España: El cielo, Pablo, ¿era para tanto?

El cielo, Pablo, ¿era para tanto?

Por Juan Carlos Monedero

 

Fuentes: Público [Foto: El líder de Unidas Podemos y candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Pablo Iglesias, comparece ante los medios tras conocer el resultados de los comicios madrileños.- EFE]

Tenía razón Pablo Iglesias con que el cielo se conquista por asalto. Lo que pasa es que el cielo, ¿era para tanto? Estoy convencido de que sí. Pero, ¿qué opinan los ángeles y los demonios?

La discusión sobre el sexo de los ángeles está servida. La posibilidad de cambiar los elementos estructurales del neoliberalismo no pueden hacerse desde el Gobierno pero tampoco puede hacerse gran cosa fuera de las instituciones. A lo sumo, se pueden limitar algunos de sus efectos más dañinos y mejorar la vida de la gente. Que no es poco. Pero asaltar los cielos tenía una épica que no tienen las políticas públicas. Aunque sean las segundas las que mejoran las condiciones de vida de los que quieren emocionarse pero también tener casa, comida, trabajo, salud.

Los cielos siempre tienen fosos, almenas, murallas. Y un ejército. Cuando el poder piensa que puedes afectar a sus intereses, el poder empieza a dar zarpazos. Basta con que les asustes. Aunque no puedas hacerles daño. Si encima rompes de verdad sus fortificaciones, cuenta con que va a sacar todos sus cañones.

En España estaba prohibido que una fuerza política a la izquierda del Partido Socialista entrara en el Gobierno

En España estaba prohibido que una fuerza política a la izquierda del Partido Socialista entrara en el Gobierno. En España estaba prohibido que se tocara la figura del Rey. En España estaba prohibido que se fuera judicialmente contra el jefe de la patronal. En España estaba prohibido que se encarcelase a ministros. En España estaba prohibido que gobernasen los principales ayuntamientos de España fuerzas que no formaban parte del bipartidismo y sus adendas. En España estaba prohibido que el PSOE perdiera el control del feminismo. En España estaba permitido que se subiera el salario mínimo sin la autorización de la CEOE. En España estaba prohibido que se señalara a los medios de comunicación. En España estaba prohibido que se pusiera en la picota a los bancos.

Sacaron los cañones contra Podemos, contra Pablo Iglesias e incluso contra Pedro Sánchez cuando empezó a acercarse a Podemos. Cómo no le iba a quitar el sueño a Sánchez gobernar con Iglesias sabiendo que romper todas esas prohibiciones, y encima de la mano de Podemos, le iba a poner enfrente a los que ponen y quitan presidentes.

Pero el régimen del 78 ya hacía demasiadas aguas como para tapar las grietas con la cabeza cortada de Sánchez. Y se hizo finalmente el primer Gobierno de coalición de izquierdas en 80 años de la historia de España. Y se subió el salario mínimo. Y se plantó cara a las grandes empresas energéticas y se recordó que los bienes públicos son derechos, no mercancías y se igualaron los salarios de hombres y mujeres y se enfadaron los poderes económicos de España que siempre habían logrado sus objetivos cuando gobernaba el bipartidismo.

Podemos no se presentó a la alcaldía hace dos años para no competir con Carmena

Podemos tuvo momentos duros. El más duro, cuando Íñigo Errejón, a quien se le había encargado y dotado de recursos para encabezar la lista de la Comunidad de Madrid, formó un nuevo partido, más amable en su relación con el PSOE y Ciudadanos, que iba a recibir todos los apoyos mediáticos por ser la cuña que mejor podía golpear a Podemos por venir de su seno.

El proyecto de Errejón naufragó en España –sacó dos diputados-. Sin embargo, con la candidatura de Mónica García, una médica que lleva años haciendo política en Madrid, ha tenido más vuelo. Ha ayudado la ausencia de Podemos de la capital por la escisión de Errejón y de la alcaldesa Carmena -Podemos no se presentó a la alcaldía hace dos años para no competir con Carmena-, y también por el trato amable que han recibido en MM (nadie les ha preguntado, por ejemplo, por los cuatro concejales carmenistas que han roto con Más Madrid).

Más Madrid ha superado al PSOE. Queda abierto si esta formación, con voluntad regional, querrá sustituir al PSOE madrileño o estará dispuesto a confrontar las políticas neoliberales con todas sus consecuencias. Se han beneficiado de que el PSOE quería perder las elecciones en Madrid. De ahí la falta de firmeza de Gabilondo. Y el desencanto con el PSOE difícilmente podía ir a un Iglesias presentado como un monstruo.

Pero ha sido gracias a la firmeza del Podemos dirigido por Iglesias que se ha construido un nuevo bloque histórico donde se han encontrado la izquierda crítica, la izquierda socialdemócrata, las izquierdas vasca y catalana, otras izquierdas regionales y más gente que había perdido toda esperanza en la política. Todas y todos juntos han desafiado al bloque histórico que lleva mandando en España desde el siglo XIX, con su Rey, su bipartidismo, su iglesia, sus militares, su centralismo y su capitalismo clientelar y cortesano.

El cielo del gobierno de España se ha asaltado, ha habido importantes bajas en el camino, y queda abierta la pregunta de si el cielo era para tanto

Por eso el 100% de los medios ha atacado a Podemos; por eso se fomentó la escisión de Errejón desde los medios; por eso Iglesias ha sido el político más atacado en los medios en la historia de España desde la II República.

Sin medios de comunicación afines al nuevo bloque histórico, y sin jueces dispuestos a cumplir con la Constitución, especialmente con sus artículos económicos, y a confrontar la guerra jurídica, es decir, dispuestos a confrontar a sus colegas de la judicatura, es muy difícil que una fuerza política que quiere superar los cuellos de botella del capitalismo financiero pueda cumplir la agenda postneoliberal. Y sin embargo, no le queda otra que seguir dando esa batalla.

Y para dar esa batalla, y en tanto no se dispongan de medios capaces de construir nuevas hegemonías –medios que son los altavoces de la guerra jurídica-, el esfuerzo pendiente de Podemos sigue siendo el partido-movimiento. Porque los mensajes en los medios no se consolidan igual si no hay comunidades que los reciban y los repitan en la cotidianeidad de los barrios y las ciudades.

