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¿Qué sigue de la auditoría a la nómina docente?

Méxicanos Primero

Pablo Velázquez*

Esta semana el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, anunció en el marco de la Conferencia Nacional de Gobernadores, los resultados de una auditoría a la nómina magisterial federalizada llevada a cabo en coordinación con la SEP y los estados.

A raíz de las reformas al marco legal para la educación en 2013, el gobierno federal se allegó de herramientas que le proporcionaron mayor información sobre la operación de las escuelas como, en este caso, la nómina docente pagada con recursos federalizados.

Sin embargo, los números a nivel nacional nos señalan que las irregularidades conocidas y evidenciadas por la ciudadanía desde hace décadas persisten, aunque en menor medida.

El primer punto a destacar es la burocracia administrativa pagada con recursos que, en teoría, están dedicados al salario de maestros y directivos. La SEP señala que existen 14 mil 00 plazas (plazas, no personas) docentes y directivas en funciones administrativas.

El problema no es nuevo: a partir de la descentralización en 1992 y el incremento en la demanda del servicio educativo, las plazas de administrativos transferidos a los estados resultaron insuficientes –
según las autoridades estatales – y por tanto, a los estados les resultó fácil asignar a tareas administrativas a los maestros. Situación no ilegal, pero irregular a la vista: pagamos a gente para que sean maestros, pero realizan otro trabajo.

El número identificado por este ejercicio de auditoría de la SEP, sin embargo, resulta bajo ante la evidencia de otras fuentes: tan sólo el año pasado la Auditoría Superior de la Federación señaló que existían al menos 44,220 personas en esta condición y nuestros análisis realizados con información de la nómina del primer trimestre de 2017 muestran 33 mil plazas en esta situación.

Este problema en particular debe ser abordado con bisturí. Reubicar a estas personas a las escuelas – la solución más propuesta – puede resultar dañino en dos vías: por un lado, podríamos demandar a personas que hace décadas no son maestros a enseñar en el aula sin formación previa al mismo tiempo que desplumamos oficinas administrativas (algunas de las cuales sí necesitan personal
operativo) de elementos para seguir funcionando. Ojo: es una irregularidad y se debe corregir, pero debe hacerse bien para evitar otro tipo de problemas en el futuro.

La auditoría de la SEP señala otras irregularidades que tampoco son nuevas: 17 mil 262 plazas de comisionados y licencias, 1,361 plazas cuyos titulares ya causaron baja pero se siguen pagando y 10,553 plazas que nadie sabe qué hacen. Estos números pueden sonar desalentadores pero bien vale la pena recordar como era en el pasado.

En 2009, la nómina magisterial era el Triángulo de las Bermudas: no sabíamos quién cobraba, cuánto y la razón. Después de muchos esfuerzos de la sociedad civil y de instancias como la Auditoría Superior
de la Federación, hoy conocemos quiénes son pagados de la nómina magisterial federal así como sus conceptos de pago. Esta situación favoreció que el gasto irregular haya disminuido 84% entre 2009 y 2015.

Todavía falta información, pero la exigencia no la vamos a disminuir. Por ello, hacemos un llamado a los gobiernos estatales a que repliquen estos ejercicios de auditoría en sus nóminas locales, se transparenten y ordenen sus procesos administrativos, y se apliquen sanciones a los responsables.

Las nóminas estatales siguen siendo una oscura neblina donde se replican sin supervisión las viejas prácticas que identificamos a nivel federal. Asimismo, el llamado es a la propia SEP para que: 1) sistematice estos ejercicios y publique sus resultados y; 2) transparente la nómina magisterial de la Ciudad de México. Es tiempo de que el
buen juez empiece por su casa.

Hemos avanzado sí, pero la brega no termina. Un peso malgastado representa mucho en este país tan necesitado de oportunidades.

*El autor es investigador en Mexicanos Primero

Fuente del articulo: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/que-sigue-de-la-auditoria-a-la-nomina-docente.html

Fuente de la imagen: http://www.elfinanciero.com.mx/files/article_main/uploads/2016/11/06/581fc386388cb.jpg

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Olvidados y excluidos: adolescentes en reclusión

Mexicanos Primero

*Por María Teresa Aguilar Álvarez Castro

Como derecho humano, la educación debe ser garantizada y protegida para tod@s sin distinción alguna. Desgraciadamente, en nuestro país hay niñ@s y jóvenes que todavía no tienen acceso a ella. Sin embargo, en mi experiencia de trabajo en Mexicanos Primero, nunca he visto una exclusión tan sistemática por parte de las autoridades educativas, como la de los adolescentes en conflicto con la ley penal que se encuentran recluidos. Simplemente el sistema educativo los ha olvidado.

