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¿Por qué hemos dejado de leer?

Por: Mariana Sofía Jiménez Nájera

 

Existen muchas razones por las cuales dejamos de leer, sin embargo, el uso constante de la tecnología en nuestra vida diaria ha afectado nuestra capacidad de atención. Te invitamos a saber por qué y cómo regresar al hábito de la lectura.

Solía ser una persona que se consideraba lectora. Desde la primaria hasta terminar mi carrera profesional, para mí siempre fue normal acudir a la biblioteca y rentar un libro para leer en mi tiempo libre, ahí mismo leía la parte de atrás y si me interesaba lo llevaba conmigo. Sin importar reseñas negativas en internet o si a la mitad del libro lo encontraba aburrido, no dejaba de leer hasta que lo terminara.

Pero en los últimos años mi hobby por la lectura ha ido en declive, no leo las cantidades de novelas que leía anteriormente. Mientras que fui adquiriendo nuevas responsabilidades y pasatiempos, es entendible; pero ha sido algo que internamente me ha causado mucho ruido. Esto lo he externado a familiares, amigos y compañeros de trabajo, solo para darme cuenta que a la mayoría de ellos les pasaba lo mismo. Muchos estamos en el mismo dilema, y es aquí donde me pregunté: ¿por qué hemos dejado de leer?

La lectura en México

A pesar de que la gama de materiales de lectura se ha ampliado hacia lo digital, la lectura en México se ha reducido. Según datos del Inegi, en el 2023 el 68.5 % de los mexicanos mayores de 18 se consideran lectores, leyendo un promedio de 3.4 libros en el último año. Otro aspecto que llama la atención es que del porcentaje de lectores, tan solo 27.1 % logra comprender todo lo que lee.

La lectura y su comprensión en los mexicanos ha declinado en los últimos años.

Este último dato sobre la comprensión lectora es curioso, no solo es que no se lee, sino que no se está comprendiendo el contenido. Y dejando de lado la infinidad de razones por las que las y los mexicanos no leen (falta de estímulos para leer durante la infancia, falta de recursos económicos y tiempo, desinterés, entre muchos otros), hay una en específico que puede ser el caso para muchos de nosotros que ya no leemos con la regularidad de antes: el impacto de los dispositivos tecnológicos en nuestra capacidad de atención.

¿Culpamos a la tecnología?

Todos tenemos la elección de qué tanto utilizar nuestros dispositivos tecnológicos y podemos implementar medidas como temporizadores que cierran aplicaciones después de cierto tiempo o evitar revisar el celular frecuentemente. Nuestros dispositivos solo nos notifican, somos nosotros los que nos distraemos con dichos mensajes. Un estudio realizado por Maxi Heitmayer encontró que el 89 % de las interacciones con smartphones las inicia el usuario, mientras que el 11 % son interacciones impulsadas por notificaciones.

«La manía de nuestras vidas en línea revela lo siguiente: continuamos deslizando a través de nuestros celulares porque nunca estamos completamente satisfechos», comenta Andrew Sullivan en su artículo, el cual reflexiona sobre cómo la tecnología ha transformado nuestras vidas. Son tantos los mecanismos que se han inventado para tenernos enganchados como el infinite scroll o los algoritmos que están tan apegados a nuestros gustos, que no es sencillo dejar de ver nuestras pantallas. Según Electronics Hub, el promedio mundial de la cantidad de tiempo que una persona ve la pantalla de su celular al día es de seis horas con 37 minutos.

Además, la información que recibimos son artículos cortos o videos de máximo un minuto, que poco a poco se van apilando; ocasionando que perdamos la noción del tiempo y pensando que te darás un descanso de cinco minutos, cuando en realidad pasó media hora sin darte cuenta. Este tiempo se podría utilizar leyendo un libro o haciendo otra actividad.

Las interrupciones en las tecnologías nunca paran y no tienen horario, por lo que nuestro cerebro, el cual se está acostumbrando a la era digital, hace que nuestra atención se divida en intervalos mucho más cortos y evita que nos concentremos profundamente. No ayuda el hecho de que el multitasking es la normalidad hoy en día, y la lectura es una actividad que requiere nuestra total atención si se quiere tener una buena comprensión lectora.

Asimismo, no es sorpresa que con la saturación de información nuestra capacidad de atención se reduzca cada vez más. En su libro, Gloria Mark afirma que en el 2023, la capacidad de atención de las personas es de 75 segundos, donde las personas pueden poner su total atención en una pantalla por 47 segundos. Adicionalmente, al distraerse del trabajo activo, puede tomar hasta 25 minutos volver a concentrarse en lo que estaban trabajando originalmente.

Nuestra paciencia también se ha visto afectada, sobre todo en las nuevas generaciones. Por ejemplo, anteriormente para realizar un reporte escolar se debía acudir a la biblioteca, encontrar el libro del tema de tu interés, y leer hasta capítulos completos para obtener la información deseada. Ahora la información que buscamos está a nuestro alcance en cuestión de segundos y si no la encontramos en la primera página de Google, nos desesperamos. En consecuencia, es difícil leer libros si no te atrapan desde las primeras páginas, lo cual puede ser desmotivador para continuar leyendo y lo más fácil es cambiar de actividad. Los algoritmos en redes sociales son tan apegados a nuestras preferencias que engancharse es sumamente sencillo, en especial cuando consumimos pequeñas dosis de información que nos mantienen entretenidos y donde cambiar de tema es fácil cuando puedes deslizar hacia abajo.

La manera en la que leemos también ha cambiado, pero es más notorio cuando leemos de manera digital. Mientras que el scanning (escaneo) es una estrategia que ayuda a encontrar información rápidamente, esta impide la comprensión total de un texto; y es esta técnica la que se ha permeado en la manera en que se consume la información de forma digital. En este mundo sobresaturado de información, se quiere llegar al grano de lo que sea que consumamos, no tenemos tiempo de leer párrafos ornamentados o introducciones.

Otro factor que resalta, es que hoy en día el consumo de series de televisión y películas es más popular y hay muchísimas plataformas de streaming; para las personas es más cómodo gastar en un mes de suscripción de una plataforma con un catálogo infinito, a pagar un solo libro que es posible que no sea de su agrado y que rara vez vuelven a leer.

Algunos consejos para regresar al hábito de la lectura

Nuestro cerebro se ha adaptado al uso constante de la tecnología, por lo que nuestra atención está dividida y es más corta. Para leer, se requiere de un pensamiento profundo y concentración continua para absorber toda la información de manera consciente. Te propongo algunos consejos que te ayudarán a regresar al hábito de la lectura:

  • Lee cuentos cortos: Comenzar un libro largo puede ser abrumador. Hay cuentos que puedes terminarlos en una sola sesión, y estos pueden incentivar tu apetito por leer algo más extenso.
  • Aparta en tu agenda un espacio para la lectura: Puedes iniciar leyendo 15 minutos diarios e ir aumentando la cantidad de tiempo para acostumbrarte a leer de nuevo.
  • Empieza un diario de lectura: En un cuaderno, por cada sesión de lectura puedes apuntar lo que más te gustó, lo que comprendiste del texto o lo que quieras con respecto a tu libro. Esta también es una manera de entrenar la atención continua y confirmar tu comprensión lectora.
  • Comenta con seres queridos: Hacer actividades en conjunto puede ser un gran estímulo para motivarse mutuamente. Puedes hacer un círculo de lectura con seres queridos para hablar y reflexionar sobre un libro que todos quieran leer.

La lectura tiene muchos beneficios para nuestra mente y ayuda a expandir nuestro conocimiento e imaginación. La tecnología no es nuestro enemigo, incluso puede ser una excelente herramienta para comentar un texto o encontrar recomendaciones de libros; solo debemos ser conscientes de su uso responsable para el manejo del tiempo. Definitivamente al realizar este artículo soy más consciente del tiempo que utilizo mi celular, y que debo hacer un esfuerzo para hacer un espacio para la lectura; una actividad que era mi día a día durante mis años en la escuela y que quiero retomar e incorporar nuevamente a mi vida. Así que si tienes la misma inconformidad que yo, espero esta nota te ayude a regresar al hábito de la lectura. Y sobre todo, ¡agradezco tu atención por llegar hasta el final!

Fuente de la información e imagen:  https://observatorio.tec.mx

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Emociones positivas y su rol en un entorno de aprendizaje

Por: José Alberto Herrera Bernal

 

Hace unos años, cuando finalicé mis estudios de posgrado tuve la oportunidad de presentar mi proyecto en un congreso internacional de educación, a través de una ponencia, con el apoyo y guía de mis asesores de tesis. Emociones de agradecimiento, alegría y amor es lo que recuerdo haber sentido ese día, por todas las personas que se vieron involucradas para construir ese momento en mi vida.

Además de poder compartir y difundir mi experiencia en un foro internacional, esta práctica me permitió visualizar hacia dónde dirigirme y encontrar mi propósito de vida. Ahora que soy asesor de mis tesistas, busco generar situaciones de aprendizaje memorables que puedan trasladarse a un contexto profesional y personal. En este artículo, te comparto consejos y estrategias para una formación emocionalmente positiva en el espacio de aprendizaje sin importar la disciplina que se imparte. El objetivo es que los estudiantes y los docentes disfruten el proceso de enseñanza aprendizaje.

