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Falsos argumentos sobre la reforma educativa

Por: Eduardo Backhoff

He leído y oído decir a AMLO que echará atrás a la reforma educativa porque fue impuesta por los organismos internacionales, porque su verdadera intención fue privatizar la educación pública, razón por la cual se denostó a los docentes y se les culpabilizó del fracaso educativo que ha tenido el país. Sin embargo, estos argumentos parecen más bien posiciones ideológicas que solo convencen a los fieles admiradores de AMLO. A falta de pruebas de lo dicho hasta ahora, AMLO ha sostenido que “la reforma educativa ha fracasado” ya que los resultados que arrojan las evaluaciones nacionales e internacionales de aprendizaje —como las que realiza la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), con la prueba PISA, y las que diseña el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), con las pruebas Planea—, han demostrado que el país ha retrocedido en materia educativa desde que se implementó la “mal llamada reforma educativa”.

No me extraña que AMLO afirme con ligereza lo anterior, dado que su propósito es claramente electoral: le habla al oído a los profesores disidentes de la CNTE, así como a muchos otros que están inconformes con ser evaluados, para ganarse su intención de voto. Tampoco sorprendería que crean en estos argumentos quienes estuvieron en contra de la reforma educativa todo el sexenio pasado. Todos ellos pareciera que piensan que existe una mano negra del capitalismo mundial que manipula a los gobiernos para hacer de los ciudadanos unos “zombis” que no piensen y que se rindan ante las intenciones maquiavélicas de las empresas transnacionales que desean privatizar la educación y para ello se deben correr a los docentes que actualmente trabajan en el Sistema Educativo Nacional.

Lo que me sorprende grandemente es que quien seguramente será el próximo secretario de educación de México, Esteban Moctezuma, repita los mismos argumentos de AMLO, sin darse cuenta de que éstos son de una ingenuidad enorme y que se sostienen solo por la fe ciega que se le tiene al líder de MORENA.

Para ejemplificar lo anterior, me referiré al tema de los bajos resultados de aprendizaje que AMLO afirma que son producto de la reforma educativa. Primero, lo más obvio. Cualquier reforma en educación, por más radical que sea, no puede impactar los resultados aprendizaje en un corto tiempo. Corea se tardó 50 años para transformar su sistema educativo, lo cual pudo lograr a través de un esfuerzo sostenido a lo largo de los años.

La razón es muy simple, para cambiar los aprendizajes de una generación de estudiantes se requiere que los cambios educativos puedan ser experimentados de forma completa por los alumnos. Para los preescolares, esto implica tres años de experimentar las reformas y para los estudiantes de educación media superior esto significa 15 años de trabajar con un nuevo modelo educativo. Por ello, queda claro que por ahora no es posible evaluar el impacto de la reforma educativa, aprobada en 2013, y cuya implementación apenas ha iniciando. De 1.5 millones de docentes de la educación obligatoria, apenas han ingresado por concurso cerca de 170 mil y a solo 300 mil se les ha evaluado su desempeño. Del Nuevo Modelo Educativo ni qué decir, apenas en 2018 se empezará a implementar.

Segundo, lo menos obvio. AMLO y Moctezuma aseveran que los resultados de aprendizaje de los estudiantes mexicanos se han deteriorado como consecuencia de la reforma educativa. Ya vimos que no tiene sustento esta aseveración. Pero más allá de este falso argumento, tampoco es cierto que los resultados de aprendizaje sean peores ahora que antes y, mucho menos, como producto de la reforma educativa. De hecho, México ha avanzado lentamente a lo largo del tiempo en las evaluaciones nacionales e internacionales. Lo anterior está muy bien documentado en el estudio publicado en este año por el INEE “Cambios y tendencias de aprendizaje en México: 2000-2015”. Para el caso de PISA, por ejemplo, en promedio los estudiantes incrementan sus puntuaciones en Matemáticas 1.11 puntos por año mientras que, en Lenguaje, su incremento es marginal. Analizar los cambios en las puntuaciones de una evaluación a otra, sin considerar la trayectoria histórica, como lo hacen AMLO y Moctezuma, es un error que solo se explica cuando se desconoce la forma de analizar e interpretar los resultados de las pruebas estandarizadas.

