Educación especial ¿agonizante?

México / 9 de septiembre de 2018 / Autor: Laura del Carmen Muñoz Guzmán / Fuente: Insurgencia Magisterial

Desde que recuerdo siempre quise ser maestra, era mi mayor ilusión, además, quería ser maestra normalista; cuando me preguntaban ¿quieres ser maestra de preescolar? Lo pensaba y me imaginaba y no, no quería ser educadora, a bueno, entonces ¿quieres ser maestra de primaria?, lo imaginaba y no, pregunta siguiente ¿entonces de qué? No sé, sólo sabía que la docencia era lo mío.

A lo largo de mi vida tuve experiencias que desde mi crianza me parecían injustas, que iban desde la omisión para la atención del alumnado, a burlas por tener un ritmo diferente para aprender o por el simple hecho de no ser como esperaba la mirada punitiva de quien juzgaba.

Cuando llegó el momento, fui a la Normal a investigar sobre los requisitos para ingresar y desde ese momento supe lo que quería… SER MAESTRA DE EDUCACIÓN ESPECIAL, eso era mi sentido profesional y claro personal congruentemente.

En 1995 inicié mi formación inicial en la Licenciatura de Educación Especial en la Benemérita Escuela Normal Veracruzana “Enrique C. Rébsamen” y en el segundo semestre nos dividieron para crear una segunda área, la primera ya tenía nueve años funcionando y era la de “Problemas de Aprendizaje”, la de nueva creación fue “Audición y Lenguaje”, sí, fui de la primera generación.

Como estudiante, una no percibe lo trascendental de la futura labor docente, amplia y exigente que será, en el sentido que necesitarías saber más de lo que consideras, incluso, más de lo que el profesorado considera.

Me formé en el Plan de Estudios de 1985 con algunas modificaciones propias para la educación especial y para el área de formación. Durante estos cuatro años aprendí desde luego la estructura de educación básica (preescolar y primaria), de hecho, una práctica fue en preescolar con la educadora, nada que ver con especial y ahí corroboré que mi vocación estaba en educación especial porque mi atención se centraba al alumnado que tuviera un ritmo por debajo de la media del grupo y a quienes se les dificultaba la articulación del habla.

En esa época se iniciaba dejando el currículo paralelo y se retomaba el de básica, fue en suma interesante porque en educación especial se transitaba de un modelo médico a uno psicopedagógico, y en mi cuarto año, estábamos en la Integración Educativa, se empezaba con las adecuaciones curriculares, la evaluación psicopedagógica y dejó de ser el estudiantado el centro de atención y se empezaban a identificar los recursos y los apoyos que el alumnado con necesidades educativas especiales asociadas o no a discapacidad requería para acceder al currículo oficial, por otro lado, sabíamos que se debía trabajar colaborativamente con el profesorado de escuela regular para diseñar un plan de trabajo conjunto, esta etapa en los laboratorios de docencia (práctica educativa) experimentamos que nuestro profesorado de USAER atendía al estudiantado debajo de un árbol o de las escaleras, en pasillos, sacaban sólo una banca y ahí se trabajaba y no se diga si eran itinerantes, todo se llevaba en una bolsa mágica, éramos ambulantes, porque íbamos un día a una escuela diferente con todos nuestros insumos de un lado a otro, aprendí del profesorado de educación especial que una generaba la condiciones de enseñanza y aprendizaje.

Mis docentes en la Normal, los del tronco común fueron de básica, de media superior que en su mayoría habían laborado previamente en la docencia, los menos con otros perfiles y que jamás estuvieron en un aula de educación básica. Quienes nos formaron en nuestra especialidad, en la disciplina, en la identidad de educación especial fueron nada más y nada menos que los especialistas que iniciaron educación especial en el Estado de Veracruz, tuvimos ese privilegio.

Sobre mi área de formación, el modelo para la atención de las personas sordas era el oral, nada del manual, es decir, todas metodologías específicas se enfocaban en la oralización, a que las personas sordas hablaran, por ejemplo: metodología GIEH (Grupos integrados específicos de hipoacúsicos con todas sus estrategias), bimodal, comunicación total, adiestramiento auditivo, lectura labio facial y estructuración del lenguaje, entre otros, así mismo aprendimos cómo evaluar la percepción auditiva, es decir, presencia y ausencia del sonido, localización de la fuente sonora y su discriminación auditiva. También nos llevaron a observar cómo se realizaba una audiometría y por supuesto a interpretarla, aprendimos lo qué significaba que un alumno presentara una pérdida auditiva bilateral, profunda OI (oído izquierdo) y severa OD (oído derecho), neurosensorial, congénita y por lo tanto prelocutiva, es decir, un niño con una sordera en ambos oídos, uno más que otro, el daño está en el oído interno y de nacimiento, por lo tanto, afecta la adquisición del habla y después de esto, los elementos para estructurar un plan de trabajo.

