Saltar al contenido principal
Page 2 of 2
1 2

EduCaaS: un entorno digital de aprendizaje y creación en equipo

Juan Freire

Hace poco nos preguntábamos si necesitamos nuevos entornos digitales en educación para proponer que si los necesitamos siempre que promuevan la independencia, “libertades”, y capacidad de acción de los que aprenden y siempre que su diseño esté pensado desde la perspectiva de que las prácticas mediadas digitalmente se modifican, a veces radicalmente, respecto a sus versiones completamente analógicas. Pero además la “digitalización de la educación” se está olvidando en gran medida de los procesos de aprendizaje activo basado en competencias y proyectos. La “innovación digital” en educación sigue empeñada en facilitar el consumo de contenidos, no su creación.

Con esos retos, la reflexión y análisis de los procesos de aprendizaje que forman parte de los programas de Mondragon Team Academy y el trabajo intensivo de diseño y despliegue de XTribe, estamos construyendo EduCaaS, un entorno digital creativo y de aprendizaje desarrollado sobre las tecnologías de código abierto, microservicios y RESTful APIs. Este proyecto se encuentra ya en fase de prototipado con usuarios y lo ha hecho posible un equipo en el que participan David Lareo, Jose Mari Luzárraga y las personas que estamos impulsando XTribe.

¿Qué es EduCaaS?

EduCaaS es una plataforma diseñada para procesos colectivos de aprendizaje y creación digital cuyo objetivo es incorporar herramientas digitales a los programas de aprendizaje activo basados en competencias … o dicho de otro modo es útil para cualquier equipo que debe crear y desarrollar proyectos y en ese proceso genera nuevo conocimiento. Para ello EduCaaS proporciona a la comunidades de práctica un entorno digital escalable que genere un marco para el desarrollo de talento, acelere el aprendizaje en equipo, y cree una red abierta e interoperable de contenido generado por la comunidad.

EduCaaS no pretende reinventar la rueda ni “obligar” (lo que además sería una pretensión condenada al fracaso) a las personas y equipos a estar atados a determinada aplicación, tecnología o método de trabajo. Al contrario, para potenciar la autonomía de los usuarios ha sido diseñado con una arquitectura abierta, que integra soluciones open source, que busca:

  • La sencillez, no necesita conocimientos previos, los usuarios se independizan de los expertos.
  • La agilidad, permite cubrir las distintas fases de un proyecto (idea, prototipo…) de forma eficaz y rápida.
  • La escalabilidad, está preparada desde un inicio para asumir todo el crecimiento que el producto final exija.
  • La confiabilidad, está construida sobre los hombros de tres gigantes: arquitectura basada en microservicios, RESTful APIs y software de código abierto.

Nuestro objetivo final es trasladar la filosofía del software de código abierto al aprendizaje, el trabajo en equipo y los contenidos: los usuarios podrán crear objetos digitales, usar y remezclar los contenidos de manera creativa sin restricciones. 

A hombros de gigantes

La arquitectura basada en microservicios es la alternativa a las arquitecturas monolíticas convencionales. En nuestro caso las aplicaciones se conciben como una red de servicios escalables, ligeros e independientes que se comunican entre sí de manera ágil y sincronizada. Docker, el standard en la industria, permite “containerizar” cualquier aplicación para ser integrada en EduCaaS.

Las RESTful APIs están impulsadas desde un consorcio formado por las compañías líderes del sector que apuestan por la estandarización de las APIs REST. Microsoft, IBM, Google o Paypal son algunas de estas compañías. Las APIs son el pegamento que permite conectar las aplicaciones modernas con servicios de terceros, fuentes de datos u otras aplicaciones. Todos los servicios integrados en EduCaaS tienen su propia API diseñada conforme a los standards, lo cual posibilita que los contenidos creados con EduCaaS se integren en un ecosistema hiperconectado que transformará la manera en la que producimos y remezclamos contenido en la web.

Por último, el software de código abierto permite a los usuarios utilizar, cambiar, mejorar el software y redistribuirlo, ya sea en su forma modificada o en su forma original. Frecuentemente se desarrolla de manera colaborativa y los resultados se publican en internet. Casi el 80% de los negocios en internet están construidos sobre software de código abierto, y su avance es indiscutible. Github es el principal catálogo de software libre, alojando más de 35 millones de proyectos y casi 15 millones de usuarios en todo el mundo.