Las emociones positivas como estados emocionales hacen que el individuo se sienta bien, genere apertura, conexión y sea creativo; logrando que sus pensamientos, acciones y perspectivas se amplíen para enfrentar de mejor manera el estrés, la adversidad y los desafíos de la vida (Fredrickson, 2001)En un entorno de aprendizaje las emociones positivas ayudan a crear un ambiente de aprendizaje positivo cuando se acompañan de estrategias didácticas y pedagógicas bien definidasLas emociones positivas generan disposición y apertura del estudiante aumentando su motivación y compromiso hacia el aprendizaje; Asimismo, disminuye el estrés y la ansiedad mejorando su salud y bienestar emocional. Por ello, propiciar un ambiente de aprendizaje donde los estudiantes experimenten emociones positivas les facilitará la adquisición de nuevos conocimientos y tendrán la oportunidad de vivir experiencias memorables.

Relación entre las emociones positivas y el aprendizaje

En un estudio realizado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología en Taiwán a 268 estudiantes de séptimo curso, se investigó sobre el efecto de las emociones positivas en el desarrollo de las capacidades lingüísticas relacionadas con el idioma inglés (listening, reading, writing) en dos grupos, uno de control y otro experimental. Se hizo una intervención enfocada en generar momentos de buen humor en el estudiante utilizando fun riddles o adivinanzas divertidas como recurso didáctico que duró seis semanas. Dentro de los resultados a destacar de esta intervención se encuentra el hecho de que, los estudiantes participantes en el grupo experimental manifestaron que les resultó útil y que aprendieron palabras nuevas haciendo uso de fun riddles para mejorar sus capacidades lingüísticas. Incluso, el estudio menciona que a algunos de los estudiantes les encantaba compartir las adivinanzas que habían aprendido en clase con sus familias y amigos. También se menciona que, desde la perspectiva del profesor, el ambiente en clase era bueno, los estudiantes se mostraban más alegres y esperaban con impaciencia las siguientes sesiones de clase. Así pues, el estudio concluyó que, al fomentar un entorno favorable al aprendizaje, los estudiantes incrementaron simultáneamente sus emociones positivas, su sentido del humor y su capacidad lingüística. Es decir, aprenden con mayor facilidad y tienen mayor empatía hacia el contenido presentado por el docente. Además, son capaces de manejar mejor sus emociones y el estrés que les pudiera generar el proceso de aprendizaje (Liao et al., 2023).

En otro estudio realizado en Alemania por el Ministerio Federal y de Investigación de este país (Bundesministerium Für Bildung und Forschung), se comparó el desempeño de los estudiantes que pertenecen a un contexto de aprendizaje dirigido por el profesor contra estudiantes que se encuentran en un contexto de aprendizaje autodirigido. Con los datos recogidos de los 828 adolescentes que participaron en el estudio a través de un análisis estadístico de ambos contextos se plantearon tres principales constructos relacionados con: 1) el logro de los objetivos, 2) las emociones positivas y 3) la autoeficacia. Cada uno de ellos estaban compuestos por indicadores específicos y medidos por medio de escalas de Likert. La comparación realizada reveló que los estudiantes bajo una modalidad de aprendizaje autodirigido presentan medias más altas en la relación logro de objetivos y emociones positivas, respecto a los estudiantes que se encuentran bajo la tutela del profesor. Es decir, aspiran a mejorar sus capacidades, perciben las oportunidades de aprendizaje como una oportunidad para su desarrollo continuo e interpretan los fracasos como una motivación para esforzarse más en su desarrollo. Así entonces, al fomentar un ambiente de aprendizaje positivo, se logra impactar de manera favorable en los procesos de aprendizaje de los estudiantes. Por otra parte, Schweder, Raufelder y Wulff (2022) afirman que el fomentar la autoeficacia y las emociones positivas en contextos de aprendizaje que trabajan con un enfoque hacia el logro de objetivos, es beneficioso para prevenir el declive motivacional del estudiante (Schweder et al., 2022).

Una experiencia adicional se presenta en el estudio realizado en el Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe, en México, donde se documenta la importancia de las emociones positivas en el ámbito educativo. En esta experiencia, se implementó la gamificación como estrategia didáctica para favorecer la motivación y el compromiso de los estudiantes para adquirir los conocimientos en el área de química en un contexto de aprendizaje a distancia durante la pandemia por COVID-19. Participaron 48 estudiantes del área de ingeniería, a los cuales se les aplicó un cuestionario con 25 reactivos, divididos en dos grandes categorías motivación y compromiso. Para identificar sus percepciones respecto a la estrategia didáctica y la adquisición de conocimientos de la disciplina antes mencionada. Asimismo, se aplicaron pruebas de conocimientos a los estudiantes antes y después del uso de la estrategia para determinar si se producían cambios en los resultados del aprendizaje. Encontraron que la gamificación aumentó la motivación y el compromiso de los estudiantes mejorando su disposición y actitud hacia la clase como fue mantener la cámara encendida durante las sesiones y su asistencia regular a la clase, incluso mejoraron sus calificaciones con una tasa final de aprobados de 76 %. Así entonces, este estudio muestra la utilidad de planificar estrategias que ayuden a mejorar la motivación y promuevan el interés de los estudiantes en un contexto de aprendizaje en línea (Chans y Portuguez, 2021).

Estrategias para generar emociones positivas en el aula

A continuación, te comparto dos sencillas estrategias que, de forma transversal a tu disciplina, puedes aplicar para ayudar a los estudiantes a identificar emociones positivas que pueden servir como motor para ser más receptivos a los aspectos disciplinares que les compartes durante tus sesiones.

Tu sonrisa. Solicita a tus estudiantes que busquen en su dispositivo móvil una fotografía que los haga sonreír, que los haga sentir emociones tales como alegría, amor, gratitud o esperanza. Una vez que han seleccionado la fotografía, pídeles que la observen por un minuto y que escriban de tres a cinco eventos que consideren favorecieron para que la foto que acaban de seleccionar exista y que, ahora que la vuelven a ver los haga sonreír. Regularmente los estudiantes seleccionan fotos de ellos con su familia, amigos o mascotas en algún momento significativo de sus vidas, haciendo alguna actividad que les gusta como la música, el deporte, el arte, un trabajo, o de lugares que visitaron. Esta estrategia es una adaptación del diseño original de la actividad propuesta en la Semana Tec llamada “Ikigai: construye tus sueños”, del Tec de Monterrey.

Posteriormente, pide a los estudiantes que suban la fotografía a un tablero digital como Padlet o Jamboard, que escriban su nombre en la publicación y que la acompañen de una frase de no más de ocho palabras que describa por qué esa foto los hace sonreír. También, puedes pedir a algunos de los estudiantes que compartan un poco de su foto con el grupo. Invítalos a que cada vez que se sientan estresados, preocupados y tal vez hasta molestos, pueden regresar a ese tablero digital y encontrar algo que seguramente los hará sonreír y así despejar su mente para continuar ocupándose (resolviendo) de aquello que los estresa, preocupa o molesta. Esta actividad la he utilizado para acercar a los estudiantes a conceptos y aspectos generales que rodean a las emociones positivas y la importancia que tienen para identificar y construir su propósito de vida. También se puede utilizar de manera transversal como actividad rompehielos, para iniciar la impartición de una unidad de formación o para ayudar a los estudiantes a prepararse emocionalmente para el cierre del ciclo académico, en el cual podrían estar por entrar a momentos de ansiedad y estrés.

Esculpiendo emociones positivas. Para realizar esta actividad se necesita plastilina (tipo Play-Doh). Pide a los estudiantes que moldeen un objeto que simbolice una de las emociones listadas abajo. Una vez realizada la figura con plastilina, invítalos a que describan, frente al grupo, cómo es que ese objeto representa la emoción que seleccionaron. Para finalizar, toma una foto de todos los objetos, crea un collage y compártelo en un espacio digital. Invítalos a comentar sobre cómo se ven las emociones positivas que genera el grupo.

Al igual que la estrategia anterior, puedes utilizarla como un elemento rompehielos dentro de tu secuencia didáctica ya sea para iniciar la impartición de tu unidad de formación o bien, en algún momento que necesites monitorear cómo llegan emocionalmente tus estudiantes a una sesión específica o periodo dentro de la unidad de formación. En lo que se refiere a la parte disciplinar, esta estrategia se puede utilizar para conocer y profundizar, de manera específica en cómo se definen y pueden entenderse las diez emociones positivas de Barbara Fredrickson y de ahí relacionarlas con otros elementos de la psicología positiva.

A continuación, el listado de las emociones con su descripción desarrollado por Fredrickson (2009) como marco de referencia para implementar tu actividad.