Y aquí nos encontramos con la tensión nunca resuelta entre el liderazgo y una organización bien engrasada. En España, sin el liderazgo de Iglesias nunca se hubiera creado ese nuevo bloque histórico. Pero por eso mismo, su salida deja a Podemos con el reto de mantener vivo el espíritu de lo creado bajo su dirección. Ese espíritu puede resumirse como el de una fuerza política con mucha audacia y que no le ha tenido miedo al poder. Y que por eso ha recibido tantos ataques, amenazas, querellas, agresiones e insultos.

La salida de Iglesias de los cargos políticos, incluidos los internos dentro de Podemos, necesariamente horizontaliza la ejecutiva y la hace más importante en su gestión política. Al no estar ya la figura sobre la que pivotaba la organización, no queda otra que hacer del órgano colegiado el órgano director de las tareas tanto del partido como del desempeño de los cargos institucionales.

Iglesias deja a Unidas Podemos en el Gobierno de España y con una sucesión interna de claro componente femenino. En el horizonte cercano, la desaparición de Ciudadanos y la inclinación a la derecha del PP, que regresa a las maneras de la Alianza Popular de Fraga, permite augurar una temporada larga donde el único gobierno posible de España es la coalición del PSOE con Unidas Podemos.

Pablo Iglesias deja la política institucional y regresa al asalto a los cielos. Un cielo que, en esta etapa, tendrá más de El Show de Truman que de El cielo puede esperar. Porque cuando ya has conocido el cielo, no se te escapa que el cielo apenas es una versión digital del infierno. Tengo la sensación de que Iglesias regresa a la política.

Fuente: https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2021/05/06/el-cielo-pablo-era-para-tanto/

Fuente de la Información: https://rebelion.org/el-cielo-pablo-era-para-tanto/

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Bochorno de ser hombre

Por: Juan Carlos Monedero

El autor hace un símil entre la violencia fascista y la violencia machista e interpela a los hombres sobre la vergüenza de serlo ante iguales como los cinco violadores de San Fermín.
Imagina que eres de la Resistencia en un país invadido por los nazis. Te los cruzas por la calle, camino del trabajo o cuando regresas cansado y la noche ha caído, y también los fines de semana, o cuando vas a estudiar y cuando sales a ver a amigos. Siempre están ahí y te asustas aunque no te miren. Siempre te sientes observado y te dices para tus adentros: que no me vean, que no me vean… Aunque piensas que si te tocara, habrá otro compañero que esa noche se librará porque los monstruos están ensañandose hoy contigo. Alguna vez hacen redadas aleatorias y te entra el pánico.

Piensas que por qué a ti, que qué mala suerte, Cuando te toca el turno, tiemblas, pero haces todo lo posible para que no se te note, porque si te huelen el miedo es peor. A veces amenazan gratuitamente a cualquiera, porque así siembran el pánico y se sienten más viriles y ejecutan más fácilmente su ritual de poder. Cuando eres el elegido crees que todo está perdido y obedeces y te humillas y haces cosas que luego te avergüenzan y te crees morir cuando piensas que la gente que quieres podrían estar viéndote obedecer como si fueras un cobarde. Cuando esa gente te elige, no tienes derechos y tu cuerpo y tu mente está al servicio de lo que quieran hacer contigo. Salen siempre buscando víctimas y han depurado sus técnicas. Y lo peor, hay gente que les apoya, la propaganda del régimen les defiende y sus superiores les dejan comportarse así.

Quitad la Resistencia y poned que son mujeres. Quitad que son nazis y poned que son la manada. Quitad que sus superiores y poned hombres con poder, viejos y conservadores (a veces hay alguna mujer que hace como si no lo fuera) o cargos políticos insensibles o directores de periódicos que tienen anuncios de prostitución justo detrás de las páginas dedicadas a la iglesia católica. Dice el magistrado Ricardo González, el que quería absolver a la manada y el que ha inclinado el fallo, arrastrando a los otros magistrados, para que no se sancione la agresión sexual, que las expresiones de la víctima, los sonidos y sus actitudes no dejan claro que no estuviera consintiendo. De noche, cinco tipos enormes y agresivos, en un portal del cual no podía escapar, y la víctima bajo los efectos del alcohol, es decir, en una situación como si fuera una menor. Dice el juez que no demostraba una absoluta pasividad.

El juez interpreta los gestos de la víctima vistos en un vídeo y yo me pregunto: ¿de dónde saca su experiencia?¿Cuáles son sus gustos sexuales para llegar a esas conclusiones?¿A qué fuentes audiovisuales recurre? ¿Qué experiencia debe tener un juez para entrar en estas consideraciones? ¿No hay obligatoriamente que pedir informes clínicos? ¿Qué considera este juez excitación sexual? ¿De qué literatura saca lo de los ojos entrecerrados? ¿Qué concepto del sexo tiene este juez para llegar a estas conclusiones?.

Y entonces creo que se vuelve a hacer cierto que aquí, en España, mientras no demuestran lo contrario, las mujeres son todas, de entrada, un poco putas y que las explicaciones, incluso cuando las violan, las tienen que dar ellas. Que si te violan borracha no es un agravante para los violadores, sino un reconocimiento de tu culpa.

Y que si te violan, algo habrás hecho, mientras que los violadores son buenos hijos y excelentes vecinos. Esta sentencia invita a las mujeres violadas a morirse, a romperse un brazo, a golpear su cabeza contra una pared, porque de lo contrario, la violación no va a ser creíble. Deberéis gritar un poco, algo, aunque os den un bofetón, os retuerzan un brazo o salgan las navajas a relucir.

Mientras, los violadores podrán dejar a sus víctimas desnudas en un portal, robarles el móvil para que no pidan ayuda y ellos seguir la fiesta. Y repetirlo cuantas veces quieran, porque en la sociedad patriarcal todo está dispuesto para que las mujeres estén ahí para satisfacer los deseos de los hombres. El derecho, el mundo laboral, los anuncios, el arte, la patria, la religión, el dinero y la legión.

