Page 1 of 20
1 2 3 20

Siete ideas para llevar la creatividad a las aulas universitarias

Por: Educación 3.0

Emplear la metáfora, el storytelling o huir de la clase magistral son algunas de las estrategias que permiten llevar la creatividad a las aulas de la universidad y mejorar la experiencia de aprendizaje del alumnado. Nos cuenta cómo desarrollarlas la docente universitaria Lola Costa Gálvez.

Hablar de creatividad en la docencia es tratar una cuestión recurrente, pero ¿qué es exactamente? Puede ser parte de la identidad docente, servir de modelo y referente para el alumnado, pero, sobre todo, es útil para llamar la atención de los estudiantes y convertir su experiencia de aprendizaje en algo memorable, significativo e impactante. Según el psicólogo estadounidense Guildford, se expresa de cuatro maneras: mediante la fluidez, la flexibilidad, la originalidad y el análisis. Y es que aunque cualquier persona puede ser creativa no todo el mundo se considera creativo. Su desarrollo, junto con la innovación, ha sido señalado por voces expertas como una de las claves de la universidad del futuro.

A continuación, expongo siete estrategias para que el personal docente universitario emplee la creatividad en sus clases.

Índice de contenidos

Utilizar la metáfora como hilo conductor 

Podemos imaginarnos y hacer imaginar al alumnado que nuestra asignatura es una cocina, un viaje, un club deportivo o un videojuego. Además de hacer la materia más atractiva, conseguimos una planificación docente consistente y comprensible a lo largo del tiempo.

Usar el storytelling

Creatividad Aulas Universitarias

Muchos docentes comienzan su lección con una historia o introducen una en algún momento de la sesión. Hacer un uso consciente de la narrativa potencia el impacto que tienen en el alumnado estas historias; lo ideal es inventar las nuestras o cocrearlas en el aula.

Aleatorizar la participación de manera llamativa

Creatividad Aulas Universitarias

La creatividad nos permite aleatorizar la participación en clase de manera que llame la atención del alumnado. Algunas ideas para fomentarla son emplear ruletas, cartas o papeles ‘secretos’ con los nombres de los estudiantes.

Utilizar técnicas de creatividad para generar ideas

Metodologías docentes como el learning by doing promulgan la práctica deliberada. Podemos usar las técnicas creativas para que el alumnado genere ideas y así eliminar a los ‘enemigos’ de la creatividad, concentrarse en el trabajo y sacar el mejor rendimiento. Algunas de las más populares son: las relaciones forzadas, el SCAMPER (Sustituir, Combinar, Adaptar, Modificar, Propósito, Eliminar y Reorganizar o Revertir) y los seis sombreros para pensar.

Dar un feedback amable

La retroalimentación debe ser edificante ya que es la base de la evaluación formativa. Usar estrategias que nos permitan dar una retroalimentación original puede motivar a los estudiantes, por ejemplo a través de sellos con comentarios recurrentes, códigos de colores o insignias para marcar los niveles de desempeño.

Jugar con los ambientes de aula

Aunque es una tendencia más propia de otras etapas educativas a muchos docentes universitarios les gusta ambientar su aula. En este sentido, es evidente que la creatividad aporta: ya sea para crear aulas temáticas o para dar pequeños toques que introduzcan al alumnado en la actividad o en la lección.

‘Romper’ la clase magistral

Mucho se ha escrito sobre la fatiga que produce escuchar a una persona más de 20 minutos y, sin embargo, la mayoría de clases magistrales supera ese tiempo. Buscar estrategias creativas para ‘romper’ la dinámica es primordial para captar la atención de los estudiantes. Además del uso de metodologías activas como la clase inversa, el seminario participativo o la tecnología pueden ayudarnos a crear recursos gamificados que interpelen al alumnado durante el transcurso de la lección.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/ideas-creatividad-universidad/

Comparte este contenido:

Ideas para llevar a cabo un encuentro literario en el aula

Por: Educación 3.0

Estas actividades fomentan la lectura y la escritura de los estudiantes, y desarrollan sus habilidades de expresión. María Pareja, docente de Lengua Castellana y Literatura y escritora, nos cuenta cómo realizarlos en los centros.