  1. Amor. El amor es una cosa esplendorosa, no se trata solo de un tipo de positividad, incluye aspectos como la alegría, gratitud, serenidad y el asombro.
  2. Alegría. Esta emoción se da cuando estás en un lugar conocido y seguro. Las cosas van bien, entonces tu cara se ilumina con una sonrisa y un brillo interno. Te dan ganas de absorberlo todo. Tienes ganas de echarte un clavado e involucrarte en todo lo que está a tu alrededor.
  3. Gratitud. La gratitud se da cuando apreciamos algo que nos ha llegado como un regalo digno de atesorar. La gratitud nos abre el corazón y trae consigo las ganas de dar algo de regreso, de hacer algo bueno por alguien, sin un sentido de estar pagando alguna deuda, es decir, nos hace dar de una manera libre y creativa.
  4. Interés. Aunque te sientes perfectamente seguro, algo nuevo o diferente te llama la atención y te llena de una sensación de posibilidad o misterio, en otras palabras, el interés es lo que te invita a explorar, a asimilar nuevas ideas, a querer aprender más.
  5. Esperanza. Aunque la positividad generalmente se da cuando te sientes seguro y satisfecho, la esperanza es una excepción. La esperanza entra en acción cuando las circunstancias son difíciles o cuando existe incertidumbre sobre cómo saldrán las cosas. La esperanza impide que nos desanimemos en momentos que existe la desesperación. Nos motiva a recurrir a nuestras propias capacidades e inventiva para darle un giro a las cosas e inspira a planear un futuro mejor.
  6. Orgullo. El orgullo es una de las llamadas emociones conscientes, porque con base en nuestras acciones, es que nos hacemos conscientes de nosotros mismos, es decir, sentimos orgullo cuando merecemos reconocimiento y vergüenza cuando merecemos ser culpados. El orgullo enciende sueños de hacer más y alcanzar nuevas metas; esta emoción motiva al logro.
  7. Asombro. Esta emoción se da cuando nos encontramos con lo bueno a gran escala. Realmente nos sentimos sobrecogidos por la grandeza. El asombro nos hace detenernos, se deshacen las barreras y nos sentimos parte de algo más grande que nosotros mismos, nos sentimos humildes y nos lleva a entender que somos parte de algo mucho mayor.
  8. Inspiración. Sentirte inspirado cautiva tu atención, te toca el corazón y te atrae, la inspiración no sólo nos hace sentir bien, nos hace querer expresar lo bueno y hacer el bien.
  9. Diversión. A veces pasa algo inesperado que simplemente te hace reír. La diversión trae el deseo incontenible de reírse y compartir nuestra jovialidad con los demás.
  10. Serenidad. Como la alegría, la serenidad surge cuando tu entorno es seguro y conocido, pero es mucho más tranquila. Es cuando puedes suspirar largamente porque tus circunstancias en ese momento son muy cómodas y están justamente bien.

Reflexión

Permite que las y los estudiantes entren en contacto con diversas emociones positivas dentro del espacio de aprendizaje, les dará la oportunidad de identificar fortalezas de carácter en ellos mismos, como la creatividad, la humildad, la autorregulación, la perseverancia, etc., además de ser detonantes para su bienestar físico, mental y social.

Las estrategias que comparto en este artículo las he implementado en unidades de formación como la Semana Tec que tiene por nombre Semana Tec “Ikigai: construye tus sueños”, también en bloques de educación general para la Escuela de Ingeniería y Ciencias, así como en cursos de capacitación con docentes. En términos generales, han sido bien recibidas por los participantes, ya que les permite reconectar con su interior y darse cuenta de que disfrutar lo que están haciendo, por pequeño, grande, sencillo o complejo que parezca, es una buena forma de aprovechar la experiencia. También, sirve para reconocer que las emociones positivas están en todos los momentos de la vida y ser consciente de ello, favorece la forma en la que enfrentamos el día a día y cómo transforman su experiencia de vida.

En el aspecto personal, estas prácticas me han permitido encontrar puntos de interés en común con los participantes en temas relacionados con la música, el deporte o posibles colaboraciones en proyectos profesionales; lo que ha favorecido en mi dinámica laboral y personal. A través de este artículo comparto con ustedes mi experiencia en temas relacionados con la psicología positiva y el aprendizaje, esperando les sea de utilidad y con ello poder aportar algo positivo a nuestros entornos de aprendizaje.

Acerca del autor

José Alberto Herrera (jalberto.herrera@tec.mx) es Líder en diseño de soluciones pedagógicas en la dirección de Innovación Educativa y Aprendizaje Digital del Tecnológico de Monterrey Campus Monterrey. Sus áreas de interés continuo son aprender y aportar al ámbito educativo.

Referencias

Barragán, R. y Morales, C. (2014). Psicología de las emociones positivas: generalidades y beneficios Enseñanza e Investigación en Psicología, vol. 19, núm. 1, pp. 103-118. Consejo Nacional para la Enseñanza en Investigación en Psicología A.C. Xalapa, México.

Chans, G. y Portuguez, M. (2021). Gamification as a Strategy to Increase Motivation and

Engagement in Higher Education Chemistry Students. Computers, 10, 132, https://doi.org/10.3390/computers10100132

Fredrickson, B. (2009). Positivity Las 10 emociones positivas. Lectura de trabajo Certificado Fundamentos de Psicología Positiva. Tecmilenio.

Fredrickson, B. (2001). The role of positive emotions in positive psychology. The broaden-and-build theory of positive emotions. American Psychologist, 56(3), 218-226.

Fredrickson, B. (1998). What good are positive emotions? Review of General Psychology, 2(3), 300-319. https://doi.org/10.1037/1089-2680.2.3.300

Liao, Y., Lee, M., Sung, Y., y Chen, H. (2023). The Effects of Humor Intervention on Teenagers’ Sense of Humor, Positive Emotions, and Learning Ability: A Positive

Psychological Perspective. Journal of Happiness Studies, 24, 1463–1481 https://doi.org/10.1007/s10902-023-00654-2

Pherez, G., Vargas, S., y Jerez, J. (2018). Neuroaprendizaje, una propuesta educativa: herramientas para mejorar la praxis del docente.Civilizar Ciencias Sociales y Humanas, 18(34), 149-166. https://doi.org/10.22518/usergioa/jour/ccsh/2018.1/a10

Seligman, M. (2011). Flourish. Simon & Schuster, Inc.

Schweder, S., Raufelder, D., y Wulff, T. (2022). Adolescents’ goals, self-efficacy, and positive emotions – how important is the learning context? International Journal of School & Educational Psychology, 10(1), 1-17. https://doi.org/10.1080/21683603.2020.1791771


Edición

Edición por Rubí Román (rubi.roman@tec.mx) – Editora de los artículos Edu bits y productora de los Webinars del Observatorio- «Aprendizajes que inspiran» – Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación del Tec de Monterrey.


Comité revisor

Leonardo Glasserman
Revisado: 17 de mayo de 2023
Enviado: 4 de abril 2023
Fecha de publicación: 23 de mayo 2023

Fuente de la información e imagen: https://observatorio.tec.mx

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¿Qué es tiflotecnología y cómo contribuye a la inclusión educativa?

Por: Nohemí Vilchis

 

Estas herramientas tecnológicas acercan a personas con ceguera o deficiencia visual a la educación de calidad, conoce cómo lo logran.

 

En ocasiones anteriores hemos hablado sobre cómo la tecnología ha sido un recurso relevante para lograr la inclusión educativa. Las propiedades de la tecnología apoyan en la integración de distintos estilos de aprendizaje en el aula, resuelven ciertas necesidades u optimizan procesos de evaluación; sin embargo estos estándares no siempre se adaptan y representan una barrera para personas con discapacidad.

La tiflotecnología surge para ayudar a personas con ceguera o deficiencias visuales a acceder a tecnologías electrónicas de información y comunicación con el fin de facilitar su independencia y autonomía personal.

Desde 2008, la Real Academia Española incorporó el término tiflotecnología al diccionario, “tiflo” proviene del griego tiflus que significa ciego. Varios investigadores la definen como un conjunto de métodos, conocimientos y medios dirigidos a proporcionar al colectivo de personas con ceguera y baja visión los recursos necesarios para el uso de la tecnología. La tiflotecnología permite que las personas puedan tener acceso a distintos ámbitos cotidianos, donde es posible interactuar y aprender.

Para evitar la segregación de personas con ceguera o deficiencia visual, la tiflotecnología existe en dos formatos: la tiflotecnología específica que incluye los dispositivos tecnológicos creados para el uso exclusivo de personas con discapacidad visual y la adaptada, que involucran el ajuste de un hardware y software con el objetivo de que personas con deficiencias visuales parciales o completas puedan usar un equipo estándar.

Los inicios de la tiflotecnología

Paola Pérez, tiflotecnóloga y analista programadora, explica que los inicios de la tiflotecnología pueden remontarse al primer prototipo de la máquina parlante de Wolfgang von Kempeken en 1791 o al Rafígrafo de Fouçault en 1841 para la comunicación entre personas invidentes. Por supuesto, con la influencia del sistema de lectura y escritura Braille, creada por Louis Braille en 1825.

Pérez expresa que al llegar la electricidad, las máquinas parlantes se transformaron en sintetizadores de voz. En 1939, el estadounidense Homer Dudley creó Voder, dando el primer paso a los sintetizadores actuales. Adicionalmente, en los cincuentas Frank Cooper logró la síntesis de voz por medio de un ordenador.

La profesora Caridad Hernández Pérez señala que el interés de educar a las personas con discapacidad visual se remonta a antes del siglo XVIII, que fue cuando se instauró la primera escuela para niñas, niños y adolescentes con ceguera en Francia. A partir de este hecho, dan inicio los primeros pasos hacia el desarrollo de la pedagogía especial para personas ciegas o tiflopedagogía.

