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El fomento de la lectura en las aulas

Por: Mario Crespo

Si queremos que los alumnos españoles lean, primero debemos conseguir que amen la lectura; no se trata de ofrecerles libros, sino de suministrarles experiencias lectoras, de hacerles disfrutar, desde bien jóvenes, de la lectura como actividad lúdica e intelectual. Y para ello se necesita infraestructura e inversión.

Un artículo publicado en El País el pasado día 13 de marzo y basado en el estudio ‘Jóvenes y lectura’, de la Fundación Germán Sánchez Ruiperez, ha abierto el debate —que sin embargo no es nuevo— sobre la lectura en la adolescencia, generando entre la comunidad educativa y los profesionales del sector del libro, entre escritores, periodistas, lectores y mediopensionistas, miles de tweets, estados de Facebook y enconadas charlas que giran alrededor de la misma columna.

Como siempre que se establece un debate educativo, encontramos posturas de todo tipo: quienes están de acuerdo con el planteamiento del artículo y piden lecturas más accesibles y métodos alternativos, quienes dicen que para leer mala literatura mejor no leer, quienes piensan que la culpa es de los móviles y las tablets y los videojuegos y Netflix, y también quienes ven en el debate que la subjetividad de su trasfondo oprime las hipotéticas soluciones al problema.

Y todas ellas, sin ser excluyentes, tienen su parte de razón y su porcentaje de verdad. Sin embargo, cuando tratamos este tema casi siempre se obvia una cuestión que, a mi entender, no es baladí: la educación literaria no es lo mismo que el fomento de la lectura. Es decir, se mezcla con demasiada facilidad la palabra literatura con la palabra lectura, cuando, en realidad, la lectura es el hábito que enseña el camino hacia la literatura. O, dicho de otro modo: leer leemos todos, leemos mucho, leemos a diario (carteles, señales, noticias, mensajes), y sin embargo la literatura no forma parte de las vidas de todos. De hecho, el estudio de la Fundación Sánchez Ruiperez incluye un gráfico donde se muestra que los jóvenes sí emplean su tiempo de ocio en leer, aunque no necesariamente en leer libros (blogs, redes sociales, periódicos y cómics)

El fomento de la lectura es considerado una herramienta fundamental para el ejercicio del derecho a la educación y a la cultura en el marco de la sociedad de la información. El Plan de Fomento de la lectura 2021-2024, del Ministerio de Cultura y Deporte «reivindica la lectura como un elemento vertebrador más allá de un mero pasatiempo«. Pero cuando el plan de fomento se centra en el ámbito académico depende a la postre de los centros educativos y sus respectivos recursos. En otras palabras; es muy difícil implementar un plan de fomento de la lectura sin una biblioteca escolar en condiciones y sin un presupuesto digno para ello.

El Real Decreto 582/1989 excluía a las bibliotecas escolares del Sistema Español de Bibliotecas. Y, aunque la Ley 10/2007 de la lectura, del libro y de las bibliotecas, modificó el plan al decretar que una biblioteca escolar debía disponer de recursos para la comprensión lectora y el rendimiento académico de los estudiantes, nuestras bibliotecas escolares se encuentran todavía a años luz de las de Australia, Estados Unidos o Gran Bretaña.

Las bibliotecas de los centros españoles existen, tienen fondos y actividad, y permiten el uso y disfrute de sus colecciones por parte de padres y alumnos, pero carecen de una estructura profesional. De hecho, suelen ser cuartos pequeños que se abren una o dos veces por semana y que sirven sobre todo de almacén de libros, pues su objetivo primordial es apoyar el desarrollo del currículo académico y, por lo tanto, no funcionan como centros de préstamo, ni llevan a cabo programas sólidos de fomento de la lectura, ni poseen una agenda de actividades semanales. En ellas los fondos son exiguos, los puestos de lectura escasos y la catalogación y recuperación de información es básica, analógica o incluso inexistente.

En el polo opuesto encontramos las de países como los Estados Unidos, donde son una parte fundamental de las escuelas, y funcionan como el corazón de las mismas. Para el alumnado, la biblioteca es una asignatura más, una parte del programa educativo y de la agenda semanal. La biblioteca es, en otras palabras, como una clase de música o de educación física; unas horas semanales que, de forma individual o colectiva, se dedican a la promoción de la lectura. Por otro lado, en la biblioteca se forma a los alumnos para que sean autónomos a la hora de hacer búsquedas y encontrar sus propios recursos, para que puedan convertirse en futuros investigadores.

Bajo mi experiencia en el terreno de las bibliotecas escolares norteamericanas puedo afirmar que el placer por la lectura se trabaja y se desarrolla desde la primaria; la semilla de la lectura se planta para que, aunque el árbol deje de crecer durante la secundaria por razones de tiempo, edad y ritmo de vida, pueda seguir dando sus frutos a posteriori. Esto no garantiza un éxito seguro, pero sí una metodología más realista y eficiente.

