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Los márgenes de las aulas

Por: Francisco Javier Lozano

La travesía por las aguas agitadas del sistema educativo es un viaje iniciático que, con una intensidad que a menudo tendemos a relativizar, nos va a moldear como ciudadanos, es decir, como individuos que vivimos en comunidad.

Nuestra capacidad de convivencia y nuestra manera de ejercer la disidencia, nuestras habilidades negociadoras, nuestro grado de aceptación de las diferencias, el modo en que integramos nuestra individualidad en el grupo, en suma, nuestras fortalezas y carencias sociales, todo ello se conforma, tanto o más que en los hogares, en los pasillos, los patios y las aulas de nuestras escuelas, desde la más tierna infancia hasta el último día de nuestra travesía formativa.

Para entender la encrucijada en la que nos encontramos en las España(s), en el resto de Europa también y, salvo excepciones, en buena parte de nuestro mundo posmoderno, deberíamos mirar atentamente lo que está ocurriendo, día a día, en esos pasillos, patios y aulas en donde la infancia y la adolescencia inician el camino de la socialización y son instruidas y educadas para el asalto a las trincheras, cada vez más inhóspitas e inciertas, de la edad adulta.

Pero me temo que la mirada a esos lugares no está siendo todo lo atenta que se merecen. Es tentador quedarse con un juicio exultante por la indiscutible universalización del acceso a la educación, y dejarnos seducir por el sinfín de cambios vividos durante las últimas cuatro décadas en las escuelas (hablo de las que conozco, las españolas), desde sus contenidos formativos a sus herramientas de trabajo, desde su oferta extracurricular a la organización de los pupitres en clase, desde lo formal a lo informal, desde lo moral a lo lúdico. Algunos de esos cambios (interconectividad, tecnología, integración cultural) eran imprescindibles porque la escuela (a diferencia de los antiguos monasterios) no puede quedar al margen del mundo en el que convive. Otros podrían ser más discutibles. Pero mi mirada se dirige ahora hacia los maestros y maestras, las figuras más capitales del proceso formativo y, en mi opinión, las más olvidadas, cuando no abandonadas a su suerte y a su capacidad de automotivación, huérfanas de amparo y de reconocimiento por parte de una sociedad (ahí incluyo a Estado y familias) que tanto depende de su buen o mal hacer.

“Para los tiempos que vienen, no soy yo el maestro que debéis elegir, porque de mí sólo aprenderéis lo que tal vez os convenga ignorar toda la vida: a desconfiar de vosotros mismos”

Juan de Mairena/ Antonio Machado

Apunta con fina ironía el filósofo Fernando Savater (El valor de educar, 1997) que ‘los encargados de esa primera enseñanza de tan radical importancia son los profesionales a cuya preparación se dedica más celo institucional, los mejores remunerados y aquellos que merecen la máxima audiencia en los medios de comunicación. Como bien sabemos, no es así’. Y añade, más serio: ‘… todos los demás que intentamos formar a los ciudadanos e ilustrarlos, cuantos apelamos al desarrollo de la investigación científica, la creación artística o el debate racional de las cuestiones públicas dependemos necesariamente del trabajo previo de los maestros’. Sin embargo, la consideración hacia su papel deja mucho que desear. Abandonados a las inclemencias de la crisis de actitudes de la sociedad a la que sirven (de la que algunos alumnos y padres no son sino su más palpable reflejo), maestras y maestros navegan como pueden entre el orgullo por su profesión y la frustración. Cierto es que la autoridad moral es algo que debe ganarse el propio maestro, pero la sociedad debería crear las condiciones para favorecerla. Si pretendemos que, por generación espontánea, nuestros profesores sean como el sabio Juan de Mairena, alter ego de Antonio Machado, o como el irreverente e incombustible Merlí, y que nuestros alumnos actúen como sus queridos ‘peripatéticos’, es que vivimos instalados en la ficción y lo estamos confiando todo al azar.

No quiero, sin embargo, parecer un paternalista utópico, anclado en una visión romántica del oficio de docente. Vocación y pasión por enseñar son, no cabe duda, deseables actitudes, pero para preparar a nuestros jóvenes a un mundo tan complejo y velozmente cambiante debemos sobre todo exigir aptitudes.

