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El método innovador de los ‘coles’ jesuitas, a examen: esto es lo que está funcionando

Por: Hector G. Barnés

En septiembre de 2015, Jesuitas Educación, la red de escuelas de los jesuitas de Cataluña, dio el pistoletazo de salida a la Nueva Etapa Intermedia, una innovadora experiencia piloto que intentaba dar la vuelta a las convenciones educativas en los cursos de 5º de Primaria a 2º de ESO. Esta se traducía en rediseñar las aulas (adiós a los muros), redefinir el rol de los profesores (las clases tienen 60 alumnos y tres profesores) y fomentar el trabajo por proyectos.

Un cambio de filosofía que cristaliza en distintas siglas, como el MCEFE (Modelo de Cambio del Espacio Físico de las Escuelas) o el MENA (Modelo de Enseñanza y Aprendizaje). El primero intenta propiciar «ambientes más flexibles y educadores», desde el cambio de colores en el aula hasta el diseño de estos espacios, más grandes y polivalentes. El MENA es el modelo pedagógico aplicado, que ha prorizado contenidos «para posibilitar un enfoque globalizado y hacer posible una comprensión más integrada y significativa del aprendizaje a través del descubrimiento guiado y el trabajo cooperativo, en proyectos basados en situaciones complejas y problemas reales».

En este innovador planteamiento, ocupaba un lugar privilegiado la evaluación de cada uno de los pasos dados en el programa para comprobar aquello que funciona y aquello que no. Uno de los primeros resultados es el ‘Informe final de la rvaluación de impacto de la experiencia piloto de la Nueva Etapa Intermedia’, que acaba de ser publicado y que ha sido elaborado por el Centro de Tecnologías Ituarte (Cetei) que ha trabajado de forma independiente a pesar de formar parte de la red jesuita, y ha contado con la participación de investigadores de la Universitat Ramon Llull, la Pompeu Fabra y la Northwestern University.

“Estamos convencidos de que el proceso que hemos iniciado es muy importante, porque nuestra innovación no se puede concebir sin que vaya acompañada de una evaluación, que es su motor”, nos explica Miquel Amor, director del Cetei. Es uno de los pilares de un sistema en el que resulta tan importante la innovación como la evaluación de estos cambios. Como recuerda el autor, en apenas dos años no se puede medir con exactitud el impacto que el NEI ha tenido en el rendimiento de los estudiantes, sino, más bien, se ha perseguido proveerse de instrumentos que permitan evaluar un sistema que se centra en lo “no cognitivo”. Algo a lo que no está acostumbrado el sistema educativo, que suele centrarse en los resultados.

El informe se ha realizado a través de la comparación entre los alumnos que participaron en el programa NEI y otros que cursaron el sistema tradicional en Jesuïtes Casp, unido a varios cuestionarios dirigidos a padres, docentes y directivos. ¿El principal objetivo? Comprobar que los estudiantes encajaban en las cinco cualidades de la persona que deben formar parte de su formación integral: ser consciente, competente, comprometida, compasiva y creativa.

El alumno, en el centro

Esta configuración se deriva del principio que ordena el NEI, que es otorgar protagonismo al alumno. “Es un miembro activo y el centro del proceso de enseñanza, que trabaja tanto individualmente como en equipo con sus compañeros”, explica el informe. Esta primera valoración es positiva: “Sin duda, el camino iniciado abre la posibilidad de rediseñar completamente el proceso de enseñanza y aprendizaje centrado en el alumno y en el impacto que deseamos producir al acabar un periodo terminado”.

Se constata que el descentramiento del rol del profesor en la NEI ha empoderado al alumno y ha sido el motor que ha impulsado que los otros elementos de la innovación analizada hayan podido tener éxito”, prosigue el texto. Uno de los hallazgos que han permitido respirar tranquilos a profesores e implantadores de sistema es que no ha perjudicado los resultados académicos de los estudiantes. “Obtenemos los mismos resultados excelentes que antes”, explica Amor. “No partíamos del fracaso escolar, porque teníamos muy buenos resultados, sino que queríamos actualizar nuestra propuesta porque se requieren más cosas que las académicas para tener éxito en la vida”.

Entre los hallazgos positivos se encuentra también un muy buen clima en el aula, un potencial problema, dado que el nuevo sistema obligaba a replantear las relaciones entre alumnos y con el propio profesor. Ya no hay 25 o 30 estudiantes con un único docente, sino entre 50 o 60 con dos o tres. La diferencia ahora se encuentra en que la relación con el tutor es mucho más estrecha. “Conoce bien al alumno y los alumnos le conocen”, explica Amor. Debido a que está siempre en el aula, es consciente de las necesidades y problemas de cada uno de los estudiantes. En el sistema tradicional, el tutor pasa en el mejor de los casos seis horas a la semana con sus alumnos; a veces, tan solo una.

Los alumnos parecen haber aceptado fácilmente el sistema del trabajo por proyectos y la creatividad es, junto a la conciencia, uno de los factores de la persona que más destacan en la evaluación (Amor destaca el caso del Blanquerna). Los alumnos, señala el informe, muestran una mayor autonomía organizativa, definida por “la propia tarea a realizar”, mientras que el grupo de control vinculado a la educación tradicional sigue guiándose por lo que el profesor determina.