Los adolescentes recluidos son personas mayores de 14 años que, siendo menores de edad, han cometido algún delito grave y a los que un juez les ha impuesto la privación de la libertad como medida preventiva o de sanción. Con las reformas recientes, estos adolescentes pueden pasar internados desde unos meses hasta tres o cinco años (dependiendo la edad al cometerse el delito).

De acuerdo con la Secretaría de Gobernación (SEGOB, 2017), hasta abril de este año, habían mil 692 adolescentes en reclusión. De ellos, 52 por ciento requieren estudios básicos de alfabetización, primaria o secundaria.

Los servicios “educativos” que actualmente reciben distan mucho de ser de calidad, como lo marca la Constitución: cuando existen, son proporcionados por personal que no son idóneos, con materiales inadecuados y programas poco pertinentes.

Aún cuando están bajo tutela del Estado las 24 horas del día, sólo destinan a la educación una hora y media. ¿Cómo pueden salir listos para no volver a caer en lo que los llevó al internamiento sin una educación pertinente y de calidad que les dé un nuevo proyecto de vida?

Como casi siempre sucede en México, las leyes no son el problema, pues éstas contemplan no sólo a la educación como uno de los pilares de la reinserción, sino una serie de obligaciones de las autoridades para lograr una educación de calidad para ellos. El problema entonces es que las autoridades no han cumplido su responsabilidad.

Para tratar de activar a las autoridades educativas y penitenciarias de este país, Aprender Primero, brazo jurídico de Mexicanos Primero, presentó una demanda de amparo en contra de diversas autoridades.

Este amparo se refiere específicamente a la Comunidad de Tratamiento Especializado de Adolescentes de San Fernando, ubicado en Tlalpan, en la Ciudad de México, pero la situación de olvido en el que tienen a los adolescentes las autoridades educativas, es similar o peor en el resto de las comunidades de adolescentes del país.

Demandamos a 18 autoridades, tanto federales como de la Ciudad de México. ¿Por qué a tantas? Porque hay adolescentes en San Fernando que requieren acabar sus estudios desde primaria hasta educación superior.

Además de estos cuatro niveles de educación, las leyes prevén otros tipos de servicios educativos a los que tienen derecho como la formación para el trabajo- indispensable para la reinserción- y la educación especial, que es la que busca eliminar las barreras
que limitan el aprendizaje de las personas con dificultades severas de aprendizaje y de conducta.

Así, existen una diversidad de autoridades tanto educativas como penitenciarias que no se han coordinado entre sí para proporcionar educación pertinente y de calidad a los adolescentes.

Nuevamente consideramos importante involucrar al Poder Judicial de tal forma que obligue a las autoridades, especialmente a las educativas, a dejar de tener olvidados y excluidos a los adolescentes recluidos. Este juicio es una forma de alzar la voz por ellos, para que las autoridades se ocupen de su educación como es su derecho.

No es una tarea fácil. Es indispensable voltearlos a ver, escucharlos, entenderlos y ocuparse de ellos como es debido. Por lo pronto, la SEP y otras autoridades educativas ya dijeron en el juicio que no es su problema.

Esperaremos la sentencia, pero por lo pronto, la sociedad debe involucrarse. No sólo por los adolescentes recluidos, sino por tod@s nosotros, que necesitamos jóvenes con nuevos proyectos de vida cuando salgan de reclusión.

*La autora es directora de Estudios Jurídicos de Mexicanos Primero

 

Fuente del articulo: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/olvidados-y-excluidos-adolescentes-en-reclusion.html

Fuente de la imagen: http://www.elfinanciero.com.mx/files/article_main/uploads/2017/06/21/594b4075eaac5.jpg

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La desigualdad educativa no solo afecta a los mas pobres.

Por: Mexicanos Primero.

Las condiciones de desigualdad educativa en México no sólo afectan a quienes menos tienen, advirtieron especialistas en El Colegio de México (Colmex).

Destacaron que el país reporta la menor desigualdad en la variación de resultados en el aprendizaje de quienes asisten a la escuela, pero se mantiene en los lugares más bajos de rendimiento académico, es decir, en general los alumnos saben poco.

