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Día del Maestro: ¡fuera máscaras!

Por: Lev Moujahid Velázquez Barriga

«La Unidad del Sistema de Carrera para las Maestras y los Maestros, que se aferran a sostener como ejemplo de justicia laboral, es el instrumento de la ultraderecha y el neoliberalismo educativo…»

Pocas veces los políticos partidarios del conservadurismo, expresan públicamente su adhesión a los postulados de la derecha, como lo hizo la senadora Lilly Téllez, cuando dijo: “A nadie debería avergonzar defender la vida, el esfuerzo individual, la familia, la propiedad privada; el orden y el Estado limitado”; es decir, contra la libre decisión de la mujer sobre su cuerpo; por las relaciones de competitividad, darwinismo social, privilegios de clase y contra la organización sindical; en pro del patriarcado y la homofobia; antiderechos humanos y antimigrante; en favor del despojo territorial y la defensa de los que tienen de sobra, por encima de los que no tienen nada más que su fuerza de trabajo; proclives al militarismo, el autoritarismo y la reducción de libertades sociales; filiales a una economía de libre mercado que provea las necesidades de los corporativos del capitalismo global.

En cada uno de estos postulados se pueden identificar con claridad las estrategias de política pública para reproducir los privilegios e intereses de una clase hegemónica; pero nos interesa poner la atención “sobre el esfuerzo individual”, porque de pronto escapa a la mirada crítica, se entremezcla con las posturas del academicismo puritano, y se presenta como el sentido común deseable hacia una visión aspiracionista de la economía, el comportamiento social, los derechos laborales y profesionales.

En ese esfuerzo individualista, que se traduce en competitividad y meritocracia, convergen las posturas de la nueva derecha y las del progresismo liberal; en ambos casos, la organización sindical de los trabajadores constituye una amenaza para la promesa de las libertades individuales del capitalismo que naturaliza la competencia por el interés personal de los sujetos, satanizando la defensa colectiva de los derechos sociales y humanos.

La cualidad salvadora del México hundido que la senadora Lilly Téllez atribuyó al individualismo y la competitividad, al decir: “Esa pretensión de inculcar […] que las personas no debemos aspirar a nada, que competir por la superación propia es malo […]. Eso, es lo que tiene hundido a México”, es la misma que le atribuyeron a la meritocracia, los tecnócratas del neoliberalismo y reformistas de la Cuarta Transformación; para que en todo proceso de derecho laboral y profesional imperara el sagrado interés del individuo, a salvo de la corrupción del sindicalismo magisterial oficial y disidente, vistos por igual.

Orden y Estado limitado orientan a que el neoautoritarismo de las plataformas digitales, desarticule el potencial colectivo de las tensiones de la clase trabajadora en relaciones de distanciamiento social y físico, a través de proyectos personales de profesionalización, regulados por el esfuerzo individual y mediados por regímenes de excepción laboral, establecidos unilateralmente sin la participación de los trabajadores.

Así se creó el sistema de carrera para maestras y maestros, como un régimen excepcional que excluyó únicamente a los docentes y a ningún otro tipo de trabajador de su derecho constitucional a huelga, al contrato colectivo, a la negociación de sus condiciones generales del trabajo; a participar en la definición de las reglas para ascensos profesionales, obtención de horas adicionales, cambios de centros de trabajo y mejoras económicas.

A este régimen excepcional, individualista, competitivo, meritocrático y de ordenamiento regresivo de los derechos magisteriales se le adhiere otra traba del Estado limitado, por medio de reducciones presupuestales que, pese al esfuerzo individual de los maestros, impiden la escalada masiva hacia el progresivo ejercicio de sus derechos individuales.

A pesar de la gravedad que implican estas restricciones económicas para limitar los derechos personales, no es en la actualidad el peor de los escenarios conocidos en la República. Los maestros estatales, cuya nómina depende del presupuesto local de entidades federativas como Michoacán, tienen todas las obligaciones y ningún derecho; al margen, incluso, de los establecidos por el régimen de excepción laboral en el sistema de carrera del magisterio.

La austeridad neoliberal continuada por algunos gobernadores, como Alfredo Ramírez Bedolla, les canceló toda posibilidad de obtener estímulos económicos por años de antigüedad y promoción salarial horizontal; de participar en ascensos profesionales a puestos de dirección y supervisión escolar; de acceder a horas clase hasta completar medio tiempo para solventar, mínimamente, su labor profesional o tiempo completo de trabajo para mejorar su percepción salarial.

En el exilio de ese restringido derecho individual están los maestros hiperprecarizados en contratos individuales, eventuales o por tiempo limitado que, sin prestaciones laborales, han desempeñado funciones de docencia desde antes de este gobierno federal o del anterior incluso; pero que, para empezar a tomar en cuenta su esfuerzo personal en el sistema de carrera de los maestros, tendrán que renunciar a sus años de vida laboral acumulados y competir, desde cero, por el ingreso en condiciones de desigualdad, con una legislación que no reconoce precedentes de relación laboral.