Un sistema por encima de sus miembros

La mayor ventaja del NEI es, no obstante, su independencia del talento, tanto del profesor como del alumno. “Es un triángulo: el profesor siempre será esencial, porque puede hacer un sistema mejor o peor, y los alumnos también lo llevarán a un sitio u otro”, explica Amor. Sin embargo, uno de los objetivos del sistema es, a través del trabajo por proyectos o en grupo, que no sea del profesor de quien dependa el éxito o el fracaso del entramado, sino de la interacción entre los distintos miembros.

El objetivo de Jesuitas Educación no es, aclara Amor, evaluar el sistema de manera definitiva, sino tener una pequeña guía para orientarse en el medio plazo. Sobre todo, dado que apenas lleva dos años implantado. “Cualquier transformación tiene su recorrido, y cuando cambias culturas, también alteras marcos mentales, y no puedes conseguir impactos inmediatos o a medio plazo en pocos años”, recuerda el investigador. “Esto requiere su tiempo, tanto a nivel de profesionales como de alumnos”.

Uno de los puntos a mejorar es, precisamente, el del papel del profesor, cuya exigencia es mucho mayor que en el pasado inmediato. “Todo cambio provoca cierto coste energético y emocional, como cuando te mudas”, explica Amor. En este caso, el vínculo constante entre docente y alumno es una carga adicional. “Hasta ahora, los profesores no lo tenían, porque su función no era acompañar personas, sino transmitir contenidos”. De ahí que, en último lugar, los investigadores reivindiquen también una diferente preparación de los docentes, así como un replanteamiento de su rol. “Si le pides a un profesional algo nuevo, el sistema también debe cambiar”, concluye Amor.

Fuente: http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2017-03-23/colegios-jesuitas-metodo-innovador_1352816/

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La emotiva carta que Albert Einstein envió a un padre que acababa de perder a su hijo

Por: Hector G. Barnés

Aunque ha existido desde hace décadas, durante los últimos años se ha puesto particularmente de moda la ciencia ficción trascendental, aquella que intenta encontrar sentido en la vida a través de los avances tecnológicos y científicos. Cineastas como Christopher Nolan o Denis Villeneuve han practicado este subgénero en ‘Interstellar’ o ‘La llegada’. Es como si el declive de la religión hubiese dado lugar a una nueva búsqueda de lo metafísico a través de la razón. El ansia humana por persistir sigue vigente.

Esta preocupación se deja notar en la carta que un hombre envió a Albert Einstein después de perder a su hijo pequeño, y que Maria Popova, responsable de ‘Brain Pickings’, acaba de recuperar celebrando el que habría sido el 138 aniversario del profesor. Aparece recogida en ‘Dear Professor Einstein: Albert Einstein’s Letter to and from Children’ de Robert Schulmann, que demuestra que el hombre que cambió para siempre la ciencia era también un maestro de las palabras:

“Querido doctor Einstein,

El pasado verano, mi hijo de once años murió de polio. Era un niño poco común, un chaval muy prometedor que tenía una verdadera sed de conocimiento para prepararse para una vida útil en comunidad. Su muerte ha destrozado la estructura misma de mi existencia, mi vida se ha convertido en un vacío sin sentido, ya que todos mis sueños y aspiraciones estaban asociados con su futuro y sus esfuerzos. Durante los últimos meses he intentado encontrar consuelo para mi angustiado espíritu, de solaz que me ayudase a portar la agonía de perder a alguien más querido que la propia vida, un niño inocente, obediente y dotado que fue la víctima de un cruel destino. He buscado consuelo en la creencia de que el hombre tiene un espíritu que puede alcanzar la inmortalidad, y que de alguna forma, mi hijo vive ahora en un mundo superior.

Le escribo porque acabo de leer su libro ‘Mi visión del mundo’. En la página cinco, usted afirma: “Que un individuo pueda sobrevivir después de su muerte física se escapa a mi comprensión… estas ideas sirven para los miedos o el egoísmo absurdo de las almas débiles”. Y le pregunto en mi desesperación, ¿no hay en su visión ningún confort ni consuelo para lo que ha ocurrido? ¿Tengo que creer que mi querido hijo… se ha desvanecido para siempre en el polvo, que no hay nada en su interior que desafíe a la tumba y trascienda el poder de la muerte? ¿No hay nada que mitigue el dolor de un anhelo inextinguible, un ansia intensa, un amor incesante hacia mi querido hijo?

¿Puede responderme? Necesito su ayuda.

Suyo,

R.M.”

 

Es quizá la gran pregunta que se ha planteado el hombre después de que Nietzsche matase a Dios en el siglo XIX, y la ciencia le propinase la estacada final. ¿Cómo aliviamos nuestro dolor y ansia hacia la muerte una vez hemos dejado de creer en la vida eterna, al menos en los términos en los que las religiones tradicionales la entienden? La respuesta del científico se encuentra en la línea de muchas de las respuestas que se han intentado dar durante el último medio siglo, más cercanas a las visiones orientales sobre nuestro lugar en el universo. La carta fue redactada el 12 de febrero de 1950, apenas cinco años antes del fallecimiento del alemán:

“Querido señor M.,

Un ser humano es parte del mundo entero, conocido por todos nosotros como “universo”, una parte delimitada por el tiempo y el espacio. Él se experimenta a sí mismo, sus pensamientos y sentimientos como algo separado del resto, una especie de ilusión óptica de su propia conciencia. La lucha para liberarse de esta ilusión es el principal asunto de la religión. No alimentar el engaño, sino tratar de superarlo, es el camino para alcanzar un nivel practicable de tranquilidad mental.