Emilio Blanco, experto en sociología de la educación y en desigualdad de aprendizajes, destacó que no toda la variación en resultados de la enseñanza se explica por el origen socioeconómico de los hogares, pues cada vez más hay indicios del efecto de las llamadas habilidades socioemocionales o cognitivas.

Como un gran elefante blanco

Si bien reconoció que es un enfoque que ha sido explorado por la sicología y la economía para explicar las desigualdades en el aprendizaje de los alumnos de niveles básico y media superior, el papel de la inteligencia “está ahí como un gran elefante blanco del que no se habla cuando se buscan respuestas de por qué existe esta desigualdad en el aprendizaje”.

Reunidos en el Seminario permanente de desigualdad socioeconómica, con el tema Desigualdad social y aprendizajes: ¿Qué sabemos y qué deberíamos saber?, Margarita Zorrilla y Teresa Bracho, consejeras de la junta de gobierno del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, destacaron el impacto que tiene la desigualdad socioeconómica no sólo en el acceso al sistema de enseñanza, sino en la permanencia y calidad de la formación que se recibe.

Teresa Bracho, socióloga y especialista en el tema, afirmó que todo niño puede aprender, pero debemos encontrar esos mecanismos para que cada estudiante alcance al menos ese nivel de aprendizaje satisfactorio.

Sostuvo que es posible mejorar los aprendizajes sin tener que esperar dos o tres décadas, como a veces se propone.

Bracho, quien propuso aplicar un índice de déficit de competencias para medir mejor dichas desigualdades en el aprendizaje, reconoció que la educación no es una varita mágica para impulsar el desarrollo del país. Es una institución social fundamental, pero no es la respuesta a todos los males sociales.

Margarita Zorrilla reconoció que en la búsqueda de respuestas a dicho problema también se debe incluir el análisis de factores políticos y presupuestales.

Fuente: http://www.mexicanosprimero.org/index.php/educacion-en-mexico/enterate/noticias-de-hoy/4590-la-desigualdad-educativa-no-solo-afecta-a-los-mas-pobres

Imagen: http://ssociologos.com/wp-content/uploads/2014/11/Desigualdad_Educativa.jpg

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La deuda con los niñ@s del estado de México.

Las elecciones del Estado de México se acercan y el próximo 4 de junio los mexiquenses saldrán a decidir qué tipo de administración estatal desean para los siguientes seis años. Las y los candidatos han tratado de describir qué tipo de Estado de México tienen en mente para las próximas generaciones. Sin embargo, estas ideas no deben ser palabras vacías ni huecas sino que deben estar acompañadas de la responsabilidad que conlleva la oportunidad del presente para transformar el futuro. Dicha transformación debe comenzar por asegurar el derecho a aprender de las presentes y futuras generaciones de mexiquenses.

Empecemos con la generación más joven: las y los niños que recién nacieron o nacerán este año. La próxima administración estatal tendrá la responsabilidad de entregar en buen puerto la primera infancia de todas estas niñas y niños, quienes en seis años estarán pisando por primera vez las aulas de una escuela primaria. Para que tod@s lleguen listos para aprender, deben crearse las condiciones para que ejerzan su derecho a la salud, alimentación y seguridad en estos primeros seis años de vida. El primer paso es hacerlos visibles, asegurar su derecho a contar con identidad. Hoy en día, 1 de cada 10 niñ@s recién nacidos en el Estado de México no son registrados durante su primer año de vida (REDIM, 2012). Sin acta de nacimiento, se les priva a estos niñ@s de su derecho a la protección de su salud y de recibir apoyos sociales.

A la mitad de la próxima administración estatal, estos mismos niñ@s tendrán el derecho de acudir a y aprender en una escuela preescolar. Hoy en día, solamente 16% de l@s niñ@s de 3 años asisten al primer año de preescolar. Esta situación no sólo se viola el derecho a más de 8 de cada 10 niñ@s a la educación, sino también amplia las brechas en el aprendizaje de l@s niñ@s en desventaja socioeconómica. El primer grado de primaria puede ser muy tarde para muchos de ell@s.

