Para poner fin a la pobreza, todas las personas deben estar conectadas en el mundo digital

Korina Lopez

Si todos tuviéramos acceso a Internet, entonces cada uno de nosotros podría tener una oportunidad justa de contar con estabilidad financiera y educación, ¿verdad?

¡Si solo fuera tan sencillo!

El secretario de Estado de EE. UU., John Kerry, (i) y el presidente del Grupo Banco Mundial, Jim Yong Kim, encabezaron el jueves una reunión (i) con algunos de los principales expertos en el campo del desarrollo mundial acerca de la Iniciativa “Global Connect”, (i) que impulsa el Departamento de Estado de EE. UU., y cuyo objetivo es dar acceso a Internet a 1500 millones de personas antes de fines de 2020.

Al ver reunidos en la misma sala a ejecutivos de grandes empresas del sector privado, como PayPal, y representantes de 28 países y de instituciones multilaterales, el logro de esa meta parece alcanzable.

“Internet es esencial para la prosperidad económica en el siglo XXI”, dijo Kerry. Los ejemplos de los beneficios que brinda la conectividad son infinitos, y entre ellos se puede mencionar el hecho que los niños pueden tener acceso a la educación a través de programas de aprendizaje a distancia. “Lo fundamental es que si se invierte en Internet se está invirtiendo en las personas”, agregó Kerry. “Pero no estamos aprovechando plenamente todo lo que la conectividad ofrece. Esa es la ironía. Tres de cada cinco personas no tienen acceso a Internet. En los países más pobres, esa brecha puede llegar al 95 %. Eso es inaceptable”.

En los países convulsionados por conflictos, los líderes mundiales no solo deben asegurarse que “las bombas y las balas” se detengan, dijo Kerry. “Tenemos que crear oportunidades para miles de millones de niños en todo el mundo que necesitan un futuro. Si no lo hacemos, entonces solo crearemos más crisis. Si hacemos esto bien, (la conectividad) puede convertirse en una herramienta muy poderosa, como nada que tenemos a nuestra disposición [ahora]”.

Según Kim, reunir los fondos para dar acceso universal a Internet es solo una parte de la solución. La otra parte es asegurarse que las personas sepan cómo usar este acceso.

“Hay dos cosas que sabemos que con seguridad se necesitarán: conectividad para todos y también la capacidad de las personas de participar en este nuevo mundo digital”, agregó Kim. “Debemos avanzar rápidamente en lo que se refiere a la conectividad, pero tenemos que avanzar igual de rápido en asegurarnos que las personas puedan beneficiarse de esa conectividad”.

Los ministros de Finanzas cumplen una función fundamental en lograr que las personas no conectadas puedan estarlo, dijo Kim. (i) Un sistema de impuestos a las telecomunicaciones justo es importante porque las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) aumentan de manera muy rápida, y los Gobiernos en vez de concentrarse en recaudar impuestos para generar ingresos necesitan sistemas tributarios que sean razonables y predecibles. Los ministros tienen que garantizar que los fondos se distribuyan adecuadamente; algunos recursos no se gastan y, por lo tanto, no llegan a las personas que más los necesitan. Además, ellos deben institucionalizar las TIC a través de los Gobiernos de manera que la comunicación entre los distintos organismos funcione sin problemas, dijo Kim.

Otro tema que los participantes abordaron en la reunión fue la inclusión financiera. “Ser pobre es caro”, señaló Daniel Schulman, director ejecutivo de PayPal. “En Estados Unidos, solo cobrar un cheque puede costar entre el 2 % y el 5 %. Si usted necesita un préstamo, puede usar préstamos hasta el día de pago por los cuales se cobra un interés que fluctúa entre el 200 % y el 300 %. La democratización de los servicios financieros es crucial. Administrar dinero debería ser un derecho de todos los ciudadanos, no un privilegio de los ricos. Esto no es solo un objetivo noble, también uno alcanzable”.

Por su parte, la Fundación Mozilla, (i) una organización sin fines de lucro, es una importante defensora del código abierto. Mientras más conocimientos se intercambien y más personas estén conectadas en todo el mundo, es más probable que las poblaciones marginadas estén en igualdad de condiciones también. Las mujeres y los jóvenes tienen una mayor chance de tener acceso a educación, empezar sus propios negocios y usar servicios de la banca móvil.

“Unas 500 millones personas estaban conectadas a Internet en 2003”, dijo Sarah Raskin del Departamento del Tesoro de EE. UU, agregando que “12 500 millones estaban conectadas en 2010. Los pronósticos indican que, en cinco años, habrá 50 000 millones de aparatos con conexión”.

En el ámbito de la conectividad digital, la universalidad no es el único objetivo final, sino también aprovechar el talento y el entusiasmo de las personas en todo el mundo que ya están trabajando en soluciones innovadoras para diversos problemas.

“Se debería invertir en el talento, no solo en personas”, señaló Megan Smith, jefa de Tecnología de la Oficina de Ciencia y Tecnología del presidente Obama y exvicepresidenta de Google. Ayer, durante la Feria Científica de la Casa Blanca, (i) ella destacó que un adolescente desarrolló una prueba para detector el ébola en cuestión de minutos en vez de días. “Recibimos 800 proyectos de personas que han ideado soluciones innovadoras para los ODS”, dijo Smith. “La conectividad no se trata solo de la igualdad. Se trata también de liberar el talento en el mundo, de personas que tienen pasión”.

Lograr que todas las personas estén conectadas en el mundo digital es un desafío que tiene muchos ángulos. Se necesitará la ayuda de todos, desde los ministros de Finanzas hasta las empresas y los emprendedores del sector privado, para lograrlo. “Necesitamos ampliar el círculo de las oportunidades en el ámbito digital y asegurarnos que menos personas en el mundo queden rezagadas”, dijo Kerry.

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