Funcionalidades y ejemplos

Con el propósito de dotar a las tecnologías con accesibilidad para personas con discapacidad, se crearon y transformaron herramientas como: los sintetizadores de voz, lectores de pantalla, lectores ópticos de caracteres, teclado en Braille, magnificadores de texto e imagen, escáner parlante, entre otras soluciones.

Silvia Patricia Aquino Zúñiga, Verónica García Martínez y Manuel Jesús Izquierdo Sandoval, profesores-investigadores de la División Académica de Educación y Artes de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, indican que existen aditamentos que permiten las adaptaciones de materiales didácticos para la enseñanza, por ejemplo:

  • Los sistemas parlantes son dispositivos de apoyo de lectoescritura que favorecen la conversión de texto en voz y viceversa, el software lee en voz alta los escritos digitalizados en varios idiomas. Los programas apoyan en leer documentos, redactarlos por medio de dictado y brindan la posibilidad de navegar en internet, leer correos e interactuar en redes sociales. Algunos lectores de pantalla son: JAWS (Job Access With Speech), NVDA (NonVisual Desktop Access) Orca.
  • Los sistemas de grabación de audio incorporan dispositivos digitales que registran el sonido, creando archivos que son transferibles y descargables.
  • Los sistemas periféricos para ordenadores, como algunos teclados, tienen comandos especiales que la persona debe aprenderse. En el caso de Rivo, es un producto de apoyo que permite manejar teléfonos inteligentes con el uso del teclado. Existen otros sistemas como impresoras que pasan el texto a escritura de relieve.
  • Los sistemas ópticos sirven para quienes tienen baja visión, es decir personas que tienen un campo visual reducido pero logran ver parcialmente. Estos recursos los integran los amplificadores de pantalla y configuraciones de contraste (como Relumino) a fin de mejorar la visibilidad de distintos textos e imágenes. Los magnificadores resaltan la zona con una especie de lupa, como el SuperNova Magnifier 12.

Pilar Zamora López y Cristina Marín Perabá autoras del estudio “Tiflotecnologías para el alumnado con discapacidad visual”, describen que los recursos tiflotecnológicos se utilizan por parte de personas con discapacidad visual con la finalidad alcanzar una inclusión personal y como una alternativa que mejore su estilo de vida. Igualmente, definen que estas  herramientas se categorizan en cinco subgrupos:

  1. Audiodescripción: las personas con ceguera o visión reducida pueden contemplar una película con apoyo de un narrador que describe lo que sucede en el  video. La aplicación AudescMobile actualmente se encuentra disponible para dispositivos con sistema operativo Android.
  2. Material en relieve y de Braille: el Braille es el alfabeto que comúnmente utilizan las personas con discapacidad visual para leer o escribir, no obstante existen métodos de relieve con ayuda de reglas o ruedas dentadas para dibujar o trazar imágenes.
  3. Materiales tiflotecnos para juegos y deportes: consisten en actividades de ocio hechas o adaptadas a personas con deficiencias visuales, como jugar ajedrez con diferentes relieves entre las casillas blancas o negras o jugar goalball (deporte paralímpico donde se identifica la trayectoria de la pelota de manera auditiva).
  4. Material de vida diaria: es un apoyo que contribuye a la autonomía personal, por ejemplo un bastón para la movilidad en el entorno. Otro ejemplo sería la marca Eone, la cual crea relojes funcionales que no tienen fragilidad táctil ni son intrusivos.
  5. Altatecnología: tiene que ver con materiales que son últiles para el trabajo o la lectura, como una telelupa que amplía un documento o una máquina que lee información escrita en tinta.

Las autoras mencionan que actualmente los dispositivos móviles y los ordenadores permiten que las personas con ceguera o deficiencias visuales realicen y conozcan la misma información que las personas normovisuales. A través de aplicaciones en smartphones, los datos sonoros se obtienen mediante sintetizadores de voz. Además, estos teléfonos cuentan con funciones internas preestablecidas que sirven de apoyo como descripciones de audio, zoom, lectura de pantalla en voz alta, comandos de voz, entre otras utilidades.

Hacia una educación incluyente

La tiflotecnología ha representado un gran avance en la inclusión de las personas con ceguera y visión reducida en la sociedad, cerrando brechas de acceso a la información. Estos recursos logran integrarse al aula y a diversos ámbitos de una misma persona. En el contexto educativo, Zamora López y Marín Perabá sugieren que el profesorado debe actualizarse constantemente a fin de ofrecer una enseñanza de calidad para todo el estudiantado por igual.

La tecnología promueve el fácil acceso a procesos de aprendizaje, reduce obstáculos y garantiza la evolución de procesos incluyentes, establecen las autoras. Emplear tiflotecnologías en el ámbito escolar no se basa solamente en introducir y adoptar estos elementos, sino que resultan valiosos cuando son acompañados por un diseño didáctico y recursos formativos donde las aplicaciones son pensadas para un práctico acceso al conocimiento.

Además, es necesario precisar las diferencias entre personas con ceguera y personas con dificultades visuales con el propósito de atender de manera adecuada las necesidades del alumnado. Zamora López y Marín Perabá aclaran que la discapacidad visual puede presentarse en cualquier persona sin importar su edad, para ciertas tiene que ver con su nacimiento, otras por un accidente o incluso por el envejecimiento.

Existen diferentes tipos de deficiencias visuales que afectan distintos niveles o grados de visión. La baja visión contempla una restricción que limita las funciones del ojo, esta puede implicar una deficiencia leve hasta la ceguera total. Aunque cualquier grado de dificultad visual tiene una influencia en la vida cotidiana de una persona, las afectaciones son distintas. Anteriormente, se consideraba como una persona invidente a un individuo con visión reducida en el campo educativo, lo que cierra ciertas oportunidades.

Ely García, representante de América Latina para la empresa Sunu, creadora de la pulsera con radar Sunu Band, dice en su blog que la discapacidad visual afecta la percepción de las imágenes en su totalidad o en parte. Las personas entonces descubren el mundo a través de sensaciones, olores, sabores, sonido, el tacto o quizás imágenes segmentadas. La tiflotecnología favorece el desarrollo académico, laboral y social de las personas.

En otra serie de entradas de blog, Ely García comparte distintas opciones para facilitar el uso de las redes sociales a personas con debilidad visual mediante la habilitación de cierta configuración dentro de las aplicaciones. En el caso de Instagram, recomienda actualizar preferencias como la función de Zoom para hacer más grandes los textos e imágenes o generar descripciones automáticas.

Un estudio sobre tiflotecnología e inclusión en Ecuador realizado por Carlota María Bayas Jaramillo de la Universidad César Vallejo, encontró una relación significativa entre la tiflotecnología, el respeto por las diferencias y confianza en las capacidades de las personas y la equidad en la enseñanza. Tras conducir la investigación se emitieron algunas recomendaciones como que el personal directivo en las universidades debe adoptar programas que fortalezcan el uso de tiflotecnología por medio de estrategias que incluyan al alumnado. También se aconseja que los docentes promuevan talleres de intercambio de experiencias de aprendizaje con recursos tiflotecnológicos y prácticas exitosas.

La tiflotecnología brinda instrumentos para tomar en cuenta las necesidades de personas con ceguera o limitantes visuales y dar una respuesta a sus desafíos diarios. De esta manera las personas tienen acceso al mismo conocimiento, información o gustos, poniendo al alcance de todas y todos las mismas oportunidades. ¿Qué prácticas cambiarías de tu plan de formación? ¿Qué herramientas ayudarían a potenciar tu método de enseñanza?

Fuente de la información e imagen: https://observatorio.tec.mx

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Más allá del plagio: las otras grandes amenazas de las IA generativas

Por:  Karina Fuerte

Olvídate del plagio, conoce otras amenazas del uso de ChatGPT y otras IA generativas que son mucho más significativas y tendrán un impacto en el futuro de la educación.

Esta semana leí dos reflexiones muy interesantes sobre el uso de ChatGPT y otras inteligencias artificiales (IA) generativas en el aula. La primera es de Hong Yang, publicada en Nature. En este artículo, Yang explica por qué decidió empezar a usar las IA generativas y los grandes modelos de lenguaje (LLM por sus siglas en inglés) en sus clases y explica por qué las universidades deben incluirlas en sus programas de estudio. “Mis estudiantes pronto se graduarán y empezarán a trabajar, y sus empleadores podrían pedirles que trabajen con modelos de inteligencia artificial. Si no saben cómo usarlos correctamente, podría frenarlos. No podemos evitar que los estudiantes usen calculadoras o Internet, y no podremos evitar que usen ChatGPT. Es mejor entender la herramienta y tratar de integrarla en la enseñanza”, escribe Yang, profesor de ciencias ambientales y copresidente de la red Black, Asian and Minority Ethnic de la Universidad de Reading, Reino Unido.

La segunda lectura, escrita por Collin Bjork y publicada en The Conversation, exhorta a las escuelas y universidades a no entrar en pánico por la llegada de las AI generativas, particularmente en el ámbito del plagio académico, en su lugar, nos invita a pensar en otras amenazas mucho más significativas que pueden afectar otros temas como la equidad en la educación. “En lugar de preocuparse demasiado por el plagio, los educadores se beneficiarían de prepararse para otras desigualdades de la IA, las cuales se muestran en la última versión de OpenAI: GPT-4”, advierte Bjork, profesor titular en la Universidad de Massey.

