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Las maras en Centroamérica

Ilka Oliva Corado

Buscar información acerca de las maras, pandillas o delincuencia juvenil puede ser un arma de dos filos, en la  mayoría de textos tratan el tema con una postura clasista que discrimina por su condición social a las mocedades de arrabal, precisamente muy poco de objetividad en estos estudios que buscan sancionar con apelativos como “clicas criminales.” Pero realmente dónde, cómo y porqué se origina este fenómeno en Centroamérica.

No hay que olvidar la violencia institucionalizada, la crueldad con la que actuaron los gobiernos en el Conflicto Armado Interno que atacó países como El Salvador y Guatemala, y es inadmisible dejar por un lado las limpiezas sociales que vienen realizando los gobiernos de turno en el Triángulo del Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras). Las maras nacen de las discriminación con que trata el sistema a la infancia y adolescencia de arrabal, son marginadas por la sociedad clasista y racista, son el escombro de un sistema de castas. Se les niega toda oportunidad de desarrollo, el acceso a la educación formal, a una alimentación balanceada, el acceso a áreas recreacionales, se les niega lo vital para un desarrollo integral.

¿Qué hacen estos niños que en la mayoría de casos trabajan como adultos para ayudar en sus hogares con los gastos? ¿Qué hacen si no tienen un espacio propicio para desarrollar sus destrezas, sus habilidades, su creatividad, sus talentos? ¿Si no hay programas que se enfoquen en las carencias de esta parte de la sociedad? ¿Qué hacen estos niños que la mayor parte del tiempo están solos porque sus padres trabajan todo el día? ¿Qué hacen si ahí a la vuelta de la esquina hay alcohol, drogas y todo tipo de peligro? No hay que olvidar que quienes propagan las drogas en las periferias son las verdaderas bandas delictivas que pululan en el gobierno. Las clicas criminales son las que infestan el gobierno y el sistema.

Hay que tener mucho nervio, cautela, respeto  y objetividad para tratar el tema de la violencia juvenil que no es más que el rezago de la violencia institucionalizada.

Tema esencial el del patriarcado, el de marginación. La pobreza extrema. Las maras nacen como un grito sonoro de las áreas marginadas para que el resto de la sociedad las escuche, un grito de ayuda, de existencia.  La forma en la que actúan y los códigos que manejan son encasquetados porque está intrínseco el pacto de lealtad y compañerismo. Las maras se fecundan en un amor de hermano que no se ven en otros niveles de la sociedad.  Son generadas por la rebeldía propia del marginado, de ahí viene su fuerza, su pureza, su solidaridad. Responden a la violencia del sistema, la violencia no son las maras, es el sistema que margina y oprime. Se les criminaliza por su condición social.

La década de los años 80 es vital para el nacimiento de las pandillas, época en la que el Conflicto Armado Interno obligó a emigrar a miles que buscaron refugio en países como México  y Estados Unidos, se dice que la Mara Salvatrucha nació en los barrios marginales de  Los Ángeles, California, Estados Unidos.  Estados Unidos a principios de los años 90 comienza a deportar centroamericanos y es así como llegan con nuevas modalidades que implementan en su resistencia contra el sistema.  Responden a la violencia institucionalizada. Son estigmatizadas por su forma de vestir, por los tatuajes con los que decoran sus cuerpos. Caer en los focos de violencia que genera el sistema es muy fácil cuando no se tiene el apoyo familiar, el de la comunidad y las herramientas que brinden una formación integral.p

En los centro de detención se viola sistemáticamente los Derechos Humanos. Las Reglas Mínimas para el Tratamiento de Reclusos de la ONU, las cárceles deben diseñarse de acuerdo a ciertas especificaciones para optimizar la rehabilitación de los reclusos. En el papel se habla de programas de yoga  y meditación en las cárceles; porque promueven la salud, el desarrollo de la personalidad, mejoran la conducta y reducen la reincidencia. Se habla de clases de computación. Programas que funcionan muy bien en las cárceles de Estados Unidos pero que en Centroamérica no porque no se cuenta con los espacios físicos ni con los recursos materiales. En las cárceles se vive en una sobrepoblación que los reclusos no alcanzan ni a comer los tres tiempos al día.

Por el contrario se les abusa, se les obliga a participar desde ahí en operaciones delictivas que están al mando de grupos criminales que están muy bien apoyados por el gobierno. Las órdenes de secuestros salen desde las cárceles por órdenes de gente que cuenta con todos los recursos para delinquir desde la impunidad. No hay programas gubernamentales que ayuden a los jóvenes a reinsertarse a la sociedad cuando salen de la cárcel. Son las ONGs las que hacen este trabajo, buscan empleadores que estén dispuestos a contratar ex convictos. Es vital reconocer que los diferentes sectores (basándose en la edad por ejemplo) tienen necesidades diferentes. En Guatemala los jóvenes en las correccionales reciben el mismo trato que un reo de edad adulta. Los programas de rehabilitación solo funcionan en papel.

No se incluyen programas para las rehabilitación a los drogadictos, y mucho menos se trabaja en cada droga específica. Esto debe ser vital para lograr la regeneración de los jóvenes. Los programas de desintoxicación de drogas son valiosos porque estos ayudan a evitar la reincidencia. Los programas de salud mental, la salud cognitiva y la conducta, la atención médica. Todo esto es carente en las correccionales en Centroamérica en donde se trata a los reclusos adolescentes como criminales. Para nada salen rehabilitados, la cárcel en la mayoría de los casos se encarga de destruirles la vida por completo.

En el Informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos sobre las actividades de su Oficina en Guatemala 2014, se indica que: El sistema penitenciario continuó enfrentando serios retos. Con una capacidad para 6.492 personas había 18.204 personas privadas de libertad, de las cuales casi la mitad se encontraba en detención preventiva.