No vamos a tolerar que esa imagen de la víctima de la manada sentada en un banco llorando y sin entender nada sea un pasaporte de impunidad a los monstruos. Porque a vosotras, mujeres, os va la vida en ello. No es no y una violación es una violación. No se trata de hacer populismo punitivo ni de caer en un debate a ver quién pide más años.

Se trata de que la justicia reconozca que ha habido una violación. Para que a ninguna mujer la humillen de nuevo en una sentencia después de humillarla en un portal. Algunos de nosotros, hoy, nos abochornamos de ser hombres.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=240989&titular=bochorno-de-ser-hombre-
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Volver a fusilar a Lorca

Por: Juan Carlos Monedero

Miro a España y no siempre la veo. En 1925, después de un homenaje en el restaurante Canari de la Garriga en Barcelona, Lorca firmó en el libro de oro del lugar: “Presidiario en potencia. Visca Catalunya lliure!». Primo de Rivera, el primer dictador de nuestro siglo, había prohibido cantar en catalán. Lorca, español hasta en los lunares de la cara, se indignó por la prohibición y su espíritu libre puso el cuerpo contra la represión ( a él no le dejaban estrenar Mariana Pineda). Enarbolar la bandera de la literatura y la libertad lo pagaría muy caro diez años después.

¿Quién que no sea un demente puede prohibir una lengua? Volvió a hacerlo Franco, segundo dictador del siglo. Lo hizo Esperanza Aguirre jactándose de que en Telemadrid no se hablaba catalán. Lo hicieron los que abuchearon a Raimon en Madrid y los que construyeron la emisora de los obispos como un conciliabulo de odio. Hoy esos mismos grupos están evalentonados, a veces escondidos, las más en jauría, dando a todo el mundo que piense diferente con la bandera en la cabeza. El PP anda feliz porque está tapando con la roja y amarilla, que debiera ser de todos los españoles, sus 800 cargos envueltos por corrupción. Da igual que regrese la imputación a Cristina Cifuentes. Ella es española, española, española. Somos un país donde puedes tener los tirantes con la bandera y el dinero en Suiza, Panamá o Andorra.

Puigdemont abrazó la independencia solamente para impedir que una mayoría de izquierda les echara del poder por la gestión de la crisis económica. La gente protestando en las calles de Catalunya desde 2008 estaba en contra de los recortes del gobierno de Mas, de la corrupción de Convergencia Democrática de Catalunya (CDC), de la represión de los mossos antidisturbios en las protestas de Aturem el Parlament. ¿Pero ya no nos acordamos de que Más tuvo que salir en helicóptero? Esa es la dirección política actual de la independencia. Mentiríamos si no viéramos que solo tensionando la cuerda Catalunya se ha hecho escuchar. ¿Pero va a aportar soluciones quien viene mintiendo al pueblo de Catalunya desde que mandaron llamar a Tarradellas para que no gobernara la izquierda? ¿Alguien cree de verdad que se puede apoyar ese sinsentido ignorando la manipulación de lo que está pasando?

La práctica totalidad de los gobiernos que gestionaron la crisis/estafa económica perdieron las elecciones. La astucia de CDC fue convencer a una parte importante de catalanes de que ellos eran la solución después de haber sido el problema. Astucia de mentirosos. Que han prometido la independencia y han mentido. Y que sus mentiras son tan flagrantes que solo les sirve ya el caos. Y que llevan las cosas hasta el extremo solamente porque saben que el gobierno del PP está tan desesperado como ellos, rodeado de corrupción y con una gestión patética que sólo ha beneficiado a los bancos a los que les ha regalado 60.000 millones de euros (y que hacen teatros de sacar las sedes sociales de Catalunya bailando al son que les toca la “pela”).

Hay gente que cree que hablar catalán en España es un insulto. Pero esos no son la mayoría que están protestando por el órdago insensato del gobierno de Puigdemont y la amenaza de declarar unilateralmente la independencia. Ni el conjunto de los españoles ni los catalanes aceptan que la solución sea o la declaración unilateral o la aplicación del artículo 155. Hay otras vías de solución, de mediación, de acuerdo 40 años después de la Constitución de 1978. Pero hay gente poderosa a quien la interesa lo que está pasando. Es momento de pueblo constituyente y políticos que obedezcan.

ETA, en su locura, hizo Presidente del Gobierno a José María Aznar. La estupidez de la banda les llevó a pensar que con un gobierno de la derecha tendrían la independencia. Y lo único que tuvimos, todos, fueron gobiernos de derechas que nos estropearon la vida metiéndonos incluso en una guerra. Estamos repitiendo la historia. La búsqueda violenta de la independencia está reforzando a los que han robado hasta las cucharillas y a los que no tienen un proyecto de España donde quepamos todos los españoles. Les basta decir que son españoles, muy España y mucho españoles y por arte de magia desaparecen Rato, Bárcenas, Granados, González, el rescate bancario, el vaciamiento de la hucha de pensiones o el pago de campañas electorales con dinero negro proveniente de contratos públicos a amañados. Y también la falta de sustancia de Ciudadanos, al que le basta esperar para recoger lo que se le caiga al PP. Es lo malo de tiempos donde vuelve a mandar el vientre en vez de la cabeza. La religión y la nación sirven más a la reacción que a la emancipación.

Fusilaron a Lorca‬ en 1936 y sigue siendo un desaparecido. Lo mataron por ser un hombre libre, homosexual, rojo, gitano, judío, negro. Dio igual que fuera español por los cuatro costados. Le mataron los que llevan dos siglos dictando cómo se es español. Cuando no les gusta, te quedas fuera de España. En una cuneta o en una fosa. Otro gran escritor, Vargas Llosa, va a Barcelona junto con Rafael Hernando, portavoz del PP que cree que hay españoles de segunda. Qué malos compañeros de viaje hacen la ira, la vanagloria y el dinero.

Hay una España mayoritaria, emergente, que no se puede dejar ocultar por esa minoría (¿acaso apenas diez de los 46 millones de españoles? que quiere vivir en el pasado. Hay una España mayoritaria dispuesta a cerrar su herida colonial, su herida social, su herida ciudadana y su herida territorial. Para volver a escucharnos en nuestra pluralidad, en nuestro genio, en nuestra pena y nuestra grandeza.

Mientras, algunos, puede verse en su ira envuelta en una bandera que no les pertenece, volverían a fusilar a Lorca. Por supuesto, en nombre de su España.