La mayoría de los docentes nos preguntamos qué podemos hacer para dinamizar las lecturas dentro del aula. Además, la nueva ley educativa (LOMLOE) reconoce que el fomento del hábito y del gusto por la lectura impacta directamente y de manera positiva en la mejora de la comprensión lectora, la capacidad de expresarse, la gestión de la información, el pensamiento crítico y el aprendizaje de nuevos conocimientos entre los estudiantes. ¿Es tan importante destinar tiempo a la lectura? ¿Debemos los docentes reforzar las actividades que la fomenten? En este sentido los encuentros literarios son una herramienta que pueden ayudar a que los jóvenes lectores se involucren en las lecturas que les proponemos.

Beneficios de los encuentros literarios

Los encuentros literarios proporcionan una serie de beneficios y ventajas entre los estudiantes:

  • Interacción social. Fomentan la discusión y el intercambio de ideas, lo que puede hacer que la lectura sea más atractiva. Los estudiantes se preparan para el encuentro con el escritor, piensan en qué preguntarle, reciben ‘feedback’ al texto, incluso en las charlas les hacen recomendaciones para continuar la historia o modificarla. Por tanto, ante la posibilidad de esta interacción, su lectura es más atenta.
  • Variedad de géneros y autores. Muestran al alumnado una amplia gama de géneros y autores, lo que les permite descubrir sus preferencias e indagar en las experiencias literarias que vive cada escritor. Exponer a los jóvenes a esta comunicación, más personal, les posibilita conocer otras formas de vida, ampliando así sus horizontes para el futuro.
  • Fomenta la escritura. Estas visitas pueden inspirar a los estudiantes y acercarlos al mundo de la escritura. Es muy interesante, desde mi punto de vista, vincular este encuentro a posibles concursos literarios o procesos de escritura en los que el propio invitado les anime a seguir escribiendo o les ofrezca consejos para mejorar su escritura. Por ejemplo, en estos encuentros les solemos regalar poemarios o textos encuadernados con dibujos que elaboran tras la lectura. También pueden añadir música al texto que hemos leído o crear audiovisuales. De esta forma, la experiencia acaba siendo muy enriquecedora para todos los que participan en ella.
Encuentros Literarios
  • Desarrollo de habilidades de expresión. Ofrecen a los menores la oportunidad de expresar sus pensamientos de manera articulada y persuasiva delante de un auditorio. Una buena forma de conseguirlo consiste en proponer al alumnado que presente al escritor en cuestión.
  • Motivación y conexión. Estos eventos generan entusiasmo por la lectura al ofrecer un espacio para compartir y descubrir libros interesantes. Los encuentros se pueden llevar a cabo de forma presencial, pero también virtual y, en estos casos, se pueden unir otros centros educativos. A través de la plataforma eTwinning es posible contactar con otros docentes de centros europeos y cooperar en estas actividades.
  • Perduran en la memoria. Estas actividades se salen de la práctica habitual de las clases. Por esta razón y si se les involucra, pueden perdurar en la memoria de los asistentes y dejar una impresión duradera asociada a la lectura. Además, si los temas que se tratan o el libro les ha impactado, es muy posible que extraigan un aprendizaje que les acompañará de por vida.

Cómo llevar a cabo un encuentro literario

En ocasiones, el docente piensa que realizar estos encuentros es una tarea muy complicada o que solo se pueden organizar con el consenso de todos los profesores del departamento o del centro. Aunque supone una tarea adicional a nuestro trabajo diario, los beneficios de fomentar la lectura a través de estos encuentros son muy valiosos. Yo suelo contactar con los escritores a través de correo electrónico o redes sociales ofreciéndoles visitar el centro y participar en un encuentro literario con los estudiantes. También resultan de utilidad las siguientes ideas:  

  • Programas de lectura. Una posibilidad es a través de los programas de fomento de la lectura promovidos por el Ministerio de Cultura y Deporte, como el Programa de Actividades Literarias en Institutos de Enseñanza Secundaria. Con él se puede traer a cualquier escritor que tenga, al menos, tres obras publicadas por cuenta ajena. El único inconveniente es que no se suele conceder todos los años a los mismos centros.
  • Editoriales. SM, Anaya o Santillana también gestionan estas visitas y pueden ayudar a organizar encuentros literarios en los centros educativos sin coste para el centro.
Encuentros Literarios
  • Bibliotecas escolares. Éstas reciben fondos para organizar las tertulias. La dotación económica en bibliotecas escolares varía según la comunidad autónoma y el programa específico. En este caso los escritores deben poder facturar para cobrar las charlas.
  • Economía del centro. Algunos centros reparten el dinero por departamentos y, en estos casos, el área lingüística puede invertir una parte de esta cantidad en tertulias y encuentros literarios. También, y cuando el escritor es cercano suele estar encantado por participar en este tipo de eventos y, en muchos casos, está dispuesto a hacerlo de manera altruista. No obstante, es importante recordar que los centros educativos también disponen de fondos (en algunos casos) para cubrir gastos de desplazamiento, lo que significa que al menos se podría considerar la posibilidad de financiar el trayecto del escritor hasta el centro.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/encuentro-literario/