Como se ha informado anteriormente. Se mantuvo la falta de control dentro de los centros penitenciarios y la actividad delictiva de estructuras involucradas en graves violaciones de los derechos humanos dentro y fuera del sistema penitenciario. Esto se vio reflejado en el inicio de la persecución penal, en una investigación, liderada por la CICIG, contra altas autoridades del Sistema Penitenciario, reclusos (entre ellos, el ex capitán del ejército Byron Lima Oliva, quien cumple condena por el asesinato del obispo Juan Gerardi en 1998) y particulares, por tráfico de influencias, asociación ilícita y lavado de dinero.

El panorama es poco alentador, sin un sistema que se enfoque en el desarrollo integral de la población en los sectores más golpeados, es poco probable o nulo que la propagación de las maras se detenga, estas son manipuladas por clicas criminales que ordenan desde el poder del gobierno y la oligarquía. Sin un sistema penitenciario que ofrezca una verdadera rehabilitación y respete los Derechos Humanos es imposible evitar la reincidencia. Poco futuro tienen la niñez y la adolescencia de las periferias porque a quienes no se los lleva la  hambruna, se los lleva la limpieza social o el crimen organizado. Al final perdemos todos como país, porque cada vida es única e invaluable.

Fuente del articulo: http://www.telesurtv.net/bloggers/Las-maras-en-Centroamerica-20151009-0003.html

Fuente de la imagen: http://www.telesurtv.net/__export/1444424436488/sites/telesur/img/multimedia/2014/12/19/marasdelsalvador.jpg_916636689.jpg

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La deuda del feminismo latinoamericano con Cristina y Dilma

Ilka Oliva Corado

He buscado hasta por debajo de las piedras, algún comunicado expresamente feminista y burgués, donde se manifieste el rechazo al Golpe a Dilma y la persecución política que sufre  Cristina ( y con ella Las Abuelas y Madres de la Plaza de Mayo y Milagro Sala, entre tantos otros) pero,  o yo no he buscado bien o no existen. Feministas manifestándose individualmente sí he visto, pero ése es otro paisaje. Hablo del conglomerado que para otros trámites firma inmediatamente.

Por el contrario, organizaciones de mujeres se han pronunciado abiertamente desde las barriadas, y han sido miles las que han tomado las calles de Argentina y Brasil para mostrar respaldo a ambas presidentas. Lo hemos visto también en Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Cuba, Perú, Colombia  y Venezuela. A esas mujeres de periferia, las feministas burguesas las llaman fanáticas e idealistas. Ignorantes. Porque no tienen un título universitario que les permita el mote de intelectuales. Porque hacen visible en la práctica lo que otras se acomodan en la teoría.

El gran vacío en este momento de la historia  es el del feminismo latinoamericano. Y lo encabeza el feminismo burgués, por supuesto. El feminismo de vitrina. El que es excelente plataforma para pronunciamientos desde la intelectualidad y la comodidad de clase, que eleva y galantea  en lisonjas a quienes saben de memoria la teoría pero que son incapaces –por hipócritas y aprovechadas- de volverla acción en la práctica.

Me refiero con esto, a quienes van y vienen recitando  Una habitación propia, de Virginia Woolf pero que jamás bajarían a la alcantarilla para decirle a la mujer obrera cómo liberarse de un sistema patriarcal que la abusa y la invisibiliza. A hablarle de políticas de inclusión, de sus derechos. A compartirle un libro.  Me refiero a aquellas que van partiendo plaza con su “yo, feminista” y que son adeptas de Simone de Beauvoir pero que le tienen pavor a Rosa Luxemburgo, Clara Campoamor o a Dolores Ibárruri “La Pasionaria”. Pero eso sí, que conmemoran cada año a Las 13 Rosas. Para que vean… Y que degradan a mujeres como Evita y Bartolina Sisa, una por indígena y la otra por paria e iletrada. Pero eso sí, van por el mundo dictando conferencias  con una su chalina típica, para que digan… Pero en sus casas a las mismas indígenas y parias de las que hablan, las tienen trabajando de lunes a domingo sin derechos laborales. De ese feminismo hablo, del que abunda por doquier.

Hablo del feminismo donde se tiran flores  unas a otras, con baños de intelectualidad.

Del que permite entrar a las universidades, embajadas y centros culturales para recitar textos y obtener diplomas de participación, fotografías y contactos; pero que no va a hablar de derechos humanos, derechos laborales, violencia género y equidad de género  a la vendedora de mercado, a la panadera, a la tortillera, a la mujer que limpia casas: porque ahí no hay de dónde sacar ventaja.

A la maquiladora, a la que se pudre 18 horas en las fábricas.  Simple, la razón es simple: porque para pasar de la teoría a la acción se necesitan arrestos y éstos no los tiene cualquiera. Lo mismo sucede con los intelectuales y los de la ultra izquierda.

Ahí entran Dilma y Cristina que son aborrecidas por este tipo de feminismo, porque demuestran todos los días con acción que la teoría  puede ir muy bien a los cañales, a los campos abiertos, a las fábricas y a las periferias. No solo eso, ellas demuestran que sí son posibles las políticas de inclusión social y de equidad de género y que pueden ir de la mano.  No por gusto una es perseguida política y la otra acaba de recibir un Golpe traidor.  ¿Cuántas niñas, adolescentes y mujeres pudieron ir a la escuela en sus gobiernos?

¿A cuántas niñas y adolescentes se les sacó del trabajo forzado, de la explotación infantil? ¿Del tráfico para explotación sexual?  ¿A cuántas se les dieron derechos laborales? ¿A cuántas Dilma y Cristina han permito la expresión y el sustento? ¿Cuántas han tenido educación  gratuita y lograron graduarse de la universidad? ¿Cuántas han tenido acceso al sistema de salud? ¿A cuántas se les quitó una bolsa de pegamento de las manos y se les puso una computadora, un pincel, un uniforme deportivo?

Y no es teoría porque los cambios son palpables y visibles y lo sabemos todos, aunque algunos pretendamos no conocerlos porque nos va mejor personalmente y para nuestros proyectos   particulares.

