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Epistemologías del Sur: Un renacer desde abajo.

Por: Heriberto Rivera

Hasta hace poco, el mundo y la sociedad en general, solo tenía como referencia un conocimiento orientado hacia el norte y por otro lado hacia Europa; es decir, que todos fuimos formados a través de la formalidad e informalidad de la educación, en la justificación y valoración de un solo tipo de conocimiento, fundamentado en una sola filosofía del conocimiento.

La historia de la humanidad, fue ocultada por siglos por los instrumentos de poder y de transculturización. Siempre prevaleció una epistemología enmarcada en el pensamiento y reflexión de los intereses del norte y de Europa.

En ese sentido, los pueblos del mundo, los pueblos originarios primero y luego sus herederos, es decir lo que sería la sociedad moderna, fueron borrados del conocimiento dominante.

Lo que hasta ahora hemos conocido como el conocimiento occidental, no es mas que la negación de todo lo que ha existido desde los orígenes de la humanidad; es decir todo aquello que existió previo a la aparición del catolicismo en la faz de la tierra es totalmente negado; es como aceptar de manera obligada que las anteriores civilizaciones y sociedades, cuyos miembros no tenían la capacidad para generar conocimiento que los llevara a ser capaces de mejorar sus condiciones de vida respetando a su hábitat natural como lo es el planeta tierra.

Contra el conocimiento ancestral, se cometió lo que De Sousa (2010) ha dado en llamar un epistemicidio “a partir de estos procesos se han creado unas subjetividades discriminadas, como en el caso de los indígenas a quienes no se les ha reconocido sus saberes ancestrales” es decir cometiéndose despojos epistémicos intencionales. El epistemicidio viene siendo dentro del marco de las epistemologías del sur, la destrucción de los conocimientos propios de los pueblos causada por el colonialismo europeo que a su vez genero un imperialismo cultural y la consecuente perdida de experiencia cognitiva.

Hoy desde la perspectiva de la epistemologías del sur se constituyen en   el reclamo de nuevos procesos de producción, de valorización de conocimientos válidos, científicos y no científicos, y de nuevas relaciones entre diferentes tipos de conocimiento, a partir de las prácticas de las clases y grupos sociales que han sufrido, de manera sistemática, destrucción, opresión y discriminación causadas por el capitalismo, el colonialismo y todas las naturalizaciones de la desigualdad en las que se han desdoblado.(De Sousa, B)

Las epistemologías del sur, surgen para rescatar la visibilidad del conocimiento del otro.

Las Epistemologías del Sur reflexionan creativamente sobre esta realidad para ofrecer un diagnóstico crítico del presente que, obviamente, tiene como su elemento constitutivo la posibilidad de reconstruir, formular y legitimar alternativas para una sociedad más justa y libre

En el concepto de pensamiento dominante, fue creado el episteme de desarrollo, pero a la vez fue acuñado el término subdesarrollado.

Bajo que parámetros un pueblo o sociedad puede determinar quien es desarrollado y quien puede ser subdesarrollado?

Son subdesarrollados los pueblos que desde la profundidad del planeta reclama preservar el ambiente y sus recursos con la finalidad de salvar a las especies vivas?

De Sousa, plantea la visión democratizadora del espacio, volver la mirada al sur con interés propio y apreciado.

Sobre, Europa, expresa que dicho continente ha desarrollado una arrogancia hacia el sur producto del colonialismo, que hace despreciable cualquier innovación que procede de allí. Lo sabio es reconocernos unos a otros y respetarnos con todo el arsenal que cada región posee.

Al respecto De Sousa (2012), considera: ”un contexto epistemológico, que, en el fondo permita a Europa reconocer más experiencias del mundo y valorizar sus orígenes: ¿ cómo se hace esto?. Reconociéndolos en sus propios términos según los criterios de validez cognitiva y normativa en que se desarrollaron y, por consiguiente, sin depender apenas del filtro del conocimiento y de la normativa eurocéntrica”.

Las Epistemologías del Sur, constituyen la posibilidad de reconstruir, formular y legitimar alternativas para una sociedad más justa y libre, es así como lo expresa el autor, considerando a la vez la importancia de evaluar el contexto en el que se desarrollan las epistemologías, porque lo considera determinante para que pueda ser o positiva o por el contrario negativa. El contexto fija posiciones políticas, sociales, culturales, económicas que son los marcadores de una sociedad y de toda una región o continente; por lo tanto, el contexto establecerá la idoneidad propia y necesaria para la orientación y hasta para las oportunidades.

Las epistemologías del sur se enmarcan dentro de realidades que si bien conocemos, que tenemos conciencia de ellas, como las grandes desigualdades sociales, la contaminación ambiental, la falta de democratización del espacio, aún y así, no disponemos de soluciones alternativas, de allí que tengamos preguntas fuertes y respuestas débiles.

En cuanto a la democratización, hay mucha innovación democrática que está emergiendo en el sur y no en el norte, no obstante la teoría de la democracia sigue siendo producida en el norte.

Las epistemologías del sur vienen a reivindicar una deuda que arrastran con un continente, que no bastó con cargar históricamente con injusticias sociales, raciales, culturales, religiosas, étnicas, sino que ha sido marginado en su intelecto, en su proyección como seres humanos pensantes, inventores, creativos y provisores de conocimiento. Es allí donde se valora y se aprecia justamente la presencia, producción y la relación de la epistemología del sur, y debemos conjuntamente valorizar el término sur. No marginarlo al otro extremo partiendo de que el norte está arriba y nosotros abajo; hay que revalorizar el esquema geográfico, que más que nada se debe hacer en nuestra conciencia.

Referencias.

De Sousa, B (2012).democratizar el territorio, Democratizar el espacio. Portugal: Coímbra-Centro de estudios sociales

De Sousa, B (2009). Una Epistemología del Sur. La Reinvención del Conocimiento y la Emancipación Social. Buenos Aires: editores siglo XXI.

hriverat1@hotmail.com

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Génesis del numero PI en la Cultura Ancestral Indígena

Por: Heriberto Rivera

Lo que hasta ahora hemos conocido como el conocimiento occidental, no es mas que la negación de todo lo que ha existido desde los orígenes de la humanidad; es decir todo aquello que existió previo a la aparición del catolicismo en la faz de la tierra es totalmente negado; es como aceptar de manera obligada que las anteriores civilizaciones y sociedades, cuyos miembros no tenían la capacidad para generar conocimiento que los llevara a ser capaces de mejorar sus condiciones de vida respetando a su hábitat natural como lo es el planeta tierra.

La colonización española, que significo la mayor barbarie cometida por grupo humano alguno sobre la faz de la tierra, significo la devastación de todo signo de cultura indígena existente hasta el momento colonizador; la colonización impuso a fuerza de espada y cruz, con sus discursos occidentales en su desarrollo definiciones y representaciones especiales y subjetivas basadas en la negación y el silenciamiento de los mitos, leyendas, tradiciones y conocimiento de los pueblos ancestrales; en ese sentido el matemático Uribitan D´ Ambrosio refiere que “el proceso de conquista y colonización a partir del siglo XV llevó a todo a todo el mundo a la civilización occidental, resultado del conocimiento originado en la cuenca del mediterráneo. En ese proceso, sistemas religiosos, sistemas económicos y políticos y el conocimiento científico se difundieron pudiéndose afirmar que impusieron por todo el planeta, la geopolítica que resulto del proceso que excluía a los pueblos conquistados, su historia y sus maneras de conocimiento”.

En el entendido que toda sociedad tiene el deber y el derecho de pensarse en si misma, en generar su propia estructura de pensamiento, acorde con la sustentabilidad respetando el entorno de su naturaleza, van generando sus propios conocimientos, con un pensamiento en sus propios términos para y desde un proyecto de sociedad para sus pueblos; es así como los pueblos ancestrales, como resultado de un proceso propio de generarse sus propias formas de organización establecieron un pensamiento en sus propios términos a lo cual tenían y tienen pleno derecho natural, pero haciéndolo para y desde un proyecto político organizativo, cultural con la noción de pensamiento propio, que fueron generando hacia el conocimiento del entorno natural, y el respeto por el mismo, iconos y una vasta simbología y representaciones consustanciado con el conocimiento desarrollado en las comunidades.