En síntesis, preocupa mucho que el candidato a la presidencia de la república de MORENA y el futuro secretario de educación de México hagan afirmaciones públicas que no puedan sustentar con la información empírica disponible, cuyas fuentes son altamente confiables: el INEE y la OCDE. Mi recomendación es que, el equipo de especialistas en materia educativa de AMLO se asesore de la institución especialista en evaluación de la educación mexicana (el INEE) ya que, de cualquier manera, las iniciativas educativas que implemente AMLO en su sexenio serán evaluadas por este organismo. No vaya a ser que sus opositores apliquen el refrán que dice: “Con la misma medida con que mides a otros, serás medido”.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/falsos-argumentos-sobre-la-reforma-educativa/

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¿Cómo interpretar los resultados de Planea?

México / 25 de febrero de 2018 / Autor: Eduardo Backhoff Escudero / Fuente: El Universal

Recientemente, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) dio a conocer los resultados de Planea de la educación secundaria del país. Esta evaluación forma parte del Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes, que realiza periódicamente el INEE para conocer en qué medida los estudiantes de distintos niveles educativos adquieren los aprendizajes esperados (conocimientos y habilidades) de los diversos planes y programas de estudio nacionales. Por ello, Planea avalúa a los alumnos que culminan los últimos grados de educación preescolar, primaria, secundaria y Media Superior (EMS). Los resultados de estas evaluaciones sirven de termómetro para conocer el progreso en materia educativa que tiene el país en su conjunto y en cada uno de los estados de la Republica.

Pues bien, la “temperatura” recién tomada al sistema educativo muestra que una tercera parte de los estudiantes que terminan la secundaria tiene problemas importantes para comprender lo que leen y dos terceras partes carecen de las habilidades básicas de matemáticas que se enseñan en este nivel educativo (resultados muy similares a los de primaria y EMS). Esto quiere decir que los alumnos que tienen estas carencias académicas enfrentarán grandes retos para superarlas y corren un alto riesgo de abandonar la escuela por motivos de reprobación.

La sociedad civil y los medios de comunicación han reaccionado ante estos magros resultados educativos, mostrando su preocupación e indignación a las autoridades educativas y poniendo en duda la pertinencia de la reciente Reforma Educativa. Cuando se me ha preguntado mi opinión sobre lo que significan estos resultados y la forma de interpretarlos, siempre comento lo siguiente: Lo que mide una prueba estandarizada de logro educativo representa el aprendizaje acumulado del estudiante desde su nacimiento hasta el día en que responde el examen. Dicho aprendizaje se adquiere tanto fuera de la escuela (principalmente en el hogar y en la comunidad) como dentro de ella (principalmente en sus aulas y en los diversos recintos escolares). Por ello, los resultados de aprendizaje no se le pueden atribuir sólo al profesor del alumno, ni siquiera a la escuela donde ha cursado los grados anteriores, ya que las oportunidades que ha tenido el estudiante para aprender fuera de la escuela son tan importantes y determinantes como aquellas que se dan a su interior. Las estimaciones más optimistas calculan que la mitad del aprendizaje de un alumno se explica por lo que ocurre en la escuela, mientras que la otra mitad la explica el contexto familiar y social. Por ello, los alumnos cuyos padres alcanzaron la licenciatura tienen un mejor rendimiento académico que aquellos cuyos progenitores apenas cursaron la primaria.

Los resultados de Planea representan el cúmulo de éxitos y fracasos del sistema educativo, así como de la complacencia e irresponsabilidad que el Estado y la sociedad en su conjunto han tenido en temas educativos. Los resultados de las evaluaciones estandarizadas han provocado que el país se despierte de un largo letargo, durante el cual: 1) los temas educativos no han sido de interés nacional, 2) el Estado mexicano ha sido omiso en vigilar que se cumpla con el espíritu del tercero constitucional, 3) las autoridades federal y estatales no han garantizado que las escuelas cuenten con las condiciones materiales y humanas mínimas para operar, 4) los sindicatos y grupos políticos se han aprovechado del financiamiento educativo para sus propios beneficios, 5) los supervisores y directores han atendido aspectos administrativos y burocráticos, sin preocuparse por el aprendizaje de los estudiantes, 6) los docentes han trabajado con prácticas memorísticas y enciclopédicas que son fáciles de implementar, por ineficaces y desalentadoras, 7) las escuelas han permitido que los estudiantes arrastren las deficiencias de los grados anteriores, 8) los padres de familia han preferido no acompañar el proceso educativo de sus hijos, dejándole toda la responsabilidad a la escuela y 9) la sociedad en su conjunto ha estado ajena al tema educativo y ha permitido que se construya una cultura juvenil ajena al mérito y al amor al conocimiento.