¿Qué hay dentro de EduCaaS?

La modularidad y flexibilidad de EduCaaS permite un despliegue por capas, que los usuarios podrán activar en función de sus necesidades:

  1. Directorio de usuarios y control de permisos integrado con Google Apps (Regístrate una vez con tu cuenta de Google y disfruta de todas las apps a las que tengas acceso)
  2. Interfaz de usuario personalizada, panel de control y analítica para entrenadores para medir el rendimiento de los equipos y las personas
  3. Herramientas de colaboración, gestión de proyectos y producción de contenidos digitales. Aplicaciones de gestión de proyectos, productividad y producción de herramientas digitales integradas en tu propia infraestructura digital construida con Rancher. EduCaaS funciona como un hub de aplicaciones.
  4. Herramientas de aprendizaje basado en contenidos utilizando:
    • Open edX: la plataforma que utiliza edX, MOOCs y cursos online de las principales universidades del mundo.
    • Unhangout: sistema de “anticonferencias” diseñado por el MIT que permite organizar encuentros online masivos a través de Google Hangout.
    • PubPub: servicio abierto de producción de contenidos con sistema distribuido de revisiones,
    • Y otras aplicaciones desarrolladas por los principales actores de la comunidad EdTech internacional como el MIT, P2P University y otras organizaciones educativas.

En estos momentos EduCaaS está a punto de alcanzar su versión beta lo que permitirá, en los próximos meses, desarrollar experiencias piloto en diversos proyectos y programas educativos y de creación y desarrollo empresarial. A la vez estamos activando la comunidad de desarrolladores, usuarios y stakeholders que garantice la sostenibilidad y evolución continua de la propia plataforma.

 

Fuente del articulo:http://juanfreire.com/educaas-entorno-digital-de-aprendizaje-y-creacion-en-equipo/
Fuente de la imagen: http://juanfreire.com/wp-content/uploads/2016/07/educaas_web.png
Comparte este contenido:

¿Necesitamos nuevos entornos digitales en educación?

Juan Freire

La transformación educativa pasa por un cambio radical en las pedagogías y los modelos organizativos, y ese es el ámbito en que aspiran a generar disrupción proyectos como XTribe o Mondragon Team Academy. Sin embargo, no es posible el cambio hoy en día (ni lo era hace ya casi una década) si no entendemos la realidad híbrida en que vivimos y como las plataformas y entornos digitales cambian todas y cada una de nuestras prácticas individuales y colectivas. No se trata ya de que digitalicemos nuestras prácticas, si no de que asumamos que lo digital cambia la forma en la que trabajamos, creamos y nos relacionamos. Por tanto, necesitamos que las nuevas pedagogías, sean digitales, analógicas o híbridas, se construyan sobre entornos digitales.

Hasta el momento la inmensa mayoría de plataformas digitales de aprendizaje (desde los enfoques Moodle o Blackboard a los MOOCs) siguen centradas en los procesos educativos convencionales organizados alrededor del consumo de contenidos y gestionados de modo centralizado desde figuras equivalentes a las del profesor (que actúan como curadores, diseñadores, evaluadores…).

Sin embargo, los modelos de aprendizaje se han diversificado enormemente, especialmente con la nueva centralidad, al menos en el deseo y las declaraciones, de los procesos activos, colectivos, centrados en competencias y basados en la producción. Los participantes en estos procesos suelen utilizar plataformas “no educativas” que permiten la gestión de proyectos, la producción de contenidos y la producción de objetos digitales.

La paradoja es que poco a poco la mayor parte de procesos de aprendizaje escapan de las plataformas educativas y buscan su propio camino digital siempre que las instituciones que los controlan lo permiten. En caso contrario suelen generar frustración y resultados mediocres porque la calidad y diversidad de aplicaciones y servicios es muy superior en el mundo exterior que en las plataformas controladas desde las organizaciones educativas.