Al feminismo latinoamericano burgués, al de la lisonja, al feminismo de lociones finas y micrófonos apartados, al que nunca ha sido político, porque para ser político se necesita entereza,  a ese feminismo Dilma y Cristina les quedan grandes. Ese feminismo no merece congéneres como ellas. No se lo ha ganado. No lo ha luchado. Y su silencio en este momento de la historia  lo evidencia.

Ese feminismo viene siendo entonces una copia de la ultra izquierda latinoamericana que también las aborrece  y las apuñalada. Porque el silencio otorga, el que guarda silencio solapa. Es en estos momentos en los que el feminismo debe pronunciarse y no por pasión, por idealismo, por fanatismo. Debe pronunciarse porque debería ser su obligación moral y humana para con dos mujeres que han cambiado la historia de América Latina, les guste o no.

Y deben pronunciarse por agradecimiento, por lealtad y por consecuencia política, porque fueron millones de mujeres en los más bajos estratos de la sociedad las que se beneficiaron con las políticas de inclusión de ambas. Esas miles de mujeres que nunca han visto a una feminista burguesa ir a sus lugares de trabajo, saludarlas en la calle, invitarlas a un café y conversarles, como hacen con intelectuales y gente de clase social holgada donde sí se pueden obtener beneficios personales por el contacto.

Probablemente muchas feministas me llamarán ignorante, idealista y fanática. Me dejarán infinidad de mensajes con insultos, como regularmente sucede cuando cuestiono al feminismo, y me dirán machista. Y me desmenuzarán la teoría. O simplemente me llamarán loca, como sucede con frecuencia.

Muchas tal vez saquen a relucir el tema del aborto y la corrupción de las que se les acusa (sin prueba alguna) para defender su negativa a apoyarlas y así lavarse las manos.  Jamás mencionarán que estas dos mujeres han sido insultadas, menospreciadas y que han sufrido violencia de género desde los medios de comunicación hasta del esposo de la feminista burguesa que nunca ha alzado la voz en su comodidad; y la han sufrido por mujeres consecuentes con la acción que es la única que cambia los patrones y que libera sociedades.

No hay punto de comparación con el feminismo burgués y todos los que de ahí nacen, con su “yo, feminista” pero que guardan silencio ante este nivel de violencia que  están viviendo Dilma y Cristina, solo queda agradecer el respaldo de  las mujeres que sin etiquetas y sin aires de intelectualidad; agradecidas y consecuentes y sobre todo políticas han dado la cara en defensa de semejantes mujeres de Latinoamérica.

Por supuesto, no soy feminista, no pertenezco a ningún gueto o jauría; a mí si me quieren etiquetar me llaman como lo que soy: paria y estoy con Cristina y Dilma. Por amor y agradecimiento, de ahí pal real…

Y si sueno populista es porque en absoluto lo soy.

Fuente del articulo:  https://cronicasdeunainquilina.com/2016/09/15/la-deuda-del-feminismo-latinoamericano-con-cristina-y-dilma/

Fuente de la imagen: http://www.telesurtv.net/__export/1473975235740/sites/telesur/img/blog/2016/09/15/cfk-dilma.jpg_916636689.jpg

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El mediocre patriotismo guatemalteco

Por Ilka Oliva Corado

Los guatemaltecos carecemos de identidad y de sentido de pertenencia, y nos importa un comino, pero eso sí, después del Real Madrid y del Barcelona le vamos con todo a la selección nacional de fútbol y que no se metan con nuestra bandera autografiada por Arjona y Jimmy Morales, porque una arrastrada de cinco cuadras no será suficiente.

 Para cuando se acerca la bulla del mes de la patria, en las vísperas del 15 de septiembre,  lloramos de emoción, de alegría y orgullo viendo desfilar a las bandas estudiantiles; rezago de imposiciones militares en el país. En una clara apología a la invasión al continente por atracadores españoles. Porque pues, ¿qué es la Independencia en Guatemala? –Hay que leer La Patria del Criollo, Severo Martínez Peláez lo explica con  la exquisitez del lenguaje sencillo, totalmente accesible a nuestra inteligencia natural-, país de interminables injusticias y exclusión social.

Tan mediocres somos que permitimos que el sistema de educación imponga concursos de belleza entre las niñas en las escuelas, y las sexualizamos y  ponemos a desfilar en traje de baño y en traje de noche, las “disfrazamos de inditas” para que modelen un traje típico; y  elegimos a la más bonita para que represente a la escuela en las actividades inter escolares del mes patrio. Damos con esto, seguimiento a un sistema que nos impone estereotipos y  patrones patriarcales que solo ven a la mujer como objeto de explotación por su cuerpo y apariencia física. Y lo más cruel: desde la infancia.

 Aplaudimos a las batonistas entre más corta tengan la minifalda y más pierna enseñen,  y a los gastadores entre más gallardos y fornidos con todo el prototipo del macho alfa. Y nos desvivimos con las bandas escolares interpretando melodías militares, y entre más firme marchen los estudiantes más orgullo sentimos. Y para nosotros eso es la patria: una bandera autografiada, un desfile escolar y cientos de niños y adolescentes marchando bajo el sol, emulando desfiles militares. ¿Y los otros, y los analfabetas que no tienen oportunidad de ir a la escuela? ¿Qué son esos niños para nosotros, son parte también de la patria? ¿Bajo qué parámetro?

Y estamos a punto del desmayo viendo a las niñas “disfrazadas de inditas”  y se nos eriza la piel cuando pasa el cipotal con la antorcha ¿sabrán el origen de la misma, es decir; de la Llama Olímpica? Yo toqué redoblante y bombín en la banda del colegio Galilea, en donde estudié parte de la primaria, y nunca supe por qué lo hacía, nos decían que era celebrar la patria. Y también corrí kilómetros y kilómetros con la antorcha de independencia, nunca supe por qué lo hacía, me dijeron como a todos que era para celebrar la patria. Nunca me dijeron qué era la patria y por qué la celebrábamos de esa manera. Las preguntas me las hago hoy como deberíamos hacérnoslas los adultos que permitimos que nuestros niños sigan creciendo con los mismos patrones con los que nos borraron la Memoria Histórica, la identidad y el sentido de pertenencia.

