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El machismo se cuela en los foros digitales para atacar a las víctimas de la violencia de género

Por: Eduardo Azumendi 

Un estudio del Instituto Vasco de la Mujer-Emakunde constata el alto grado de machismo en los comentarios anónimos de algunos foros de participación de la prensa digital en los que se cuestiona la violencia de género, la feminización de la pobreza y la discriminación laboral de las mujeres.

Hay muy pocos espacios que escapan al machismo. Y los  foros digitales de los medios de comunicación no son uno de ellos. Un estudio del  Instituto Vasco de la Mujer- Emakunde ha constatado que existe un alto grado de machismo en los comentarios anónimos de algunos foros de participación de la prensa digital en los que principalmente se cuestiona la violencia de género, la feminización de la pobreza y la discriminación laboral de las mujeres.
La investigación, que ha sido realizada por Rut Iturbide, Patrocia Amigot y María Isabel Menéndez, lleva por título ‘Neomachismo ante las noticias sobre mujeres. Análisis de la participación del público en los foros mediáticos de la Comunidad Autónoma de Euskadi’. El estudio está basado en un análisis con perspectiva de género en la participación del público a través de los foros de prensa digital de El Correo, Noticias de Álava, Gara, Naiz y Berria, realizado entre agosto de 2016 y marzo de 2017.

El trabajo constata una gran cantidad de contenidos machistas que cuestionan la desigualdad entre mujeres y hombres y las acciones encaminadas a superarlas. Además, junto con la negación de las desigualdades de género, se cuestionan en muchos casos, las acciones llevadas a cabo por las propias instituciones y por el movimiento feminista. Los fenómenos más cuestionados en estos foros son la violencia de género, la feminización de la pobreza y las discriminaciones laborales de las mujeres.

Credibilidad de las víctimas

Según la directora de Emakunde, Izaskun Landaida, en el caso de la violencia de género aparece un cuestionamiento a la credibilidad de las víctimas, ya que «los testimonios de las mujeres aparecen en muchos casos como sospechosos, sin veracidad o como una invención interesada y terriblemente lesiva para los hombres».

Por ejemplo, los testimonios de las mujeres aparecen en muchos casos como sospechosos, sin veracidad o como una invención interesada y terriblemente lesiva para los hombres.  Uno de los casos estudiados es el de la acusación de violación múltiple de Sanfermines. Las autoras del trabajo han registrado un importante volumen de intervenciones que implican sospecha y descrédito radical de la víctima.

«Es importante que nos paremos a pensar en el efecto que este tipo de comentarios, tanto en estos foros como fuera de ellos, puede tener sobre las mujeres que están sufriendo algún tipo de episodio de violencia. Considero que no son comentarios que les animen a denunciar su situación ante el miedo a que sea cuestionada la veracidad de su testimonio», ha subrayado la directora de Emakunde.

Para la investigadora Patricia Amigot, estos foros se constituyen en un espacio de expresión de determinadas reacciones a la igualdad, que quizá en un ámbito políticamente correcto no estén bien vistas, pero que están latentes en la sociedad. «Y son caldo de cultivo de determinados discursos, mitos y mentiras».

La investigadora Rut Iturbide ha detectado intervenciones que sugieren la existencia de ‘trolls’ por su aparición constante persistente en relación a temáticas relacionadas o no con las noticias en las que aparecen, siempre destinadas a cuestionar la igualdad.

Fuente: http://www.eldiario.es/norte/euskadi/machismo-digitales-atacar-victimas-violencia_0_718129035.html

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Jóvenes vascos ante los familiares de las víctimas del terrorismo: «¿Cómo podíais vivir así?»

Por: Eduardo Azumendi

  • Varios miles de alumnos vascos de entre 16 y 17 años han escuchado en sus aulas en los últimos cursos los testimonios de víctimas del terrorismo en un intento de sensibilizarlos e inmunizarlos contra la violencia y la venganza
  • Ainhize San Andrés, de 17 años y alumna de segundo de Bachillerato, relata como le impresionó la capacidad de las víctimas de superar el sufrimiento

Varias decenas de centros educativos concertados y públicos, y miles de alumnos vascos de entre 16 y 17 años han escuchado en los últimos cuatro años en sus aulas, desde su pupitres, los testimonios de testimonios de víctimas del terrorismo. Por esas aulas han pasado víctimas de ETA, del GAL, del Batallón Vasco Español y de abusos policiales. ¿Por qué? Pues con un único objetivo: sensibilizar a los jóvenes, inmunizarles contra la violencia y la venganza.