Uno de los más reconocidos expertos en la ciencia del aprendizaje y el talento, el pedagogo y pensador José Antonio Marina, advierte que ‘la formación de los profesores no se ha tomado nunca en serio en España, tal vez porque nunca se ha tomado en serio la profesión docente. Se pensaba -y se piensa- que cualquiera puede enseñar. Pero eso pertenece a una cultura trasnochada. La docencia va a ser una profesión de elite. Tiene que serlo’ (Despertad al Diplodocus -Una conspiración educativa para transformar la escuela… y todo lo demás-, 2015).

Este déficit de exigencia no es sólo imputable al legislador o al gobernante, también a los padres. Orientados al expediente académico de sus hijos y al segundo decimal del promedio de notas, a la oferta de extraescolares y la calidad de las instalaciones, en raras ocasiones se cuestionan si sus hijos están en las mejores manos posibles para educarles. ¿Harían lo mismo si se les asignara al azar un cirujano para operarles? ‘Nos parecería criminal que los médicos no actualizaran sus conocimientos, pero somos más condescendientes con los docentes que no lo hacen’, apunta Marina.

Acepto que estas reflexiones puedan sonar injustas. Pero sólo pretenden ser provocadoras. Tengo la convicción de que tenemos la sociedad que nos merecemos. Cada vez que oigamos decir que vivimos en una sociedad mediocre o que nuestra clase política es mediocre, pensemos en nosotros mismos, seamos autocríticos. En estos tiempos recientes de cabreo colectivo por el reparto de los costes de la última crisis, de corrección a la baja de las expectativas intergeneracionales de prosperidad y de naufragio de antiguas certidumbres, si queremos algo mejor tendremos que apostar por mejorar la base sobre la que se sustenta todo el edificio: la escuela. De ella no podemos esperar ya, como antaño, un pasaporte a un trabajo bien remunerado, pero sí que debemos pedirle hornadas de ciudadanos responsables. Allí, en la escuela, conviven maestros excelentes con otros acomodados y pasivos, alumnos responsables o brillantes con otros conflictivos o apáticos, padres involucrados con otros indiferentes. Que siempre haya sido así no lo convierte en aceptable. Debemos preguntarnos quiénes queremos que ocupen los márgenes de las aulas y quiénes el centro: ¿los primeros o los segundos? Y deberemos contrastarlo con lo que realmente está pasando.

Mientras esto no se ponga en el centro del debate público, en los medios, en los Parlamentos y en las calles, la capacidad de enfocar bien la salida de nuestra compleja encrucijada estará cercenada.
Podrá haber apaños de corto plazo, pero no soluciones duraderas.

Fuente: https://www.elperiodista.cl/francisco-lozano-los-margenes-de-las-aulas/

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¿Cómo puede ser 8 igual a 50?

Francisco Javier Lozano Díaz

Tratando de dar respuesta a la pregunta del titular, ¿Cómo puede ser 8 igual a 50?, nos surgen otras tantas preguntas más: ¿Qué son 8?¿Qué son 50?¿Cómo se pueden comparar? Y llegados a este punto, comenzamos a encontrar algunas respuestas. Por ejemplo, cincuenta por ciento de la población con menos recursos monetarios del mundo posee una cantidad similar a la suma de los recursos monetarios de las 8 personas (todas hombres) más sobresalientes en acumulación de dinero. Y sí, 8 es igual a 50, pues ambos montos de riqueza son iguales aunque el reparto per capita dista mucho de la igualdad.  Sólo 8 seres humanos aglutinan ya la misma riqueza que 3.600 millones de personas.

Así se publica en el último informe Una economía para el 99%* de Enero de 2017 por Intermón Oxfam. En este informe se rescatan varias premisas falsas en las que se sustenta este sistema social. Todas ellas hacen referencia al mundo de la economía, donde se considera que los mercados son neutros o los recursos ilimitados. Así no es, la crisis actual que comenzó con la quiebra de Lehman Brothers y su efecto en los mercados a nivel mundial es financiera, donde las realidades no son tangibles y los intereses deshonestos e inhumanos.

En este escenario, la propuesta de la institución que firma el documento pasa por desarrollar una economía más humana, donde el gobierno trabaje para el 99% de la población desde las energías renovables, dando valor a lo verdaderamente importante y cooperando entre estados (entre otras premisas medidas).