Ahora hablemos de l@s niñ@s que llegan por primera vez a primaria en el ciclo escolar 2017-2018. La próxima administración estatal tendrá que realizar acciones responsables para asegurar que estos niñ@s avancen conforme a su edad, aprendan lo que quieren y necesitan, y participen en su proceso de manera constante. Actualmente, en el Estado de México perdemos a 16 niñ@s entre el primer grado de primaria y el primer grado de secundaria. Luego, de los niños que sí se quedan, 6 de cada 10 no aprenden lo básico.

Millones de niñ@s ven truncadas sus trayectorias educativas por falta de sentido de pertenencia a la escuela, apoyo económico o problemas sociales que no pudimos atender a tiempo. Para cambiar esto hay que entender que cada escuela debe convertirse en un proyecto de la comunidad. La tarea de la próxima administración es estar cercana a cada escuela, entender que el problema educativo no se resuelve sólo a base de becas o computadoras, sino que empieza por atender a las personas: la formación inicial de los futuros maestros, la formación continua de los maestros en servicio, la integración sustantiva de las familias y la participación continua de los propios estudiantes en su educación.

Finalmente, imaginemos una joven que entra este agosto al primer grado de secundaria. Si seguimos la estadística de hoy en día, al terminar la secundaria, esa alumna habrá perdido a 3 de cada 10 compañer@s con los que entró. Peor aún, de los “afortunados” que se quedaron, 67% de ellos se graduará de secundaria sin alcanzar las competencias básicas para seguir aprendiendo. Si estos jóvenes no tienen la oportunidad de ejercer su derecho a aprender, ¿cómo esperamos que puedan llegar a educación superior y completar una carrera? Por ello, es importante que la próxima administración atienda de manera integral la educación básica y media superior. Al igual que en primaria, se requiere que las acciones no sólo se concentren en dotar de recursos económicos a las familias sino en desarrollar las capacidades de todas las personas de la comunidad escolar.

Hoy en día, el Estado de México no logra asegurar el derecho a aprender de niñas y niños. En el Índice de Cumplimiento de la Responsabilidad Educativa (ICRE), el estado obtiene un mediocre 6.2 en una escala del 0 al 10. De continuar con esta trayectoria, el derecho a aprender de l@s niñ@s se seguirá viendo vulnerado, coartando sus oportunidades de ser la mejor versión de sí mism@s. La próxima administración estatal tendrá el enorme encargo de cambiar esta situación. Nuestra responsabilidad recae en analizar sus propuestas, escuchar su posicionamiento sobre la transformación educativa, elegir responsablemente la mejor plataforma y verificar que las responsabilidades de los funcionarios se cumplan. No bastan las buenas intenciones, es necesario elegir y exigir un rumbo claro y decidido para bien de las próximas generaciones.

Fuente: http://www.mexicanosprimero.org/index.php/educacion-en-mexico/enterate/noticias-de-hoy/4405-la-deuda-con-l-s-nin-s-del-estado-de-mexico-opinion

Imagen: http://www.elfinanciero.com.mx/files/article_main/uploads/2017/05/24/59261fbf9b96b.jpg

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Currículum incluyente, que todos aprendan lo que quieren y necesitan.

Por: Mexicanos Primero.

Con la coyuntura nacional del anuncio del nuevo Modelo Educativo (ME), e internacional con el tan mencionado enfoque en el desarrollo de habilidades para la vida, se ha puesto mayor atención a qué y cómo se aprende en las escuelas; a esto le llamamos currículum. Una sociedad enfocada a la inclusión en educación – donde tod@s pueden estar, aprender y participar en la escuela – debe dar a cada persona la oportunidad de cumplir sus distintos y diversos intereses, sueños y pasiones, a través de la educación. Por lo tanto, podemos decir que un currículum es incluyente cuando permite que tod@s aprendan lo que quieren y lo que necesitan.

Actualmente, el currículum de educación básica en México presenta diferentes barreras para lograr ser incluyente. El nuevo Modelo Educativo ha considerado cambios relevantes que podrían resultar en un proceso educativo más incluyente, sin embargo, seguimos identificando un diseño rígido, limitadas posibilidades de adecuación de acuerdo al contexto, y una falta de plan o ruta de implementación que pone en juego el aprendizaje de las niñas, niños y jóvenes. ¿A qué nos referimos con esto? A pesar de que el nuevo Modelo Educativo reconoce la importancia de flexibilizar el diseño curricular, éste seguirá a cargo de la SEP, específicamente de la Dirección General de Desarrollo Curricular, dejando a las escuelas un porcentaje de horas lectivas (que varía de 2 a 27 por semana dependiendo el nivel, tipo de servicio y si es de jornada completa) para aprender lo que quieran… lo que quieran de cinco campos que la SEP ha establecido: profundización de aprendizajes clave; ampliación de las oportunidades para el desarrollo personal y social; nuevos contenidos relevantes; conocimiento de contenidos regionales y locales; e impulso a proyectos de impacto social.