De cara al relumbrón de celebraciones de sindicatos patronales, cabe evocar la máxima presidencial ¡fuera máscaras! La Unidad del Sistema de Carrera para las Maestras y los Maestros, que se aferran a sostener como ejemplo de justicia laboral, es el instrumento de la ultraderecha y el neoliberalismo educativo para aniquilar al sindicalismo democrático y despojar al magisterio de sus históricas conquistas sociales y laborales.

Fuente de la información: https://profelandia.com

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NEM: proyectos y economía del emprendimiento

Por: Lev M. Velázquez Barriga 

 

Cada vez que tengo oportunidad, planteo a los maestros y maestras de distintos foros las siguientes preguntas: ¿De qué tipo de educación hablamos cuando decimos que ésta debe fomentar el pensamiento crítico, la creatividad, el desarrollo afectivo y el trabajo colaborativo? ¿Nos estamos refiriendo a una propuesta emancipadora u otra para la reproducción del capitalismo?, y casi siempre las respuestas se inclinan por una educación para la emancipación.

El planteamiento no es ocioso: sucede que las reformas de última generación, educativas y curriculares del neoliberalismo están rompiendo con los paradigmas tradicionales y ortodoxos de la pedagogía, debido a que el capitalismo del emprendimiento demanda personalidades positivas y emotivas de la explotación en el trabajo; sujetos activistas, innovadores y creadores de formas autónomas de precarización laboral.

Se trata de que los trabajadores formales vivan positivamente los valores de la empresa, mientras los más resilientes del desempleo tienen que ser capaces de diseñar y planear con sus propios recursos, humanos y materiales, proyectos autónomos de precariedad en los que la ilusión de éxito personal o grupal aparenta ser fácilmente alcanzable. Aquí el ideal del empresario se vuelve más tangible e inmediato si se comienza con el emprendimiento; aunque finalmente se actúe como un engranaje más, al servicio de las empresas trasnacionales y la economía global.

“Chica: ¿quieres hacer ventas directamente?, no es trabajo, es emprendimiento.” Se lee en una página de ventas por marketplace de Facebook. Las nenis son uno de los ejemplos más ilustrativos; su activismo económico tiene otros antecedentes, pero se acentuó durante la pandemia, cuando las mujeres buscaron resolver situaciones de crisis económica en sus familias ofertando mercancías a través de sus redes sociales, aprovechando que no había compras masivas en las tiendas departamentales y que las ventas online se dispararon de forma descomunal; la iniciativa y capacidad de empoderamiento de estas chicas o mujeres de mayor edad, fueron canalizadas por la industria mundial del hiperconsumo, sobre todo, de lo que se produce irracionalmente desde el gigante asiático.

No es fortuito que las grandes editoriales estén invadiendo el mercado educativo con manuales y recetas para la implementación de metodologías de aprendizaje basadas en proyectos y resolución de problemas donde se ponen en práctica las habilidades del emprendimiento; tan sólo unas horas después de haber implementado el taller nacional de formación para docentes sobre la Nueva Escuela Mexicana (NEM), donde desarrollarían la planeación por fases de la educación básica siguiendo el nuevo plan de estudios y las metodologías en referencia, ya se ofertaba el programa analítico o desglose didáctico por grado académico de los contenidos nacionales de aprendizaje, así como las bitácoras de los proyectos educativos.

Las metodologías de aprendizaje basadas en proyectos, problemas, indagación y servicios no son neutrales; antes que la NEM, la organización patronal Coparmex las ha fomentado entre sus cursos de capacitación para dar vida a esta economía del emprendimiento, en especial una de las cuatro que se presentaron en los talleres nacionales de formación docente, el aprendizaje STEM.

Estas metodologías corresponden también a los perfiles de trabajo que necesitan las empresas, cuya matriz ha sido deslocalizada de un sitio fijo para producir, ofertar servicios o mercancías y que necesitan del activismo positivo de emprendedores que sitúan en cualquier territorio la organización del trabajo en redes que dan la ilusión de autonomía, pero que recurren a la mediación de plataformas digitales para conectarse con el andamiaje global del capitalismo.

En tanto, la industria cultural, véase la serie Playlist, de Netflix, vende y modela la evolución de la startup que dio origen a Spotify como ejemplo de éxito, colaboración, independencia y puesta en acción de ideas creativas y revolucionarias en el único campo posible, el de los negocios, donde los sueños no son solidarios, sino competitivos; la realidad de los proyectos de emprendimiento se parece más a un sistema de autonomía de la precariedad.