Este programa impulsado por el Gobierno vasco se denomina Adi-adian y comenzó a ensayarse cuando el socialista Patxi López era lehendakari. Ahora el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos-Gogora, coordinado por Aintzane Ezenarro,  celebra el Día de la Memoria 2017 dando voz a las y los jóvenes que han tomado parte en estos encuentros. «Se trata de reafirmar la importancia de la transmisión de la memoria a las futuras generaciones y escuchar lo que estas reclaman a las familias, al mundo educativo, a las instituciones y al conjunto de la sociedad», apunta Ezenarro.

Ainhize San Andrés tiene 17 años y actualmente cursa segundo de Bachillerato en la ikastola Begoñazpi. Ella junto a sus compañeros de aula ha escuchado en directo los testimonios de las víctimas. Por encima de todo, le impresiona «como han sido capaces de superar el odio». En su casa ha escuchado algunos episodios de los años más duros del terrorismo, ha visto sufrir a sus padres, pero no sabía por qué. «Era muy pequeña. Hoy entiendo mejor lo que pasó en aquellos años. Es posible que mi familia lo haya pasado mal, pero ves que otras lo han pasado peor y resulta impactante. Resulta muy impactante escuchar lo que han sufrido otras personas y, sobre todo, que solo quieren una sociedad en paz, que no guardan odio ni rencor. Que solo quieren que su tesimonio sirva para que no se vuelvan a repetir los mismos errores».

Ainhize nunca ha entendido que se use la violencia para solucionar algo. «Los testimonios me han reforzado en mi idea de que la violencia no es el camino. El diálogo siempre es la respuesta».

Marta Buesa es una de esas víctimas del terrorismo que ha pasado por las aulas ofreciendo su testimonio. Su padre, el político socialista Fernando Buesa (fue vicelehendakari y consejero de Educación del Gobierno vasco) fue asesinado junto a su escolta Jorge Díez por ETA. «Es doloroso hablar, te expones mucho, vuelves a revivir episodios muy duros. Se trata de darle la vuelta a ese dolor y tratar de aportar algo útil, constructivo». «Los chavales», añade, «te escuchan con mucho cariño. Después de una charla siempre salgo con la idea de que ha servido para algo».

«¿Cómo podíais vivir así?» es una de las preguntas más recurrentes que surgen entre los alumnos después de escuchar a las víctimas. «En mis charlas siempre dejo claro que no hay que recurrir jamás a la violencia porque solo sirve para empeorar las cosas. Se quedan muy impactados [los alumnos] porque ven que no hay ningún ánimo de venganza ni de revancha en mí».

Buesa reitera la idea de vivir sin odio, pero no en «la ignorancia». «Los chavales tienen derecho a saber lo que ha pasado. Sobre todo, para que no produzca nunca más. Pero tienen que conocer la historia de una manera objetiva. Es importante que los colegios se impliquen de una manera constante, no solo durante un curso o en el momento de la charla de las víctimas».

Una de las cosas que le resultan más reconfortantes a Marta durante las charlas es el momento de las preguntas, que resultan ingenuas, pero que dan en el clavo. Es cuando los alumnos se expresan libremente y opinan de una cuestión tan dura como el terrorismo sin las trabas de generaciones anteriores. «En nuestra generación no estábamos acostumbrados a hablar con libertad, sin miedo. Y los jóvenes ahora lo hacen». Cuando le preguntan por si siente odio, la reacción siempre es la misma. «Les sorprende que no sienta odio. Yo nunca lo he tenido. Lo natural sería sentirlo, pero nunca deje que me atrapara y así lo transmito».

Autenticidad de las víctimas

Merkat Bernaola es director de la ikastola Begoñazpi, un centro donde se han escuchado los testimonios de las víctimas e incluso se les ha llegado a premiar recientemente por la «autenticidad» que representa su relato. «Cualquier suceso histórico debe tener una base emocional, un testimonio directo para que se pueda comprender mejor. Ese testimonio da un valor añadido muy importante. Y en el caso de las víctimas les permite acercarse a los alumnos y empatizar».