Con una amiga dimos un taller por poco tiempo de lengua de señas mexicana, porque lo veíamos importante, sin embargo, no era necesario según el modelo de atención de la época, debíamos ser oralistas y ya, nada de señas.

Sobre el lenguaje, en ese entonces era aún desde un modelo terapéutico, aprendimos de inicio los componentes del lenguaje (fonológico, semántico, sintáctico y pragmático), sobre el punto y modo de articulación de cada fonema, cómo evaluar el aparato fonoarticulador, que en este implica la respiración, el ritmo, la melodía, la intensidad al hablar, entre otros; ahí conocí la BELE (Batería de evaluación de la lengua española), exploración breve del lenguaje, la exploración del lenguaje, la muestra de conversación, por mencionar algunas, así mismo elaboramos informes de evaluación, determinamos cuando es disfasia, dislalia, disfemia, disartria, afasia, disglosia, entre otras alteraciones y después, claro, la respuesta a la necesidad encontrada.

¿A quiénes recuerdo con admiración y respeto por todo lo que me enseñaron (y que, por cierto, les agradeceré el resto de mi vida)? A los especialistas, a los que estuvieron, estaban y aún algunos siguen en educación especial, porque juntos me dieron la identidad de Educación Especial.

Al egresar, vaya… fue una experiencia totalmente diferente, me di cuenta que a pesar de ser especialista en un área, no era suficiente, cada nivel educativo, cada niño (a) con discapacidad era completamente diferente aunque esta fuera la misma, ahí me percaté que debía seguir preparándome, que había temas de los que no era neófita, pero tampo experta, así que fortalecí mi área de formación y muchos otros temas necesarios para responder con equidad y pertinencia al alumnado sin importar la zona en la que se encontraban, así como herramientas para trabajar con mis iguales y con las familias, incluso con la población en general.

Laboré en el sistema federal y estatal, en Centros de Atención Múltiple (CAM) como docente de grupo y docente de comunicación; en USAER colaboré en preescolar y primaria como docente de apoyo, docente de comunicación y directora, en escuelas de organización completa y multigrado, en turnos tanto matutino como vespertino, así como en zonas rurales y urbanas. Estando en servicio me di cuenta del equipo perfecto que formamos el docente de escuela regular y el de educación especial, porque tienen la experiencia de estar frente a grupo toda la mañana, manejo de los grupos y nosotras (os) la de trabajar con las necesidades específicas, con nuestra especialidad de atención. En CAM, el campo de dominio de cada integrante del equipo multidisciplinario (problemas de aprendizaje, psicología, trabajo social, psicomotricista, médico ¡y claro! de audición y lenguaje), generaba un trabajo en realidad enriquecedor y que sin embrago, para algunos casos era insuficiente y apostamos por la transdisciplinariedad.

Después de un tiempo, tuve la oportunidad de regresar a mi alma mater como docente, desde luego para la Licenciatura de Educación Especial, en el plan 85, después cuando se implementó el plan de transición y el plan 2004.

Con el 2004, tuve la oportunidad de ir a las capacitaciones a la CDMX, un plan que aunque estaba en auge la Integración Educativa y el diseño fue responsabilidad de personas expertas, jamás se pensó en denominarla Licenciatura en Integración Educativa, porque la licenciatura de educación especial que forma especialistas siempre será necesaria, porque un docente de educación básica se formó para ello, para estar en básica en cualquiera de sus niveles educativos y nosotros para atender las necesidades específicas.

La BENV, ofrece la Licenciatura de Educación Especial en dos áreas de atención: Intelectual y Auditiva y de lenguaje, en ambas, a pesar de formar en lo específico han requerido asignaturas complementarias porque tres años de formación en un área no son suficientes para aprender lo básico y necesario para enfrentarse en un cuarto año a la práctica intensiva en condiciones reales de trabajo en USAER (preescolar y primaria), CAPEP y CAM (en los momentos formativos de inicial, preescolar, primaria y formación para el trabajo, aunque este ciclo escolar se agregó el de secundaria) y después a la realidad educativa como un profesionista. La formación inicial por áreas de atención requiere de más espacios curriculares para favorecer lo que no aborda el plan, por ejemplo: LSM (durante mínimo cuatro semestres), Braille (dos semestres), educación de la sexualidad para personas con discapacidad (dos semestres), y otros más de formación general.

En el 2012 en las escuelas normales, hubo una reforma curricular para Educación Preescolar y Primaria, misma que en la BENV como es una costumbre académica, se analizó, se hicieron propuestas, se aplicó, se volvió a analizar y se reelaboraron nuevamente propuestas para la DGESPE (que por cierto, no se perciben en la reforma 2018), en ese entonces, se empezaba a escuchar que sólo quedarían dos licenciaturas, entre ellas, la de Educación Inclusiva, sin embargo, hicimos caso omiso y seguimos adelante con el 2004.