Pero, ¿qué papel juega la educación?

Como herramienta de socialización de las generaciones futuras, el papel de la educación es crucial en la mejora de la calidad de vida en las regiones. Un punto de partida es tomar decisiones en política pública educativa que incidan en una construcción social del mundo distinta, pero no es suficiente.

Por ello, reformular la política educativa no deja de ser crucial, a pesar que la reforma aún está en proceso de consolidación. Todo hace sospechar que los presupuestos siguen la lógica de un estado del bienestar disminuyente, donde la desigualdad se pronuncia más y más. Entender que la educación es parte de la solución y también es actualmente parte de la causa de un mundo propicio para el 1%.

* Ver informe completo o resumen: https://goo.gl/CUU89M

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/como-puede-ser-8-igual-a-50/

Fuente de la imagen:www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2017/02/oxfam_1-300×206.jp

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Universidad y Teatro: ¿quién es quién en el espectáculo?

Por Francisco Javier Lozano Diaz

En un contexto socioeconómico liberal y dominado por las leyes del mercado, la educación superior debe resistir de un modo estoico las tentaciones de equipararse a un bien de mercado. Actualmente en México existen, según el portal de información Universitaria Universia, 1.144 universidades públicas (entidades encargadas de la educación superior a niveles estatales y federales) al tiempo que se calculan 2.022 (entidades uniplantel o multiplanteles en diversas partes de la República), valores estimados ya que no existe un registro formal y actualizado a la fecha. En esta basta cantidad de universidad generalizar es caer en el error más sencillo. Aunque podemos establecer ciertas líneas de análisis, siendo tarea de la persona lectora extraer sus conclusiones.

En este artículo, expondremos una cuestión básica: ¿qué está pasando en la Universidad a vista de pájaro?

Desde la perspectiva teatral, una obra se compone de actores principales, secundarios y figurantes que se reparten el peso de la acción con protagonismo, antagonismos, colaboraciones, complicidades, testimonios. Pero las obras de teatro para ser exitosas necesitan, además de lo propio del gremio, un lugar de representación y un público compuesto de espectadores diversos que se congregan para el deleite.

Así la Universidad tiene un alumnado, un claustro docente, un equipo administrativo y de servicio. En un enfoque pedagógico tradicional; el alumnado sería el público que paga su boleto y acude pasivo o activo a la función que se le presenta, el claustro son los actores con diversos talentos y papeles que realizar y, por último, el personal de servicio y administración se asemeja a taquilleros, acomodadores, vendedores de bebidas, revisores de boletos, etc.

Llegados a este momento liberal, donde todo es espectáculo y cada escenario se anuncia con más voltios de neón y eslóganes más provocadores de deseo en un mercado atrofiado de títulos, las Universidades tentadas a entrar en el juego comercial reinventan la función. ¿Cómo? Con las nuevas formas pseudopedagógicas, donde los roles se confunden en un azar de falsa suerte e intención dominado por los juegos de poder, intereses y, finalmente, la empresa.

Así, por ejemplo, las alumnas y los alumnos forman parte del elenco y actúan en una pieza de marketing del capital humano. No importa que el alumnado exhiba una caja de música de cartón-piedra desafinada, pues sonará con mayor volumen una música celestial accionada por la propaganda. Y si le prosigue una compañera con ideas de cambio emancipador, un rotundo aplauso agitado por el animador de público que ordenará callar a tiempo (con la paradoja). Porque no importa ni el producto ni el proceso de aprendizaje, sino el redito de la imagen que se propaga.

Por último, ¿cuál es el papel de los docentes en este escenario? Tienen el rol de auxiliar al mago para mantener la ilusión del espectador sin revelar los secretos de los trucos, ayudar a los voluntarios que se prestan para subir al escenario a formar parte de la magia y esperar la oportunidad de saltar como espontáneo con sueños de David Copperfield.

En definitiva, como cantaba el genio Queen: Show must go on (El espectáculo debe continuar).

