¿Qué hacer ante situaciones del síndrome de Burnout en los docentes?

Colombia / 21 de abril de 2019 / Autor: Luis Eduardo Chamorro Rodríguez / Fuente: El Nuevo Día

Reacciones de los docentes ante resultados de investigación sobre este tema.

En esta página, el domingo 31 de marzo pasado publiqué un texto sobre “Síndrome de Burnout, el agotamiento emocional”, resultado de la investigación realizada por la psicóloga Diana Marcela Herrán Rangel y el administrador de empresas Francisco Javier Roda Reyes, estudiantes de la Maestría en Educación de la Universidad del Tolima. En esencia se trata de una investigación que le apunta a acciones sociales y preventivas, y no pretenden evaluar el desempeño de los docentes.

El Síndrome de Burnout ocurre cuando una persona manifiesta situaciones de agotamiento emocional, estrés laboral, fatiga física y psicológica debido a su desempeño, en este caso como consecuencia de las labores que un docente realiza en el ámbito de la institución escolar o fuera de ella, pero relacionadas con su tarea de formar estudiantes. Tarea del docente que tiene que ver con el desarrollo de competencias funcionales, principalmente de carácter pedagógico y competencias comportamentales que debe cumplir al establecer relaciones interpersonales con los directivos, los compañeros que ejercen la misma labor, con los padres de familia y, principalmente con los estudiantes.

Los resultados básicos de la investigación a que se hace referencia, ya fueron publicados para cumplir con una de las actividades con las cuales debe culminar la tarea de la investigación educativa: La divulgación de sus resultados (divulgación científica) para que el público en general y los profesionales de la educación se enteren y formen su propia opinión sobre el objeto de las investigaciones. Investigación que no se divulgue, que no origine artículos científicos o libros, no cumple su función esencial.

El profesor de tiempo completo de la Universidad del Tolima, Manuel Horacio Vásquez, doctor en Historia de la Universidad de Nantes de Francia, al respecto dijo: “Los resultados de una investigación son simplemente eso, resultados, y ellos podrían variar aplicando otros procesos. No son palabra de Dios. El documento entregado a la Universidad es un documento de carácter público en una institución pública y puede ser consultado por cualquier persona. En la Universidad los resultados de investigaciones están disponibles en la página web y en consecuencia pueden consultarlos y divulgarlos por quien acceda a ellos.

Observar una situación a nivel investigativo, que arroja unos resultados X o Y, no determina una condición negativa sino que puede hacer prever cosas negativas que se puedan presentar en un futuro próximo o lejano y de esta manera aplicar el principio de precaución, es decir, prever algo para que no llegue o cuando llegue saber qué hacer, como la situación frente al proceso que se realiza cuando se instalan alarmas y mangueras para prevenir los incendios. En este sentido no quiere decir que los bomberos son pirómanos o que las gentes de un edificio ya están quemadas”.

 

Reacciones de docentes sobre el Síndrome de

Burnout

La investigación a que hacemos referencia tuvo como participantes a docentes de una de las instituciones oficiales de Ibagué. Entre ellos se han suscitado los debates a favor y en contra de los resultados, hay quejas y reclamos sobre el asunto. Se ha cumplido el propósito de la divulgación.

El problema está en que algunos de los docentes que participaron en la aplicación de las cuatro técnicas (triangulación de técnicas) para recolectar los datos cuantitativos y cualitativos programados, discrepan de los resultados y hallazgos finales de la investigación y lo han hecho saber a EL NUEVO DÍA, a la Dirección de la Maestría y a otros entes de control social. Porque en la recolección y procesamiento de datos se aplicó un test inventario “Maslach Burnout inventor y MBI-Ed para evaluar, en tres escalas el agotamiento emocional, la despersonalización y la realización personal de los encuestados. A ello se suma una entrevista llevada a una matriz de categorización, la observación participante realizada por los investigadores y el análisis documental disponible sobre estas situaciones objeto de estudio.

Los reclamos están relacionados con los resultados de la investigación. Tienen que ver con el impacto sobre el clima laboral que los docentes perciben como consecuencia de la divulgación del estudio, “estas conclusiones vulneran nuestro accionar y proceder como docentes… Hemos sido objeto de burlas de compañeros”.

Pero afirman en su petición: “No desconocemos que como docentes, no estamos exentos del riesgo de sufrir algunos síntomas de dicho síndrome, pero hasta la presente, estos no nos han afectado al punto de poseer los comportamientos que de manera irresponsable puntualiza el desarrollo de esta investigación”.