Para el ciclo escolar 2018-2019 se pretende una Reforma Curricular para la Educación Normal, armonizándola con el Modelo Educativo para la Educación Obligatoria que de igual manera entra en vigor en toda la república. ¿Qué pasa con educación especial?

Este es el tema por más doloroso, incomprensible y nada pertinente, alguien con nula experiencia en Educación Especial y sus servicios (escolarizado, apoyo y de orientación), propone que la Licenciatura debe convertirse en Licenciatura en Inclusión Educativa, la asumen como un medio para lograr la Educación Inclusiva; al revisar los materiales de las cuatro reuniones nacionales que nos compartió la embajadora académica a mediados de mayo de este año, es evidente el camino por donde llevaron a los docentes normalistas para transitar en este cambio, para que se lo apropiaran y lo validaran, así las discusiones serían entre normalistas ¿y la DGESPE?.

La educación inclusiva no es nueva, de hecho, desde hace varios años el profesorado de especial ha transitado en favorecerla desde su función como especialista, ha generado condiciones para que la comunidad escolar en sus prácticas cotidianas sean más incluyentes, todo esto establecido en el artículo 41 de la Ley General de Educación.

Ahora las inconsistencias, en el documento de la DGESPE publicado el 22 (primera versión) y 24 (segunda versión) de mayo del año en curso denominado “Escuelas normales. Estrategias de fortalecimiento y transformación” hace referencia a la Licenciatura de Educación Especial, no Inclusión Educativa, por ejemplo, cuando mencionan respecto al aprendizaje del inglés (página 54); en otro documento, las “Orientaciones curriculares para la formación inicial” (que presentaron en Saltillo a mediados de junio), donde vuelven a enfatizar que las mallas curriculares se integran por trayectos formativos (bases teórico metodológicas para la enseñanza, formación para la enseñanza y el aprendizaje, práctica profesional y optativos), en el segundo trayecto cuando hacen referencia a la Lic. en Inclusión Educativa, en la página 22 a la letra dice: “Para la licenciatura en inclusión educativa, el trayecto propicia la formación de un especialista en las estrategias para la enseñanza del currículo de la educación básica que atienda distintas necesidades educativas que se presenten en el aula. Sea como maestro de apoyo o como responsable de la escolarización de los alumnos. Centra su atención en los enfoques, y didácticas específicas de las principales áreas y campos de formación, que le permitan diseñar estrategias grupales con secuencias didácticas para que aprendan juntos las niñas, niños y adolescentes con diferentes discapacidades, como parte de una normalidad diversa en la cotidianeidad de nuestras aulas”.

Espero que cuando dice responsable de la escolarización ¿se refiere a los docentes de un CAM?, sin embargo, menciona “aprendan juntos las niñas, niños y adolescentes con diferentes discapacidades, como parte de una normalidad diversa en la cotidianeidad de nuestras aulas” implica ¿todo el alumnado y profesorado de esta licenciatura se va a la escuela regular? Lo que no se ve no se atiende y en este mismo documento de la página 50 a la 53 jamás hace referencia a los CAM, todo a la escuela regular, de hecho, ni siquiera menciona el servicio de USAER, mucho menos para el trayecto de práctica profesional; también se habla de una flexibilidad curricular mediante el desarrollo de cursos optativos que de ninguna manera deben de solventar los vacíos curriculares de los cursos que propone la malla ¿entonces favoreceremos la semi educación?

Y, por si fuera poco, en la malla curricular consideran que abordarán el desarrollo del alumnado de preescolar, primaria y secundaria, partiendo de la “normalidad” hasta llegar a las alteraciones, ¿con cuatro horas a la semana?, ¿Y un semestre por nivel educativo?, en serio ¿es suficiente? Si una licenciatura para cada área no lo es y lo dice la experiencia, así como los resultados.

En lo referente al aprendizaje del inglés, hay tres cursos, que, por cierto, corresponde a un nivel B2 del MCER, y son más de esta lengua, que la de Señas Mexicana, ¿la DGESPE sabrá de la propuesta 2012 sobre el modelo educativo bilingüe bicultural?  Vaya, si de lenguas se trata y siendo de INCLUSIÓN EDUCATIVA ¿no debería ser esta una lengua prioritaria más que el inglés?

Y, eso no es todo, la educación obligatoria ahora que la abrieron para que cualquier profesionista labore en ella sin tener formación alguna en didáctica (pareciera que no es indispensable), también se compite al interior de las normales, porque quien egrese de esta licenciatura puede concursar en el examen de oposición para el ingreso al SPD en el nivel de preescolar, primaria, además espero ¿para especial? ¿serán semi qué? Semi docentes de especial, semi docentes de básica, pero de ninguna manera tendrán una formación completa en una u otra. ¿está agonizando educación especial? ¿está cumpliendo el gobierno lo que había prometido años atrás argumentando que educación especial es cara? Y aclaro, con muy poca diferencia salarial respecto al profesorado de básica.