Ambos artículos tocan puntos muy importantes, aunque con enfoques diferentes. Por un lado, Yang se centra en el porqué es esencial cambiar los métodos de evaluación tradicionales de manera que los estudiantes (y los docentes) aprendan a usar estas herramientas como apoyo para sus proyectos. En su caso, pidió a los estudiantes que además de escribir ensayos, den una presentación oral de 10 minutos para compartir sus hallazgos. “Este enfoque no solo reduce las posibilidades de plagio, sino que también hace que el proceso de evaluación sea más interactivo y atractivo”, señala el profesor.

Por su parte, Collin Bjork explica que la cuarta versión de ChatGPT, aunque es más segura y precisa, ahora tiene un costo de US$20 al mes. Si bien este puede ser un precio insignificante para muchas personas (sobre todo por lo que puede ofrecer), para muchas otras personas pagar veinte dólares al mes solo para usar esta herramienta es impensable. Abriendo así una brecha digital significativa que apenas está iniciando, pues con el tiempo esta brecha podría ampliarse cada vez más. “Esta brecha digital coloca a los estudiantes y las instituciones educativas en dos bandos. Aquellos con suficientes recursos para disfrutar de los beneficios de las herramientas de IA. Y aquellos sin la misma flexibilidad financiera que se quedan atrás”, señala Bjork.

Ambos autores coinciden en que las IA generativas pueden tener un impacto negativo en áreas como la diversidad y la inclusión de las instituciones educativas. Yang da el ejemplo de cómo pidió a ChatGPT que le diera una lista de libros sobre cambio climático y sus autores, especificándole a la IA que la lista de libros se la diera «independientemente de la raza y el idioma». El resultado fue decepcionante, pues todas las lecturas recomendadas de ChatGPT habían sido escritas en inglés, “nueve de los diez autores eran blancos y nueve de los diez autores eran hombres”, señaló Yang por lo que advierte a los lectores que “el uso de información de libros y sitios web antiguos para capacitar a los LLM puede conducir a representaciones sesgadas e inexactas de las perspectivas de las personas en comunidades marginadas, al tiempo que amplifica las voces de quienes están en posiciones de poder”.

En la misma línea, Collin Bjork advierte que las IA pueden perpetuar el dominio global del inglés a expensas de otros idiomas, “especialmente los idiomas orales e indígenas”. Este es un tema al que como comunidad educativa debemos prestar mucha atención ahora y en los próximos años, ya que los grandes modelos de lenguaje (LLM) aprenden de conjuntos de datos en línea con poco contenido indígena y una cantidad abrumadora de contenido en inglés. “Estas amenazas son importantes porque las herramientas de inteligencia artificial pronto se incorporarán a Microsoft Office, los motores de búsqueda y otras plataformas de aprendizaje”, advierte Bjork.

Ambas reflexiones me parecieron muy interesantes y refrescantes, ya que no se concentraban en el plagio como única amenaza y punto crítico del uso de inteligencias artificiales generativas como ChatGPT. En lo personal, me preocupa que el uso de estas herramientas perpetúe el statu quo y el dominio de los grupos de poder, minimizando todavía más las voces de las minorías y de los grupos históricamente oprimidos.

Me gustaría conocer su punto de vista sobre estas problemáticas. ¿Habías pensado en estas otras amenazas de las IA? Más allá del plagio, ¿qué otras desventajas destacas del uso de estas herramientas?

Por último, si quieres continuar con la conversación sobre este tema, te invito a unirte al Diálogo: “El impacto del ChatGPT y las IA generativas en la educación superior”, que se llevará a cabo este martes 18 de abril a las 9:00 a.m., hora central de México (GMT-6) a través de Facebook Live. En esta edición de Diálogos, expertos del Tec de Monterrey, la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) hablarán sobre los aspectos positivos y los retos que conlleva la utilización estas herramientas.

Hasta la próxima semana.

Karina Fuerte
*Editora en jefe, Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación

Fuente de la información e imagen: https://observatorio.tec.mx

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ChatGPT y la educación del futuro: cómo la inteligencia artificial está transformando la enseñanza

Por: Karina Fuerte

 

Todo el mundo está hablando de las repercusiones del uso de ChatGPT en el aula pero, la realidad es que esta tecnología tiene el potencial de obligarnos a replantear completamente cómo aprendemos y evaluamos el aprendizaje.

 

Los recientes avances en el procesamiento del lenguaje natural (NLP por sus siglas en inglés), el aprendizaje automático y la inteligencia artificial (IA) han llevado al desarrollo de ChatGPT, un modelo de procesamiento de lenguaje natural desarrollado por OpenAI. Esta herramienta, de la que tanto se está hablando actualmente, es una red neuronal entrenada con grandes cantidades de texto para generar respuestas coherentes y naturales a preguntas y comandos de texto. Puede ser utilizado para diversas tareas, como la creación de diálogos automatizados, la generación de contenido automático y la mejora de la comprensión del lenguaje natural.

Si bien esta tecnología tiene el potencial de revolucionar la forma en que nos comunicamos e interactuamos con las máquinas, también plantea algunas amenazas y oportunidades para el futuro de la educación, el papel de los docentes y la evaluación del aprendizaje.

Una de las oportunidades más significativas que ChatGPT brinda a la educación es el potencial de revolucionar la forma en que enseñamos y aprendemos idiomas. Con su capacidad para comprender y responder a entradas de lenguaje natural, ChatGPT se puede utilizar para crear herramientas interactivas de aprendizaje de idiomas que pueden ayudar a los estudiantes a mejorar sus habilidades lingüísticas de una manera más atractiva y personalizada. Por ejemplo, ChatGPT se puede usar para crear tutores de idiomas virtuales que pueden proporcionar a los estudiantes comentarios en tiempo real y lecciones personalizadas en función de su nivel de dominio del idioma y estilo de aprendizaje. Esto podría ser especialmente beneficioso para aquellos estudiantes a quienes se les dificultan los métodos tradicionales de aprendizaje de idiomas o para aquellas personas que por falta de ingresos no pueden acceder a tutores de idiomas.

Otra oportunidad que ChatGPT brinda a la educación es el potencial para mejorar la forma en que evaluamos el aprendizaje de los estudiantes. Con su capacidad para comprender y responder preguntas, ChatGPT se puede utilizar para crear herramientas de evaluación automatizadas más precisas y confiables. Por ejemplo, se puede usar para crear evaluaciones de redacción automatizadas que pueden proporcionar a los estudiantes comentarios en tiempo real sobre sus habilidades de escritura y ayudarlos a identificar áreas en las que necesitan mejorar.

Sin embargo, también existen varias amenazas potenciales que deben tenerse en cuenta al pensar en el futuro de la educación y la evaluación del aprendizaje con herramientas de IA como ChatGPT. Una de las mayores preocupaciones es que los estudiantes hagan trampa en sus tareas y exámenes. Con la capacidad de generar respuestas similares a las humanas, los estudiantes pueden usar ChatGPT para completar evaluaciones y tareas sin comprender realmente el material. Otra de las grandes amenazas más importantes es la posibilidad de que esta tecnología reemplace a los docentes y los vuelva obsoletos. Con su capacidad para comprender y responder a entradas de lenguaje natural, ChatGPT se puede usar para crear “maestros virtuales” que pueden brindar a los estudiantes instrucción y asistencia personalizada. Esto podría socavar en gran medida la integridad del sistema educativo y conducir a una devaluación de los títulos y certificaciones.

Otra preocupación de la comunidad educativa es el potencial de sesgo y discriminación. Dado que ChatGPT se entrena con grandes cantidades de datos, es posible que sin darse cuenta recoja y reproduzca sesgos y estereotipos sociales. Esto podría conducir a evaluaciones y comentarios injustos y discriminatorios para ciertos grupos de estudiantes. Es crucial que se tomen medidas para garantizar que ChatGPT esté capacitado en conjuntos de datos diversos e inclusivos para minimizar estos posibles sesgos.

Además, existe el riesgo de que ChatGPT pueda conducir a una pérdida de interacción humana y personalización en el proceso de aprendizaje. Con la capacidad de automatizar evaluaciones, retroalimentación y comentarios, existe el riesgo de que tanto educadores como estudiantes dependan demasiado de la tecnología y pierdan las conexiones e interacciones personales que son cruciales para un aprendizaje efectivo. Por ello, es importante que el uso de herramientas como ChatGPT se utilicen únicamente como soporte en ciertas actividades de aprendizaje, no como reemplazo de la labor docente.

En conclusión, ChatGPT tiene el potencial de mejorar en gran medida la forma en que pensamos sobre la educación y la evaluación del aprendizaje, pero es importante que consideremos las posibles amenazas y oportunidades que presenta. Tomando las medidas pertinentes para garantizar que este tipo de herramientas se usen de manera responsable e inclusiva, podemos aprovechar el poder de esta tecnología para crear experiencias de aprendizaje personalizadas y efectivas para estudiantes y docentes, al tiempo que minimizamos el potencial de plagio, prejuicios y discriminación. Es importante que abordemos la implementación de ChatGPT con cautela y mirada crítica, para minimizar cualquier impacto negativo que pueda tener en el futuro de la educación.

