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Argentina: La grieta invade el ámbito académico en ciencias sociales o De la muerte del debate público

La grieta invade el ámbito académico en ciencias sociales

o

De la muerte del debate público

Miguel Andrés Brenner

Facultad de Filosofía y Letras, UBA

Buenos Aires, Argentina

Junio de 2020

Recuerdo a inicios de la década de los años setenta del siglo pasado, cuando hacía poco estaba cursando la carrera de sociología, en la entonces Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, que participé como asistente-alumno a un evento de magnitud histórica, que quedó en el olvido. Se concursaba la cátedra Sociología Sistemática. Habían dos competidores, Juan Carlos Portantiero y Justino O’Farrell, el primero dentro del marxismo, el segundo dentro de las “cátedras nacionales” con fuerte pregnancia peronista. Eran dos grandes académicos en aquel entonces. En el aula magna de la sede de la vieja facultad, repleta de asistentes, se dio un debate muy apasionado entre los integrantes de ambas cátedras postulantes en el concurso, demasiado apasionado. Debate público al fin, añorado en la actualidad.

Hoy se da una “grieta” en el ámbito académico, un debate similar sería casi imposible. Los de un posicionamiento excluyen a los de otro posicionamiento. El famoso “ágora” (del griego ἀγορά, asamblea, de ἀγείρω, ‘reunir’​) de la antigüedad griega feneció. Los de un lado miran con desconfianza a los del otro lado. El “pensamiento único” que se asigna a la derecha en tiempos de neoliberalismo, invade con su espíritu todo el espectro académico.

Así, por ejemplo, el video con perspectiva educacional-figura más abajo-en su inicio y final, en tanto haya discordancia, puede llegar a oscurecer el centro del panorama explicativo del modelo neoliberal en educación. Valga el caso de una mirada “progresista” que pudiera no aceptar algunos de sus motivos, a partir de lo que se invalide todo el texto fílmico, sin poder discriminar entre lo valioso y no lo valioso desde el propio encuadre político.

Pero, también en el mismo “progresismo” hay grietas. Comento una experiencia que viví,aunque debido a motivos de discreción no puedo mencionar las fuentes de información. En un encuentro, previo a la asunción de Alberto Fernández a la presidencia de la nación, se realizó un encuentro a efectos de diseñar los lineamientos de las futuras políticas educativas. Los expositores fueron seleccionados estrictamente dentro del ámbito del poder académico vigente, excluyendo a otros que aún pudieran tener miradas o expectativas diferentes, pero no disociadoras.Ni uno de ellos fue elegido (*), y los motivos pueden ser diferentes. Obviamente, es difícil que, independientemente de su aceptación o no, fueran también candidatos para ocupar cargos políticos en el nuevo período gubernamental.Y se da la posibilidad, otra forma de grieta, de no darles cabida simplemente por cuestiones de poder.

Hicimos alusión a la grieta.La palabra grieta aparece en nuestro país durante la primera década del siglo XXI. Tiene que ver con un uso lingüístico que señala la división maniquea de la sociedad argentina entre kirchneristas y antikirchneristas. Dicho enfrentamiento político posee una alta y promovida dosis de irracionalidad, odio, prejuicio, intolerancia, de pura matriz emocional.

Proviene del latín “crepâre” (estallar). Según el Diccionario de la Real Academia Española tiene tres acepciones, de las que subrayamos para nuestro caso aquellas que aluden al término “solidez”:

  1. Hendidura alargada que se hace en la tierra o en cualquier cuerpo sólido.
  2. Hendidura poco profunda que se forma en la piel de diversas partes del cuerpo o en las membranas mucosas próximas a ella.
  3. Dificultad o desacuerdo que amenaza la solidez o unidad de algo.

Grieta se usa a manera de metáfora. Un término nos permite comprender el significado de algo, nos permite comunicar algo a alguien, nos permite posicionarnos de alguna manera en el plexo de las relaciones humanas, en el caso al que aludimos, nos referimos al posicionamiento político. La solidez (firme, macizo, denso) de los cuerpos es estudiada originalmente por la física. En tal sentido, la grieta menta una “estallido” que hace casi imposible el diálogo. El diálogo supone al menos una base de acuerdo como punto de partida, si aquella no existe, tampoco el diálogo. Entonces, son los aspectos emocionales más negativos desde los que se entiende la realidad. Y, si vamos al ámbito académico, la “grieta” en el mismo significa la disolución de lo epistemológico o científico.

Hagamos un juego de imaginación. Consideremos el siguiente breve video en materia de política educativa: https://youtu.be/Qp8obtMJ-kI . Dejo a la libre consideración de cada lector del presente texto la mirada interpretativa que haría alguien que se ubica dentro de la derecha, dentro de la izquierda, dentro del progresismo. Hagamos la salvedad de que dichos posicionamientos pueden ser ambiguos por lo genérico de cada uno de los mismos. Y otro interrogante más: como docentes, ¿sería dicho video materia de nuestra enseñanza?

 

(*) Ni uno de los 64 académicos fueron tenidos en cuenta. La propuesta fue por el mérito de estos, sin habérseles consultado al respecto.

Fuente de la Información: Otras Voces en Educación

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Philippe Meirieu, ¿Philippe Meirieu? ¿Hacia una pedagogía del sur?

Brenner, Miguel Andrés / Pranich, Gabriel

Universidad de Buenos Aires, Mayo de 2020

Apelamos a una pedagogía del sur, más aún en una época de pandemia cuyos efectos precisos ignoramos, aunque pistas de diferente índole puedan darse.

Consideramos la acción de conocer a través del pensamiento situado y deviniendo en la contextualización de las personas. Por lo tanto, el encuentro es la posibilidad de crear un espacio/tiempo entre los sujetos de una sociedad pensando nuestras acciones en relación a nuestros deseos de liberación.

Centrados en el anhelo de una pedagogía liberadora, partimos en el presente trabajo de un reconocido pedagogo, Philippe Meirieu, muy promocionado en Argentina. La crítica al mismo no se posiciona tanto en su obra como en sus patrocinadores en nuestro país, puesto que él mismo dice que no se pueden extrapolar modelos de unos países a otros. No hacemos hincapié en las propuestas que Meirieu hace, en tanto ofrece pistas válidas para la educación. Mas bien, presentamos algunos pocos supuestos con los que no compartimos y proponemos las relaciones pertinentes con la contextualización de nuestra educación.

He aquí dos escritos con estilos diferentes, aunque con una misma intención, el grito profético de una denuncia que se plenifique en el anuncio práxico de un mundo justo y solidario.

Philippe Meirieu, ¿Philippe Meirieu?

¿Hacia una pedagogía del sur?

Miguel Andrés Brenner1

Ciertamente el pedagogo europeo de origen francés, Philippe Meirieu, tiene reconocidos méritos, por lo que es escuchado y leído en diferentes partes del mundo occidental. Muchas de sus ideas son auspiciosas para la tarea de educar. Entonces, ¿por qué poner en duda lo obvio? Pero, ¿es tan obvio lo obvio? ¿Acaso ya no lo afirmaba Antonio Gramsci que lo que importa es la “crítica del sentido común”? 2 ¿Y quién establece qué es lo común del sentido común? ¿Desde dónde se establece el común de los sentidos? No es cuestión de ser hipercríticos, ello es inconducente, aunque… hasta el mismísimo Carlos Marx en cierto momento de su vida exclamó “lo único que sé es que no soy marxista”.3

Reiterando, es difícil, desde una situación alejada del ejercicio del poder académico, la crítica a Meirieu. Sin embargo, intentaremos algunos esbozos incompletos sobre este pedagogo que ofrece, digamos, “verdades” para el quehacer educativo.4

Uno de los núcleos conceptuales fuertes de nuestro autor es el de una educación emancipadora en vez de una educación reproductora.5 Entrevemos, aquí, la ausencia de un posicionamiento crítico respecto el término emancipación. Emancipado es el adulto. Emancipar (en latín emancipare) significa libertar de la potestad paterna, de la tutela o de la servidumbre, compuesto de ex ‘fuera’, manus ‘mano’ o ‘potestad’ y capere ‘coger’. En latín adultus quiere decir ‘crecido’. La referencia, entonces, es a la mayoría de edad. Y se es mayor para considerarse a sí mismo como autor de los propios actos. ¿Puede reducirse el problema a libertar de la potestad paterna o a la emancipación del adulto, como lo plantea ya Immanuel Kant en su texto “Qué es la ilustración”?6 Además, ¿a qué adulto se refiere? Lo aclara en dos de sus textos: “Antropología práctica”7 y “Antropología en sentido pragmático”8, quien valora la razón que se sitúa al norte de los Pirineos (por ejemplo, Alemania, Francia, Inglaterra, etc., con lo que, obviamente, hasta excluye a la península ibérica y ni que hablar de los pueblos “salvajes”).

Afirma Meirieu que en las sociedades teocráticas la transmisión siempre significaba reproducción, mientras que en las sociedades democráticas la transmisión implica subversión, creación de un presente y futuro diferente. Continúa el pedagogo francés señalando que en la medida en que pensemos la educación como el surgimiento de una libertad y no como inculcación, educación y democracia estarán vinculadas.9 Con esta aclaración, comprendemos el significado de democracia para el autor analizado, en oposición a la función reproductora de las sociedades teocráticas. Y desde esa concepción comprendemos que nada dice acerca de la coexistencia o “matrimonio” de la democracia neoliberal y la economía neoliberal capitalista, amén de su incidencia en la escuela, con lo que puede cuestionarse desde el vamos el significado que le otorga al término democracia.

Un segundo núcleo conceptual que apreciaremos es el relativo a la democracia, más precisamente, la formación para el ejercicio de la democracia. En este sentido nos dice:

La escuela transmite saberes, pero la escuela democrática transmite… saberes que permiten a la vez inscribirse en una historia y proyectarse en un futuro.” 10

Perspectiva crítica. “Inscribir” es una metáfora de índole espacial11, y significa grabar letreros en metal, piedra u otra materia, según la Real Academia de la Lengua Española12: aquí significaría, de manera muy vaga, “pertenecer”. La metáfora tiene que ver con la gramaticalización de los saberes, donde lo que más importa es la forma y no tanto el contenido. La expresión de Meirieu antes citada pareciera significar que algún sujeto penetrara en la historia “desde fuera” y se proyectara en un futuro. La pregunta es ¿en qué historia?, ¿en qué futuro? Por otro lado, consideremos hay alusión a una metáfora de índole espacial que excluye al futuro.

Estamos frente a saberes que perdieron su sentido (…) en la historia de los hombres y que el alumno no puede percibir en su capacidad emancipadora (…) para liberarse del control de los que eran tiranos y omnipotentes.” Hay que transmitir que los saberes son “una herramienta de emancipación”.13

Perspectiva crítica. Es decir, ¿habría que recuperar esos saberes como herramienta de emancipación? Es decir, todos esos saberes, tiempo atrás, ¿eran buenos?, ¿con sentido?, ¿y si con sentido, para quiénes, a favor de quiénes y en contra de quiénes? -parafraseando una expresión freireana-.

Concluyendo este brevísimo escrito, recordamos a Meirieu cuando afirma:

…sólo habrá un «mundo después», diferente del anterior, si la escuela toma su parte en su construcción. (…) Nunca se ha hablado tanto de solidaridad: ¿vamos a promover una verdadera pedagogía de la cooperación? Nunca se ha hablado tanto del bien común: ¿nos vamos a dar cuenta de que, para tomar conciencia del bien común, no todas las prácticas pedagógicas son iguales? (…) Debemos permitir que nuestros hijos entiendan que hemos tomado decisiones y que otras decisiones son posibles. Más aún: se les debería permitir experimentar una inversión radical de su relación con el mundo.14

Cabría preguntarnos:

  • ¿Qué significa un mundo después diferente del anterior? No se aprecia aquí la liberación desde movimientos sociales hacia un posicionamiento ético-político-económico que implique una praxis popular con sentido de justicia y solidaridad, a la vez.

  • ¿Qué significa que la escuela tome parte en su construcción? La metáfora arquitectónica “construcción” alude a la estática y resistencia de los materiales en función de una estructura sólida. No alude a las luchas desde diferentes ámbitos a fin de su institución, tampoco alude al tsunami normativo que limita la libertad para instituir en vez de la mera institución.

  • ¿Cómo resulta posible una pedagogía de la cooperación si la praxis de las relaciones institucionales, considerando también a todos los niveles jerárquicos, tienden a ser normativizantes no participativos? Además, la cooperación en sí misma nada garantiza, consideremos, por ejemplo, que el aprendizaje colaborativo o cooperativo es uno de los caballitos de batalla de la pedagogía neoliberal.

  • ¿Qué significa el “bien común”? ¿Es el mismo para el rico que para el pobre, para el obrero que para el burgués, para el que vive de los planes que para el que fuga divisas, etc., etc.?

  • Continúa el párrafo con términos que en sí mismos son ambiguos: “prácticas pedagógicas iguales”, “otras decisiones son posibles”. Pero, la frutilla del postre es la siguiente afirmación: “(…) se les debería permitir experimentar una inversión radical de su relación con el mundo.” ¿Inversión radical?: esto podría valer para cualquier sistema político.

Philippe Meirieu tiene afirmaciones riquísimas desde el punto de vista pedagógico, pero descontextualizadas de las praxis reales de nuestro sur en materia de escuela, en particular, de los sectores populares, postergados, que egresan como semianalfabetos del sistema escolar, aún considerando la lengua oficial, y egresan como analfabetos puros en referencia a los lenguajes audiovisuales/multimediales.

Para finalizar, situémonos en el sur, apelemos a una “pedagogía del sur”. Apelemos a Paulo Freire (2004), quien en su obra Pedagogía de la Autonomía, la última que escribió antes de su muerte, haciendo alusión al estudio nos alerta: “(…) por ello la relevancia de preguntas que inspiren la praxis educativa: ¿En favor de qué estudio? ¿En favor de quién? ¿Contra qué estudio? ¿Contra quién estudio?”15 Dedica su texto a maestros y profesores de la escuela pública, por lo que el subtítulo del mismo es “saberes necesarios para la práctica educativa”, práctica educativa tal que implica “lucha”, lucha con sentido en favor del pueblo, en contra de todo tipo de ausencia de crítica y en contra de todo tipo de opresión. Así, Freire (2004) nos dice: “¿Qué otra cosa es mi neutralidad sino una manera tal vez cómoda, pero hipócrita, de esconder mi opción o mi miedo de denunciar la injusticia? ‘Lavarse las manos’ frente a la opresión es reforzar el poder del opresor, es optar por él. ¿Cómo puedo ser neutral frente a una situación, no importa cuál sea, en que el cuerpo de las mujeres y de los hombres se vuelve puro objeto de expoliación y de ultraje?”16

¿Un anclaje a la tierra es una “interpretación” posible?