En muchos estados del país los servicios de orientación (por ejemplo: UOP, CRIE), ya no existen, de hecho son pocos los que sobreviven y para quienes afirman que no pasa nada en los servicios de educación especial en nuestro estado de Veracruz, hay un embate en este momento para los servicios de orientación en ambos sistemas, les dieron tres opciones, a) seguir como servicio de orientación sin que este se refuerce con más personal y si hay cambios nadie cubre el lugar, b) todo el servicio lo convierten en una USAER o c) reubican a los especialistas en las USAER existentes; exigiendo una decisión por escrito, el sistema estatal de manera pronta y sin objetar eligió una de estas opciones y el sistema federal se defendió, porque esto atenta contra el derecho laboral, además, se deja de atender al alumnado de diferentes comunidades que necesitan a especialistas y que no reciben apoyo alguno de USAER ni CAM; este 2 de julio hubo un frente común, les apoyaron pocas pero fuertes autoridades y ganaron, siguen con vida, esperamos el sistema estatal en congruencia haga lo propio. Y no debemos confiarnos, porque han “armonizado” el modelo de educación obligatoria con el de normal para ¿qué ya no egresen especialistas? ¿dudan? Revisen la reforma para normales, de hecho, solo hay competencias profesionales y genéricas como en las licenciaturas de preescolar y primaria, excepto física y telesecundaria que tienen competencias específicas y secundaria con las disciplinares ¿cómo lo pueden interpretar? ¿estamos como EDUCACIÓN ESPECIAL visibilizados en el modelo educativo de educación obligatoria y normal? ¿esto responde a la política de inclusión y equidad? ¿esperan que en el futuro nos perdamos poco a poco y de manera tan sutil explicando que es por la cantidad de población que se atiende y que no se justifica la existencia de los servicios incluso los de apoyo? ¿esperan que pasemos a ser docentes de grupo con someros conocimientos para atender a una pequeña y diminuta parte de la diversidad? ¿dejaremos de ser necesarios?

Me pregunto constantemente si las autoridades de la DGESPE y quienes coordinaron este rediseño curricular han estado alguna vez en un CAM, o han visitado una comunidad con un servicio de orientación o mínimo en una USAER donde se atiende a población con discapacidad ¿sabrán cómo atender a un chico con encefalocele occipital, complejo de esclerosis tuberosa, trastornos del espectro del autismo, sordoceguera, Síndrome de Sanfilippo? ¿galactosemia?, ¿entre muchas otras más? ¿los estudios de caso que proponen para desarrollar esta licenciatura serán suficientes para atender a la diversidad del alumnado con discapacidades múltiples y/o severas? ¿Quiénes egresen de la licenciatura en inclusión educativa tendrán conocimientos y habilidades para enseñar LSM, braille, ábaco cranmer, orientación y movilidad, actividades de vida diaria, tableros de comunicación, método auditivo verbal, oralización, PEC´s, ABA, Teacch, conducta adaptativa, autodeterminación y calidad de vida, formación laboral, sexualidad, habilidades sociales, proyecto oso, tadoma, basal, ¿entre muchos otros? Y además, tener un domino de los aprendizajes clave para la educación obligatoria, planear, evaluar como un docente de básica que se formó cuatro años para ello, ¿Esta licenciatura responde con dignidad al alumnado con necesidades muy específicas? ¿serán los derechos humanos violentados con esta semi licenciatura que debería atender a la población con discapacidad con equidad y pertinencia?

¿Serán las normales quienes formen a futuros especialistas para atender a las especificidades de esta población? Claramente NO. ¿lo vamos a permitir? No, defenderemos quienes tenemos vocación, quienes somos profesionistas y además profesionales de la educación especial a EDUCACIÓN ESPECIAL.

Fuente del Artículo:

http://insurgenciamagisterial.com/educacion-especial-agonizante/

ove/mahv

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El homicidio de la literatura en educación especial

Por: Laura del Carmen Muñoz Guzmán

El tres de agosto del 2018 en la edición matutina en el segundo punto, se emite en el Diario Oficial de la Federación el Acuerdo número 14/07/18 por el que se establecen los planes y programas de estudio de las licenciaturas para la formación de maestros de educación básica.

En el Artículo 1. establecen los planes y programas y mencionan en el anexo 15. Plan de Estudios de la Licenciatura de Inclusión Educativa, es decir, antes Educación Especial.