En consecuencia tal y como lo decía Galeano citado por Correa es así como estos referidos “pueblos ancestrales comienzan su propia historia, al ir acopiando su gran acervo experiencial, en la que la   transmisión cultural cumple un papel importante el mito y la leyenda como forma de expresión y fuente de conocimiento de los pueblos latinoamericanos que no se pueden cercenar, porque gracias a estos medios se han podido conservar”.

Nuestros ancestros desplegaron una dilatada cultura que les permitió un desarrollo propio y contextualizado, situacional que le aseguraron a pesar de la barbarie colonizadora su trascendencia, reconocimiento   y permanencia antropológica.

Contra el conocimiento ancestral, se cometió lo que De Sousa (2010) ha dado en llamar un epistemicidio “a partir de estos procesos se han creado unas subjetividades discriminadas, como en el caso de los indígenas a quienes no se les ha reconocido sus saberes ancestrales” es decir cometiéndose despojos epistémicos intencionales. El epistemicidio viene siendo dentro del marco de las epistemologías del sur, la destrucción de los conocimientos propios de los pueblos causada por el colonialismo europeo que a su vez genero un imperialismo cultural y la consecuente perdida de experiencia cognitiva, observándose según Galeano citado por Correa, como “a lo largo de los siglos, América Latina no solo ha sufrido el despojo, de su oro, de la plata, del salitre, del caucho, del cobre y del petróleo, también a ha sufrido la usurpación de la memoria”. Hoy desde la perspectiva de la epistemologías del sur se constituyen en   el reclamo de nuevos procesos de producción, de valorización de conocimientos válidos, científicos y no científicos, y de nuevas relaciones entre diferentes tipos de conocimiento, a partir de las prácticas de las clases y grupos sociales que han sufrido, de manera sistemática, destrucción, opresión y discriminación causadas por el capitalismo, el colonialismo y todas las naturalizaciones de la desigualdad en las que se han desdoblado.(De Sousa, B)

En ese orden de ideas, basándonos en los aportes de estudiosos del tema, Uno de esos procesos tiene que ver con el desarrollo y simbología de la matemática, que según Vásquez (2012) “que difieren un poco del conocimiento de lo que un matemático tradicional reconoce como conocimiento matemático científico”; es decir para entender el desarrollo matemático de las culturas indígenas es necesario desprenderse de la formación griega y formal que se ha utilizado en la formación de las escuelas y la academia dominante, “para adentrarse a un conocimiento que es integral, que tiene una funcionalidad en la vida cotidiana del indígena, que no se estudia como un fin en si mismo, sino que muestra la utilidad diaria del conocimiento.”

En ese desarrollo matemático de las culturas indígenas fueron establecidas  formas y figuras, surgidas de la profunda interpretación, incomprensible para muchos,   de eventos naturales que fueron significando a la larga la construcción de sus propios espacios históricos sociales, es decir un conocimiento producto del pensamiento asociado a lo que le es propio, en este caso el entorno natural.

Para reconocer los conocimientos de la cultura ancestral, y para lograr entenderlos, es imperativo dejar de lado lo que la academia para la dominación llama como el conocimiento experto pues su carácter eurocéntrico, patriarcal y racializado impide el aceptar la presencia de un conocimiento anterior al pensamiento unico de la cultura universal.

Las consideraciones anteriores, permiten decir, que en el caso del número Pi, el cual es   muy emblemático, por lo que ha significado para el desarrollo de las ciencias, sirve para plantear que las culturas de las sociedades andinas ya lo cultivaban en su pensamiento y pasaría a formar parte de su icono ordenador de destacada presencia en su cúmulo experiencial, pues este simbólico y trascendental numero esta contenido en la chakana, cuya forma “encierra en su geometría el concepto del numero Pi que los pueblos andinos llamarían “TUPU”, medida que definieron como la proporción sagrada y que es la base de los cuadriculas que se observan en tejidos, cerámicas y arquitectura” apareciendo la chakana “como elemento astronómico y matemático de la cosmología de los pueblos andinos”.(Ramirez,2011).

La Chakana, es la constelación de la cruz del sur, formada por cuatro estrellas: Alba, Beta, Gama y Omega, siendo su nombre original ancestral el de Jacha´a Qhana (Luz grande) convirtiéndose en el gran icono ordenador de la sociedad andina, siendo el símbolo geométrico más difundido en la iconografía del mundo andino, la cual por su estructura curbicular, esta relacionada con las proporciones de la citada constelación, “ así mismo se indica que el mundo andino “resolvió” la cuadratura de la circunferencia como razón de cambio teórico de su sistema operativo de medidas proporcionales”. (Wayra, 2011).

Ante esto, resulta de gran relevancia y a la vez el desafío al conocimiento tradicional occidental los planteamientos y estudios realizados por el arquitecto Carlos Milla Villena (1983) como aportes a la historia de la cultura andina al decodificar el geoglifo de la chacana y de la ley de la cuadratura de la circunferencia de la cruz grande en su libro Génesis de la Arquitectura Andina.

El planteamiento en cuestión viene a reivindicar el conocimiento ancestral en buena hora para la cultura amerindia gracias a los investigadores andinos, que según relatos de Wayra (2001) vienen “erigiendo la sabiduría milenaria sobre sus propios fundamentos científicos y como una visión intercultural alternativa a las verdades académicas de occidente, libre de la nefasta influencia de los investigadores extranjeros, que vienen distorsionando nuestra historia por ignorancia de nuestra visión cultural y arrogancia de pretender imponernos su verdad”.

A decir de otros investigadores y críticos de la obra de Milla, “este no es un libro, es un QELLQA, es decir una visión objetiva de la realidad a la usanza andina, que trata de arqueoastronomia, arquitectura, paleomatemáticas, semiótica genética, memética,” en fin un conocimiento integrado de la genética cultural de los pueblos andinos.

Otras opiniones generadas por investigadores como el matemático Guerrero Ureña, señala “que la sociedad andina, sería la primera cultura en la tierra en expresar el número Pi mediante un número irracional a diferencia de la cultura del viejo mundo lo han hecho solo mediante números racionales”.

En el mismo sentido, en cuanto al saber científico se describe, el matemático Guerrero Ureña (2015) refiriéndose a las matemáticas precolombinas plantea de manera tajante que “rebatiendo la idea de que el saber científico nació en las sociedades occidentales muestra el conocimiento desarrollado por hombre americano precolombino que le permitió desarrollar una matemática inédita que hacen parte de los espacios matemáticos de representación”; añade este matemático en referencia a “la geometría precolombina y su geometría arborecente, la cual puede ser descrita mediante los números p-ádicos, representado en el árbol de la descendencia que en Qechua se llama Malqui. Estas al ser combinadas de manera complementaria, configuran el KIPU, genuino sistema de coordenadas de referencia capaz de representar con una alta resolución tanto la cantidad como la calidad de los procesos concretos, y útil para realizar mediciones fiables, como consecuencia lógica de todo esto tuvo lugar el nacimiento de una cosmología geometrizda” (pág. 189).

Hoy, gracias y como resultado de una largo y dilatado, proceso de descolonización que se viene erigiendo en un esfuerzo por volver la mirada al sur, el mundo comienza a redescubrir los aportes de la cultura ancestral indígena, vigentes y vigorizados, como en la agricultura, la rotación de los cultivos, pues la Chakana sirve para monitorear el movimiento del eje de la tierra cuyo ángulo de inclinación precisaban saber los precolombinos año tras año para la determinación de los equinoccios, lo cual era la principalísima importancia para los agricultores pues la inclinación del eje determina el clima en todos los lugares de nuestro planeta. (Guerrero, 2015).

La cultura ancestral indígena esta plena de conocimientos que resurgen de su deliberado olvido, de su implacable deterioro cultural y con su concreción queda establecido que los acontecimientos del mundo no son observables desde un unico esquema matemático de representación pues no existe un solo, ni se puede reducir los otros, que son en un número infinito, a uno solo, como la cultura occidental ha supuesto.

Referencias:

Correa, M.E., Saldarriaga, D (2014). El Epistemicidio Indígena Latinoamericano. Algunas reflexiones desde el pensamiento critico decolonial. CES derecho, 5(2).