Con mis mejores deseos,

Suyo,

Albert Einstein”

Fuente: http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2017-03-15/einstein-carta-padre_1347972/

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Tres días de enero: la advertencia que Eisenhower hizo a John Fitzgerald Kennedy

Por: Hector G. Barnés

Puede servir como historia con moraleja: ¿qué quiso decir realmente el presidente republicano de EEUU antes de dejar su cargo en manos del flamante político?

El 17 de enero de 1961, el presidente republicano Dwight Eisenhower se dirigió por última vez al pueblo estadounidense sentado a su mesa del despacho Oval, después de ocho años en la Casa Blanca. El 20 de enero, John Fitzgerald Kennedy, que había vencido dos meses antes a Richard Nixon, fue cortejado en la inauguración de su presidencia. Apenas unas horas para el hombre, un gran paso para la humanidad que dejaba atrás la herencia de la posguerra y comenzaba a mirar ¿al futuro?

Esos tres días son el eje central de ‘Three Days in January: Dwight Eisenhower’s Final Mission’ (William Morrow) que, muy oportunamente, intenta explicar por qué el paso de una presidencia a otra fue un momento clave en la historia estadounidense. Y no se debe únicamente al célebre discurso pronunciado por el político saliente, en el que se acuñó el término “complejo militar-industrial”, sino también por la advertencia que realizó a su sucesor que, como sabemos, no terminó muy bien.

“Lo que Eisenhower hizo fue avisar a Kennedy”, ha explicado el autor del libro, el presentador de noticias políticas de la Fox Bret Baier, en la cadena radiofónica WGN. “Le dijo ‘calma, figura. Cuidado. Equilibrio. No vayas demasiado lejos muy rápido…’ Estaba mandándole un mensaje tranquilizador a la nación”.

Lo hizo en su discurso de despedida, que ha pasado a la historia por su reconocimiento del creciente poder que la industria militar estaba obteniendo y que podía llegar a comprometer la independencia de los líderes políticos estadounidenses. Es más, Baier recuerda que en realidad quería hablar del “complejo militar-industrial-congresista”, a causa de “los tentáculos que los negocios tenían en la política americana, y por ese ciclo de trabajar para el gobierno y entonces liderar una empresa o una junta directiva”.

“En el gobierno, debemos guardaros ante la adquisición de influencia, ya sea deseada o indeseada, por parte del complejo militar-industrial. Existe potencial para un desastroso crecimiento de poder en las manos equivocadas”, señaló durante su salida del poder. “Nunca debemos dejar que el peso de esta combinación ponga en peligro nuestras libertades o procesos democráticos. No deberíamos dar nada por hecho. Solo una ciudadanía alerta y con conocimiento puede forzar el correcto funcionamiento de la maquinaria industrial y militar de defensa con nuestros métodos y objetivos pacíficos, para que la seguridad y la libertad puedan prosperar juntas”.

Como explicó en ‘CBS News’, Baier interpreta las célebres palabras de Eisenhower como una manera de facilitar el traspaso de poder, algo que le preocupaba enormemente tras una década en el Despacho Oval. “Eisenhower intentó prever un modelo para que el país pudiese seguir adelante”, ha manifestado el autor. “Pero su argumento principal era realmente una advertencia sobre determinadas cosas, una advertencia para no deshacerse del bipartidismo. Intentar trabajar con el adversario”.

Dos partidos, una realidad

En otras palabras, Eisenhower parecía querer advertir a su sucesor que el enemigo no estaba tanto en el partido adversario como en los intereses de las influyentes industrias estadounidenses del armamento. Como explicaba Baier, “quería asegurarse de que Kennedy entendía que cuando llegas al despacho Oval, algo distinto ocurre. Es una sensación diferente, una responsabilidad distinta la que recae sobre tus hombros”.

Reunidos en Camp David en 1962. (Cordon Press)

Reunidos en Camp David en 1962. (Cordon Press)

La relación entre el presidente saliente y el entrante era aparentemente cordial. Como recordaba un artículo publicado en ‘The Christian Science Monitor’, Kennedy intentó acercarse a su predecesor, y este le elogió en público como “una de las mentes más capaces y brillantes que me he encontrado jamás”. Sin embargo, dijo de él que “no tenía ni idea de la complejidad de su trabajo” cuando lo conoció, poco antes de acceder al cargo. De ahí que utilizase su discurso de despedida como una advertencia ante lo que tenía por delante.