En el segundo transitorio amablemente señalan que queda sin efectos el Acuerdo 349 por el que se establece el Plan de Estudios para la Formación Inicial de Profesores de Educación Especial publicado el 3 de diciembre del 2004, la pretensión es que NADIE puede cursar a partir de este ciclo escolar este plan, clara directa a la Benemérita Escuela Normal Veracruzana “Enrique C. Rébsamen que mediante mayoría evidente decidimos el aplazamiento de la Reforma Curricular de Normales 2018, sin considerar que pese a la publicación en el DOF para la Reforma de las Licenciaturas de Preescolar y Primaria en el 2012, publica el INEE “Educación Normal en México elementos para su análisis” y aseveran que hubo normales operando en la Lic. de Educación Primaria el plan anterior, es decir, el de 1997.

Para muchas personas este cambio en Educación Especial puede no significar mucho, incluso no significar nada, sin embargo, para quienes somos egresados de esta Licenciatura y que hemos laborado en la modalidad de Educación Especial en cualquiera o en sus tres servicios (Orientación, Escolarizado y Apoyo), significa todo, porque no sólo es el cambio de nombre, es la eliminación de nuestra especialidad, de lo que nos caracteriza, de nuestra formación y en la práctica, quienes hemos estado en ella de lo que ejercemos y que gracias a ella tenemos herramientas para atender a niñas, niños, jóvenes, incluso adultos con algún signo de discapacidad que un docente de inicial, preescolar, primaria, secundaria, media superior, incluso, superior no tiene. Implica en lo subsecuente la eliminación de Educación Especial en educación básica y obligatoria.

En el anexo 15, aseguran que el Plan 2004 de la Licenciatura en Educación Especial prevalecía la formación por atención específica de deficiencia orgánica, con base en el modelo médico, sin embargo, quienes operamos este plan desde su inicio hasta este momento (y esperan su término sea en el 2021 tal como planea la SEP, vía DGESPE), sabemos que no se sustenta en este modelo, lo retoma, tal como lo hace su propuesta de Lic. en Inclusión Educativa.

Es necesario remontarme a la historia para evidenciar el poco sustento de esta Licenciatura en Inclusión Educativa;  en el 2001 en Veracruz fui consultora del equipo base del entonces Proyecto de investigación e innovación integración educativa, ofrecíamos cursos para docentes de Educación Especial y primaria donde se ubicaban las USAER y esto da sustento al posterior Programa Nacional de fortalecimiento de la Educación Especial y de la integración educativa en el 2002, no en el 2000 como lo afirman en este anexo.

En el Programa Nacional de Educación 2001-2006 la tarea era alcanzar la justicia educativa y la equidad, por ello, este fue el primer objetivo estratégico de la educación básica nacional, donde pretendían: Garantizar el derecho a la educación expresado como la igualdad de oportunidades para el acceso, la permanencia y el logro educativo de todos los niños y jóvenes del país en la educación básica; se reconoce la necesidad de poner en marcha acciones decididas por parte de las autoridades educativas para atender a la población con discapacidad. Las acciones que se promovieron para ello tienen como antecedente los cambios en la orientación de los servicios de Educación Especial, entre los cuales destaca el tránsito de la atención casi exclusivamente clínica y terapéutica, hacia una atención educativa cada vez más incluyente, por ello, Educación Especial se conformó principalmente, como un servicio de apoyo a las escuelas de educación básica, ante esto ¿dónde está lo médico en planteamiento?

Otro elemento fundamental en el que sustentan esta licenciatura es la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad que fue aprobada el 13 de diciembre de 2006 en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. En México, la Convención entra en vigor el 3 de mayo de 2008, convirtiéndose en el primer tratado sobre derechos humanos del siglo XXI en entrar en vigencia en todo el mundo, esto incluye México.

El 3 de septiembre de 2009 el gobierno de México designa al Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad (CONADIS) como mecanismo gubernamental de coordinación para la adopción de medidas relacionadas con la aplicación de la Convención. Así que por eso las modificaciones posteriores a leyes nacionales se dan desde el 2011, pero eso no lo mencionan, lo dicen como si operara desde el 2006, así que no pueden ni deben asegurar que el Plan 2004 se sustentó meramente en el modelo médico y que por eso se organizó por áreas específicas de atención (esto es desde el 1985) atendiendo a la justicia y la equidad educativa de una diversidad de población, entre esta a quienes presentaban algún signo de discapacidad.

Ahondaré sobre esta Convención, porque si tanto peso le dan ¿por qué eliminan en su malla curricular el conocimiento que implica detectar, evaluar, atender y dar seguimiento a las personas con algún signo de discapacidad en los diferentes contextos donde se desenvuelven como especialidad de formación? ¿quién lo hará? ¿el docente de educación básica y obligatoria?