De Sousa, B. Descolonizar el saber, Reinventar el poder en www.boaventuradesousasantos.Pt.

_______________Epistemologías del Sur, en www.boaventuradesousa.pt

D Ambrosio, U. Las dimensiones políticas y educacionales de la Etnomatemática, en www.sinewton.org/numeros/43-44.

Guerrero, M.(2004). Los dos máximas sistemas del mundo, editorial ABYA YALA, 2004, Quito, Ecuador.

______________ (2015)”Las Matemáticas Precolombinas” en Historia de las ciencias en el Ecuador. Ecuador, Quito,

Milla, C (1983) Génesis de la Cultura Andina, editorial fondo C.A.P, Perú.

Ramírez, M (2011). Geopolítica del conocimiento en América Latina: la construcción de Espacios Históricos Otros. Revista austral de ciencias sociales 21:111.136,2011

Vásquez, A (2012). Código matemático en la mitología bribi, en www.cientec.or.cr/matematica/.

Wayra, A (2011).Genesisdelaculturaandina.blogspot.com

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Memorias de la Nueva Canción

Por: Heriberto Rivera

La canción, como síntesis de la música y la letra con sentido social, conforma la expresión del sentir y el pensar y el hacer de los pueblos; esperanzas, luchas, desencantos, tristezas, evocan los momentos del transito que desde lo terrenal trasciende hacia lo celestial; cada canto, es un grito que relata alguna situación, algún recuerdo, algún epitafio, que con su musa se hace llamarada, se hace presencia y testigo de realidades y utopías. Esa nueva canción que con el pasar del evento de la existencia se convierte en emula del tiempo.

El nuevo canto, canción solidaria o canción necesaria, nace vinculada a la situación conflictiva y a la vez esperanzador que significó la década de los años sesenta; década ésta de gran significación y trascendencia para una juventud que asumió y quiso tomar el cielo por asalto, con compromiso con los cambios sociales, expresados en la música, el arte, las letras.

Si bien es cierto que el nuevo canto nació en claustros universitarios, en sótanos académicos, logrando saltar e instalándose en las actividades de masas convocadas a los mítines políticos de tarimas y murales revolucionarios y contestatarios, y en las actividades culturales extensivas a toda la población.

El mundo estaba convulsionado, las fresas de la amargura como expresión cinematográfica relataba la conflictividad social de las protestas y rebeliones universitarias que impactaron sacudiendo los estratos de EEUU; eran huelgas que exigían cambios dentro de las universidades, se oponían a la injusta e inusitada guerra de Vietnam y las atrocidades de la guerra fría, nacía, la nueva canción como expresión de la verdadera cultura, de nuestra cultura. Latinoamérica estaba plagada por gobiernos dictatoriales policiales, democracias abstractas y formales que engañaban al pueblo; hubo una esperanza en el surgimiento del socialismo en el Chile de Allende, proceso que fue abortado por la bota militar y el imperio norteamericano.

Finalizaba el año 1970, momento inolvidable, cuando el gobierno de entonces, acabo con la autonomía universitaria, al imponer a sangre y fuego la reforma a la ley de universidades, aunado al cierre y desvirtuación de las aguerridas escuelas técnicas.

Paralelamente, en diciembre de 1970, se realizo el Congreso Cultural de Cabimas, que sintetizaría ejemplarmente la atmosfera contracultural de la Venezuela del momento, siendo la época de la tan discutidas teorías de la dependencia de Theotonio Dos Santos, Ruy Mauro Marini y Vania Bambirra; por otro lado, el movimiento revolucionario se mostraba  atomizado, dividido y aislado producto de las contradicciones, delaciones y traiciones, debido al desenlace de la lucha armada.

En ese contexto, nace la nueva canción, que con fundamento y conocimiento refieren Martínez, M y Manso, E (2011) “renovó y amplió el ámbito melódico y armónico con un lenguaje más coloquial, directo y vital, con modulaciones rítmicas y nuevos recursos expresivos”. La nueva canción se caracterizó por la calidad de las letras y el valor artístico de los cantantes, demuestran que poeta no es solo el autor de poetas escritos, sino también el que crea la poesía para ser cantada.

Ante lo diverso y creativo de la nueva canción, comenzaron a organizarse gran variedad de festivales como escenarios propios que buscaba además del acercamiento y encuentro de los cantautores de la nueva canción, el objeto era promover la unión entre los pueblos latinoamericanos; precisamente una de las letras que se opone a la separación de los pueblos y aboga por su unidad, es la canción de Aníbal Nazoa, intitulada Punto Y Raya: “entre tu pueblo y el mío hay un punto y una raya. La raya dice no hay paso. El punto vía cerrada. Caminado por el mundo se ven ríos y montañas se ven selvas y desiertos, pero no puntos ni rayas. Porque esas cosas no existen, sino que fueron trazadas para que mi hambre y la tuya estén siempre separadas”.

Hoy, la diversidad económica, política y social se manifiesta en una nueva movilidad, buscando su identidad, al reclamar el hombre del pueblo sus derechos sobre esta geografía, y superar, con la lucha, las diferencias que lo hacían divergir, tanto en su expansión horizontal como en las escalas verticales que ha trazado en el pasado, el colonialismo y ahora el capitalismo.

A la par del surgimiento de las nuevas voces de la canción, también manaron otros criterios organizativos de los festivales, los cuales no eran restringidos, no eran para las elites, no eran festivales de tipo comercial, y sus organizadores en algunas oportunidades lo organizaban obreros, trabajadores, y estudiantes.

El canto, como nueva poética de la música popular, cobro amplia presencia, afincada en las propuestas de Ali Primera, Gloria Martin, que en Venezuela, comenzaría a tomar fuerza una modalidad inédita de los actos de masas, a que los en cuya convocatoria aparecían los nombres vinculados al nuevo canto.

La nueva canción, su letra y música, a pesar de responder a la lirica popular presentan una riqueza en el léxico y la semántica y se circunscribe dentro del movimiento que surgió como lo que fue el nuevo fenómeno musical de la época que se dio en llamar la nueva canción latinoamericana.

Vale afirmar, que este movimiento de la nueva canción estuvo integrado por una vasta de folkloristas y compositores, en su mayoría de origen de honda raíz popular, que enarbolaron con sus voces e instrumentos con su canto libertario los problemas y las realidades cada pueblo.

Son muchos compositores que abonarían el terreno para que tomara forma y legitimidad el nuevo canto, como Chabuca Granda, Atahualpa Yupanqui, Horacio Guaraní, Piero, Violeta Parra, Alfredo Zitarrosa, Alberto Cortez, Facundo Cabral, Mercedes Sosa, Nacha Guevara, Joan Báez.

La nueva canción, como expresión poética, refleja la lucha que durante siglos la historia del hombre ha sido la de su explotación. Una parte de la humanidad, desdoblada contra si misma, instituyo la opresión y la miseria, convirtiendo en algo cotidiano el hecho escandaloso según el cual los menos vivían del trabajo y los dolores de la inmensa mayoría.

Es la canción comprometida, que configura tomar el cielo por asalto, pues sobre las espaldas de los oprimidos pesaba, como una cadena añadida a las otras, la promesa de un cielo al cual arribarían después de purgar en la tierra la culpa de haber nacido miserable. Un día, un buen día que debemos imaginar claro y alegre, decidieron asaltar el cielo y establecerse en él. Tomarlo en sus manos y construirlo de nuevo, a imagen y semejanza del hombre. Como dice la canción, las preguntitas de Atahualpa Yupanqui “Un día yo pregunte: Abuelo donde esta Dios, mi abuelo bajó los hombros y nada me contestó…… Hay un asunto en la tierra más importante que Dios. Y es que nadie escupa sangre pa que otro viva mejor. ¿Que Dios vela por los pobres? Tal vez sí, y tal vez no. Pero es seguro que almuerza en la mesa del patrón”.