Si permitimos la libertad de elección, el hecho de que las instituciones educativas no ofrezcan ese tipo de servicios no significa ya una barrera para que los usuarios encuentren alternativas. En este sentido, ¿por qué la ausencia de una oferta propia de los programas e instituciones educativos debería ser un problema? En realidad la integración de entornos digitales especialmente diseñados para ese fin en los procesos de aprendizaje sigue ofreciendo varias ventajas esenciales:

  • facilitar el acceso a aplicaciones y herramientas reduciendo las necesidades de conocimiento y habilidades técnicas para poder desarrollar proyectos;
  • proporcionar un entorno integrado donde poder desplegar las diferentes aplicaciones y servicios necesarios bajo un mismo interfaz e identidad;
  • disponer de paneles de control y sistemas de monitorización e indicadores para el seguimiento de la actividad y producción de las personas y equipos que aprenden.

Además, podemos observar este problema desde otra perspectiva: la de los equipos y organizaciones que desarrollan proyectos y que, aunque no lo denominemos así, están inmersos en un proceso de aprendizaje intenso. Estos equipos presentan necesidades similares a las de los involucrados en programas de aprendizaje activo y por tanto la disponibilidad de herramientas como las que definimos anteriormente podría serles enormemente útil.

Por tanto, no se trata tanto de decidir si necesitamos plataformas y herramientas digitales como de definir cuales son las características de las que necesitamos. Y en segundo término no debemos intentar re-inventar la rueda tratando de construir aplicaciones que replican funcionalidades ya existentes. La estrategia pasa más bien por aprovechar la enorme cantidad y calidad de oferta tecnológica de código abierto existente y de impulsarse en las grandes tendencias tecnológicas que amplían las libertades de las personas y equipos que crean y aprenden en la estela de las libertades del software libre:

  • La independencia de los expertos para usar herramientas digitales.
  • La independencia de la propia tecnología, posible hoy en día con la curación de contenidos (al modo en que lo realiza la comunidad GitHub). La posibilidad de la traducción de cualquier aplicación a un microservicio, su containerización, es la respuesta tecnológica que nos independiza de expertos y tecnologías.
  • La libertad de uso y remezcla de contenidos sin restricciones, que es más posible que nunca gracias a las RESTful APIs.

Por todo lo anterior una serie de personas hemos decidido aliarnos y crear EduCaaS, un entorno digital creativo y de aprendizaje construido sobre las tecnologías de código abierto, microservicios y RESTful APIs. En los próximos posts explicaremos qué es EduCaaS y porque este entorno es nuestra respuesta, crítica y constructiva, a la actual burbuja de la “transformación digital”.

Fuente del articulo: http://juanfreire.com/necesitamos-nuevos-entornos-digitales-en-educacion/

Fuente de la imagen: http://juanfreire.com/wp-content/uploads/2016/07/containers_2.png

Comparte este contenido:

Del aprendizaje expandido a la transformación de la educación

Juan Freire

[Este texto es la introducción y contextualización del curso del mismo nombre (programa del curso en pdf) qorganizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) y el Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y Formación del Profesorado (INTEF) del MECD. Se publicó inicialmente en educaLAB, el blog de INTEF, con el título de La educación expandida]1. El escenario del cambio educativo

Los cambios sociales y tecnológicos de las últimas décadas por una parte obligan, pero por otra ayudan, a la evolución de la educación tal como han hecho en muchos otros ámbitos como la política, la cultura o la empresa. Es esta una relación inicialmente conflictiva pero que si se logra traspasar la fase dialéctica para llegar a un enfoque basado en el diálogo entre agentes puede conducir a mejores procesos de aprendizaje tanto formales como informales. Estos cambios podemos definirlos a partir del desarrollo de tres elementos básicos como son las tecnologías sociales, las nuevas comunidades de práctica y los laboratorios ciudadanos que se convierten en piezas clave para entender el escenario actual.

