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Diálogo: Capacitación docente pospandemia

Por: María Teresa González Carrasco

Te presentamos un resumen de este diálogo en torno a las estrategias docentes para la enseñanza remota pospandemia.

Capacitación y planificación: estrategias clave para la educación a distancia

Especialistas de la PUCP, el Tec de Monterrey y la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) analizaron las nuevas estrategias para la enseñanza y los retos para las universidades en la pospandemia.

¿Qué debemos tener en cuenta para que los docentes puedan acompañar a nuestros estudiantes en el aprendizaje dentro de entornos remotos e híbridos? En la última edición de “Diálogos” conversamos sobre este y otros temas con Olga Ballin, directora del Centro de Desarrollo Docente e Innovación Educativa del Tecnológico de Monterrey, Angie Vásquez, Coordinadora Académica del área de Formación Docente del Instituto de Docencia Universitaria de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y Teresa Guasch, decana de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

Aprendizajes de la pandemia

Para Angie Vásquez, la pandemia nos ha llevado a aprender nuevas formas de enseñanza. En el caso de la PUCP, remarca, lo más importante a inicios de la emergencia sanitaria fue que se contó rápidamente con una estrategia institucional para enfrentar la crisis.

“Hubo un gran compromiso de los diversos actores de la universidad, quienes se articularon para dar soporte y acompañamiento al docente y, por supuesto, se ha tenido un mayor acercamiento a la tecnología. Sin embargo, lo más importante es el aspecto humano y pedagógico”, indicó.

Por su parte, Olga Ballín explicó que –antes del inicio de la pandemia– el Tec de Monterrey había cambiado su modelo educativo; por lo que adaptarse a la modalidad virtual y a un uso mayor de la tecnología fue para ellos como un “triple salto». “La gestión de la tecnología como un soporte y apoyo es un área de oportunidad, pues la veíamos como un plus y no como una necesidad. Otro aprendizaje es la importancia de la interacción que debe haber entre el profesor y sus alumnos y en esta época difícil este aspecto le ha dado un giro a la educación”, sostuvo.

Al tener un modelo de universidad en línea que funcionaba antes de la pandemia, en la UOC –comenta Teresa Guasch– lo que aprendieron fue que tenían la responsabilidad de ayudar y transferir su conocimiento a otras instituciones que se estaban adaptando a esta nueva situación que desconocían por completo. “También tuvimos que adaptarnos a la nueva realidad de nuestros estudiantes y acompañarlos en afrontar un nuevo contexto difícil por la pandemia” explicó Gusach.

Si bien las tres universidades estuvieron en momentos distintos antes de la pandemia, hay tendencias en común que resaltaron las especialistas:

  • El protagonismo lo tienen los estudiantes.

  • Hay un cambio en el rol del docente pues ya no sólo está centrado en el conocimiento y la experiencia, sino en nuevas competencias como el acompañamiento a los estudiantes.

  • Se necesita un equilibrio entre metodología y tecnología para afrontar el nuevo marco de enseñanza híbrida.

  • Es necesario un diseño tecno pedagógico con una mirada institucional para ajustar el modelo que cada universidad tiene.

  • La planificación se vuelve un aspecto fundamental en el entorno virtual y asíncrono.

  • Mayor autonomía del estudiante en el proceso de aprendizaje, pero eso no significa dejarlo solo sino acompañarlo en el proceso.

  • Es fundamental la presencia virtual del docente para generar un clima adecuado y generar fuentes de comunicación.

  • El acompañamiento y el feedback al estudiante es fundamental y para esta tarea se tiene que aprovechar las herramientas, analíticas y plataformas para hacer monitoreo.

  • Aprovechar lo sincrónico y lo asincrónico pues cada uno tiene aspectos positivos que contribuyen en el proceso de aprendizaje.

Los nuevos retos de las universidades

Frente a un futuro de mayores cambios para las universidades y grandes retos, las especialistas remarcaron que debe haber un abordaje institucional y basado en la experiencia, pues se ha tenido que resolver diferentes problemas de diferentes formas y mirar esto como una oportunidad.

En este sentido, las instituciones necesitan:

  • Preparar a las y los profesores para aprender a dar acompañamiento a los estudiantes y esto es un reto y aún hay mucho por recorrer.

  • Que la evaluación de los aprendizajes sea más auténtica, genuina y más formativa.

  • Lograr que las labores formativas y los recursos de apoyo sean mucho más cortos y más expeditivos pues cada vez más se requieren herramientas y productos más dirigidos y enfocados.

  • Ser cada vez más flexibles en todos los aspectos, tanto de parte de las instituciones para que las decisiones que se tomen sean más fáciles de implementar como de los profesores y estudiantes para afrontar los retos y cambios.

  • Los profesores necesitan trabajar colaborativamente para construir conocimiento, compartir experiencias y así asimilar los cambios de manera colaborativa y planificada.

Finalmente remarcaron que, para enfrentar este escenario, las instituciones necesitarán mucha flexibilidad y autogestión de los procesos y de acompañamiento planificado. Otro aspecto importante será trabajar de manera articulada desde todas las áreas de la universidad para que los procesos y cambios necesarios funcionen.

Fuente de la información e imagen: https://observatorio.tec.mx

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2 de cada 3 docentes consideran que su profesión fue revalorizada tras la pandemia: BlinkLearning

Por: Observatorio de Innovación Educativa ITESM

Por sexto año consecutivo, la compañía de tecnología educativa BlinkLearning da a conocer los resultados del VI Estudio anual sobre el uso de la tecnología en la educación.

¿Cómo se integraron las herramientas digitales en la educación durante la pandemia? ¿Aumentó el uso de tecnología educativa durante la pandemia? ¿Qué tanto se vio afectada la profesión docente? ¿Cómo llegan los docentes latinoamericanos y españoles a este nuevo ciclo escolar? Estas y otras preguntas se responden en el informe de resultados del VI Estudio Global sobre el uso de tecnología en la educación de BlinkLearning.