Gabriel Pranich17

Ahora bien, la fidelidad a una creencia no es, evidentemente, más que uno de los aspectos de la vida general del grupo en que ese carácter se manifiesta. Se sitúa como un nudo…”

Marc Bloch18

El presente desarrollo podríamos resumirlo en una pregunta: ¿qué interpretamos desde nuestra tierra? O, en otras palabras, ¿qué interpretamos desde nosotros mismos? Consecuentemente, desde nuestro suelo y nuestra historia particular. ¿Cuándo deviene en una historización de las intersubjetivdades de los ciudadanos de acá y no de allá?, con el propósito de formular un principio de interpretación en busca de sentido para nuestro pisar. También, aportar al pensar que nos sirve en una construcción interpretativa de la realidad y de nuestra realidad, aún con los aportes desde autores y pensamientos del exterior de nuestro continente Latinoamericano.

Proponemos la interpretación como posibilidad de anclaje a la tierra, al contexto inmediato, a lo particular y abriendo la posibilidad de una resignificación de su propia historia. Es decir, la posibilidad como sujeto dentro de una trama social y comunitaria. Deberíamos volver a lo mancomunado, a la producción de sentido desde el nosotros, desde el estamos e incluso desde el artesano que teje un objeto con una función social.

Aquello que estamos tratando de plantear es la interpretación o en otras palabras el riesgo del sujeto. Porque la que está en juego es su propia subjetividad y de lo contrario, no habría interpretación en sentido estricto de la liberación de un ciudadano. Más bien, sería otra violencia ejercida. En síntesis, planteamos la posibilidad de una interpretación que libere a nuestra subjetividad e intersubjetividad, aunque sea aquí de una forma acotada. Creemos que habitamos una existencia descontextualizada a través de nuestra propia mirada.

El filósofo italiano Gianni Vattimo (1986) plantea en su trabajo El fin de la modernidad la diferencia entre historia e historización. El tiempo de la historia transcurre y no se va a detener. Sin embargo, se detuvo un sujeto historizado, es decir una persona que realiza un proyecto de su vida, de su identidad a través de su propia historización. Algo que nos resuena de la propuesta del autor es que esta subjetivación, la historización del sujeto, es la posibilidad que exista un tiempo. Vattimo nos dice: “…la distinción de una historia como proceso objetivo dentro del cual estamos insertos y la historicidad como un determinado modo de tener conciencia”.19 Es el sujeto creando su propio tiempo a través de entramarse en una historia como proyecto de vida y éste es el punto que nos interesa. La historización es a partir de un sujeto contextualizado creando un tiempo en su propio estar. Porque, hasta que el sujeto no decide escribir, interpretar, manifestar, no produce una historia que lo entrame en una existencia, en un suelo y con un pensamiento propio. ¿Puede ser la emancipación de pensar por sí mismo, una emancipación subjetiva o la emancipación de la subjetividad?: sí, siempre y cuando cuestionemos ese pensamiento propio dentro de un proceso de liberación.

El antropólogo y filósofo argentino Rodolfo Kusch plantea: “Una manzana cae porque se reintegra al suelo. Ha sido semilla ha madurado y luego se ha desprendido del árbol, para reintegrarse al suelo. Ésta es una verdad y quizá la primera”.20 ¿Cómo podemos pensar desde nuestra interpretación las palabras del autor? En primer lugar, nos hayamos con una existencia gravitada, el fruto se desprende del árbol y cae sobre ese suelo. No se desprende de un árbol en otro espacio y cae en el suelo argentino. Este desprendimiento nos propone nuestro propio pensamiento situado en nuestra escuela, con sus injusticias sociales.

Por otro lado, el autor Miguel Andrés Brenner (2020) señala desde su conclusión en Philippe Meirieu ¿Philippe Meirieu? ¿Hacia una pedagogía del sur?: “Philippe Meirieu tiene afirmaciones riquísimas desde el punto de vista pedagógico, pero descontextualizadas de las praxis reales de nuestro sur en materia de escuela, en particular, de los sectores populares, postergados, que egresan como semianalfabetos del sistema escolar, aún considerando la lengua oficial, y egresan como analfabetos puros en referencia a los lenguajes audiovisuales/multimediales«.21 Es decir, donde la propia práctica se nos impone, esa realidad nos avasalla, y allí ¿cómo se juega la «interpretación»? La interpretación de una clase, de un contenido, de un texto, de un cuadro, de una «obra de arte». ¿Depende de la emancipación? ¿Por qué interpretar no es lo que nos dicen qué es y cómo es? ¿Cómo sería una interpretación emancipada en la que emerge una subjetividad? Sabemos que cada época posee medios para producir subjetividades. Seguramente, con la interpretación ya entramos en otra problemática, ¿o pertenece al mismo problema de cómo leemos la realidad y nuestra realidad? ¿Es nuestro deber aportar a esa interpretación que nos permite pensarnos en la posibilidad de emancipación? ¿O la emancipación tiene sentido dentro de un proceso de liberación?

En conclusión, podemos comenzar a pensar que aquello que nos atraviesa es un problema del relato, de la interpretación como posibilidad de relatar nuestras experiencias en nuestros espacios. En y con las escuelas y todos sus actores, desde los auxiliares, directores, profesores, alumnado, hasta el Ministerio de Educación, es relevante una interpretación, como praxis intersubjetiva, desde el estar en cuanto proyecto de identidad colectiva. El problema no es el artículo de tal o cual autor, incluso existen cantidad de sitematizaciones que nos han ayudado a comprender las relaciones de poder, los vínculos humanos, la sociedad en la que vivimos, las instituciones entre tantas otras comprensiones. Por el contrario, nos interesa resaltar la interpretación, porque es la interpretación desde nuestro espacio/tiempo la que nos permite crear algo nuevo a través de distintas teorías que tomemos como válidas o no. Ahora, ¿para qué todo esto? Para no tomar lo dicho por un autor, como por ejemplo Philippe Meirieu, transpolando eso dicho a otro contexto, como el de Argentina, llamándolo “ésta es nuestra escuela”, ¿no cabría la duda? ¿Cuál es nuestra escuela y cuál es la escuela que deseamos? Entonces, la pregunta se convierte en un anclaje a la tierra y deviene en el comienzo de una nueva interpretación, anclada realmente en nuestra tierra. La cuestión no es saber si las propuestas desde otros países son verdaderas o aplicables en nuestro país, lo que se trata de comprender es por qué tantos argentinos creemos en propuestas educativas desde el exterior y no desde nuestros propios conciudadanos. ¿Cuál es nuestro nudo en la acción de creer?

Bibliografía

  • Vattimo, G. (1986), “Introducción” en El fin de la modernidad, Madrid: Gedisa. Pp.9 – 20.

  • Brenner, M., A. (2020), Philippe Meirieu, ¿Philippe Meirieu?¿Hacia una pedagogía del sur?

  • Meirieu, P. (2020). «La escuela después»… ¿Con la pedagogía de antes? MCEP. Disponible en http://www.mcep.es/2020/04/18/la-escuela-despues-con-la-pedagogia-de-antes-philippe-meirieu/ (consulta: 9/05/2020)

  • Kusch, R. (1999), América profunda, Buenos Aires: Biblos.


1 Profesor en Filosofía y Pedagogía por el Instituto del Profesorado del Consejo Superior de Educación Católica, Buenos Aires. Licenciado y Profesor en Sociología por la Universidad de Buenos Aires. Se desempeña como docente en el nivel terciario. Forma parte del equipo de Investigación de UBACYT. andresbrenner@yahoo.com.ar

2 Gramsci, Antonio (1970). Introducción a la filosofía de la praxis, Barcelona: Ediciones Península.

4 En virtud de la brevedad en la extensión del presente escrito, el mismo no tendrá un formato estrictamente académico, por cuanto se ofrecerá como material de apoyo solo algunos pocos textos de Meirieu.

5 Meirieu, Phillipe (2006). Docentes: la tarea de cruzar fronteras y tender puentes. Conferencia en «La Mutua», Ciudad de Buenos Aires, 26 de junio de 2006. Aclaro que prefiero en vez de “emancipación” el concepto “liberación”, cuyo planteo excede sobremanera la brevedad de este trabajo

7 Kant, Immanuel (1990). Antropología Práctica, Madrid: Editorial Tecnos, p. 98

8 Kant, Immanuel (1991), Antropología en sentido pragmático, Madrid: Alianza Editorial, p. 52.

9 Meirieu, Ph. (2006). Ib.

10 Meirieu, Ph. (2013: 1, 2). La opción de educación y la responsabilidad pedagógica, Conferencia. Ministerio de Educación de la República Argentina, Buenos Aires, 30 de octubre de 2013.

11 Para quienes tengan interés de ahondar en este concepto, remito a Brenner, M.A. Lo ciudadano, lo público y el maestro, y del mismo autor “Filosofía pos”. En Cullen, Carlos -comp.- (2007). El malestar en la ciudadanía, Buenos Aires: La Crujía Editores, p. 159-160. 205-206. “Mientras que en el contexto de la modernidad el fin de la historia resulta posible, o bien se constituye como un horizonte de sentido, a partir de las corrientes posmodernas, que se pueden caracterizar como neoconservadoras, el futuro resulta incierto. Es entonces que toda referencia se realiza hacia el pasado, y de ahí que en los discursos aparezca actualmente con frecuencia el prefijo “re” (resignificar, redefinir, etc.). El prefijo re indica la necesidad de una nueva formulación (re: repetición, re-iteración, etc.), se parte del pasado-para, aunque solo a la manera de un reciclaje. La incertidumbre, entonces, se hace presente con la oclusión de la posibilidad de un proyecto liberador…” “La categoría de tiempo, por ende, es excluida y se mapea toda significación o bien se la considera desde la noción de red o redes, donde el tiempo resulta nulo.” Hay una conceptualidad… “que remite a líneas, por lo que todo puede ser desde la perspectiva de una geografía, que merece solamente la cartografía, que permite trazar mapas, y ver, por ende, qué tipo de trayectoria traza cada línea, y qué sentido tiene ver cómo se reparten las intensidades o velocidades de un cuerpo y la elaboración de nuevos mapas…”

12 https://dle.rae.es/inscribir (consulta: 2/05/2020)

13 Meirieu, Ph. (2013). Ib .p.8.

14 Meirieu, P. (2020). “La escuela después”… ¿Con la pedagogía de antes? MCEP. Disponible en http://www.mcep.es/2020/04/18/la-escuela-despues-con-la-pedagogia-de-antes-philippe-meirieu/ (consulta: 15/04/2020)

15 Freire, Paulo (2004). “Pedagogía de la autonomía: saberes necesarios para la práctica educativa”, San Pablo, Brasil: Editorial Paz y Tierra, p. 36.

16 Freire, Paulo (2004), Pedagogía de la autonomía, Ib. P. 51.

17 Lic. en Ciencias de la Educación (UBA) y en Artes Visuales (UMSA). Se desempeña como profesor en educación secundaria y terciaria. Forma parte de los equipos de investigación de UBACYT y FILO:CYT. gabrielpranich@gmail.com

18 Bloch, M. (2004), Introducción a la historia, trad. González Casanova, P. y Aub, M., México: Fondo de Cultura Económico, p. 37.

19 Vattimo, G. (1986), “Introducción” en El fin de la modernidad, Madrid: Gedisa, p. 13.

20 Kusch, R. (1999), América profunda, Buenos Aires: Biblos, p. 161.

21 Brenner, M., A. (2020), Philippe Meirieu, ¿Philippe Meirieu?¿Hacia una pedagogía del sur?, p. 4.

Artículo enviado por su autor a la redacción OVE

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El silencio como ausencia pedagógica

Por razones de público conocimiento, la escuela pública en Argentina también sufre de la cuarentena. A partir de aquí, los docentes “son instruidos normativamente” para que utilicen ciertas plataformas a fin de continuar con el proceso de enseñanza-aprendizaje. El problema acontece cuando “se instruye” para usar plataformas tales como, por ejemplo, Google classroom. Nadie de quienes tiene potestad de hacerlo alertan sobre el perfil pedagógico[1] de la misma, mientras cada docente hace lo que puede, bien o mal, con mayor o menor empeño. Pareciera que no existiera otro tipo de tecnología educativa, más humana, lo que no es cierto. Google classroom se impone ante la urgencia, lo cual también es comprensible, aunque ello, a un futuro cercano, debiera dar pie para revisar todas las prácticas pedagógico-didácticas en el aula de la escuela pública. Sin embargo, al respecto, acontece el “silencio” de quienes son responsables en el establecimiento de condiciones laborales/pedagógicas más humanas.

 

Veamos, en tal sentido, algunos considerandos muy puntuales, sin pretender que este escrito se constituya formal académicamente, sino más que nada en una denuncia que apela a lo utópico en vez de a lo distópico, que apela a una escuela digna en vez de una escuela de la que el sabor frecuente sea el malestar en la docencia.

 

Desde la plataforma Google classroom:

 

  1. El docente no puede crear su propio diseño de clase, que viene ya pautado. El diseño de la clase viene pautado de manera tal que cada docente puede reiterar el modo como da clases de manera tradicional-presencial con todos sus vicios, empero lo que ocurre es que ahora lo hace digitalmente. “El problema es que el currículo rígido y con mandatos de aplicación en fechas y horarios preestablecidos conspira contra esta nueva forma dialógica e interactiva de aprender juntos. El sistema educativo construido sobre la lógica de la máquina newtoniana (partes ensamblables, con periodos fijos de ciclos) salta por los aires y no nos damos cuenta.”[2] Desde aquí, hacemos las siguientes consideraciones.

 

  1. No hay posibilidad de retroalimentación entre alumnos-alumnos, docentes-docentes, alumnos-docentes (en este último caso, salvo con el formato tradicional).  En Google classroom hay un ítem para crear tareas y preguntas, sin embargo, se presta al “copiar y pegar”, ahora de manera digital.