Las tecnologías sociales se originan con el surgimiento de Internet que ha sido el espacio de acción donde se han desarrollado «todo tipo de tecnologías (infraestructuras, hardware, software, servicios web) que son susceptibles de ser utilizadas para el empoderamiento ciudadano, y especialmente para el desarrollo autónomo de proyectos colaborativos». Estas tecnologías son sociales porque van asociadas al nacimiento de comunidades de práctica que las construyen, las hacen crecer, las gestionan y las utilizan en sus propios proyectos. Pero estas son nuevas comunidades, que a diferencia de las tradicionales son electivas, múltiples, recursivas y combinan procesos y espacios analógicos y digitales. Su mayor novedad en todo caso quizás resida en la escala que alcanzan, dado que la tecnología permite procesos de coordinación entre grandes colectivos que antes eran inviables o muy costosos. De este modo hoy en día contamos con multitudes inteligentes capaces de generar verdadera inteligencia y acción colectivas (más allá de la mera agregación estadística y minería de datos). Estas comunidades son herederas en muchos de sus valores y reglas de gobierno de las comunidades hacker dado que se basan en su funcionamiento en el consenso aproximado, la posibilidad de hacer «fork», y la cultura digital (meritocracia; conciencia de red; «makers» dado que la reflexión se sustenta en la acción, en el hacer).

 

Por último, para completar el dibujo que hacemos del presente debemos incluir los laboratorios ciudadanos que constituyen la evolución de los espacios públicos institucionales dedicados al consumo cultural a otros enfocados a la producción ciudadana. Espacios donde ocurre la producción colaborativa entre diferentes públicos, y que normalmente conlleva la transdisciplinariedad y la participación activa de amateurs y profesionales en el desarrollo de proyectos que generan nuevo conocimiento. Estos laboratorios son diversos en sus orígenes dado que en ocasiones suponen la evolución de centros cívicos y culturales, en otras son espacios de coworking, o incluso las tradicionales bibliotecas que desarrollan nuevos programas para dar servicio a sus usuarios. Pero son también diversos porque son creados y gestionados tanto por instituciones públicas, como por empresas o diferentes tipos de organizaciones ciudadanas.

2. Donde sucede hoy en día la educación

La educación no puede permanecer al margen de las innovaciones sociales y tecnológicas descritas antes. En este nuevo contexto es relevante por una parte comprender que innovaciones afectan a los procesos de aprendizaje y a los roles de las instituciones educativas y por otra reflexionar estratégicamente sobre como debe transformarse la educación para aprovechar de forma óptima este nuevo escenario. No vamos a recopilar aquí los múltiples proyectos que, de manera directa o indirecta, afectan a la educación, pero si utilizaré algunos casos que creo son paradigmáticos de lo que está sucediendo. En el ámbito digital puede valer como referencia lo que están representando los MOOCs (massive open online courses) que demuestran que hoy en día el proceso nuclear en que se han basado la mayor parte de estrategias pedagógicas en las últimas décadas, la transferencia de conocimiento, puede suceder ya de modo igual o más efectivo por otras vías (usando otros canales y con la participación otros agentes). Pero además de los MOOCs han nacido múltiples comunidades digitales centradas en intereses comunes (casi siempre aparentemente alejados del ámbito educativo) que se convierten en espacios de producción de conocimiento y que a la vez permiten el aprendizaje de contenidos y competencias por los participantes.

Pero no toda, ni tan siquiera la mayoría, de la innovación educativa sucede «dentro» de Internet. El valor de las tecnologías sociales no reside tanto en los proyectos digitales en si mismos como en su papel como instrumento para desarrollar proyectos que van más allá de lo digital. Y en este sentido tan importante como la propia tecnología es la comunidad y sus nuevos modos de relación y gobernanza. Tomemos como ejemplo el caso de El Campo de Cebada donde «vecinos y vecinas del Distrito Centro [de Madrid] agrupados, para fomentar el uso temporal del solar del derribado polideportivo de La Latina». Con estos vecinos trabajan activamente activistas políticos y urbanistas (como el colectivo Zuloark) mostrando la superación de la distinción tradicional entre lo amateur y lo profesional. El Campo de Cebada se ha convertido en un espacio que acoge comunidades que desarrollan diversas actividades, muchas de ellas con un fuerte componente educativo. Pero al mismo tiempo el propio espacio es una infraestructura educativa ya que facilita que diversos colectivos desarrollen proyectos que son su vehículo de aprendizaje. El Campo de Cebada es un espacio público analógico, pero es consecuencia también de las tecnologías sociales y las nuevas comunidades que describíamos antes que lo han convertido en un laboratorio ciudadano. Lo digital está presente como herramienta de coordinación y gestión, pero también como modelo organizativo y como ética. Por todas estas razones este proyecto acaba de recibir el premio Golden Nica de Digital Communities delPrix Ars Electronica 2013.