Por supuesto, aprender a través de proyectos, resolviendo problemas o haciendo servicio comunitario, no es un enfoque de propiedad privada ni de invención empresarial, lo han hecho antes las pedagogías críticas. En los territorios de la resistencia magisterial se pueden encontrar proyectos de comedores comunitarios, producción de alimentos orgánicos, invernaderos, la milpa como espacio de vida y cosmovisión indígena, construcciones autosustentables, juegos ancestrales, medicina herbolaria, calentadores solares, hidroponía, memoria popular, asamblea de niños y niñas, entre muchos más; pero se orientan a partir de una definición política que organiza la emancipación social y la soberanía de los pueblos.

Sin esta definición política, lo que resalta es otra vez la organización y desarrollo de habilidades de la fuerzas productivas para un tipo de economía del emprendimiento, donde no se hace comunidad en solidaridad, sino que se produce en la competitividad de grupos e individuos que no se unen e identifican perennemente para el bien común, pero sí lo hacen en tiempos determinados para cumplir con las metas de los proyectos de la empresa que también son los mismos para finiquitar su empleabilidad; o bien, para engancharse al capitalismo con los recursos propios, restándole a la empresa la responsabilidad de financiar salarios e infraestructura.

Fuente de la información: https://www.jornada.com.mx

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Elecciones inconstitucionales del SNTE

Por: Lev Moujahid Velázquez Barriga

«Declarar la invalidez del estatuto sindical y del reglamento electoral implicaría la nulidad de los procesos electivos de los comités seccionales que emanaron de sus bases normativas»

Si nos hacemos una simple pregunta para intentar entender los alcances de la reforma laboral, en la democratización del SNTE podríamos tener claridad en los resultados del tan vitoreado voto personal, directo y secreto. ¿Cuántas secciones sindicales que optaron por el nuevo reglamento de elecciones en sus cambios de comité ejecutivo seccional han logrado una representación democrática? La respuesta es clara y contundente, ninguna.

Después de 26 secciones sindicales que han atendido la convocatoria de renovación con las nuevas reglas electorales, paradójicamente, no tenemos ningún indicio de que el sindicato se esté democratizando; pero sí de que las burocracias institucionales de siempre se están legitimando, reacomodando y haciendo relevos generacionales familiares dentro del SNTE. Al exterior, se refuerza su vocación corporativista y progubernamental, ahora con la 4T; la autonomía política de los trabajadores se oferta como un capital de votantes y experiencias fraudulentas, al servicio electoral del partido en el poder; en este último tercio del actual gobierno, con las figuras candidateables en las próximas elecciones, particularmente con la jefa de Gobierno de la Ciudad de México.

Uno de los talones de Aquiles en estos desangelados resultados es el nuevo reglamento electoral del SNTE, que en realidad es una extensión del estatuto sindical vigente, hasta el momento sin modificación alguna acorde a las leyes laborales, razón por la cual es inconstitucional; sin embargo, sigue operando con toda impunidad, con la anuencia y la complicidad de las autoridades en materia laboral, que han avalado, con base en él y no en la ley, ya casi 30 convocatorias de renovación de comités ejecutivos seccionales.

En vez de hacer valer la legalidad, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social se ha convertido en activista del SNTE y promotora de concesiones de flexibilidad de las convocatorias de renovación haciendo pactos fuera de la norma; pero que finalmente no se respetan, dada la constante intimidación del gremio encabezado por Alfonso Cepeda para no reconocer ningún proceso o persona que no se sujete a sus reglas. El Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje ha sido omiso en las impugnaciones presentadas por las irregularidades cometidas en estados como Baja California, Nuevo León y Jalisco; tardó un año en responder, con apenas sugerencias, a la demanda intersindical por la inconstitucionalidad del estatuto del SNTE y su reglamento, que presentó un grupo de maestros de la Sección 40 de Chiapas, cuya cabeza estratégica, el maestro Mario Roldán, ha estado bajo constante amenaza sindical y del Estado para desistirse de la demanda y de presentarse a la contienda por la dirección sindical.

Pese a las inconsistencias demostradas en las denuncias, no se han detenido las nuevas convocatorias y a la vez se retienen las de los comités seccionales vencidos donde las condiciones no favorecen al charrismo, como en la sección 34 de Zacatecas: en 2016 el SNTE impuso a punta de golpes y pistoleros una representación estatutaria por cuatro años, y ya se ha prolongado otros dos más, pero hay una inconformidad creciente de los maestros para sacar a los equipos políticos de las dos dirigencias institucionales existentes; además, está su participación activa a través de una ruta jurídica por la controversia entre la ley laboral y el reglamento electoral que les impide participar en condiciones de equidad y autonomía en procesos electivos.