La nueva canción se convirtió en un hito, una relevante referencia que resulto más coherente, aglutinante, viviente, con sentido de lucha y unidad, nacida de la sensibilidad de nuestros pueblos, que son expresiones brotadas en las islas del caribe, en los andes cordilleranos, en el esplendor de la sabana, en las pampas bolivianas, en la sureña argentina, el guaraní del Uruguay, en el Chile de Violeta y Víctor, en la Venezuela Bolivariana del panita Ali y Gloria Martin, que no siempre contaron con una expresa difusión tanto en los medios masivos como en las grabaciones de tipo comercial, pues se quiso silenciar a los pueblos sonantes.

La nueva canción como expresión popular e instrumento de lucha, no escapo de “la política que es como una ardilla filosófica que se desliza insensiblemente por todos los intersticios” que tenga que ver con la vida de los pueblos; por ello la nueva canción, nació con la impronta de las revoluciones, que marcaron el camino para la transformación social; así la revolución cubana, fue el hecho mas trascedente ocurrido en América Latina al comienzo de los sesenta, colocando de manifiesto cómo, cuando se liberan todas las fuerzas productivas de una colectividad mediante transformaciones profundas y radicales, no solamente toda ella se hace sensible a mejoramientos materiales sino rápidamente comienza a experimentar notables cambios en su actitud intelectual y en su producción espiritual.

Es la entrega de artistas, compositores, músicos, cantantes impulsando la extraordinaria tarea de la creación al servicio de la gente que conforman la verdadera alma de los pueblos.

También, lleva implícita la huella de la frustrada y traicionada de la revolución mejicana, que con su genero de ranchera también le canto a sus lideres y penurias, como la canción icono carabina 30-30; Víctor Jara, también le dedica su canción con el corrido de Juan sin tierra, autoría de Juan Saldaña.

La nueva canción Latinoamérica, recoge, momentos significativos de tan largo combate, que incluye las voces de la Brigada Lincoln con El quinto regimiento -héroes en el mas estricto sentido de la palabra- hasta el regusto plebeyo y desafiante con que un soldado nos habla de su carabina. Abarca las canciones, que en forma de burla colérica el grupo Inti illimani se refiere al enemigo de todos los pueblos del mundo con la muy conocida “el Tío caimán”. En fin son voces e instrumentos que resumen el deseo de triunfar.

En el genero del joropo venezolano resalta la canción dialogo entre Juan y Pedro, de José Romero, que nos deja una larga y ruda queja contra el sistema capitalista. El canto no es neutro, así como así como no hay acción humana desprovista de intención de objetivos, de caminos, de búsqueda nada en el accionar del hombre lo es, nada ni nadie es ahistorico ni apolítico.

Con la palabra hecho verbo de Ali Primera, se puede afirmar que la canción necesaria, “tal vez no llegue a dirigir batallones pero ayudara a formarlos, ella anda en boca de todos nosotros, tiene tantas formas la canción necesaria como flores cubren la piel de los campos; dicen que la canción necesaria es jinete y cabalgadura. El jinete es el verso. Dicen que esta jinete tiene recias manos pero su corazón es como una rosa abierta cuando los gallos cantan su ultima canción para la noche. La cabalgadura es la semblanza sonora de nuestra identidad. En sus cascos resuenan todos los tambores de las fiestas de junio y que sus bridas se pulsan, como en mágicas cuerdas, todos los aires que mueven el árbol musical de nuestra tierra. Dicen que jinete y cabalgadura andan en busca de la canción de la victoria. La canción necesaria es lengua del pueblo”.

Las canciones reseñan las caídas, las frustraciones y las victorias, dejando constancia, de esa magnifica terquedad para sobrevivir y continuar peleando contra sus limitaciones e infortunios que quizás sea la mayor virtud de la especie. Más allá de la derrota y de la muerte, de las traiciones y de los obstáculos, de los arrepentidos y conversos, del horror y la desgracia, está y estará siempre, la voluntad de hacer de nuevo el mundo. Y hoy seguimos como la cigarra:

Tantas veces me mataron,

tantas veces me morí,

sin embargo estoy aquí,

resucitando.

Gracias doy a la desgracia

y a la mano con puñal

porque me mató tan mal,

y seguí cantando.

Cantando al sol como la cigarra

después de un año bajo la tierra,

igual que sobreviviente

que vuelve de la guerra.

Tantas veces me borraron,

tantas desaparecí,

a mi propio entierro fui

sola y llorando.

Hice un nudo en el pañuelo

pero me olvidé después

que no era la única vez,

y seguí cantando.

Tantas veces te mataron,

tantas resucitarás,

tantas noches pasarás

desesperando.

A la hora del naufragio

y la de la oscuridad

alguien te rescatará

para ir cantando.

hriverat1@hotmail.com

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Liderazgo y Poder Local

Por: Heriberto Rivera

Indudablemente que el llamado poder local, caso de las alcaldías, esta más cerca de la gente, más cerca de su sentimiento de los problemas cotidianos de esa ciudadanía que es la expresión de lo local.

Para aspirar a ser el líder local, para investirse de alcalde, quien así lo desee debe tener tres virtudes: trayectoria, honestidad y capacidad de gobierno.

Lastimosamente, desde hace tiempo, los poderes locales fueron secuestrados por los partidos políticos y esos a su vez por la maquinarias partidistas y comenzaron a fabricar “liderazgos” que viene sustituyendo (usurpando) al liderazgo ciudadano.

En ese contexto,  la selección de los “lideres” se produce en el juego de la lucha por el poder, pacifico o violento, pero la verdadera evaluación de los mismo, corresponde hacerla  en el ejercicio del poder.

Para ejercer con propiedad y mesura un liderazgo, este debe comenzar a forjarse desde la lucha cotidiana, vivir y sentir  los problemas de los ciudadanos, debe ser un estudioso, no es suficiente haber logrado titularidad académica, sino haber obtenido una laboriosa formación integral;  entendiendo, que una cosa es ser  un líder competente para ganar elecciones y otra es ser incompetente para gobernar; así el líder puede ser guerrillero competente pero a la vez llegar a ser un gobernante mediocre.

En el campo de la política, independientemente de su signo ideológico, existen dirigentes políticos y sus aprendices, que piensan que la política es un arte puro, la ven como algo ingénito que no requiere estudio ni preparación  y conocimiento sobre la planificación.

Es un exabrupto, desvincular la gestión publica de la razón como también es una extravagancia incluir sólo la razón; toda gestión publica eficiente, siempre ha de tener su orientación  ideológica, pero jamás debe realizarse  sin el fundamento de las ciencias, del estudio y aplicación de la planificación asertiva.

Sin tener en cuenta lo anterior, hemos venido observando, como las gestiones públicas en el caso del poder local, han venido siendo  sumisas  en el fracaso a causa  de la inexistencia de métodos y herramientas que le otorguen capacidad de gobierno sobre el proyecto a liderar.

Se sabe, que todo líder lucha consciente o inconscientemente entre dos posiciones que pueden ser  excluyentes, una es ser consecuente con su pasado y la otra es ser consecuente con la búsqueda de la verdad superior a la vigente en la circunstancia que vive.

Planteada así esa dicotomía, el liderazgo local, se debate entre la lealtad versus creatividad, por un lado debe deslindarse de la lealtad al pasado o seguir rezagado en el conocimiento y dejar de lado la creatividad que significa la búsqueda constante de una verdad más pujante, mejor fundamentada en la ciencia y en la ética incluyendo la ética del discurso.

Hasta ahora, quienes han ocupado el poder local tradicional, han tenido un agente auto condicionante, pues al final de sus gestiones atribuyen sus deficiencias a otros, a  la oposición implacable, a los medios de información, a alguna conspiración imaginaria; La ceguera les impide mayor visión situacional.

El poder local requiere de un nuevo liderazgo, que sea proactivo, que tenga capacidad para ver más allá de los caminos conocidos, que asuma su responsabilidad y para ello se requiere que deje atrás el “tecnocratismo infantil”, pues la política y la gestión publica, el poder local no depende de dotes naturales que exige inteligencia, arte, una profesión universitaria si es posible y experiencia. Es más que eso.