De alguna manera, los profesores han aprovechado ese sufrimiento para educar, a pesar del coste de revivirlo. «Las víctimas recuerdan lo que pasó y notas que lo están pasando fatal mientras lo relatan. Se desnudan para que los demás conozcamos de primera mano la realidad. Y, sobre todo, transmiten paz,  la necesidad de una sociedad justa y su fe en las segundas oportunidades».

A los alumnos les choca la ausencia de sentimientos de venganza en las víctimas. «Sí, les llama mucho la atención. Y también extraen otras lecciones: cuando se opta por la violencia nunca se puede ganar; las consecuencias de la violencia como medio para solucionar conflictos son terribles; en la vida es necesario tener una paz personal que te lleva a sentir el perdón de verdad; y cómo es necesario esforzarse en la reconciliación».

Valores éticos

Los jóvenes empatizan muy rápidamente con el sufrimiento mostrado por las víctimas. «El valor educativo reside en la autenticidad del testimonio. El objetivo es que no vuelva la violencia. Por eso la experiencia debe extenderse.

Arantxa Gárate es jefa de estudios del instituto Lizardi, en Zarautz (Gipuzkoa). Ella coordinó el programa en su centro el pasado curso. «Los mensajes de las víctimas calan en el alumnado porque se trata de algo muy emocional, aunque los jóvenes carecen del contexto histórico».

Gárate tiene muy claro que implicarse en este tipo de iniciativas permitirá a las generaciones jóvenes disponer de valores éticos. «Los testimonios acercan a los jóvenes a una realidad dura, pero que les refuerza en los valores éticos y les ayuda a creer que la reconciliación es posible. Lo que nos queda es la educación contra la violencia».

Fuente: http://www.eldiario.es/norte/euskadi/podiais-vivir_0_705880489.html

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Euskadi se moviliza para poner cerco a la segregación escolar

Por: Eduardo Azumendi

La Plataforma Ciudadana por la participación y cambio en Euskadi-Zubiak Eraikiz presenta en el Parlamento vasco una Iniciativa Legislativa Popular para acabar con la segregación escolar, una de las formas de desigualdad más extremas.

Mientras algunos centros acumulan alumnado perteneciente a los sectores sociales más pujantes, otros en cambio  concentran alumnado perteneciente a sectores sociales desfavorecidos(hijos de familias inmigrantes, alumnos con necesidades educativas especiales….). Es lo que se conoce como segregación escolar. “Ante este fenómeno el alumnado con mayores necesidades educativas queda concentrado en determinados centros, lo que supone una fábrica de la reproducción de la desigualdad social más extrema”. Así lo entiende Sabin Zubiri, uno de los portavoces de la Plataforma Ciudadana por la participación y cambio en Euskadi-Zubiak Eraikiz, que ha presentado en el Parlamento Vasco una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) sobre escuela inclusiva que busca acabar con la segregación escolar en los centros educativos de Euskadi. Gonzalo Larruzea y Elena Arce han entregado la ILP en la Cámara de Vitoria junto a Sabin Zubiri. La propuesta de esta plataforma se une a las advertencias que reiteradamente han hecho  familias de la escuela pública y organismos como el Consejo Escolar de Euskadi o el Ararteko.

Tras la presentación de esta ILP ahora se abre un proceso en el que debe ser analizada por la mesa del Parlamento Vasco para admitirla a trámite, con un mes de plazo. En caso de que se autorice, se dará aviso a la Junta Electoral para que dé a esta plataforma las pautas necesarias para iniciar la recogida de 10.000 firmas en cuatro meses para que sea debatida en el Parlamento. De conseguirlo y llegar hasta la Cámara nuevamente tiene garantizado que se convertirá en ley porque EH Bildu, Elkarrekin Podemos y PSE ya le han dado su apoyo.

“El apoyo que hemos encontrado nos resulta estimulante, aunque queda mucho trabajo por hacer. Pero tenemos expectativas altas para poder llevar a buen término la iniciativa”, ha recalcado Arce.

Euskadi cuenta con una de las redes educativas privado-concertadas más grandes de toda Europa. Hasta el punto de que escolariza al 50% del alumnado. En la actualidad, la red concertada atiende al 39% de alumnado becario por el 61% de la pública. En la educación básica, el porcentaje de alumnado extranjero en la red concertada es del 32% y del 68% en la pública. Por otro lado, la red concertada atiende al 40% (6.600) del alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo frente al 60% (10.000 alumnos) de la pública..