Un ejemplo de los obstáculos para la adecuación curricular es el caso de las barreras para el aprendizaje y la participación (BAP) que experimentan las y los alumnos. Este trabajo continúa a cargo de las Unidades de Servicio de Apoyo a la Educación Regular (USAER – aunque pueden tener distintos nombres a nivel estatal), pero estas Unidades sólo llegan a un mínimo de escuelas en las zonas más aventajadas del país, dejando a muchas alumnas y alumnos sin el apoyo necesario para aprender. Por otro lado, la implementación curricular en las aulas está a cargo de las y los docentes, sin embargo, no hay actualmente una ruta definida para formarles en el plan de estudios derivado del nuevo ME. ¿Hasta cuándo niñas y niños van a seguir aprendiendo el currículum anterior? ¿Quiénes serán las y los niños que podrán beneficiarse de lo que, en teoría, este nuevo Modelo traerá? ¿Por qué no se planea para tod@s?

Además, las comunidades indígenas aprenden con libros de texto, componente importante de un currículum, absolutamente descontextualizados; algunos no han sido actualizados en más de veinte años, mientras que los libros de texto de educación regular se actualizan con frecuencia, a veces cada año. Por otro lado, los estereotipos de género en las representaciones de estos libros – documentados en un estudio realizado por la propia SEP – es un punto de exclusión que impacta tanto a niñas como a niños. Hasta ahora, no se ha anunciado oficialmente un plan para asegurar que los materiales que deriven del nuevo Modelo Educativo no repitan estas exclusiones.

La propuesta del nuevo ME considera involucrar a la comunidad en la definición de lo que se aprenderá en el espacio de autonomía curricular.

Sin embargo, el Modelo no ha presentado una estrategia de desarrollo de las capacidades de la comunidad escolar para realmente empoderarlas y promover su participación efectiva. Sin esto, será imposible lograr lo que el Modelo busca y se quedará siendo un ejercicio de buenas ideas.

En nuestro estudio sobre educación incluyente, Tod@s, abordamos de manera más extensa un análisis sobre el currículum actual en México y proponemos acciones para encaminarlo hacia uno incluyente. Entre estas propuestas incluimos: 1) el reconocimiento a la diversidad – abrir la posibilidad de realmente contribuir al diseño curricular desde el ámbito local para impactar positivamente el desempeño y la inclusión de las comunidades escolares; 2) flexibilizar y descentralizar el diseño de manera efectiva para responder a las expectativas y necesidades de todas y todos, promover la participación de los estudiantes, democratizar las oportunidades, y visibilizar temas transversales; 3) un diseño participativo para eliminar la exclusión de la comunidad escolar en la definición de lo que se debe aprender; y 4) diseñar y usar materiales didácticos para la inclusión.

Como ciudadan@s, miembros de la sociedad civil, maestr@s y familias, debemos seguir con atención los resultados del pilotaje de este nuevo currículum durante el ciclo escolar 2017-2018 para involucrarnos y exigir una educación incluyente para todos.

Fuente: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/curriculum-incluyente-que-tod-s-aprendan-lo-que-quieren-y-necesitan.html

Imagen: http://www.elfinanciero.com.mx/files/article_main/uploads/2017/05/17/591cedbb02340.jpg

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Ninguna crítica sin propuesta, ninguna propuesta sin fundamento.

Por: Mexicanos Primero.

El tiempo de la educación es siempre el presente. Ya pasaron diez años desde que, como una expresión de la sociedad civil organizada alzamos la voz a favor del derecho a la educación en nuestro país, a través de Mexicanos Primero. Lo logrado hasta ahora nos llena de gozo y propósito, porque es plataforma de nuevos retos; hoy ponemos manos a la obra para seguir construyendo y convocando a la movilización ciudadana.

