Contra la pedagogía del “estándar”, la pedagogía de la diversidad

Por: Alicia García Tuñón y Lucía Castiñeira

Esta semana el Ministerio de Educación de la Ciudad incorporó materiales impresos denominados “actividades de revisión de aprendizajes”. ¿Qué son? ¿Quién las pensó? ¿Para qué?

Esta semana y con la nueva entrega de las miserables viandas y canastas alimentarias en las escuelas, el Ministerio de Educación de la Ciudad incorporó materiales impresos denominados “actividades de revisión de aprendizajes”. ¿Qué son? ¿Quién las pensó? ¿Para qué? ¿Por qué tanto las supervisiones de primaria como la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) se opusieron?

Las mismas consistían en una serie de ejercicios prefigurados por grado y año, y una clave de corrección para les docentes. “Actividades de revisión” que no tenían en cuenta qué se estaba trabajando en las escuelas. Entonces la pregunta es: ¿Qué se buscaba “revisar” y para qué?

De dónde viene esta propuesta

El miércoles 13, el Director de Evaluación Integral de la Calidad y Equidad Educativa (unidad de la que proviene esta propuesta), Gabriel Sánchez Zinny, twitteó que se encontraba repartiendo los mencionados materiales en la Villa 31, mientras cientos de sus habitantes se encuentran sin agua y con niveles altísimos de contagio por la falta de implementación de protocolos en los barrios más vulnerados.

Hoy visitamos diferentes escuelas para colaborar con la entrega de las canastas escolares nutritivas, que en esta oportunidad están acompañadas por materiales y actividades para seguir de cerca los aprendizajes de los chicos y chicas de la Ciudad

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Los antecedentes de Sánchez Zinny lo preceden. Fue Director General de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires durante la gestión de María Eugenia Vidal y, entre otras cosas, responsable de las muertes de Sandra y Rubén en una escuela de Moreno. Es un empresario dedicado a mercantilizar la formación docente a través de distintos negociados. Presidía la empresa Kuepa, que se dedica a vender capacitaciones virtuales y plataformas digitales para educación.

En 2016, mientras era Director del INET (Instituto Nacional de Educación Tecnológica), firmó un convenio con IMS (Internet Media Services) en alianza con otras empresas para  tareas de formación en recursos humanos en TICs. El Director de Marketing de IMS es Ignacio Sánchez Zinny, hermano de Gabriel, lo que generó interrogantes por el conflicto de intereses en la firma de este convenio.

Como en varias provincias, en Buenos Aires también se firmaron convenios millonarios en dólares para la formación de los equipos directivos en liderazgos y gestores de las escuelas. Como la que firmaran con la Fundación Varkey por 2.016 millones de dólares en noviembre de 2017 para capacitar a 1600 docentes.

Sin consultar a los equipos directivos, de supervisores y mucho menos a les docentes, imprimieron más de un millón copias, invirtiendo un dinero que podría haberse usado para otros fines, como mejorar la calidad de los alimentos que se entregan o incluir elementos de protección para docentes y familias.

Las actividades deberán devolverlas en la próxima entrega para que les docentes las corrijan con las pautas que la misma plataforma sugiere.

Les supervisores del nivel primario de la ciudad, publicaron en las redes un comunicado en el que denuncian no sólo los altísimos costos logísticos para su distribución en lugar de proveer de acceso a internet gratuito y computadoras a las familias y docentes, sino también advierten por el peligro de seguir manipulando materiales sin los protocolos sanitarios correspondientes ante la pandemia.

Por otro lado, manifestaron su desacuerdo con la implementación de “estas pruebas estandarizadas encubiertas”. “Queremos expresar el desacuerdo sobre el control como política pública, ahora aplicado también a los aspectos pedagógicos”, agregaron les supervisores.

Los sindicatos docentes también se pronunciaron en contra de estas pruebas estandarizadas con las pretenden medir el desempeño de estudiantes y docentes.

“Las actividades impresas constituyen un nuevo intento gubernamental de implementar pruebas carentes de valor pedagógico, que no tienen en cuenta el contexto en el que se desarrollan los aprendizajes”, denunció la UTE.

También le replicaron al Ministerio: “El GCBA podría evaluar su propio desempeño y responsabilidad en relación al acceso a la tecnología de las y los estudiantes que, mayoritariamente, no cuentan ni con dispositivos ni con conectividad adecuada para esta etapa excepcional que les toca vivir”.

Hacia una pedagogía de la diversidad

No es novedoso encontrarnos con este tipo de propuestas de parte del Ministerio porteño. Sus innumerables dispositivos enlatados y estandarizados (pruebas FEPBA, evaluaciones Aprender y Enseñar, Desafíos Escolares) ameritaría una nota aparte.

Estos adjetivos que parecieran extraviados del campo de la producción en serie que se cuelan en el ámbito pedagógico, dicen mucho acerca de la concepción de quienes gobiernan promoviendo un modelo educativo que busca homogeneizar y hacer lo que el sistema productivo hace con aquellas piezas que se salieron del estándar.

Contra esta opción, les docentes defienden una pedagogía de la diversidad. Pedagogía que valora procesos en lugar de resultados. Que piensa contra el modelo “en serie”, en procesos diversos, donde cada estudiante, desde su punto de partida, pueda realizar un recorrido de aprendizaje.

Así se concibe también la evaluación o revisión. Una evaluación que analice trayectorias, que compare un momento del aprendizaje con el punto de partida de dicho estudiante y no con “el estándar propuesto desde afuera”. Una evaluación realizada por les propies docentes y que, justamente, retome lo trabajado. Una evaluación que realmente evalúe lo brindado por el sistema educativo en lugar de medir, y con vara desigual, aquellos saberes adquiridos en otros contextos, o aquello que el sociólogo Pierre Bourdieu llama “capital cultural”.

Guillermo Fenoglio, maestro de la Escuela 11 de Almagro, planteó: “Lo que es cuestionable es lo que se pretende evaluar y su contextualización. No hay respeto por nuestro trabajo, no saben sobre qué estuvimos trabajando”.

Volviendo a este último intento de evaluación descontextualizada (Revisión de los aprendizajes) vemos, por ejemplo, propuestas para primer ciclo de primaria sobre la base de un cuento que no necesariamente ha sido leído y abordado por las docentes. ¿Cómo revisar entonces algo que no se trabajó? ¿Qué se evalúa ahí?

Por otro lado, reflexionó el docente Fenoglio: “No respetan las trayectorias individuales de les pibes. Es la misma evaluación para todes, al mejor estilo del Operativo Aprender. Es la misma actividad para pibes con dificultades y que requieren de un acompañamiento especial que para estudiantes que tienen autonomía”

En este contexto de crisis sanitaria, donde se ponen tan en evidencia los derechos vulnerados de una gran parte de quienes habitan la Ciudad de Buenos Aires, la gestión educativa debería preocuparse por emparejar puntos de partida, garantizar condiciones materiales, de conectividad, de acceso a las nuevas tecnologías y también de alimentación de todes les niñes.

Debería promoverse la igualdad en lugar de la homogeneización, revalorizar y fomentar el trabajo creativo de la docencia en lugar de  promover “enlatados”. Pedagogías de las trayectorias inclusivas que promuevan subjetivaciones en clave de revalorizar la diversidad,  y no en clave de meritocracia y estándares.

Fuente: https://notasperiodismopopular.com.ar/2020/05/14/contra-la-pedagogia-del-estandar-la-pedagogia-de-la-diversidad/

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