Bien, la Convención define a las personas con discapacidad como “aquellas que tengan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que, al interactuar con diversas barreras, puedan impedir su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás” y en ella se reafirma que todas las personas con todos los tipos de discapacidad deben poder gozar de todos los derechos humanos y libertades fundamentales. Sus principios generales son:

  • Respeto de la dignidad inherente, la autonomía individual, incluida la libertad de tomar sus propias decisiones y la independencia de las personas.
  • La no discriminación.
  • La participación e inclusión plenas y efectivas en la sociedad.
  • El respeto por la diferencia y la aceptación de las personas con discapacidad como parte de la diversidad y condición humanas.
  • La igualdad de oportunidades.
  • La accesibilidad.
  • La igualdad entre el hombre y la mujer.
  • El respeto a la evolución de las facultades de niños, niñas y adolescentes con discapacidad y su derecho a preservar su identidad.

El 3 de mayo de 2018 conmemoramos 10 años de la entrada en vigor de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y hubo en el H. Congreso de la Unión una reunión precisamente con especialistas del CONAPRED, CONADIS y otros más así como con personas con discapacidad, ya sea de AC, particulares, incluso de escuelas regulares y de CAED (Centro de Atención a Personas con Discapacidad), donde hicieron este balance y como conclusión mencionan avances, sin embargo, nos falta mucho para garantizar el derecho pleno, de inicio del Artículo 1° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y de ahí de los establecidos en las diferentes leyes y documentos internacionales ¿y a causa de qué? De la falta de conocimiento sobre las acciones necesarias para la detección, evaluación, atención y seguimiento de las necesidades de las personas con discapacidad.

Después, arguyen a la Ley General de Educación, Artículo 41, y de este con fines de contextualización cito algunos apartados básicos “La Educación Especial tiene como propósito identificar, prevenir y eliminar las barreras que limitan el aprendizaje y la participación plena y efectiva en la sociedad de las personas con discapacidad, con dificultades severas de aprendizaje, de conducta o de comunicación, así como de aquellas con aptitudes sobresalientes… se favorecerá su atención en los planteles de educación básica, sin que esto cancele su posibilidad de acceder a las diversas modalidades de Educación Especial atendiendo a sus necesidades. Se realizarán ajustes razonables y se aplicarán métodos, técnicas, materiales específicos y las medidas de apoyo necesarias para garantizar la satisfacción de las necesidades básicas de aprendizaje de los alumnos y el máximo desarrollo de su potencial para la autónoma integración a la vida social y productiva. … Las instituciones educativas del Estado promoverán y facilitarán la continuidad de sus estudios en los niveles de educación media superior y superior. La Educación Especial deberá incorporar los enfoques de inclusión e igualdad sustantiva. Esta educación abarcará la capacitación y orientación a los padres o tutores; así como también a los maestros y personal de escuelas de educación básica y media superior regulares que atiendan a alumnos con discapacidad, con dificultades severas de aprendizaje, de comportamiento o de comunicación, o bien con aptitudes sobresalientes. … atenderán las disposiciones en materia de accesibilidad señaladas en la Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad, en la Ley General de la Infraestructura Física Educativa, y en las demás normas aplicables”.

Con lo anterior, se entiende con claridad que México está comprometido a implementar acciones de sensibilización pública y trabajar en favor de la inclusión y desarrollo integral de las Personas con Discapacidad en nuestro país, sin embargo ¿la solución es convertir la Licenciatura en Educación Especial en Inclusión Educativa?

Analizando esta licenciatura que proponen como la panacea de la Educación Inclusiva ¿qué aborda que ya no será necesario formar especialistas en lo que se especifica en los documentos mencionados en líneas anteriores?

Esta licenciatura de manera literal asegura que “hay que considerar una población que, sin discapacidad, tiene trastornos de aprendizaje, es decir, tiene alguna patología o enfermedad de orden neuropsicológico por diversas etiologías, esto tras investigaciones psicogenéticas”, pretenden que TODO el alumnado esté en las aulas de las escuelas de educación básica y obligatoria para que diseñen “tareas dentro del aula y logren superar las barreras que sus diversos síndromes conllevan”, además que “tengan el conocimiento de las diversas discapacidades , nociones para identificar los diversos trastornos  corticales y experto en la co-enseñanza para trabajar” con el profesorado de básica, hablan de que debe ser capaz de realizar “diagnósticos” y esto se atenderá en tres cursos de la malla: desarrollo neuropsicológico, trastornos neuropsicológicos del aprendizaje, así como diagnóstico y adecuación curricular (las adecuaciones curriculares surgen con la Integración Educativa por cierto), y si esto no es desde el modelo médico ¿qué es?, por favor, Educación Especial se apoya de este modelo como un elemento más para comprender la condición del niño, niña o joven con alguna necesidad en particular, sea o no discapacidad, pero desde hace muchos años no se fundamenta ni actúa bajo este, en nuestra práctica profesional como especialistas en Educación Especial retomamos diferentes modelos de atención, sí como el médico, pero también el social, universal, biopsicosocial, de derechos humanos, por mencionar algunos, así que como el Plan 2004 también lo retoma sin fundamentarse en este.