Está por demás demostrado, jurídicamente y por quienes han transitado por procesos electivos con su marco normativo, que este reglamento electoral viola cualquier principio de imparcialidad, sienta las bases de una elección que se podría denominar de Estado y contraviene la propia reforma laboral de 2019 impulsada por la 4T; sin embargo, lo que se juega de fondo no es poco y el cálculo político lo tienen claro el gobierno federal y los aspirantes a la sucesión presidencial.

Declarar la invalidez del estatuto sindical y del reglamento electoral implicaría la nulidad de los procesos electivos de los comités seccionales que emanaron de sus bases normativas, la obligación del SNTE de modificar su estatuto para poner sobre la mesa un cambio en la dirección del Comité Ejecutivo Nacional con nuevas reglas, detener las convocatorias en puerta hasta que se diriman los diferendos constitucionales y las inconsistencias presentados.

Un golpe de esa magnitud debilita los acuerdos políticos y electorales del SNTE, como aliado incondicional del gobierno y su partido; no hacer nada refuerza la hegemonía presidencial y de la 4T frente a los próximos comicios, pero en detrimento de la democracia en uno de los gremios más dañados por las corruptelas y entreguismos de las cúpulas del magisterio institucional.

Si no hay un cambio de ética en el absurdo pragmatismo de este gobierno para mantener su hegemonía, la democracia del SNTE es enteramente responsabilidad de los maestros. La vía jurídica sólo será posible si hay una ruta de organización política y de movilizaciones, que rebase incluso la lógica partidista de las elecciones seccionales; en ella debería estar presente la fortaleza unida de movimientos nacionales históricos como la CNTE.

Fuente de la información:  https://profelandia.com

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Vocación magisterial, injusticia laboral

Por: Lev Moujahid Velázquez Barriga

 

«Los trabajadores de la secundaria técnica 153 encarnan la vocación histórica del magisterio, el compromiso que muchos docentes tienen con la educación, los niños y jóvenes, por encima de cualquier interés personal.»

La profesora Aidee Morelos Reséndiz tiene 38 años, es originaria del Puerto de Lázaro Cárdenas, esposa y madre de tres hijos, mujer alegre, amigable y dedicada, a decir de sus compañeros. Proveniente de una familia de maestros, se vio alentada a estudiar la licenciatura en sicología educativa y luego la maestría en sociología de la educación. Desde 2008 se inició en la docencia de secundaria con la materia de cívica y ética, pero como trabajadora eventual, por horas y sin plaza base.

En 2010 su escuela abrió una extensión en la comunidad de Guacamayas, cerca del puerto, pero a 45 minutos de su casa; es decir, le lleva hora media ir y venir de su trabajo. Con ella llegaron otros 11 maestros, también eventuales, que ya estaban laborando en otras escuelas. Les llevó cinco años de gestión ante las autoridades educativas y municipales el reconocimiento oficial del centro escolar con una clave propia en el sistema público 16DST0153N; ahí, donde había sido una huerta de mangos, se cosechó la secundaria técnica 153.

En la secundaria se construyeron tres aulas, la dirección y los baños por medio de programas gubernamentales. Inicialmente, atendieron familias aledañas a la escuela, cuya actividad principal era la albañilería, pero la matrícula se incrementó cuando se estableció un conjunto habitacional adonde migraron las familias de marinos, mineros y maestros, por lo que las aulas fueron insuficientes para atender la demanda de ingreso; sin embargo, los apoyos oficiales para infraestructura y mobiliario ya no llegaron.

 

Las carencias no sólo se agudizaron en el centro escolar, también para los maestros; Aidee y sus compañeros dejaron de cobrar cada seis meses, el pago de su salario se empezó a prolongar hasta un año, sin derecho a prestaciones ni remuneración alguna en receso escolar; no obstante, debían estar pendientes de no dejar solas las instalaciones en periodos vacacionales. Lo anterior no fue impedimento para echar adelante la escuela, los mentores se organizaron durante cuatro años para vender refrescos en los semáforos, ropa usada en los tianguis populares, activaron la cooperativa escolar, hicieron rifas con aportaciones personales, solicitaron estructuras de sillas y escritorios viejos a otras secundarias de la región para reutilizarlos. Con ayuda de sus hijos, esposos y esposas, alumnos y familias, construyeron tres aulas más de materiales austeros, reconstruyeron la carpintería de los muebles casi inservibles que les habían donado y adecuaron áreas deportivas para el disfrute común de los estudiantes.

Pese a ser una escuela técnica, no tuvo el equipamiento oficial para la variedad de talleres que caracteriza a ese subsistema; fue necesaria, otra vez, la intervención de los profesores eventuales, quienes dispusieron de la mitad del salario que les habían retrasado por un año; tal fue el caso del profesor de refrigeración, que además echó mano de lo que tenía en casa para tener lo mínimo para sus alumnos y evitar el cobro de cuotas a las familias, que de por sí, ya tenían una condición económica difícil.