El ciudadano que ya no es el hombre-masa del pasado, repudia de modo creciente el liderazgo político tradicional, atribuyéndole negligencia, deshonestidad  e irresponsabilidad.

hriverat1@hotmail.com

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Robinsonadas Bolcheviques

Por: Heriberto Rivera

Tiempo que llega, tiempo que se va; Se está cumpliendo el primer centenario de un hecho histórico que cambio el mundo, que fue determinante para toda la humanidad, como lo fue el octubre luminoso de la revolución de octubre, de la revolución bolchevique, la creación humana mas cerca de la redención social de los pueblos.

Sin duda alguna, a la cabeza de ese proceso revolucionario estuvo el gran LENIN, quien junto a otra luminaria del pensamiento y la acción, me refiero a Trotsky, seudónimos de ambos que han trascendido los eventos revolucionarios del siglo XX, y hoy en pleno siglo XXI, siguen dando enseñanzas de su legado.

Para comentar sobre la revolución rusa, es necesario tener presente, más allá de los sentimentalismos y romanticismos- que son un riesgo que agobia el pensamiento- decía tener presente la educación, la escolaridad en el zarismo y luego en el comienzo y su posterior desarrollo de la revolución  de los soviets.

El sistema  educativo en la época de los zares puede ser considerado ineficaz y retrogrado, que no alcanzaba a todos los sectores de la población, en una sociedad extremadamente rural, donde el analfabetismo era del 78 %, cifras que mejoran en los primeros momentos de la revolución y que en el año 1933  logra situarse en 33%.

Rusia, cuya población diezmada y país atrasado culturalmente hablando, paso a ser una potencia industrial, gracias a los planes económicos desarrollados en sus setenta años de la existencia de la llamada URSS; pero esto obedeció a la transformación de su educación.

Es así, que el primer paso es la creación en noviembre de 1917 del NARKOMPROS, que fue el comisionado popular de educación, que nacionaliza y rescata todas las instituciones educativas, declarando la separación  iglesia escuela y estableciendo la unificación del sistema escolar creándose  un sistema politécnico.

El sistema politécnico, había sido un señalamiento de Carlos Marx,  cuyos principios sobre el régimen combinado  de producción material y enseñanza, que seria el fundamento de la escuela y trabajo, la escuela y taller de nuestro Simón Rodríguez; sin duda, que se estaba tras la huella de Marx, quien no tuvo tiempo para escribir sobre el tema educativo, pues su ocupación fue estudiar el capital y crear su metodología dialéctica para el análisis social y económico; sin embargo mantuvo que la educación es un problema a resolver para transformar una sociedad.

El régimen combinado se basa y tiene sus razones  en la necesidad de que trabajo e institución (trabajo material y trabajo intelectual) no vallan cada uno por su lado, hay que entenderla dentro de su crítica general a la división del trabajo, precisamente porque, según  Marx y Engels la división del trabajo sólo se convierte en verdadera división a partir del momento en que se separan el trabajo material y el mental.

La división del trabajo no sólo es la base de la división de la sociedad en clases, sino que además es la causa de la enajenación del hombre por el trabajo, de la extrañeza del hombre respecto a su propia actividad, de la esclavización del hombre al trabajo.

Es así como en plena revolución bolchevique nace el fundamento de la pedagogía socialista. De acuerdo con dicho cimiento es preciso que el trabajo fabril constituya la base y el centro de la educación. De igual modo, este trabajo constituye la base de la escuela socialista. La enseñanza intelectualizada y academicista con su «contenido de clase específico», debe ser sustituida por una «pedagogía del trabajo», con un objetivo a la vez económico y humano en sentido universal. El trabajo práctico-productivo debe ser el medio por el que se lleven a cabo la educación y la instrucción del hombre socialista del futuro, ya que, de acuerdo con Marx y Engels, sólo el trabajo social puede volver a humanizar al «hombre deshumanizado» a lo largo del proceso histórico, pensamiento que hoy en pleno siglo XXI está completamente vigente.

El hombre, aunque unilateral «en acto», es polivalente «en potencia» y es esta polivalencia la que es colocado como el fin de la educación. ¿Qué es lo que debe entenderse por polivalencia? Dietrich nos ayudará de nuevo en este punto:

Marx entiende por «polivalencia» la «movilidad absoluta del trabajador» en la industria y en la sociedad. El trabajador, el hombre, debe poseer una formación polivalente, lo que quiere decir que debe ser posible emplearle en cualquier trabajo. Esto permite pensar los fundamentos de una formación intelectual en función de una actividad tan universal como sea posible.

El gran líder de la revolución, Lenin, siempre tuvo claro, que la escuela era una herramienta fundamental para construir la sociedad socialista del futuro, que la clase obrera por si sola era incapaz de prepararse para comenzar su transformación. De allí, que se hace necesario lograr una gran formación, claramente delineada, con metas y objetivos claros para que no se desvié  el proceso revolucionario.

El objetivo era preparar a una nueva generación para que asuma su papel como clase trabajadora y convertir a los individuos en elementos activos de una sociedad socialista (dentro de  una sociedad en transición de lo agrícola a lo industrial).

En el campo de la pedagogía socialista de la revolución, hubo tres personajes que se destacaron en el campo educativo e hicieron grandes aportes ala transformación de la educación; una de ellas fue Nadezhda Krupskaya, esposa de Lenin, pero quien brillo con luz propia en el pedagogía revolucionaria, haciendo aportes al tema de  la educación popular y democracia, distinguiendo entre educación capitalista que reprime la identidad y bloquea la conciencia, y la socialista, que hace florecer la identidad propia.

Otro pedagogo fue  Anton Makarenko, para algunos fue un pedagogo controvertido, murió a temprana edad escasamente a los 40 años; fue el creador de las comunas de trabajo para jóvenes, siendo su trabajo en condiciones difíciles, pues Rusia era un país devastado, la guerra de intervención extranjera, los dramas de la revolución; niños abandonados, huérfanos desenraizados.

Para Makarenko, el trabajo educativo es, ante todo, un trabajo de organización, perseguía un nuevo estilo, por encima de métodos y técnicas pedagógicas, pues la educación es para él un proceso social, lo esencial es la formación en el colectivo, es el colectivismo.

Pavel Blonskij, otro gran pedagogo de la revolución bolchevique, que según el escritor alemán  Th. Dietrich, citado por Palacios, Blonskij, fue el primero y el único que trato de tomar en serio la definición que  Marx había dado de la educación politécnica, ateniéndose fielmente al sentido que la había dado Marx.

Consecuentemente, Blonskij, estuvo convencido, según  Palacios (1997)  “de que la confluencia del proceso histórico y la reunión de la educación y la producción material conducirían al hombre nuevo y desarrollado”.

Blonskij, fue el gran impulsador de la escuela del trabajo, con dos ejes fundamentales, uno la formación politécnica y el otro eje procede del movimiento de reforma de la educación, donde el niño debe ser liberado de los obstáculos que suponen unas concepciones educativas hechas a medida de los adultos; Según Palacios, “el niño tiene que estar en el centro del trabajo pedagógico y en función del niño deben organizarse todas las tareas en las que él esté implicado”.

La idea de Blonskij combinaba  la formación politécnica y la sociedad nueva, seria una actividad de carácter vinculante, pues no podría construirse  la nueva sociedad o la sociedad  del futuro socialista con la vieja formación ligada a los oficios artesanales.

Para ello, Blonskij con su pedagogía, plantea la unificación de la vida activa y la enseñanza, “convencido de que a través de esta unificación será posible  el aprendizaje  de los trabajos productivos como las bases económicas de la vida”.

La formación politécnica, fue su basamento, pues sabia que la misma permite la superación del pasado clasista de la sociedad; su planteamiento fue más lejos, al plantear “una escuela sin escuela” ya que la escuela y la vida no deben ser extrañas la una a la otra, “la escuela del futuro debe identificarse, con la vida social, es decir, la sociedad debe hacer desaparecer la escuela en cuanto institución del estado y trasladarla  a la vida del trabajo social”.

En cuanto a la organización de la educación, para dar paso a la escuela del trabajo, deben desaparecer entre otros elementos, el tiempo de clase, las materias escolares, el concepto de clase que agrupa a los niños según la edad y no sobre su nivel de desarrollo, el maestro como funcionario autoritario, la importancia del academicismo e imitación y el menos precio por la actividad manual, el estar tranquilos y sentados durante toda la clase.