Eisenhower salió en defensa de Kennedy en público después de la crisis de bahía de Cochinos, y se reunió con él en Camp David. Sin embargo, fue muy crítico en privado con él, y como explica Richard Reeves en ‘President Kennedy: Profile of Power’, llegó a recriminarle “¿te limitaste a seguir los consejos de tus expertos o recogiste todas las opiniones y entonces tomaste una decisión?” Después de su asesinato en noviembre de 1963, el antiguo presidente compareció ante los medios y ofreció un mensaje de apoyo a la familia. “Ante algo ante terrible, estoy seguro de que la nación entera se unirá como un solo hombre, y expresará su determinación de apoyar al gobierno”, explicó ante las cámaras.

Un libro con moraleja

La de los largos tentáculos del complejo militar-industrial no fue la única advertencia que Eisenhower realizó a su nación y sucesor. También alertó sobre el peligro de dejar que los intereses particulares se antepusiesen al general: “En nuestros días finales, el Congreso y la Administración hemos cooperado bien en los asuntos más vitales, para servir al bien nacional más que al propio, y de esa manera hemos asegurado que nuestra nación salga adelante”.

Aún más interesante es quizá de qué manera un alto déficit podía poner en peligro la independencia política de EEUU, sobe todo si este provenía del gasto militar. “Tres millones y medio de hombres y mujeres participan directamente en el ‘establishment’ de la defensa. Gastamos todos los años más que los ingresos de todas las empresas americanas”, recordaba, antes de referirse por primera vez al célebre concepto. “La unión de este ‘establishment’ militar inmenso y una gran industria de las armas es nueva en la experiencia americana. La influencia total (económica, política, incluso espiritual) se siente en todas las ciudades, en todos los Estados, en todas las oficinas del gobierno Federal”.

A nadie le pasará inadvertido que la publicación del libro coincide con la salida de la Casa Blanca de Barack Obama y la entrada de Donald Trump. A su manera, el libro es también una advertencia al presidente entrante, que es un primerizo como lo había sido Eisenhower en su día. ¿Cuál es el consejo que da Eisenhower, vía el conservador Baier, al nuevo inquilino de su antigua residencia? “Le recomendaría precaución, equilibrio y medida. Y escuchar a las voces discordantes. También contar con el bipartidismo”.

Fuente: http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2017-01-26/eisenhower-jfk-advertencia_1321701/

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‘Fake journals’: dentro del mercado negro de las investigaciones científicas falsas

Por: Hector G. Barnés

No, no es lo mismo la revista ‘Nature’ o la revista ‘Science’ que ‘Science and Nature’, aunque parezcan cosas muy semejantes. Las dos primeras son dos de las publicaciones científicas de más alto impacto, con una credibilidad, en principio, a prueba de bombas; la otra aparece listada como un ‘fake journal’. Es decir, una de esas publicaciones que, a pesar de su apariencia, no funcionan como una revista académica normal. Son más bien un turbio negocio que permite engordar currículos de investigadores a cambio de un puñado de euros (entre 100 y 1.000).

¿Por qué nacen los ‘fake journals’? Estos son la consecuencia de un nuevo estado de las cosas en el mundo académico, en el que lo importante es que, si eres investigador, en tu currículo figure una larga lista de publicaciones que, a poder ser, empiecen por ‘Journal of…’, tengan ‘England’ en algún lugar de su nombre y se parezcan sospechosamente a los nombres de otras revistas científicas reputadas. En otras palabras, es como comprar un polo de Lacoste en el mercadillo para intentar ser admitido en un club de campo elitista.

Muchas de estas revistas ‘falsas’ nacen en el entorno de las publicaciones de libre acceso promovidas desde principios de este siglo, que no tienen las mismas restricciones que las tradicionales (como los derechos de autor), pero no todas estas son ‘fake journals’. Como recuerda un artículo recientemente publicado en ‘The Conversation’, hace apenas tres años se contaban 28.100 revistas científicas en todo el mundo, de las cuales, una proporción creciente son ‘fake’ o, como también se las conoce, ‘predatory’ (“depredadoras”). Su principal cualidad es que, al contrario de las fiables, no están sujetas a la revisión por pares, de forma que prácticamente cualquiera puede publicar por ellas… pasando antes por caja, claro.

“Había 18 publicaciones depredadoras en 2011, 477 a finales de 2014, 923 en 2016 y la mayoría de ellas cobran por editar tu investigación”, explica el profesor de la Universidad de Adelaida Roger W. Byard en un artículo llamado ‘The forensic implications of predatory publising’, que se hacía eco del grave peligro que puede tener el auge de esta clase de fórmulas. Por ejemplo, que una publicación llamada ‘Experimental and Clinical Cardiology’ (suena fiable, ¿no?) editase un estudio plagiado sobre el sida… solo que cambiando el nombre de dicha enfermedad por “cardíaco”.

Cómo distinguir una publicación falsa

El gran problema de este mercado negro académico es que resulta tremendamente difícil distinguir entre una publicación legítima y otra falsa. Hasta hace apenas un mes, la mayor guía para moverse en este oscuro mundo era la lista del blog de Jeffrey Beall, un profesor asociado de la Universidad de Colorado que desde el año 2008 se ha dedicado a listar aquellas publicaciones de autenticidad más bien dudosa.