 

¿Qué hacer frente al Síndrome de Burnout?

La investigación sobre Síndrome de Burnout en docentes, hace una propuesta de “ruta de atención” en casos de Burnout.

Se trata de un protocolo que “tiene por objetivo definir, homogenizar, enriquecer y ajustar las actuaciones de las distintas áreas profesionales, como garantía de una intervención interdisciplinar de calidad”. Se aplicará cada vez que se estime necesario evitar la presencia del síndrome. Se acepta que existe la necesidad de identificar los factores de riesgo y factores protectores que son recursos inherentes a la profesión docente.

Entonces, queda abierto el debate sobre este tema del cual hay poca información, siendo que tiene implicaciones sobre la salud mental de los docentes y directivos docentes y en forma directa e indirecta propicia hechos de clima social escolar y clima laboral pocos satisfactorios, cuando la situación es grave.

Igualmente, es necesario que en el ámbito escolar se acreciente la investigación educativa, se cumpla el mandato constitucional sobre “libertades de enseñanza, aprendizaje, investigación y cátedra” (artículo 27 de la Constitución). Son libertades y derechos de la cual son titulares los docentes e investigadores y los estudiantes. Los docentes, están llamados a realizar investigaciones educativas y pedagógicas en su lugar de trabajo sobre sus prácticas y aportar nuevos conocimientos científicos para la transformación y la mejora.

 

Calificación de meritocracia

El artículo de la página de educación del 31 de marzo no se abordaron temas del informe de la investigación de 150 páginas. Así que, por ejemplo, se omitió la desagregación de los datos del test MBI-ED, según los niveles y frecuencia dada en los resultados. Pero es bueno decir que la aplicación de 4 técnicas de recolección y procesamiento de datos, incluyendo la aplicación de los softwares correspondientes, le dan validez a los resultados de la investigación que se desarrolló a los largo de dos años.

Al final, el psicólogo Alberto Moreno exprofesor de la Universidad del Tolima, doctor en Psicología del Deporte en Cuba y autor del libro “Las emociones y el burnout en el deporte de base”, actuó como jurado y dio calificación meritoria a esta investigación, al calificarla con 4.9 sobre 5.

No es de extrañar los resultados de esta investigación porque el investigador Hiebert y Faber (1984) al revisar 71 artículos que registran resultados de investigaciones sobre este síndrome, “Encontraron evidencias para considerar la docencia como una profesión estresante. La prevalencia del estrés y la respuesta a éste varía de maestro a maestro dependiendo de las estrategias de afrontamiento que utilice”.

Fuente del Artículo:

http://www.elnuevodia.com.co/nuevodia/especiales/educacion/431731-que-hacer-ante-situaciones-del-sindrome-de-burnout-en-los-docentes

ove/mahv
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La tarea de asegurar la calidad y la pertinencia educativa .

Por: Luis Eduardo Chamorro Rodriguez.

En los Objetivos del Milenio 2016 -2030, se pasa del énfasis en la cobertura al énfasis en la calidad.

Muy seguramente, todos los planes de desarrollo territoriales han incluido estrategias y programas que se relacionen con los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible para los próximos 15 años, 2016 – 2030. Entre los 17 objetivos acordados por Naciones Unidas para los países firmantes de este compromiso está Colombia y, en consecuencia, se dará la mirada al objetivo 4: “Asegurar la calidad y la pertinencia educativa y promover oportunidades de aprendizaje para todos”.

Cada institución y cada organización tendrán sus concepciones sobre lo que se entiende por calidad educativa, porque se trata de un concepto polisémico.

Por ahora en Colombia impera la hipótesis de que la evaluación mejora la calidad educativa y por ello todo, en el sistema escolar, se quiere evaluar, medir y cuantificar.

Se evalúan los aprendizajes de los estudiantes a través de las “evaluaciones en el aula” que hace cada docente y de la que se presentan resultados a los padres; se evalúan estos aprendizajes y el rendimiento académico a través de pruebas estandarizadas que en Colombia se denominan pruebas Saber, que van desde Tercero hasta Undécimo, con periodicidad anual. A ello se agregan las evaluaciones internacionales por muestreo.

En la Educación Superior, a través de las pruebas Saber Pro que deben presentar los profesionales antes de graduarse. Las anteriores y éstas, son pruebas censales, porque su cobertura se extiende a todos los matriculados.