3. (Casi) todo puede ser aprendizaje: la educación expandida

 Aprender no ha sido nunca algo que solo suceda dentro de espacios acotados e institucionalizados para ese fin. La vida es un continuo de experiencias que significan oportunidades para aprender. Esto siempre ha sido así pero quizás lo es hoy más que nunca por el potencial educativo que representan las tecnologías sociales, los nuevos entornos de comunidades de práctica y los laboratorios ciudadanos. En 2009 gracias al trabajo del colectivo Zemos98 se empezó a utilizar el término educación expandida para referirse al hecho de que “la educación puede suceder en cualquier momento y en cualquier lugar”, que fue el subtítulo elegido para el libro que recoge una serie de reflexiones teóricas y casos de prácticas de aprendizaje expandido y que «bebe de las propuestas de la educación no formal, del activismo social y de la investigación en procesos de participación». El reconocimiento de estas prácticas expandidas como  educación ha provocado un renovado interés desde instituciones y colectivos y está sentando las bases para por una parte abrir las instituciones educativas a la sociedad incorporando estas prácticas en los currículos.

4. Los retos de la transformación de la educación

Nos encontramos por tanto en un momento de transformación radical de la educación. Podemos entender que el nuevo entorno tecno-social es el que fuerza este cambio, pero a la vez es el que abre nuevas e inmensas posibilidades para desarrollar procesos educativos más potentes e integradores. El primer reto se relaciona con lo comentado respecto a la educación expandida: cómo incorporar las experiencias de construcción colectiva de conocimiento que suceden fuera de las aulas (sean los MOOCs o proyectos como El Campo de Cebada) y de las instituciones educativas (tanto en el espacio público como en comunidades digitales) pero que son procesos con un importante componente de aprendizaje.

Pero esto no es más que una parte del desafío y de la oportunidad. Al tiempo, la propia Educación, la que sucede desde las instituciones, se debe transformar para seguir siendo significativa y con relevancia social. Dentro de esta transformación es precisa la evolución de los modelos pedagógicos hacia otros que se enfocan en las competencias, en el desarrollo de proyectos («aprender haciendo» inspirado en la idea de que el aprendizaje es más efectivo cuando se basa en problemas y retos específicos), a la vez que se hace un uso intensivo de la tecnología digital tanto en la transferencia de conocimiento como en la interacción y desarrollo de proyectos. Por último, un aprendizaje realmente significativo solo es posible cuando el estudiante trata de entender su entorno más cotidiano y aplica lo que aprende a la resolución de problemas próximos y reales en la relación con otros agentes sociales. Esta idea nos lleva al concepto de ecosistemas de aprendizaje, y a la necesidad de desarrollar entornos donde la educación se mezcle con otros agentes como empresas y organizaciones sociales.

Un ejemplo paradigmático de este nuevo enfoque lo tenemos con la metodología Team Academy, nacida en Finlandia y hoy en día representada en su comunidad internacional por la Team Academy Learning Network, que además de centrarse en el aprendizaje activo basado en proyectos para el desarrollo de competencias, sitúa como eje central del aprendizaje el equipo y por tanto la cooperación activa entre «aprendices». En el ámbito universitario español la experiencia Team Academy ha sido desarrollada y ampliada por la red de laboratorios Mondragón Team Academy en programas de grado y posgrado que integra tanto a universidades como empresas y laboratorios.

Fuente: http://nomada.blogs.com/jfreire/2013/09/transformacion-educacion.html

Comparte este contenido:

La Educación Expandida

Los cambios sociales y tecnológicos de las últimas décadas por una parte obligan, pero por otra ayudan, a la evolución de la educación tal como han hecho en muchos otros ámbitos como la política, la cultura o la empresa. Es esta una relación inicialmente conflictiva pero que si se logra traspasar la fase dialéctica para llegar a un enfoque basado en el diálogo entre agentes puede conducir a mejores procesos de aprendizaje tanto formales como informales. Estos cambios podemos definirlos a partir del desarrollo de tres elementos básicos como son las tecnologías sociales, las nuevas comunidades de práctica y los laboratorios ciudadanos que se convierten en piezas clave para entender el escenario actual.