Por ejemplo, para un niño que rechaza leer y que, como afirma el citado estudio de la Fundación Sánchez Ruiperez, piensa que «leer le aísla» y que, en definitiva, no encuentra placer alguno en ello, la biblioteca escolar sirve como refuerzo para la consolidación del hábito lector a través de temas afines y estrategias alternativas. Si a este alumno le gusta el fútbol, se le anima para que tome prestadas revistas y libros de fútbol. Tras este primer paso, este joven podrá dar el salto a lecturas más complejas y que precisen de una mayor comprensión lectora.

Si queremos que los alumnos españoles lean, primero debemos conseguir que amen la lectura; no se trata de ofrecerles libros, sino de suministrarles experiencias lectoras, de hacerles disfrutar, desde bien jóvenes, de la lectura como actividad lúdica e intelectual. Y para ello se necesita infraestructura e inversión.

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Niños de Chernóbil: sueños destruidos por la guerra

Por: Alba Bartolomé

La guerra en Ucrania ha paralizado las acogidas temporales en España de los menores afectados por la catástrofe de Chernóbil, que ya habían disminuido debido a la pandemia de coronavirus.

La ONU eleva a dos millones los refugiados que huyen de la guerra en Ucrania. La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) calcula que el conflicto podría causar un éxodo de hasta cuatro millones de ucranianos, cerca del 10% de la población del país.

Muchos de los refugiados son niños y niñas procedentes de las zonas afectadas por el accidente de Chernóbil de 1986, que participaban en programas de acogida en España, suspendidos por la guerra y la situación de emergencia en el país.

La explosión de Chernóbil provocó la evacuación de 135.000 personas y la nube radioactiva, arrastrada por el viento, contaminó zonas de Bielorrusia, Ucrania, Rusia, partes de Asia y Europa. Cinco millones de personas viven en zonas afectadas por la radiación, unas 100.000 habitan en zonas clasificadas por las autoridades como de “alto riesgo”, según informa la OMS.

Han pasado ya casi 36 años desde aquel día y las consecuencias del conocido como accidente de Chernóbil siguen estando muy presentes en las zonas afectadas: el nivel de oncología infantil en Bielorrusia es un 300% superior al resto de Europa y un tercio de la población sufre patologías relacionadas con la tiroides.

Con el fin de mejorar la salud y mostrar a los más pequeños que existen posibilidades más allá de las que les ofrece su forma de vida actual, nacen organismos como la Federación Española Pro Infancia Chernobyl (Fedasib), que aúna a todas las asociaciones de acogida temporal en España y que tiene como misión traer durante las vacaciones de Navidad o verano a menores afectados por la radiación, principalmente de la región de Gomel, la zona más radiada de Bielorrusia.

Bragin, capital de la región, se encuentra a muy pocos kilómetros de Ucrania y de la famosa central de Chernóbil, pero además a tan solo dos kilómetros y medio de la zona de exclusión a la que nadie puede entrar por los altos niveles de radiación que presenta.

Bragin, la zona de donde más niños de acogida vienen a España, está a muy pocos kilómetros de la zona de exclusión de Chernóbil. © Elaboración propia

Infancia radioactiva

Olga (nombre ficticio) es de origen bielorruso, tiene 27 años y reside actualmente en Tenerife junto a, como ella misma denomina, su «familia española». Con 8 años entró en el plan internacional de adopción temporal entre Bielorrusia y Canarias y comenzó a pasar largas temporadas en España, hasta que con 18 años decidió asentarse en la isla para comenzar “una nueva vida”.

“Era algo muy normal venir a España. Muchísimos niños de mi clase ya habían participado en el programa antes”, recuerda Olga, que asegura que lo más difícil para ella fue el idioma. Un obstáculo que, gracias a “la generosidad y paciencia” de su familia y al grupo de traductores que acompañan siempre a los menores, superó rápido.

Para los niños y niñas que participan en el programa, alrededor de 60 en la época de Olga, la radiación es algo desconocido, solo los más mayores entienden el porqué de su viaje a España.

Olga decidió con 18 años quedarse en España con la que era su familia de acogida desde los 8 años. ©CEDIDA

“Teníamos que ir a revisiones médicas para controlar los niveles de radiación y beber yodo. Aún tengo la cartilla con los niveles en sangre de cuando era pequeña” cuenta Olga, que sufría de tiroides. La ONU calculó que la explosión ocasionó un total de 4.000 casos de cáncer de tiroides en niños y adolescentes. Nueve han muerto desde entonces por esta causa, por lo que se calcula que la tasa de supervivencia es del 99%.