Francisco Javier Lozano Díaz. Psicopedagogo. epedagogo@franlozano.es http://www.franlozano.es

Disponible en la url: http://www.educacionfutura.org/universidad-y-teatro-quien-es-quien-en-el-espectaculo/

 

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No disparen al pianista

Francisco Javier Lozano Díaz

El pasado sábado, día 3 de diciembre de 2016, a las diez menos cuarto de la mañana (hora aproximada del receso) en las cercanías de las instalaciones de la Universidad Multitécnica Profesional (Campus Central) de la ciudad de Colima, un individuo a pie disparó contra un grupo de alumnos y alumnas alcanzando a cuatro personas con el resultado funesto de tres personas heridas y una fallecida, según diferentes fuentes de información y medias de la región.

El estudiante fallecido, objetivo principal del ataque, cursaba estudios sabatinos en la licenciatura de Derecho. Su formación le valía día a día en su quehacer profesional, ya que se desempeñaba como Agente de la Procuraduría de Justicia del Estado. Dedicaba parte de su tiempo extralaboral a superarse con formación superior que lo dotaban de mayor competencia para ser un mejor agente judicial.

Tras lo inevitable del ataque y su desenlace, la Universidad tomó las medidas de seguridad pertinentes de acuerdo al protocolo que establece Protección Civil y Seguridad Pública para salvaguardar la integridad de sus alumnos; además, una vez que las autoridades tanto de la Universidad como del Gobierno del Estado, hicieron la valoración de la situación, ordenaron la suspensión de las actividades del turno vespertino. La misma institución educativa externó sus condolencias y apoyo a los familiares y amigos del alumno que perdió la vida, así como de los alumnos heridos y víctimas del impactante suceso. Las muestras de solidaridad de los representantes políticos, así como de la misma sociedad civil han sido unánimes y prontas desde la más profunda indignación ante estos hechos criminales.

Han pasado varios días desde lo acontecido, ahora toca pensar desde la frialdad. ¿Quién dispara al pianista? Quienes no quieren oír la música. El pianista tiene la función de dar banda sonora al cine Western; sencillo y esencial. Y este asesinato no es más que el reflejo de una sociedad silenciosa, sin música.

La persona ejecutada era objetivo por su desempeño laboral sin ser relevante su condición académica. No se trata de un caso como las 43 personas desaparecidas de Ayotzinapa hasta el día de hoy desde 27 de septiembre de 2014, donde su condición de académica era esencial en el desarrollo de la trama. Ambos caso contienen la misma intrahistoria, ¿a qué ritmo se desarrolla México? Al toque de gallito, tambor percutor y plomo que aniquila pianista, los cuales podrían poner en escena músicas de un mundo nuevo y mejor, donde la vida acaba sin silencios sostenidos.

Descanse en paz. Respeto y abrazo a familiares y amigos, que el consuelo y la justicia reconforte el dolor.

Fuente del articulo:http://www.educacionfutura.org/no-disparen-al-pianista/

Fuente de la imagen:  http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/12/Cyx-hgtXAAQOohu-300×223.jpg

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Despotismo escolar ilustrado: Todo para los estudiantes sin los estudiantes

Francisco Javier Lozano Díaz

En la publicación del informe Construyendo una educación de calidad: un pacto con el futuro de América Latina [1], elaborado por la Comisión para la Educación de Calidad para Todos, instado por Diálogo Interamericano en coordinación de Ricardo Lagos y Ernesto Zedillo, ex presidentes de Chile (2000-2006) y México (1994-2000). El documento desarrolla un análisis de la situación actual de la educación en Latinoamérica con seis campos de trabajo a grandes rasgos, entendiendo la complejidad y diversidad de países, culturas y sociedad que conforman la inmensa extensión americana.

Las conclusiones generales del informe muestran una situación de mejora real y un amplio campo aún por mejorar. Los sistemas educativos en su mayoría han logrado avanzar en la cobertura, dando posibilidad de educación a sectores de la población antes excluidos e incorporando a colectivos marginados. Para ello, se han aumentado la dotación de recursos; en primer lugar, económicos con el incremento porcentual del PIB dedicado a la educación, y en segundo lugar, derivado de lo anterior en más infraestructura, recursos humanos y equipamientos.