Las tecnologías sociales se originan con el surgimiento de Internet que ha sido el espacio de acción donde se han desarrollado “todo tipo de tecnologías (infraestructuras, hardware, software, servicios web) que son susceptibles de ser utilizadas para el empoderamiento ciudadano, y especialmente para el desarrollo autónomo de proyectos colaborativos”. Estas tecnologías son sociales porque van asociadas al nacimiento de comunidades de práctica que las construyen, las hacen crecer, las gestionan y las utilizan en sus propios proyectos. Pero estas son nuevas comunidades, que a diferencia de las tradicionales son electivas, múltiples, recursivas y combinan procesos y espacios analógicos y digitales. Su mayor novedad en todo caso quizás resida en la escala que alcanzan, dado que la tecnología permite procesos de coordinación entre grandes colectivos que antes eran inviables o muy costosos. De este modo hoy en día contamos con multitudes inteligentes capaces de generar verdadera inteligencia y acción colectivas (más allá de la mera agregación estadística y minería de datos). Estas comunidades son herederas en muchos de sus valores y reglas de gobierno de las comunidades hacker dado que se basan en su funcionamiento en el consenso aproximado, la posibilidad de hacer “fork”, y la cultura digital (meritocracia; conciencia de red; “makers” dado que la reflexión se sustenta en la acción, en el hacer).

Por último, para completar el dibujo que hacemos del presente debemos incluir los laboratorios ciudadanos que constituyen la evolución de los espacios públicos institucionales dedicados al consumo cultural a otros enfocados a la producción ciudadana. Espacios donde ocurre la producción colaborativa entre diferentes públicos, y que normalmente conlleva la transdisciplinariedad y la participación activa de amateurs y profesionales en el desarrollo de proyectos que generan nuevo conocimiento. Estos laboratorios son diversos en sus orígenes dado que en ocasiones suponen la evolución de centros cívicos y culturales, en otras son espacios de coworking, o incluso las tradicionales bibliotecas que desarrollan nuevos programas para dar servicio a sus usuarios. Pero son también diversos porque son creados y gestionados tanto por instituciones públicas, como por empresas o diferentes tipos de organizaciones ciudadanas.

2. Dónde sucede hoy en día la educación

La educación no puede permanecer al margen de las innovaciones sociales y tecnológicas descritas antes. En este nuevo contexto es relevante por una parte comprender qué innovaciones afectan a los procesos de aprendizaje y a los roles de las instituciones educativas y por otra reflexionar estratégicamente sobre cómo debe transformarse la educación para aprovechar de forma óptima este nuevo escenario. No vamos a recopilar aquí los múltiples proyectos que, de manera directa o indirecta, afectan a la educación, pero si utilizaré algunos casos que creo son paradigmáticos de lo que está sucediendo. En el ámbito digital puede valer como referencia lo que están representando los MOOCs(massive open online courses) que demuestran que hoy en día el proceso nuclear en que se han basado la mayor parte de estrategias pedagógicas en las últimas décadas, la transferencia de conocimiento, puede suceder ya de modo igual o más efectivo por otras vías (usando otros canales y con la participación otros agentes). Pero además de los MOOCs han nacido múltiples comunidades digitales centradas en intereses comunes (casi siempre aparentemente alejados del ámbito educativo) que se convierten en espacios de producción de conocimiento y que a la vez permiten el aprendizaje de contenidos y competencias por los participantes.

Pero no toda, ni tan siquiera la mayoría, de la innovación educativa sucede “dentro” de Internet. El valor de las tecnologías sociales no reside tanto en los proyectos digitales en si mismos como en su papel como instrumento para desarrollar proyectos que van más allá de lo digital. Y en este sentido tan importante como la propia tecnología es la comunidad y sus nuevos modos de relación y gobernanza. Tomemos como ejemplo el caso de El Campo de Cebada donde “vecinos y vecinas del Distrito Centro [de Madrid] agrupados, para fomentar el uso temporal del solar del derribado polideportivo de La Latina”. Con estos vecinos trabajan activamente activistas políticos y urbanistas (como el colectivo Zuloark) mostrando la superación de la distinción tradicional entre lo amateur y lo profesional. El Campo de Cebada se ha convertido en un espacio que acoge comunidades que desarrollan diversas actividades, muchas de ellas con un fuerte componente educativo. Pero al mismo tiempo el propio espacio es una infraestructura educativa ya que facilita que diversos colectivos desarrollen proyectos que son su vehículo de aprendizaje. El Campo de Cebada es un espacio público analógico, pero es consecuencia también de las tecnologías sociales y las nuevas comunidades que describíamos antes que lo han convertido en un laboratorio ciudadano. Lo digital está presente como herramienta de coordinación y gestión, pero también como modelo organizativo y como ética. Por todas estas razones este proyecto acaba de recibir el premio Golden Nica de Digital Communities del Prix Ars Electronica 2013.