En el mejor de los casos, los resultados de Planea han proporcionado evidencias del fracaso acumulado de las reformas implementadas en el país, especialmente de aquellas que han tenido el tiempo suficiente para impactar los procesos educativos. Para evaluar la Reforma Educativa actual es necesario esperar, al menos, el tiempo que tarda una generación de estudiantes para cursar los distintos niveles educativos, a partir de su completa implementación: para preescolar, tres años; para primaria, nueve (tres de preescolar más seis de primaria); para secundaria, doce (tres de preescolar, seis de primaria y tres de secundaria); y para EMS, quince años (el total del ciclo). Por ahora, los resultados de Planea sirven de línea base para evaluar, en un futuro próximo, el grado en que la Reforma Educativa es capaz de mejorar el aprendizaje de los estudiantes mexicanos, revirtiendo los efectos acumulados de la educación en nuestro país. En caso de que esta Reforma sufra cambios mayores, el tiempo para conocer su impacto empezará a contar nuevamente.

Fuente del Artículo:

http://www.eluniversal.com.mx/articulo/eduardo-backhoff-escudero/nacion/como-interpretar-los-resultados-de-planea

Fuente de la Imagen:

http://www.dgep.sep.gob.mx/

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El abandono escolar en Educación Media Superior

México / 1 de febrero de 2018 / Autor: Eduardo Backhoff Escudero / Fuente: El Universal

Uno de los nuevos atributos que tiene el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), a partir de que se le otorgó su autonomía en 2013, es emitir directrices que orienten el diseño de políticas y programas para la mejora de la educación de nuestro país. Estas directrices son de observancia obligatoria, aunque no son vinculantes; es decir, las autoridades educativas deben analizarlas y emitir su
opinión respecto a aceptarlas o rechazarlas. En el primer caso, deberán de precisar la forma en que se implementarán, mientras que en el segundo deberán justificar las razones por las que no se acatan. Hasta el momento, el INEE ha emitido directrices en cuatro ámbitos: 1) formación inicial de los docentes de educación básica, 2) atención educativa de familias de jornaleros agrícolas migrantes, 3) atención educativa de niñas, niños y adolescentes indígenas y 4) permanencia escolar en la Educación Media Superior (EMS).

En nuestro país, la obligatoriedad de la EMS inició en 2012, previendo una década para alcanzar su universalidad; es decir, se pretende que para 2022 todos los jóvenes del país, entre 15 y 17 años, estén dentro del sistema educativo. El reto de lograr esta meta en México es enorme, ya que en la actualidad tres de cada 10 jóvenes, en el rango de edad señalado, no estudia; de los que ingresan a la EMS cerca del 30 % no la termina en el tiempo esperado y una gran proporción de quienes sí logran concluirla lo hacen con grandes deficiencias académicas (una tercera parte no comprende lo que lee y dos terceras partes carecen de las habilidades elementales de álgebra). Por otro lado, aunque la tasa de abandono en este nivel educativo ha disminuido en los últimos años -pasando de 16.5 % (2005-2006) a 13.3 % (2015-2016)-, su ritmo de decrecimiento no ha sido tan rápido como sería deseable, por lo que todavía entre 600 y 700 mil jóvenes salen del sistema educativo anualmente.