La transformación educativa de México no empezó en esta administración, ni concluirá con ella. Por esa razón, toda auténtica reforma debe juzgarse más por su implementación que por su diseño, por su capacidad verificada de transformar las prácticas y las actitudes reales. ¿Dónde se implementa? En las Secretarías, ciertamente, pero sobre todo en las aulas; en cada jornada escolar, para llegar a cada niña, a cada niño y joven de este país. Y para tener congruencia, en contacto con la realidad, la reforma se reforma: es decir, se precisa, se pule, se articula; se corrige, y pide la siguiente fase de transformación.

En Mexicanos Primero seguimos aprendiendo cada día, y justo por ello tenemos una agenda exigente hacia el futuro. Tenemos proyectos para los próximos diez años y para los próximos diez meses, y los vamos a perseguir con ahínco y decisión para que sean presente.

En los meses próximos, vamos a acompañar con las organizaciones de sociedad civil a los Estados en la implementación de los cambios constitucionales y legales de reforma educativa. Hay Estados con avances que merecen reconocerse: son los que apoyan a sus maestros, los que operan con honestidad y eficiencia, los que se preparan para un modelo educativo basado en la indagación, el descubrimiento y el servicio.

Vamos a seguir enfrentando la excepción en otros Estados, y denunciando el proyecto de quienes quieren alejar a los niños de la marcha de toda la nación, cristalizando la inequidad y la exclusión.

Vamos a seguir enfrentando la oposición taimada -sorda y ciega, pero letal- de quienes simulan, de quienes parecen dejar el privilegio para refugiarse en otro más elaborado, por opaco y retorcido; los que dicen que hacen pero no hacen, los que fingen reformarse y vuelven a usar los espacios educativos, los nombramientos y los cargos como espacio para el saqueo y el clientelismo político. Vamos a animar a los desanimados, a apoyar a los que dudan o tambalean, a convocar a quienes quieren cambiar, los Estados que quieren alcanzar el paso, y requieren de la exigencia y la comprensión de la sociedad entera.

Nuestro segundo reto del presente es contribuir, con sentido de urgencia, a la transformación de las escuelas formadoras de docentes, especialmente las Normales. No pueden vivir de un pasado glorioso que ya fue, ni proyectarse a un futuro genérico y abstracto. Hay que darles el empuje decisivo, para que las escuelas de más alto logro en educación superior sean precisamente aquellas donde se forman los profesionales del aprendizaje. La Normal debe poner los cimientos para que la movilidad social de quien elige ser maestro esté plenamente ligada a la movilidad social de sus alumnos. Si queremos transformar las más de 230 mil escuelas de educación básica, hay que asumir ya la transformación de las 440 normales.

El tercer reto es que la formación docente sea de verdad continua, permanente y pertinente. Trabajamos para que los profesionales del aprendizaje no encuentren barreras a su vocación, para que puedan desplegar su talento sin bloqueos ni servidumbres burocráticas y gremiales. Enfrentaremos el prejuicio de la baja consideración social a su compleja tarea, que es la más exigente de todas, la más constructiva de todas, la profesión que genera todas las demás profesiones.

Un reto más, sabiendo que las soluciones educativas no son sucesivas, sino simultáneas, es abordar la participación como clave de la educación a la ciudadanía. Fue un grave error histórico pensar que primero era la cobertura, y luego el aprendizaje; lo es también que el aprendizaje viene después y lento. Erróneo también es pensar que la participación -de l@s propi@s jóvenes, de las familias, de las OSC-es para después, para cuando se pueda. Esta agenda es amplia y ambiciosa, pero todo el esfuerzo educativo se juzga si todos están incluidos en el derecho a aprender; si se logra con plena equidad una trayectoria educativa completa y exitosa para cada una, para cada uno.

Mexicanos Primero es una convocatoria a la corresponsabilidad, a que no pensemos que la educación en México es un problema de los hijos de otros, sino la educación es una responsabilidad de todos. Nuestra propuesta es poner en claro que sólo la educación de calidad cambia a México, que el compromiso es para que todas y todos estén, aprendan y participen en la escuela.

Nuestra pauta de decisión y de acción ha sido y seguirá siendo: “ninguna crítica sin propuesta, ninguna propuesta sin fundamento”. Hablarán las palabras, pero que digan más nuestras acciones.

Fuente: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/ninguna-critica-sin-propuesta-ninguna-propuesta-sin-fundamento.html

Imagen: http://www.elfinanciero.com.mx/files/article_main/uploads/2014/02/09/52f7a6dd87307.jpg

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El sistema educativo y la escuela incluyente (o no)

Mexicanos Primero

Jennifer L. O’Donoghue.