Los niños y niñas llegaban a España con un nivel de cesio de 74 becquerelios por kilo, algo que según indica Nieves Sánchez, presidenta de Fedasib, es «una barbaridad”, ya que el cuerpo no tendría que presentar nada. “A partir de 20 becquerelios ya es peligroso», confirma Nieves. El cesio es un elemento químico que puede darse de forma natural, en la composición del suelo, por ejemplo, o de forma radioactiva, a partir de explosiones nucleares o de la degradación del uranio en barras de combustible.

Los “radionúclidos” que fueron liberados a la atmósfera durante el accidente de Chernóbil se depositaron en el suelo contaminando los pastos y cultivos. Las vacas lo incorporaron a su organismo y parte de la radioactividad fue transferida a la leche. “El consumo de leche fresca de vaca contaminada con yodo radioactivo fue la principal vía de exposición del tiroides al elemento”, cuenta la doctora Concha Blanco, especialista en Endocrinología y Nutrición Hospital Universitario Príncipe de Asturias.

“Con el paso del tiempo, se observó que los cánceres aparecían a edades más tempranas en niños y adolescentes, eran más agresivos, más invasivos y, con mayor frecuencia, tenían metástasis en el diagnóstico”. Esta mayor agresividad del cáncer de tiroides desarrollado en la población expuesta, hizo que también fueran necesarias “cirugías más agresivas”, con la extirpación de la totalidad de la glándula tiroidea y de los ganglios linfáticos regionales, “seguido de un tratamiento con radioyodo para destruir cualquier resto de tejido tiroideo”.

La estancia en España ayuda a los menores no solo a reducir el nivel de radiación en la sangre, sino que también les permite acceder a tratamientos dentales o vacunas y a conocer una realidad educativa distinta. Con la guerra todas estas posibilidades se han esfumado: los niños ahora son refugiados.

Familias desestructuradas

El derrumbe del sistema soviético de los años 90 trajo a las zonas rurales de la antigua Unión Soviética miseria y desempleo que en los menores se traduce en fracaso escolar y en familias desestructuradas que no tienen capacidad de cuidar a sus hijos.

El cese de actividades culturales y la suspensión de las clases, primero por la Covid y ahora por la guerra, se traduce en estas zonas, donde la mayoría de las familias son muy numerosas y viven de un solo salario, en situaciones muy complejas.

Las autoridades españolas permiten la adopción temporal de niños y niñas a partir de los 8 años de edad. Sin embargo, pueden viajar con 7 años, siempre y cuando vayan acompañados de un hermano mayor, y no tengan enfermedades graves, ya que el Gobierno ucraniano “no les permitiría salir del país”, cuenta Nieves.

“Yo era una de las niñas que siempre venía porque disfrutaba muchísimo de la experiencia”, dice Olga, que desde los 8 años visitó España “casi todas” las vacaciones, hasta que, con 18 años y recién terminado bachillerato, decidió quedarse de forma indefinida y estudiar para ser azafata de vuelo.

Su “familia española”, con la que hablaba constantemente por teléfono, ya le había ofrecido en numerosas ocasiones quedarse con ellos, pero su familia bielorrusa no quería. “Tenían miedo y desconfianza porque por aquel tiempo se decían cosas horribles sobre los niños adoptados o que pasaban una temporada en otros países”.

“No son muchos los afortunados que consiguen quedarse”, reflexiona la joven, que, aunque no ha sido adoptada formalmente, no necesita “ningún papel” para saber quién es su “verdadera familia”. “En mi casa nunca se me ha diferenciado y se me ha tratado igual que a mi hermano, que sí es hijo biológico”.

Para Olga, su historia “estaba escrita”. La primera vez que vino a España, su familia ni siquiera sabía qué aspecto tenía: “Iban a recibir a otra niña que, por motivos desconocidos, al final no pudo viajar”. Una decisión de última hora que cambiaría su vida “para siempre”.

A Korma, su pueblo natal y uno de los más afectados por la radiación de la zona, intentará ir “siempre que pueda”, pero confiesa que ya no le une nada allí: “No conocí a mi padre biológico y solo me quedan algunos parientes lejanos allí”.

Suspensión del programa

Desde que el programa de acogida comenzó en 1989, por entonces exclusivo para los niños de origen ucraniano, hasta la actualidad, que ha ido tomando forma, el proyecto ha ayudado a casi 12.000 niños.

La situación excepcional actual ha hecho que este año los programas de acogida se suspendan, primero por la Covid y ahora por la guerra, según anunció en marzo de 2020 el Departamento de Acción Humanitaria de la República de Bielorrusia.