¿Cómo ves el uso de ChatGPT en el aula? ¿Has utilizado esta herramienta? ¿Crees que la IA cambiará la forma en que evaluamos el aprendizaje y el progreso de los estudiantes? ¿Cómo cree que estas tecnologías afectarán el papel del docente en el futuro? ¿Qué consideraciones éticas deben tenerse en cuenta al utilizar inteligencia artificial en la educación?

 

Hasta la próxima semana

Karina Fuerte
Editora en jefe, Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación

 

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¿Este texto fue creado utilizando ChatGPT?

 

La próxima semana les comparto los resultados de la encuesta.

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Cómo cuidar la salud mental del estudiantado con tecnología

Por: Nohemí Vilchis

La tecnología educativa ofrece recursos para atender la salud mental dentro del aula, los docentes pueden ayudar a identificar emociones, gestionarlas y priorizar el bienestar.

Mientras la educación se concentra en poner al centro a los estudiantes, el enfoque en su bienestar se agudiza. Cada estudiante lidia con diferentes escenarios personales como problemas familiares, dificultades económicas, sentimientos de aislamiento, presión social, ansiedad o estrés por el estudio. En ocasiones, son los docentes quienes ayudan a sus estudiantes a expresar sus emociones más complejas creando un ambiente de seguridad, a fin de que puedan procesarlas y entenderlas. La tecnología educativa puede abrir espacios que faciliten estos avances para que los estudiantes continúen aprendiendo sin restarle importancia a su salud.

El aprendizaje socioemocional (SEL, por sus siglas en inglés) consiste en orientar al estudiantado aplicando un conjunto de habilidades sociales, emocionales, actitudes y comportamientos con la meta de tener éxito en su formación. Este proceso desarrolla competencias de autoconocimiento vitales para su trayectoria de vida. Cada estudiante responde de manera única en un ambiente de enseñanza, por lo que comprender el estado de cada uno permite construir relaciones interpersonales más sólidas. Una forma de incorporar el SEL dentro del aula es recurrir a recursos tecnológicos educativos para el aprendizaje.

¿Qué apoyo brinda la tecnología educativa?

El Banco Mundial declara que la EdTech (del inglés educational technology) o tecnología educativa, enriquece la enseñanza al mejorar la gestión y entrega de la educación, además tiene la capacidad de crear nuevas conexiones humanas entre el profesorado, estudiantado, tutores y comunidades. Las iniciativas que utilicen tecnología educativa deben contar con cinco principios que maximizan la participación: tener un propósito claro y objetivos, llegar a todo el estudiantado, empoderar a docentes, involucrar un sistema de socios y usar datos para consolidar estrategias, políticas y programas efectivamente.

Por lo general, para cuidar la salud mental, las instituciones educativas optarán por contratar un paquete SEL. Sin embargo, antes que nada es necesario asegurarse de identificar las necesidades de sus estudiantes. La maestra Alice Domínguez, de la escuela secundaria católica Mater Dei en Chula Vista, California, expone el ejemplo de sus estudiantes al comentar que adquirir estos recursos generaron mayor agobio por cumplir con lo estipulado, cuando primero era esencial abordar las conversaciones importantes, aquellas que alivian un poco la carga y ejercicios que ayudan a lidiar con ella. La profesora invita a valorar primero qué funciona para cada plan de estudios y sobre todo para los estudiantes que se forman con él. A veces sólo se necesitan tomar metodologías que respondan a la particularidad de cada caso.

Para quienes detecten que su currícula sí debe incorporar el uso de ciertas aplicaciones en específico, existen varias opciones hoy en día en el mercado.

¿Qué se está haciendo en Latinoamérica?

Algunas de las opciones de EdTech que cuidan de la salud mental de estudiantes en América Latina pueden utilizarse a través de la descarga de aplicaciones o dentro de sitios web. Actualmente se han creado herramientas que incluyen:

  • La aplicación móvil Cuida tu ánimo, fue desarrollada en Chile con la intención de fomentar el acceso a herramientas para la prevención e intervención oportuna de depresión y riesgo de suicidio en estudiantes de 15 a 29 años, tras los efectos de la pandemia. La iniciativa es liderada por la doctora Vania Martínez, directora del Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes, Imhay. El acceso es gratuito, mediante un cuestionario se evalúan los síntomas del usuario, con base en sus respuestas se le dirige a un programa diseñado para lidiar con su sintomatología.

  • La aplicación web YOLO, derivado de Yóllotl que significa corazón en nahuátl, fue creada por el Departamento de Psiquiatría y Salud Mental (DPSM) y el Departamento de Informática Biomédica (DIB) de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Este asistente emocional virtual ayuda a determinar sintomatología depresiva y ansiosa, o a estudiantes en una situación de riesgo, otorga psicoeducación de salud mental y brinda estrategias para regular las emociones. A través de seis módulos, la comunidad estudiantil de seis licenciaturas de pregrado y de las especializaciones médicas del posgrado de la institución podrán atender su salud mental.

  • La aplicación móvil multiplataforma Cuidándome, de la Universidad en Talca, Chile, permite a las personas aprender a manejar sus estados de ánimo, mediante prácticas y ejercicios, así como realizar una evaluación de sus malestares con un cuestionario. La plataforma está diseñada sobre todo para la población con algunos síntomas de tipo depresivo o ansioso pero que sin el diagnóstico no tienen cobertura, de esta manera, podrán gestionar lo que les sucede, sin intensificar los síntomas o desencadenar una patología de salud mental.

  • La aplicación móvil con inteligencia artificial Human Place, desarrollada por investigadores de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM) de Chile, educa, monitorea y ayuda a reflexionar sobre hábitos que influyen en la calidad de vida de las personas. La plataforma de autoconocimiento está creada para su uso en la mañana y en la noche, con prácticas de meditación y planificación que calman la mente de forma matutina y promueven la gratitud y el sueño reparador de manera nocturna. El asistente cognitivo puede sugerir alternativas a fin de que las personas reciban ayuda y/o decidan tratarse con el personal de salud que le corresponda.

  • La aplicación móvil SoyBienestar, del Departamento de Psicología de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México (IBERO), permite a los usuarios autogestionar y mejorar su salud mental. Al preguntar sobre el estado de ánimo, fijar objetivos y ayudar con las emociones diarias, la app brinda rutas estratégicas hacia el bienestar emocional. La doctora Angélica Ojeda García, responsable del proyecto, indicó que es un recurso para que las personas reaprendan y busquen modificar algunos hábitos de forma consciente.

  • La aplicación VS Beat Your Thoughts, fue creada por cuatro estudiantes de Prepa Tec Ciudad de México. La plataforma enfocada al cuidado de la salud mental, específicamente para depresión y ansiedad, presenta una guía avalada por profesionales, con ejercicios que conducen a la calma o en su caso cuenta con el contacto para localizar a un especialista para el manejo de crisis.

La investigación “Aplicaciones móviles en salud mental: percepción y perspectivas en Argentina” arrojó que la población del país estaría dispuesta a incorporar nuevas tecnologías a los tratamientos psicoterapéuticos. Además se concluyó que estos recursos podrían servir como una opción accesible en distintos lugares geográficos, incluso de menor nivel educativo o ser útiles en centros de salud.

¿Qué pueden hacer las instituciones educativas?

Existen distintas formas en que las escuelas y profesores pueden apoyar a los estudiantes y fomentar el cuidado de la salud mental, algunas estrategias incluyen diseñar un programa de estudios que incorpore el tema de manera multidisciplinaria e incluyente. La psicoeducación consta de difundir información sobre estilos de vida saludables, reacciones emocionales y signos de alarma, y es relevante para que el alumnado conozca y afronte sus emociones. También se recomienda el apoyo por medio de grupos o pares como estrategia que no sólo involucre el ámbito académico, sino que impulse un respaldo de quien pueda poner atención a otros síntomas. Sensibilizar y evitar caer en la estigmatización dentro del aula contribuye a promover la empatía.

Los recursos implementados con mayor frecuencia a raíz de la pandemia como las líneas de atención psicológica, asistencia para emergencias y la ayuda presencial, son indispensables. Igualmente, es importante utilizar plataformas que tengan controles de bienestar en línea.

Las instituciones educativas que muestran un enfoque en el bienestar estimulan la motivación y autoconfianza de los estudiantes, generan un sentido de pertenencia y alientan el nivel de compromiso, incluso aumenta el índice de rendimiento académico, retención y las tasas de graduación.

Entonces es necesario priorizar la salud mental y descubrir qué herramientas van de acuerdo con el estudiantado y aportan un valor agregado a sus vidas. Por supuesto tomando en cuenta que las aplicaciones seleccionadas tengan una protección adecuada de datos personales, con el despliegue de información sobre cómo pueden llegar a disponer las compañías de los datos y el consentimiento necesario de los usuarios. La diversidad de opciones disponibles y su versatilidad de uso, así como el nacimiento de nuevos instrumentos y metodologías, proporcionará espacios más conscientes y enfoques más humanos. ¿Qué tecnologías educativas utilizas para inspirar el cuidado de la salud mental en tus estudiantes?