Aunque aún pueden consultarse en páginas como ‘Archive’, ha sido el propio Beall quien ha decidido dar de baja la página. Es posible, especulan en ‘Retraction Watch’, que se deba a posibles amenazas legales de algunas de estas publicaciones, no muy felices de aparecer en una lista negra, lo que para muchas de ellas puede significar el final de un jugoso negocio.

‘Academia Research’, ‘International Journal of Research & Development Organisation’ o ‘Novel Science’ eran algunos de los nombres de revistas (escogidos al azar) que aparecían en el listado como parte de “una lista de publicaciones académicas de acceso libre cuestionables”. Aunque no todas ellas tienen por qué ser ‘fake’, el autor recomienda “leer las reseñas disponibles, evaluaciones y descripciones, para decidir si se les quiere enviar artículos”. En la lista figuran, además, otras revistas de acceso no libre (por suscripción) que también se comportan como estas publicaciones falsas.

El problema, como hemos dicho, es que no resulta tan fácil saber dónde estás publicando, debido a que estas editoriales tienden a comportarse de manera muy semejante a las que funcionan por suscripción. Una interesante discusión en ‘Researchgate’ devela cómo incluso investigadores con una gran experiencia tienen problemas a la hora de distinguir entre una publicación legal y otra falsa. En primer lugar, porque es difícil averiguar el verdadero factor de impacto de muchas editoriales académicas; a veces es difícil de calcular, en otras ocasiones puede ser directamente inventado. Como recuerda el artículo de ‘The Conversation’, hay más publicaciones llamadas ‘British Journal of…’ en Pakistán que en Reino Unido.

De ahí que la mayoría de ellos recomienden la lista de Beall como la mejor guía para saber dónde vamos a publicar. Otros autores recuerdan que bases de datos como ISI (International Scientific Index) o Scopus son muy útiles a la hora de conocer la calidad de una publicación, mientras que si lo que queremos es publicar en acceso libre, Sherpa/Romeo puede ser una herramienta útil. Pero, en general, el mejor consejo es revisar a conciencia el nombre, junta directiva o publicaciones pasadas de determinada revista (si su logo es parecido al de alguna revista estrella, algo huele mal) y decidir por nosotros mismos. Si pide dinero y responde en muy poco tiempo, sospecha

Tanto es así que incluso algunas de las editoras más importantes han tenido que reconocer que llegaron a indexar publicaciones falsas. Es lo que ocurrió con Elsevier, la mayor editorial médica del mundo, que en 2009 reconoció que entre 2000 y 2005 había editado seis revistas falsas esponsorizadas por supuestas compañías farmacéuticas, entre las que se encontraban ‘The Australasian Journal of Bone and Joint Medicine’ o ‘The Australasian Journal of Cardiovascular Medicine’. Otro ejemplo: hace unos años, el ‘International Journal of Advanced Computer Technology’ publicó una investigación que repetía una y otra vez la frase ‘get me off your fucking mailing list’ (“sacadme de vuestra puta lista de distribución”). Al que le interese, lo puede leer aquí.

El experimento Bohannon

Para entender mejor cómo funciona este mercado negro, no hay nada como recurrir al conocido como experimento de John Bohannon, un biólogo de la Universidad de Harvard que fue expuesto en un artículo de la revista ‘Science’ llamado ‘Who’s Afraid of Peer Review?’. Su prueba consistió en lo siguiente: Bohannon envió una investigación con “errores tan graves y obvios que deberían ser rechazados automáticamente por editores y revisores” a 304 publicaciones de acceso abierto, para comprobar cuáles lo aceptaban sin rechistar y cuáles ponían pegas; es decir, cuáles funcionaban como una publicación rigurosa y cuáles podían ser consideradas ‘fake’.

La respuesta no le sorprendió: alrededor de un 60% aceptaron su texto (siempre y cuando los autores pagasen, claro está), y el 40% restante (en el que se encontraba ‘PLOS ONE’ lo rechazaron). Entre aquellas editoriales que aceptaron el texto se encuentran Elsevier (una vez más), Sage o Wolters Kluwer. Ironías del destino, muchos acusaron de Bohannon de que su experimento no era más que una curiosidad sin validez científica, puesto que no estaba revisado por pares y no había seguido una metodología apropiada.

No era la única crítica al trabajo de Bohannan, ya que muchos de los defensores de las revistas de libre acceso señalaron que su experimento intentaba atacar a todo el sistema de publicación libre, cuando, al igual que ocurre con otras revistas científicas, en ese ámbito hay tanto productos de calidad como falsos. Como señalaba en un artículo de ‘The Verge’ a propósito de este experimento Lars Bjornhaugue, director de Open Access Journals, una base de datos semejante a la de Beall, desde 2010 el número de “publicaciones poco éticas” se ha disparado. Pero este recordaba que muchas de las publicaciones por suscripción también dan luz verde a estudios dudosos.

¡¿Qué ocurre cuando un científico publica una investigación en uno de estos ‘fake journals’? En primer lugar, que dado que no tienen ningún sistema de revisión, es posible que cuente en su currículo con un estudio defectuoso que conduzca a una retractación pública. No solo eso, sino que publicar en un ‘fake journal’ puede dañar muy seriamente la credibilidad del investigador. En última instancia, todos pagamos los pecados de estas empresas fraudulentas: debido a que el mundo académico es cada vez más opaco y la red provoca que las ideas se difundan rápidamente, es posible que una hipótesis equivocada comience a extenderse de un ‘paper’ a otro en forma de cita hasta que llegue a legitimarse.