Realizado entre 4926 docentes (2.909 de Latinoamérica y 2.017 de España) de todas las etapas educativas, la sexta edición de este estudio ofrece una amplia serie de indicadores que ayudan a entender la integración de las herramientas digitales en la educación durante el 2021. Además, la edición de este año está marcada por las consecuencias del impacto de la COVID-19 en la educación. El informe se divide en diferentes capítulos que ofrecen un amplio análisis sobre el uso de las herramientas digitales en el aula, la profesión y la formación docente, una visión general de la educación en cada país, y un capítulo dedicado a la educación en tiempos de pandemia. También, cuenta con preguntas estandarizadas para todos los países, lo que permite contrastar la información de los países participantes (España, México, Colombia, Perú, Brasil, Argentina y Chile).

Algunas claves de la educación pospandemia

  • 1 de cada 3 docentes cree que la principal ventaja del uso de la tecnología durante la pandemia ha sido crear comunidad entre estudiantes y docentes, salvando el aislamiento y acortando distancias.

  • Los docentes claman por mejoras de conectividad, infraestructura y formación. Pese a estas dificultades estructurales, la comunidad docente sigue creyendo en el potencial transformador de la tecnología.

  • A nivel global, 2 de cada 3 docentes encuestados considera que su profesión se ha valorado tras la pandemia. Y a pesar de la situación vivida, sus niveles de motivación se mantienen en todos los países encuestados.

  • En Latinoamérica piden mejores condiciones y mayor retribución económica mientras que en España quieren reforzar su autoridad frente a estudiantes y familias.

  • Aprendizaje autónomo, desinformación y faltas de ortografía: las grandes dificultades post-pandemia del estudiante al usar la tecnología.

  • La mayoría de los docentes considera que el uso de las TIC ha mejorado los niveles de motivación de los estudiantes, aún después de verse forzados a usar la tecnología sin la formación adecuada.

  • El dispositivo más utilizado entre los estudiantes es el teléfono móvil/celular.

Conoce los informes completos de España, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú.

El uso de tecnología educativa en México

De acuerdo con el estudio en el que participaron 573 maestros de todo el país, el 75 % de los encuestados considera que su profesión fue revalorada tras la pandemia y esto los ayudó a mantener la motivación por la docencia pese a la situación vivida en los últimos meses. No obstante, 42 % de ellos consideró que un mayor sueldo sería un factor para mejorar su motivación laboral.

Blinklearning VI Estudio Uso de Tecnología en la Educación

El informe también reveló que el uso de herramientas digitales para la enseñanza creció 54 puntos porcentuales tras el confinamiento (al pasar de 39 % previo a la pandemia a un 93 %). Este aumento fue un factor decisivo en la motivación del alumnado, el 61 % de los docentes mexicanos encuestados consideran que este aumento en el uso de tecnología educativa fue un factor de motivación preponderante para que los alumnos siguieran estudiando.

En lo que respecta a los estudiantes, el informe de BlinkLearning dio a conocer que las herramientas digitales más utilizadas por los alumnos mexicanos fueron las laptops y los celulares, con un 36 % y 35 % de preferencia respectivamente, seguida de las computadoras personales (10 %), Ipads (8 %), Tabletas Android (3 %) y otros dispositivos distintos a los anteriores (8 %).

Sobre el estudio

El Estudio Global se realizó en España y en 19 países de Latinoamérica: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

A lo largo de estos seis años, ha ido aumentando tanto el número de países participantes como el tamaño de la muestra: en esta edición participaron 4926 docentes (1658 más que el año pasado). La inclusión de respuestas de docentes de diferentes países permite tener una visión más amplia del uso de la tecnología en la educación, tanto presencial como a distancia.

Desde el primer estudio realizado en el 2015, el objetivo es identificar tendencias y registrar la evolución de los hábitos tecnológicos de los alumnos, así como las necesidades del profesorado.

Puedes encontrar más información sobre el estudio en este enlace.

Acerca de BlinkLearning

BlinkLearning es una compañía tecnológica especializada en el desarrollo de soluciones para la educación. A través de la plataforma, docentes y estudiantes gestionan sus aulas virtuales y acceden a más de 25.000 libros digitales de más de 100 editoriales educativas nacionales e internacionales, accesibles desde cualquier dispositivo tanto online como sin conectividad.

En 2015 BlinkLearning fue designada por la revista Forbes USA como una de las 10 empresas imprescindibles en tecnología aplicada a la educación a nivel global. Y en 2018 fue incluida en la clasificación FT 1000, la lista de empresas que más rápido crece de Europa, que elabora el Financial Times. Durante el 2020 y 2021, con más de 3,5 millones de usuarios activos BlinkLearning se posicionó como la plataforma educativa elegida para hacer frente a las clases a distancia en colegios de Europa, Latinoamérica y EE. UU.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/estudio-tecnologia-aula-2021

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Estudio revela las ventajas de tomar notas a mano

Por: Fernanda Ibáñez

Frontiers in Behavioral Neuroscience publicó los hallazgos de un estudio sobre las diferencias entre escribir en papel o en digital y su relación con la activación cerebral y la memoria.

¿Es mejor escribir en papel o en dispositivos digitales? ¿Cuál de los dos formatos funciona mejor cuando buscamos aprender o memorizar información? Tomar notas o escribir en dispositivos móviles o computadoras es cada vez más común, sin embargo, cuando se trata de aprender y retener información, muchos investigadores han encontrado que tomar notas a mano es un método más efectivo que hacerlo en digital.

Un estudio de neurociencia del comportamiento realizado por investigadores de la Universidad de California y la Universidad de Princeton publicado en 2014, mostró que los estudiantes que toman notas a mano se desempeñan mejor en preguntas conceptuales que los alumnos que toman notas en aparatos digitales. Una explicación de este interesante descubrimiento es que el hecho de escribir con lápiz y en papel permite a las personas resumir y organizar la información en sus propias palabras, y asegura una codificación más profunda y natural, según el estudio. Mientras que el uso de aparatos electrónicos los inclina a escribir la información de manera pasiva.