En contrapartida, los niveles de aprendizajes analizados desde las pruebas nacionales e internacionales, referenciadas en este informe, aplicadas a los niños y niñas latinoamericanas arrojan un déficit importante frente a otras regiones del mundo. Los sistemas educativos incluyen más población, pero no reportan mejoras significativas en el desarrollo de las competencias claves para el mundo actual. Tan siquiera aquellas naciones más destacadas en la región poseen sistemas educativos en el grupo de cabeza de los sistemas a transferir como el caso archiconocido de Finlandia.

¿Qué hacer ante este panorama? Desde la Comisión para la Educación de Calidad para Todos se definen seis líneas de trabajo: Desarrollo infantil temprano, Excelencia docente, Evaluación de Aprendizajes, Nuevas tecnologías en educación, Educación relevante y Financiamiento para el logro de resultados.

Pero, ¿Cuál es el elemento fundamental de la educación?

Atendiendo a la evolución pedagógica de los análisis  didáctico del hecho educativo, se encuentran tradiciones diversas como: paidocéntricas en las obras de Quintiliano,  magisteriocentristas en los planteamientos de Ignacio de Loyola, ambientalistas como plantea Montessori y un sinfín de corrientes hasta las actuales postulaciones sobre la personificación de la enseñanza de autores varios como Tomlinson, Ainscow  o Skliar.

Confrontado las líneas propuestas con tradiciones pedagógicas de todos conocidas, se llega a la conclusión que el documento no se plantea la mejora real, simple y directa de la tarea discente. La mejora de la calidad centrada en el desarrollo de las competencias básicas para el siglo XXI puede pensarse en términos de realizar una atención temprana con docentes excelentes cuya evaluación sea pertinente desde entornos tecnológicos ricos y planteados con solvencia económica para el desarrollo de una educación relevante. Como así postula el documento.

Pero, para enseñar Latín a Juan, ¿Qué  es más importante? Sobre todo, conocer las rutas de Juan para aprender, así como que el docente domine la disciplina para con estrategias didáctica caminar con él hasta el objetivo de volver competente al aprendiz.

Llegados a este punto, cabe esbozar la mejora de la calidad educativa desde la importancia del quehacer cotidiano de los estudiantes que acuden al sistema educativo, porque se tiene la garantía de oportunidad. Obvio, que entornos ricos en docentes, recursos, metodologías y desarrollo curriculares poseen mayor potencial de aprendizaje. Diseñar un plan de mejora educativa sin tener en cuenta para quién va dirigido en base a resultados de pruebas internacionales más o menos estandarizadas supone diseñar un plan para la competición, no para la competencia. Porque ser competitivo es diferente a ser competente.

En conclusión, el sistema educativo se piensa desde las élites gobernantes para la competición del momento. Mientras la educación pensada desde el desarrollo de competencias de los educando sitúa la meta a más largo plazo, incluso un plazo inalcanzable a escala humana. Todo para los estudiantes sin los estudiantes significa ofrecer un modelo educativo desconectado del desarrollo humano y social global. Consagrando un modelo acorde con los intereses momentáneos de los grupos de presión y poder.

*Psicopedagogo, especialista en Currículum, Tecnología e Inclusión. Maestría en Gestión del Conocimiento y Tecnología Educativa. epedagogo@franlozano.es – http://www.franlozano.es

Referencias:

[1] Comisión para la Educación de Calidad para Todos (2016). Construyendo una educación de calidad: un pacto con el futuro de América Latina. Recuperado de goo.gl/Y8J36L (Consultado en Agosto de 2016).

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/despotismo-escolar-ilustrado-todo-para-los-estudiantes-sin-los-estudiantes/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/08/IMG_5822-440×330-300×225.jpg

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Pienso, luego… Una propuesta educativa inclusiva

Francisco Javier Lozano Díaz

Si algo nos enseñaron en las clases de Filosofía, es que René Descartes acuñó el famoso: “Pienso, luego existo”. Sin pretender dictar cátedra, este artículo se fundamenta en: “Si pienso”, el “luego” no es más que el futuro de mi pensar y pensar así (valga la redundancia) es una clave que me define como humano, ser individual.

Esta tesis la defiende desde la práctica un filósofo, quizás no tan conocido como el metafísico francés, pero tan elogiable como los filósofos que más, es José María Sánchez Alcón (Chema). Y la defiende desde su obra y labor profesional más encomiable la Escuela de Pensamiento Libre (EPL) para personas sin y con discapacidad intelectual.