El embajador en España, Pavel Pustovoy, destacó, mediante una carta, el papel ejemplar de España como país receptor de niños de acogida y el de las familias que tienen la generosidad de participar en esta actividad. Además, aseguró que, “en cuanto la pandemia termine, el proyecto volverá”, pero no ha sido posible por “la guerra del señor Putin”, dice Nieves.

Carta del embajador de Bielorrusia en España, Pavel Pustovoy, a la presidenta de Fedasib. © Embajada

Desde la Federación entienden las medidas preventivas y esperan “con impaciencia” que la situación mejore y todo vuelva a la normalidad. «En cuanto podamos vamos a seguir acogiendo a niños que estén dentro de las zonas afectadas por Chernóbil tanto rusos, ucranianos como bielorrusos”, asegura Nieves, a la que le preocupa que la sociedad genere “rusofobia”.

El fin del proyecto de acogida de niños es sanear su salud, a través de una alimentación variada y de revisiones médicas, posibilidades que no tienen en su país de origen. Ahora mismo, la federación ha recibido más llamadas que en ningún otro momento. “Estamos sobrepasados” dicen ante el número de familias que quiere acoger menores afectados por la guerra.

El número de niños que se acogerán, en calidad de refugiados, dependerá de “los espacios disponibles, de las familias y, sobre todo, del Gobierno de España”.

Previsiones futuras

Se calcula que aproximadamente, un total de 900 niños no vivirán la experiencia este año. Desde la Federación, aseguran que la situación, “en standby”, es “preocupante”.

«La pandemia fue un duro golpe que paralizó las acogidas en España», afirma la presidenta de las asociaciones de acogida, que asegura estar sorprendida y agradecida con las familias que, a raíz de la situación de guerra en el país, han llamado para ofrecerse a acoger a los menores afectados.

Teniendo en cuenta que estamos ante una población que, se ha de recordar, ya se encuentra inmunológicamente deprimida, las consecuencias que se prevén son terribles.

A día de hoy, aún no se ha conseguido definir un plan completo para deshacerse del problema de la radiación en las zonas más afectadas. Los elementos estructurales, que conforman el espacio que cubre el reactor dañado, se encuentran en mal estado y liberan polvo con partículas radioactivas.

Desde la OMS, alertan sobre los peligros de las sustancias radiactivas en la salud y sobre la necesidad de revisar los ambiciosos programas de rehabilitación para la población afectada y reformularse atendiendo a las necesidades actuales. Algo que, desde el organismo de las Naciones Unidas, señalan sólo se conseguirá con un mayor apoyo de la comunidad internacional mediante gestos como, por ejemplo, la acogida de los más pequeños durante la época de vacaciones, fundamental para la salud de los menores. “Cuarenta días al año fuera de tierra radiada alarga la vida de estos niños dos años”, remarcan desde la Asociación.

Olga comparte su historia con el fin de “dar visibilidad” y animar a todas las familias a vivir la experiencia. Cree que para impulsar la adopción temporal de niños, ambos gobiernos, tanto del país de destino como del de origen, deberían “dar ayudas a las familias para que puedan hacer frente a los gastos que supone traer a un niño durante un período de tiempo”.

“Ojalá pase esta situación pronto y tanto las familias como los niños tengan la oportunidad y la suerte de poder decir que tienen dos familias: una española y una bielorrusa”, concluye Olga emocionada.

Fuente de la información e imagen: https://eldiariodelaeducacion.com

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Gobierno y CCAA mantendrán las mismas medidas que hasta ahora para el próximo lunes

Por: El diario de la Educación

  • La última cifra que dio el Ministerio de Sanidad, justo antes de la Nochebuena, rondaba los 2.800 menores contagiados, principalmente en infantil y primaria, en cientos de brotes por todo el país.

El próximo lunes 10 de enero toda la educación volverá a las aulas, con el 100% de presencialidad a pesar de los amagos de hace unos días por parte de la Comunidad de Madrid de volver a la semipresencialidad. Esta mañana se han reunido Educación, Universidades y Sanidad con represetantes de las autonomías para acordar que no harán nada a pesar del aumento de los brotes y contagios, multiplicados en todos los sectores sociales y laborales, también en el educativo, de las últimas semanas.

Las mismas distancias, los mismos docentes, los mismos espacios, las mismas ratios. Para Francisco García, secretario general de CCOO no es una noticia especialmente buena que no se tomen medidas de ningún tipo para paliar una situación que está suponiendo un sobresfuerzo tanto para el profesorado como para los equipos directivos. Máxime cuando la incidencia, más allá del número de estudiante contagiados o confinados esté aumentando enormemente, está afectando de una manera desconocida a toda la población, también la vacunada. Algo de lo que, lógicamente, no escapa el personal docente.