De manera similar, diversos estudios han reportado que, aunque escribir en una computadora otorga más tiempo porque es un proceso más rápido, tomar notas a mano mejora la memorización y el reconocimiento de palabras de los alumnos. Una de las ventajas de las notas a mano se relaciona con el entendimiento conceptual y el uso del papel para leer y escribir, ya que otro estudio de comportamiento humano reportó la superioridad del papel a las pantallas de computadoras en la comprensión de lectura.

Estos estudios indican la importancia de las señales visuales y táctiles para percibir tamaños físicos y locaciones espaciales, porque el material del papel provee espaciamiento físico, lo que se conoce como señales spatio-temporales, a la medida del texto. Otro grupo de investigadores de la Universidad de Tokio realizaron la siguiente hipótesis en un artículo publicado este año en Frontiers in Behavioral Neuroscience: El uso de una libreta, junto con la escritura de notas, mejorará la codificación. Más específicamente, la utilización del papel mejora el proceso de asociar el qué y el dónde de la información, específicamente en el hipocampo (parte del cerebro involucrada en la codificación y el proceso de retención de memoria) que se puede estudiar a un nivel neurológico.

Para analizar este fenómeno, los investigadores realizaron un estudio comparativo entre tres grupos de personas que realizarían una misma tarea. Se les pidió a diferentes personas que agendaran varias tareas en un calendario, unos lo harían en una libreta física escribiendo con pluma, otras con una tableta y el último grupo en un smartphone. Posteriormente, las personas se sometieron a pruebas de memoria donde se les realizaron preguntas de lo que tuvieron que agendar, además de otras pruebas externas donde se les contó un cuento y también se les realizó preguntas, y se les pidió observar letras del alfabeto chino para luego repetirlas. Los resultados se analizaron con base en varios estudios médicos que se les hicieron durante las pruebas, que incluyeron resonancias magnéticas. Finalmente, se compararon los resultados entre grupos. Los hallazgos de este estudio fueron publicados con el título “Paper Notebooks vs. Mobile Devices: Brain Activation Differences During Memory Retrieval” en el cual se encontró lo siguiente:

  1. Tableta: Para los usuarios que utilizaron tabletas, se observó que escribir las tareas en el calendario fue un proceso más lento que con las notas físicas escritas en papel. Esto se podría decir que es gracias al tecleo lento de caracteres.

  2. Smartphone: Los usuarios que realizaron la prueba con smartphones coincidieron con el tiempo de escritura que los usuarios que utilizaron tabletas.

  3. Notas físicas: La calendarización de tareas en las notas escritas fue la más rápida de los tres grupos. Además de que mostraron más precisión y sus respuestas fueron más directas cuando se les hicieron las preguntas. Y aunque todos los grupos lograron activar el hipocampo, este fue el grupo que mostró más respuesta en esta área del cerebro al llevar a cabo su tarea.

Como se mencionó anteriormente, los tres grupos lograron activar el hipocampo, por lo tanto, lograron activar la parte del cerebro que se encarga de la retención y codificación de memoria verbalizada. Es decir, que los tres métodos tienen resultados de retención de memoria, pero el más efectivo viene siendo el tomar notas a mano en papel.

Para la realización de la nota consideré adecuado, probar la hipótesis de los científicos japoneses y cambié mi método de investigación. Esta vez, en lugar de leer directamente del artículo en la pantalla de mi laptop y hacer notas en un documento de Word, decidí probar e imprimir la lectura y tomarme el tiempo de subrayar con un marcatextos los puntos importantes y hacer notas en una libreta. Encontré que sí se redujo el tiempo de trabajo y tuve una comprensión más rápida del texto. Logré organizar la información de manera visual y más personalizada, ya que en un documento me limito a lo que es más sencillo, que es solamente teclear. En la libreta hice esquemas con flechas, dibujos, anotaciones, etc., haciéndolo más dinámico y visual.

Finalmente, lo invito a probar nuevos métodos de vez en cuando, ya que la investigación anterior probó que puede traer efectos cognitivos positivos. Además de que estaríamos sumándole el beneficio de restar tiempo en pantalla a nuestro día, mejorando nuestra concentración y el manejo del tiempo.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/ventajas-de-escribir-a-mano

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Las escuelas de los campos de concentración de Corea del Norte: la experiencia de Shin Dong-hyuk

Por: Fernanda Ibáñez

El libro “Evasión del Campo 14” describe cómo en estos campos de concentración los alumnos de primaria asisten a clases seis días a la semana, y los de secundaria siete días, con solo un día libre una vez al mes.

La historia de Shin Dong-hyuk es una de las más importantes a contar si se quiere conocer sobre la experiencia educativa en Corea del Norte, ya que es una de las escasas personas de la que se tiene conocimiento que ha nacido, crecido y escapado de uno de los campos de concentración de este país.

Shin Dong-hyuk vivió en dos campos de concentración diferentes, desde su nacimiento en el campo 14 y su niñez en el campo 18 hasta que escapó a China a sus 23 años. Después de unos años llegó a adentrarse en el mundo occidental donde vivió por un tiempo en California (Estados Unidos) y en Corea del Sur. Hoy en día se dedica a ser voz de los crímenes contra la humanidad que se están cometiendo en su país natal. En el 2012 el periodista estadounidense Blaine Harden, estuvo dispuesto a escuchar su historia, y años después publicaron el libro, Evasión del Campo 14, que está basado en esta historia y el cual relata su niñez y adolescencia dentro de los campos de concentración, su escape victorioso y su adultez. Se ha buscado popularizar el relato de Shin porque no se conoce a otra persona que haya vivido en algún campo de trabajo norcoreano que hoy en día pueda contar lo que realmente pasa dentro de estos. Se sabe de la existencia de estas instalaciones, porque en el libro se relata que gracias a imágenes satelitales de Google Maps, se pueden alcanzar a ver las estructuras, pero es algo que el mundo ha decidido ignorar. Para muchas personas, Corea del Norte puede ser un país sumamente lejano, ya que la cultura se encuentra alienada gracias a la dictadura totalitaria que ha gobernado por 70 años en el país.