Hace tres semanas, la EPL fue premiada en el I Encuentro de Prácticas Admirables llevado a cabo por Plena Inclusión en la ciudad de Córdoba (España), bajo el lema “Tiempo de Cosecha”, donde se presentaron numerosos experiencias. La EPL es un programa desarrollado desde la colaboración entre Plena Inclusión-Comunidad Valenciana y Filosofía para Niños y Niñas de la misma comunidad. El proyecto se construye desde la experiencia previa de los promotores el profesor Chema y el psicólogo Juan Carlos Morcillo. Así como la idea de utopía posible.

La EPL acoge a personas para a través del diálogo conseguir el objetivo de adquirir habilidades cognitivas, emocionales y morales. Aunque también destacable es la finalidad de formar a futuros maestros socráticos, que generen nuevos grupos de pensamiento libre. La tarea común de todas las personas que conforman la escuela es aprender a pensar desde la crítica, creatividad y en forma cuidadosa.

Con estas prácticas educativas, se plantea subyacente una Pedagogía de la Perplejidad que debemos pensar, como nos invita el investigador argentino Carlos Skliar (2002), desde alguna clave como es: “(…) el asombro permanente y cuyos resplandores nos impidan capturar la comprensión ordenada de todo lo que ocurre alrededor.”(p.117).

Toda educación nueva, más allá de la educación progresista, nos conduce a desordenar lo ordenado. Pensar y repensar. Porque fue ordenado por significados connotados. O, desordenar aún con mayor vehemencia lo ordenado desde la racionalidad puramente técnica. Es decir, desde los significados denotados de un grupo de poder, los expertos. Desordenar con la pretensión: “Que desmienta a un pasado únicamente nostálgico, sólamente utópico, absurdamente elegíaco. Que conduzca a un futuro incierto.” (Skliar, 2002: 118).

Porque pensar la sociedad pasa irrenunciablemente por pensar la relación entre todas las personas, que a su vez nos obliga a plantearnos un modelo educativo en permanente pensamiento. Siendo el pensamiento sinónimo de búsqueda. “Pienso, luego…” busco algo en mi mente que me hace ser yo, pero también me permite sentir al otro. La educación es una tarea inacaba, porque la educación es la tarea en sí.

De este modo, los lugares construidos arbitrariamente como pueden ser la reforma educativa, los sindicatos magisteriales, las escuelas de talentos, las unidades de servicio de apoyo escolar regular, la inclusión educativa no tendrán sentido hasta que conecten la lucha íntima por la identidad de cada educando con la apertura social de reconocimiento y accesibilidad a plena vida en común. Entendiendo la metáfora popular del campesino y sus hijos, que tuvieron en herencia el tesoro que les declaró su padre en el lecho de muerte. Así, como señala Rezola (2014: 177), “El tesoro no es aquello susceptible de ser encontrado, sino lo que removemos y cambiamos en nosotros mismos como efecto colateral de nuestras búsquedas e incertidumbres, de los procesos mismos en los que vamos experimentando nuestros sueños de identidad.”

En conclusión, pienso, luego otra educación es posible.

Francisco Javier Lozano Díaz.

http://www.franlozano.es – epedagogo@franlozano.es

Nota al pie:

[1] Skliar, C. (2002). Skliar, C. (2002), Skliar, C. (2002), ¿Y si el otro no estuviera ahí? Notas para una pedagogía (improbable) de la diferencia, Madrid, Miño y Dávila/CTERA/Escuela Marina Vilte, en http://www.lite.fae.unicamp.br/papet/2002/fe190d/texto02.htm (consultado el 30 de octubre de 2016).[2] Rezola, R. (2014). La niña que sabía escribir. Cómo salvar al mundo de la inhumana metáfora de Los Mercados. Revista de Filosofía. II Época, núm. 9, pp. 165-177.

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/pienso-luego-una-propuesta-educativa-inclusiva/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/11/epl_1.jpg

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Juventud, Emprendimiento y Educación en la XXV Cumbre Iberoamericana

Francisco Javier Lozano Díaz

El pasado 28 y 29 de Octubre tuvo lugar en Cartagena de Indias (Colombia) la XXV Cumbre Iberoamericana, donde se dieron cita las Jefas y los Jefes de Estado y de Gobierno de 22 países iberoamericanos entre los que se encontraba México, representado por Enrique Peña Nieto, Presidente de la República. Donde se desarrolló un ciclo de exposiciones de actividades para la cooperación iberoamericana centrada en los tópicos: “Juventud, Emprendimiento y Educación”. Destacándose entre ellos, el Pacto Iberoamericano de Juventud.