Cuando el director se jubiló, Aidee tuvo que asumir la encargatura de la escuela, que hoy tiene seis grupos y casi 200 alumnos. Ahora, debe trabajar 20 horas frente a grupo en pagos por servicios eventuales; además, de tareas (sin pago ni clave oficial) de dirección, administración, gestión escolar, atención a los padres de familia y coordinación de 17 maestros; ni uno solo cuenta con plaza de base, lo cual es absolutamente injustificable, porque no se puede creer que la autoridad educativa no se haya dado cuenta durante tantos años. Los profesores no han dejado de trabajar un solo día; hoy han acumulado 66 quincenas sin recibir salario porque la Secretaría de Educación, paradójicamente, no los reconoce como trabajadores, pero sí les exige, a través de documentos personales, las evaluaciones, estadísticas, plantillas de personal y otros requerimientos administrativos, cada vez que han tomado como medida de protesta no enviar información oficial a la autoridad educativa.

Los trabajadores de la secundaria técnica 153 encarnan la vocación histórica del magisterio, el compromiso que muchos docentes tienen con la educación, los niños y jóvenes, por encima de cualquier interés personal. Sin embargo, para Aidee ya son 14 años de haberle entregado su vida a la docencia, de vivir en la incertidumbre laboral y salarial; en el mismo tiempo han pasado tres gobiernos nacionales, tres partidos políticos distintos e igual número de proyectos de reforma educativa, unos se identificaron con el neoliberalismo y otro no. Invariablemente, para todos, la precariedad en que viven las escuelas y los maestros ha sido un asunto de políticas focalizadas para administrar y, en los peores casos, profundizar los problemas de raíz.

Fuente de la información: https://profelandia.com

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Cultura y magisterio democrático

Por: Lev M. Velázquez Barriga*
Del 16 de abril al 13 de mayo, el Librobús, en la ruta de la sección 18 de la CNTE, nombrada por los maestros José María Morelos y Pavón, recorrió, desde la Ciudad de México y por todo el territorio de Michoacán: mil 820 kilómetros en 28 días; durante su recorrido hicieron 25 visitas municipales en plazas públicas, escuelas, comunidades indígenas y rurales; en el oriente, zona centro, capital moreliana, región lacustre, meseta purépecha, costa, tierra fría, valle de Apatzingán y tierra caliente, donde los docentes repartieron gratuitamente 14 mil 320 libros, 12 mil 100 aportados por el Fondo de Cultura Económica (FCE) y los demás fueron donados por la Cámara de Diputados, la Universidad de Nuevo León y el propio magisterio.

Aunque no es la primera vez que el Librobús se desplaza por el país como una librería ambulante estacionándose en puntos estratégicos de las ciudades y pueblos, este proyecto, al que se le llamó Plan Michoacán, fue caracterizado por el escritor Paco Ignacio Taibo II, director del FCE, como el dispositivo de promoción a la lectura, en movimiento y llevado hasta el campo territorial, más grande que se haya dado en las últimas décadas en México.

La magna estrategia de fomento a la lectura demostró que, cuando se incluye al magisterio democrático, se hace posible desplegar su capacidad de convocatoria, la fortaleza de sus vínculos sociales y comunitarios con los alumnos y las familias, así como los lazos de colaboración con los cabildos, las jefaturas de tenencia, comisarías ejidales y consejos comunales, que le permitieron organizarse hasta las regiones de mayor conflicto. Ahí donde impera la violencia cotidiana, se le impuso una celebración de paz en torno a los libros y la exaltación de la cultura regional.

Al paso del Librobús, maestras y maestros, realizaron toda una movilización pedagógica, didáctica y cultural de sus proyectos alternativos de educación: a la activación física para iniciar la jornada de trabajo, le seguían la mística rebelde para alentar sensibilidad política y la indignación ante las injusticias; las actividades para el desarrollo neuronal; canto social y popular; talleres literarios, de ciencias, creatividades y economías endógenas; presentaciones de libros del FCE y de los maestros locales; conferencias; cuenta cuentos y declamaciones; dramatizaciones y guiñoles; rondas y bailables; vítores y algarabías que coreaban jubilosos: ¡En la CNTE, la cultura está presente!

Lo que debía ser una serie de eventos protocolarios de entrega de libros gratuitos, se convirtió en una fiesta de danzas, música, gastronomía, costumbres, tradiciones regionales y cosmovisiones indígenas. La dimensión política, característica de cualquier actividad de la CNTE, marcó su sello de inicio a fin en la ruta magisterial, en cada telón de fondo se leía la paráfrasis de Paulo Freire: Leamos un texto para cambiar el contexto.