Fuente: http://www.cubadebate.cu/opinion/2017/10/11/volver-a-fusilar-a-lorca/#.WeAOr4_Wy00

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No pongáis vuestras sucias manos sobre la muerte

Por: Juan Carlos Monedero

No, no es lo mismo publicar la foto de Aylan que la de la niña asesinada por los fanáticos islamistas o los vídeos de los cadáveres atropellados en Las Ramblas. Una busca generar conciencia. Las otras alimentan el odio. Y precisamente porque el odio ciega, le hacen el caldo gordo a los asesinos. Asesinos que merecen, sin una brizna de duda, las más contundente de las repuestas. Y como la ira que desatan es comprensiblemente enorme, hay que combatirles con inteligencia. Nada le complace más a los bárbaros del ISIS que lograr en los telediarios la retransmisión de un degüello. Los que odian en diferentes sitios terminan necesitándose.

No se publican las fotos por las mismas razones. Una nace del dolor y la intuición de que se podía haber evitado esa muerte y la de miles de refugiados que sólo porque ya se sienten muertos van a morir encima de una embarcación de juguete para llegar a Europa. La otra nace de la estupidez, del odio racista -que es un derivado de la estupidez- y de la justificación de las propias ideas xenófobas y supremacistas que pretenden hacer suyas las víctimas aunque eso multiplique el dolor de las verdaderas víctimas.

Resulta curioso que quienes dicen que publicar ambas fotos responde a un idéntico criterio son los mismos que tienen en la cabeza una sociedad donde la corrupción no es un problema determinante para estar o no estar en el gobierno; son los mismos que antes de tener información ya acusaban a las CUP y decían que el atropello era un asunto de turismofobia (algún dipsómano incluso ha llegado a decir que las invasiones occidentales en Oriente Medio, África, Asia o América Latina eran una forma de turismo occidental que generó “turismofobia” en locos como, por ejemplo, Gandhi. Opiniones de borracho); son los mismos que consideran que los fascistas de Charlotesville son iguales que los antifascistas y suelen coincidir con los descerebrado que creen que es lo mismo la bandera de una dictadura -la franquista- que la bandera de un gobierno legítimo y legal -la de la República-. Equidistantes mientras no puedan imponer su distancia.

Las fotos en un medio de comunicación son en sí mismas el editorial del medio. Por eso los medios pantuflos publican todos los días ataques con información falsa a Podemos, truculencias, accidentes y, por supuesto, desnudos múltiples de señoras o líos redundantes entre famosos. Su ideario es la basura y sus fotos son una apología de la basura porque editorializan la basura. Por eso publican fotos o vídeos de las víctimas. Porque viven de ofrecer basura. Una foto de una víctima, especialmente del terrorismo islamista, por lo general está desprovista de contexto. A Aylan le mató el mar, que era el único camino que le dejó Europa para huir de las guerras que precisamente Europa ha creado. Pero le asesinó nuestra indiferencia. Su cuerpo sin vida en la orilla es la metáfora cruel de un proceso que nace con Occidente impidiendo que prosperen gobiernos progresistas en Oriente Medio, que organiza invasiones que rompen con arrogancia demente cualquier convivencia -los criminales Aznar, Bush y Blair en Las Azores- y que vende armas a los locos porque el negocio está por encima de cualquier dolor. Ese niño en la orilla nos habla de nuestro modelo de vida y de nuestras políticas públicas. Los padres de Aylan no querían que su niño terminara en el orilla. Los asesinos de las Ramblas querían que esa niña terminara en la acera. Compararlos es no entender que publicar esa foto es complacer a los asesinos. Es evidente que los medios -y twiteros- que han publicado las fotos y vídeos no lo hacen por connivencia con los asesinos. Pero su odio y su manera de estar en el mundo está tan quebrada que ni siquiera se dan cuenta de a quién terminan sirviendo.

Para luchar contra el terrorismo, contra cualquier terrorismo, Occidente necesita unidad. Y la unidad sólo puede lograrse sobre dos principios: que la democracia sea la base que nos una, y que sepamos que habrá que ceder parte para que nos encontremos en lo relevante, que es luchar contra los enemigos de la democracia. No es tan sencillo.

Primero hay que ponerse de acuerdo en cuáles son las bases de la democracia tanto en Europa como en otros lugares del mundo. Las propuestas de la derecha para frenar la violencia islamista son evidentes: más insistencia en el supremacismo cristiano y occidental, más represión interna y externa, más sospechas sobre la sociedad, más ley mordaza, más desconfianza y descalificación ante los que piensen diferente y, por supuesto, más castigo militar en las sociedades rotas de Irak, Siria, Libia, Yemen o Afganistán (al tiempo que no se dirá nada sobre, por ejemplo, el gobierno de Marruecos o el de Arabia Saudí). En cambio, la derecha no estará de acuerdo en acabar con los paraísos fiscales, en dejar de vender armas a gobiernos dictatoriales, en invertir para revertir la influencia cultural del islamismo radical, en recuperar económicamente a los países donde el islamismo radical aprovecha la pobreza para extenderse y en aumentar el gasto en inteligencia y prevención como forma de prevenir atentados. Ni en reconocer que desde que se decidió invadir Irak, el mundo está mucho más roto.

La izquierda por su parte tendrá que entender que el miedo social es legítimo, que no se ha avanzado gran cosa en el diálogo entre civilizaciones y religiones y que la solución no viene de ninguna afirmación simple sobre la bondad humana. En resumen, la derecha y la izquierda tendrán que apelar a la inteligencia, y viendo el mundo que se ha construido desde que unos bandidos decidieron invadir Irak no es nada sencillo. Ahí está Trump al que le cuesta incluso condenar el racismo. Malos tiempos.