Comparte este contenido:

Argentina: Consejos para educar en un mundo lleno de pantallas

Consejos para educar en un mundo lleno de pantallas

Realizar actividades alternativas que motiven a los más pequeños o autoevaluar el tiempo que, como adultos, se permanece frente a una pantalla son algunos de los consejos que María José Abad, experta en educación digital, ofrece a las familias y educadores

Las familias deben pensar cómo les gustaría que fuera la relación que sus hijos tienen con las pantallas. Y para ello resulta fundamental que los adultos se formen en temas relacionados con el uso de los dispositivos. Y es que la tecnología y el entorno digital pueden ser una gran oportunidad para educar. María José Abad, experta en educación digital propone en el portal educaciontrespuntocero.com diez claves con las que educar a niños y adolescentes en un mundo repleto de pantallas.

1. Adelantarse. La prevención es la clave del éxito. Visualiza cómo te gustaría que fuera la relación de tus hijos con las pantallas y poné en práctica lo que creas que contribuiría a ello. Por ejemplo: crear ‘un plan digital familiar’ puede ayudar. Estos son los pasos para crearlo:

  • Pensar qué uso hace de las pantallas cada miembro de la familia.
  • Hacer un diagnóstico y poner algunas metas que se puedan compartir en algún lugar visible para todos.

2. Ganar la batalla sin recurrir a la confrontación. En vez de decirles ‘no’, se recomienda crear actividades alternativas y ayudarles a descubrir sus aficiones y talentos. Hay que tomárselo como una carrera de fondo: cambiar los hábitos nunca fue fácil.

3. Las pantallas pueden ser un gran aliado. Lo importante es utilizarlas con una finalidad, delimitar cuándo y para qué usarlas. Por ejemplo: a través de videotutoriales de recetas de cocina, de música…

4. Más que el tiempo de pantalla, pensar qué se está dejando de hacer con los niños. Este planteamiento sirve para diagnosticar si hay un uso equilibrado de las pantallas. También es fundamental que estas no interrumpan las horas de sueño. Algo que puede ayudar este ‘parking de pantallas’ o la asignación de un canasto o caja donde ‘duerman’ los dispositivos.

5. Abrir nuevos horizontes. Los niños del ‘todo ya’ necesitan cultivar su paciencia con actividades que requieran metas en el corto, medio y largo plazo (campeonatos deportivos, tocar un instrumento, leer, etc.). También y de ser posible que los hagan salir de su mundo como tareas de ayuda a los demás adaptadas a su edad, voluntariado…).

6. Una sana autoestima es uno de los mejores regalos que se le puede hacer a los pequeños. Está muy vinculado a la felicidad imperfecta: saber que no siempre se puede tener todo; disfrutar y ser agradecidos, además de que resulta muy útil para huir de las comparaciones.

7. Escribir en un papel qué cosas dejar como ‘herencia’. De qué temas, como adulto, te gustaría hablarles: amor y sexualidad, la importancia de trabajar bien, respeto a los demás, donde recargar las pilas y encontrar la paz en el día a día…

8. Autoevaluación del uso de las pantallas. Las estadísticas de uso de las aplicaciones pueden resultar una pista para saber cuánto tiempo, como adulto, se dedica a las pantallas. Quitarse las notificaciones o intentar que haya tiempos de ‘desintoxicación’ de pantallas en algunos momentos del día o durante el fin de semana son otras opciones de autoevaluación.

9. Predicar con el ejemplo. Es importante identificar a los ‘ladrones de tiempo’. Que no impidan tener conversaciones cara a cara con los niños o con la pareja.