Ahora, dentro del perfil de egreso en esta licenciatura sólo enuncian competencias genéricas que no menciona ni una sola vez “discapacidad” y en las profesionales de ocho enunciados y que de este se desprenden mínimo dos aspectos a desarrollar solo en una, en la primera mencionan al alumnado con discapacidad, dificultades severas de aprendizaje, de conducta o de comunicación ¿y las específicas? Es decir ¿lo nuestro como especialistas? ¿lo que nos caracteriza y define? Y viene lo mejor de los 52 cursos que constituye la malla curricular solo siete cursos responden de manera clara y directa a esta población y las asignaturas son: Lengua de señas mexicana nociones básicas, modelos de atención que sustentan la Educación Especial, comprensión del sujeto en situación de discapacidad, lengua de señas mexicana avanzado, braille nociones básica, braille avanzado y estrategias de intervención en el aula de alumnos con TEA y ya, eso es todo en la formación de cuatro años y con ello deben de responder a los servicios de Educación Especial que actualmente quedan y desde luego, a la diversidad de la escuela de educación básica y obligatoria. No puede faltar el inglés, de hecho son tres cursos que hacen un total de 324 horas en comparación de lengua de señas mexicana que en toda la formación 216 horas, lo mismo con Braille.

De los 52 cursos, 13 los mencioné, cuatro son optativos, es decir, aún no se sabe lo que se abordará porque esa es la gran flexibilidad curricular que la DGESPE amablemente nos permite, así que 35 abordan cursos sobre educación inclusiva que lo traducen en bases teórico metodológicas para la enseñanza, formación para la enseñanza y el aprendizaje que retoma por niveles educativos el modelo de educación obligatoria y práctica profesional se supone en servicios de Educación Especial (mientras existan).

La embajadora académica mencionó en reuniones de la Licenciatura en Educación Especial y se ratifica en este anexo 15 que, dentro de los cursos, por ejemplo: pensamiento matemático en preescolar, aborda el desarrollo del alumnado en este nivel, como favorecerlo, sus posibles “alteraciones” y como se atiende en la discapacidad, mi duda ¿en cual discapacidad? ¿en todas? Y además ¿TODAS las alteraciones que pueden darse en estudiantado sin discapacidad? Y todavía ¿identificar barreras que limitan el aprendizaje y participación en cualquier contexto? Espero que quienes diseñen e impartan estos cursos sean especialistas de Educación Especial y además hayan estado en servicio, en la realidad.

Así mismo, en el perfil de egreso mencionan que quienes egresen de esta licenciatura se desempeñarán en los servicios de Educación Especial, sin embargo, nos informaron en estas reuniones que al egresar podrán concursar para una plaza en educación preescolar o primaria, pero realmente ¿tendrán los elementos para atender a alumnado con discapacidad, con dificultades severas de aprendizaje, de conducta o de comunicación, así como de aquellas con aptitudes sobresalientes o bien ser un docente de grupo de preescolar y primaria?

Sabemos y proponen en esta licenciatura que la educación inclusiva es, agrego, corresponsabilidad de todas las personas involucradas, se debe responder a las necesidades de personas con un signo de discapacidad, con dificultades severas de aprendizaje, de conducta o de comunicación, así como de aquellas con aptitudes sobresalientes, aplica la perspectiva de género, la interculturalidad con las personas indígenas , migrantes nacionales e internacionales, diversidad sexual desde inicial hasta el nivel superior, abarca temas de sostenibilidad, cuidado ecológico del medio ambiente y de agua, ética del cuidado para la formación ciudadana mundial , y dese luego dominar os aprendizajes clave del nivel educativo, conocer el desarrollo y procesos evolutivos, saber diseñar estrategias grupales en el aula secuencias didácticas, trabajar con las familias, el profesorado y de ser posible favorezca a transdisciplinariedad y en serio ¿esta licenciatura con 4608 horas distribuidas en cuatro años lo logrará?

Los otros planes de estudio de educación normal para básica abordan curso o cursos de educación inclusiva y sí educación inclusiva y no inclusión educativa ¿y no que esta última favorece a la primera? Realmente se está formando para atender a la diversidad, a TODA la diversidad.

Como Educación Especial jamás nos hemos negado a transitar a la educación inclusiva, es más lo hemos hecho antes del diseño del modelo educativo, evaluamos las dimensiones que considera el índice de inclusión que retoma políticas, prácticas y cultura, a medida de las posibilidades (porque cuatro años de formación en un área como intelectual, auditiva y de lenguaje, visual y motriz no son suficientes), se incorpora el uso de la lengua de señas, braille, orientación y movilidad, actividades de vida diaria, diferentes métodos para la adquisición de la lectoescritura, para la comunicación, para la conducta, entre muchas otras acciones más, sólo debemos especificar, sí a la educación inclusiva, sí continuamos este caminar pero como especialistas, no como pseudo algo, porque no se tiene claro qué.