Medidas

La ILP contiene, entre otras, dos medidas relevantes para poner cerco a la segregación escolar. Por un lado, la petición de la gratuidad de la educación tanto en centros públicos como concertados “con mecanismos concretos para hacerlas efectivas” y la atención a la diversidad del alumnado. Para lograrlo, el texto propone una serie de mecanismos de transparencia y control, así como la autorización previa de aquellos pagos que contemple la ley y la creación de un Índice de Necesidad Social de Inclusión para que “todo centro educativo financiado con fondos públicos tenga que atenerse a unas mínimas reglas” con la atención “a un mínimo de alumnado con necesidad especial educativa”.

Por otro lado, se reclama la centralización de la matriculación en oficinas únicas por zona «para acabar con prácticas abusivas» y un cambio en las reglas a la hora de puntuar en la selección de centro, así como una serie de contratos programa especiales para los centros con mayor concentración de este alumnado. Así, en el caso de que algún centro concertado no admita ese número mínimo de alumnos se le retirará la financiación pública.

Fuente: http://www.eldiario.es/norte/euskadi/Euskadi-moviliza-poner-segregacion-escolar_0_703780432.html

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“Cualquier mujer es una víctima potencial de la violencia machista”

Por: Eduardo Azumendi

  • En una semana negra en Euskadi, con dos mujeres asesinadas a manos de sus parejas, las víctimas de la violencia de género que pueden contarlo aseguran que la sociedad no sabe, ni se imagina qué es sufrir maltrato.

No hace falta que te abran la cabeza para que sea violencia de género”, “mientras él siga ahí yo nunca seré libre”… En una semana negra en Euskadi, con dos mujeres asesinadas a manos de sus parejas, algunas víctimas de violencia de género ofrecen su testimonio para intentar destripar qué hay detrás de los comportamientos violentos, cómo afecta a sus relaciones y qué consecuencias se derivan de esas situaciones. Todas coinciden en que la sociedad no sabe, ni se imagina qué es sufrir maltrato. También se quejan de los políticos: “La violencia de género no vende en las elecciones”.

Se trata de nueve mujeres que han protagonizado la película ‘Volar’ relatando en primera persona sus experiencias de maltrato, su recorrido vital y cómo han conseguido salir de ese infierno. Patrocinada por Emakunde-Instituto Vasco de la Mujer, la cinta-documental se ha presentado en la pasada edición del  Zinemaldi de Donostia y ahora sus protagonistas participan en coloquios en las principales localidades de Euskadi donde siguen relatando su experiencia de “supervivientes”.

Un momento de la concentración del Ayuntamiento de Vitoria en repulsa al asesinato de Ana Belén.
Un momento de la concentración del Ayuntamiento de Vitoria en repulsa al asesinato de Ana Belén.

Bertha Gaztelumendi, que actualmente es investigadora contratada en la Cátedra de Derechos Humanos y Poderes Públicos de la Universidad del País Vasco, dirige el documental. “Se trataba de que la sociedad viera cómo es el día adía de una mujer que sufre maltrato, cómo les ha limitado. Nadie que no lo ha sufrido se puede imaginar los que es sufrir maltrato”. Gaztelumendi tiene claro que al final es la propia víctima la que sale adelante, cuando decide en su interior que ya basta.

Frente a los estereotipos, la película muestra la diversidad de las mujeres que sufren violencia. Las protagonistas son una arquitecta, una profesora de universidad, una  empleada de limpieza, una secretaria, una profesora de castellano, una historiadora, una cuidadora de personas mayores, una estudiante, y una mujer que realiza trabajos de voluntariado. “Cualquier mujer es potencialmente una víctima de la violencia machista”, coinciden.

Ahora tratan de dar un sentido al sufrimiento padecido. “Me siento muy orgullosa de lo realizado”, explica una de las protagonistas. “Orgullosa y generosa por ser capaz de mostrar mi vida, mis sufrimientos, pero también mi capacidad de superación. Las víctimas de violencia de género somos supervivientes y por eso quiero decir a otras mujeres que pueden estar pasando por lo mismo que yo pasé que se puede salir. Nosotras [en referencia las nueves protagonistas del documental] hemos dado el paso de visibilizarnos y los hemos hecho como mujeres fuertes, superando el estigma de víctimas que nos ha acompañado toda la vida”.

Las nueve mujeres han conseguido echar a volar, transformar su dolor en algo útil y confían en que su testimonio ayude a todas las que se están enfrentando a la violencia machista y no son debidamente comprendidas.