Fuente de la información e imagen: https://observatorio.tec.mx
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¿La tecnología educativa perjudica los derechos digitales del estudiantado?

Por: Nohemí Vilchis

Distintas plataformas han vulnerado los datos personales de estudiantes al recolectarlos, monitorearlos y almacenarlos para compartirlos a empresas tecnológicas con fines publicitarios. ¿Quiénes están involucrados y cómo se puede cuidar esta información?

Es conocido que la tecnología dentro de la educación ha abierto nuevos panoramas y ha optimizado procesos dentro de las aulas. El aprendizaje se ha conjugado con aplicaciones para facilitar la enseñanza en distintos entornos académicos y contextos sociales. Pero ¿qué pasa cuando su uso contribuye a esas mejoras mientras que se ve vulnerada la información personal de los usuarios?

Por lo general, son las instituciones educativas quienes definen la tecnología educativa o EdTech (del inglés Educational Technology) con la que se acompañará el programa de estudios. Sin embargo, son los estudiantes de distintos niveles de formación quienes brindan sus datos personales para utilizar estas herramientas.

Un reporte emitido por la organización Human Rights Watch (HRW) reveló que aplicaciones y sitios EdTech utilizados por estudiantes recolectaban, monitoreaban y rastreaban información personal de niños en distintos países, violando sus derechos digitales. El estudio analizó 163 herramientas de tecnología educativa incorporadas por 49 países durante los meses de marzo a agosto de 2021. Desde Argentina hasta Rusia, estos territorios adoptaron el aprendizaje en línea como un componente de sus planes nacionales en la pandemia durante el cierre de las escuelas.

Según el informe, 89 % de los productos EdTech ponían en riesgo los derechos de los niños al recopilar datos sin su consentimiento o el de sus madres, padres o tutores, además vigilaban qué hacían en el salón de clases, quiénes eran sus familiares y amigos, así como qué dispositivos podrían pagar sus familias. Como demuestra el reporte, algunas compañías comercializan los perfiles de los infantes al ponerlos a disposición de corporaciones tecnológicas con fines publicitarios (AdTech, del inglés Advertising Technology).

El reporte mostró que 145 recursos de tecnología educativa brindaban acceso a 199 empresas de terceros, en su mayoría AdTechs, a los datos de estudiantes. Gran parte de las plataformas de aprendizaje en línea pudieron haber permitido que los algoritmos de estas compañías logren analizar información que exhiba las características e intereses personales de niñas y niños. De esta manera, podrían predecir el siguiente paso de los usuarios y descubrir cómo se ven influenciados.

Entre los hallazgos se detectó que algunos recursos tecnológicos se dirigieron a los estudiantes con publicidad conductual por medio de datos extraídos de sus entornos educativos para personalizarles contenido y anuncios, con esto los guiaron por el internet. Las empresas distorsionaron la experiencia en línea de los infantes e intentaron influir en sus opiniones y creencias en un momento donde corren un alto riesgo de interferencia manipuladora. Lo anterior, a raíz de que con el cierre de las escuelas se requirió al estudiantado usar estos productos, y los niños cuyas familias lograron pagar el acceso a internet y a dispositivos electrónicos estuvieron expuestos a prácticas que perjudicaban la privacidad en estas aplicaciones.

La mayoría de las empresas de tecnología educativa no divulgaron sus prácticas de vigilancia de datos, ya que, del total de productos sólo 35 establecían en sus políticas de privacidad que la información de sus usuarios se utilizaba para publicidad conductual. Asimismo, 23 productos se desarrollaron pensando en los menores de edad como principales usuarios.

Ante esto, HRW estableció que de acuerdo con los principios de protección de datos de las infancias y las responsabilidades de derechos humanos de las corporaciones como se describe en los Principios Rectores sobre las Empresas y los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, las empresas de EdTech y AdTech no deben recopilar ni procesar datos de infantes para publicidad. Es necesario que las compañías realicen un inventario de los datos coleccionados durante la pandemia para percatarse de no procesar, compartir o utilizarlos. Deben trabajar junto a los gobiernos para eliminar de inmediato la información recibida.

¿En quién recae la responsabilidad?

Aunque existe responsabilidad por parte de todos los involucrados, es un compromiso de quien toma las decisiones tecnológicas. Un artículo de The Conversation explica que son las escuelas las que determinan las tecnologías digitales a utilizar por los estudiantes, quienes no tienen genuinamente opción para elegir usar las aplicaciones o sitios web que han sido seleccionados por las instituciones o departamentos de educación. Por ende, no están capacitados para tomar decisiones informadas sobre su aprendizaje en línea.

El estudio conducido por Human Rights Watch señaló que siete países (Australia, Brasil, Canadá, Alemania, India, España y Estados Unidos) delegan la toma de decisiones a las autoridades educativas a nivel estatal o regional. A lo largo de la pandemia, estas resoluciones incluyeron definir qué EdTech respaldar o adquirir para uso escolar.

Jonathan McCully indicó en Digital Freedom Fund que las grandes corporaciones dominan el mercado de la tecnología educativa, con productos que se implementan en entornos donde los derechos digitales de las infancias se aplican de forma deficiente, sin supervisión, autonomía o control significativo sobre el almacenamiento de su información.

Los contextos educativos han sido transformados con la dependencia de sistemas que procesan datos biométricos confidenciales, como mapas faciales o huellas dactilares, para medir la asistencia, los pagos de almuerzo o reforzar la seguridad. Además, existen sistemas como los basados en modelos estadísticos, perfiles algorítmicos y toma de decisiones automatizada que perpetuan medidas discriminatorias y excluyentes. Es decir, al desarrollar planes de estudio, predecir el rendimiento académico y “detectar” trampas en los exámenes, pueden influir en los años formativos de una persona y negarle el acceso a diferentes oportunidades educativas.

Un ejemplo que ilustra el panorama fue lo sucedido en Costa Rica con las pruebas de Fortalecimiento de Aprendizajes para la Renovación de Oportunidades (FARO). El Ministerio de Educación Pública (MEP) violentó los derechos de miles de estudiantes menores de edad y sus familias mediante preguntas contenidas en la prueba aplicada a estudiantes de quinto grado en noviembre de 2021. Tras 15 denuncias presentadas por parte de familiares, los magistrados del Tribunal concluyeron que existió una lesión al derecho a la intimidad, para obtener datos personales a través de una prueba obligatoria, brindando acceso a información que requiere especial protección del Estado. Entonces, está en manos de distintas instancias donde los gobiernos, las escuelas y los mismos familiares juegan un rol preponderante.

Protección legal

Primero, se debe entender que en México la Ley General de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes establece en el Artículo 5 que “son niñas y niños los menores de doce años, y adolescentes las personas de entre doce años cumplidos y menos de dieciocho años de edad. Para efectos de los tratados internacionales y la mayoría de edad, son niños los menores de dieciocho años de edad”. Además, el Artículo 76 del capítulo décimo séptimo del Derecho a la Intimidad precisa que las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a la intimidad personal y familiar, y a la protección de sus datos personales.

En cuanto a las personas de cualquier edad, el Artículo 7 de la Ley General de Protección de Datos Personales en Posesión de Sujetos Obligados decreta que “por regla general no podrán tratarse datos personales sensibles, salvo que se cuente con el consentimiento expreso de su titular o en su defecto, se trate de los casos establecidos en el artículo 22 de esta Ley. En el tratamiento de datos personales de menores de edad se deberá privilegiar el interés superior de la niña, el niño y el adolescente, en términos de las disposiciones legales aplicables”. Por ello, bajo cualquier circunstancia es vital el consentimiento de la persona a quien pertenezcan los datos para acceder a ellos y siempre será prioridad velar por la seguridad y bienestar de los menores.

Sin embargo, esta autorización debería poder ser revocable. El blog de AyudaLey sobre Protección de datos explica que aunque exista el consentimiento este no legitima el uso y tratamiento excesivo de los datos. Se debe permitir a los usuarios rescindir su consentimiento sobre dicha información personal y la eliminación de los datos recolectados. Advierte que, para que las aplicaciones cumplan con la normativa de protección de datos personales es importante que den a conocer la finalidad para la que serán utilizados previo a su instalación. Cuando se trata de menores de edad, expone que lo más adecuado es elegir un método restrictivo para el procesamiento de información, no usarla para fines comerciales y abstenerse de que contenga detalles sobre familiares y/o amigos.

Identificar los conceptos clave para diferenciar el tipo de datos con los que cuenta una persona ayuda a hacer consciencia sobre la información que se brinda a ciertas aplicaciones, plataformas y empresas de terceros. Según el Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública, Protección de Datos Personales y Rendición de Cuentas de la Ciudad de México los datos personales son toda aquella información que se relaciona con la persona y la hace identificable. Es decir, la edad, domicilio, número telefónico, correo electrónico personal, número de seguridad social, CURP, trayectoria académica, laboral y profesional, entre otros. Estos no pueden ser transferidos.