Ya desde ese tiempo, se hacía y hoy mas que nunca, superar el modelo curricular fundamentado en lo que algunos llaman la Ley de tres unidades: unidad de tiempo, unidad de lugar y unidad de acción (todos en el mismo lugar, al mismo tiempo, realizando las mismas actividades de aprendizaje) Rivera (2014).

Esa nueva educación de Blonskij, se fundamenta en tres momentos diferenciados, donde los niños y adolescentes se  deben formar en actividades libres, donde experimenten sus propias vivencias a través de lo él dio en llamar ROBINSONADAS, donde deben de vivir como hombres primitivos, inventando herramientas, construyéndose refugios, procurándose ropas y alimentos, reproducción creadora, forjando filosofía de la vida, haciendo buen uso del ocio creativo.

Es esas actividades Robinsonadas, donde  el principio de Marx de educación y producción material encuentra su mas clara concreción.

Este robinsoneo práctico de Blonskij, es la oportunidad para abrirse al mundo, a la vida, al trabajo, al genio del hombre, aprendiendo e intercambiando experiencias y educándose mutuamente.

Referencias:

Dieterich, Th. Pedagogía Socialista.

Palacios, J. (1997). La Educación en el siglo XX (III). La critica radical. 2da edición.

Rivera, H. (2014). Educación y política. Serie política y democracia. Dictus plublishing.

hriverat1@hotmail.com

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Abajo Euclides y la enseñanza de la matemática

Por: Heriberto Rivera

Todos sabemos por la experiencia vivida como estudiante y luego como docente que la enseñanza de la matemática siempre ha adoptado una metodología tradicional fundamentada en la memorización, el caletre, asumiendo axiomas y teoremas sin mayor razonamiento por parte de los estudiantes.

Quizás una de las fallas que se le podría adjudicar al aprendizaje de la misma, además  del poco apego por la lectura, lo cual es fundamental- tanto en docentes como estudiantes-es que en el aula de clases se enseña una matemática totalmente descontextualizada y aislada de la realidad como si ella no estuviese influenciada por los diversos acontecimientos políticos sociales que determinan el perfil de la sociedad, es decir una enseñanza ahistorica y tecnicista.

En este contexto, hoy saludamos el incentivo que aspira comience a desarrollar otra metodología para enseñar y aprender matemática con el cambio curricular en la educación media ;la matemática viene siendo utilizada como embudo continuando la tradición de los griegos de sistemas escolares excluyentes que impiden el progreso de la masa estudiantil con el oscuro fin de operar con carácter selectivo que favorece los intereses mezquinos con la drástica influencia que el proceso colonizador impuso a punta de espada y cruz ;de allí la expresión abajo Euclides presente en el documento proceso de  transformación curricular en educación media del Ministerio del Poder Popular Para La Educación de junio 2016.

Desde hace tiempo, se viene haciendo énfasis a través de investigaciones serias y bien documentadas  indican que la razón por la que los jóvenes salen tan ignorantes de las escuelas es porque no han tenido contacto con nada de utilidad en la vida diaria. Queda claro que la problemática del abordaje de los hechos de la vida cotidiana desde las aulas, tiene veinte siglos de estudio, y sigue siendo de interés.

De igual forma, las propuestas de investigación como medio de aprendizaje y de enseñanza tampoco son nuevas. Ya Locke, Rousseau o Dewey formularon propuestas en este sentido. Según García y Cañal (1995),citados por Campanario Y Moya, la diferencia que a ella se agrega en estos momentos, es la necesidad de integrar los conocimientos, de vincularlos entre sí, en una orientación constructivista.

En ese sentido, Bruner (1997), heredero de la postura de Dewey, proponía desde los años ´60, un acercamiento a un aprendizaje reflexivo de las materias, que estableciera conexiones fuertes con la vida del estudiante y con su necesidad de comprender el contenido, más allá de su capacidad para repetir los enunciados del libro, más claro, ir más allá de la pedagogía del cuatro por dos.

El Comité Nacional de Estándares y Evaluación Diagnóstica de Educación Científica, Washington (1993), establece que: “la investigación en el aula es un medio para promover y apoyar la curiosidad y el espíritu cuestionador de los estudiantes. La investigación es un componente crítico del currículo de ciencias en todos los niveles y en todos los campos de la ciencia”, Stone Wiske (2003:54).

No obstante, la realidad revela que las matemáticas han constituido siempre un problema en el transito de la vida académica donde los estudiantes no consiguen dominar la matemática abstracta además que tampoco consiguen dominar las operaciones básicas de la misma.

En ese sentido, el  docente investigador, Doctor en matemática Juan E. Nápoles Valdés (Marzo, 2016) plantea que “el problema de la enseñanza y aprendizaje  de la matemática lo tienen todos los países de América Latina; no hay recetas universales”, y  continua diciendo  que “en toda América Latina cometimos un grave error y fue hacer  lugar al movimiento que introdujo la “matemática moderna”; Se sustituyo nuestra matemática por otra importada de Europa”.

Al preguntarle por qué es tan difícil para los estudiantes el aprender matemática, este docente responde que “es muy importante el habito de la lectura para el aprendizaje de la matemática; Si no sabes leer como puedes aprender e interpretar matemática, la lecto comprensión es básica, como puede interpretar un teorema, si no sabes lo que lees, lo mismo con una definición”.

Según especialistas y estudiosos del problema afirman  que la matemática que estudian nuestros muchachos en los liceos no convoca a aprender, ni tiene sentido, no tiene una aplicación en la cotidianidad.

En el documento sobre el cambio curricular del Ministerio del Poder popular para la Educación de junio 2016  en su página 126 se afirma que “se debe entender, que el estudio de  esta área de conocimiento no debe ser simplemente una aceptación acrítica de conceptos abstractos y la memorización incomprendida.

Cronológicamente hablando, el cambio curricular en las matemáticas para la escuela secundaria, es de vieja data, pues al revisar el contexto sociohistorico e ideológico del nacimiento del comité interamericano de educación matemática así lo confirman.

En el seminario de Royaumont del año 1959, se dio inicio a un movimiento de renovación en la escuela primaria y secundaria y se prescriben las líneas centrales de lo que seria la llamada matemáticas modernas, así como se discutirían las pautas políticas para su realización; en dicho seminario, que congrego a los grandes matemáticos del momento, el destacado  francés Jean Dieudonné sacude a los presentes con la expresión “abajo Euclides”, “fuera Euclides”sugieriendo una serie de cambios en los programas de enseñanza de la matemática, que de acuerdo a su visión, estaban acordes con la edad cronológica del estudiante. (MPPE, Pág. 121).

Dicho seminario fue de gran trascendencia para el futuro de la enseñanza de la matemática; Allí la intervención del matemático francés Jean Dieudonné, terminó con estas palabras: “Si todo el programa que propongo tuviera que condensarse en un sólo eslogan yo diría. ¡Abajo Euclides!”

A Euclides de Alejandría  se le considera el gran sistematizador y maestro de la matemática griega.
Según, la docente Delibes (2001) afirma que Dieudonné añadió a su discurso una cautela didáctica: “Hasta los 14 años es razonable dar a la enseñanza de la matemática un carácter experimental, tanto en el álgebra como en la geometría y no hacer ningún intento de axiomatización, lo cual no impide el uso de ciertos razonamientos lógicos.”

Con la nueva reorganización de los contenidos de matemática, se buscaba con la reforma la organización en términos de estructuras matemáticas que permitieran una considerable economía del pensamiento en la moderna organización de las matemáticas generando con lo que se conoce como la filosofía estructural de las matemáticas.

Teniendo en cuenta que la Filosofía y matemáticas nacieron juntas en Grecia hacia el siglo VI a. C. la impronta filosófica generó razonamientos matemáticos deductivos partiendo de premisas precisas, esto es, la matemática tal y como hoy aún la entendemos.