10. Pararse, pensar, pedir ayuda y volver a empezar. Nada hay definitivo en esta vida, así que ¡no desesperes!

 

Fuente:  educaciontrespuntocero.com
Foto: notebookcheck.net

Fuente de la Información: https://aptus.com.ar/consejos-para-educar-en-un-mundo-lleno-de-pantallas/

 

Comparte este contenido:

Argentina: Libertad de movimiento para favorecer el desarrollo

Libertad de movimiento para favorecer el desarrollo

La metodología creada por la pediatra Emmi Pikler apuesta por fomentar la autonomía de los menores para que ellos mismos marquen el ritmo de su desarrollo psicomotor y afectivo

Según Pikler, el bienestar de los bebés trascendía más allá de supervisar su peso, estatura o nutrición. Reconoció la crucial relevancia de aspectos como el movimiento y la formación de lazos emocionales en el adecuado desarrollo de los niños pequeños. De esta forma, se empezó a gestar lo que actualmente se denomina como enfoque Pikler, una metodología que integra las necesidades de afecto de los niños con la promoción de su independencia.

A pesar de que históricamente se habían seguido enfoques de crianza y educación para bebés fundamentados en la sobreprotección, Pikler sostenía que la independencia era fundamental para su desarrollo. Durante la etapa infantil, el movimiento constituye una necesidad básica que posibilita la exploración, el descubrimiento y el aprendizaje. Y es el movimiento autónomo, aquel que el bebé elige por sí mismo sin la intervención de un adulto, la manera más efectiva de fomentar su desarrollo psicomotor.

Pikler defiende la no interferencia de padres o profesores en el movimiento de los niños. Pueden actuar como compañeros, especialmente para asegurar su seguridad y apego, pero no deben dirigir sus acciones. Otro de los principios que promueve es que, durante los primeros meses de vida, no se deben colocar a los bebés en posiciones que no puedan alcanzar por sí mismos: no se les debe forzar a gatear, ponerlos boca abajo, sentarlos o incluso tomarles de la mano para que empiecen a caminar antes. De esta forma, ellos mismos desarrollarán su movimiento y posturas a su propio ritmo y de manera orgánica.

Aunque es importante que los adultos no interfieran en el movimiento de los bebés, es crucial que los bebés se sientan seguros y conectados con ellos. El apego es otro aspecto fundamental de la Metodología Pikler y se basa en una relación de respeto y acompañamiento en la que cada bebé pueda seguir su propio ritmo. Hablarles, mostrarles cariño y brindarles estímulos indirectos son las claves para construir ese tipo de relación.

Es necesario que los padres les expliquen al bebé las acciones que van a realizar y en las que él está involucrado, para que estén conscientes y receptivos, sin presionarlos. Mostrarles seguridad y crear un entorno seguro donde puedan explorar y moverse libremente, estando atentos a sus necesidades, son otras cosas que los cuidadores pueden hacer.

El juego libre 

El juego libre es otro de los principios por los que apostaba Pikler y que mejor definen esta metodología. Padres y tutores pueden proporcionar al menor un lugar adecuado y adaptado para que pueda jugar libremente y estimularse. Un espacio amplio y despejado en el que incluir determinados objetos con los que pueda interactuar. Es imprescindible que los menores vistan ropa cómoda que no limite sus movimientos a la hora de comenzar a jugar.

Una vez escogido un espacio seguro, hay que adaptar los materiales a los intereses y necesidades funcionales de cada menor, es decir, que se adapten a su momento evolutivo. Se aconseja comenzar con varios objetos no estructurados, que tengan tamaños y texturas diferentes que favorezcan su estimulación sensorial. Según vaya creciendo, se pueden incorporar otros objetos y materiales.

Fuente: educaciontrespuntocero.com
Foto de Sebastian Pandelache en Unsplash

Fuente de la Información: https://aptus.com.ar/libertad-de-movimiento-para-favorecer-el-desarrollo/

 

Comparte este contenido:

Cómo influye el aprendizaje activo en el futuro laboral de los estudiantes

Por: Educación 3.0

El aprendizaje activo resulta fundamental para el futuro laboral de los estudiantes y para la educación del presente. Ben Fedigan, Director de DreamShaper en España, explica los principales beneficios de este tipo de enseñanza y el papel que juega la tecnología.

La enseñanza tal y como la conocemos está atravesando un cambio metodológico que era necesario en el ámbito de la educación. No obstante, los docentes siguen utilizando, mayoritariamente, métodos de enseñanza pasivos con los que no conectan con los estudiantes. Y es que muchas instituciones educativas todavía no ofrecen formación en metodologías activas al profesorado de forma generalizada.