¿Quién se encuentra detrás de estas empresas?

En muchos casos, es difícil trazar el origen de las falsas editoriales que dan luz verde a estos estudios. Uno de los casos más sonoros es el que enfrentó el pasado verano a la Federal Trade Commission (FTC) estadounidense contra OMICS Groups y su CEO, el doctor indio Shrinaubabu Gedela. Según la demanda, OMICS había “engañado a los académicos e investigadores sobre la naturaleza de sus publicaciones al ocultar los costes que iban desde cientos hasta miles de dólares”. En su caso, la editorial solo comunicaba a los investigadores que debían pagar la publicación una vez esta había sido aceptada, lo que impedía que pudiesen editarla en otra revista.

En su página web, OMICS Internacional señala que es “una de las grandes editoriales de publicaciones de acceso libre y una de las grandes organizadoras de conferencias sobre ciencia de todo el mundo”. Más de 700 revistas salen a la luz bajo su paraguas, un total de 50.000 artículos anuales. Sin embargo, la demanda señalaba que aunque OMICS defiende que muchas de sus publicaciones son de alto impacto, la manera de calcularlo no se rige por el estándar de Thomson Reuters, sino por su propio método, que además, “no comunica a sus clientes”.

Fuente: http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2017-02-13/fake-journals-mercado-negro-investigaciones-cientificas_1329506/

 

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La amenaza laboral que sufren los profesores de matemáticas (y pronto el resto)

Por: Héctor G. Barnés

Algunos sectores se van a ver más afectados que otros por la apertura global del mercado laboral. Aunque no se hable mucho de ellos, los ‘profes’ de mates pueden verse afectados.

Gran parte del programa político de Donald Trump se basa en un retorno al proteccionismo comercial que se apoya en el lema ‘Make America Great again!’. Si EEUU ha de volver a ser grande, defiende, solo puede serlo si las empresas del sector secundario, que tan dañadas han sido por la globalización económica, vuelven a concentrarse en territorio norteamericano y no en países en vías de desarrollo que permiten ahorrar costes a expensas de los trabajadores estadounidenses.

Lo que el presidente obvia es que la reconfiguración del mercado a nivel global no afecta únicamente a los conocidos como trabajos de cuello azul. Es más, es posible que estos puestos ya sean irrecuperables, por mucho que se intenten colocar nuevas barreras, y que la tendencia se lleve por delante a los empleados de cuello blanco. En el caso que nos ocupa, a los profesores; concretamente, de matemáticas.

Ya que las publicaciones con buena reputación pueden aceptar solo un número determinado de artículos, los flojos se quedan fuera

Un artículo publicado en ‘The Economist‘ lo anuncia: una investigación que será publicada en el próximo número del ‘Journal of Human Resources‘ sugiere que pronto los profesores de matemáticas occidentales pueden tenerlo complicado a la hora de competir en el mercado laboral, especialmente en lo que concierne al universitario.

La investigación, realizada por George Borjas, de la Universidad de Harvard, y Kirk Doran y Ying Shen de la Universidad de Notre Dame encuentra un potencial enemigo en los profesores y estudiantes chinos, que desde la liberalización del país (en 1978) comenzaron a trabajar en destinos como EEUU aportando un conocimiento diferencial, puesto que es uno de los campos en los que sobresale. En apenas una década, China se había convertido en la principal fuente de estudiantes extranjeros en dicho país.

Esto, a su vez, influyó sensiblemente en la productividad de los investigadores americanos. ¿De qué manera? Como explica el reportaje de ‘The Economist’, “ya que las publicaciones con buena reputación pueden aceptar solo un número determinado de artículos por revista (o, al menos, así era en los tiempos en los que solo se editaban en papel), la productividad relativa de los americanos no-chinos cayó, ya que los ‘papers’ más flojos se quedaron fuera”. Algo más acentuado en un panorama en el que la competencia por publicar mueve mucho dinero y el acceso a las grandes revistas es cada vez más complicado.

La competencia es global

En otras palabras, mientras que en un pasado no tan lejano el ámbito de determinadas publicaciones estaba limitado a territorios concretos y estaba delimitado por distintas barreras (laborales, idiomáticas, adminstrativas), la apertura de mercados ha provocado que el acceso de profesores de otras universidades a estas publicaciones se dispare. Según los datos que presenta dicha investigación, la relación entre el número de ‘papers’ publicado por los profesores de origen chino aumentaba a medida que decrecía el de los docentes americanos.

La ley de la ventaja comparativa sugiere que la movilidad de los trabajadores animará a las sociedades a especializarse en lo que hacen mejor

No es la primera vez que los investigadores llegan a una conclusión semejante. En ‘Cognitive Mobility: Labor Market Responses to Supply Shocks in the Space of Ideas‘, analizaron cómo se había alterado el mundo de la investigación estadounidense en matemáticas tras la desaparición del bloque soviético. Los resultados fueron muy similares a los que ahora han localizado en China: determinadas áreas de investigación que habían sido explotadas en la URSS, como las ecuaciones diferenciales ordinarias y parciales o la teoría de cuantos, eran ocupadas por los rusos, mientras que los estadounidenses que hasta ese momento se encargaban de dichas disciplinas se vieron obligados a reciclarse.