Dentro de los datos personales se encuentran los datos sensibles. De acuerdo con el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) estos “informan sobre los aspectos más íntimos de las personas, y cuyo mal uso pueda provocar discriminaciones o ponerles en grave riesgo, como por ejemplo, el origen racial o étnico; estado de salud (pasado, presente y futuro); información genética; creencias religiosas, filosóficas y morales; afiliación sindical; opiniones políticas y orientación sexual”. Los datos más delicados demandan especial protección y cuidado. Los datos patrimoniales o financieros describen la capacidad económica de las personas en relación a los recursos que poseen y su condición para hacer frente a sus deudas.

Todo este tipo de información precisa protección y requiere ser resguardada. Si bien los distintos actores de instancias educativas y las madres y padres de familia o tutores son capaces de administrar sus datos personales, también están encargados de custodiar los datos de los niños. Además de enseñarles la relevancia de cuidar su información personal.

McCully ofrece ejemplos de casos vinculantes que sirven como referente en el plano legal para tomar medidas contra la trasgresión de los derechos digitales de los niños. Anne Longfield, ex Comisionada de la Infancia de Inglaterra, inició una acción legal en nombre de millones de jóvenes contra TikTok. En este “caso histórico”, se denuncia que los datos de más de 3,5 millones de niños y niñas en Reino Unido, incluyendo sus números de teléfono, videos, ubicación y datos biométricos, están siendo procesados por la plataforma sin la advertencia suficiente, ni transparencia o consentimiento legal. La empresa debe eliminar los datos existentes y pagar una compensación que podría ascender a miles de millones de libras.

En Holanda, un grupo de madres y padres de familia presentaron ante tribunales un caso contra TikTok. La crítica a la aplicación consiste en que la plataforma de redes sociales recopila datos sin el permiso correspondiente y son más de los necesarios. Asimismo, no especifica cómo utilizan la información.

Incluso, McCully menciona que se han presentado casos en varios países contra YouTube, Google, Facebook/Meta y creadores de aplicaciones de juegos por no respetar ni guardar la privacidad de los infantes.

En Estados Unidos, el Departamento de Educación se ha comprometido a proteger la privacidad del alumnado aplicando la Ley de Privacidad y Derechos Educativos de la Familia (FERPA, por sus siglas en inglés) con la cual los estudiantes controlan sus expedientes académicos y exigen al personal escolar resguardarlos.

También afecta a universitarios

The Chronicle of Higher Education analizó los contratos entre universidades y proveedores de cinco de las instituciones que planean probar las «metaversities” (o metaversidades), que son réplicas digitales e inmersivas de los campus de sus universidades a las que los estudiantes asistirán utilizando lentes de realidad virtual. Entre sus hallazgos, recopilaron que existen inconsistencias en las disposiciones de los contratos para asistir a las aulas en la dimensión digital en cuanto a la privacidad y seguridad de los datos, igualmente tampoco hay una mención sobre las empresas de terceros, incluyendo a Meta, que recopilarán información de los estudiantes durante el piloto de dos años.

En el estudio, expertos en privacidad dijeron que es preocupante “que las universidades se embarquen en nuevas empresas de tecnología educativa con una comprensión incompleta de lo que la tecnología puede obtener en última instancia sobre sus estudiantes, especialmente cuando numerosas entidades privadas están involucradas”. De modo que advierten que la consciencia es esencial para la protección de los alumnos y la reputación de las instituciones antes de adoptar estas nuevas tecnologías educativas. Señalan que las universidades tienen una obligación moral donde la responsabilidad no debe recaer meramente en los estudiantes para ser sus propios defensores de datos.

Una pauta a seguir es la marcada por el sociólogo Miguel Ángel Casillas Alvarado, quien sugiere que existen medidas principales con los que se habrían de atender los derechos digitales de los universitarios en México. Basándose en la Carta de Derechos Digitales del Gobierno de España, plantea que debe exigirse el derecho a la libertad, donde las universidades garantizan la protección de los datos personales de su alumnado. Dicha Carta establece en los derechos de libertad en su fracción tercera del derecho a la protección de datos que: “toda persona tiene derecho a ser informada en el momento de la recogida de los datos sobre su destino y los usos que se hagan de los mismos, a acceder a los datos recogidos que le conciernen y a ejercer sus derechos de rectificación, oposición, cancelación, portabilidad de los datos y derecho a la supresión (derecho al olvido) en los términos previstos en la normativa de protección de datos nacional y europea”.

¿Qué se puede hacer?

Algunos consejos para los diferentes actores de la educación son presentados por la profesora Sandy Keeter. Propone que existen distintas prácticas para los maestros a fin de garantizar la seguridad de sus estudiantes y la institución. Por ejemplo:

  • Revisar las políticas de privacidad de datos de las herramientas o aplicaciones que usan en su programa académico, asegurando que tienen la aprobación y respaldo de la universidad.

  • Cifrar la información confidencial de los correos electrónicos y asignar carpetas específicas o eliminarlas con regularidad para no dejar los datos de alumnos sueltos.

  • No brindar acceso ni hablar públicamente acerca de expedientes académicos.

  • Al realizar una capacitación, utilizar datos de muestra o falsos para ejemplificar el contenido.

  • En computadoras y plataformas de aprendizaje protegidas por contraseña debe cerrarse la sesión mientras no esté en uso.

  • Educar a los estudiantes sobre prácticas seguras en internet y el uso adecuado de la tecnología.

Para que las universidades puedan otorgar confidencialidad deben proteger los datos de estudiantes al:

  • Supervisar la actividad en las redes universitarias.

  • Capacitar a los empleados y brindar apoyo.

  • Reducir la cantidad de información recopilada y purgar la innecesaria.

  • Proporcionar el mínimo nivel de acceso necesario.

  • Hacer de conocimiento general las políticas, procedimientos y protocolos de notificación.

Además, en el reporte de Human Rights Watch, se describen minuciosamente una serie recomendaciones a nivel global para los gobiernos, los ministerios y departamentos de educación, las compañías de tecnología educativa y empresas de tecnología publicitaria, que incluyen de manera general:

  • Para los gobiernos, facilitar una reparación urgente para los niños cuyos datos se recopilaron durante la pandemia y continúan en riesgo de uso indebido y explotación. Adoptar leyes de protección de datos específicas. Asegurar que las empresas respeten los derechos de los menores de edad y rindan cuentas si no lo hacen. Solicitar evaluaciones sobre gestión de los derechos del niño en cualquier proceso de contratación pública que brinde servicios esenciales a los niños a través de la tecnología. Prohibir la publicidad comportamental dirigida a los niños. Prohibir la elaboración de perfiles de niños.

  • Para los ministerios y departamentos de educación, asignar fondos para pagar los servicios que permitan la educación en línea de manera segura, en lugar de permitir la venta y el intercambio de datos de los niños para financiar los servicios. Proporcionar mecanismos de denuncia confidenciales, apropiados para la edad y adaptados a los niños, acceso a la ayuda de expertos y disposiciones para la acción colectiva en los idiomas locales para los niños que buscan justicia y reparación. Desarrollar y promover la alfabetización digital y la privacidad de los datos de los niños en los planes de estudios. Consultar los puntos de vista de los niños en el desarrollo de políticas que protejan mejor sus intereses en entornos educativos en línea.

  • Para las compañías de tecnología educativa, proporcionar reparación cuando los derechos de los niños se hayan puesto en riesgo o se hayan infringido a través de las prácticas de datos de las empresas. Proporcionar políticas de privacidad que estén escritas en un lenguaje claro, amigable para los niños y apropiado para su edad. Respetar y promover los derechos de los niños en el desarrollo, operación, distribución y mercadeo de productos y servicios de EdTech. Proporcionar a los niños y sus cuidadores mecanismos adaptados a los niños para denunciar y buscar reparación por abusos de derechos cuando ocurran.

  • Para empresas de tecnología publicitaria, identificar todos los datos de los niños recibidos a través de las tecnologías de seguimiento que poseen las empresas de tecnología y tomar medidas para eliminarlos rápidamente garantizando que no se procesen, compartan o utilicen. Impedir el uso de las tecnologías de seguimiento de las empresas de tecnología para vigilar a los niños, o a cualquier usuario de estos servicios dirigidos a niños. Desarrollar e implementar procesos efectivos para detectar y prevenir el uso comercial de los datos de los niños recopilados por las tecnologías de seguimiento de estas compañías.

Algunos esfuerzos como el de Common Sense sirven como guía en el tema. Esta organización califica películas, programas de televisión, podcasts, libros y de más contenido para que infantes, familias y comunidades encuentren opciones de entretenimiento y tecnología que han sido sometidas a una revisión. Su trabajo radica en destacar la legislación relacionada con la tecnología, reconocer soluciones que protegen la privacidad del consumidor, impulsar una mejor conectividad para estudiantes y familias y responsabilizar a las empresas de tecnología para garantizar el uso de internet saludable. Además de que cuentan con diferentes programas y apoyan a educadores para empoderar a sus alumnos.

Aunque existen distintas recomendaciones para usuarios y tomadores de decisiones, es importante que se tenga una noción general sobre las tecnologías educativas rigiendo estas herramientas con lineamientos básicos. Que las políticas de privacidad estén a la vista y formen parte esencial de los acuerdos para su utilización, así como ser conscientes de los datos personales y cuidarlos con el propósito de defender su recolección o almacenamiento. ¿Qué medidas consideras necesarias para proteger los derechos digitales?

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