La inclusión en la educación se vive (o no) en la escuela. Ahí es a donde llega la niña, el niño, la o el joven, su familia, sus maestras y maestros. Ahí es donde se siente bienvenida o no, donde se establecen relaciones de aprendizaje o no, donde se abren espacios para la participación significativa o no. Sólo avanzaremos hacia la educación incluyente en la medida en que transformemos nuestras escuelas en escuelas incluyentes que acogen y responden a la diversidad de tod@s.

Cada escuela en México puede ser una escuela incluyente. Lograrlo empieza con personas: directores, maestras y maestros y familias que, con sus actitudes y prácticas cotidianas, apoyan la inclusión. Pero la comunidad escolar no lo puede hacer sola; elementos del sistema facilitan o inhiben el desarrollo de prácticas incluyentes en el nivel local.

En México, ¿el sistema educativo apoya el desarrollo de escuelas incluyentes? La respuesta actual es un NO contundente. ¿Por qué?

1. No asegura la presencia y la preparación incluyente de las personas.
• Primera infancia: Muy pocos tienen acceso a oportunidades de desarrollo integral durante los primeros 5 años de vida, mismas que enriquecerían sus capacidades y minimizarían las inequidades causadas por el contexto familiar o socioeconómico.

• Maestr@s: La inclusión depende en parte de la presencia de un docente con el perfil adecuado para la comunidad escolar, pero el sistema de selección y asignación no asegura que a cada escuela lleguen las y los maestros que necesitan, especialmente en comunidades rurales e indígenas.

• Formación docente: Las creencias, experiencias y capacidades de l@s maestr@s impactan en su visión sobre inclusión y en sus prácticas en el aula, pero la formación docente en México no se ha diseñado para la inclusión.

2. No impulsa el desarrollo de relaciones y procesos de aprendizaje incluyentes.

• Liderazgo educativo: El director debe ser el principal promotor de la inclusión a nivel local, pero desde el perfil y las funciones directivas, hasta la formación, no se prioriza la inclusión ni se trabaja con una visión de liderazgo incluyente.

• El currículum: El actual currículum nacional brinda pocas oportunidades para adaptarlo a las necesidades e intereses de la diversidad de estudiantes y comunidades, lo que impide la participación activa de las niñas, niños y jóvenes en su proceso de aprendizaje.

• Participación: La inclusión tiene que ser un proyecto de toda la comunidad escolar, pero las niñas, niños y jóvenes, así como sus familias, no son escuchados, ni involucrados como agentes de cambio en las escuelas.

3. No garantiza las condiciones materiales para la inclusión.
• Infraestructura y materiales: Los espacios físicos deben estimular procesos incluyentes de aprendizaje y participación, pero las condiciones de las escuelas mexicanas inhiben estos procesos.

4. No brinda a las escuelas una red de apoyo adecuada.
• Gasto educativo: Un gasto equitativo proporcionaría los recursos para ofrecer respuestas educativas específicas a cada niña, niño y joven, pero seguimos invirtiendo menos donde más se necesita.

• Eliminación de barreras para el aprendizaje y la participación (BAP): La identificación oportuna y la atención adecuada son esenciales para que tod@s estén, aprendan y participen, pero muy pocas niñas y niños que experimentan BAP, ni sus maestras y maestros, reportan recibir apoyo especializado para eliminarlas.

La educación incluyente se refiere al proceso de identificar y eliminar barreras – actitudes, políticas y prácticas que generan exclusión o marginación – dentro del sistema para que, desde las escuelas, se pueda asegurar que tod@s estén, aprendan y participen. Aquí esbozamos obstáculos en nueve componentes de nuestro sistema educativo. En semanas próximas, profundizaremos en estos componentes para no sólo entender mejor las barreras, sino también visibilizar ejemplos de cómo se han superado y proponer qué tendremos que hacer en México para eliminarlas. Sólo así podremos empezar a transformar el sistema educativo mexicano para realmente apoyar a todas y todos.

(Para conocer más, descarga el estudio Tod@s en: www.mexicanosprimero.org

La autora es Directora de Investigación, Mexicanos Primero.

Fuente del articulo: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/el-sistema-educativo-y-la-escuela-incluyente-o-no.html

Fuente de la imagen:

http://www.elfinanciero.com.mx/files/article_main/uploads/2014/03/06/531889d328488.jpg

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