Hasta la fecha no es posible conseguir datos centralizados del número de docentes, de cualquier etapa no universitaria, que han estado confinados o de baja por la Covid-19. Aunque en su momento, fuentes de Sanidad aseguraron a este medio que esos datos los recogían las comunidades autónomas, los informes que dicho Ministerio hace públicos no contienen esta información.

La vuelta a las aulas va a ser realmente complicada si el número de contangios y de personas confinadas en sus viviendas continúa en la misma proporción. García señala la importancia de que las autonomías tengan esto en cuenta a la hora de planificar la posibilidad de cubrir las bajas de lo que puede ser un número bastante elevado de docentes que hayan resultado contagiados en las últimas semanas.

García insiste en la necesidad de que las comunidades autónomas vuelvan a adoptar medidas más estrictas para el control de la epidemia, pasando por una disminución de las ratios, además de por otras como el uso de las mascarillas y las medidas higiénico sanitarias. Una cosa, eso sí, molesta al secretario general del sindicato y es el hecho de que en los últimos días se haya conocido que dichas administraciones, las que han de gestionar en definitiva tanto Sanidad como Educación, hayan devuelto 3.000 millones (2.000 de 2020 y 1.000 de 2021) al Gobierno central de los fondos que este les diera para que pudieras hacer frente a los efectos derivados de la pandemia. En este tiempo, la mayor parte de las comunidades autónomas han decidido prescindir del global de las y los docentes contratados para hacer frente a los desdobles provocados por las medidas que imperaron en el inicio del curso pasado, fundamentalmente, la creación de los grupos estables de convivencia en primaria que hoy, opina García, podrían estar mejorando la situación de cierres de aulas y contagios entre niñas y niños.

Según ha explicado la ministra de Educación, Pilar Alegría, en este momento, el alumnado de 12 a 19 año se encuentra vacunado en un 86% de las dos dosis. La vacunación de 5 a 11, que comenzó pocos días antes de las vacaciones navideñas, va más despacio. Según los datos oficiales, el 28.8% de esta población ha recibido una de las dos paitas. En palabras de Alegría, con estas cifras, se espera «una vuelta el día 10 tranquila y segura».

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2022/01/04/gobierno-y-ccaa-mantendran-las-mismas-medidas-que-hasta-ahora-para-el-proximo-lunes/
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El año se cierra con un número de contagios similar al del inicio de 2021, tras las últimas navidades

Por:

  • Pocos días después del comienzo de la vacunación de la población de entre 5 y 11 años, los brotes y contagios asociados, en ascenso continuo desde el mes de septiembre y en cifras muy superiores al pico del mes de febrero, parecen estar disminuyendo.

Hace un año exacto la situación relativa de la pandemia en los centros educativos era muy diferente a la que está ocurriendo estos días. Con un total de 135 brotes el pasado 18 de diciembre de 2020, se sumaban 803 contagios asociados. Las cosas, 12 meses después, han cambiado mucho. El último dato oficial, del 17 de diciembre era que había 334 brotes, el triple, a los que se asociaban 1.979 casos de contagios. Las cifras más altas que se vieron por aquel entonces aparecieron después de las fiestas de navidad pasadas y de la tormenta Filomena, cuando el pico alcanzó los 413 brotes y 2.570 casos.

Desde que comenzara el curso, brotes y casos de contagios no han parado de aumentar a saltos, según pasaban las semanas. La primera en la que se comenzaron a contar casos, la del 17 de septiembre, hubo siete brotes y 27 contagios asociados. Una semana después, 36 brotes con 239 casos y siete días más tarde, 94 brotes con 537 casos. A mediados de octubre las cifras descendieron para volver a subir antes de terminar el mes. Y no han parado hastas el tope alcanzado hace algo más de una semana, el 10 de diciembre, con 463 brotes y 2.968 casos asociados. Entre la última medición de noviembre y la primera de diciembre, los brotes casi se triplicaron y los casos asociados más que se multiplicaron por dos. La medición del 17 de diciembre, al menos, señala un descenso de brotes y casos.

Detrás de estas cifras en crecimiento, dos causas más o menos claras. Por una parte, la nueva variante ómicron, mucho más contagiosa que las anteriores, aunque menos peligrosa en la gravedad de su impacto. Y, la otra, la relajación en las restricciones en los centros educativos desde el pasado mes de septiembre. Como comentaba Vicent Manyes, presidente de la Federación de directoras y directores de colegios de infantil y primaria, el haber equiparado los grupos burbuja a las ratios previas a la pandemia ha hecho que hayan aumentado los casos, así como el número de chavales puestos en cuarentena cuando aparecen casos en los centros educativos.