 

  1. Desde el punto de vista pedagógico, para el docente, es un trabajo meramente individual, que no favorece la comunicación entre docentes, no permite la socialización o mirada de los contenidos por parte de otros docentes. O sea, cada materia no es una cuestión comunitaria, sino individual, y se reiteran los “vicios” frecuentes de una llamada escuela tradicional, donde las materias se dan compartimentadamente. No hay trabajo colaborativo, ni crítico, ni creativo. Es decir, posibilita que un trabajo sea visto por los alumnos (por cada alumno aisladamente), pero no por colegas docentes.

 

  1. Permite trabajar por módulos o unidades a través de temas, pero no a través de problemáticas, con la complejidad de un trabajo crítico-creativo-colaborativo desde una perspectiva ético-política. Importa la tarea individual para mostrársela al docente, aunque nada más. Se presta a reiterar los vicios que acaecen en una clase escolar tradicional. Por ej., el docente que tiene pocas ganas de trabajar, simula; el docente que pretende ser exigente sobrecarga[3] de trabajo a los alumnos. A veces, hay directivos que sugieren “no recargar a los alumnos de tareas”.  Y he aquí el problema, pues pedagógicamente la cuestión no debiera reducirse a “recargar o no recargar”, con un perfil netamente bancario en ambos casos.

 

  1. Se pierde el trabajo personalizado en la relación alumno-docente y en la relación alumno-alumno.

 

  1. Cada tarea es para hacer en casa, enviarla digitalmente al docente, quien luego hace una devolución, pero no se da virtualmente la dinámica dialógica como dentro de un espacio áulico. O sea, se mantiene el formato de “tareas”, antiguamente llamadas “deberes”. Hay que tener en cuenta que existe en la actualidad otro tipo de tecnología superadora del formato criticado.

 

  1. Importa una constante revisión de los criterios pedagógico/didácticos referidos a la enunciación de explicaciones, textos y consignas. Por ejemplo, si en clase me doy cuenta, mediando la relación cara-a-cara, de que necesito realizar alguna modificación, estoy a tiempo para efectuarla. En términos digitales, lo “escrito, escrito está”. De ahí que se dé el requerimiento de una tecnología que favorezca dicha evaluación/valoración, y comunitariamente, del propio diseño y su ejecución conjuntamente otros docentes[4]. Quienes diseñaron la plataforma Google classroom no consideraron dicha necesidad, y esto no es algo ingenuo desde un posicionamiento político determinado.

 

  1. Por otro lado, en la medida en que se apliquen “pruebas” o “test” a los alumnos por opciones múltiples, ello apunta a una especie de tecnicismo-positivista propio de un enciclopedismo o modalidad bancaria tan criticada por Paulo Freire.

 

  1. Otros problemas tienen que ver con la conectividad, con el tipo de instrumentos tecnológicos[5] que cada alumno tiene, con el tener o no en el hogar un espacio propio para poder estudiar, con el acompañamiento o no de los padres y la calidad efectiva de dicho acompañamiento, con la habituación o no al uso de los medios digitales más allá del entretenimiento, con la interpretación de las consignas de trabajo o de las lecturas propuestas dentro de una realidad en la que la mayor parte de los alumnos de los sectores populares en la actualidad egresan del sistema escuela aún como semianalfabetos.

 

Toda tecnología vale dentro de un contexto de relación cara-a-cara y que no reitere los vicios de una clase tradicional. Al respecto, existen tecnologías adecuadas, válida, para ser usadas en calidad de instrumentos o medios dentro de un marco valorativo ético/político pleno de humanidad.

 

Desafíos. Dada la inesperada pandemia y cuarentena social, aparece la importancia para, luego del presente lapso, revisar comunitaria, crítica y creativamente, las prácticas pedagógicas en el aula de la escuela pública, con el acompañamiento de supervisores que sepan en tal sentido más que los docentes, que los orienten, más allá de la asfixiante normatividad debido al tsunami normativo (valga la redundancia). Sin embargo, tengamos en cuenta que el presente malestar en la docencia no predispone para el desafío propuesto, aunque existen voluntades que batallan contra viento y marea para hacer realidad el derecho a la educación. Sin embargo, vale la expresión de Antonio Gramsci: “con el pesimismo de la inteligencia, pero el optimismo de la voluntad”. Es que en la historia no todo se encuentra dicho, y de ahí un fuerte hálito de esperanza es posible.

 

Al común de los docentes “se le tiró” una herramienta digital. ¿Será la misma, luego de transcurrido el actual momento, motivo para una superación?

 

Es necesario como desafío, para superar el silencio como ausencia pedagógica, apreciar y/o luchar contra un marco de valores propios del neoliberalismo/capitalista, dándole un sentido crítico/creativo/colaborativo-comunitario a la utilización de las plataformas digitales en educación.

 

Además, consideremos que el perfil último económico/político del home-learning o enseñanza on-line, entrelazado con el home-office[6], dentro del presente neoliberalismo, significa el trabajo por proyectos, la remuneración por proyectos, la no vigencia de un contrato laboral con la empresa y la pertinente dependencia, la no existencia de sindicatos que defiendan los derechos de los trabajadores, porque la única relación sería la del individuo con la empresa que, luego de ejecutado el proyecto, cesa en su relación con la misma, hasta el diseño y ejecución de un nuevo proyecto.

 

Como señala Paulo Freire: ¿enseñar para qué?, ¿a favor de qué?, ¿a favor de quiénes?, ¿en contra de qué y en contra de quiénes?

 

Apéndice

 

Valga comentar que Google actúa como medio de espionaje al servicio del poder hegemónico, pues espía a niños y adolescentes en el colegio y en sus casas[7] a través de las plataformas digitales que ofrece en el mercado. El servicio es supuestamente gratuito, sin embargo, la intimidad de niños y adolescentes es vendida como insumo mercantil para las necesidades políticas y económicas de quienes lo demanden.

 

¿Y por dónde pasa también la función mercantil de Google classroom? Tiene un límite de almacenamiento, por lo que quien requiera aumentar el mismo debe “pagar”[8].

 

Abril de 2020

 

Miguel Andrés Brenner

Facultad de Filosofía y Letras

Universidad de Buenos Aires


[1] Perfil pedagógico que no es meramente pedagógico, sino ético/político/pedagógico.

[2] Bonilla-Molina, Luis (2020). “Coronavirus: Google y la NASSA en la reingeniería educativa.” http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/342434  (consulta: 4/4/2020)

[3] Si se visibilizan, al menos en algo, críticas o quejas, son las de algunos padres o madres.

[4] Dicho espíritu también debiera existir en el aula concreto de la escuela pública.

[5] La brecha social también existe en países del “primer mundo”, como, por ejemplo, en España. https://www.xataka.com/otros/ninos-tecnologia-ninos-acceso-a-educacion-escuela-a-distancia-esta-acentuando-brecha-social  (consulta: 4/04/2020) Ver en el mismo sentido: https://www.elcorreo.com/sociedad/educacion/ensenanza-online-agranda-20200329213348-nt.html?ref=https:%2F%2Fwww.google.com%2F    (consulta: 4/04/2020). O bien en el caso de Nueva York, aunque obviamente no con el dramatismo de nuestros países sojuzgados (empero, pensemos que maltratar a un solo alumno/persona, es un crimen). https://eldiariony.com/2020/03/21/300-mil-alumnos-pobres-no-tienen-tecnologia-o-ni-siquiera-una-casa-para-nuevas-clases-por-internet-en-nueva-york/  (consulta: 4/04/2020)

[6] Trabajo en casa.

[7] https://www.elmundo.es/tecnologia/2020/02/25/5e5459fcfc6c8366368b4577.html (consulta: 4/04/2020). Podemos acudir a muy diversas fuentes de información al respecto.

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Google classroom, la cuarentena. El silencio como ausencia pedagógica

Google classroom, la cuarentena

El silencio como ausencia pedagógica

Por

Miguel Andrés Brenner

Facultad de Filosofía y Letras

Universidad de Buenos Aires

Abril de 2020

 

Por razones de público conocimiento, la escuela pública en Argentina también sufre de la cuarentena. A partir de aquí, los docentes “son instruidos normativamente” para que utilicen ciertas plataformas a fin de continuar con el proceso de enseñanza-aprendizaje. El problema acontece cuando “se instruye” para usar plataformas tales como, por ejemplo, Google classroom. Nadie de quienes tiene potestad de hacerlo alertan sobre el perfil pedagógico[1] de la misma, mientras cada docente hace lo que puede, bien o mal, con mayor o menor empeño. Pareciera que no existiera otro tipo de tecnología educativa, más humana, lo que no es cierto. Google classroom se impone ante la urgencia, lo cual también es comprensible, aunque ello, a un futuro cercano, debiera dar  pie para revisar todas las prácticas pedagógico-didácticas en el aula de la escuela pública. Sin embargo, al respecto, acontece el “silencio” de quienes son responsables en el establecimiento de condiciones laborales/pedagógicas más humanas.

Veamos, en tal sentido, algunos considerandos muy puntuales, sin pretender que este escrito se constituya formal académicamente, sino más que nada en una denuncia que apela a lo utópico en vez de a lo distópico, que apela a una escuela digna en vez de una escuela de la que el sabor frecuente sea el malestar en la docencia.

Desde la plataforma Google classroom:

  1. El docente no puede crear su propio diseño de clase, que viene ya pautado. El diseño de la clase viene pautado de manera tal que cada docente puede reiterar el modo como da clases de manera tradicional-presencial con todos sus vicios, empero lo que ocurre es que ahora lo hace digitalmente. “El problema es que el currículo rígido y con mandatos de aplicación en fechas y horarios preestablecidos conspira contra esta nueva forma dialógica e interactiva de aprender juntos. El sistema educativo construido sobre la lógica de la máquina newtoniana (partes ensamblables, con periodos fijos de ciclos) salta por los aires y no nos damos cuenta.”[2]Desde aquí, hacemos las siguientes consideraciones.
  2. No hay posibilidad de retroalimentación entre alumnos-alumnos, docentes-docentes, alumnos-docentes (en este último caso, salvo con el formato tradicional). En Google classroom hay un ítem para crear tareas y preguntas, sin embargo, se presta al “copiar y pegar”, ahora de manera digital.
  3. Desde el punto de vista pedagógico, para el docente, es un trabajo meramente individual, que no favorece la comunicación entre docentes, no permite la socialización o mirada de los contenidos por parte de otros docentes. O sea, cada materia no es una cuestión comunitaria, sino individual, y se reiteran los “vicios” frecuentes de una llamada escuela tradicional, donde las materias se dan compartimentadamente. No hay trabajo colaborativo, ni crítico, ni creativo. Es decir, posibilita que un trabajo sea visto por los alumnos (por cada alumno aisladamente), pero no por colegas docentes.
  4. Permite trabajar por módulos o unidades a través de temas, pero no a través de problemáticas, con la complejidad de un trabajo crítico-creativo-colaborativo desde una perspectiva ético-política. Importa la tarea individual para mostrársela al docente, aunque nada más. Se presta a reiterar los vicios que acaecen en una clase escolar tradicional. Por ej., el docente que tiene pocas ganas de trabajar, simula; el docente que pretende ser exigente sobrecarga[3] de trabajo a los alumnos. A veces, hay directivos que sugieren “no recargar a los alumnos de tareas”. Y he aquí el problema, pues pedagógicamente la cuestión no debiera reducirse a “recargar o no recargar”, con un perfil netamente bancario en ambos casos.
  5. Se pierde el trabajo personalizado en la relación alumno-docente y en la relación alumno-alumno.
  6. Cada tarea es para hacer en casa, enviarla digitalmente al docente, quien luego hace una devolución, pero no se da virtualmente la dinámica dialógica como dentro de un espacio áulico. O sea, se mantiene el formato de “tareas”, antiguamente llamadas “deberes”. Hay que tener en cuenta que existe en la actualidad otro tipo de tecnología superadora del formato criticado.
  7. Importa una constante revisión de los criterios pedagógico/didácticos referidos a la enunciación de explicaciones, textos y consignas. Por ejemplo, si en clase me doy cuenta, mediando la relación cara-a-cara, de que necesito realizar alguna modificación, estoy a tiempo para efectuarla. En términos digitales, lo “escrito, escrito está”. De ahí que se dé el requerimiento de una tecnología que favorezca dicha evaluación/valoración, y comunitariamente,del propio diseño y su ejecución conjuntamente otros docentes[4]. Quienes diseñaron la plataforma Google classroom no consideraron dicha necesidad, y esto no es algo ingenuo desde un posicionamiento político determinado.
  8. Por otro lado, en la medida en que se apliquen“pruebas” o “tests” a los alumnos por opciones múltiples, ello apunta a una especie de tecnicismo-positivista propio de un enciclopedismo o modalidad bancaria tan criticada por Paulo Freire.
  9. Otros problemas tienen que ver con la conectividad, con el tipo de instrumentos tecnológicos[5] que cada alumno tiene, con el tener o no en el hogar un espacio propio para poder estudiar, con el acompañamiento o no de los padres y la calidad efectiva de dicho acompañamiento,con la habituación o no al uso de los medios digitales más allá del entretenimiento, con la interpretación de las consignas de trabajo o de las lecturas propuestas dentro de una realidad en la que la mayor parte de los alumnos de los sectores populares en la actualidad egresan del sistema escuela aún como semianalfabetos.

TODA TECNOLOGÍA VALE DENTRO DE UN CONTEXTO DE RELACIÓN CARA-A-CARA Y QUE NO REITERE LOS VICIOS DE UNA CLASE TRADICIONAL. Al respecto, existen tecnologías adecuadas, válida, para ser usadasen calidad de instrumentos o mediosdentro de un marco valorativo ético/político pleno de humanidad.

Desafíos. Dada la inesperada pandemia y cuarentena social, aparece la importancia para, luego del presente lapso, revisar comunitaria, crítica y creativamente, las prácticas pedagógicas en el aula de la escuela pública, con el acompañamiento de supervisores que sepan en tal sentido más que los docentes, que los orienten, más allá de la asfixiante normatividad debido al tsunami normativo (valga la redundancia). Sin embargo, tengamos en cuenta que el presente malestar en la docencia no predispone para el desafío propuesto, aunque existen voluntades que batallan contra viento y marea para hacer realidad el derecho a la educación. Sin embargo, vale la expresión de Antonio Gramsci: “con el pesimismo de la inteligencia, pero el optimismo de la voluntad”. Es que en la historia no todo se encuentra dicho, y de ahí un fuerte hálito de esperanza es posible.

Al común de los docentes “se le tiró” una herramienta digital. ¿Será la misma, luego de transcurrido el actual momento, motivo para una superación?