¿Quién gana y quién pierde en este reparto económico? Como es previsible, los matemáticos de un nivel más alto, que compiten a un nivel global y cuyos trabajos tienen mayor impacto. Las principales víctimas son aquellos que, en otras condiciones, podrían haberse garantizado un mínimo de visibilidad, y que han sido desplazados por aquellos que les superan en determinados campos. Algo aún más sensible en campos universales como las matemáticas (o, por extensión, la ciencia en su conjunto), que no dependen del idioma, y donde países con una gran tradición científica que durante gran parte del siglo XX apenas migraron (China, URSS) han abierto sus fronteras.

La competencia ya no es solo local, sino global. (iStock)
La competencia ya no es solo local, sino global. (iStock)

Una investigación publicada en 2006 en ‘Medical Hypotheses‘ hablaba de esta globalización como “una tendencia inevitable y ventajosa”, en la medida en que “permite una mayor eficiencia, efectividad y capacidad a las sociedades y beneficia a la mayor parte de la gente la mayor parte del tiempo”. Especialmente a niveles de investigación postdoctoral. “Este fenómeno está ocurriendo en las ciencias matemáticas y cuantitativas, y pronto se extenderá a otras áreas”, añadía hace más de una década el artículo.

Durante los últimos años, muchos profesores universitarios españoles han emigrado a Latinoamérica ante la falta de personal cualificado

Esta publicación también sugería la aparición de una hipotética nueva lengua para la comunicación universal, una “forma simplificada de inglés científico internacional” que ya se aplica en determinados campos. “La ley de la ventaja comparativa sugiere que la movilidad de los trabajadores animará a las sociedades a especializarse en lo que hacen mejor”, añadía el estudio. Y nuestro país no es, precisamente, uno de aquellos especialmente duchos en matemáticas –según el TIMSS, nuestros estudiantes siguen estando por debajo de la media de la OCDE–, por lo que es uno de los más vulnerables a la entrada de docentes de otros países.

¿Qué pasa con España?

La situación sea probablemente un poco diferente en España, más sometida a los condicionantes de la Unión Europea. Sin embargo, el número de estudiantes extranjeros en nuestro país se ha disparado a través de distintos programas internacionales como el Erasmus; en el curso 2015-2016, en total había 1.529.839 estudiantes extranjeros, según los datos del Ministerio de Educación, un 5,6% del total en grado, pero un 17,8% en máster y un 22,8% en doctorado. Es decir, aquellos que muy probablemente terminen aspirando a una plaza en universidades españolas.

(MECD)

(MECD)

La mayoría de los alumnos, como era de esperar, provienen de la Unión Europea (44,5%), seguida por América Latina y Caribe (24,9%), Norte de África (8,5%), resto de Europa (8,9%), Asia y Oceanía (9,7%), resto de África (2,7%) o EEUU y Canadá (0,8%). Las Comunidades Autónomas donde más alumnos extranjeros matriculados en doctorado son Cataluña (32,2%), Navarra (29,8%), Castilla y León (28,1%), Madrid (24,7%), o Andalucía (21,9%), la principal vía de acceso a la docencia universitaria.

¿Invasión o necesaria mejora de la investigación española? Conviene recordar que, durante los últimos años, muchos profesores universitarios españoles han emigrado a países americanos ante la falta de personal local, como ha ocurrido en Ecuador y su Plan Internacional de Captación y Selección de Educadores de Rafael Correa o Chile, a través del Programa Internacional Regular (PAIR). Alta competitividad, especialmente entre los profesores de ciencias; pero también, hipermovilidad y flexibilidad que obligarán a los docentes a emigrar a aquellos lugares donde haya trabajo.

Fuente:http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2017-02-08/profesores-matematicas-globalizacion_1328111/

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Los libros que está leyendo la élite: 11 publicaciones que cambiarán el mundo

Por: Hector G. Barnés

Entre reunión con la élite empresarial y cena en Davos, los grandes líderes globales también sacan tiempo para coger un libro y pasar un rato aprendiendo cosas nuevas. Ellos pueden permitírselo: Bill Gates es célebre por sus recomendaciones literarias y hace un par de años Mark Zuckerberg planteó en Facebook un club de lectura en el que él mismo daba su opinión sobre lo leído.

Una idea semejante es la base de ‘The Most Recommended Books’ de 2016, un proyecto llevado a cabo también por Facebook en el que se ha preguntado a 62 de sus influencers (que van desde Richard Branson hasta Ariana Huffington) acerca de los ensayos recientes que más les han gustado. La lista final está formada por 231 libros, de los cuales 11 han sido mencionados a menudo. Estos son los ganadores.