De acuerdo con información reciente de la Secretaría de Educación Pública (SEP), el abandono escolar en EMS es producto de diversos factores: 38 % por causas económicos, 41 % por motivos escolares-institucionales, 5 % por problemas familiarespersonales y 16 % debido a otras variables, (ej.: inseguridad). Entre las causas atribuibles a los alumnos destacan el desinterés por el estudio, la dificultad para comprender a sus profesores y la alta reprobación. Estas condiciones se agravan por las deficiencias académicas de los estudiantes, acumuladas desde la educación básica, que se acentúan y hacen crisis en el primer año escolar de EMS.

Por otro lado, el abandono se puede entender como un síntoma de los problemas que padece el sistema educativo, como son la rigidez y escasa pertinencia curriculares; problemas de coordinación entre los distintos subsistemas educativos; falta de formación didáctica de los docentes; prácticas pedagógicas anacrónicas; falta de tutorías académicas; y falta de infraestructura y equipamiento escolar. Adicionalmente, la Educación Media Superior padece de una gran inequidad en su oferta educativa, que se traduce en que las poblaciones estudiantiles con mayores carencias sociales y económicas reciben los servicios educativos de menor calidad, como son el servicio de Educación Media Superior a Distancia, el telebachillerato comunitario y el telebachillerato estatal.

Si bien es cierto que la SEP ha implementado diversos programas para enfrentar la deserción escolar, tales como el Movimiento contra el Abandono, el Sistema de Alerta Temprana y el Sistema Nacional de Tutorías Académicas, también es verdad que aún falta mucho por hacer para abatir este problema y convertir en realidad el derecho que tienen todos los jóvenes a recibir una oferta educativa de calidad, permanecer en el sistema, concluir la EMS y adquirir los aprendizajes que demandan los planes y programas de estudio correspondientes.

Por lo anterior, a fines de 2017, el INEE emitió un grupo de directrices para mejorar la permanencia escolar en la EMS, que atienden los siguientes aspectos: 1) fortalecer las acciones para la permanencia en los planteles, 2) mejorar la formación de tutores y las condiciones para su desempeño, 3) fortalecer las competencias docentes, 4) afianzar la identidad escolar de los jóvenes y 5) ampliar las estrategias de reincorporación educativa.

Corresponderá a las autoridades educativas y organismos descentralizados implementar acciones acordes a sus distintos contextos socioeducativos para garantizar el cumplimiento del derecho de todos los jóvenes a permanecer y culminar la EMS. El INEE deberá continuar evaluando y difundiendo las características de este nivel educativo y la forma en que se atienden las directrices emitidas. Finalmente, la sociedad tiene la obligación de estar atenta de los problemas que padece el país en la materia y de exigir al Estado que se implementen políticas y programas eficaces para la mejora de la educación en México.

Fuente del Artículo:

http://104.239.237.37/articulo/eduardo-backhoff-escudero/nacion/el-abandono-escolar-en-educacion-media-superior

Fuente de la Imagen:

Abandono Escolar

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Educación y empleo en el México del siglo XXI

30 de agosto de 2017 / Fuente: http://www.educacionfutura.org

Por: Eduardo Backhoff

En el futuro laboral del siglo XXI se vislumbran dos grandes cambios: un mayor número de procesos productivos automatizados y el uso intensivo de tecnologías digitales aplicadas a las profesiones. Bajo este escenario, se anticipa un desempleo en los estratos sociales más bajos, así como una demanda de especialistas altamente capacitados. Si bien este escenario laboral ya es una realidad en muchos países desarrollados, no es claro de qué manera impactará a los países en vías de desarrollo, que tienen características muy particulares, tanto en lo educativo como en lo laboral. Revisemos algunos indicadores de México:

La escolaridad en el país es de 9.2 grados escolares; es decir, el promedio de la población mexicana apenas cuenta con la secundaria terminada. Poco más de 36 millones de estudiantes componen la matrícula nacional. Mientras que la cobertura neta en primaria y en secundaria es casi universal, en educación media superior y superior es de 70 y de 27%, respectivamente. Asimismo, los aprendizajes que adquiere la población mexicana son insuficientes e inequitativos: en la prueba PISA (2015), 52% de los estudiantes de 15 años de edad lograron los aprendizajes suficientes en Ciencias, 43% en Matemáticas y 59% en Lectura. Adicionalmente, las brechas de aprendizaje de los estudiantes son abismales, considerando su nivel socioeconómico y ubicación geográfica.