¿Qué es la patria? ¿Es tan poca cosa para reducirla a un desfile escolar con tintes militares? ¿Es tan poca cosa para que pensamos que una bandera  y un himno nacional la engrandecen? ¿Tan poca cosa para que nos tenga a nosotros como sus hijos? ¿Qué es la patria? La patria es la inmensidad que no nos merecemos como sociedad.

La patria es la conciencia de clase, es la sensibilidad ante el dolor ajeno, es la integridad individual y colectiva. La patria son nuestras manos juntas trabajando para reconstruir el tejido social. Es buscar juntos la justicia y equidad. La patria es la libertad de los niños jugando en lugar de trabajar. Las niñas jugando en lugar de ser violadas y embarazadas ante nuestra doble moral. La patria son nuestros abuelos viviendo su vejez en la tranquilidad de un sistema incluyente y justo.  La patria es el derecho al aborto.

La patria es el derecho de todos  a amar a quién queremos sin que se nos juzgue, castigue, discrimine y asesine por ello.  Es, el derecho al Matrimonio Igualitario. La patria la hacemos todos en la construcción social de un país donde se pueda vivir en libertad, con la seguridad de tener un sistema y gobierno que en lugar de robar y oprimir invierta en el desarrollo integral de los ciudadanos.

La patria es la familia en todas sus formas. Es la oportunidad a una vida integral. Es la defensa de la tierra. Es la limpieza del agua de los ríos. Son los niños viviendo bajo un techo y no en las calles o basureros. La patria son los anhelos, es la belleza de las flores del campo reverdeciendo en la libertad de la herencia campesina, y no muriendo en la explotación minera.  La patria es un país sin explotación laboral y sin explotación sexual.

Es el acceso a la salud y a la educación. Son las clases de Formación Musical y Educación física cinco días a la semana en las escuelas públicas, urbanas y rurales. La patria es la felicidad de una sociedad sana, consecuente y humana.

La patria es la entereza de ver al otro de frente y de tenderle la mano si necesita ayuda, sin pedir nada a cambio como pago, hacerlo porque es el deber humano. La patria no es territorial, la patria es lo que hacemos como seres humanos en la construcción de un mundo equitativo e igualitario. La patria es una universalidad. La patria tiene una sola bandera: la de la paz y la libertad.

Y tiene inmensidad de formas, está en nuestros ojos, en nuestras manos, en los pies del niño descalzo, en la espalda de los cargadores de bultos. La patria está en nuestra voz que denuncia y reclama los Derechos Universales de todo ser humano. Que reclama un alto a la injerencia extranjera que llega para asaltar y oprimir.

La patria es una flor de cordillera al atardecer. El llanto  de un niño que llora de hambruna. Una madre en desnutrición. La patria es todos los días, a todas horas, en cualquier lugar: la integridad de una humanidad que crea y transforma en pro del amor,  la unidad y el libre albedrío.

Hoy, aquí, en nuestras circunstancias como sociedad: excluyente, clasista, racista, homofóbica, corupta y de doble moral, no tenemos derecho alguno a mencionar la patria y llevarla como nuestro estandarte. No estamos a su altura, lo que sí podemos hacer es comenzar a trabajar en cambiar los patrones y el sistema, para que un día podamos sentirnos dignos de Guatemala y nos merezcamos ser sus hijos.

Blog de la autora: https://cronicasdeunainquilina.com/2016/09/12/el-mediocre-patriotismo-guatemalteco/

Ilka Oliva Corado. @ilkaolivacorado contacto@cronicasdeunainquilina.com

12 de septiembre de 2016.

 

Ilka Oliva Corado. 

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La afrenta de Peña Nieto a México y Latinoamérica

Por: Ilka Oliva Corado 

Cuando el candidato a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump por el partido Republicano se refirió a México con insultos, el primero en alzar la voz fue el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro: “Yo como presidente de Venezuela de Bolívar y Chávez alzo mi voz en defensa del pueblo de México, ofendido por este pelucón. Qué indignación. Quien se mete con México se mete con Venezuela. Repudio total las declaraciones de este bandido y ladrón.”

En ningún momento lo hizo Peña Nieto y ninguno de los presidentes del triángulo norte de Centroamérica. Y eso que era a ellos a quienes les concernía, pero no; lo hizo Maduro, desde el Sur del continente. Ninguno de ellos tampoco jamás se pronunció cuando Obama firmó la Acción Ejecutiva contra Venezuela, o cuando Clinton y Biden pidieron de emergencia una invasión militar estadounidense en el país venezolano. Lo digo, para reseñar la diferencia entre la sangre roja, hirviente y el chilate ralo que se toman los coches.

Cuando Trump dijo mexicanos, se refirió a toda Latinoamérica. El insulto y las calumnias fueron para todos los latinos que vivimos y trabajamos en este país, con y sin documentos. Por esa razón Maduro que entiende perfectamente el concepto de Patria Grande, de hermandad y solidaridad se pronunció inmediatamente. No lo hizo República Dominicana que tiene llena a Nueva York de dominicanos indocumentados, no lo hizo Guatemala, ni El Salvador y mucho menos Honduras que son como México: la mano de obra más barata y más explotada que existe en Estados Unidos. No lo hizo Colombia que tiene llena Miami de colombianos. Lo hizo Maduro, en nombre de la dignidad del pueblo mexicano y de toda Latinoamérica. ¿Será porque Maduro y los pocos gobiernos progresistas no fueron colocados en el puesto por las embajadas de Estados Unidos en la región?