Paco Ignacio Taibo II y Roberto Rico, del programa Librobús en tu escuela, no escondieron su simpatía por el magisterio disidente y sus potencialidades en la formación crítica de la ciudadanía; Sofía Trejo coordinadora nacional de salas de lectura y el escritor Armando Bartra fueron testigos de la indignación magisterial hacia el gobierno estatal de la Cuarta Transformación que le entregó la Secretaría de Educación a la derecha priísta y de otro federal que dejó de escuchar a los docentes; el politólogo de la UNAM Mauro Jarquín comprobó en cada escuela que la política global de neoliberalismo educativo estudiada en su libro Pedagogía del capital está más viva que nunca; el antropólogo de la Universidad Veracruzana Alberto Colín recogió decenas de experiencias de docentes que han padecido los estragos de la violencia organizada, evidenció la falta de protocolos y propuestas para una cultura de paz; Óscar de Pablo, autor de Primo Tapia: romance y vida, reconoció en el pueblo de Naranja de Tapia la vigencia del pensamiento agrarista ante el despojo de las tierras comunales y ejidales para el agronegocio trasnacional del aguacate; Marco Lagunas y Lorel Manzano enseñaron a los maestros de Cherán que las letras son solidarias con las causas justas y Nani Keri Melita que no escribió ningún libro, pero que se han escrito varios sobre ella y las muchas mujeres indígenas rebeldes, reconstruyó la narrativa de aquel pueblo obligado a defender el territorio vivo y organizar el gobierno comunal; los doctores en pedagogía y profesores de secundaria, César Valdovinos y Luis Miguel Cisneros, recordaron que la posibilidad de teorizar la educación desde el movimiento magisterial disidente no es una utopía, sino una necesidad urgente para reconstruir las escuelas desde abajo y a la izquierda.

El Librobús se fue el viernes 13 y nadie le hizo honor a sus dos trabajadores de la cultura que durante cuatro semanas y lejos de casa lo hicieron caminar; abrieron y cerraron sus puertas a diario para atender a miles de personas, niños, niñas y jóvenes llenos de inquietudes e impaciencias; aquellos dos, como los docentes son igual de proletarios y precarizados; por ellos y por todos los trabajadores sin justicia, es la marcha nacional de todas las resistencias del 15 de mayo y la convocatoria a la creación de un frente nacional del pueblo unido.

*Doctor en pedagogía crítica

Fuente de la información: https://www.jornada.com.mx

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Escuelas de Tiempo Completo, neoliberalismo educativo

LA JORNADA

 

«Escuelas de Tiempo Completo, neoliberalismo educativo»

Lev M. Velázquez Barriga.

08/05/2022

 

Los proyectos pedagógicos y curriculares del neoliberalismo no se implementaron por separado: a través de la carrera magisterial se formó al docente competitivo y dócil a las pedagogías del capital. El Consejo de Participación Social, el Proyecto de Escuelas de Calidad, las Escuelas de Tiempo Completo (ETC), la Escuela al Centro y al CIEN desarrollaron las medidas gerenciales de administración de la precariedad, organización empresarial y privatización escolar.

 

Las evaluaciones estandarizadas y/o paramétricas fortalecieron la noción de crisis de la educación pública estatal para facilitar la rectoría de los organismos privados, finamente llamada gobernanza, sobre los cambios hacia la mercantilización de las escuelas, el currículo y los libros de texto; así como los recortes directos a la membresía de la nómina docente o su precarización a través de reformas excepcionales, fuera de las protecciones de las leyes laborales.

 

A diferencia de las ETC y siete años antes de que éstas fueran implementadas con Felipe Calderón en 2007, las Escuelas Integrales de Educación Básica (EIEB) iniciaron con un horario de jornada ampliada, pero no fungieron como centro de aterrizaje de este conjunto de políticas del neoliberalismo educativo, ni exaltaron como cualidad virtuosa el horario extendido para facilitar a las empresas que los trabajadores desempeñaran su jornada laboral, mientras sus hijos permanecían por más tiempo en las escuelas.

 

Las EIEB de la CNTE partieron de la necesidad de romper con las falencias y reduccionismos del currículo, centrado en la parcialización del conocimiento en disciplinas (materias) que impedía la comprensión de un mundo cada vez más complejo; cosificador (reduciendo a cosa) del ser humano como un portador de competencias transferibles al ámbito fabril, de la empresa y el mercado, para potenciar la reproducción de capital y la ampliación de la ganancia, en una sociedad caracterizada por el hiperconsumo.