Publicar la foto de Aylan nos hace mejores personas porque apela al compromiso, a la responsabilidad, a no mirar para otro lado. Publicar las fotos de las víctimas de un atentado islamista -sea en Barcelona, Niza, Londres o París- es apelar el odio y al ojo por ojo que terminará dejándonos a todos tuertos. Una foto va al corazón y a la cabeza. La otra al vientre. Por eso, los que quieren acabar con el drama de la muerte, de cualquier muerte, hablan con la muerte con dolor y respeto. En otro lado están los que sólo tienen un espacio pequeño para la empatía y sienten muy selectivamente. Son los que han defendido a los nazis de Charlottesville, los que piden “echar a los moros” de España como en 1492, los que presentan el apoyo a las Primaveras Árabes en 2011 (que hubieran frenado tanta locura) con un apoyo a los asesinos del ISIS, los que son incapaces de trenzar un artículo sin armar una milicia para entrar en guerra, los que utilizan la conmoción para barrer para una casa, la suya, que está cada vez más sucia.

Fuente: http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2017/08/18/no-pongais-vuestras-sucias-manos-sobre-la-muerte/

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11 tesis sobre Venezuela y una conclusión escarmentada

Por: Juan Carlos Monedero

“Y se empeñaba en repetir lo mismo: “Esto no es como en una guerra… En una batalla tienes el enemigo delante… Aquí, el peligro no tiene rostro ni horario”. Se negaba a tomar somníferos o calmantes: “No quiero que me agarren dormido o amodorrado. Si vienen por mí, me defenderé, gritaré, tiraré los muebles por la ventana… Armaré un escándalo…” -Alejo Carpentier, La consagración de la primavera

1. Es indudable que Nicolás Maduro no es Allende. Tampoco es Chávez. Pero los que dieron el golpe contra Allende y contra Chávez son, y eso también es indudable, los mismos que ahora están buscando un golpe en Venezuela.

2. Los enemigos de tus enemigos no son tus amigos. Puede no gustarte Maduro sin que eso implique olvidar que ningún demócrata puede ponerse al lado de los golpistas que inventaron los escuadrones de la muerte, los vuelos de la muerte, el paramilitarismo, el asesinato de la cultura, la operación Cóndor, las masacres de campesinos e indígenas, el robo de los recursos públicos. Es comprensible que haya gente que no quiera ponerse del lado de Maduro, pero conviene pensar que en el lado que apoya a los golpistas están, en Europa, los políticos corruptos, los periodistas mercenarios, los nostálgicos del franquismo, los empresarios sin escrúpulos, los vendedores de armas, los que defienden los ajustes económicos, los que celebran el neoliberalismo. No todos los que critican a Maduro defienden esas posiciones políticas. Conozco gente honesta que no soporta lo que está pasando ahora mismo en Venezuela. Pero es evidente que del lado de los que están buscando un golpe militar en ese país están los que siempre apoyaron los golpes militares en América Latina o los que priman sus negocios por encima del respeto a la democracia. Los medios de comunicación que están preparando la guerra civil en Venezuela son los mismos conglomerados mediáticos que vendieron que en Irak había armas de destrucción masiva, que nos venden que hay que rescatar a los bancos con dinero público o que defienden que la orgía de los millonarios y los corruptos hay que pagarla entre todos con recortes y privatizaciones. Saber que se comparte trinchera con semejante gente debiera llamar a la reflexión. La violencia siempre debe ser la línea roja que no debe traspasarse. No tiene sentido que el odio a Maduro ponga a nadie decente al lado de los enemigos de los pueblos.

3. Maduro heredó un papel muy difícil -gestionar Venezuela en un momento de caída de los precios del petróleo y de regreso de Estados Unidos a Latinoamérica después de la terrible aventura en Oriente Medio- y una misión imposible -sustituir a Chávez-. La muerte de Chávez privó a Venezuela y a América Latina de un líder capaz de poner en marcha políticas que han sacado de la pobreza a 70 millones de personas en el continente. Chávez entendió que la democracia en un solo país era imposible y puso sus recursos, en un momento de bonanza gracias a la recuperación de la OPEP, para que se iniciara la etapa más luminosa de las últimas décadas en el continente: Lula en Brasil, Correa en Ecuador, Morales en Bolivia, Kirchner en Argentina, Lugo en Paraguay, Mujica en Uruguay, Funes en El Salvador, Petro en Bogotá e incluso Bachelet en Chile referenciaban esa nueva etapa. La educación y la salud llegaron a los sectores populares, se completó la alfabetización, se construyeron viviendas públicas, nuevas infraestructuras, transportes públicos (después de la privatización de los mismos o la venta y cierre de los trenes), se frenó la dependencia del FMI, se debilitó el lazo con los Estados Unidos creándose la UNASUR y la CELAC.

También hay sombras, principalmente vinculadas a la debilidad estatal y a la corrupción. Pero haría falta un siglo para que los casos de corrupción en los gobiernos progresistas de América Latina sumen, por citar sólo un asunto, el coste de la corrupción que significa el rescate bancario. La propaganda de los dueños de la propaganda terminan logrando que el oprimido ame al opresor. Nunca desde la demonización de Fidel Castro fue ningún líder latinoamericano tan vilipendiado como Chávez. Para repartir entre los pobres, hubo que decirle a los ricos, de América y también de Europa, que tenían que ganar un poco menos. Nunca lo toleraron, lo que puede entenderse, especialmente en España, donde, en mitad de la crisis, responsables económicos y políticos del Partido Popular robaban a manos llenas al tiempo que decían a la gente que tenía que apretarse el cinturón ¿Iba Chávez ese “gorila” a frenarles sus negocios? Desde que ganó las primeras elecciones en 1998, Chávez tuvo que enfrentarse a numerosos intentos de derribarlo. Por supuesto, con la inestimable ayuda de la derecha española, primero con Aznar, luego con Rajoy, y la ya conocida participación de Felipe González como lobbista de grandes capitales. (Es curioso que el mismo Aznar que hizo negocios con Venezuela y con Libia luego se convirtió en ejecutor cuando se lo ordenaron. Gadafi incluso le regaló a Aznar un caballo. Pablo Casado fue el asistente de Aznar en esa operación. Luego, cosas de la derecha, celebraron su asesinato).

4. Chávez no legó a Maduro los equilibrios nacionales y regionales que construyó, que eran políticos, económicos y territoriales. Eran una construcción personal en un país que salía de tasas de pobreza del 60% de la población cuando llegó Chávez al gobierno. Hay cambios que necesitan una generación. Ahí es donde la oposición pretende estrangular a Maduro, con problemas mal resueltos como las importaciones, los dólares preferenciales o las dificultades para frenar la corrupción que desembocan en desabastecimiento. Sin embargo, Maduro supo reeditar el acuerdo “cívico-militar” que tanto molesta a los amigos del golpismo. Algo evidente, pues Estados Unidos siempre ha dado los golpes buscando apoyos en militares autóctonos mercenarios o desertores.