La población mexicana padece condiciones de pobreza y vulnerabilidad social muy importantes. Aproximadamente, 10% de la población padece una condición de pobreza extrema, mientras que 20% no se encuentra en una condición de vulnerabilidad. La población ocupada en edad de trabajar en México es cercana a 94%; sin embargo, sus condiciones salariales son muy precarias: solo 6% de la población empleada gana más de 5 salarios mínimos (SM), 61% percibe entre 1 y 5 SM, 12% recibe menos de un salario mínimo o no tiene ingresos (del resto no se tiene información). El ingreso de los trabajadores mexicanos no solo es bajo, sino que ha decaído en los últimos años.

Así, de 2000 a 2015, la proporción de personas que ganaban hasta 3 SM aumentó de 24 a 30%, mientras que el SM perdió la mitad de su valor adquisitivo en las últimas cuatro décadas. Las precarias condiciones educativas y laborales de México limitan las posibilidades de aprovechar las ventajas de la globalización de la economía y de la modernidad digital. Si se anticipa una desocupación progresiva de la mano de obra no calificada y una demanda de empleos altamente sofisticados, debemos considerar con seriedad, primero, que la educación obligatoria cumpla cabalmente con su misión de proveer a todos los estudiantes mexicanos con los conocimientos, habilidades y competencias claves que les permitan transitar con éxito a la educación superior o bien al mundo laboral.

No es posible que sigan egresando estudiantes de educación media superior que no sepan comprender lo que leen, escribir lo que piensan, hablar inglés, ni utilizar las matemáticas básicas para resolver problemas de la vida real; tampoco que solo 3 de cada 10 jóvenes estudien carreras universitarias. Por otro lado, si se espera una demanda de profesionistas que dominen las habilidades digitales como la programación, la comunicación oral y escrita en dos o más idiomas, el pensamiento crítico y creativo y otras competencias llamadas del Siglo XXI, es imperante que las Instituciones de Educación Superior (IES) modifiquen su “genética educativa”, de tal manera que anticipen las necesidades de un mundo laboral globalizado, cambiante y cada vez más exigente; esto si se pretende que sus egresados ocupen puestos de alta responsabilidad profesional y no se les subemplee por carecer se dichas competencias.

Finalmente, las empresas mexicanas deberán hacer un gran esfuerzo por acercarse a las IES, ofrecer oportunidades para que los estudiantes aprendan dentro de las empresas, emplear estudiantes durante y al final de su entrenamiento in situ, permitir que sus empleados viajen y se capaciten continuamente y, sobre todo, ofrecer mejores salarios a aquellos trabajadores mejor formados y que se superan continuamente.

Las condiciones educativas y laborales de México imponen retos difíciles de superar, debido a que en el pasado cada sector ha trabajado de manera independiente. La globalización de la economía y las nuevas tecnologías de la información imponen nuevos escenarios que obligan a que ambos sectores visualicen los cambios por venir y se articulen para afrontarlos conjuntamente. De otra manera, México será un país de trabajadores de maquiladoras trasnacionales, cuyos empleos tienden a desaparecer.

Fuente artículo: http://www.educacionfutura.org/educacion-y-empleo-en-el-mexico-del-siglo-xxi/

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Educación y trabajo: el futuro nos alcanza

01 de agosto de 2017 / Fuente: http://www.educacionfutura.org

Por: Eduardo Backhoff

En días recientes, académicos de la Universidad de Guadalajara organizaron un seminario con diversos especialistas del país, cuyo propósito fue discutir nuevos enfoques sobre las relaciones entre educación y trabajo en un mundo contemporáneo. Estas relaciones se pueden analizar teniendo dos escenarios posibles: los países industrializados y aquellos en vías de desarrollo.

Para el primer caso, mis primeras apreciaciones sobre el futuro de las relaciones entre educación y trabajo son las siguientes: Vivimos una transición mundial donde empieza a imperar una economía globalizada, una sociedad del conocimiento, el uso de las tecnologías de la información, la comunicación por internet y el uso de la robótica. Dichos cambios están modificando rápidamente el mundo laboral y, en consecuencia, la demanda de profesionistas con las competencias necesarias para atender las necesidades actuales y futuras de las empresas y de la sociedad misma.