En el manuscrito de 1401 de «La República» de Platón  refería que la Matemática no sólo era una realidad perfecta, sino era la auténtica realidad de la cual nuestro mundo cotidiano no es más que un reflejo imperfecto; por tanto los conceptos de la Matemática son independientes de la experiencia y tienen una realidad propia, se los descubre y no se les inventa o crea: «los matemáticos pueden usar dibujos y razonar sobre ellos», escribió Platón en La Republica, «pero sabiendo que no están pensando en esos dibujos en concreto, sino en lo que ellos representan: así, son el cuadrado absoluto y el diámetro absoluto los objetos de su razonamiento, no el diámetro que ellos dibujaron».

De esta forma Platón concluye que la Matemática ha de ser independiente de todo pragmatismo empírico y de la utilidad inmediata y además ésta debe servir de introducción al estudio de la Filosofía y de ejercer de fundamento a todo el saber humano. Plutarco cuenta en sus Vidas Paralelas la indignación de Platón contra aquellos que «degradaban y echaban a perder lo más excelente de la Geometría al trasladarla de lo incorpóreo e intelectual a lo sensible y emplearla en los cuerpos que son objeto de oficios toscos y manuales».

Pero el mal ya estaba hecho, su eslogan, sacado del contexto, dio la vuelta al mundo para ocasionar más confusión que beneficio. Supuso una coartada matemática magnífica para que los entusiastas reformadores hicieran caso omiso de las últimas recomendaciones y se precipitaran a eliminar la geometría euclidiana de todos los programas de matemáticas de primaria y secundaria.

Treinta años después, admitido el fracaso de la Matemática Moderna, tanto Euclides como Dieudonnée han quedado proscritos, acusados de abstractos, formalistas, rigurosos y lo que hoy en día es mucho más grave, de “elitistas y ajenos a la realidad”.

Anteriormente, a comienzos del siglo XX, el avance alcanzado por la Matemática distaba enormemente del desarrollo alcanzado por la enseñanza de la misma. Es a partir de los primeros años de ese siglo y como consecuencia de los congresos de Paris en 1900 y Heidelberg en 1904, que se crea la Comisión Internacional para la Enseñanza de la Matemática (ICMI, International Commission on Mathematical Instruction), nombrándose al destacado matemático alemán Félik Klein, como presidente de la misma. Las ideas propugnadas por Klein tuvieron gran influencia en la enseñanza media y elemental en muchos países. El habló siempre del armónico balance que debía existir entre la parte formal o abstracta de la Matemática y la parte intuitiva.

Como consecuencia de esto, según Nápoles (2005), a finales de la década de los 60, surgió un fuerte rechazo a esta “nueva ola” y apareció el movimiento de vuelta al dominio de las “técnicas básicas”. Dicho movimiento, que continuó a lo largo de la siguiente década, puso el énfasis en los ejercicios y en la repetición. Se centró en el dominio de operaciones y algoritmos básicos, suponiéndolos fundamento de estudios posteriores. Sin embargo, se comprobó que dominar lo fundamental no era suficiente. Los alumnos tenían que ser capaces de poder pensar matemáticamente y de poder resolver problemas, así nace el movimiento en favor de la enseñanza por resolución de problemas.

En cuanto a lo que es un problema en matemática, no se consideran problemas aquellos ejercicios rutinarios que se presentan en clases de matemáticas para desarrollar algunas habilidades específicas y que en ocasiones promueven la memorización y el mecanicismo, al contrario la resolución de problemas es un proceso productivo y no meramente reproductivo. (Mazario).

En ese mismo razonamiento otros estudiosos afirman como M.J Llivina (1999) citado por Sepúlveda, precisa, cuando un ejercicio tiene carácter de problema, sobre esta base expresa “un ejercicio es un problema si y solo si la vía de solución es desconocido por la persona”; al respecto, Martínez Torregosa (1999), afirma “un correcto planteamiento didáctico de la resolución exige distinción entre ejercicios y problemas. Para los ejercicios el alumno tiene ya disponible respuestas satisfactorias para lo que ha sido preparado  y -al contrario de lo que sucede en un verdadero problema-no hay incertidumbre en su comportamiento.

Según Sepúlveda et al (2008), el estudiante, debe aprender a través de la resolución de problemas a desarrollar procesos de pensamiento ordenado, que poco a poco se van convirtiendo en una habilidad para encontrar estrategias adecuadas, para determinados tipos de problemas, lo cual permite el desarrollo de nuevas comprensiones matemáticas.

Al parecer, cada estudiante desarrolla su propio “umbral de problematicidad” diferente para cada persona y por encima del cual se puede considerar que una situación constituye un verdadero problema para la persona implicada.

El estructuralismo como referencia filosófica de la matemática, se fundamenta en el pensamiento de un matemático llamado Nicoolas Bourbaki, que según Bombal (2001) nos dice que “Nicolás Bourbaki es el seudónimo colectivo de un grupo de matemáticos, la mayoría franceses, que se creó en la década de los 30 y se ha ido renovando con el tiempo, y que es responsable de la publicación de un monumental tratado que, con el título de Eléments de Mathématique, tenía como objetivo la exposición, de forma sistemática y rigurosa, de las nociones y herramientas básicas para el desarrollo de toda la Matemática. El título mismo de la obra muestra claramente el intento de emular el papel que tuvieron los Elementos de Euclides en la Geometría griega; Se trataba de construir una base suficientemente amplia y sólida para sustentar lo esencial de las matemáticas moderna. Siendo la idea  básica del estructuralismo: lo importante no son los elementos estudiados, sino las relaciones entre ellos.
Bibliografía.

Bombal, F  “El matemático que nunca existió”. Revista Real Academia de ciencias exactas, físicas y naturales. Vol. 105, nº 1pp 77-98; 2011.
Campanario, J y Moya, A. ¿Cómo enseñar ciencias? Principales tendencias y propuestas. Enseñanza de la ciencias, 1999,17(2).
Mazario, I. La resolución de problemas: un reto para la educación matemática contemporánea.
Nápoles, J. Enseñanza de las ciencias y matemáticas. www.oei.org.co; recuperado, 26 de marzo de 2016.
Sepúlveda, A. et al. “La resolución de problemas y el uso de tareas en la enseñanza de las matemáticas” en Educación matemática, vol. 21, nº2, agosto 2009.
Stone, W. La enseñanza para la comprensión. Editorial Paidós.

Fuente: https://www.aporrea.org/educacion/a237954.html

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Una Constituyente para blindar al Estado Docente

Por: Heriberto Rivera

Durante el siglo XIX, en la primera fase de su lucha, los trabajadores y sus líderes todavía no habían entendido la verdad sobre la democracia, la revolución, la libertad, igualdad, fraternidad y justicia burguesa.

No entendieron, que la burguesía disfrazaba sus intereses particulares de clase como «causa de toda la humanidad»; no entendieron que cunado la burguesía hablaba y habla de libertad, fraternidad e igualdad está hablando de la libertad de explotar al fuerza de trabajo, la fraternidad entre los miembros de una clase dominante y la igualdad de poder repartirse el mundo.

En ese contexto, la educación, no escapo de ese camuflaje, pues a pesar de que la educación ha sido , y es, un proceso social fundamental porque otorga poder a quien la posee; porque constituye un recurso de primer orden para socializar, formar , capacitar y construir ciudadanía; Por ello debe tenérsele como un derecho humano universal y bien publico, que es precisamente lo que no ha sido reconocido a lo largo de la historia de la sociedad humana; Las clases dominantes expropiaron la educación a los pueblos, los mantuvieron en la sombra cultural, les hurtaron y negaron los saberes y de ese modo los convirtieron en simples instrumentos de producción.

Hablar del Estado Docente, puede tener el riesgo, de ser señalado como un concepto que pertenece al campo de la obsolescencia; sin embargo, quienes así piensan, están muy lejos de la verdad fluyente, y hoy mas que nunca, se puede afirmar que la obsolescencia o actualidad no es siempre una cuestión del tiempo lógico formal; conceptos acuñados en el pasado pueden sufrir transformaciones como ocurrió con el concepto «praxis» utilizado por Aristóteles para diferenciar a la «herramienta que habla» o esclavo del zoom politicón o verdadero ciudadano de la polis y que luego recibió otra connotación, la del acto revolucionario y transformador de la realidad.

La educación, siempre fue utilizada, como el proceso mediante el cual se legitimaba la base de nuestra economía mono exportadora-pasó de agrícola a petrolera-, situación que afianzo nuestra dependencia del sistema capitalista mundial.