Muchas personas desconocen que los campos de trabajo de Corea del Norte han existido veinte veces más que los campos de concentración Nazis y el doble de tiempo que el Gulag soviético. Conocidos como los campos de trabajo forzado que se establecieron en la Unión Soviética, los Gulag comenzaron a operar de 1919 a 1987 donde Gorbachov comenzó el proceso para clausurarlos. De acuerdo con la historia de Shin relatada en el libro, a estos campos de trabajo se pueden mandar a familias completas y hasta formar familias dentro del mismo. Se tiene una rutina en donde todos los prisioneros trabajan, ya sea en maquiladoras, agricultura, ganadería, entre otros, además de escuelas, casas y colonias.

La educación básica de Shin fue llevada a cabo dentro de uno de estos campos de trabajo forzado. Su familia llegó ahí debido a que fueron acusados de traición. A diferencia a la del resto del país, la educación de los niños dentro del campo es aún más limitada, ya que, ante el sistema de castas, ellos son considerados como la más baja. De acuerdo a una investigación realizada por el Dr. Gianluca Spezza acerca de la educación en Corea del Norte, sabemos que hay un sistema de castas en el país. Las instituciones son completamente públicas, ya que las privadas están prohibidas por el régimen, y son accesibles para la clase media. La clase alta la conforman personas que tienen una relación cercana con la familia Kim, y gracias a sus recursos tienen oportunidades más amplias, que a veces pueden incluir hasta universidades prestigiosas en el extranjero. La educación para la clase media se encuentra en constante monitoreo de organizaciones como la ONU o UNICEF, en donde investigaciones como las anteriores, nos dejan ver que el régimen prioriza la educación de ideologías y no las materias educativas.

Dentro del Campo 14, la escuela se describe como un cúmulo de edificios. El libro relata que como recompensa por hacer un buen trabajo a los ojos de los maestros, a los alumnos se les entrega un pedazo de jabón, debido a que un derecho tan básico como el de la higiene y la salud, está condicionado al desempeño. A los alumnos se les enseña cómo dirigirse a los maestros; pararse erguidos, saludar y nunca mirarlos a los ojos. Los alumnos de primaria atienden clases seis días a la semana, y los de secundaria siete días, con un día libre una vez al mes. Las faltas no son permitidas, sin importar el estado físico de un alumno, los maestros se encargaban de checar la asistencia dos veces al día.

No se tiene conocimiento del concepto de literatura, solamente se les enseña a escribir y leer en el alfabeto coreano, a través de ejercicios en papel. Los recursos son escasos, describe el libro, a los alumnos se les da un cuaderno con 25 páginas para todo el año escolar. Los lápices son un recurso inaccesible, por lo que, de acuerdo con el testimonio de Shin, se veían obligados a usar madera carbonizada para escribir, además de que no sabían de la existencia de las gomas para borrar. La enseñanza de las matemáticas consta de sumas y restas básicas, pero no multiplicación ni división, por lo que Shin, hasta el día de hoy, no sabe multiplicar.

La educación física consistía en correr y jugar en el patio, donde algunas veces los alumnos corrían al río y recogían caracoles para regalar a su maestro. Las pelotas no eran permitidas, y eran inexistentes en el país. La primera vez que Shin vio una pelota fue cuando escapó a China. En las escuelas ubicadas en estos campos de trabajo no se enseña geografía, ni historia (ya sea mundial o de su mismo país). La población no tiene conocimiento de los países vecinos, y se les dice a los alumnos que Corea del Norte es un estado independiente. Las preguntas no son permitidas en las escuelas y los castigos físicos y la brutalidad son el método más común para mantener el orden. Uno de los recuerdos más violentos de Shin es la muerte de una niña dentro del aula. Fue apaleada por su maestro después de que fue descubierta por llevar granos de arroz robados en sus bolsillos. Otro castigo común, es que los docentes nieguen comidas, ya que son consideradas un premio por hacer una labor escolar o de trabajo bien hecha.

De acuerdo con Blaine Harden, autor del libro, la meta a largo plazo de estas escuelas es muy implícita, y se refleja en lo que no se enseña. El modelo básico de las instituciones se basa en intimidar a los alumnos para que no busquen información. Un ejemplo de esto es que las familias nuevas que llegan al campo y que vienen del exterior, no son integradas con los prisioneros que han vivido ahí todas sus vidas, sino que son colocadas en la parte aislada del campo o en otras prisiones. Con el objetivo de que las personas dentro no tengan conocimiento de qué pasa más allá de la cerca. Todo esto ayuda a los maestros a “moldear” las mentes y los valores de los alumnos sin la contradicción de niños o personas que han estado fuera del campo y conocen otra vida.

Unos de los adoctrinamientos más inhumanos que se usan en estas escuelas consiste en acondicionar a los alumnos para que, cada vez que son castigados corporalmente, piensen que se lo merecen porque están limpiando el crimen que ellos, o sus familias, cometieron para llegar al campo. Esto de acuerdo al testimonio de Shin plasmado en el libro. Además de que son entrenados para ser “soplones”, reportar disidentes o rebeldes conlleva recompensas y beneficios. Esto evitaba que se construyera un sentido de comunidad, porque no había base para la confianza ni la construcción de relaciones interpersonales. Harden relata que los efectos psicológicos de este tipo de adoctrinamiento podían tener consecuencias a largo plazo.

La experiencia de Shin Dong-hyuk relatada en Evasión del Campo 14 pone en cuestionamiento la etiqueta de un educando a la de un prisionero, y nos adentra en este contexto. Cabe destacar que su testimonio original fue corregido hace unos años, resultando en una nueva versión de su historia en la que Shin admite que algunos de los datos del libro son falsos, mientras que otros se mantienen. Él mismo explicó que no logró revelar todos los detalles de su historia por miedo a represalias, ya que fue lo primero que se le preguntó cuando fue recibido como refugiado en Corea del Sur. Sin embargo, el valor del testimonio de Shin Dong-hyuk no se encuentra en la exactitud de su historia, si no en cómo nos acerca a la experiencia de una persona que vivió estos eventos, que merece contar su historia, y que nosotros la escuchemos.