El ejército en América Latina solo se entiende en relación con Estados Unidos. Les han formado, sea en tácticas de tortura o en “lucha contrainsurgente”, sea en el uso de las armas que les venden o en el respeto debido a los intereses norteamericanos. En Venezuela, los mismos que formaron a los asesinos de la Escuela Mecánica de la Armada argentina o que sostuvieron al asesino Pinochet lo tienen complicado (el asalto por parte de mercenarios vestidos de militares a un cuartel en Carabobo buscaba construir la sensación de fisuras en el ejército, algo que a día de hoy no parece que exista). Igual que ha comprado militares, Estados Unidos siempre ha comprado jueces, periodistas, profesores, diputados, senadores, presidentes, sicarios y a quien hiciera falta para mantener a América como su “patio trasero”. El cártel mediático internacional siempre le ha cubierto las espaldas. Es la existencia de Estados Unidos como imperio lo que ha construido el ejército venezolano. Los nuevos oficiales se han formado en el discurso democrático soberano y antiimperialista. Son mayoría. Hay también una oficialidad -la mayoría ya jubilándose- que se formó en la vieja escuela y sus razones para defender la Constitución venezolana serán más particulares. Las deficiencias del Estado venezolano afectan también al ejército, aún más en zonas problemáticas como las fronteras. Pero los cuarteles en Venezuela están con el Presidente constitucional. Y por eso es aún más patético escuchar al demócrata Felipe González pedir a los militares venezolanos que den un golpe contra el gobierno de Nicolás Maduro.

5. A esas dificultades de heredar los equilibrios estatales y los acuerdos en la región (la amistad de Chávez con los Kirchner, con Lula, con Evo, con Correa, con Lugo), hay que añadir que la pugna de Arabia Saudí con el fracking y con Rusia, hundió los precios del petróleo, principal riqueza de Venezuela. Esta inesperada caída del precio del petróleo colocó al gobierno de Maduro en una situación complicada (es el problema de los “monocultivos”. Basta para entenderlo pensar qué ocurriría en España si se hundiera un 80% el turismo por causas ajenas a ningún gobierno. ¿Sacaría Rajoy siete u ocho millones de votos en una situación así?). Maduro ha tenido que reconstruir los equilibrios de poder en un momento de crisis económica brutal.

6. La oposición en Venezuela lleva intentando dar un golpe de Estado desde el mismo día que ganó Chávez. Venezuela fue el mascarón de proa del cambio continental. Acabar con Venezuela es abrir la espita para que ocurra lo mismo en los sitios donde aún no ha regresado el neoliberalismo. A las oligarquías les molestan los símbolos que debilitan sus puntos de vista.Pasó con la II República en 1936, pasó en Chile con Allende en 1973. Acabar con la Venezuela chavista es regresar a la hegemonía neoliberal e, incluso, a las tentaciones dictatoriales de los años setenta.

7. Venezuela tiene además las reservas de petróleo más grandes del mundo, agua, biodiversidad, el Amazonas, oro, coltán -quizá la reserva más grande del mundo de coltán-. Los mismos que han llevado la destrucción a Siria, a Irak o a Libia para robarles el petróleo, quieren hacer lo mismo en Venezuela. Necesitan ganarse previamente a la opinión pública para que el robo no sea tan evidente. Necesitan reproducir en Venezuela la misma estrategia que construyeron cuando hablaban de armas de destrucción masiva en Irak. ¿O no se creyó mucha gente honesta que había armas de destrucción masiva en Irak? Hoy, aquel país antaño próspero es una ruina. Quien se creyó aquellas mentiras del PP, que mire cómo está hoy Mosul. Enhorabuena a los ingenuos. Las mentiras siguen todos los días. La oposición puso una bomba al paso de policías en Caracas y todos los medios impresos publicaron la foto como si la responsabilidad fuera de Maduro. Un helicóptero robado lanzó granadas contra el Tribunal Supremo y los medios lo silencias. Son actos terroristas. De esos que abren portadas y los telediarios. Salvo cuando suceden en Venezuela. Un referéndum ilegal en Venezuela “presiona al régimen hasta el límite”. Un referéndum ilegal en Catalunya es un acto cercano al delito de sedición.

8. El cártel mediático internacional ha encontrado un filón. Se trata de una reedición del miedo ante la Rusia comunista, la Cuba dictatorial o el terrorismo internacional (nunca dirán que el ISIS es una construcción occidental financiada con capital norteamericano principalmente). Venezuela se ha convertido en el nuevo demonio. Así se les permite acusar de “chavistas” a los adversarios y les evita hablar de la corrupción, del vaciamiento de las pensiones, de la privatización de los hospitales, las escuelas y las universidades o de los rescates bancarios. Mélenchon, Corbyn, Sanders, Podemos o cualquier fuerza de cambio en América Latina son descalificados con la acusación de chavistas, ahora que acusar de comunistas o de etarras tiene poco recorrido. El periodismo mercenario lleva años con esa estrategia. Nadie nunca ha explicado qué política genuinamente bolivariana va en los programas de los partidos de cambio. Pero da lo mismo. Lo importante es difamar.Y gente de buena voluntad termina creyendo que hay armas de destrucción masiva o que Venezuela es una dictadura donde, curiosamente, todos los días la oposición se manifiesta (incluso atacando instalaciones militares), donde los medios critican libremente a Maduro (no como en Arabia Saudí, Marruecos o Estados Unidos) o donde la oposición gobierna en alcaldías y regiones. Es la misma táctica que construyó durante la guerra fría el “peligro comunista”. Por eso en España, con Venezuela, tenemos una nueva Comunidad Autónoma de la que solamente falta que nos digan al final de los telediario el tiempo que va a hacer en Caracas ese día. De cada cien veces que se dice “Venezuela”, noventa y cinco sólo buscan distraer, ocultar o mentir.