No sorprende que Peña Nieto se mantuviera al margen y no por desentendido sino por cobarde y afín. Tampoco sorprende que el día miércoles 31 de agosto mientras 61 atracadores corruptos votaban para destituir a Dilma como presidenta de Brasil, Peña Nieto recibiera en Los Pinos a Trump y no solo sino que también se mostrara sumiso y pusilánime ante un personaje catastrófico como lo es el candidato republicano.

No tan distinto a Obama que con su doble moral y con oratoria actoral, se va con tres Golpes en Latinoamérica, la militarización de México y del triángulo norte de Centroamérica y las manos manchadas de sangre con miles de migrantes asesinados, torturados y desaparecidos a consecuencia; y de miles de migrantes deportados, eso por mencionar algo.

Peña Nieto no debió recibirlo y mucho menos que la invitación la hiciera el gobierno de México. Esa acción no solo humilla al pueblo mexicano, también muestra con claridad lo apocado y ruin de un personaje que trabaja obediente a las órdenes de la cúpula empresarial y de Estados Unidos.

¿Y por qué guardan silencio México, Guatemala, El Salvador y Honduras, en específico? Porque hablando de migraciones forzadas, aceptaron militarizar la región, con la aprobación del Plan Frontera Sur y Maya-Chortí que propuso Estados Unidos. Que Trump ahora hable de un muro es agua pasada, que no nos digan que están descubriendo el agua azucarada; el muro ya está, y va desde Honduras hasta el Río Bravo, militarizado por Estados Unidos, y lo hizo Obama y lo están pagando con sus vidas miles de inmigrantes indocumentados.

Porque ha raíz del Plan Frontera Sur y Maya-Chortí han desaparecido miles de indocumentados en tránsito, lo que viene siendo una especie de limpieza social que va desde Honduras hasta México, con el pretexto de luchar contra el tráfico de armas, de indocumentados y de droga. En la frontera entre México y Estados Unidos esta matanza corre a cuenta de la Patrulla Fronteriza. Lo que sucede con los migrantes en tránsito que viajan hacia Estados Unidos es un genocidio, con todas sus letras.

Porque aceptaron echar a andar el Plan de la Alianza para la Prosperidad, y Estados Unidos ha dado 750 millones de dólares a Guatemala, El Salvador y Honduras, y abonado 500 millones más. Y ni hablar del Plan Mérida o Plan México.

Mucho es pedirle a Peña Nieto integridad y respaldo moral a su pueblo, ante los insultos y la farsa, cuando somos testigos de lo que ha hecho siguiendo a sus antecesores; es la continuidad del gobierno de Felipe Calderón: quien inició una supuesta guerra contra el narcotráfico, apoyada por Estados Unidos, que solo ha servido para reprimir al pueblo mexicano y avalar así cada tortura, cada asesinato y cada desaparición. Han sido miles de niñas, adolescentes y mujeres ultrajadas por policías y militares, con el pretexto que trabajan para los carteles de droga o la trata de personas.

Vemos que lo ha convertido en una fosa inmensa, ríos de sangre por doquier, desapariciones forzadas, masacres, torturas y el genocidio latente que se lleva cientos de vidas diariamente. Pedirle a Peña Nieto que se pronuncie en defensa de su pueblo es como pedirle la renuncia al cargo. ¿Qué dice la OEA de todo lo que acontece en México en materia de Derechos Humanos? ¿Qué dice Estados Unidos? No dicen nada porque uno hace y el otro solapa.

Peña Nieto no tiene moral para defender a su pueblo de acusaciones extranjeras porque él mismo es peón de la injerencia estadounidense en el país, gobierna para Estados Unidos y la oligarquía mexicana. Para los consorcios de empresas transnacionales. Si hablamos de ecocidios, de minerías, de robo de tierras; de muertes, desapariciones y torturas a defensores del medio ambiente y de Derechos Humanos; el gobierno mexicano tiene una larga cuenta pendiente con la justicia. Y ni tocar el tema de abusos sexuales a niñas, niños, adolescentes y mujeres. Ni hablar de feminicidios.

No necesita tanta explicación la afrenta de Peña Nieto a México y a Latinoamérica, invitando y recibiendo en casa mexicana a Trump, con esto sirviendo de alfombra organizando un acto protocolario para su carrera presidencial. Común entre seres de la misma calaña.

Pero no desviemos tanto la atención en el tema Trump y Peña Nieto, porque la visita fue estratégica, lo que realmente es preocupante es el cuarto informe de gobierno y la farsa que ahí se detalla. El pueblo mexicano clama por justicia. ¿Cuántas personas fueron torturadas, asesinadas y desaparecidas durante esa visita? ¿Cuántas niñas, niños, adolescentes y mujeres fueron violados? ¿Cuántos feminicidios? ¿Cuántos migraron hacia Estados Unidos, forzadamente, transitando las fronteras de la muerte? ¿Cuántos murieron en la miseria de la pobreza extrema y la hambruna? ¿Y hoy, en este momento, qué está sucediendo en ese México del que no nos hablan los medios de comunicación monopolizados? Guardar silencio ante el genocidio que está viviendo el pueblo mexicano en manos del gobierno de Peña Nieto es inhumano, nos convierte a todos es cómplices.

La afrenta de Peña Nieto no es haber recibido a Trump en tierra mexicana, es gobernar para Estados Unidos y las oligarquías nacionales e internacionales; sacrificando a su gente, dejando lo más por lo menos. Así de ruin. Es una afrenta a México, a Latinoamérica y a la humanidad.

Fuente: https://cronicasdeunainquilina.com/2016/09/02/la-afrenta-de-pena-nieto-a-mexico-y-latinoamerica/

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Alarmas de emergencia en Suramérica

Ilka Oliva Corado

“No está en juego mi mandato, sino el respeto a las urnas y a la voluntad soberana del pueblo,” palabras de Dilma en su defensa ante el Senado el día lunes 29 de agosto. Se puede estar de acuerdo o no con el gobierno de Dilma en Brasil, pero lo que debe ser condenable en absoluto es el Golpe a la democracia.