Es necesario como desafío, para superar el silencio como ausencia pedagógica, apreciar y/o luchar contra un marco de valores propios del neoliberalismo/capitalista, dándole un sentido crítico/creativo/colaborativo-comunitario a la utilización de las plataformas digitales en educación.

Además, consideremosque el perfil último económico/político del home-learning o enseñanza on-line, entrelazado con el home-office[6], dentro del presente neoliberalismo,significa el trabajo por proyectos, la remuneración por proyectos, la no vigencia de un contrato laboral con la empresa y la pertinente dependencia, la no existencia de sindicatos que defiendan los derechos de los trabajadores, porque la única relación sería la del individuo con la empresa que, luego de ejecutado el proyecto, cesa en su relación con la misma, hasta el diseño y ejecución de un nuevo proyecto.

Como señala Paulo Freire: ¿enseñar para qué?, ¿a favor de qué?, ¿a favor de quiénes?, ¿en contra de qué y en contra de quiénes?

 

Apéndice

Valga comentar que Google actúa como medio de espionaje al servicio del poder hegemónico, pues espía a niños y adolescentes en el colegio y en sus casas[7] a través de las plataformas digitales que ofrece en el mercado. El servicio es supuestamente gratuito, sin embargo, la intimidad de niños y adolescentes es vendida como insumo mercantil para las necesidades políticas y económicas de quienes lo demanden.

¿Y por dónde pasa también la función mercantil de Google classroom? Tiene un límite de almacenamiento, por lo que quien requiera aumentar el mismo debe “pagar”[8].

 

[1]Perfil pedagógico que no es meramente pedagógico, sino ético/político/pedagógico.

[2]Bonilla-Molina, Luis (2020). “Coronavirus: Google y la NASSA en la reingeniería educativa.” http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/342434  (consulta: 4/4/2020)

[3]Si se visibilizan, al menos en algo, críticas o quejas, son las de algunos padres o madres.

[4]Dicho espíritu también debiera existir en el aula concreto de la escuela pública.

[5] La brecha social también existe en países del “primer mundo”, como por ejemplo, en España. https://www.xataka.com/otros/ninos-tecnologia-ninos-acceso-a-educacion-escuela-a-distancia-esta-acentuando-brecha-social  (consulta: 4/04/2020) Ver en el mismo sentido: https://www.elcorreo.com/sociedad/educacion/ensenanza-online-agranda-20200329213348-nt.html?ref=https:%2F%2Fwww.google.com%2F  (consulta: 4/04/2020). O bien en el caso de Nueva York, aunque obviamente no con el dramatismo de nuestros países sojuzgados (empero, pensemos que maltratar a un solo alumno/persona, es un crimen). https://eldiariony.com/2020/03/21/300-mil-alumnos-pobres-no-tienen-tecnologia-o-ni-siquiera-una-casa-para-nuevas-clases-por-internet-en-nueva-york/  (consulta: 4/04/2020)

[6]Trabajo en casa.

[7]https://www.elmundo.es/tecnologia/2020/02/25/5e5459fcfc6c8366368b4577.html (consulta: 4/04/2020). Podemos acudir a muy diversas fuentes de información al respecto.

[8]https://one.google.com/storage?hl=es&i=u&utm_source=drive&utm_medium=web&utm_campaign=banner_ninety_five_percent#upgrade  (consulta: 3/04/2020)

 

Autor: Miguel Andrés Brenner

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Coronavirus. ¿Enemigo? ¿Guerra?

Por: Miguel Andrés Brenner

En estos días me pregunto: ¿por qué al coronavirus-pandemia se lo denomina “enemigo”? Enemigos son los humanos destruidos por otros seres humanos, en cualquier aspecto de la vida.

Así, Caín es enemigo de Abel.

Así, los EE.UU. entablan una GUERRA comercial contra China, enemiga.

Entonces, podríamos preguntarnos si en la milenaria China es una costumbre comer, por ejemplo, murciélagos: ¿por qué se originó el COVID-19 justo ahora, en el plexo de esta “guerra”? No tengo información fehaciente como para dar respuesta al interrogante planteado.

Recordemos que los EE.UU. desarrollaron armas biológicas contra Vietnam durante la década del sesenta del siglo veinte, que mataba flora, fauna y vidas humanas.

Elisabeth Badinter, en su libro “¿Existe el amor maternal?”, nos mostraba que en ciertas ciudades de la Europa occidental durante los siglos XVII y XVIII, cuando no se conocía el aborto, se descuidaban a los niños pequeños hasta matarlos o desfigurarlos. También, Jean Fourastié, en su libro “La moral prospectiva”, nos mostraba que en esos siglos habían ciudades en Francia donde de cada cien niños nacidos no llegaban al año de vida la mitad de ellos. Matar no significa producir vida como tampoco reproducirla. Cuando se mata, ¿hay enemigo? ¿Habían demasiados niños? ¿Eran como enemigos?

En Europa Occidental hay demasiados viejos. La natalidad es escasa porque perjudica tiempo para el placer del consumo al cuidar a tantos críos. Y por el avance de la medicina, la población vieja crece. Y los Estados o privatizan la salud y la paga quien puede, o gastan más en salud, con lo que se genera déficit fiscal. ¿No es acaso funcional matar a los viejos?

¿Puede ser un virus un enemigo o bien se está proyectando un modo de ser humano sobre un objeto no humano?

Emilio Durkheim, con quien no comparto su concepción de sociedad, en su libro “Formas elementales de la vida religiosa”, nos muestra algo muy interesante: el totemismo en las sociedades arcaicas tiene valor y valor sagrado, pues es la comunidad la que se proyecta sobre el tótem. O sea, en última instancia, lo sagrado en el tótem es la propia comunidad.

¿Qué se proyecta sobre el coronavirus-pandemia? ¿No será, acaso, aquello de lo humano que excluye, que oprime? ¿No será, acaso, la misma condición humana calificada como execrable?

Carlos Marx, en el primer capítulo de los llamados “Manuscritos económico-filosóficos de 1844”, ofrece la explicación más hermosa de lo que el ser humano significa: “vida que crea vida”.

¿No será que el capitalismo actual de base financiero/especulativo/parasitario, neoliberal y globalizado, colonizador y depredador, racista y patriarcal es quien mata y los excluidos/oprimidos serían sus enemigos, material de descarte?

https://elpais.com/ideas/2020-03-21/la-emergencia-viral-y-el-mundo-de-manana-byung-chul-han-el-filosofo-surcoreano-que-piensa-desde-berlin.html?rel=lom&fbclid=IwAR2evwQ1f2DtDjk3BGXQ7uMGi3Ma-FQQGmCvRzVupFNxLM01lYszrgsxCM8

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Interculturalidad liberadora: ¿Deseo frustrado? ¿El pensamiento en decadencia?

Miguel Andrés Brenner /Facultad de Filosofía y Letras – UBA

Desde el 2016 muchas jurisdicciones de nuestro país, Argentina, han adoptado la educación emocional, la neurociencia y el pensamiento computacional como rectores de sus políticas educativas. Entre ellas la Provincia de Buenos Aires, con las 2000 escuelas dentro de la denominada Red de Escuelas de Aprendizaje, para ampliarlas al resto del sistema educativo. Y considerando que en muchas jurisdicciones dicha política educativa se perfila continuada aún en el próximo gobierno, independientemente de los lineamientos nacionales y en virtud de las autonomías provinciales y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, valgan las siguientes consideraciones.

Si entendemos los procesos interculturales como la posibilidad de enriquecimiento mutuo entre diferentes culturas que, modificándose mutuamente, mantienen su propia identidad ampliándola en el encuentro, ya no como un mero “in-contra” sino como un “entre”, cabría preguntarse si en la actualidad se dan sus condiciones de posibilidad, condiciones de posibilidad de una interculturalidad liberadora que no resulte mera declaración, mas bien una praxis histórica fructífera. De ahí, el título de la presente ponencia, bajo el planteo de “un deseo frustrado”.

Algunos interrogantes para pintar el problema pueden ser los siguientes:

  • Las emociones son una cualidad humana. Desde cierto encuadre de las Neurociencias y de la Inteligencia Emocional, se las fragmenta, favoreciendo el entendimiento, que siempre segmenta, aunque no el pensar1 que tiende desde la praxis a lo global.
  • Si las emociones anteceden al pensar, mientras dichas emociones tienen una base neuronal, por un lado se imposibilita desde el vamos un diálogo intercultural, por el otro se apela a una especie de “primer motor inmóvil” a lo neuronal que desde las investigaciones empíricas de laboratorio deciden el destino de lo humano.
  • En este último sentido aparece la exclamación: “el cerebro piensa”. En realidad, es el humano contextualizado quien en la multiplicidad de sus interrelaciones piensa. El pensamiento no es consecuencia de una simple determinación neuronal. Si así lo fuese, desde el laboratorio de investigación empírica podrían establecerse todas las condiciones del deseo. Es obvio que el sentido último de las investigaciones empíricas se encuentra establecido por quienes las financian.
  • Veamos algunos ejemplos práxicos de la cuestión:
    • a) el conocimiento, control y autogestión de las propias emociones individuales como base del éxito y liderazgo empresarial, proclamado en la Cumbre del G-20 en Argentina 2018;
    • b) el conocimiento, control y autogestión de las propias emociones individuales como base del aprendizaje de conocimientos en el ámbito escolar, proclamado en la Cumbre del G-20 en Argentina 2018;
    • c) la imposibilidad en el ámbito académico para poner en discusión/dialógica las problemáticas del presente a partir de quienes sostienen ópticas divergentes y/o contradictorias a la vez, que en lenguaje coloquial se denomina “grieta”;
    • d) la imposibilidad en el ámbito político y/o comunicacional para poner en discusión/dialógica las problemáticas del presente a partir de quienes sostienen ópticas divergentes y/o contradictorias a la vez, que en lenguaje coloquial se denomina “grieta”;
    • la sistemática, en profusión creciente, de noticias falsas a partir de las actuales tecnologías de la información y la comunicación;
    • e) las redes sociales/digitales que tienden a sintetizar toda la realidad a impactos emotivos, cuya definición supuestamente universalizante se reduce en el caso de Facebook, en primer lugar, al “me gusta” o “no me gusta”;
    • f) la exacerbación de la emocionalidad en segmentos religiosos/evangélicos que limitan al fervor de aquella la posibilidad del pensar.

Ciertamente, si comprendemos lo que interculturalidad significa desde el punto de vista sociológico/cultural como plexo complejo entre acuerdos, negociaciones y conflictos, según el predominio de lo uno o de lo otro hasta puede definirse la destrucción de la humanidad, la destrucción de la reproducción y producción de la vida en tanto todo se resuelva a favor del conflicto.

Solamente desde la profusión de movimientos sociales, dialogando en sí mismos y entre sí, y su organización no espuria, puede entreverse la posibilidad de un mundo intercultural más justo.

1 Según Hegel, desde el entendimiento se analiza, desde el pensamiento se sintetiza.

Artículo enviado a la redacción de OVE

Imagen tomada de archivos de OVE

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Una crítica a la pedagogía neoliberal

Por: Miguel Andrés Brenner

SUMARIO

 

Introducción

Un sujeto ficticio

La pos verdad o de la muerte de la intención de verdad

El pos maestro

A modo de conclusión

 

INTRODUCCIÓN

 

Aires de fuerte exclusión social dominan la región bajo el modo de explotación capitalista, que signamos de la siguiente manera:

 

  • de base financiero-especulativa-parasitaria,[1]
  • neoliberal y globalizada,
  • colonizadora y depredadora.

 

Dentro del marco presentado, a fin de comprender la pedagogía política neoliberal, proponemos la figura del pos maestro.

 

Su intelección no es ajena a la subjetividad prime[2] dentro del bloque hegemónico. El pos maestro implica un tipo de subjetividad, que se referencia a la subjetividad del alumno. A tal efecto, no podemos caracterizar dicho concepto si no lo contextualizamos dentro de la subjetividad prime, a la que hemos denominado sujeto ficticio.

 

El pos maestro se sitúa en el ámbito de los aprendizajes, “todavía” llamado escuela. ¿Por qué “todavía”? Es que la información y/o el conocimiento exceden a la pretensión de verdad y, entonces, aparece la pos verdad, mientras que la escuela, en su praxis cotidiana, tiende a ser  “lugar de la verdad”.

 

La pos verdad es una cualidad del sujeto ficticio y, en tanto ello, recién a partir de ahí podemos inteligir el significado del pos maestro.

 

Consideraciones a tener en cuenta:

 

  • Lo que se expone en adelante es un modelo teórico, con algunas aserciones como hito de una problemática mucho más amplia, que no se agota en los conceptos aquí trabajados.

 

  • La problemática presentada tiene múltiples aristas, por lo que en el cuerpo del texto se acota la cuestión. Debido a ello, se sugiere al lector acudir también a las citas a pie de página, pues aparecen comentarios muy importantes.

 

  • No debemos olvidar, como antecedente, el posicionamiento de los denominados “maestros de la sospecha” (Nietzsche, Freud y Marx). Solamente los mencionamos, en razón que exceden el encuadre desde el que trabajamos en este texto

 

UN SUJETO FICTICIO

 

Si hablamos de “nuevos sujetos de la educación”[3], no debemos obviar el marco político y económico-político[4] en el que se encuentran. En tal sentido, en el presente histórico aparecen determinadas condiciones de posibilidad en la que aquellos surgen.

 

Valga aclarar que la explotación capitalista, hoy, es de base financiero-especulativa- parasitaria, neoliberal y globalizada, colonizadora y depredadora[5]. ¿Y cómo se explicita esa base financiera?

 

Recientemente se inventó globalmente que podía emitirse dinero sin respaldo actual en activos económicos existentes en el mercado, siendo suficiente que el respaldo lo otorgara el conjunto de los compromisos de pago futuro asumidos por los sujetos económicos, individualmente considerados. El respaldo consiste, actualmente, solo en “creer” que los deudores pagarán el dinero que ha sido emitido expresamente como crédito. Es así que el dinero se emite como deuda, el dinero “es deuda”. Se impele al consumo más allá de la capacidad de compra real mediante deuda a futuro o dinero a futuro, dinero virtual, sin sostén, creando así los “consumidores insolventes”.[6]

 

Consideremos que solamente la economía especulativa en el mundo supera en más de 125 veces al dinero efectivo/físico, o sea, corresponde a una masa de dinero ficticia[7]. O bien, según otra fuente, en la actualidad el 75% de los valores financieros no tienen relación con proceso productivo alguno, son pura especulación[8]. Otras elevan muchísimo más el porcentaje a favor de la especulación, en un 82%[9]. Según Juan Antonio Zúñiga del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, México, la economía especulativa resulta 10 veces mayor al PIB mundial[10]. Y conste que aún se mencionan cifras superiores.