Aprendizaje pasivo vs aprendizaje activo

La principal característica del aprendizaje pasivo es que el protagonista es el docente, ya que se encarga de enseñar el contenido en su totalidad. Su palabra y sus conocimientos son recibidos por los estudiantes, quienes aprenden los contenidos principalmente por medio de la memorización, ya sea en clase o mediante el libro de texto. Por otro lado, la evaluación en el aprendizaje pasivo es limitada. El alumno es premiado por su capacidad de memorización y comprensión en los exámenes, pero sin comprobar si sabe aplicar los conocimientos adquiridos.

DreamShaper aprendizaje activo

Por su parte, la clave del aprendizaje activo es que se centra en el estudiante a través de las metodologías activas de enseñanza. El alumnado trabaja la autonomía y demuestra sus habilidades, siendo el principal protagonista del proceso de aprendizaje. Al ‘aprender haciendo’, el desarrollo de las ‘soft skills’ o habilidades blandas es mayor. También lo es la retención del conocimiento, que es de aproximadamente un 80% (si se compara con el 20% del aprendizaje pasivo o teórico), tal y como señala la ‘Pirámide de aprendizaje’ de William Glasser.

Nuevos cambios

Uno de los aspectos principales de la nueva ley educativa es la actualización de las metodologías de enseñanza. La LOMLOE flexibiliza los programas educativos y, en lugar de poner el foco en el temario y en la memorización, lo hace en los estudiantes y en el aprendizaje colectivo y orgánico. Y a una de las metodologías a las que recurre es al Aprendizaje Basado en Proyectos. Aunque la legislación introduce la obligatoriedad del trabajo por proyectos, la renovación pedagógica se encuentra con múltiples barreras sistémicas y culturales que el sector educativo, aunque sea un gran reto, tiene que superar. Ese desafío también existe en la enseñanza superior. Es en esta última etapa para los estudiantes y antes de incorporarse al mundo laboral, donde el choque entre la teoría y la práctica suele ser relevante.

DreamShaper aprendizaje activo

La tecnología: un aliado siempre presente

La posibilidad de apoyarse en la tecnología para implementar metodologías activas de enseñanza ya es una realidad. Debido a la pandemia, la tecnología en el sector educativo se generalizó a través de la enseñanza remota. Las clases a distancia, principalmente en el ámbito universitario, abrieron también las puertas a la enseñanza híbrida, síncrona y asíncrona. Todo ello a través de softwares específicos. Esto permite que tanto el docente como el estudiante gestionen mejor su tiempo y su disponibilidad, ofreciendo autonomía al alumnado y liberando al profesorado de tareas relacionadas con la gestión del día a día para dedicar más tiempo a la enseñanza en sí. En definitiva, la educación, en todos sus niveles, debe avanzar de forma constante para preparar a los estudiantes a los retos que se les presentarán en el futuro.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/dreamshaper-aprendizaje-activo/

Comparte este contenido:

Cómo utilizar el silencio como herramienta comunicativa en el aula

¿Por qué para conseguir silencio en el aula alzamos la voz por encima de las de los estudiantes? Esta es la pregunta que se hace Ismael Ruiz Arroyo, docente de la Facultad de Lenguas y Educación de la Universidad de Nebrija, que comparte algunas estrategias para conseguir una clase tranquila

Definir el concepto de silencio no es fácil, pero ponerlo en práctica en las aulas de un instituto es una misión aún más compleja. ¿Quién no ha salido de una clase pensando en la necesidad de llegar a casa y disfrutar de la tranquilidad, del silencio? Si atendemos a la definición del Diccionario de la Lengua Española, “la abstención de hablar y la falta de ruido” definirían este concepto que tanto se hace de rogar en nuestro día a día como profesores.

No es muy difícil encontrar cómo grandes lingüistas, antropólogos o escritores han intentado definir y teorizar sobre el poder del silencio. Tenemos a Juan Mayorga, que en 2019 ingresó en la RAE con un discurso titulado ‘Silencio’ o los numerosos estudios que abordan este tema en distintas disciplinas como el cine, el teatro o la teoría musical. Como docentes se nos atribuyen numerosas funciones, pero una que resulta imprescindible para desarrollar nuestra labor es llevar a cabo una comunicación eficaz. Sin embargo, que nuestro mensaje llegue a todo el alumnado no siempre es fácil, ya que tenemos barreras comunicativas o, como lo llamaron en su momento Shannon y Weaver en su Teoría de la comunicación (1949), ‘fuentes de interferencias’.

