son importantes para una recuperación económica rápida y sostenible en las zonas más afectadas por el conflicto, al promover nuevas actividades productivas, fomentar mejoras en capacidades y fomentar procesos que promuevan nuevos ingresos, lo que permitirá garantizar ingresos, fortalecer actividades rentables, evitar actos violentos y que se regrese al conflicto, al garantizar una inclusión social efectiva, mayor igualdad en la sociedad y transformación efectiva de los ciudadanos al valorar la paz como una estrategia de desarrollo y crecimiento económico.

En este contexto, es importante que la comunidad científica del país tenga una mayor conciencia de la importancia de su labor para construir la paz, la seguridad, incrementar la cooperación, potencializar el desarrollo social y económico en la medida que se garantiza el respeto de los derechos humanos y la protección del medio ambiente que fue establecido por la Resolución de la Asamblea General de la Naciones Unidas 43/61 sobre ciencia y paz.

La CTI busca soluciones para resolver los problemas de la humanidad donde las mismas deben fortalecer sociedades pacíficas y sustentables. En una palabra: la ciencia trabaja por el desarrollo y bienestar de las sociedades donde la formulación de una política de CTI no debe estar desconectada de una estrategia para mantener la paz y su aporte a la reinserción a través de soluciones técnico-científicas para la innovación y el emprendimiento que requieren desarrollo socio-económico; la formulación de una gobernanza adecuada; transparencia en el desempeño de las instituciones que gestionan la justicia y la seguridad; cultura de la verdad, la justicia y la reconciliación y educación para la paz que desarrolladas en conjunto aseguran que las causas del conflicto son solucionados y la CTI contribuye a los avances socioeconómicos del país.

Los indicadores sobre formación de alto nivel que es fundamental para la resolución de los problemas de Colombia que son calculados por el Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología que consulta a las principales agencias del país en cuanto al otorgamiento de becas, créditos y becas crédito para formación doctoral indican que en el país se otorgan alrededor de 1000 ayudas para formación doctoral por año y en los últimos diez años se han otorgado 7967, donde prima la formación (por área de conocimiento de acuerdo a la clasificación de la OECD) en ciencias sociales y humanidades (26.4%), Ingeniería y tecnología (24.7%) y ciencias naturales y exactas (22.9%) indicando el fortalecimiento de competencias en estas áreas que son vitales para construir la paz, fortalecer el crecimiento económico y fomentar el desarrollo sustentable del país. Sin embargo, en este contexto es importante promover la formación en otras áreas que son claves para el país como son las ciencias agrícolas donde sólo se otorgan alrededor del 6% de la ayudas para formación doctoral y que es fundamental en las mejoras de las cadenas productivas y la competitividad de las zonas rurales del país que son fundamentales para lograr y consolidar una paz duradera con oportunidades, mayor igualdad y cohesión social.

Todos estos elementos evidencian la importancia de fortalecer la ciencia, la tecnología e innovación en el país como una estrategia que permita promover una sociedad pacifica y que valora el conocimiento en todas sus expresiones, al lograr cambios sociales y culturales que implican la adhesión a principios de libertad, justicia, democracia, tolerancia, solidaridad, cooperación, pluralismo, diversidad cultural, diálogo y entendimiento a todos los niveles de la sociedad y entre las regiones, lo que implica promover una educación con valores cualitativos, actitudes y comportamientos de una cultura de paz, incluyendo la resolución pacífica de los conflictos, el diálogo, el consenso y la no violencia activa, que permitirán consolidar una sociedad más igualitaria y con mayores oportunidades que promueven una economía de la paz, Cotte (2015), donde la CTI son un motor para consolidar de forma integral un país más ecuánime donde todos sus ciudadanos cooperan por su progreso y consolidación.

Fuente: http://www.portafolio.co/economia/la-de-la-paz-y-la-importancia-de-la-ciencia-la-tecnologia-y-la-innovacion-511905

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