Ley específica contra la violencia de género

El Gobierno vasco ya trabaja sobre una ley específica sobre violencia de género. En la actualidad, es la Ley de Igualdad la que regula las medidas de prevención contra esta lacra. Pero dentro de unos meses, cuando el Parlamento apruebe la norma, será una ley específica la que la regule, lo que permitirá recoger las nuevas situaciones y supuestos que se han ido produciendo en los últimos años.

El Parlamento vasco ya instó en febrero al Gobierno de Iñigo Urkullu a que incluyera y priorizara en su calendario legislativo la elaboración de una “ley para la erradicación de la violencia contra las mujeres” y que lo hiciera a través de un proceso apoyado economicamente e impulsado por Emakunde que recoja la opinión de expertos y colectivos feministas.

Fuente: http://www.eldiario.es/norte/euskadi/Cualquier-potencialmente-victima-violencia-machista_0_693631614.html

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Los servicios públicos no detectan el maltrato a mujeres con enfermedad mental

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Tres de cada cuatro mujeres con enfermedad mental grave han sufrido violencia en el ámbito familiar o en la pareja alguna vez en su vida; alrededor del 80% de las mujeres con trastorno mental que han estado emparejadas en algún momento de su vida han sufrido violencia procedente de la pareja; el 52% de las mujeres con enfermedad mental conviven con familiares han sido víctimas de malos tratos en el último……… A pesar de la gravedad de estas cifras, la problemática de la violencia contra las mujeres con enfermedad mental no “está suficientemente presente ni en las instituciones públicas que trabajan con mujeres que están sufriendo violencia, ni en los servicios públicos de salud –particularmente de salud mental-, ni en las asociaciones que trabajan con personas con enfermedad mental”. Eso es lo que asegura la Federación de Euskadi de Asociaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (Fedeafes), que ha editado  una guíadonde recoge las principales conclusiones de su investigación sobre violencia contra las mujeres con enfermedad mental y aporta una serie de sugerencias a las instituciones para descubrir este tipo de casos.

Según Fedeafes, la mayoría de los casos de violencia permanecen ocultos para los servicios públicos que atienden situaciones de violencia contra las mujeres, e incluso para los mismos equipos psiquiátricos y psicológicos. Por eso, su guía pretende proporcionar datos y pautas que puedan servir para sensibilizar a los profesionales que trabajan con mujeres con enfermedad mental de la elevada prevalencia de la violencia en este colectivo.

Además, quiere alertar sobre las conexiones existentes entre violencia y enfermedad mental. “La violencia está en muchas ocasiones en el origen de la enfermedad mental. Padecer una enfermedad mental, particularmente si es grave, incrementa el riesgo de sufrir violencia. El maltrato empeora la sintomatología de una enfermedad mental preexistente”, resumen desde Fedeafes.

La finalidad es identificar situaciones de violencia en mujeres con enfermedad mental -con o sin diagnosticar-  por parte de los servicios sociales, los servicios de salud (especialmente la Red de Salud Mental) y las asociaciones de personas con enfermedad mental. “Se trata de señalar algunas orientaciones que puedan guiar la actuación profesional tras la detección de un caso de maltrato. Está tan arraigado en nuestra sociedad el mito de que las personas con enfermedad mental son violentas, que cuesta trabajo visualizar la violencia que sufren. Sin embargo, los estudios cuantitativos que se han realizado en el ámbito estatal arrojan cifras escalofriantes”. Al igual que en resto de la población femenina, el tipo de violencia más frecuente en la pareja es la psicológica. Sin embargo, la violencia física y la sexual son también muy elevadas. Por ejemplo, más de la mitad de las mujeres enfermedad mental han estado en pareja han sufrido violencia física; algo más del 40% han sufrido violencia sexual.

“En la mitad de los casos”, apunta Fedeafes, “el profesional de referencia en la Red de Salud Mental de la mujer no conocía la existencia del maltrato ocurrido durante el último año”.

Incremento del riesgo

Existen factores personales y estructurales que incrementan el riesgo de victimización que tienen todas las mujeres en presencia de una enfermedad mental. Muchos de ellos tienen causas de origen social, por lo que “puede trabajarse en su minimización, fomentando el empoderamiento y la participación social de las mujeres con enfermedad mental”.