Fuente e imagen:  Observatorio de Innovación Educativa (tec.mx)

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La mirada de Zoom

Este artículo se publicó originalmente en inglés el 7 de diciembre de 2020 en la revista Real Life.

Por: Autumm Caines

Traducción al español por Nicole Carrillo Capristán.

Las videoconferencias ofrecen una sensación ilusoria de control unilateral sobre las conversaciones.

Desde que la pandemia comenzó, los protocolos aparentemente mundanos de Zoom se han convertido en una parte importante de la vida diaria de muchas personas. Encontrar el enlace correcto, configurar los periféricos, gestionar los fallos y deslizamientos en esta forma de comunicación supuestamente «sincrónica». Al principio, la videoconferencia fue una bendición, una forma en que las cosas podían continuar con una apariencia de normalidad. Pero rápidamente quedó claro que la videoconferencia no es simplemente un sustituto de los encuentros cara a cara. Influye positivamente, es ser asertivos.

Zoom no solamente abrió nuestros hogares a un escrutinio inesperado, sino también nuestros horarios a un flujo de citas durante todo el día, inmediatamente quedó claro cómo es más agotador utilizar Zoom que reunirse físicamente. En el momento de escribir este artículo, el término “fatiga de Zoom” despliega casi 700,000 visitas en Google, de las cuales, la mayoría son listas sobre cómo combatirla. Pero hay otros que tratan de explicarla. Una teoría es que las dificultades en la sincronización debido a la mala conexión pueden causar falsos comienzos e interrupciones, los cuales generan fricción comunicativa y frustración, lo que da como resultado que el mantenimiento de la etiqueta en la conversación sea algo difícil. L.M. Sacasas especula que el cansancio proviene de lidiar con reflejos y proyecciones de nosotros mismos, compensando el trabajo que hacen los cuerpos en el espacio. Zoom nos hace trabajar duro para transmitir y recibir señales sutiles entre nosotros a través del video. Geert Lovink presenta un metaanálisis de las razones propuestas para este suceso, incluyendo lo que él denomina «vértigo de video«, una espiral descendiente que proviene de combinar el trabajo y el entretenimiento en el mismo espacio: necesitas esa video llamada, la hora feliz planeada con amigos para volver a subir tu energía después de tantas llamadas de trabajo, pero estás demasiado agotado de las llamadas de trabajo como para recibir a tus amigos en otra llamada para la hora feliz.

Te observas cuando hablas, mientras te mueves. Eres consciente de ti mismo y te autocorriges en tiempo real.

Pero la fatiga no es la única consecuencia. A medida que Zoom cambia la naturaleza de la relación entre ver y ser visto, también cambia nuestra conciencia de ello: nos hace más conscientes de cómo la visibilidad está mediada por las tecnologías en general. Esto es, llama nuestra atención sobre lo que los teóricos describen como “la mirada”, la cual analiza el poder de las relaciones de mirar y ser visto y cómo estas se consolidan en una forma particular de ver que puede llegar a parecer natural. En este momento, nuestras nuevas condiciones llaman la atención sobre las diferentes dinámicas de poder que entran en juego a medida que las interacciones cara a cara cambian a espacios de video en línea, lo que podríamos llamar “la mirada de Zoom” (aunque, por supuesto, se aplicaría a la telefonía de video en general).  Es fundamental comprender la mirada de Zoom ahora, antes de que se vuelva tan familiar que parezca inmutable, tal como son las cosas ahora.

La maestra de cine, Laura Mulvey teorizó una «mirada masculina» que se estructuraba y reproducía a través de la cinematografía, presumiendo un espectador hetero masculino y representando a las mujeres principalmente como objetos sexuales más que como sujetos. En esta entrevista, Toni Morrison describe cómo rechazó centrar la “mirada blanca” en su ficción: la presunción de una audiencia y la perspectiva blanca como neutra. Si Foucault usó la idea de una «mirada médica» para describir cómo los médicos objetivan los cuerpos de los pacientes para tratarlos, y la mirada «panóptica» para explorar cómo se internaliza la disciplina carcelaria, ¿qué podríamos decir que logra la mirada Zoom? ¿La perspectiva de quién busca naturalizar? ¿La subjetividad de quién se centra y en qué tipo de formas? ¿Qué nos condiciona a ver?

Zoom, como la mayoría de los sistemas de videoconferencia, de manera predefinida te presenta una imagen de ti mismo (asumiendo que le otorgas acceso a la cámara de tu dispositivo). Esto te confronta inmediatamente con tu propia visibilidad; es decir, te ves obligado a verte a ti mismo siendo visto. En cierto sentido, la pantalla se convierte en un espejo, invocando encuentros anteriores con espejos que (según la teoría lacaniana) sientan las bases para que te reconozcas subjetivamente como un objeto para los demás. En una llamada de Zoom, sin embargo, este efecto se magnifica, porque otras personas no son teóricas, sino que están ahí, viendo lo objetivado también. Este yo reflejado persiste, acompañándonos a través de nuestras interacciones a menos que lo descartemos deliberadamente. Te miras a ti mismo mientras hablas, mientras te mueves… Uy, ese mechón de cabello está fuera de lugar. Es consciente de sí mismo y se autocorrige en tiempo real. “¿Mi cara se verá graciosa cuando digo “competencia central?

Este sentido primordial de nuestra visibilidad puede hacernos conscientes de los temas de la auto presentación, abriendo una brecha entre cómo deseamos ser percibidos y cómo sabemos que somos realmente. Puede establecer la idea de un yo «auténtico» o «real» que muestra un yo estratégico o artificial a los demás. Este es un aspecto de la mirada de Zoom: al establecer y normalizar un tipo de auto vigilancia, la plataforma sistematiza este tipo de alienación.

El ser objetivo del yo, no se detiene con su imagen en vivo que captura la cámara. Estar frente a la cámara convierte el espacio que habitas en un escenario personal y todo lo que aparece en él (incluido con quién compartes el espacio) en accesorios. El entorno que elijas o el entorno en el que te encuentras comunica inevitablemente algo sobre tu identidad; en Zoom, esto probablemente se interpretará como elecciones deliberadas. Incluso si apagas la cámara, tu pequeño cuadrado podría convertirse en una foto de perfil, otra opción.