 

En cuanto nos referimos a la etapa neoliberal la comprendemos como una forma de capitalismo, en particular, el referido al “capital ficticio”, al que Carlos Marx dedicó un capítulo en el tercer tomo de su obra “Das Kapital”[11]. Y, particularmente, nada más que uno, en tanto la tasa de ganancia (con mayor precisión, “plusvalía”) provenía ante todo de la producción (capitalismo industrial), que percibía e interpretaba fuertemente estudiando la economía política en la Inglaterra del siglo XIX. Actualmente, al término “ficticio” se lo denomina “especulativo”[12], pues se crean medios de circulación imaginarios”[13]. ¿Y cuál es la consistencia de lo imaginario? Si en su sentido etimológico tiene que ver con el “mirar”, considerando que no es lo mismo “lo que se mira” que “lo mirado”, alude a la “percepción”, a un “fantasma” o “fantasía”. Y aquí entrevemos la punta de un ovillo interesante: la subjetividad en tanto subjetivismo, al modo de una muy peculiar psicologización.

 

Ahora bien. El problema se suscita cuando predicamos ese “mirar” de la economía en el presente capitalismo, donde el dinero físico es sumamente inferior al dinero virtual (el mundo está empapelado de dólares billetes, pero el dólar virtual es excesivamente superior en cantidad), gracias a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Ese dinero ya no es “el equivalente general de toda mercancía”, pues una mercancía es ubicua. El dinero, si bien parte de la mercancía, se dispara de la misma quasi infinitamente, en tanto es dinero que produce más dinero, dinero como deuda, dinero a futuro,  dinero que no existe, que se sostiene en la “creencia” del respeto a los “compromisos asumidos”, aunque “se sabe” que solamente, si es que se respetan, en general, únicamente es posible para el pago de los intereses. Hay otros mecanismos especulativos, como los “derivados financieros”, cuya explicación excede al presente texto.

 

En tanto ello, o sea en dicho contexto, aparecen los denominados “nuevos sujetos”. Y el principal es ficcional, propio de la especulación como sujeto.

 

A fin de comprender lo explicitado, apelaremos a lo que Ludwig Wittgenstein (1998: 7, 30-32, 38, 79, 90-96, 345-355), en su magna obra “Investigaciones Filosóficas”[14], entiende como significado de un término: significa según se lo usa, dentro de un determinado juego de lenguaje.

 

¿Y de qué manera aparece el citado “sujeto ficcional” en el juego de lenguaje de la economía del capitalismo neoliberal? Tengamos en cuenta los discursos en los medios gráficos.

 

Veamos ejemplos, todos consultados en la web el 11 de febrero de 2018[15], presentados de manera inorgánica:

 

“Los mercados no son tontos: España ya se financia frente al resto del mundo.”[16]

 

“Las malas noticias alegran el día a los mercados, ¿por qué? “ La economía de la eurozona muestra un frenazo que no se esperaba, mientras el ‘Brexit’ gana una fuerza con el apoyo de Johnson.” [17]

 

“Los mercados huyen de los candidatos extremistas de Francia: Las bolsas tiemblan ante Le Pen y Melénchon.»[18]

 

“La fiebre por el bitcoin enloquece a los mercados.” [19]

 

“Los mercados esperan con angustia la reapertura hoy de la Bolsa de Wall Street.”[20]

 

“zona Euro”: Los mercados, menos estresados.”[21]

 

“El mercado digiere la caída del cupón PBI y apunta a los bonos en dólares.”[22]

 

“¿Por qué el mercado considera exitosas a empresas como Tesla y Snapchat, que pierden millones cada año?”[23]

 

 “Los mercados pierden la paciencia.”[24]

 

“Los mercados reaccionaron con euforia al ‘efecto Lula’. La bolsa de San Pablo se disparó un 4,12% y el real se apreció 1,09% frente al dólar.”[25]

 

“Los mercados votaron: no creen que sediciosos puedan desestabilizar al Gobierno.”[26]

 

“Tiemblan los mercados. La devaluación rusa y la situación venezolana llevaron los mercados mundiales a su peor crisis desde 1995.”[27]

 

“Los mercados están nerviosos.”[28]

 

“La economía no se encuentra tan mal como piensan los mercados.”[29]

 

“Los bonos argentinos son los que más sufren en la región por el crash global.”[30]

 

 

“La divisa estadounidense subió ayer otros 16 centavos y cerró a 20, 36 pesos. En el mercado sigue la fiebre por el dólar.”[31]

 

 

 

“El gobierno miente con los números fiscales, pero el mercado no es tonto” (José Luis Espert)[32]

 

“Por las turbulencias de los mercados, Molino Cañuelas demoró su salida a la Bolsa.”[33]

 

“Días de vértigo en los mercados financieros, que obligan a extremar la cautela del inversor.”[34]

 

“Los mercados de deuda padecen las consecuencias del éxito de las Bolsas.”[35]

 

“Los  mercados,  optimistas  de  que  haya  un  no  al  «Brexit.”[36]

 

“El  mercado  necesitaría  una  guerra  o  una  recesión   para  despertar, según  Goldman.”[37]

 

“Sevilla dice que el mercado tiene apetito para comprar paquetes de Bankia.”[38]

 

“Los mercados deben tener cuidado con lo que desean.”[39]

 

“Los mercados están de fiesta: el Merval saltó 2,8 %.”[40]

 

Valgan algunos ejemplos más, sin demasiados detalles de sus páginas webs, ni de

 

las fechas de consulta:

 

  • El mercado cree que Brasil puede contener el daño del affaire Temer. El Cronista Comercial
  • El mercado elevó la expectativa de inflación al 21,6% para 2017. Ámbito Financiero
  • En la semana que comienza los mercados en México estarán atentos a las informaciones políticas y económicas. La Jornada México
  • Los mercados están nerviosos. El Tiempo, Colombia
  • Los mercados atacan, pero sobre todo huyen. Poli-tik, web
  • El mercado comenzó a digerir el triunfo de Scioli. Ámbito Financiero
  • Los mercados están a la espera de los US$ 7.000 millones del blanqueo que se liberan este lunes. Telam
  • Por qué los mercados sufren otra tormenta. El País, España
  • Los flujos monetarios siguen siendo favorables y el mercado goza de salud. Madrid: Los mercados financieros.
  • Fiebre en el mercado de los pases. La Nación (se refiere a los jugadores del básquet)
  • Los mercados sí aman a Trump. El Diario Crítico, Madrid
  • ¿Cuáles son las dos cosas que más odian los mercados? gestión.pe  web
  • El dólar cae por impaciencia de los mercados con Trump. Eldinero.com Colombia
  • Los mercados se esfuerzan por ganar a nuevas generaciones. La Voz de Galicia
  • La esquizofrenia de los mercados.  Diario La Prensa, Panamá
  • Seguirá la fiesta en los mercados emergentes en 2018. Advierten debilidad del caso argentino. Ámbito Financiero.

 

El “sujeto ficcional”, al que aludimos, es el mercado o los mercados, al que también podemos denominar “sujeto virtual”:

 

  • Piensan, no son tontos.
  • Creen, consideran, deben tener cuidado.
  • Esperan, huyen, se alegran, se esfuerzan, son impacientes, aman, están nerviosos, atacan, tienen expectativas, huyen, necesitan, se despiertan, están estresados, apuntan (tienen finalidades), padecen, tienen angustia, reaccionan con euforia, desean, son optimistas.
  • Están de fiesta.
  • Gozan de salud, digieren, tienen fiebre, enloquecen, padecen de esquizofrenia, tienen vértigo.
  • Tienen apetito, se despiertan (por ende, también duermen).
  • Votan, o sea, son democráticos.
  • Se encuentran en zonas de turbulencia.

 

O sea, el Mercado (o los Mercados) es un sujeto ficcional, aunque paradójicamente con las mismas cualidades de un hombre carnal, es de carne y hueso a la vez, que piensa, no es tonto, por ende es crítico-prudente-sagaz, tiene creencias, afectos (es optimista, padece y se angustia, es impaciente y nervioso, etc.), con rasgos biológicos (digiere, tiene apetito, duerme y se despierta), amén de condiciones de salud y enfermedad (síntomas de fiebre, locura, esquizofrenia), participa política (vota, es democrático) y ambientalmente (sufre turbulencias), tiene vida comunitaria (está de fiesta), plantea acciones en vista a fines (apuntan, con expectativas, huyen, atacan, etc.). Es un sujeto individual-ficcional a quien no le interesa otros sujetos: implica la exacerbación de la audacia, la sagacidad, la meritocracia, el individualismo emprendedor, el consumo.

 

Y… no podemos pensar que los “nuevos sujetos” mencionados se hallen más allá de este mundo terrenal, que se pretende fundar en la denominada “sociedad del conocimiento”[41]  (tiene como soporte/medio a las nuevas tecnologías de la comunicación y de la información), obviando las condiciones materiales de existencia, de reproducción y producción de la vida.

 

Ese sujeto no es amante de la verdad, subsume toda realidad en sus intereses de lucro. Por ello ya no le interesa la verdad. Así aparece la pos verdad.

 

LA POS VERDAD O LA MUERTE DE LA INTENCIÓN DE VERDAD

 

Los orígenes de la palabra “pos verdad” tienen varias fuentes. En abril de 2010 una revista humorística especializada en política medioambiental publica un artículo que por primera vez utiliza la palabra “pos verdad”. El creador del término fue David Roberts y se refería a las políticas que negaban el cambio climático pese a la evidencia científica al respecto. El triunfo en Gran Bretaña del Brexit (Britain Exit) y en EE.UU. de Donald Trump, puso más en el tapete a dicho término. En ambas situaciones se mentía desde el poder, había indiferencia hacia la verdad. Se convence a los votantes a partir de sus pasiones y creencias individuales.[42]  Desde la manipulación de afectos y creencias se instituyen significados que tocan más las emociones que a la inteligencia humana. Todo ello de modo muy distinto a las argumentaciones de los sofistas que en la antigua Grecia trataban de “vender gato por libre” con razonamientos en apariencia verdaderos pero que, en realidad, eran falsos.[43] O sea, la imposición de ideas se sustentaba en la razón misma, mientras que en el mundo de la pos verdad, la imposición de ideas no se sustenta en la razón, sino que en las emociones.

 

Valga dicha consideración al momento de referirnos a los “nuevos sujetos de la educación”.

 

En múltiples oportunidades, cuando se habla de “nuevos sujetos”, se los considera desde las “plataformas virtuales”, que serían la condición de posibilidad de los mismos. Aquí ya nos planteamos un sujeto no-concreto, de carne y hueso, que sufre y ama, que padece y goza, que se relaciona con otros cara-a-cara, cuya sensibilidad brote por doquier, sensibilidad piel al piel.[44]

 

Es un sujeto a quien no le interesa la verdad (independientemente de las consideraciones acerca de qué significa la verdad). Le interesa “coincidir consigo mismo”, pensando lo que le gusta, deseando lo que le gusta, consumiendo lo que le gusta, aceptando que ese gusto responda a determinados algoritmos formulados desde centros de poder que lo digitan. Le agrada ser así, sostiene que ésa es su verdad, aunque la verdad sostenida no sea más que consecuencia de una especie “gran hermano” que piensa por él, desea por él, quiere por él. Veamos, al respecto, el caso del diario Folha de São Paulo y sus críticas a las noticias falsas, al sexismo, a la discriminación, a mensajes de odio, etc. que son asumidos acríticamente por el usuario, en el caso de la red Facebook, básicamente con un “me gusta” o “no me gusta”, más otras breves opciones (me encanta, me divierte, me asombra, me entristece, me enfada), todas ellas que tienen que ver con la “afección”, con la cualidad de la “reacción” o “pasividad” o “mera receptividad”, y no con la crítica, con la creación, con una acción comunitaria.

 

El nuevo sujeto de la educación (aunque no únicamente él) también es un sujeto ficcional, que hace de las noticias falsas su verdad. Conste que en tanto cada uno tenga “su” verdad, no hay verdad plausible, pues resulta imposible el diálogo, y el diálogo parte de acuerdos consensuados. Ése es el nuevo sujeto/alumno.

 

Transcribimos una noticia del periódico Perfil del 8 de febrero de 2018:

 

El diario Folha de São Paulo ya no publicará sus noticias en Facebook. Dada la decisión de la red social de quitarle visibilidad a las páginas periodísticas, el medio brasilero dejará de publicar su contenido. El cambio en el algoritmo de la red social de Mark Zuckerberg, según el diario brasilero, ‘refuerza la tendencia del usuario a consumir cada vez más contenido con el que tiene afinidad, favoreciendo la creación de burbujas de opiniones y convicciones, y la propagación de las fake news[45]. Según la postura del medio, este cambio ya no garantiza que el lector reciba posiciones contrapuestas sobre un mismo tema. [46]

 

Y si ése es el nuevo sujeto/alumno, ¿no quiere decir, acaso, centrar la educación en la tecnología, más precisamente en las nuevas tecnologías de la información y la comunicación? No es cuestión de negar dichas herramienta, sería pernicioso, pero tampoco centrar al ser humano en la misma, obviando que la herramienta es un medio, que ese medio es construido desde el ámbito del poder, del capitalismo, de la guerra[47] . Consideremos que y el “medio es el mensaje”, en la expresión de Marshall MacLuhan[48], es decir, el medio también es “contenido” de alguna manera, aunque en el curricular no se lo especifique como tal. Valga al respecto, además, la excelente crítica realizada por investigadores profesionales de la educación que cuestionan el actual proyecto a nivel nacional “escuelas del futuro”[49].