1. ‘Sapiens‘ de Yuval Noah Harari (Debate)

Aunque el israelí publicase el año pasado la continuación de este volumen, ‘Homo Deus’, el que figura en la lista es este éxito editorial que analiza 100.000 años de historia humana desde una perspectiva accesible y original. Si quieres que te cuenten qué ha pasado con la humanidad en apenas 500 páginas, este es tu libro.

2. ‘Originals‘ de Adam Grant (Penguin)

Aunque a diferencia de otras obras de su autor como ‘Dar y recibir’ esta no se haya traducido aún al castellano, ya ha pasado por muchas mesillas de noche de las personas más influyentes. Utilizando ejemplos de la vida real, en este volumen el profesor de la Universidad de Wharton intenta explicar por qué la gente más creativa e innovadora es la que tiene éxito. ¿Quieres saber si tú eres uno de ellos? Haz el test.

3. ‘Team of Teams‘ del General Stanley McChrystal (Portfolio Penguin)

¿El libro de un general del ejército americano es uno de los más influyentes entre los hombres que mueven los hilos? No teman: se trata, como descubre su subtítulo (“las nuevas reglas de combate para un mundo complejo”), de un ensayo sobre organización basado en estudios de otras áreas, como los servicios de inteligencia o el programa espacial de la NASA. ¿La moraleja? Tu estructura es tu estrategia.

4. ‘Hillbilly Elegy‘ de J.D. Vance (William Collins)

Los elogios sobre la bondad de este libro son casi unánimes, quizá porque, como asegura en Amazon un lector, se trata del “mejor para entender a los EEUU que votaron a Trump”. Es un retrato de la decadencia de la América de la clase trabajadora a partir de la familia Vance, que emigró desde los Apalaches hasta Ohio en busca de su sustento. Será publicado en abril por Deusto.

5. ‘The Industries of the Future‘ de Alec Ross (Simon & Schuster)

¿Cómo no iba a aparecer en la lista, si Huffington dijo de su autor que se encontraba ‘en una situación privilegiada para entender y explicar de dónde venimos y adónde vamos‘?Alec Ross intenta dilucidar de qué manera la tecnología (automatización, inteligencia artificial) y los cambios sociales alterarán la actual distribución de fuerzas industriales en todo el mundo de aquí a 10 años.

6. ‘Freakonomics‘ de Steven D. Levvi y Stephen J. Dubner (Zeta Bolsillo)

Aunque tiene 10 años de antigüedad, el pretendidamente provocador ensayo (“políticamente incorrecto”, según su subtítulo) sigue influyendo a muchas de las personas más poderosas. Es una recopilación de varios artículos que intentan explorar aspectos poco conocidos de la economía, como la relación entre el aborto y el crimen o de qué manera el nombre de una persona influye en sus posibilidades de tener éxito. Tuvo tanto éxito que ha terminado convirtiéndose en una franquicia.

7. ‘Writing My Wrongs‘ de Shaka Senghor (Convergent Books)

El subtítulo de este superventas de ‘The New York Times’ (todos lo son) es “vida, muerte y redención en una prisión americana”. El autor se crió en una familia de clase media de Detroit, durante la ‘epidemia’ de crack de los años 80. Senghor explica en primera persona cómo es pasar 19 años entre rejas, siete de años en confinamiento solitario.

8. ‘The Gene‘ de Siddharta Mukherjee (Random House)

Un erudito pero accesible repaso a la historia de la genética, desde que naciese en Moravia a mediados del siglo XIX hasta nuestros días. No se trata de una búsqueda ociosa: la investigación de Mukherjee parte del largo historial de enfermedades mentales en su familia, que le llevó a plantearse de qué manera el destino de sus allegados ha estado marcado por su herencia genética.

9. ‘Endurance. El legendario viaje de Shackleton al polo sur‘ de Alfred Lansing (Capitán Swing)

La expedición de sir Ernest Shackleton y sus 26 hombres está hecha del material del que está hecha la épica. El periodista publicó este libro en 1959, pero nunca se ha llegado a pasar de moda. Será porque a los poderosos les gusta verse reflejados en figuras legendarias, o porque como le ocurrió al explorador, consideran que su epopeya vital ha estado marcada por el peligro y el heroísmo.

10. ‘Delivering Happiness‘ de Tony Hseih (Business Plus)

Publicado en 2010, el volumen explica en primera persona cómo Zappos se convirtió en apenas 10 años en una empresa que facturaba 1.000 millones de dólares. Es posible que hoy no les vaya tan bien como hace algo más de un lustro, pero Zappos sigue siendo la referencia como compañía enrollada que intenta acabar con los jefes y garantizar la independencia de los trabajadores.

11. ‘La empresa consciente’ de Fred Kofman (Aguilar)

Ganador del Premio Nautilus en el año 2009, en apenas unos años se ha convertido en uno de esos clásicos de la ética empresarial; su subtítulo es “cómo construir valor a través de los valores”. Según su autor, de origen argentino, lo que distingue de verdad a las grandes firmas no es su capacidad de amasar grandes cantidades de dinero, sino también de comprometerse con el entorno en el que participa. Responsabilidad incondicional, integridad esencial, comunicación auténtica, compromiso impecable y liderazgo honesto son los principios de los que deben partir.

Fuente: http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2017-02-03/libros-elite-facebook_1322238/

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