En todo momento, Zoom asume que deseamos ser objetos persistentes de percepción e invita a la idea de que todo lo relacionado con nuestra apariencia se puede personalizar y controlar. Sus valores predeterminados crean la impresión de que somos libres de elegir cómo nos vemos. Incluso podemos elegir fondos virtuales que amplíen lo que podríamos querer señalar sobre nuestra identidad. Pero esta tecnología está lejos de ser perfecta. A veces, los fondos virtuales en Zoom borraban la piel negra por completo. Es difícil tener el control de cómo te perciben cuando el software hace que tu cabeza sea invisible. Pero incluso cuando la tecnología funciona como se esperaba, no puedes corregir la forma en que los demás te ven. Solo puede exponerte a una interpretación sin fin. Este es otro aspecto de la mirada de Zoom: impone una ilusión de control individual sobre las condiciones de la conversación que en realidad varían de persona a persona, y oculta algunas de las dinámicas interpersonales y los prejuicios que pueden estar en juego.

Algo de esto ocurre en el nivel de la interfaz.  Aunque los productos como Zoom ofrecen muchas opciones sobre cómo nos vemos a nosotros mismos y a los demás: cómo colocamos los cuadrados, cómo se dimensionan, quién está en pantalla completa y quién tiene una miniatura, quién está anclado en la pantalla, quién está destacado, si alguien está visible en absoluto: esto significa que cualquier participante tiene menos control o conciencia de cómo los ven los demás. No necesariamente hay un orden visual compartido en la conversación. En Zoom, la configuración de la reunión por sí sola consta de 68 interruptores de encendido / apagado diferentes, muchos de los cuales, cuando se activan, abren opciones adicionales. Los seminarios web y las opciones de grabación complican aún más las cosas. Todas estas posibilidades pueden ser controladas por titulares de cuentas individuales, lo que significa que cada vez que ingresa a una sesión de Zoom, se enfrenta a una nueva configuración de permisos, que puede basarse en cómo alguien más asigna roles a los participantes.

Zoom asume que deseamos ser objetos persistentes de percepción. Sus valores predeterminados crean la impresión de que somos libres de elegir cómo nos vemos.

Zoom ya permite a los anfitriones controlar qué caras se amplían a tamaño completo o aparecen en la esquina superior izquierda de la cuadrícula de todos. En mayo de 2020, la empresa eliminó la configuración de «activar el sonido de todos» para los anfitriones debido a problemas de privacidad, pero ahora la ha recuperado de cierta forma, pero con un matizado «activar el sonido con consentimiento», que permite a un anfitrión activar el micrófono de un participante individual en cualquier momento, en cualquiera de las reuniones del anfitrión una vez que se les haya dado permiso. Pero este encuadre del consentimiento es problemático, por decir lo menos. ¿Puedes negarte si el anfitrión es tu jefe? ¿Qué pasa si no solo tienen autoridad sobre ti sino también intenciones abusivas? Una próxima actualización promete permitir a los anfitriones establecer unilateralmente una «escena inmersiva» para todos los participantes, esencialmente, un entorno de dibujos animados compartido. Parece que no se menciona el consentimiento o la posibilidad de optar por no participar, pero sus casos de uso de ejemplo incluyen aulas y tribunales, espacios donde las dinámicas de poder están especialmente en juego. Todo esto debilita el control de la cámara, el micrófono y el fondo que de otro modo podrías creer que tienes.

La mirada de Zoom institucionaliza tales dinámicas en formas que pueden ser recientemente oscuras o impactantes. Piensa en el posicionamiento alrededor de una mesa de conferencias con la gerencia siempre a la cabeza: esta dinámica de poder podría recrearse y reforzarse en una escena inmersiva, con la ayuda de un anfitrión que silencia selectivamente los micrófonos individuales y destaca las cámaras para hacer cumplir la agenda. Tales características pueden ocultar quién está concentrado en la reunión y quién puede ocultar su atención a la deriva. Los informes a los que pueden acceder los anfitriones después de las reuniones incluyen el «seguimiento de la atención», que mide si los asistentes se alejaron de la ventana principal de Zoom durante más de 30 segundos. (¡Espero que no hayas necesitado consultar ese correo electrónico con los números de los últimos trimestres!) Agrega capas de inteligencia artificial que puedan rastrear los movimientos oculares y los tiempos de conversación para crear puntuaciones de participación, y quedará claro cuán disciplinaria puede volverse la mirada de Zoom.

Además, no hay forma de saber quién está teniendo una conversación paralela en otro programa o software (con alguien en la reunión, o incluso con alguien dentro o fuera de la organización) o quién podría estar grabando la reunión con un software adicional o una cámara externa. A diferencia de los encuentros cara a cara, puede haber reuniones dentro de reuniones dentro de reuniones. Se desconoce tanto y se ha quitado tanto control personal, que es fácil que las reuniones se sientan incómodas y ansiosas. La mirada de Zoom ejemplifica una paranoia intensificada sobre cómo se administran las conversaciones, quién está prestando atención y quién controlará la documentación de las discusiones que ya no pueden ser extraoficiales.

La dinámica de poder de una conversación es compleja. En la videoconferencia, el software en sí mismo puede asignar relaciones de poder que pueden o no mapear en las relaciones sociales existentes. En última instancia, la mirada de Zoom comprende cómo los programadores del software ven a los usuarios en abstracto, una perspectiva que puede condicionar todas las demás perspectivas posibles dentro de una videoconferencia. El software nos visualiza a través de las decisiones de los programadores sobre qué permitir y restringir, y cuáles son los valores predeterminados. Codifica a quiénes considera la empresa como los principales clientes de su producto al priorizar ciertas formas de observar y normalizar ciertas suposiciones de cómo deben comportarse los usuarios.