9. Venezuela tiene un problema histórico que no ha resuelto. Al carecer de minas durante la colonia, no fue un Virreinato, sino una simple capitanía general. El siglo XIX fue una guerra civil permanente, y en el siglo XX, cuando se empezó a construir el Estado, ya tenían petróleo. El Estado venezolano siempre ha sido rentista, carente de eficacia, agujereado por la corrupción y rehén de las necesidades económicas de los Estados Unidos acordadas con las oligarquías locales. El choque entre la Asamblea y la jefatura del Estado actual debiera haberse zanjado jurídicamente. Señales de la ineficiencia vienen siendo evidentes desde hace tiempo. El rentismo venezolano no se ha superado. Venezuela redistribuyó la renta del petróleo entre los más humildes, pero no ha superado esa cultura política rentista ni ha mejorado el funcionamiento de su estado. Pero no nos engañemos. Brasil tiene una estructura jurídica más consolidada y el Parlamento y algunos jueces han dado un golpe de Estado contra Dilma Roussef. Donald Trump puede cambiar a la Fiscal General y no pasa nada, pero si lo hace Maduro, Jefe del Estado igualmente elegido en unas elecciones, se le acusa de dictador. Una parte de las críticas a Maduro son tramposas porque olvidan que Venezuela es un sistema presidencialista. Es por eso que la Constitución permite al Presidente convocar una Asamblea Constituyente. Gustará más o menos, pero el artículo 348 de la Constitución vigente de Venezuela faculta al Presidente en esa tarea, igual que en España el Presidente del Gobierno puede disolver el Parlamento.

10. Zapatero y otros ex Presidentes, el Papa, Naciones Unidas vienen pidiendo a ambas partes en Venezuela que dialoguen. La oposición reunió en torno a siete millones de votos (si bien es más complicado que puedan llegar a ese acuerdo en torno a un candidato o candidata a la Presidencia del país). Maduro, en un contexto regional muy complicado, con fuertes estrecheces económicas que afectan a la compra de insumos básicos, incluidas medicinas, ha juntado ocho millones de votos (aunque sean siete, según las declaraciones tan sospechosas del Presidente de Smarmatic, que acaba de firmar un contrato millonario en Colombia). Venezuela está claramente dividida. La oposición, como otras veces, ha optado por la violencia y luego no entiende que Maduro sume tantos millones de apoyos. Si en España un grupo quemase centros de salud, quemase escuelas, disparara contra el Tribunal Supremo, asaltara cuarteles, contratara a marginales para sembrar el terror, impidiese con formas de lucha callejera el tránsito e, incluso, quemase vivas a personas por pensar diferente ¿alguien se extrañaría que la ciudadanía votase en la dirección contraria a esos locos?

11. Fracasada la vía violenta, a la oposición venezolana le quedan dos posibilidades: seguir con la vía insurreccional, alentada por el Partido Popular, Donald Trump y la extrema derecha internacional, o intentar ganar en las urnas. Estados Unidos sigue presionando (en declaraciones a un semanario uruguayo, el Presidente Tabaré dijo que votó para expulsar ilegalmente a Venezuela del Mercosur por miedo a las represalias de los países grandes). 57 países de Naciones Unidas han exigido que se respete la soberanía de Venezuela. Como Estados Unidos no logra mayoría para forzar a Venezuela, insiste en inventar espacios (como la Declaración de Lima, sin ninguna fuerza jurídica porque no han conseguido mayoría en la OEA). La derecha mundial quiere acabar con Venezuela, aunque eso le cueste sangre y fuego a la población venezolana. Por eso algunos opositores, como Henry Ramos-Allup, han llamado al fin de la violencia. Venezuela tiene en el horizonte elecciones municipales y regionales. Es el escenario donde la oposición debiera demostrar esa mayoría que reclaman. Venezuela tiene que convocar esas elecciones y es una oportunidad excelente para medir electoralmente las fuerzas. Porque, de lo contrario, el choque que estamos viendo se enquistará y se convertirá en una gangrena terrible.

¿A quién le interesa una guerra civil en Venezuela? No nos engañemos. Ni al PP ni a Trump le interesan los derechos humanos. Si así fuera romperían con Arabia Saudí, que va a decapitar a quince jóvenes por manifestarse durante la Primavera Árabe, o dan latigazos a las mujeres que conducen; o con Colombia, donde van 150 asesinados por los paramilitares en los últimos meses; o en México, donde se asesina cada mes a algún periodista y aparecen fosas comunes con decenas de cadáveres. Penas de 75 años están pidiendo en Estados Unidos contra manifestantes contra las políticas de Trump. Venezuela se ha convertido en España en la 18 Comunidad Autónoma sólo porque el Presidente Rajoy ha tenido que comparecer como testigo por la corrupción en su partido. Es más airoso hablar de Venezuela que de la corrupción de los 800 cargos del PP imputados. Hay ingenuos que les creen.¿Qué dirán ahora que el grueso de la oposición ha aceptado participar en las elecciones regionales? El pacto entre el PSOE y Podemos en Castilla-La Mancha ha sido presentado por la derecha manchega como el comienzo de la venezonalización de España. Cuánta caradura y cuánta estupidez. Hay gente que les cree. Mientras, el PP guarda silencio ante, por ejemplo, las persecuciones que la dictadura monárquica marroquí hace en España de los disidentes políticos, o encarcela por orden del dictador Erdogan a un periodista crítico con la dictadura turca. ¿Nos va a decir alguien que a estos gobiernos les interesan los derechos humanos?

Conclusión: no hace falta comulgar, ni mucho menos, con Maduro y su manera de hacer las cosas, para no aceptar el golpe de Estado que se quiere construir en Venezuela. Estamos hablando de no volver a cometer los mismos errores creyéndonos las mentiras que construyen los medios. Venezuela tiene que solventar sus problemas dialogando. Y es evidente que tiene problemas. Pero dos mitades enfrentadas no van a ningún lado monologando. Aunque a una parte le apoyen los países más poderosos del ámbito neoliberal. Ni el PP ni la derecha quieren diálogo. Quieren que Maduro se entregue. ¿Y cree alguien que los ocho millones de votantes de la Asamblea Constituyente se iban a quedar de brazos cruzados? El nuevo gobierno les reprimiría e, incluso, les asesinaría. Los medios dirían que la democracia venezolana se estaría defendiendo de los enemigos de la democracia. Y volvería a haber gente ingénua que les creería. Desde el resto del mundo, en nombre de la democracia, bastan dos cosas: exigir y alentar el diálogo en Venezuela, y entender que sería bueno no permitir ni al PP ni a las derechas internacionales, empezando por Donald Trump, reeditar una de sus miserias más horribles que consiste en sembrar dolor en otros sitios para ocultar el dolor que construyen en nuestros propios países.