La finalidad de la Cumbre era reunir a mandatarios de las máximas instituciones de los 22 países iberoamericanos para dialogar y contribuir al desarrollo de un documento expositivo de las acciones concretas a implementar sobre los temas “Juventud, Emprendimiento y Educación”. Al final de la Cumbre se firmó una declaración de compromiso por parte de todos los países asistentes que exponía en primer lugar de relevancia lo siguiente:

“el espacio iberoamericano para la promoción del diálogo, la concertación y la cooperación para responder a los desafíos de un mundo en transformación y promover los vínculos históricos, culturales, sociales y económicos entre los países iberoamericanos, con pleno respeto de la soberanía de los Estados y del derecho internacional, valorando tanto la diversidad de sus pueblos como los valores y principios que dan sentido a nuestra Comunidad”.

En el marco de esta declaración se ratificaron 41 acuerdos, destacando entre ellos:

“15. Señalar la importancia de la educación a lo largo de la vida para la adquisición de competencias específicas de desarrollo emprendedor, personal y profesional, factor vital para aprovechar con éxito las oportunidades ofrecidas por nuestras sociedades en permanente transformación.”

Acuerdo que enfatiza la idea del aprendizaje permanente en contextos de cambio social, dando por conseguida la meta de las oportunidades. Entendiendo que la deriva social de constante transformación es suficiente para garantizar la posibilidad de éxito, poniendo el acento en el factor individual de cada persona para afrontar el futuro desde su propio aprendizaje. Y en consecuencia, acuerdan:

“25. Fomentar la creación de mecanismos de reconocimiento de estudios y formación en la región para facilitar la movilidad laboral de los jóvenes, reconocer sus cualificaciones, competencias y experiencias laborales.

Como sucedía en la Unión Europea en 1999 con los inicios del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) que derivó en el Plan de Bolonia y en la actual implementación de equiparaciones universitarias, donde se estructura un marco común de titulaciones superiores para todos los países miembros. Posibilitando así, la acordada con anterioridad, movilidad real de trabajadores cualificados, ya  que se dio solución al problema de la acreditación de formación entre entidades oficiales nacionales diversas. Así un estudiante de Grado en Pedagogía de Italia no deberá pasar un proceso de convalidación exhaustivo para cursar un postgrado de Pedagogías Alternativas en una universidad portuguesa, tampoco para trabajar en un centro particular español en el departamento de orientación académica. Valga de ejemplo.

En este sentido, ya en 2014 los Rectores de diversas universidades iberoamericanas se dieron cita en Río de Janeiro para firmar la Carta de Río, documento exponían las bases de un futuro espacio común de enseñanza superior para Iberoamérica. Aunque, es conocido que para producirse más allá de las intenciones rectorales internacionales, debe existir un compromiso y cooperación política al máximo nivel como en el ejemplo anterior del EEES. Y para ello, un comienzo pueden ser los siguientes dos acuerdos:

“27. Incrementar significativamente y de manera sostenida la inversión en Ciencia, Tecnología e Innovación, como un compromiso que permita afrontar los principales retos que tienen nuestros países.

  1. Intensificar la cooperación Iberoamericana en Ciencia, Tecnología e Innovación con el propósito de complementar las capacidades en infraestructura, equipamiento y recursos humanos, así como fomentar la transferencia y circulación de conocimiento.”

Por último, el encuentro constó de 14 comunicaciones especiales de la cuales ninguna a propuesta de los Estados Unidos Mexicanos, que versaban desde problemáticas políticas como la situación de Gibraltar y el estado español a la reivindicación de la figura del poeta Rubén Darío por parte de Nicaragua.

La conclusión de la XXV Cumbre se concretó con el anuncio de la próxima, que tendrá lugar en la ciudad de La Antigua de Guatemala en el año 2018.

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/juventud-emprendimiento-y-educacion-en-la-xxv-cumbre-iberoamericana/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/11/cumbre_2.jpg

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