Con Zoom, parece claro que los avances tecnológicos están diseñados para entornos de control jerárquico. Quienes lo crearon decidieron diferenciar los permisos entre anfitriones, coanfitriones y participantes. ¿Qué pasaría si las herramientas de videoconferencia funcionaran más como un teléfono en el sentido de que todos los participantes de la llamada tuvieran los mismos permisos? Las grandes plataformas de videoconferencia como Zoom siempre valoran y dan más poder a quienes establecieron la reunión. El diseño de la plataforma parece asumir que esta persona es benevolente y tiene solo las mejores intenciones, pero no hay garantía de eso. La verdad es que el anfitrión es simplemente el cliente (o empleado del cliente) que ha comprado una herramienta para administrar el control que permite el software.

Esto se manifiesta no solo en quién tiene permiso para hacer qué, sino en cómo el software normaliza las posturas particulares de la mirada. Debido a que normalmente miramos a los ojos en la pantalla en lugar de la cámara, el contacto visual puede ser torcido, lo que puede enviar un mensaje involuntario de que no estamos atentos, estamos aburridos y no estamos interesados. Apple ahora ofrece una función que autocorrige esta realidad física de tu mirada con realidad aumentada, imponiendo una norma de contacto visual (simulado). En un tono retorcido, el lenguaje que describe esta configuración en la interfaz afirma que «establecerá un contacto visual natural mientras esté en FaceTime», aunque este contacto visual no es para nada natural.

La mirada de Zoom comprende cómo los programadores del software ven a los usuarios en abstracto.

Pero la mirada impuesta por el software también es una cuestión de riesgos que los ingenieros han pasado por alto. A medida que la pandemia se intensificó y más personas comenzaron a realizar videoconferencias, aumentaron los incidentes de “zoombombing”. Esta forma de trolling a menudo se envalentonaba con la configuración predeterminada que permitía a cualquiera ingresar a cualquier habitación sin una contraseña o la entrada de un anfitrión. Los enlaces para «Unirse» se pueden pasar en las redes sociales y en los foros de discusión dedicados a “zoombombing”, lo que permite ataques coordinados. Los bombarderos podrían incluso intentar adivinar los enlaces al azar probando diferentes combinaciones de letras y números. Otras configuraciones predeterminadas que permitían que cualquiera en la llamada compartiera la pantalla les permitía hacerse cargo de las imágenes de una reunión, permitiéndoles ocupar efectivamente el espacio del escritorio de todos reproduciendo música fuerte o gritando en el micrófono.

Cuando estas configuraciones fueron señaladas como problemáticas, el CEO de Zoom, Eric Yuan, se disculpó y prometió hacer cambios. Pero al mismo tiempo también señaló que el producto se estaba utilizando de formas que la empresa no había imaginado, como si esto fuera una excusa. La miopía fue una elección. Zoom anticipó solo ciertos casos de uso y desarrolló el producto para ciertos usuarios: «grandes instituciones con soporte de TI completo». Con algunos modelos de amenaza e inclusive una consideración leve de las perspectivas marginadas, algunos de los casos más problemáticos, que incluían incidentes de racismo, sexismo, antisemitismo y homofobia, podrían haberse evitado.

Las diversas permutaciones de configuraciones en diferentes plataformas de video son virtualmente innumerables. Cuando ingreses a una reunión, ¿la cámara y el micrófono se encenderán automáticamente sin previo aviso? ¿Qué pasa si lo que más quieres es escuchar y estar en pijama? ¿Podrás chatear con mensajes de texto durante la reunión? ¿Se grabará? Es imposible saberlo de antemano y no existen normas culturales establecidas que obliguen a los anfitriones de las reuniones a comunicar esos matices de antemano. En cambio, la mirada de Zoom institucionaliza actualmente la incertidumbre como norma.

La dinámica de poder cambia con el tiempo a medida que las plataformas se actualizan y la visión de las empresas sobre nosotros cambia. En una publicación reciente de blog, Zoom reveló nuevas características, incluida una sala de espera de video que podría introducir más asimetrías entre los observadores y los observados. La compañía está desarrollando un mercado que puede hacer que el dinero sea un factor más directo sobre quién puede permitirse qué tipo de privilegios dentro de las reuniones. Y las herramientas de inteligencia artificial pronto podrán raspar los detalles de las reuniones grabadas para crear «cintas destacadas» que puedan recontextualizar las actuaciones de formas imprevistas y replicar los sesgos existentes, como lo hacen inevitablemente las técnicas de aprendizaje automático basadas en datos históricos, como muestran prejuicios raciales y de género muchas historias sobre la replicación de la IA.

Aunque el abuso y la fatiga son facetas, la mirada de Zoom es mucho más amplia. Sí, es esa luz que vemos en los ojos de la abuela cuando ve a los nietos que no pueden venir a visitarnos y toda la felicidad que nos prometen los comerciales y la publicidad de las teleconferencias. Pero también es la vergüenza, la vergüenza y tal vez la pérdida del empleo que surge de hacer algo inapropiado cuando pensabas que la cámara estaba apagada. Es el estudiante sollozando después de tomar un examen supervisado por video donde la inteligencia artificial incorporada lo marcó falsamente por hacer trampa. Es el sistema judicial el que se vuelve más corrupto y menos justo debido a los juicios por video remotos que dejan fuera a los observadores de la corte. Es la erosión de las libertades que se produce cuando las políticas de las empresas de teleconferencia se utilizan para tomar decisiones sobre quién puede tener una reunión y quién no.

A pesar de que la mirada de Zoom existía de manera pre pandémica, sus efectos ahora se amplifican, gracias no solo al mayor volumen de video llamadas, sino también a la diversidad de situaciones en las que se han adoptado. A medida que la pandemia nos empuja a usar estas tecnologías para lo que no podemos hacer en persona, no olvidemos a qué estamos renunciando para hacerlo. Pensando en la mirada – quién está mirando y cómo nos miran; quién controla el entorno de observación y cómo se sistematizan las dinámicas de poder, nos permite mirar más allá de cómo las empresas quieren que veamos sus productos. A Zoom le gustaría habituarnos a estos nuevos alineamientos de poder hasta que los consideremos normales y naturales, pero no tenemos que aceptar esto sin crítica. Deberíamos cuestionar estas alineaciones y resistir tal habituación ahora, para que podamos moldear más cuidadosamente cómo queremos que se vea la unión cuando lo social ya no esté distante.