En las escuelas de educación básica ¿quién va a orientar liderar, sobre y operativizar la atención del alumnado con discapacidad, con dificultades severas de aprendizaje, de conducta o de comunicación, así como de aquellas con aptitudes sobresalientes? La realidad es que, de no atenderse las necesidades de esta población, de esta parte de la diversidad caeremos en la discriminación a causa de desconocimientos, prejuicios por el simple hecho de ser diferentes porque el especialista de Educación Especial inicia con esta gran barrera ¿quién lo hará ahora si desconocerá tanto de la atención a esta población?

Si la realidad fuera la atención a la diversidad, las acciones deben dirigirse a la práctica docente cotidiana, a las instituciones, al gobierno para que aplique las leyes y de no cumplirse se apliquen sanciones sea quien sea, por ejemplo, por ley está estipulado que debemos ofrecer educación a una persona sorda en su lengua, que es la de señas, de no hacerlo que se sancione, que se aplique la ley.

Pero, la verdad ¿Cuál es el trasfondo de estos cambios? ¿Es político, social, económico, todos los anteriores? ¿a qué política internacional responde? ¿a qué o con quién nos alineamos?

Desde hace mucho el gobierno federal y estatal dice que Educación Especial sale cara, pero eso nada tiene que ver con la presión que se ha ejercido dentro de Educación Especial respecto a que se debe de cubrir cierta cantidad de niños y niñas con discapacidad para que continúe el servicio (orientación, escolarizado o de apoyo), y además si no cumple con la matrícula mínima debe de buscar otras u otras escuelas dejando la que no cumple el requisito de cantidad para atender ¿entonces si llegas a 12, pero si a 10 no vale la pena? ¿no es ese el trabajo? ¿atender a las familias y al profesorado y en muchos casos a la propia comunidad no cuenta? Es decir, ¿todo se centra en la población con discapacidad y ahora que se amplió a dificultades severas de aprendizaje, de conducta o de comunicación y aptitudes sobresalientes no se llega a la cuota para justificar la existencia del servicio? Por favor, desde hace mucho se amenaza que de no cubrir la población en servicios de orientación y escolarizado los cierran y reorientan a USAER, que implica que cada vez más docentes los que hay y haya hasta el 2021 que egresa la última generación de especialistas en Educación Especial, se asignen a una escuela, sea ahí su adscripción, como sucede con las y los educadores físicos, hasta llegar el punto de diluirnos, incluso de no ser necesaria nuestra intervención, aunque lo sea.

¿Qué se espera de Educación Especial? Que si se requieren especialistas lo hagan en lo privado, favoreciendo esta iniciativa y del alumnado que necesita esta atención específica ¿lo hará en escuelas particulares? Que por cierto ya abundan. ¿y las familias que tienen la posibilidad de llevar al niño, niña o joven con discapacidad a una escuela especializada particular volverá a su casa? ¿regresar a la exclusión? ¿regresar a encontrar nuevamente niñas y niños con discapacidad y/o TEA amarrados a su cama? O como en España, con eso de que nos encanta seguir sus pasos, ¿serán centros concertados?  Es decir, a un particular el gobierno le paga para dar la atención especializada sin costo a la población, pero sí un coste a los impuestos del pueblo.

La diversidad del alumnado en las escuelas será corresponsabilidad de esta, así que si hay población sorda y no saben lengua de señas mexicana, con la autonomía de gestión deberán cubrir esta necesidad, otro ejemplo, el diseño universal y el diseño universal para el aprendizaje será atendido por las escuelas, siempre y cuando lo vean como una necesidad y se retome en su ruta de mejora, de otra manera se genera la exclusión.

Con todo lo anterior, es un craso error del gobierno federal el homicidio de la Licenciatura en Educación Especial de la educación normal, ojalá que el gobierno entrante sea inteligente, procure los intereses y necesidades de la gente y de esta población en particular y su primer paso sea derogar este acuerdo número 14/07/18 por el que se establecen los planes y programas de estudio de las licenciaturas para la formación de maestros de educación básica.

Referentes:

http://diariooficial.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5533910&fecha=03/08/2018

http://publicaciones.inee.edu.mx/buscadorPub/P3/B/108/P3B108.pdf

https://www.educacionespecial.sep.gob.mx/pdf/publicaciones/ProgNal.pdf

https://www.gob.mx/sedesol/es/articulos/sabes-que-es-la-convencion-sobre-los-derechos-de-las-personas-con-discapacidad?idiom=es

https://www.sep.gob.mx/work/models/sep1/Resource/558c2c24-0b12-4676-ad90-8ab78086b184/ley_general_educacion.pdf

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/el-homicidio-de-la-licenciatura-en-educacion-especial/

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