Cada institución debe hacer anualmente su Evaluación Institucional, que en el sistema de educación superior se ejecuta a través de procesos de autoevaluación de los programas académicos, de los registros calificados de estos programas y de la acreditación de alta calidad de programas e instituciones.

En consecuencia, abundan los discursos teóricos y metodológicos sobre todos estos procesos; abundan, igualmente los instrumentos que en cada institución se deben diligenciar para evaluar la calidad, hasta el punto de que se cae en el instrumentalismo y en el “interés técnico” que implica cumplir con estas exigencias. Pareciera como si fuera más importante evaluar que formar a los estudiantes para su buen desempeño en el presente y en el futuro.

Aparte de los docentes también se les evalúa, pero enfrentando la resistencia y el rechazo de buena parte de los sindicatos magisteriales. También son evaluaciones de desempeño sobre competencias funcionales y comportamentales que sólo cubren a docentes vinculados bajo el régimen del nuevo estatuto de profesionalización, no incluye a los antiguos.

Objetivo de la calidad en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Volvamos al asunto de los nuevos objetivos mundiales para el período 2016 – 2030. Se establecen siete grandes metas para cumplir el mencionado objetivo. Se mezclan indicadores de cobertura, con los eficiencia interna y de calidad. La primera meta es “Asegurar que todos los niños y niñas completen la educación primaria y secundaria, gratuita y de calidad”. Es una meta diseñada para exigir permanencia en el sistema escolar. Pero su medición se hará incluyendo indicadores de evaluación del rendimiento académico que se garantizan con pruebas estandarizadas. Entre estos indicadores están, por ejemplo, “Porcentaje de estudiantes que alcanza nivel satisfactorio o avanzado en la prueba de Matemáticas” y Lenguaje para los grados Tercero a Noveno. Para Colombia se incluye el índice sintético de calidad para primaria, secundaria y media, de reciente creación y adopción.

La segunda meta es “Garantizar que todas las niñas y niños tengan acceso a un desarrollo de calidad en la primera infancia”, que se evaluará a través de indicadores como las tasas de cobertura en transición.

La tercera meta es “Garantizar la igualdad de acceso… a la educación técnica, profesional… de calidad asequible, incluyendo la universidad”.

La cuarta meta es “Aumentar sustancialmente el número de jóvenes y adultos con habilidades relevantes incluidas las actitudes técnicas y vocacionales para el empleo, trabajo decente y el emprendimiento”. Se evalúa con indicadores de porcentaje de personas con cinco años y más que utiliza computador en cualquier lugar y los que utilizan internet.

La quinta meta es “En 2030, eliminar las disparidades de género en educación… garantizar el acceso a la formación profesional de personas vulnerables…”. Se evaluará con indicadores de disminución de la brecha correspondiente para cada caso, por ejemplo: “Brecha en la cobertura neta de primaria en zona urbana/zona rural”.

Y así para cada nivel educativo.

La sexta meta es “Asegurar que todos los jóvenes y una proporción sustancial de adultos….logren la alfabetización y habilidades matemáticas básicas”. Se evaluará a través de tasas de analfabetismo.

Educación para el desarrollo sostenible.

La séptima y última meta del cuarto objetivo de calidad y pertinencia se plantea como “Asegurar que todos los alumnos adquieran conocimientos y las habilidades necesarias para promover el desarrollo sostenible”. Incluye temas de los Derechos Humanos, promoción de la cultura de la paz y apreciación de la diversidad cultural. Los indicadores para su evaluación son porcentajes de estudiantes que alcanzan el nivel satisfactorio y avanzado en las pruebas de Ciencias Naturales y Pensamiento Ciudadano, desde Noveno.

Esta meta incluye actividades para mejorar la infraestructura escolar y para “Aumentar sustancialmente el suministro de docentes calificados, en particular mediante cooperación internacional para formación de docentes”. Se evaluará a través de dos indicadores: “Porcentaje de docentes con Licenciatura. Porcentaje de docentes oficiales con título de posgrado”

Fuente: http://www.elnuevodia.com.co/nuevodia/especiales/educacion/291966-la-tarea-de-asegurar-la-calidad-y-la-pertinencia-educativa

Imagen: http://www.elnuevodia.com.co/nuevodia/sites/default/files/imagecache/Noticia_600x400/foto_grandes_400x300_noticia/2016/08/06/DATA_ART_9200426_BIG_CE.jpg

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