Cómo comunicarnos de manera más eficaz

¿Cómo podemos romper esas barreras sin morir ni dejarnos la garganta en el intento? Canale y Swain definieron el concepto de ‘estrategias comunicativas’ en los años 80 y destacaron en su estudio la importancia de conocer varios mecanismos que nos sirvan para comunicarnos eficazmente. No debemos olvidar que es fundamental tener nuestras propias estrategias comunicativas como docentes, así como entender que no siempre nos funcionarán las estrategias del compañero, ni tampoco entendamos que las nuestras son universales y funcionarán en todos los grupos.

Silencio como herramienta comunicativa

La respuesta más primitiva a un grupo de adolescentes que hablan demasiado alto y no permiten continuar con la clase es hacer uso de algún imperativo verbal que indique la necesidad de silencio, pero ¿por qué si queremos conseguir silencio en el aula alzamos la voz por encima de las suyas? Si analizamos este hecho, tan común y recurrente dentro de las aulas, corregir una acción aplicando la incorrección no es más que una contradicción. Al igual que entendemos que la manera correcta para pedir que no corran en clase es un “por favor, en clase debemos andar” y no corregir con una acción negativa: “no corras”, ¿por qué para pedir silencio no utilizamos el silencio?

Comunicación no verbal: clave para conseguir silencio

Si atendemos a los estudios relacionados con la comunicación no verbal, como el de Birdwhistell (1952), nos afirman que aproximadamente el 65% de la información que transmitimos a la hora de comunicarnos es gracias a lo no verbal: entonación, gestos, posturas o nuestro anhelado silencio. Por ello, podemos buscar estrategias comunicativas que no sean sinónimo de quedarnos sin voz al final de la jornada.

Ante un grupo inquieto y que no guarda la calma, unos brazos cruzados y un rictus serio puede ser más efectivo que una voz imperante que se perderá entre las de ellos. Mantente de pie frente a ellos, sé paciente y establece contacto visual con tu alumnado, tu lenguaje corporal ya estará haciendo el resto. Recuerda que debes ser visible, hacerte notar y comunicar que estás en el aula, que necesitas silencio para continuar por lo que sentarte en tu silla, caminar al fondo de la clase o darte la vuelta y continuar con la explicación en la pizarra quizá no son los métodos más efectivos.

Crear una rutina como medio para impulsar el silencio en el aula

Otra cuestión importante es el compromiso que establezcas con tu grupo, por lo que puedes llegar a crear hábitos, rutinas o pactos para conseguir tranquilidad y silencio en el aula. Es importante que estos impliquen un contacto visual, podrás también crear un ‘grito de guerra’ y que ellos respondan, eso sí, recuerda que también es posible hacerlo sin necesidad de utilizar la palabra. Da una palmada, por ejemplo, y que ellos te respondan con otra siendo esta última el comienzo del pacto: silencio.

Existen numerosos métodos para hacerlo, aunque la gran parte de los estudios que hasta ahora hay publicados están dirigidos a un alumnado más infantil y no adolescente. Ya sabes que nos enfrentamos a un público exigente por lo que cread entre vosotros, de forma cooperativa, el pacto que os lleve al silencio.

Existen más herramientas comunicativas, desde el silencio, para mantener el orden en tu aula. ¿Has pensado en el poder del interruptor de la luz? Acércate a él, apaga y enciende la luz en un par de ocasiones y verás como del asombro pasan al entendimiento. Sabrán, sin mediar palabra, que tu intención es la de encontrar sigilo. O, si tus instalaciones te lo permiten, haz uso de la las TIC, mantén preparada una cuenta atrás que se proyecte en la pizarra digital, y así entenderán que cuando llegue a cero la clase debe mantenerse en silencio. Recuerda que las primeras veces necesitarán de tu explicación, pero una vez se acuerde dicha conducta funcionará. Ahora bien, pacta con tu alumnado cuál será el beneficio de esta acción, seguro que llegas a un acuerdo.

Por último, otra técnica que puedes llevar a cabo dentro de tus clases es recordarles el objetivo de la sesión. Al llegar a clase es importante escribir en la pizarra cuál es el contenido a trabajar, en pocas palabras, de forma directa, pero clara. Si en algún momento de la clase el orden no está siendo el más adecuado y necesitas silencio para continuar, mantente firme, haz uso de la comunicación no verbal y señala en la pizarra lo que escribiste al comienzo. Entenderán, sin necesidad de expresarlo con palabras, que tu objetivo es ese y su responsabilidad es llevarlo a cabo. Recuerda que para conseguir una respuesta debemos proporcionar un estímulo y, en ocasiones, encontrar dicho estímulo no será fácil, por lo que sé paciente y visualiza tus objetivos, porque al final merecerá pena.