Dilma fue elegida por 54 millones y medio de brasileños en votaciones democráticas, y sacada de la presidencia por un grupo de senadores corruptos fieles a la embajada de Estados Unidos en Brasil. Fieles a las políticas de exclusión y al monopolio de las empresas trasnacionales.

No es una simple crisis política la que se vive en Brasil, es un asalto a la democracia; es el regreso de la impunidad y del neoliberalismo. Y no es por Dilma, que no nos engañen, no van por Dilma y no van por Lula; ellos van a cortar de tajo las políticas de inclusión y de igualdad social que fueron establecidas en ambos gobiernos. Ellos van para volver al retroceso y al empobrecimiento del país. Van por los avances logrados en materia de Derechos Humanos, salud, educación e infraestructura.

Visto desde cualquier ángulo e ideología, este Golpe a la democracia nos viene a recordar que Estados Unidos es capaz de todo para lograr dominar la región. Derrocar gobiernos totalmente democráticos (recientemente Lugo en Paraguay y Zelaya en Honduras). Nos recuerda que la oligarquía siempre estará a las órdenes del capital. Que unos cuántos están dispuestos a traicionar a su pueblo a cambio de la vergüenza de la estafa.

Lo podemos ver a cabalidad con Argentina, Macri que desde el primer día de su mandato echó a andar las políticas neoliberales que pidió Estados Unidos, en tres meses había logrado tirar por la borda los logros progresistas de 12 años. Aún así hemos visto que Cristina no ha desistido y sigue activa políticamente junto a las masas, junto al pueblo que no la ha abandonado. Sufre una evidente persecución junto a otros líderes políticos y Las Abuelas de la Plaza de Mayo. Milagro Sala es un presa política del gobierno de Macri y lo quieren hacer con Hebe, presidenta de Las Abuelas de la Plaza de Mayo. Y quieren ver a Cristina encarcelada también, pero no por ella, sino por los logros y por haber empoderado al pueblo.

¿Qué hará el pueblo brasileño? ¿Se dejará arrebatar los logros? ¿Permitirá que este grupo de corruptos desvalore su voto? ¿Dejará que vuelva el neoliberalismo al país? ¿Qué vuelva la hambruna, la violencia gubernamental, las minerías, la deforestación y los ecocidios? ¿La represión? ¿La miseria? ¿El clamor desde el terror? ¿El silencio y el espanto? ¿Qué Brasil retroceda 40 años?

Es abrumante el silencio de la mayoría de gobiernos de Latinoamérica ante este atraco a la democracia. Los gobiernos del mundo. Guardar silencio es sinónimo de encubrir y admitir una agresión de semejante magnitud a la libertad de decisión de un pueblo que fue a la urnas y eligió con autoridad y derecho, a conciencia. ¿Qué dice la OEA de todo esto? ¿Para qué existe la OEA entonces? ¿Por qué Estados Unidos no se ha pronunciado así como lo hace constantemente con Venezuela? Son evidencias claras que además de faltar el respeto a nuestra inteligencia natural, nos dicen con claridad que harán lo que quieran y cuando quieran. Y nosotros lo estamos permitiendo.

El mismo grupo de usurpadores y corruptos que sacó a Dilma con acusaciones falsas, porque no existe prueba alguna de lo que se le acusa, votará para destituirla. Es más que sabido que la decisión final será perpetrar de lleno el Golpe para que Temer y su grupo de atracadores, hagan de Brasil lo que ha sucedido con el resto de América Latina y sus gobiernos neoliberales. Quieren la cabeza de Dilma, de Lula y del Partido de los Trabajadores para darle un escarmiento al pueblo y hacerle entender a balas y a represión que la democracia no existe y que se hace lo que la derecha y Estados Unidos quieran. Pues ahora es que el pueblo brasileño debe demostrar de qué está hecho.

El nuevo modelo del Plan Cóndor va viento en popa, jueces que trabajan y deciden bajo órdenes de las empresas transnacionales, oligarquía nacional e internacional y Estados Unidos. Un puñado de estafadores que buscan su tajada a costa de la seguridad, la alegría y la vida de miles de brasileños.

La semana es decisiva, se encienden de nuevo las alarmas de emergencia en Suramérica. Un ataque por la espalda al gobierno de Evo Morales para desestabilizar el proyecto progresista del socialismo en la región; el asesinato de un vice ministro que también fue torturado por mineros en una muestra feroz de lo que es capaz de hacer la derecha boliviana para regresar al poder. Busca derrocar al gobierno popular de Evo que también fue elegido en votaciones democráticas; como Dilma, Correa, Maduro, Cristina, Chávez, Lugo, Pepe Mujica, Lula, Néstor, Zelaya.

Las fechas están relacionadas entre sí, con días de diferencia en Brasil, Venezuela y Bolivia, la injerencia de Estados Unidos busca cortar de raíz los gobiernos populares y progresistas de América del Sur. Un coletazo seguramente le llegará a Correa dentro de todo esto para después buscar tomarlo por la yugular e implementar medidas neoliberales en Ecuador.

Para el jueves 1ro de septiembre, en Venezuela la derecha y la embajada de Estados Unidos buscan crear de nuevo el caos en la población, algo a lo que han llamado “La toma de Caracas” que no anuncia ser una manifestación pacífica (la de la derecha nunca lo es) y se deja ver como la segunda versión de La masacre el puente Llaguno, como la del 11 de abril de 2002 con el Golpe de Estado que los grupos oligárquicos mundiales le quisieron dar a Hugo Chávez.

Un Golpe dirigido por el embajador de Estados Unidos en ese momento, Shapiro que encabezó la operación desde el brazo armado de la Policía Metropolitana y con la ayuda de la mediatización de los medios de comunicación oligárgicos en los que están Venevisión y Globovisión.