En consecuencia, desde el momento del aparición del petróleo, la educación, se coloco al servicio del mismo, pero no en el sentido de formar al pueblo en los conocimientos del oro negro, sino comenzó la atadura de la utilización del petróleo como fuente rentística fundamental, aunado en forma vinculante a través de la educación, donde se inculcaron modos de vida propios de otras sociedades, ideas que fueron imponiendo, generando la llamada «cultura del petróleo».

En ese sentido Rodolfo Quintero, pionero de las luchas políticas, sociales y sindicales, razón tuvo al afirmar que «más que la relación directa de los norteamericanos con los venezolanos-trato personal-, influye la indirecta: prensa y publicaciones diversas, cine, radio, grabación, tv, que afecta a millones de personas y les hace llegar estilos de vida propia de EEUU». Hoy, en Venezuela, en pleno siglo XXI existe una elite sumamente orientada hacia la cultura norteamericana, especialmente el símbolo de la subcultura mayamera (Miami) su meca secular.

Al revisar la historia de la relación educación-sociedad- Estado, y en esto se debe ser recurrente, se aprecia de forma explicita la pugna entre dos concepciones acerca de esa relación; así, por un lado, aparece la concepción legitima de quienes plantean la función educativa del Estado y contraria a esta, la posición que señala que el Estado no debe intervenir, ni siquiera con función asistencial.

En esas dos concepciones, de manera trivial, se observan los intereses de clases, que son irrenunciables, por una lado la educación debería dejarse a libre iniciativa de la sociedad, como una faceta de la propiedad privada negando el reconocimiento de la educación como asunto publico y derecho humano.

A pesar de esas contradicciones, en la Venezuela rural que se asomaba al sol del siglo XX, las actividades educativas de entonces reconocieron en la Ley Orgánica de Instrucción Publica la orientación del Estado en la educación, aunque de una manera tímida y restringida, naciendo lo que podría llamarse un «Estado Docente» para las minorías.

Apegados a la rigurosidad de la historia, además de ser camino de la verdad, es importante afirmar, que fue durante los años 1941-1945, en la llamada revolución de octubre, la cual tuvo rasgos de revolución burguesa, ampliando derechos sociales, pero no así no llegó a realizar cambios profundos en la estructura de la propiedad, en el sistema productivo y menos aún en el de las clases dominantes, elementos estos que si sufren cambios en al revolución Bolivariana liderada por comandante Hugo Chávez.

En ese contexto, un hombre preñados de ideas, asoma las ideas educativas cuyo sustento político-institucional es el concepto de Estado Docente de Luis Beltrán Prieto Figueroa; La concepción del estado Docente, contiene de manera clara y taxativa de que si el Estado no asume la orientación, conducción, financiamiento y vigilancia de la educación, la sociedad no se puede aprovechar y hacer suyos los valores propios del sistema social que se intenta construir, de allí la necesidad de formar en el pueblo la capacidad necesaria para la acción política y social. La tesis del Estado docente, sigue teniendo una actualidad y valoración indiscutible.

En contraposición, el estado Docente, siempre ha tenido sus enemigos y detractores, pues el problema dela educación es una expresión de la lucha de clases, y hay quienes desde la IV republica viene predicando el desmontar y calificar en forma despectiva al Estado Docente, descalificándolo, por un lado, y elogiando el papel del sector privado quienes continúan al acecho de proponer la privatización de la educación y monopolizar la conducción del patrimonio educativo, discurso éste que se inscribe dentro de lo que dan en llamar un estado moderno, «la reconstrucción de una nueva sociedad».

Muchos de estos detractores del Estado Docente, tienen sus miradas en la educación de los EEUU, ignorando que, según Orlando Albornoz quien afirma que » el caso de EEUU de América, por cierto, es el mejor ejemplo de desarrollo desigual que existe en el mundo, porque si bien este país es la primera hegemonía del mundo actual es, del mismo modo, una sociedad cuya hegemonía es sólo parte de su política exterior, porque a lo interno d dicha sociedad aparecen las desigualdades mas extremas de sociedad alguna, incluyendo la que caracterizan el funcionamiento y operación de su sistema escolar».

En Venezuela, el proceso educativo se fractura, es por la des-educación y des-escolarización que se produce en el país como consecuencia del papel ilimitado, poderoso y de imperialismo interno de los medios de comunicación social, lo cual trae como consecuencia, que lo que la escuela enseña en valores durante el día, casi al mismo momento, los medios y redes sociales lo destruyen; basta apenas entrar en contacto con las redes (anti) sociales para ver las escenas de violencia, asedio cultural y social que pregonan y difunden en las mismas.

Durante la Venezuela de la llamada democracia representativa, todo lo concerniente a los diferentes ámbitos políticos, sociales, económicos, dentro de ellos la educación solían organizarse en el seno de las elites que a su vez organizaban su liderazgo; todo ello por supuesto, según sus intereses; eran las minorías dominantes, las que establecían sus acuerdos, sin que las mayorías sin poder protagónico hayan tenido alguna participación, eran en todo caso pasivos actores y ejecutantes de manuales educativos.

En cuanto a la educación universitaria, la actual constitución, estableció el rango constitucional a la autonomía universitaria, pero ese carácter, no debe ser para actuar como un estado paralelo; la autonomía no puede significar desligamiento de las grandes e ingentes responsabilidades que en la vida moderna le corresponde para formar al personal que la nación requiere para su crecimiento, para su pervivencia y estabilidad económica y social; no puede seguirse mintiendo sobre la independencia de la universidad respecto del Estado mientras sea instrumento de fuerzas internas o externas que la ponen al servicio de mezquinos y transitorios intereses.

Por eso, es necesario, que en la oportunidad de sentirnos convocados para profundizar la democracia a través de una nueva asamblea constituyente, en ella tiene que darse cabida a blindar el Estado Docente, el cual debe ser la expresión de los nuevos sujetos sociales organizados que participan en dicho ámbito; a partir de ese Estado, debe surgir una nueva subjetividad social corresponsable de la política educativa, para ser capaces de asumir la problemática educativa desde la raíz de las necesidades con la perspectiva social, clasista, popular, comunal y local sin perder el componente nacional.

El Estado docente, debe ser blindado, reforzado dentro de la constitucionalizacion de la nueva forma de democracia participativa y protagónica, a partir del reconocimiento de los nuevos sujetos del poder popular, tales como las comunas y consejos comunales, consejo de trabajadores, entre otras formas de organización de base territorial y social de la población.

Para fortalecer el Estado Docente, es necesario, que en cada uno de los estados territoriales exista la autoridad única en educación, pero integrando de forma operativa la territorialidad de la educación, atendiendo a la nueva geopolítica planteada por el comandante Chávez. Seguir como estamos, es correr el riesgo de perder la efectividad de las políticas educativas, su direccionalidad y rectoría en la educación.

El pueblo venezolano exige, no solo la declaración de sus derechos, sino asumir realmente el desafío para la democracia participativa y protagónica para sortear la «aporófobia», es decir el rechazo, la aversión, el temor y desprecio hacia el pobre, hacia el desamparado, el rechazo a los sectores mas vulnerables de la sociedad; el niño que sufre acoso escolar, ese pequeño sufre «aporófobia».

En consecuencia, para sacar la aporófobia, la educación es fundamental. Hay que profundizar la educación para la inclusión y la cooperación, no para el conflicto, lamentamos que en la actualidad, se educa a niños y jóvenes para que compitan y sean los primeros, eso es cultivar la aporófobia.

De allí, que urjan políticas publicas para formar en el niño y en el joven, las aptitudes para ser el ciudadano adulto capaz de entender la geopolítica actual y actuar en consecuencia.

Referencias:

Lee, Franz. Raíces transhistóricas de la revolución Bolivariana.

Luque, G (2009). Educación, Estado y Nación. Monte Ávila Editores Latinoamericana.

Prieto F, L. Estado Docente, en Pensamiento Pedagógico Emancipador Latinoamericano (2007). Ediciones Universidad Bolivariana de Venezuela.

Fuente: https://www.aporrea.org/educacion/a246948.html

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