Fuente de la información e imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com

Comparte este contenido:

¡Cuidado! Mucho peso en la mochila puede suponer que los estudiantes crezcan menos

Por: Educación 3.0

A largo plazo, llevar demasiado peso en la mochila puede provocar que los estudiantes alcancen menor talla de la que deberían, tal y como señala la doctora Helena Bascuñana, que ofrece recomendaciones para elegir y llevar la mochila de forma correcta.

Ahora que da comienzo el curso escolar es importante subrayar la importancia de llevar un peso correcto en la mochila de los escolares. Y es que, a largo plazo, llevar mucho peso en la mochila puede provocar que los estudiantes tengan una talla más baja de la que deberían, siendo el 15% del peso total del estudiante la cifra que no se debería superar, según la doctora Helena Bascuñana, vicepresidenta de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF).

Con estos datos sobre la mesa, ofrece una serie de recomendaciones para “fomentar hábitos saludables desde el inicio de curso en aras de mantenerlos hasta el final, porque los niños y niñas suelen llevar mochilas con mucho más peso del que deberían y con frecuencia aparece el dolor de espalda”.

Cómo cuidar la espalda de los estudiantes

La experta de la SERMEF, sociedad científica que aglutina a los médicos rehabilitadores de España, comenta que es sencillo cuidar la espalda si se siguen una serie de recomendaciones a la hora de llevar o elegir la mochila:

  • No debe superar el 15% del peso total del estudiante.
  • Precisan estar acolchadas en la espalda, que tengan asas anchas y un cinturón para poder abrocharse a la cintura.
  • El alumno debe llevar siempre puestas las dos asas y no dejar una colgando.

“Es muy importante también que los niños y adolescentes tengan el hábito de planear lo que necesitan llevar al día siguiente para intentar llevar el menor peso posible”, señala Bascuñana, quién ha desvelado que “en general, para la espalda de los niños, son más recomendables las mochilas de asas con cinturón que las de ruedas: siempre es mejor para la espalda empujar que tirar. Es como los carros de la compra. Las mochilas con ruedas hacen que los niños acaben levantándola con una sola mano y que la distribución del peso sea peor, con riesgo de generar dolor en la espalda”, subraya.

Peso mochilas escolares

En el caso de la disminución de la talla, la experta explica que “los españoles hemos mejorado de talla porque ha mejorado la alimentación, pero también porque ha desaparecido el trabajo infantil. El trabajo infantil influía en que los niños llevaban una gran carga de peso con consecuencias en su talla, y ahora esta situación puede volver a producirse con el peso de las mochilas, que en algunos casos es muy elevado. A largo plazo llevar mucho peso en la mochila puede provocar que el niño o adolescente tenga una talla más baja de la que debería”.

Ejercicio físico

Por otro lado, la doctora también señala el sedentarismo de los estudiantes debido, en parte, a las pantallas. “Los niños están todo el día con las pantallas y debido a eso muchos niños y niñas se están haciendo sedentarios. Antes esta situación era anecdótica. Con una hora de pantalla al día es suficiente porque es perjudicial hasta para la vista”, apunta. “La frecuencia ideal con la que los niños deberían practicar una extraescolar deportiva sería cada día. Es decir, los siete días de la semana, pero al menos, lo mínimo ha de ser tres veces a la semana. Esto valdría para toda la población”, ha subrayado.

Por último, la vicepresidenta de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF) ha manifestado que “se debe tener en cuenta que a veces la actividad física (en niños y adolescentes se recomiendan 60 minutos de ejercicio al día) se puede integrar en la vida diaria. No solo es hacer extraescolares deportivas. Una cosa es hacer deporte estructurado a la semana, como puede ser una extraescolar, y luego está la actividad física diaria que también se debe realizar”. “Hay que promulgar la cultura de moverse. Por ejemplo, si se puede ir andando a algún sitio mejor que ir en coche. O subir escaleras mejor que un ascensor”, concluye.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/peso-mochilas/

Comparte este contenido:
Page 1 of 20
1 2 3 20