Los factores de riesgo más importantes son, entre otros, la carencia de autonomía y la dependencia de otras personas; la carencia de empleo y de recursos económicos; la baja participación social; el aislamiento social y la soledad; el estigma social que rodea la enfermedad mental y la falta de recursos propios para defenderse.

Para detectar situaciones de violencia cuando el profesional está con la víctima, Fedeafes subraya que la pauta principal es tener siempre en mente que la mayoría de las mujeres con enfermedad mental que se atienden en las consultas, en los servicios sociales o en las asociaciones están sufriendo o han sufrido en el pasado violencia psicológica, física y/o sexual en la pareja o en la familia. Por lo tanto, “debe abordarse sistemáticamente con las mujeres con enfermedad mental el tema de la violencia”.

La autora de la investigación, Alicia García Santos, asegura que estos datos son “la punta del iceberg” y apela a seguir profundizando con nuevos estudios para “tener una visión más completa” sobre la abrumadora tasa de abusos que sufren estas mujeres. García Santos ha explicado que entre los tipos de violencia que sufren las mujeres con enfermedades mentales cabe diferenciar la psicológica, la física, la sexual, la económica e incluso la institucional, que es la que se da entre personas que se encuentran internadas en una institución. Sobre este último punto, ha apuntado que es un nuevo campo en el que “queda todo por explorar”.

Fuente: http://www.eldiario.es/norte/euskadi/servicios-publicos-detectan-maltratos-enfermedad_0_675782999.html

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“Para hablar de igualdad hay que hablar de feminismo”

Por: Eduardo Azumendi

Miguel Lorente, forense y experto en violencia de género, asegura que el problema de los hombres es que han vivido la infancia, pero no han sido sido niños.

Para Miguel Lorente Acosta, profesor titular del Departamento de Medicina Legal, Toxicología y Antropología Física de la Universidad de Granada, una de las profundas raíces del machismo en la sociedad actual es que hombres no han sido niños. “Hemos vivido la infancia, pero no hemos sido niños”. La manera de entender lo que es ser hombre va a venir marcada por un contexto y referencias que se van a “interiorizar” en el proceso “madurativo, educativo y de socialización”, expone.

Lorente ha participado estos días en el curso de verano ‘Niños son, ¿qué hombres serán?’, organizado por la Universidad del País Vasco. Durante este curso, varios especialistas han puesto el foco en los niños y en su desarrollo como hombres: qué mensajes reciben (educativos, familiares, comunicativos…) y de qué manera contribuyen (o limitan)  su desarrollo integral, su aprendizaje de las relaciones de convivencia y del ejercicio del poder; el manejo de la violencia y su implicación a favor de la igualdad real. En este sentido,  “para hablar de igualdad tenemos que hablar de feminismo, que es el ‘ especialista ’ de la igualdad. El feminismo es una referencia para remodelar las identidades sobre la igualdad”.

La infancia negada

“Antes que ese hombre hay una cultura, que es el machismo. Desde pequeños los niños viven situaciones y experiencias que les hacen entender lo que tienen que hacer para poder llegar a ser un hombre. Es la infancia negada, ya que desde pequeños los niños producen un rechazo hacia lo femenino, ocultan sus emociones, tienen mucha competitividad a la hora de jugar con los demás y empiezan a tener una imaginación sobre la violencia. Además están expuestos a diferentes juegos, series, películas o situaciones que todavía refuerzan más esa cultura machista”.

Esa cultura ha ido creando una “normalidad tramposa” en la que la sociedad entiende que hay algunos espacios, elementos o circunstancias de desigualdad, como por ejemplo en el trabajo o el sueldo, pero no la asocian con el machismo. “Por un lado está la desigualdad que ven en ciertas situaciones y por otro el machismo. La idea es entender que la propia normalidad es el machismo porque si no se seguirán construyendo estas identidades y no las cuestionaremos”.

Lo que la sociedad tiene que hacer es “educar la cultura” tanto en las familias, colegios  e incluso instituciones. “El objetivo del machismo es mantener la cultura ya que la cultura es machismo”, advierte. Por lo tanto, “ hay que hacer ver a los niños desde una edad muy temprana que esto no es así”.