 

Las EIEB implementaron un modelo de formación holística y de concepción multidimensional del ser humano; qué debía incluir cotidianamente varios dispositivos de aprendizaje en diferentes momentos de formación: académica, artística, tecnológica, lúdica, espiritual no religiosa, para la cultura física y deportiva, trabajo solidario y cooperativo, cuidado del cuerpo y el medio ambiente, toma democrática de decisiones, vinculación y transformación comunitaria (barrio, colonia o comunidad). La jornada ampliada se dio como necesidad de un proyecto pedagógico integral y no por una demanda economicista para favorecer la incorporación de hombres y mujeres a la vida laboral.

 

Cada dispositivo de aprendizaje: planeación no enciclopédica ni con base en el currículo prestablecido sino situada y a partir del contexto comunitario global; talleres diversos; comedor escolar y comunitario; huerto; asamblea de niños; asamblea comunitaria; proyecto productivo y sustentable; mística libertaria (sensibilización, no racionalización, política de la realidad) y aulas hexagonales, tiene un impacto sobre el currículo que lo modifica o le imprime otros contenidos; además, construye nuevas relaciones políticas simétricas, soberanía popular, seguridad y autonomía alimentaria (sin trasnacionales en la tienda escolar), justicia social y cognitiva (saberes ancestrales y populares), democracia protagónica, trabajo para el bien común sin explotación humana ni de la naturaleza, sentido de pertenencia de clase y de una sola humanidad planetaria sin distinción de raza, horizontalidad del espacio físico para el aprendizaje en el aula.

 

Las ETC reprodujeron cada paso en el manual del modelo gerencial; instrumentaron el currículo monocromático de formación en competencias y de estudiantes simplificados a su dimensión económico productiva; asimilaron la rendición de cuentas de las examinaciones estandarizadas; promovieron la eliminación de los dobles turnos y fueron el punto de referencia de la escuela al centro para el fallido intento de Aurelio Nuño por concentrar a las poblaciones rurales hacia centros de producción fabril y tecnológica, pretendiendo eliminar 100 mil escuelas de la zona rural o multigrado.

 

La Escuela es Nuestra (LEEN) del gobierno de la 4T, ya era la implementación del Sistema de Administración Escolar Descentralizada y Autonomía Presupuestaria, que la Nueva Gestión Pública exaltó, luego de la caída de la economía estatizada y socialista, como el triunfo de la organización empresarial sobre las instituciones públicas; sin embargo, sus nuevos lineamientos en donde se incluye a la ETC, nos dejan a un paso más cercano del gerencialismo implementado como Escuela Concertada en España; subvencionada en Chile, y Chárter en EU, donde se liberalizaron los recursos públicos para desfinanciar la oferta y los asignaron a la demanda, que da a los administradores económicos del servicio educativo la facultad de decidir sobre el salario o recontratación de los maestros. Las consecuencias han sido similares: mayor precariedad docente en lo laboral y salarial, sistema competitivo entre las escuelas, reproducción de las desigualdades en el derecho a una buena educación, cada vez menos escuelas públicas y mayor participación de las familias para solventar el desfinanciamiento de la oferta.

 

Los nuevos lineamientos de LEEN y la ETC son el asidero perfecto que el neoliberalismo educativo necesita para reproducir el currículo colonial, clasista, patriarcal, punitivo, competencial, conductista, meritocrático, eurocéntrico, inhumano y racista del que dice tomar distancia el marco curricular 2022; pero, también lo es el sistema para la carrera de las maestras y maestros. Sin el sustento de las muchas experiencias territoriales de la educación popular, la eliminación de la meritocracia docente y otra formación en las pedagogías de la emancipación social, el nuevo currículo, lamentablemente tienen un futuro incierto.

 

*Doctor en pedagogía crítica

Fuente de la información: https://www.jornada.com.mx/2022/05/08/opinion/011a2pol

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México: Escuelas de tiempo completo, neoliberalismo educativo

Escuelas de tiempo completo, neoliberalismo educativo

Lev M. Velázquez Barriga 

Los proyectos pedagógicos y curriculares del neoliberalismo no se implementaron por separado: a través de Carrera Magisterial se formó al docente competitivo y dócil a las pedagogías del capital; el Consejo de Participación Social, el Proyecto de Escuelas de Calidad, las Escuelas de Tiempo Completo (ETC), la Escuela al Centro y al CIEN, desarrollaron las medidas gerenciales de administración de la precariedad, organización empresarial y privatización escolar.

Las evaluaciones estandarizadas y/o paramétricas fortalecieron la noción de crisis de la educación pública estatal para facilitar la rectoría de los organismos privados, finamente llamada gobernanza, sobre los cambios hacia la mercantilización de las escuelas, el currículo y los libros de texto; así como los recortes directos a la membresía de la nómina docente o su precarización a través de reformas excepcionales, fuera de las protecciones de las leyes laborales.