Desde que comenzara el curso, los informes del Ministerio de Sanidad aseguran que la mayor parte de los brotes y contagios se han producido en centros de educación infantil y primaria. Era de esperar después de la vacunación masiva de las y los jóvenes de entre 12 y 19 años en los meses previos a las vacaciones de verano. Por el contrario, los brotes y contagios desde el mes de enero y hasta final de curso, en junio, se sucedieron, mayoritariamente, en secundaria.

Es de suponer que el periodo de vacunación haga mejorar todos los indicadores de contagios en centros educativos, máxime cuando comienzan ahora las vacaciones de Navidad. Y esas mismas vacunaciones deberían ser capaces de frenar, en alguna medida, los posibles contagios que se produzcan durante las reuniones familiares de las próximas tres semanas.

Desde sindicatos como CCOO enviaban ayer un comunicado en el que exigía al Gobierno y a las comunidades autónomas que impusieran medidas como las que se tomaron el curso pasado: reducción de grupos burbuja o aumentos de las distancias interpersonales, «para garantizar la seguridad y la salud en todos los centros educativos».

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2021/12/21/el-ano-se-cierra-con-un-numero-de-contagios-similar-al-del-inicio-de-2021-tras-las-ultimas-navidades/

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Selección de cuentos de la Guía ‘Cuentos por la diversidad LGTBIQ+’

Por:

Publicado en eldiariodelaeducacion.com

  • La guía Cuentos por la diversidad LGTBIQ+ es una recopilación de títulos que pretende hacer más accesible la realidad de las personas de este colectivo para que puedan tener referentes diversos. Se divide en varias temáticas: “diversidad familiar”, “todas somos diversas”, “rompiendo estereotipos”, “perspectiva de género”, “amor libre” y “por un mundo mejor”. En esta selección de 10 de los cuentos podréis ver algunos títulos que aparecen en la guía.

Familias

Autora: @oh.mamiblue | Ilustradora: Marina Mayor | Editorial: Somos libros (2018)

Las ilustraciones, acompañadas de textos en rima, nos acercan la diversidad familiar y nos plantean a las familias como un espacio de amor y de cuidado. Incluye todos los tipos de familias que podemos encontrar en nuestro entorno reunidas en una cama como escenario principal.

La niña que tenía dos papás

Autor i ilustrador: Mel Elliot | Editorial: Baula (2019)

La historia de una niña que llega nueva a la escuela y conoce a una nueva amiga: Matilda. Pronto su nueva amiga conocerá a sus dos padres y descubrirá, que no son una familia tan distinta a la suya.

Mamo

Autoras: Alejandra Castelló y Babeth Ripoll | Ilustradora: Marisa Morea | Editorial: Estrella Polar (2020)

Kai está a punto de conocer a su madrastra, la pareja de su madre. Siempre le han hablado mal de las madrastras, pero descubrirá que a él le ha tocado una MAMO, ¡una MAdrastra-MOlona!

Ahora me llamo Luisa

Autora: Jessica Walton | Ilustrador: Dougal Macpherson | Editorial: Algar (2017)

Una historia que relata el proceso de tránsito en la transexualidad del personaje protagonista. Un osito, amigo de Martín, está triste y Martín le acompañará en este cambio hacia su felicidad: ser Luisa.

Por cuatro esquinitas de nada

Autor y ilustrador: Jerome Ruillier | Editorial: Juventud (2004)

Una historia muy sencilla que nos explica el concepto de inclusión. El pequeño cuadrado no puede pasar por la puerta redonda… y los círculos le propondrán que se corte cuatro pequeñas esquinas de nada para poder pasar. Pero el pequeño cuadrado no quiere dejar de ser quien es…

Princesa Kevin

Autor: Michaël Escoffier | Ilustrador: Roland Garrigue | Editorial: Edelvives (2019)

Un cuento que nos ayuda a romper estereotipos alrededor de los disfraces de niños y niñas. Kevin quiere disfrazarse de princesa y le dará igual que otros lo entiendan o no. Eso sí, ¡descubrirá también que no es fácil ser una princesa!

Vivan las uñas de colores

Autoras: Alicia Costa i Luís Amavisca | Ilustrador: Gusti | Editorial: Nubeocho (2019)

A Juan le gusta pintarse las uñas y cuando se ríen de él en la escuela, su familia le apoya y se las pintan también. Desgraciadamente no será tan fácil y este tema traerá un buen debate en su entorno…

Rosa Caramelo

Autora: Adela Turin | Ilustradora: Nella Bosnia | Editorial: Kalandraka (2019)

Un cuento para trabajar la perspectiva de género. En este rebaño, las elefantas son de color rosa y sólo pueden realizar algunas actividades. Excepto Guillermina, que no aceptará esta tradición y empezará a generar cambios en su sociedad…

La boda

Autora y ilustradora: Jessica Love | Editorial: Kókinos (2020)

Una historia de pocas palabras que logra decir mucho. En una boda, Julián y su amiga se sumergen en el juego y un pequeño accidente se transformará en creatividad e ingenio. En paralelo, dos chicas celebran su boda rodeadas de amor y diversidad.