Los empleos y las profesiones, tal y como los conocemos en la actualidad, están sufriendo cambios importantes. Los empleos más propensos a su automatización están siendo realizados por máquinas y dispositivos electrónicos (cajeros automáticos), otros que requieren de la mano de obra rutinaria y no calificada permanecen (limpieza), unos más que necesitar de alta especialización, se están transformando y modernizando rápidamente (medicina nuclear), y empiezan a aparecer otros que se basan en nuevas tecnologías digitales (Machine learning).

Se anticipa desempleo en los estratos sociales más bajos que no tienen una escolaridad mínima, así como una gran demanda de trabajo de especialistas altamente calificados que dominen nuevas competencias laborales (como la programación y el modelamiento matemático).

En este segmento de la población las demandas están cambiando continuamente y serán progresivamente más exigentes, lo que obliga a los profesionistas a formarse permanentemente a lo largo de toda la vida.

Estas nuevas condiciones laborales están demandando que la educación superior sufra una transformación de fondo, de tal manera que sus egresados: 1) dominen las competencias básicas del lenguaje oral y escrito, las matemáticas y los conocimientos para entender el mundo físico y social que los rodea, 2) manejen las tecnologías digitales que les permitan encontrar información nueva y comunicarse con diversos profesionistas de manera productiva, 3) dominen más de un idioma (especialmente el inglés), 4) tengan liderazgo y trabajen de manera colaborativa y a distancia, 5) piensen críticamente y se orienten a la solución de problemas, 6) dominen diversas habilidades socioemocionales, como el autocontrol, la empatía y la solución de conflictos, 7) sepan trabajar de manera independiente y autónoma, y 8) dediquen parte de su tiempo a la autoformación y superación profesional.

Las características de estos nuevos trabajadores, a su vez, demandan que la educación formal escolarizada se adapte en un futuro a estas necesidades del mundo laboral, flexibilizando su oferta de educación superior, a través de: 1) planes y programas de estudio modulares y flexibles, que se adapten de manera oportuna a las necesidades productivas y de la sociedad 2) considerar formalmente el aprendizaje de los estudiantes en el mundo laboral y 3) permitir la reinserción escolar de los alumnos cuando lo requieran.

Asímismo, se plantea la necesidad de modificar la forma de certificar las competencias adquiridas, considerando que las personas no sólo aprenden en el sistema educativo, sino que adquieren competencias de diversa naturaleza en sus centros de trabajo, así como en múltiples fuentes disponibles en internet.

De manera recíproca, las empresas deben permitir que los estudiantes realicen prácticas en sus instalaciones, se requiere que las empresas permitan que sus empleados puedan seguirse formando de manera continua y regresar a sus centros escolares temporalmente cuando lo requieran, y ofrezcan empleos temporales a estudiantes universitarios.

Finalmente, es necesario que las empresas se vinculen con las instituciones educativas, para que conjuntamente realicen investigaciones y desarrollos tecnológicos. En algunos países el futuro de las relaciones entre educación y trabajo ya los alcanzó. Alemania ha implementado la educación dual (donde los estudiantes aprenden en los centros de trabajo) y donde existen doctorados que ofrecen las grandes empresas —Bosch, Mercedes, BMW y Siemens— en coordinación con las más prestigiadas instituciones de educación superior.

Fuente artículo: http://www.educacionfutura.org/educacion-y-trabajo-el-futuro-nos-alcanza/

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La reforma educativa:¿el huevo o la gallina?

En días recientes la Secretaría de Educación Pública (SEP) dio a conocer los nuevos planes y programas de estudio que regirán los procesos de enseñanza-aprendizaje de los cerca de 31 millones de estudiantes de la educación obligatoria del país. Dichos planes están diseñados para responder al Nuevo Modelo Educativo (NME) y entrarán en vigor en el ciclo escolar que inicia en agosto de 2018. Con estas acciones se empieza a completar el círculo de la reforma educativa de 2013 la que, a mi parecer, descansa en cuatro pilares fundamentales.