 

Los “nuevos sujetos” son vividos por las “fake news” o “noticias falsas”. La pregunta que nos toca formular es la siguiente: ¿no será que subsumir a dichos sujetos en las señaladas tecnologías tiene como finalidad subsumirlos en las noticias falsas, sin crítica y creatividad alguna, a efectos de ser variables de cálculo del mercado globalizado y especulativo? La multinacional Unilever lo reconoce, y amenaza con retirar sus anuncios de las plataformas digitales como Facebook y Google si aquellas no se comprometen a combatir las noticias falsas, específicamente por el contenido “tóxico”[50] dirigido a niños., o sea, que envenena a niños.  Empero, sería ingenuo que una importante multinacional, que conoce del capital ficticio porque le rinde ganancias, “crea” que dichas tecnológicas realmente las combatan en tanto no afecten a sus intereses. El periódico Cronista Comercial del 12 de febrero de 2018 publica lo siguiente:

 

La multinacional anglo-holandesa Unilever amenazó hoy con retirar sus anuncios de plataformas digitales como Facebook y Google si estas tecnológicas no se comprometen a combatir las noticias falsas, así como a luchar contra los contenidos nocivos y los que crean división. ‘No podemos tener un entorno en el que nuestros consumidores no confían en lo que ven online’, aseveró Keith Weed, jefe de publicidad de la empresa, considerada una de las mayores anunciantes del mundo. Weed se refirió concretamente a ‘las noticias falsas, el racismo, el sexismo, los terroristas que difunden sus mensajes de odio y el contenido tóxico dirigido a niños’, que aparecen en Internet y que se han convertido en un problema para Facebook y Google, los dos gigantes de la publicidad en la red. ‘No podemos continuar apuntalando una cadena de suministro digital -que entrega más de una cuarta parte de nuestra publicidad a nuestros consumidores- que a veces es poco mejor que un pantano en términos de transparencia’, añadió el vocero empresarial.[51]

 

Ahora bien, en honor a la verdad (¿verdad?) habría que precisar que la mayor parte de la humanidad carece de internet, por lo que ese supuesto alumno universal no sería tan universal. El Banco Mundial sostiene que el 60% de la población mundial carece de acceso a la internet[52], consecuencia de la exclusión social. Pero valga considerar que hay quienes se encuentran dentro del 40% restante y que también son excluidos. A grosso modo, digamos, solamente la tercera parte de la humanidad se encontraría dentro del rango de lo que se denomina “incluida”, aunque importa señalar que la inclusión puede ser parcial (así., hay quienes poseen celulares con acceso a internet y son estructuralmente pobres). Desde aquí, los llamados “nuevos sujetos sociales” son muy acotados dentro de la población mundial, mientras que muchos de ellos viven en zonas de nuevas esclavitudes sociales en razón de la pobreza a la que son sometidos.

 

Por otro lado, es factible hallar usuarios de las redes que, como sujetos (y en tanto alumnos a la vez), sin pretenderlo son bobos[53], pues se intenta así constituirlos, aún bajo la apariencia de incansables y entrenados navegadores de la web cuyas creencias son la de ser “alguien pensante”, sin darse cuenta que “son pensados”. Valga constar la valía de la persona humana y social, a la vez, que es maltratada así en la praxis económico política con una ausencia flagrante de ética.

 

Y la cosa se hace más dramática aún. El común de los usuarios de las redes, en especial del Facebook, en mayor o en menor medida publicitan la propia intimidad. Ya no habría una diferencia tajante entre lo público y la intimidad con los riesgos de la exposición pública que esto implica y la manipulación de la propia imagen (manipulación grave desde el punto de vista de los servicios de información estatales como desde los negocios). Entretanto, se tienen amigos elegidos para una situación virtual, con lo que la relación cara-a-cara se debilita, se consiguen afectos y amigos donde el contacto piel a piel desaparece. Además, desde el Facebook, desde las redes sociales, se obtendría información, que se considera fidedigna.

 

Mediante las redes, no solo se difunden noticias falsas, también se vende información a sectores políticos para que sus trolls[54]puedan entrar en funcionamiento adiestrando la inteligencia para determinadas opciones, y se vende información a empresas privadas a fin de que hagan de las redes, gratuitas para el consumidor de las mismas, un medio de propaganda en base a los “gustos” del usuario. Obviamente que los Servicios de Inteligencia Estatales (y no son los mismos que antes), aprovechas para sus finalidades de control y/o represión la información que las redes les venden acerca de posicionamientos políticos, ideología, valoraciones, etc., mientras que la información ofrecida a empresas provee a Facebook y Google, en particular, enormes ganancias.

 

Desde el punto de vista político, las “fake news” brindan la posibilidad hasta de incidir en elecciones “llamadas” democráticas. Valga el ejemplo que más abajo se cita, con su papel en las últimas elecciones en los EE.UU. donde triunfó Donald Trump, pero que no se acota a la vida política del Norte, puede suceder en cualquier lugar del mundo. Así, el periódico Perfil publica lo siguiente en su edición del 15 de febrero de 2018:

 

La revista estadounidense Wired llevó adelante una investigación de cinco meses en la que dos de sus editores mantuvieron entrevistas con 51 ex y actuales empleados de la red social. Muchos de ellos pidieron reservar sus identidades e incluso pidieron reunirse bajo estrictas normas de confidencialidad. El artículo pone de manifiesto los antecedentes y conflictos en los que se vio envuelto tanto su creador como la red social en sí, puntualmente durante los últimos dos años, señalando como factor fundamental las noticias falsas y el uso por parte de la política para llegar a los usuarios. Para el fin de la campaña presidencial /Donald Trump/, se supo que las noticias falsas que circulaban en la plataforma se difundieron mucho más que las historias reales.’ Aferrado a la idea de ‘neutralidad en red’ Facebook evadió los debates y para su interior afirmaba que ‘tenía inmunidad para hacerlo, porque era simplemente una compañía de tecnología y una plataforma para todas las ideas por igual’ expresa el artículo… ‘la desinformación se había vuelto una enfermedad, que estaba imponiéndose en toda la plataforma’.[55]

 

Conste, en el decir de Brandon Smith…

 

Trolls en Internet, conocidos también como “afiches pagados” o “blogueros pagados” son creciente y abiertamente utilizados tanto por corporaciones privadas como por gobiernos, a menudo con propósitos de mercadeo o de “relaciones públicas”.  En tal sentido, se considera un trabajo, por lo que es remunerado. La desinformación no solo amenaza nuestra visión del funcionamiento de nuestro mundo, nos hace vulnerables al miedo, al malentendido y la duda, cosas todas ellas que llevan a su destrucción. [56]

 

Pero, ¿solamente los “trolls” distorsionan lo que en otra época se denominaba “realidad”, más allá de lo que quisiera interpretarse como tal? Por supuesto que no. Los utilizamos como signo de una época. También los grandes medios de información o comunicación trabajan muy fuertemente al respecto de la pos verdad y la constitución del sujeto pertinente a la misma, con toda las nuevas tecnologías a su servicio.

 

Veamos, en tal sentido, algunas afirmaciones de Ogle, David y Durán Barba[57], Jaime (2002):

 

…las malas noticias se venden mucho mejor que las buenas noticias. La gran mayoría del público siente más atracción por una crónica policial sangrienta que por una buena noticia.[58]

 

De J. Durán Barba y Nieto Santiago (2017):

 

Las demandas de los nuevos electores se confunden con viejas consignas de revoluciones fracasadas bajo el mismo sonido que no significa nada: ‘queremos el cambio’. [59]

 

Y de los mismos autores:

 

No hay que olvidar que en muchas ocasiones el ataque desmesurado, el insulto, la calumnia, son parte de un espectáculo del que disfrutan los electores, crean o no en sus contenidos. Seguimos siendo primates a los que nos gusta el espectáculo del enfrentamiento. Miramos las disputas entre los líderes con la misma atención que nuestros antepasados de las cavernas, que se rompían la cabeza a mazazos por el liderazgo de la horda, aunque las armas y los medios de los actuales líderes hacen que sus peleas sean peligrosas para todos y nos lleven a una tragedia más que a una comedia. (Durán Barba y Nieto, 2011: 223)[60]

 

No por nada, pareciera que las imágenes que nos muestra la televisión en sus noticieros, como lo expresa una leyenda en la pantalla de los mismos, “no son aptas para niños y adolescentes”.  Es que en una época en la que cada uno se encuentra abandonado a su suerte en el mercado, nos invade un individualismo feroz, donde cada uno tendría que cuidarse a sí mismo (como reza el saludo propio de nuestro presente: “cuidate”, be careful), o bien bajo el lema ferozmente meritocrático del “hacelo” (just do it).  Será al decir de la banda de música Divididos, en su tema “La era de la boludez”:

 

¿Qué ves? ¿Qué ves cuando me ves?

 

Cuando la mentira es la verdad

 

“¿Cómo te enteraste?

Lo leí en el face”

 

 

Todo ello tiene que ver con el pos maestro, ya no interesa la verdad, y no es solamente que no interese, hay una voluntad mercantilista para falsearla.

 

Veamos.

 

 

EL POS MAESTRO

 

Actualmente aparece una especie de latiguillo en los discursos del neoliberalismo educativo: la escuela es del siglo XIX, los maestros son del siglo XX, mientras que los alumnos pertenecen al siglo XXI. Se patentiza que hay un desfasaje tecnológico entre la escuela en sus inicios, los docentes con los tradicionales medios de transmisión y los alumnos en calidad de usuarios de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TICs). Lo que entra en juego es un modelo tecnológico con sus variantes en función de interpretar críticamente el rol de la escuela, habría un problema de desfasaje tecnológico (predomina una perspectiva tecnocrática) y no un problema político. Desde esa perspectiva no se percibe a la escuela como respondiendo a proyectos políticos epocales, tiempos diferentes en los que, por cierto, los medios técnicos son diferentes. Las TICs serían, por ende, la panacea para la ineficiencia e ineficacia de la labor educativa. Y, si es así, el maestro debiera traspasarse, aparece el pos maestro. Si el sujeto neoliberal es un sujeto ficticio a quien no le importa la verdad[61], la figura del maestro carece de sentido.

 

Desde aquí, para seguir con nuestra argumentación, hagamos un contrapunto entre Bentham y Han.

 

Nos dice Jeremy Bentham (1979: 34):

 

Si se hallara un medio de hacerse dueño de todo lo que puede suceder a un cierto número de hombres, de disponer todo lo que les rodea, de modo que hiciese en ellos la impresión que se quiere producir, de asegurarse de sus acciones, de sus conexiones, y de todas las circunstancias de su vida, de manera que nada pudiera ignorarse, ni contrariar el efecto deseado, no se puede dudar que un instrumento de esta especie, sería un instrumento muy enérgico y muy sutil que los gobiernos podrían aplicar a diferentes objetos de la mayor importancia.[62]

 

Podemos afirmar la importancia de controlar a los sujetos, sea en lo que piensan, en lo que desean, en lo que les interesa, en lo que hacen, en sus emociones, en general, en sus acciones, sin que tengan conciencia de la vigilancia. Es lo que nos explica Jeremy Bentham, filósofo utilitarista inglés (+ 1832), cuyo concepto de “panóptico”[63] es retomado por Michel Foucault en su obra “Vigilar y castigar”.

 

Byung Chul Han construyó el significado panóptico digital, ampliando así el término panóptico de Bentham. Ya no existe un ojo vigilante con la capacidad de mirar sin ser visto. Sostiene Han, Byung Chul (2013: 42) Mientras que los moradores del panóptico de Bentham son conscientes de la presencia constante del vigilante, los que habitan en el panóptico digital se creen que están en libertad. [64] La paradoja es que este tipo de coacción, va acompañada de un sentimiento de libertad y de elección voluntaria.

 

Lo que señalan Han, a partir de las consideraciones de Bentham, puede comprenderse en el contexto de la denominada pos verdad, trabajada en el parágrafo anterior. Y desde ahí apuntaremos al pos maestro.

 

¿Por qué pos maestro?

 

De manera brevísima, valga la siguiente confrontación: educación tradicional vs. educación nueva. La educación tradicional refería al maestro como centro del proceso educativo, el maestro como modelo, en tanto la educación nueva (ya no tan nueva) ubicaba desde su origen, con Juan Jacobo Rousseau, al alumno como centro del proceso educativo. En cuanto a esta última posición, el rechazo al maestro como modelo obvia, no considera, que constantemente existen modelos en función de su internalización por parte de las nuevas generaciones, sean sociales, culturales, políticos o económicos, con mayor o menor fuerza, con mayor o menor consenso. El mismo Rousseau no percibe que el modelo que el niño internaliza y le transmite, por ende, información interpretada desde determinada perspectiva, le enseña que solamente la nobleza vale política, económica y culturalmente, con una negación rotunda de los niños pobres.

 

Veamos lo que dice Rousseau en “El Emilio”:

 

El pobre no tiene necesidad de educación; la de su estado es forzada y él no sabría alcanzar otra…  Escojamos, pues, a un rico; estaremos seguros al menos de haber hecho un hombre más, en lugar de que un pobre pueda llegar a ser hombre. …no me pesa que Emilio tenga linaje.[65]

 

El modelo educativo, en todo sentido, es el de la nobleza para “definir” qué significa ser humano (hombre). En la actualidad el modelo puede tener que ver con alguna figura deportiva, con el meritocrático emprendedor, con alguna banda de música, con una tribu urbana, con un modelo mediático, aún religioso o político, aún con algún modo de vida económica que se asume no críticamente, etc. Siempre existen modelos sociales. Por ende, cuando se afirma que hay que tener en cuenta los intereses de los alumnos, no se considera que los mismos son atravesados fuertemente por las redes de poder desde las que aquellos se imponen, o bien por estilos económicos de vida cotidiana cuyo “sentido común” aún no ha sido criticado.

 

Un modelo que pesa en nuestro presente es el tecnológico, el de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Y, como dijimos más arriba, en la aseveración de Mac Luhan, el medio es contenido. Entonces, cuando se sostiene que las competencias educativas implican un saber integrado (saber hacer, saber conocer, saber funcionar, etc.) no se considera que la tecnología es ante todo contenido, ciertamente, de modo diferente a lo que usualmente se llama como tal en un diseño curricular.

 

Recordemos el caso de ARPANET y el origen de la internet, que surge en Norteamérica desde intereses bélicos, en el contexto de la confrontación de los bloques hegemónicos en la década del 60, el de los EE.UU. y el de la URSS. A posteriori se traslada su funcionalidad a las necesidades de la economía capitalista. Por ende, la tecnología no es algo “aséptico” en su constitución, no es libre de valores ni libre de intereses. De alguna manera aparenta independizarse de su origen. Aparenta por cuanto se desarrolla según los intereses del bloque hegemónico vigente, del capitalismo neoliberal.

 

¿Quiere decir ello la necesidad de su rechazo? Categóricamente, no. La cuestión, entonces, es utilizar dicho “insumo” a modo del jiu jitsu (judo), o sea, utilizar la fuerza del oponente para intereses liberadores. Es que la tecnología educativa se construye en el marco de las empresas capitalistas, transmitiendo sus valoraciones e intereses. Importa, pues, que desde los educadores los alumnos puedan trascender lo que creen (según el panóptico vigente) que son sus intereses personales hacia intereses liberadores: he aquí un rol diferente y dignamente humano del maestro.