Los nuevos cambios conseguidos gracias a la transformación de las mujeres no son bien recibidos por los hombres. “Esta nueva situación ha hecho que los hombres se sientan amenazados o cuestionados y en vez de avanzar recurren al machismo y con ello a la violencia. La violencia no ha disminuido porque los hombres no están a favor de este cambio, por lo que responden con violencia para intentar conseguir con ella lo que antes se conseguía con el control social: la ‘normalidad tramposa’. Los hombres tienen que incorporarse a ese cambio social y entender que ese modelo construido desde la infancia es erróneo”.

Fuente: http://www.eldiario.es/norte/euskadi/hablar-igualdad-feminismo_0_662134697.html

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Para hablar de igualdad hay que hablar de feminismo

Por:  i

Miguel Lorente, forense y experto en violencia de género, asegura que el problema de los hombres es que han vivido la infancia, pero no han sido sido niños.

Para Miguel Lorente Acosta, profesor titular del Departamento de Medicina Legal, Toxicología y Antropología Física de la Universidad de Granada, una de las profundas raíces del machismo en la sociedad actual es que hombres no han sido niños. “Hemos vivido la infancia, pero no hemos sido niños”. La manera de entender lo que es ser hombre va a venir marcada por un contexto y referencias que se van a “interiorizar” en el proceso “madurativo, educativo y de socialización”, expone.

Lorente ha participado estos días en el curso de verano ‘Niños son, ¿qué hombres serán?’, organizado por la Universidad del País Vasco. Durante este curso, varios especialistas han puesto el foco en los niños y en su desarrollo como hombres: qué mensajes reciben (educativos, familiares, comunicativos…) y de qué manera contribuyen (o limitan)  su desarrollo integral, su aprendizaje de las relaciones de convivencia y del ejercicio del poder; el manejo de la violencia y su implicación a favor de la igualdad real. En este sentido,  “para hablar de igualdad tenemos que hablar de feminismo, que es el ‘ especialista de la igualdad. El feminismo es una referencia para remodelar las identidades sobre la igualdad”.

La identidad es el elemento que tienen en común todos los hombres. Miguel Lorente clasifica la identidad de dos maneras. Por un lado la identidad subjetiva, que es lo que “somos ante nosotros mismos”. Por otro, la identidad inter-subjetiva: “lo que somos ante los demás”. La segunda es la que más preocupa a los hombres, ya que lo que quieren es “ser reconocidos ante los demás como hombres”. De modo que desde pequeños interiorizan ciertos comportamientos que un “hombre” no debería de tener y empiezan a actuar de esa manera. Por ejemplo rechazando el color rosa o los “juguetes femeninos” en la infancia.

La infancia negada

“Antes que ese hombre hay una cultura, que es el machismo. Desde pequeños los niños viven situaciones y experiencias que les hacen entender lo que tienen que hacer para poder llegar a ser un hombre. Es la infancia negada, ya que desde pequeños los niños producen un rechazo hacia lo femenino, ocultan sus emociones, tienen mucha competitividad a la hora de jugar con los demás y empiezan a tener una imaginación sobre la violencia. Además están expuestos a diferentes juegos, series, películas o situaciones que todavía refuerzan más esa cultura machista”.

Esa cultura ha ido creando una “normalidad tramposa” en la que la sociedad entiende que hay algunos espacios, elementos o circunstancias de desigualdad, como por ejemplo en el trabajo o el sueldo, pero no la asocian con el machismo. “Por un lado está la desigualdad que ven en ciertas situaciones y por otro el machismo. La idea es entender que la propia normalidad es el machismo porque si no se seguirán construyendo estas identidades y no las cuestionaremos”.

Lo que la sociedad tiene que hacer es “educar la cultura” tanto en las familias, colegios  e incluso instituciones. “El objetivo del machismo es mantener la cultura ya que la cultura es machismo”, advierte. Por lo tanto, “ hay que hacer ver a los niños desde una edad muy temprana que esto no es así”.

Los nuevos cambios conseguidos gracias a la transformación de las mujeres no son bien recibidos por los hombres. “Esta nueva situación ha hecho que los hombres se sientan amenazados o cuestionados y en vez de avanzar recurren al machismo y con ello a la violencia. La violencia no ha disminuido porque los hombres no están a favor de este cambio, por lo que responden con violencia para intentar conseguir con ella lo que antes se conseguía con el control social: la ‘normalidad tramposa’. Los hombres tienen que incorporarse a ese cambio social y entender que ese modelo construido desde la infancia es erróneo”.

Fuente: http://www.eldiario.es/norte/euskadi/hablar-igualdad-feminismo_0_662134697.html

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