3. (Casi) todo puede ser aprendizaje: la educación expandida

Aprender no ha sido nunca algo que solo suceda dentro de espacios acotados e institucionalizados para ese fin. La vida es un continuo de experiencias que significan oportunidades para aprender. Esto siempre ha sido así pero quizás lo es hoy más que nunca por el potencial educativo que representan las tecnologías sociales, los nuevos entornos de comunidades de práctica y los laboratorios ciudadanos. En 2009 gracias al trabajo del colectivo Zemos98 se empezó a utilizar el término educación expandida para referirse al hecho de que “la educación puede suceder en cualquier momento y en cualquier lugar”, que fue el subtítulo elegido para el libro que recoge una serie de reflexiones teóricas y casos de prácticas de aprendizaje expandido y que “bebe de las propuestas de la educación no formal, del activismo social y de la investigación en procesos de participación”. El reconocimiento de estas prácticas expandidas como  educación ha provocado un renovado interés desde instituciones y colectivos y está sentando las bases para abrir las instituciones educativas a la sociedad incorporando estas prácticas en los currículos.

4. Los retos de la transformación de la educación

Nos encontramos por tanto en un momento de transformación radical de la educación. Podemos entender que el nuevo entorno tecno-social es el que fuerza este cambio, pero a la vez es el que abre nuevas e inmensas posibilidades para desarrollar procesos educativos más potentes e integradores. El primer reto se relaciona con lo comentado respecto a la educación expandida: cómo incorporar las experiencias de construcción colectiva de conocimiento que suceden fuera de las aulas (sean los MOOCs o proyectos como El Campo de Cebada) y de las instituciones educativas (tanto en el espacio público como en comunidades digitales) pero que son procesos con un importante componente de aprendizaje.

Pero esto no es más que una parte del desafío y de la oportunidad. Al tiempo, la propia Educación, la que sucede desde las instituciones, se debe transformar para seguir siendo significativa y con relevancia social. Dentro de esta transformación es precisa la evolución de los modelos pedagógicos hacia otros que se enfocan en las competencias, en el desarrollo de proyectos (“aprender haciendo” inspirado en la idea de que el aprendizaje es más efectivo cuando se basa en problemas y retos específicos), a la vez que se hace un uso intensivo de la tecnología digital tanto en la transferencia de conocimiento como en la interacción y desarrollo de proyectos. Por último, un aprendizaje realmente significativo solo es posible cuando el estudiante trata de entender su entorno más cotidiano y aplica lo que aprende a la resolución de problemas próximos y reales en la relación con otros agentes sociales. Esta idea nos lleva al concepto de ecosistemas de aprendizaje, y a la necesidad de desarrollar entornos donde la educación se mezcle con otros agentes como empresas y organizaciones sociales.

Un ejemplo paradigmático de este nuevo enfoque lo tenemos con la metodología Team Academy, nacida en Finlandia y hoy en día representada en su comunidad internacional por la Team Academy Learning Network, que además de centrarse en el aprendizaje activo basado en proyectos para el desarrollo de competencias, sitúa como eje central del aprendizaje el equipo y por tanto la cooperación activa entre “aprendices”. En el ámbito universitario español la experiencia Team Academy ha sido desarrollada y ampliada por la red de laboratorios Mondragón Team Academy en programas de grado y posgrado que integra tanto a universidades como empresas y laboratorios.

Tomado de: http://blog.educalab.es/intef/2013/09/09/la-educacion-expandida/

Comparte este contenido:
Page 2 of 2
1 2
OtrasVocesenEducacion.org