La pequeña intolerancia

Autora: Mar Pavón | Ilustradora: Virginia García | Editorial: Tramuntana (2018)

Una historia que hará reflexionar a pequeños y mayores. La pequeña intolerancia va haciendo acto de presencia en los hogares y los niños y niñas las transportarán a sus vidas. Una historia que habla la importancia de los referentes familiares y de cómo las actitudes de los adultos se materializan en los niños.

En Cuentos por la diversidad LGTBIQ+ encontrará muchos más títulos, cada uno de ellos con unas propuestas sobre cuestiones que se pueden trabajar en el aula.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2021/11/29/seleccion-de-cuentos-de-la-guia-cuentos-por-la-diversidad-lgtbiq/

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El reto de personalizar el aprendizaje

Por: Paulina Bánfalvi Kam

Educar es un reto que se hace más complejo a medida que la sociedad es más diversa y el futuro de los estudiantes más incierto. Las fórmulas que aprendimos ya no son eficaces, porque las necesidades, perfiles y contexto de nuestros alumnos han cambiado. Debemos responder ofreciendo una educación personalizada, pero, “¿qué es la personalización?”

Personalizar implica un cambio de enfoque en el objetivo de nuestra labor docente, pero también un cambio en el uso de recursos y estructuras educativas. Significa partir del perfil de cada uno de nuestros alumnos para estructurar una propuesta educativa flexible y modulada que se va adaptando y respondiendo a su desarrollo, para retarle a ir siempre un paso más lejos. Implica también un trabajo en equipo en el que todo el personal del centro se coordina de forma eficiente en favor del desarrollo del alumno.

Es un proceso ambicioso, pero abordable. Algunos aspectos pueden trascender nuestra responsabilidad y capacidad de transformación, pero otros sí están en nuestras manos. ¿Cuáles son estos aspectos?

Entender el perfil de los alumnos

Hay decenas de ítems que podríamos recoger, pero la información no por ser más extensa es más útil. Debemos ser conscientes de nuestra capacidad de gestión y pensar bien qué queremos saber, por qué y para qué. Este análisis previo nos permitirá definir nuestros objetivos en la recogida de información:

Recoge sólo aquella información que vayas a usar.

1. Piensa en tu asignatura. ¿Qué habilidades son necesarias para un buen rendimiento? Cada asignatura reta un determinado tipo de destrezas en mayor medida que otras. Conocer en qué medida tus alumnos tienen desarrolladas estas destrezas te permitirá guiarles hacia un mayor rendimiento.

2. Piensa en tu estilo de enseñanza. Si trabajas por proyectos, o generas debates o te apoyas en el flipped classroom o tu clase es más expositiva, pones a prueba distintas habilidades y cualidades en tus alumnos que deberás identificar.

3. La clase. El contexto, el nivel educativo, su historial académico y social, su contexto personal y familiar, determinan otra serie de ítems relevantes que orientarán tu feedback y las herramientas a ofrecer a tu alumnado.

4. Usa las distintas fuentes de información a tu alcance. Su expediente académico, la conversación con otros profesores, tutorías con las familias, un cuestionario de autoevaluación, la observación en el aula y alguna dinámica o juego-debate, juegos de rol, pequeñas investigaciones o mini proyectos (iniciales), pueden darte mucha información sobre el punto de partida de cada alumno, al tiempo que te ofrece una oportunidad para darle contexto al contenido curricular.

5. Alumnado. Elaborar su perfil implica definir sus puntos de partida y necesidades específicas para retarles y ofrecerles la guía que necesitan para llevarles siempre un paso más lejos. No medimos en qué medida un alumno/a alcanza un estándar medio esperado, o qué lugar ocupa en el ranking de la clase.

El currículo como reto

Juega con el contenido para responder a la pregunta “para qué tengo que aprender esto”. Los alumnos ansían aprender. Pero solo aquello que les genera una experiencia positiva de desarrollo. Vincula el contenido curricular entre sí y con el mundo que nos rodea, con los grandes desafíos de la humanidad, los grandes problemas, las grandes cuestiones que azotan a la humanidad o supondrán un desafío cuando crezcan y se enfrenten a la vida como adultos. El aprendizaje tiene que ser explícitamente significativo y útil, no desde nuestra perspectiva, sino desde la suya. Implica presentar y abordar el contenido como un todo que se relaciona, conjuga y modula:

1. Reorganiza los contenidos. Desglosa los temas y subtemas para reorganizarlos de forma que se relacionen unos con otros.