El gobierno de Maduro presentó en cadena nacional la noche del martes 29 de agosto, en Venezolana de Televisión el documental “Puente Llaguno: claves de una masacre” para recordar a la población lo que es capaz de hacer la derecha y Estados Unidos. Murieron 19 manifestantes tanto de ciudadanos afines al gobierno de Chávez como de opositores, más de 73 heridos de bala. Disparos en la cabeza, el rostro y el cuello. Francotiradores extranjeros que horas después de la revuelta salieron del país. Ubicados en puntos estratégicos en contubernio con los medios de comunicación de la oligarquía que encubrieron estos ataques y que manipularon imágenes y sonidos, para culpar a los manifestantes afines del gobierno de Chávez.

Gracias al periodismo independiente y a los medios de comunicación comunales se supo la verdad y se pudo realizar este documental con pruebas irrefutables de la emboscada que se tendió a Chávez desde la oligarquía; misma que ahora comandada por los mismos actores busca llenar de sangre nuevamente las calles de Venezuela. No han podido desde la Asamblea Nacional y no han podido con las mentiras de la OEA ni con el “clamor” de Estados Unidos, España, y de Uribe y secuaces que piden a gritos una intervención militar.

Que no nos engañen, no van por Maduro, como en el 2002 no fueron por Chávez, van por las políticas de inclusión. Van por la plusvalía; por el derecho a la educación, a la salud, a la vivienda, a la oportunidad del pueblo, de las masas. Van por esa enorme diferencia del 70% de pobreza en la que se encontraba Venezuela antes de Chávez y el 18% con el que se encuentra ahora. Después de Cuba, Venezuela es el país con más igualdad social en América Latina. De 4 de 10 niños que iban a la escuela antes de Chávez, ahora van 8 de 10. 1 de cada 9 va a la universidad. Esos son logros de la Revolución Chavista, que no nos engañen con la hambruna; lo que sí existe y es latente es la guerra económica contra el país. Más de 6 intentos de Golpe de Estado a Chávez y Maduro, y seguirán porque van por el pueblo; lo quieren de rodillas, muriendo de hambre, cansado, enajenado, sumiso, acabado.

Son innumerables los intentos de la oligarquía latinoamericana e internacional y de Estados Unidos por derrocar a los gobiernos progresistas de Suramérica. Tenemos que tener presente que están en juego muchas cosas: la voz y el voto de los pueblos que salieron a elegir en democracia. Los logros en políticas de inclusión que no se había visto en el continente por lo menos durante los últimos 40 desde que el Plan Cóndor arrasó con todo y las dictaduras nos llenaron de torturados, desaparecidos y presos políticos. La sangre que se derramó es nuestra Memoria Histórica, identidad y debe ser también nuestra dignidad.

Denunciar la injusticia deber ser nuestra obligación humana. En cuanto a Dilma, no hay duda alguna, ella no es culpable, no hay que esperar a que pasen los años y la historia la absuelva, es ahora cuando se debe pelear por lo que tanto ha costado restaurar. Hay un tejido social roto, hay secuelas de la opresión, hay niños con deseos de estudiar y jugar en libertad, tienen anhelos. Es por ellos, por ellos debe ser.

Mi respaldo absoluto a los presidentes progresistas de Suramérica que están viviendo el embate de la injusticia imperialista. Y mi lealtad a mi presidenta Dilma, mujer valiente, inteligente, humana y orgullo de la mujer latinoamericana. No pudieron con ella ni torturándola, mucho menos podrán ahora, es inquebrantable.

En cuanto a Venezuela, la toma de Caracas ya la hizo el pueblo el día que eligió a Hugo Chávez y a la Revolución Chavista, de ahí pal real…

Fuente del articulo: https://cronicasdeunainquilina.com/2016/08/30/alarmas-de-emergencia-en-suramerica/#more-5554

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De alcantarilla

Ilka Oliva Corado

Yo le sigo apostando a la identidad, al derecho a ser. Le sigo apostando a la diversidad, al derecho a la libre emisión del pensamiento. Sigo apostándole a la oportunidad; sin injerencias de contactos, codeos, lisonjas,  ni etiquetas. A la oportunidad sin humillaciones y sin abusos. A la entereza de atrevernos a ver a los ojos de los otros sin la arrogancia de sentirnos superiores.   De sentir el palpitar de un corazón enardecido, cansado, enfurecido, soñador; sin la intromisión de clasismos, de grados de escolaridad, de segregacionismos.

Le sigo apostando a la esencia del ser humano que es sublime. A la palabra franca sin que importe el tono. A la honestidad de atrevernos a decir lo que sentimos y pensamos sin temor a ser rechazados. A la libertad de amar.

Le sigo apostando a la autenticidad que se defiende con la vida. Al anhelo. Le sigo apostando a la hermosura de la locura y a la ternura de un alma herida.

Al tormento del caos existencial. Y a la sonrisa alegre de las crías de alcantarilla, cuando ninguna miseria puede con la fuerza del anhelo.

Le sigo apostando al albedrío del trastorno, a las caricias de las manos ajadas de los abuelos. Le sigo apostando a la inocencia, a la ternura, a la sencillez. A la humildad que no necesita de atavío alguno para ser excelsa.

Le sigo apostando al obrero, al recolector de basura, al cargador de bultos. A la vendedora de mercado, a la tortillera. A la empleada doméstica. Le sigo apostando al inmigrante indocumentado, al desplazado, al refugiado. Al huele pega, a la puta de arrabal.

Le sigo apostando la llaneza de la alcantarilla, aunque nos llamen apestados, aunque no nos quieran ver ni escuchar. Aunque nuestras palabras les ofendan. Aunque nuestra ilusión les escupa a la cara la hiel de la resistencia. Nuestra ilusión de campesinos, obreros y proletarios, nuestra ilusión de alfareros.

Le sigo apostando a la flor de asfalto, a belleza de la flor de campana, al amarillo vivo de la flor de chipilín y de chacté. A la polvareda de los caminos añejos. Al zacate y a la arada, y a la mirada honrada que florece en el arrabal. A los pies desnudos de los niños saltando charcos, al talento sin objeción. A la autenticidad de la alcantarilla, a la franqueza de los parias. A lo intrínseco del dolor.