A diferencia de las ETC y siete años antes de que éstas fueran implementadas con Felipe Calderón en 2007, las Escuelas Integrales de Educación Básica (EIEB) iniciaron con un horario de jornada ampliada, pero no fungieron como el centro de aterrizaje de este conjunto de políticas del neoliberalismo educativo, ni exaltaron como cualidad virtuosa de la escuela el horario extendido para facilitar a las empresas que sus trabajadores desempeñaran su jornada laboral, mientras que sus hijos permanecían por más tiempo en las escuelas.

Las EIEB de la CNTE partieron de la necesidad de romper con las falencias y reduccionismos del currículo, centrado en la parcialización del conocimiento en disciplinas (materias) que impedía la comprensión de un mundo cada vez más complejo; cosificador (reduciendo a cosa) del ser humano como un portador de competencias transferibles al ámbito fabril, de la empresa y el mercado, para potenciar la reproducción de capital y la ampliación de la ganancia, en una sociedad caracterizada por el hiperconsumo.

Las EIEB implementaron un modelo de formación holística y de concepción multidimensional del ser humano; que debía contemplar cotidianamente varios dispositivos de aprendizaje en diferentes momentos de formación: académica, artística, tecnológica, lúdica, espiritual no religiosa, para la cultura física y deportiva, trabajo solidario y cooperativo, cuidado del cuerpo y el medio ambiente, toma democrática de las decisiones, vinculación y transformación comunitaria (barrio, colonia o comunidad). La jornada ampliada, se dio como necesidad de un proyecto pedagógico integral y no por una demanda economicista para favorecer la incorporación de hombres y mujeres a la vida laboral.

Cada dispositivo de aprendizaje: planeación no enciclopédica ni con base en el currículo preestablecido sino situada y a partir del contexto comunitario global; talleres diversos; comedor escolar y comunitario; huerto; asamblea de niños; asamblea comunitaria; proyecto productivo y sustentable; mística libertaria (sensibilización, no racionalización, política de la realidad) y aulas hexagonales, tiene un impacto sobre el currículo que lo modifica o le imprime otros contenidos; además, construye nuevas relaciones políticas simétricas, soberanía popular, seguridad y autonomía alimentaria (sin trasnacionales en la tienda escolar), justicia social y cognitiva (saberes ancestrales y populares), democracia protagónica, trabajo para el bien común sin explotación humana ni de la naturaleza, sentido de pertenencia de clase y de una sola humanidad planetaria sin distinción de raza, horizontalidad del espacio físico para el aprendizaje en el aula.

Las ETC reprodujeron cada paso en el manual del modelo gerencial; instrumentaron el currículo monocromático de formación en competencias y de estudiantes simplificados a su dimensión económico productiva; asimilaron la rendición de cuentas de las examinaciones estandarizadas; promovieron la eliminación de los dobles turnos y fueron el punto de referencia de la Escuela al Centro para el fallido intento de Aurelio Nuño por concentrar a las poblaciones rurales hacia centros de producción fabril y tecnológica, pretendiendo eliminar cien mil escuelas de la zona rural o multigrado.

La Escuela es Nuestra (LEEN) del gobierno de la 4T, ya era la implementación del Sistema de Administración Escolar Descentralizada y Autonomía Presupuestaria que la Nueva Gestión Pública exaltó, luego de la caída de la economía estatizada y socialista, como el triunfo de la organización empresarial sobre las instituciones públicas; sin embargo, sus nuevos lineamientos en donde se incluye a la ETC, nos dejan a un paso más cercano del gerencialismo implementado como Escuela Concertada en España, Subvencionada en Chile y Chárter en EUA, donde se liberalizaron los recursos públicos para desfinanciar la oferta y los asignaron a la demanda, que da a los administradores económicos del servicio educativo la facultad de decidir sobre el salario o recontratación de los maestros. Las consecuencias han sido similares: mayor precariedad docente en lo laboral y salarial, sistema competitivo entre las escuelas, reproducción de las desigualdades en el derecho a una buena educación, cada vez menos escuelas públicas y mayor participación de las familias para solventar el desfinanciamiento de la oferta.

Los nuevos lineamientos de LEEN y la ETC, son el asidero perfecto que el neoliberalismo educativo necesita para reproducir el currículo colonial, clasista, patriarcal, punitivo, competencial, conductista, meritocrático, eurocéntrico, inhumano y racista; del que dice tomar distancia el marco curricular 2022; pero, también lo es el sistema para la carrera de las maestras y maestros. Sin el sustento de las muchas experiencias territoriales de la educación popular, la eliminación de la meritocracia docente y otra formación en las pedagogías de la emancipación social, el nuevo currículo, lamentablemente tienen un futuro incierto.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

 

Fuente de la Información: https://rebelion.org/escuelas-de-tiempo-completo-neoliberalismo-educativo/

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