2. Reconstruye los bloques y el orden, para ir desde una perspectiva más amplia y general, a la más específica y concreta. Tener un contexto en el que encajar las piezas genera sensación de “utilidad” y comprensión y nos lleva a conectar con el aprendizaje.

3. Compacta y enriquece. Esta perspectiva permite compactar el contenido -evitar las repeticiones o caer en un avance en “espiral”- e identificar oportunidades para enriquecer el currículo conectándolo con retos, noticias de actualidad, nuevos descubrimientos, aplicaciones profesionales o cualquier contenido extracurricular conectado que resulte estimulante por la curiosidad o emoción que genera.

4. Conviértelo en un reto para el pensamiento. Nuestros alumnos se enfrentan a la era de la creación, donde lo que sabes sólo es valioso si sabes qué hacer con ello, cómo usarlo para transformar tu realidad, para innovar, para crear y generar soluciones. El pensamiento crítico, además, adquiere mayor desarrollo y destreza cuando se enfrenta a un reto creativo y éste nos permite conectar todo el contenido curricular -o gran parte de él-, implicar y retar destrezas de pensamiento crítico, trabajar competencias clave, crear distintos recorridos que les permite conectar con sus intereses y preferencias y elegir el nivel de profundidad y complejidad que les motiva en cada momento, para cada reto.

La evaluación como herramienta de mejora

El docente se transforma y pasa de medir resultados a aportar guías y herramientas para procurar un mayor avance en sus alumnos. La respuesta ya no es “el alumno no puede o no quiere”, sino ¿por qué? Tanto si el alumno obtiene buenos resultados como si no, analizar las causas nos da las claves para ofrecerle herramientas y estrategias que le ayuden a mejorar y avanzar un paso más lejos. Esta sensación de progreso y entender qué deben hacer para mejorar, ayuda a crear una experiencia de aprendizaje positiva y sensación de logro. El feedback es, sin duda, una de las herramientas docentes que mayor impacto genera en el alumno.

Personalizar implica dejar de trabajar para que el alumno encaje. Se trata de dar un giro y buscar herramientas y estrategias que encajen con el alumno. Invertir el proceso y construir aprendizaje no desde mi “tema 1”,  sino desde el punto de partida del alumno. No con el objetivo de que el alumno apruebe, sino de que se desarrolle. No para cumplir con una programación, sino con sus necesidades, intereses y potencial. No para ofrecerle lo que a nosotros nos sirvió, sino para prepararle para los retos a los que se enfrentarán en su futuro.

Fuente de la información e imagen: https://eldiariodelaeducacion.com

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España: Nueva convocatoria de residencias artísticas para centros educativos de la Comunidad Valenciana

Residencias artísticas: procesos artísticos en entornos educativos es un programa en el que colaboran la Conselleria de Educación y el Consorcio de Museos de la Comunidad Valenciana con el que quiere entrelazar ambas disciplinas. Se acaba de publicar la Resolución con la que se abre la convocatoria para este curso, que empezará en enero de 2022 y durará hasta junio. El objetivo es llegar a 30 centros de la Comunidad.

La Conselleria de Educación y el Consorci de Museos de la Comunidad valenciana van a poner en marcha un proyecto para llevar residencias artísticas a los centros educativos de la región. Lo harán, este año, a 30 repartidos por las tres provincias.

El uso de las disciplinas de arte contemporáneo en las escuelas es cada vez más importante y desde hace años, la Comunidad Valenciana viene apostando por él desde diferentes proyectos e iniciativas. En esta ocasión, el objetivo del proyecto es seleccionar 30 centros públicos (ocho en Castellón, 10 en Alicante y 12 en Valencia) para que puedan desarrollar residencias artísticas.

La idea de trabajar mezclando arte y educación es que se visibilice la situación de los entornos escolares, el fomento de la creación artística contemporánea como insntrumento de análisis de la realidad y la promoción del trabajo en equipo con vistas a la solución de problemas sociales que se detecten desde los centros educativos.

Los proyectos comenzarán en enero de 2022 y tendrán una duración de entre tres y ses meses. Es decir, hasta el final de este curso. Se prevé una estancia mínima de 30 horas en cada centros educativo.

En una primera fase, el Consorcio de Museos de la Comunidad Valenciana ha seleccionado 30 propuetas de artistas que quieran desarrollar un proyecto en un entorno educativo. Estos serán repartidos entre los centros que se selecciones y entre los cuales, es la idea, haya representación de diferentes etapas, desde infantil hasta educación para personas adultas.

Para participar, hay tres requisitos: ser un centro público, no haber participado en el programa de Residencias artísticas: procesos artísticos en entornos escolares durante el pasado curso y contar con el beneplácito de, al menos, el 10% del claustro.

Fuente de la información: https://eldiariodelaeducacion.com

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