 

El signado “mundo empresario”, al que le corresponde el “mundo del trabajo”,  afirma lo siguiente:

 

A partir de una tecnología que se constituye la fuente principal del aprendizaje y, por ende, de la enseñanza. Las instituciones educativas deberán enseñar cómo aprender en lugar de impartir conocimientos, a fin de preparar a los estudiantes para los puestos de trabajo que aún no existen.[66]

 

Lo que se oculta es que la “fuente principal del aprendizaje”, la tecnología, ante todo es contenido que se debe conocer como no respondiendo a las necesidades de la reproducción y producción material de la vida en comunidad y, en tanto ello, sí debe conocerse en su potencial liberador, crítico y creativo.

 

Reiteremos, a través de la tecnología se lograrían las competencias requeridas por las empresas, por ejemplo: orientación al cliente, escucha efectiva, capacidad de relación, anticipación, toma de decisiones, orientación al logro, empatía, resolución de problemas, flexibilidad, proactividad, compromiso, autocontrol. [67] Obviamente, se hace referencia a las competencias laborales. La competencia laboral es la capacidad para responder exitosamente una demanda compleja o llevar a cabo una actividad o tarea, según criterios de desempeño definidos por la empresa o sector productivo.[68] Esos criterios no son definidos en función de la satisfacción de las necesidades reales que hacen a la dignidad de las comunidades, sino en función del constante incremento de tasas de ganancias. Apreciamos, entonces, como es el empresario quien define el perfil de sus empleados con la finalidad del mero lucro. Y, en tal sentido, también pretende definir el perfil del egresado de la escuela pública.

 

Así, teniendo en cuenta las TICs, éstas se constituyen en una especie de panóptico digital afín a los intereses de la presente burguesía en pro del único motivo que la moviliza, sus ganancias. Recordemos, al respecto, al viejo Adam Smith (siglo XVIII):

 

…como cualquier individuo pone todo su empeño en emplear su capital en sostener la industria doméstica, y dirigida a la consecución del producto que rinde más valor, resulta que cada uno de ellos colabora de una manera necesaria en la obtención del ingreso anual máximo para la sociedad. Ninguno se propone, por lo general, promover el interés público, ni sabe hasta qué punto lo promueve…sólo piensa en su ganancia propia.[69]

 

Continuando con la disputa entre el iniciador del modelo de la educación nueva en contra de la educación tradicional, es a partir de Paulo Freire que puede situarse una educación liberadora en la relación educador-educando, desde la que mediando un mundo en común, surja el diálogo educativo que se materialice en una praxis transformadora de las relaciones de opresión. Considerando tal criterio, no es el centro del proceso educativo ni el maestro ni el alumno, mas bien, la relación educativa. Es la relación educativa la que hay que considerar a fin del aprendizaje de los alumnos, donde todos enseñan a todos, donde todos aprenden de todos. Y las políticas educativas, por lo tanto, deben establecer las condiciones a fin de que la relación educativa pueda darse en todo su potencial crítico y creativo. Si las políticas educativas maltratan al docente, si los medios de comunicación los desconsideran, si las condiciones laborales materiales y pedagógicas son denigrantes, difícilmente pueda educarse en serio, independientemente de las tantas buenas voluntades personales de docentes y pequeñas comunidades. Entre tanto, solamente un sector poblacional sería capaz de adecuarse al mundo laboral que “exigen” los empresarios del poder establecido.

 

Ahora bien. Un aspecto central que el enfoque tecnocrático olvida es el de la alfabetización,  que se inicia en el primer nivel del sistema educativo, y no en el nivel secundario[70]. Si la base no es firme, todo lo demás carece de sostén. Pérsico y Contín (2004) [71] explican varios modos de entender alfabetización en la actualidad. Tomamos uno solo de los señalados, reconociendo que es incompleto. Al definir alfabetización, las autoras citan a Wells G. (1987)[72], quien señala cuatro niveles:

 

  1. Primer nivel ejecutivo: la actividad de leer como una transcripción de lo escrito al código fonológico.

 

  1. Segundo nivel funcional: ser capaz de enfrentarse a usos distintos del lenguaje escrito como consecuencia de los diferentes contextos sociales.

 

  1. Tercer nivel instrumental: el lenguaje escrito como transmisor de conocimientos.

 

  1. Cuarto nivel epistémico: supone los anteriores, pero los trasciende, porque implica una forma de pensar según normas establecidas por la comunidad de científicos en cada área del saber.

 

  1. Podemos agregar, más allá de Wells, un quinto nivel, el hermenéutico: la actividad crítico-interpretativa de los lenguajes crípticos que no aparecen en una primer lectura, tanto en textos orales como escritos o bien en las imágenes mediáticas.

 

Tengamos en cuenta que los maestros, en general, nunca fueron alfabetizados en su formación para la lectura y producción de textos e imágenes según el quinto nivel explicitado. Pero, se los pretende desde los modelos tecnocrático neoliberales como meros facilitadores y/o tutores en el manejo de las TICs. Conste, además, que se requiere de una formación docente que tome en serio la crítica a la pos verdad, la crítica a las fake news, la crítica a las redes sociales donde los trolls dominan con la difusión de noticias falsas, discriminación racial, de género, social, etc., sin olvidarnos, además, de la formación en la significancia crítica de los “maestros de la sospecha”.

 

Si los alumnos, según la pedagogía neoliberal presentada, debieran en clase buscar información mediante las TICs, debilitando o silenciando la transmisión del docente, ello quiere decir que no se consideraron los siguientes interrogantes: ¿saben los alumnos leer y escribir?, ¿pueden comprender un texto comparándolo con otros de diferentes criterios?, ¿aprendieron los procesos de análisis y síntesis de un texto?, ¿pueden diferenciar en la práctica entre resumen y síntesis?, ¿pueden recrear el texto de otra manera?, ¿saben los alumnos leer imágenes mediáticas, posicionándose crítica y creativamente frente a las mismas?, ¿aprendieron a argumentar confrontando posiciones, sea de modo escrito o de modo oral?, ¿saben hacer a partir de una primera lectura de un texto una segunda, tratando de descifrar contenidos, valoraciones, intereses que no aparecen a primera vista?, ¿pueden hablar y escribir para diferentes públicos según diferentes contextos e intereses? Y no entendamos lo recién explicado como reafirmando un rol docente que centra la enseñanza en la mera transmisión, pues dijimos antes que el centro del proceso educativo es la relación educativa, específicamente en el significado mencionado más arriba, y en ese marco dicha transmisión es válida en cuanto promueve un diálogo crítico y creativo. La escuela pública debe asumir las TICs, pero según otra manera. Y si tenemos en cuenta a la Argentina, la cosa se hace complicada, al respecto, por cuanto las escuelas públicas, como tendencia, carecen de acceso a la internet porque el Estado no invierte a tal efecto. Sería como si los médicos conocieran de cirugía, pero los centros de salud carecieran de quirófanos.

 

Por ende, en la escuela básica lo que importa más que nada es una alfabetización propia del siglo XXI, desde la que y en la que, sí, caben las TICs., donde se consideren, ante todo, las necesidades que hacen a la justicia de nuestras comunidades y pueblos.

 

Además, pareciera que quienes proponen “eliminar” la transmisión no conocieran la escuela pública en su praxis cotidiana, en su praxis concreta. Así, y si nos situamos en la escuela primaria, dicha transmisión no es en la actualidad lo más frecuente, ya que la tendencia es reunir a los alumnos en equipos para que lean en clase textos de manuales escolares (o similares) a fin de que respondan a determinadas consignas que, en última instancia, se reducen a un “copiar y pegar”, lo que constituye un serio problema para un aprendizaje real.

 

Gabriel Sánchez Zinny, quien fuera hasta 2017 el Director Ejecutivo del Instituto Nacional de Educación Técnica de Argentina, mientras actualmente ocupa el cargo de Ministro de Educación de la Provincia de Buenos Aires[73] (Argentina), sostiene lo siguiente:

 

La información está ahora al alcance de la mano de cualquier estudiante. Basta que tenga un smartphone y tiene acceso a toda la información de la red. Esta educación basada en la transmisión de conocimientos por parte del profesor, con un alumno un poco más pasivo, es lo que estamos poniendo en discusión para ver cómo se debe cambiar esa metodología. Ahora, el alumno se convierte más en un protagonista y el profesor cambia de ser un transmisor de información a un gestor de aprendizaje.[74]

 

Y en tal contexto, se propone un aprendizaje autónomo y colaborativo, así los alumnos “no se aburran en clase”[75].

 

El modelo pedagógico/didáctico propuesto para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, referente para todo el país, se resume en lo que, en tal sentido, señala un Power Point[76] de la Secretaría de Educación, que a continuación transcribimos[77]:

 

  • Guías de aprendizaje interactivas con grados de profundización diferentes y cada alumno avanza en función de su Plan personal de trabajo, guiados por un docente facilitador.
  • Gamificación: Videojuegos educativos, donde la superación de cada nivel del juego implica la progresión en la adquisición de los contenidos.
  • Proyectos donde los contenidos de las áreas de conocimiento son descubiertos, profundizados e integrados a través de su realización con etapas medibles y evaluables y definición de metas mínimas a alcanzar. Los alumnos son los responsables de planificar y estructurar el trabajo y elaborar el producto para resolver la cuestión planeada que responde a temas ligados a la realidad.

No vamos a realizar un análisis crítico pormenorizado. Valga este modelo donde se materializa lo que criticamos en el presente trabajo. Sin embargo, mencionaremos algunas cuestiones:

 

  • Guías de aprendizaje interactivas donde cada alumno avanza en función de su plan personal de trabajo, guiados por un docente facilitador. El trabajo del alumno es meramente individual, integrando el aula y la web. En vez de recibir información mediante la transmisión de un docente, debe buscarla, analizarla y criticarla constructivamente. Resulta problemática la propuesta sin un proceso de alfabetización, previo y concomitantemente, como el que explicitamos recientemente. El plan de trabajo sería, en primer lugar, personal en la escuela secundaria, como si los alumnos hubieran aprendido en la escuela primaria a realizar trabajos de tal índole.

 

  • Gamificación para que el alumno no sufra de “aburrimiento”.  La gamificacion  (término que proviene del inglés game, juego) es la aplicación del diseño de videojuegos en contextos no lúdicos, dentro de entornos digitales, para el logro de determinados resultados. En tanto se logren hay premios, por ejemplo, con puntos a favor. Dichos videojuegos establecen sus normas, contenidos y valoraciones, actúan al modo del panóptico digital, aprendiendo mientras uno se divierte, o bien en el ámbito empresario trabajando mientras uno se divierte, lo que redunda en la anulación del pensamiento crítico acerca de las condiciones laborales. Desaparecería la retórica de la repetición y del aburrimiento dentro de una modalidad competitiva, donde hay algunos que llegan antes que otros, donde unos triunfan porque otros pierden. Conste, como señalamos, que la diversión inhibe el pensamiento crítico. Hay múltiples páginas web que explican el término gamificación (también se dice ludificación), mencionamos alguna a modo de información[78]. En tal significación, el esfuerzo tiende a ser denigrado o debilitado, simplemente, hay que divertirse.

 

  • La cualidad del aprendizaje sería autónomo y colaborativo.

 

  • Autónomo. En cuanto al aprendizaje de los alumnos, existe un principio que dice “de la heteronomía a la autonomía”;  en los lineamientos establecidos no se prevé cómo se da dicho pasaje, que debiera ser de modo paulatino y constante ya en el inicio de la escuela básica. Colaborativo: siempre intermediando las TICs y, en cuanto dicha modalidad se hace prioritaria, debilitando la relación cara-a-cara dentro de un complejo plexo donde caben la transmisión y el diálogo. El trabajo autónomo supone la búsqueda de información en las TICs., lo que reemplazaría a la transmisión. El tiempo en el hogar es crucial (aunque no el único) donde hay niños y adolescentes que, problemáticamente, carecen materialmente de la tecnología adecuada, donde en múltiples oportunidades las “crisis” económicas “pegan” fuerte” sobre la familia y tienden a debilitar la identidad familiar como ambiente necesario a fin de los aprendizajes. El problema que tampoco se menciona es el de los alumnos, particularmente de los sectores populares, que no se “sienten” estimulados por el medio ambiente social-económico-político en pro de los esfuerzos solicitados. O sea, pareciera que la propuesta pedagógico neoliberal se institucionalizara en una “campana de cristal”, no contaminada, impoluta, neutra, aséptica.

 

  • Colaborativo. Teóricamente, es trabajo de todos con todos, alumnos con alumnos, alumnos con docentes, docentes con docentes, lo que requeriría de una modificación radical de la estructura del sistema educativo. Se hacen necesarias, pues, habilidades de comprensión y expresión escrita en nuevos entornos comunicativos, cuando económica, cultural y políticamente el individualismo hedonista y consumista, meritocrático e hipercompetitivo, es lo que se promueve desde las necesidades del mercado, subyaciendo la negación del compromiso ético-político-social hacia la “buena vida”. Además, un trabajo colaborativo[79], auténtico, no es la práctica habitual en la vida cotidiana de los docentes en la escuela, por lo que habría que modificar (o revolucionar) una praxis que es funcional a un régimen colonizador, local y global. No podemos rechazar, sin más, el trabajo colectivo. Sí, es muy problemático aquella “campana de cristal” en la que se lo contextualiza.

 

  • Los proyectos apuntan a resolver problemas ligados al “mundo del trabajo”, cuyo perfil es de alta competencia en un mundo laboral precarizado, marcado por la exclusión social. Es fundamentalmente el pensamiento operativo el que entra en juego. La realidad, según el marco teórico del presente texto, se encuentra pergeñada por los intereses del mercado mediando las TICs. En oportunidades se alude a John Dewey  (+ 1952) como el creador del trabajo por proyectos. Lo que se oculta es el fin de la educación para este pensador, que es la formación para la participación ciudadana en la vida democrática, o sea, los intereses no son los del mercado, por lo que hay una impostura respecto a la interpretación de Dewey. ¿Nuevamente la pos verdad, ahora a nivel académico?[80]  Conste que esa pos verdad se muestra, también, en académicos con posicionamientos neoliberales respecto la teoría de Paulo Freire.[81]

 

  • Y, no es una cuestión menor, como se requieren especialistas en nuevas tecnologías, que excede a la formación real de los docentes, existirán paquetes tecnológico educativos comprados por el Estado a empresas privadas para la escuela pública. Miles de millones de divisas dedican los Estados en el mundo al efecto de la educación: para cooptar las mismas, aquí aparece el “apetito” del mercado, con sus intereses y valoraciones.