Fuente del articulo: https://cronicasdeunainquilina.com/2016/08/18/de-alcantarilla-2/

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Consternarse no es suficiente

Por Ilka Oliva Corado

Cada vez que nos enteramos de una noticia desagradable, (una violación sexual, de un feminicidio, de una masacre, de un acto terrorista)  nuestra primera reacción y última  es consternarnos y quedarnos ahí; como si con eso cumpliéramos con nuestra cuota de conciencia social como muestra de nuestro compromiso colectivo.   Con toda la injusticia y  dolor que a través de la historia ha hecho este mundo pedazos, nosotros seguimos refugiándonos en nuestra egolatría. Hasta que el dolor no nos toque de cerca y nos rasgue la piel en carne viva, nosotros seguiremos ajenos, inhumanos e insensibles a la desgracia ajena.

Desgracia que es resultado  de nuestro silencio, dejadez e inconsecuencia política. Defender la alegría, decimos, como escudo para no vernos en la necesidad de convertir el pensamiento en acción. Miedo de armarnos de valor y pelear por lo que es justo, porque mientras no seamos nosotros los mancillados, todo está bien.

Consternarnos, con un grito de espanto, en una oración, en una misa de cuerpo presente. Consternarnos en una alabanza, en una corona de flores. En un instante de sosiego que nos apacigua  y nos excluye de la realidad. Y nos vestimos de galas y brindamos y osamos festejar la dicha y el privilegio de nuestra felicidad.  De tener un jardín propio mientras miles se mueren de hambre en las calles. De tener amueblado de comedor mientras miles comen de los basureros. De tener agua caliente y bañera, mientras miles se mueren de sed.

Y festejamos esa loción fina que nos acabamos de comprar, el par de zapatos nuevos que hace juego con nuestra colección, el cambio de teléfono inteligente y nuestros viajes vacacionales que necesitamos exponer al mundo a través de las redes sociales, para que nos vean pues; placenteros de nuestra dicha. ¡Privilegiados!

Y mostramos al mundo los reconocimientos que nos dan, inmersos en la vanidad que nos hace sentir únicos, inmortales, importantes. ¡Sobresalientes!  Mientras el mundo se desmorona a la velocidad de la luz. Mientras miles perecen en las fauces del capital, mismo  que nos convierte en esclavos del consumismo y nos aparta de la realidad y nos mantiene en un perenne estado de shock que nos manipula como juguetes de cuerda, como marionetas.

Y la vida es otra cuando estamos lejos del dolor, por eso le huimos, no lo encaramos. Por eso fingimos no verlo, nos damos por desentendidos cuando la vida nos pide a gritos que reaccionemos, que tomemos acción.  Y por eso las muertes de miles de niños por hambruna nos consternan  momentáneamente y oramos para que sus almas encuentren refugio en  algún lugar. ¿Qué causan en nuestra conciencia los niños que mueren víctimas de genocidios? ¿Ellos también importan? ¿Qué tanto? ¿Qué es un genocidio para nosotros? ¿Cuál es el significado de una guerra? ¿De una invasión?

Pero la vida sigue, decimos, y nos escudamos en el mundillo ese de la indolencia y de nuestra alegría y felicidad, que pregonamos por doquier.  Ahí estamos a salvo, ahí podemos vivir a nuestras anchas, sin que un ápice de nuestra conciencia nos encare. Y nos muestre nuestra podredumbre humana, nos haga sentir el hedor que expele  de nuestra piel moribunda.  Nos acomodamos para que sean otros los que vayan a la línea de fuego. Pobres diablos soñadores de mierda.

Y nos duele la vida solo cuando el agua caliente se acaba, cuando se va la luz, cuando se nos acabó el champú, o cuando por culpa del tráfico llegamos tarde a una cita. Y nos sentimos las personas más infelices del mundo cuando llegó Navidad y no tuvimos para comprar estreno o para hacer la cena esa de gala, al estilo burgués.

Y curiosamente no se nos va la vida cuando  vemos que en Siria la invasión y el genocidio está acabando con la belleza de la primavera que siempre ha florecido en la sonrisa de los niños. Lo que está haciendo Israel con Palestina, ese genocidio, ese robo de tierras, esa usurpación. O Cuando el mar se traga a quinientos refugiados por semana. O cuando el desierto diseca a docenas de inmigrantes indocumentados que buscan llegar a Estados Unidos. No nos duele la vida cuando un gobierno neoliberal  por el que votamos, muele a palos a los más mancillados del sistema y de la impunidad.

Nos duele sí,  y nos consternamos para toda la vida cuando la tragedia toca a la puerta de nuestra casa y la habita.  Y nos consternamos cuando el reconocimiento y el aplauso no llegan, entonces sí nos deprimimos, nos dejamos caer a causa de nuestro narcicismo.

Y mientras nosotros estamos deprimidos por banalidades, (porque no tenemos para teñirnos el cabello o comprarnos esa botella de ron de exportación) la vida en otras latitudes del planeta, o la vuelta de la esquina, está pidiéndonos a gritos que la volteemos a ver. Si tan solo tuviéramos la entereza de  mirar, de escuchar, de sentir, todo lo que el mundo nos dice constantemente, seríamos otra humanidad, no la porquería que habita este planeta.

Consternarnos no es suficiente. El mar no sería mar sin la fuerza de las olas y la tempestad.

Audio: https://soundcloud.com/ilka-oliva-corado/consternarse-no-es-suficiente

Blog de la autora: https://cronicasdeunainquilina.com/2016/08/18/consternarse-no-es-suficiente/

 Ilka Oliva Corado. @ilkaolivacorado contacto@cronicasdeunainquilina.com

18 de agosto de 2016, Estados Unidos.

Imagen de Roberto Huarcaya, tomado de la página: http://psiquiatria-residente.blogspot.com/2010/07/exilio-interior-ideario-de-un-viaje.html

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