Primero, la creación del Servicio Profesional Docente (SPD), que regula el ingreso y la carrera profesional de los docentes, de tal forma que sean los mejores profesionistas de la educación quienes ingresen al servicio público y quienes ocupen los cargos con funciones directivas y de asesoría técnica pedagógica. En este contexto, la formación continua de docentes frente a grupo resulta un componente indispensable para que se logre el propósito de contar con una planta de maestros bien formados.

Segundo, el otorgamiento de la autonomía constitucional al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación para que, entre otras funciones, evalúe los distintos componentes, procesos y resultados del Sistema Educativo Nacional, emita directrices de mejora educativa, y emita lineamientos y criterios técnicos para asegurar que las autoridades educativas realicen sus evaluaciones con altos criterios de calidad, entre las que se encuentran las del SPD.

Tercero, el diseño de un NME con sus correspondientes planes y programas de estudio, que responda a las nuevas corrientes pedagógicas, así como a las necesidades sociales, culturales y laborales de México, quien se encuentra inmerso en un mundo globalizado que utiliza con mayor intensidad las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.

Con estos nuevos planes se espera que los alumnos logren dominar los aprendizajes deseados; no solo los relacionados con los conocimientos de las disciplinas tradicionales (por ejemplo, la lectoescritura, las matemáticas y las ciencias), sino también con las habilidades artísticas, deportivas y socioemocionales.

El cuarto pilar de la reforma educativa está en construcción y se relaciona con el mejoramiento de la formación inicial de los docentes, especialmente la que reciben los estudiantes en las escuelas normales. Este cuarto pilar de la reforma es esencial para que el país cuente con una planta de profesores altamente capacitados para ejercer su función docente y se pueda aspirar a tener una oferta educativa de calidad con equidad. Sin lugar a dudas, el Estado mexicano ha realizado un gran esfuerzo por avanzar en el ámbito educativo, aunque algunos critiquen que los componentes de la reforma no se construyeron ni en el orden correcto, ni en el tiempo adecuado. Por ejemplo, se critica que primero se implementó el SPD y después se diseñó el NME.

Sin embargo, la experiencia mexicana en la materia nos ha demostrado repetidamente que los cambios curriculares, por sí mismos, poco pueden hacer para cambiar las prácticas de enseñanza y, en consecuencia, mejorar el aprendizaje de los estudiantes. El dilema ancestral “qué fue primero: el huevo o la gallina” se aplica muy bien aquí, pues con esta metáfora se alude a la circularidad causal que tienen dos eventos: las gallinas ponen huevos y de ellos provienen los pollos. Aunque en sus inicios, esta metáfora la utilizaban los filósofos para responder a problemas metafísicos, ahora se emplea para mostrar la poca utilidad que tiene preguntarse quién debe ser primero: ¿X o Y? Este es el caso del SPD y el NME. Qué debe ser primero para mejorar la educación: ¿contar con mejores docentes y directivos o tener buenos planes y programas de estudio?

La respuesta obvia es que las condiciones se requieren, sin importar su orden temporal, siempre que este sea suficientemente corto para que ambas hagan sinergia. En cuanto a la implementación del NME, es cierto que llega al final del sexenio y, por ello, corre mayor riesgo de que la próxima administración no le dé continuidad.

Sin embargo, sería muy lamentable que por esta sola razón se truncara un pie tan importante de la reforma. Esperemos que la racionalidad sexenal de hacer y deshacer proyectos de nación no prevalezca y que el Estado mexicano (independientemente de quién lo administre) siga dando muestras de querer construir un mejor país.

*Consejero presidente del INEE

Fuente del Artículo:

La reforma educativa:¿el huevo o la gallina?

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La educación obligatoria en México: Informe 2017

Eduardo Backhoff

El artículo 31 de la Ley General de Educación y el artículo 63 de la Ley General del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación establecen que este Instituto (INEE) tiene la obligación de rendir un informe anual al Congreso de la Unión, a las autoridades educativas y a la sociedad en general sobre el estado que guarda la educación obligatoria en México.