 

 

A MODO DE CONCLUSIÓN

 

Sencillo, breve y conciso: a partir de aquí, ¿qué hacer? He aquí la pregunta.

 

Marzo de 2018

 

Miguel Andrés Brenner

Facultad de Filosofía y Letras, UBA

Argentina

 


[1] No negamos la explotación entendida como plusvalía (el excedente originado en la fuerza de trabajo y apropiado por el burgués), solamente especificamos la base de la explotación capitalista en el presente histórico.

 

[2] En el mercado financiero significa “principal” o “preferencial”, en oposición a subprime, de “alto riesgo” o “basura”.

[3] Expresión que aparece frecuentemente en los discursos pedagógicos.

[4] Cuando decimos “político” nos referimos a las relaciones de poder. Cuando decimos “económico-político” no hacemos referencia a las decisiones gubernamentales en materia de política económica, sino a las condiciones materiales de reproducción y producción de la vida en comunidad.

[5] No significa ello que no exista el capitalismo industrial y la explotación de la clase obrera, entre otros, mas bien, es subsumida en un contexto diferente.

[6] Gaveta, Carlos (2009). El ‘big bang’ de la crisis. Publicación Le Monde Diplomatique. Buenos Aires. Año X. nº 117.

[7] López, Génova (2016) http://www.elsalmoncontracorriente.es/?La-economia-especulativa-supera-en  (consulta: 22/02/2018)

[8] Giribets Martínez, Miguel (2009: 62). Algunas consideraciones sobre la crisis del capitalismo actual. http://www.eumed.net/libros-gratis/2009c/599/Economia%20especulativa.htm (consulta: 22/02/2018)

[11] Marx, C. El Capital. Tomo III, sección V. Capítulo XXV. http://www.archivochile.com/Marxismo/Marx%20y%20Engels/kmarx0012.pdf  (consulta: 22-02-2018)

[12] Espejo, 1220-50 (spi/lu. h. 950). Del lat. speculum íd. (deriv. del lat. arcaico specere ‘mirar’); espéculo, cultismo, 1899. DERIV. Espejismo, 1884. Espeillelo, 1495. Corominas,Joan. Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana.

[13] Marx, C. Ib.

[14] Wittgenstein, Ludwig (1998). “Investigaciones Filosóficas.”  México, UNAM y Barcelona, Editorial Grijalbo.

 

[41] Existen diferencias sutiles entre “sociedad del conocimiento” y “sociedad de la información”, las que aquí no detallamos.

[42] Carpintero, Enrique (2017. El concepto de pos verdad: una nueva mentira. Buenos Aires. Revista Topía. Agosto, 2017. https://www.topia.com.ar/articulos/concepto-posverdad-una-nueva-mentira (consulta: 18-02-2018)

[43] Los sofistas eran maestros de aquellos ciudadanos que querían imponer sus ideas en la plaza pública, aún induciendo al adversario en el error. Nos ubicamos en la Atenas del siglo V antes de Cristo.

[44] Aclaramos que cuando nos referimos a la internet, al rol de los trolls, etc., lo hacemos como uno de los fenómenos claves, aunque no son los únicos en la configuración de la denominada pos verdad.

[45] Fake news: noticias falsas.

Algoritmo: conjunto ordenado y finito de operaciones que permite hallar la solución de un problema. http://dle.rae.es/srv/search?m=30&w=algoritmo  (consulta: 16/02/2018)

[47] El origen de Internet se remonta a 1969, cuando la Agencia de Proyectos para la Investigación Avanzada de Estados Unidos, ARPA, conectó cuatro sistemas distantes en una red que se denominó ARPANET, cuya misión era mantener las comunicaciones en caso de guerra. Esta agencia, dependiente del Departamento de Defensa, nació en 1958 con el objetivo de desarrollar proyectos de tecnología militar en plena Guerra Fría. EE.UU. quería contrarrestar los avances de la antigua URSS. Con ARPANET llegaba una revolución en el campo de las comunicaciones porque era una red que permitía la entrada y salida de conexiones sin que el sistema se viera afectado, y que cualquier usuario pudiera comunicarse con otro desde cualquier parte de la red. http://www.rtve.es/noticias/20090517/internet-nacio-proyecto-militar-estados-unidos-guerra-fria/276608.shtml (consulta: 16-02-2018)

[48]  Marshall McLuhan publica en el año 1967 “El medio es el masaje. Un inventario de efectos.”  El término “masaje” se lo comprende como “mensaje”. Resulta interesante desde el punto de vista educativo, puesto que ya no hay diferencias entre contenidos y medios, obviamente, los llamados contenidos implican un tipo de mensaje, los llamados medios implican otro tipo de mensaje, pero ambos, mensajes al fin.  https://retoricaprofesional.files.wordpress.com/2013/03/mcluhan-marshall-el-medio-es-el-mensaje.pdf (consulta: 10/08/2008)

[50] Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española: Del lat. toxĭcum ‘veneno’, y este del gr. τοξικόν toxikón ‘veneno para emponzoñar las flechas’, ‘veneno’, der. de τόξον tóxon ‘arco’. Que contiene veneno o produce envenenamiento. http://dle.rae.es/srv/search?m=30&w=t%C3%B3xico (consulta: 17-02-2018)

[53] El escritor y filósofo italiano Umberto Eco tuvo duras palabras hacia las redes sociales asegurando que ha causado “la invasión de los necios”. “Le dan la palabra a una legión de idiotas, es la invasión de los necios». «Las redes sociales les dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Ellos eran silenciados rápidamente y ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio Nobel.” Asimismo, Eco, reconocido semiólogo, criticó la televisión señalando que ha promovido al “tonto del pueblo” y la internet lo ha colocado “al nivel de portador de la verdad”. «La televisión ha promovido al tonto del pueblo, con respecto al cual el espectador se siente superior. El drama de Internet es que ha promovido al tonto del pueblo al nivel de portador de la verdad«. https://diariocorreo.pe/miscelanea/umberto-eco-internet-promueve-al-tonto-del-pueblo-a-nivel-de-portador-de-la-verdad-595184/  (consulta: 19-02-2018)

[54] Los trolls en las plataformas web suelen publicar comentarios maliciosos o irrelevantes al propósito del contenido de otros usuarios, siendo el objetivo del troll sabotear, generar descontento y hasta desconfianza entre los participantes de plataforma. Las innovaciones de los trolls están fundamentadas en su anonimato, característica que les permite romper todas las estructuras de convivencia social establecidas por los seres humanos en aras de conservar un balance ante las diferencias que puedan tener un individuo con otro. Este pequeño “velo” que provee la internet les permite adoptar actitudes acosadoras, maquiavélicas y hasta psicópatas, ante las cuales no enfrentan ningún tipo de responsabilidad o consecuencia. https://iiemd.com/trolls/que-son-trolls  (consulta: 17-02-2018)

 

Troll es un término noruego que menciona a una criatura mitológica. En nuestra lengua, la escritura correcta de la palabra es trol, con una única L, según acepta el diccionario de la Real Academia Española (RAE), su plural en español debe ser “troles”. De acuerdo al folklore de Escandinavia, un trol es un ser que vive en cavernas y regiones boscosas. Su apariencia varía según la historia: hay relatos que mencionan a los troles como gigantes malvados, mientras que otros los definen como humanoides que secuestraban a los niños. En el ámbito de la informática, un troll es un usuario que se dedica a publicar contenidos ofensivos o falaces en Internet, con la intención de generar un clima negativo en una comunidad virtual o de distorsionar la realidad. El concepto se utiliza también para nombrar a las identidades falsas que se emplean en la red para difundir información errónea de manera anónima. Un partido político, por ejemplo, puede crear cientos de trolls para publicar falsas denuncias sobre otra agrupación, intentando que el mensaje falaz se multiplique en Internet para desprestigiar al grupo opositor. Un troll no tiene intenciones de razonar; no desea llegar a un acuerdo con los demás, ni siente culpa por las consecuencias de sus ataques. La razón de su existencia es simple y sencillamente entorpecer la comunicación de los demás. https://definicion.de/troll/    (consulta: 17/02/2018)

 

 

[56] Smith, Brandon (2012). “Cómo funciona la desinformación” http://www.rebelion.org/noticia.php?id=154616  (consulta: 17-02-2018)

[57] Mencionamos a Durán Barba porque es el actual asesor y productor de imagen del Poder Ejecutivo en Argentina, de la figura presidencial.

[58] Ogle, David y Durán Barba, Jaime (2002: 35). Manual de relaciones legislativas con la prensa. Washington, D.C.  Ediciones Unidad para la Promoción de la Democracia, OEA.

[59] Jorge Fontevecchia en el Prólogo al Libro de Durán Barba, Jaime y Nieto, Santiago (2017). La política en el siglo XXI. Arte, mito o ciencia. Barcelona, España. Penguin Random House Grupo EditorialEn https://www.megustaleer.com.ar/libro/la-politica-en-el-siglo-xxi/AR30586/fragmento/ (consulta: 18-02-2018)

[61] Valga un ejemplo, como muestra, en la siguiente aserción, donde no importa la verdad, sino los ojos de los ciudadanos que son las cámaras de televisión: La fuerza de la televisión está en los noticieros… Las cámaras son los ojos omnipresentes de los ciudadanos… Magnifica problemas y los pone en el centro de la discusión pública… En gran parte la sensación de “corrupción generalizada” que hay en relación con la política tiene que ver más con la difusión de lo que ocurre, que con que ocurran cosas nuevas.   Durán Barba, Jaime (2005: 63). Estrategias de comunicación política. En Izurieta, Roberto; Perina, Rubén et alter. Estrategias de comunicación para gobiernos. Buenos Aires.  Editorial La Crujía.

[62] Bentham, Jeremy (1979: 34). El panóptico. Madrid. La Piqueta Ediciones.

[63] Esta palabra en su etimología está formado del griego παν  (pan) todo y  ʾοπτική  (óptico), es decir, visión total.

[64] Han, Byung Chul  (2013). La sociedad de la transparencia.  Editorial Atamansha. https://editorialatamansha.files.wordpress.com/2015/12/la-sociedad-de-la-transparencia.pdf  (consulta: 23-02-2018) El autor es un filósofo que nació en 1959 en Seúl, Corea del Sur. En la interpretación de Han, según Bentham los sujetos son conscientes de la vigilancia; aquí hay un error, saben que son vigilados, pero no lo tienen consciente como panóptico. Aludiendo al panóptico de Bentham, según Miranda, María Jesús ( ), Michel Foucault nos dice: Esta «simbolización» de la vigilancia, sustitución del vigilante por su representación, tiene dos efectos inmediatos que se perciben ya en el panóptico: el primero es el de escamotear el vigilante a los ojos del vigilado. El segundo, permitir que el vigilante, una vez simbolizado, se instale en la conciencia del vigilado. Miranda, María Jesús (1979: 132). Bentham en España. En Bentham, Jeremías (1979). El panóptico. Madrid. Ediciones de La Piqueta.

[65] Rousseau, Juan Jacobo. El Emilio.  Madrid, Biblioteca EDAF. 2003. p.54. Reconozco que en mis clases, sin endiosar a uno y diabolizar al otro, panfletariamente digo “viva Comenio, muera Rousseau”, ese Rousseau que se deshizo de sus cinco hijos.

[68] http://www.th.usm.cl/wp-content/files_flutter/1253215645rrhh.pdf  (consulta: 23-02-2018) Pg. web: Teoría e historia de la arquitectura de la Universidad Técnica Federico Santa María, Chile.

[69] Smith, Adam (1958: 402). La riqueza de las naciones. México. Edición Fondo de Cultura Económica. El autor pertenece al siglo XVIII. Lo citamos en virtud del término “ganancias”, móvil de toda acción económica en el liberalismo económico, cuyo sujeto preferencial es “el individuo que invierte en su propia industria doméstica”.  Adecuándolo a nuestra época, aún es vigente.

[70] En Argentina, las actuales autoridades pretenden fundamentalmente, en primer lugar, la reforma de la escuela secundaria.

[71] Pérsico, Mónica y Contín, Silvia Andrea (2004). ¿Qué significa actualmente estar alfabetizado? https://www.revistacomunicar.com/index.php?contenido=detalles&numero=24&articulo=24-2005-26 (consulta: 25-02-2018)

[72] WELLS, Gordon (1987): “Aprendices en el dominio de la lengua escrita” en A. Álvarez (coord.): Psicología y Educación. Realizaciones y tendencias actuales en la investigación y en la práctica. Actas de las II Jornadas Internacionales de Psicología y Educación, pp. 57-72. Madrid: Ed. Visor. Colección Aprendizaje.

 

[73] Con mayor precisión se denomina Director General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires. Gabriel Sánchez Zinny es economista, no es docente, nunca dio clases en ningún nivel del sistema educativo. Es Director Ejecutivo de varias empresas suyas que se dedican a la venta de servicios educativos, como por ejemplo KUEPA.

[74] http://www.ipae.pe/etiqueta/2016/page/3/ (consulta: 25- 02- 2018)  Ref. página web de IPAE, Empresarios por un Perú Desarrollado.

[75] Afirma Sánchez Zinny: los chicos se aburren, lo cual es amenaza de abandono. https://www.lanacion.com.ar/2081602-educacion-publica-sudor-y-lagrimas-en-las-escuelas-bonaerenses (consulta: 26-02-2018)

[76] El power point, en primer lugar, lo recibió el Diario Clarín de las autoridades político educativas de la Ciudad de Buenos Aires, que luego difundió. La misma comunidad educativa se enteró por el periódico.

[79] En la práctica áulica, los alumnos tienen serias dificultades para un trabajo colaborativo, y es frecuente que en un grupo o equipo algunos de ellos trabajen y otros nada hagan.

[80] Dewey, John (1967). Democracia y educación. Buenos Aires. Editorial Losada.

[81] Cfr. Brenner, Miguel Andrés (2017). Los usos espurios de Freire. En variadas pgs. web, indicamos dos: http://www.educacionfutura.org/los-usos-espurios-de-freire-o-e-la-banalizacion-de-la-pedagogia-de-la-liberacion/  ;  http://www.rebelion.org/noticia.php?id=232029   (consultas: 27-02-2018)

Fuente: https://www.alainet.org/es/articulo/191417

 

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