Fuente: http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2017/08/11/11-tesis-sobre-venezuela-y-una-conclusion-escarmentada/ 

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A no callar los actos de terrorismo

Por: Juan Carlos Monedero

Cada vez que toleramos en Venezuela la quema de instituciones, la violencia callejera, los asesinatos, el asaltos a instalaciones militares, el desconocimiento de las leyes, nos estamos haciendo un enorme daño a nosotros mismos.

Nunca escarmentamos en cabeza ajena. Quizá por eso los ricos cada vez son más ricos y los pobres cada vez más pobres. Ya en el siglo XVI se preguntó un joven francés por qué los pobres escogen a sus verdugos. Le echó la culpa a la rutina. En Venezuela rompe la rutina un helicóptero robado y piloteado por un golpista que dispara contra el Tribunal Supremo de Justicia, unos opositores que prenden fuego vivo a un chavista, gente que odia tanto a Maduro que disparan desde las ventanas de los barrios caros y matan a los suyos.

Cuando Ulises y su tripulación llegaron a la isla de la hechicera Calipso, el problema no fue la hermosura del paisaje o la suculencia de los manjares, sino que la búsqueda de la patria había sido derrotada por la desmemoria. La maldición del olvido detiene el viaje. Sin memoria no hay proyecto y sin historia la nave se queda parada en un lugar sin gloria. En Venezuela llevan más de diez años repitiendo un manual de guerra escrito en las cancillerías imperiales.

Ocurrió en España en julio de 1936, cuando las potencias occidentales decidieron abandonar a la II República argumentando que se había escorado a la izquierda. Ocurrió en septiembre de 1973, cuando las democracias occidentales decidieron abandonar al Chile de Allende y el Frente Popular porque la Guerra Fría dictaba sus claves. Lleva pasando en Venezuela desde diciembre de 1998 cuando Hugo Chávez rompió la maldición que condenaba a la soledad a Venezuela y a América Latina y el “mundo libre” entendió que la libertad no se comparte con las mayorías.

El modelo neoliberal no aguanta. Por eso cada vez está más violento. Y por eso las victorias cada vez son más luminosas.

Ahí está Lenín Moreno en Ecuador y Evo Morales en Bolivia. Ahí está Jeremy Corbyn en Gran Bretaña, Bernie Sanders en Estados Unidos, Podemos en España, como señales que avanzan frente a la decadencia de Theresa May, la insania de Donald Trump o la corrupción de Mariano Rajoy. Ahí están igualmente los pueblos alzados de América Latina enfrentados al corrupto Temer en Brasil, al envilecido Macri en Argentina, al peluche Peña Nieto en México o al mentiroso de Santos en Colombia. Y también están en las calles de Santiago defendiendo el Frente Amplio o en las calles de Caracas sosteniendo el gobierno de Nicolás Maduro porque saben que los corsarios de la oposición vienen con el cuchillo en la boca y pasaporte norteamericano.

En Caracas hay un choque de legitimidades: el Legislativo no reconoce al Ejecutivo, y el Ejecutivo busca salidas que todavía tiene que explicar mejor. También en España hay un choque de legitimidades. El gobierno catalán no reconoce la Constitución española ni las órdenes emanadas del gobierno. El gobierno de Rajoy apela a la ley en España. Calla sin embargo cuando la oposición comete actos de terrorismo en Venezuela. La oposición venezolana está buscando un golpe de Estado como en España en el 36, en Chile en el 75, en Venezuela en 2002. ¿Por qué calla la OEA? ¿Por qué calla Estados Unidos? ¿Por qué calla España? Solo hay una explicación: tienen una comunidad de intereses con los terroristas venezolanos. Es impensable que en España alguien contrario al gobierno robara un helicóptero y lanzara granadas y disparara contra instituciones del Estado. Sería señalado como un intento de golpe de Estado y como un acto de terrorismo. La Unión Europea se pronunciaría. Las policías se pondrían en alerta para detener a los terroristas. Pero Almagro calla, Rajoy calla, Trump calla. ¿Qué comparten con los golpistas?

Primero se llevaron a los judíos, pero como yo no era judío no dije nada… Así explicó el clérigo Martin Niemöller el nazismo. Cuando se dieron cuenta era demasiado tarde. Cualquier demócrata que calle ante lo que está sucediendo en Venezuela está comportándose como aquellos temerosos alemanes.

Sólo hay una solución en Venezuela: paz, diálogo y respeto a la ley. Y los opositores que están anegando una salida, que no son todos los que se sienten contrarios al gobierno de Maduro, debieran saber que en ningún lugar del mundo pueden tener favor ni apoyo. Cada vez que un gobierno recibe a golpistas, cada vez que un gobierno silencia actos terroristas, cada vez que una democracia mira para otro lado ante actos contrarios a la democracia, cada vez que toleramos en Venezuela la quema de instituciones, la violencia callejera, los asesinatos, el asaltos a instalaciones militares, el desconocimiento de las leyes, nos estamos haciendo un enorme daño a nosotros mismos. Es legítima y necesaria la oposición a cualquier gobierno. Pero cuesta demasiado levantar una democracia para no darnos cuenta de que hay en marcha un intento claro de tumbarla en Venezuela. Y si cae Venezuela, los autoritarios de siempre en América Latina creerán que les ha llegado la hora de la venganza.

Ha pasado en muchos otros lugares en muchos momentos de la historia. Hay gente en Venezuela que quiere salir del gobierno de Maduro con un golpe de Estado, con una guerra civil como en Libia o en Siria, con una golpe parlamentario como en Brasil. Es momento de que cada demócrata del mundo deje claro que eso no puede ocurrir con su silencio.

* Politólogo. Miembro de Podemos, España.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=228605

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