Cumpliendo con esta responsabilidad, los pasados 19 y 26 de abril la junta de gobierno de esta institución entregó a las cámaras de Diputados y de Senadores, respectivamente, el informe correspondiente. Con este, suman tres los informes presentados desde que se le otorgó al INEE, en 2013, autonomía constitucional.

El contenido del informe de 2017 se deriva de los resultados de los diversos estudios generados por el Instituto en los dos últimos años, e incluye información producida por otras instituciones e investigadores. En consecuencia, da cuenta de aquellos componentes, procesos y resultados del Sistema Educativo Nacional (SEN) de los cuales el INEE tiene información reciente.

Este informe (ver: http://www.inee.edu.mx/index.php/publicaciones-micrositio) se conforma de dos secciones que agrupan siete capítulos; incluye además una introducción, un apartado de reflexiones finales y un anexo. La primera sección, “Oportunidades y resultados educativos”, comprende cuatro capítulos que brindan un panorama básico sobre algunas características del SEN.

El primero ofrece información del contexto socioeconómico y de las condiciones escolares en las entidades federativas. El segundo capítulo explica las relaciones que existen entre las oportunidades de aprendizaje que tienen los alumnos de primaria y el logro educativo que alcanzan en Español y en Matemáticas. El tercero analiza algunas condiciones de la oferta educativa en la educación obligatoria para atender a los estudiantes con discapacidad. El capítulo 4 describe los tipos de competencias pedagógicas que tienen los docentes de educación básica en servicio, La segunda sección denominada “Evaluación de políticas públicas” se compone de tres capítulos que evalúan diversos programas públicos.

Así, el quinto capítulo aborda la política de inserción a la docencia de docentes noveles; el sexto analiza la oferta educativa que reciben los niños indígenas y el capítulo 7 trata el abandono escolar en educación media superior. Finalmente, en un anexo se describen las acciones realizadas por las autoridades federal y locales para dar seguimiento a las directrices emitidas por el INEE en materia de formación inicial de los docentes.

De manera muy sintética este informe constata que, aunque hoy existen políticas públicas que atienden numerosos aspectos antes desestimados, el cumplimiento universal al derecho a la educación sigue siendo una meta a cumplir cabalmente. Entre las conclusiones a las que llega el INEE, con relación a la obligación del Estado de ofrecer servicios de calidad en la educación obligatoria, destacan las siguientes. Por un lado, es claro que se ha avanzado considerablemente en la expansión de la matrícula y en la cobertura escolar; ha aumentado la ecacia educativa, lo que se traduce en tránsitos escolares más regulares y mayores niveles de asistencia a la escuela de los niños y jóvenes de 3 a 17 años de edad; y, se han reducido progresivamente las tasas de abandono escolar y han aumentado las proporciones de egresados en los distintos niveles educativos. Por otro lado, el SEN sigue adoleciendo de problemas graves que son importantes de atender lo antes posible. Entre los de mayor importancia, el informe destaca los siguientes.

Siguen existiendo inequidades significativas que impactan a las poblaciones que viven en los contextos socioeconómicos en mayor desventaja, como es el caso de los niños y jóvenes indígenas, de quienes viven en las zonas más alejadas de los centros urbanos y, especialmente, de quienes padecen algún tipo de discapacidad. En el terreno de los aprendizajes es donde se observa el mayor rezago educativo, que es producto de una combinación desafortunada de condiciones sociales, oferta escolar y características personales que afectan de manera significativa el logro educativo de los estudiantes.

Un área de oportunidad para revertir estos problemas se encuentra en mejorar las condiciones de infraestructura, equipamiento y de gestión de los centros escolares más desfavorecidos, así como en incrementar la eciencia con la que se ejerce el gasto educativo en cada una de las entidades federativas. Resulta alentador, sin embargo, comprobar que el magisterio vive un momento de transición hacia nuevas formas de su práctica profesional. En este marco de desafíos es igualmente esperanzador el lanzamiento del Nuevo Modelo Educativo, que complementa los cambios emprendidos con el Servicio Profesional Docente y abre nuevos horizontes a la educación nacional.

Consejero presidente del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación

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