Autumm Caines trabaja como diseñadora instruccional en la Universidad de Michigan – Dearborn, su nombre se escribe con dos M. Puedes encontrar más información sobre ella en autumm.org.

Fuente: observatorio.tec

Este artículo se publicó originalmente en inglés el 7 de diciembre de 2020 en la revista Real Life: https://reallifemag.com/the-zoom-gaze/

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Cuatro consecuencias de la Fatiga de Zoom y cómo combatirla

Por: Fernanda Ibáñez

Un estudio realizado por la Universidad de Stanford ha identificado cuatro consecuencias de la fatiga de Zoom y sugiere algunos cambios que las personas pueden implementar fácilmente para evitarla.

El término burnout puede sonar familiar para estudiantes o profesionistas de “alto rendimiento.” Gracias a la alta demanda de distanciamiento social debido a la pandemia, miles de instituciones se han visto obligadas a sustituir sus conferencias presenciales con sesiones virtuales en video a través de plataformas digitales. Desde alumnos, profesionistas o docentes, hoy en día muchas personas pueden pasar horas observando una pantalla llevando a cabo las tareas cotidianas de su jornada escolar o laboral. Aunque el teletrabajo generalizado y la “escuela Zoom” son productos de la pandemia, las constantes horas frente a una pantalla ya están causando estragos en las personas dando paso a un fenómeno que se conoce como Zoom-fatigue, o fatiga de Zoom, que se deriva de las largas horas frente a la computadora en reuniones virtuales. Se le dio este nombre por la popularidad que la plataforma Zoom ha recibido, sin embargo, un estudio realizado por la Universidad de Stanford, confirma que la Fatiga de Zoom es solamente una referencia al boom que la plataforma ha visto recientemente, y que esta fatiga puede derivarse de la exposición excesiva a cualquier plataforma de videoconferencias.

El profesor Jeremy Bailenson, fundador del Laboratorio Virtual de Interacción Humana de Stanford, examinó las consecuencias psicológicas que puede traer el pasar horas en este tipo de plataformas. En su artículo publicado en la revista Technology, Mind and Behaviour (Tecnología, mente y comportamiento) en febrero de este año, el profesor ha identificado cuatro consecuencias de la fatiga de Zoom, y también establece que su propósito no es antagonizar al uso de las plataformas de videoconferencia, ya que hasta él mismo las utiliza frecuentemente, pero resalta los pequeños errores que presentan estos programas y sugiere algunos cambios que los mismos usuarios pueden implementar fácilmente para evitar esta fatiga. 

La Fatiga de Zoom: cuatro problemas y soluciones

1. Problema: El contacto visual en exceso es altamente intenso 

Bailenson comienza describiendo que la cantidad de contacto visual que involucramos en las videoconferencias es antinatural. En una conferencia presencial el ritmo de nuestra mirada sería muy diferente, ya que observamos nuestras notas, la persona que se encuentra hablando, la pantalla, el reloj, entre otros. Por lo que las conferencias o reuniones presenciales suelen ser menos agotadoras, pero en las conferencias virtuales nuestra mirada se encuentra todo el tiempo en los integrantes que vemos en la pantalla. El Dr. Bailenson dice que “un escuchante es tratado como un hablante” y el nivel de contacto visual aumenta dramáticamente. Y Bailenson lo compara con la ansiedad social, que es una de las fobias que más existen en la población, el miedo de hablar en público sabiendo que todas las miradas están puestas en ti, es una experiencia de alto estrés.

Otra fuente de estrés es el tamaño de la ventana donde se muestra a la persona, dependiendo del monitor de cada quién. Las caras en las videoconferencias suelen aparecer mucho más grandes de lo que en realidad son y pierden un sentido de comodidad. Cuando se simula una conversación física entre dos personas, se ve a la otra persona a un tamaño que simula el espacio personal que estás resguardando de ella, y cuando se ve a una persona en una pantalla grande, simula el tamaño en el que ves a una persona se percibe mucho más íntima. Finalmente, cuando una persona está a corta distancia de nosotros nuestros cerebros lo interpretan como una situación intensa que llevará al apareamiento o al conflicto.

Solución: La recomendación que se da es evitar el modo de pantalla completa, reducir el tamaño de la pantalla de las personas y utilizar un teclado independiente del monitor, para crear más espacio entre nosotros y la pantalla.

2. Problema: admirarse a sí mismo durante conferencias es altamente agotador

El admirarse a sí mismo en tiempo real es una experiencia antinatural. Bailenson lo compara con la situación de tener a alguien siguiéndote con un espejo todo el tiempo, mientras hablas, discutes, tomas decisiones, das o recibes retroalimentación; sería algo que nadie elegiría experimentar. De igual manera, hay estudios que demuestran que cuando uno está en presencia de su reflejo, te vuelves más crítico de ti mismo, y al ver nuestro reflejo por horas en videoconferencias está teniendo sus repercusiones en nosotros mismos. Además, hay muchos estudios que comprueban que ver tu reflejo por tanto tiempo tiene consecuencias emocionales negativas en ti mismo.

Solución: El profesor propone que las plataformas deshabiliten la función del reflejo de la persona en la conferencia, que el canal solo necesita ser hacia afuera. O que también se puede utilizar la función de deshabilitar la cámara para lograr el mismo efecto.

3. Problema: movilidad habitual reducida

Las reuniones presenciales le daban más espacio a una persona para moverse y caminar, pero dentro de las videoconferencias las cámaras solamente tienen un solo ángulo, por lo que la persona se ve obligada a mantenerse dentro de cuadro con poco espacio alrededor. El movimiento de la persona se ve limitado en formas que no son naturales, en este sentido, Bailenson asegura que investigaciones recientes destacan que las personas muestran mejores resultados cognitivos cuando se encuentran en movimiento.

Solución: Concientizarse acerca del espacio en donde hacen su trabajo y llevan a cabo sus videoconferencias, cómo está posicionada la cámara, añadir elementos adicionales como ratón o teclado, para crear flexibilidad.

4. Problema: mayor carga cognitiva

La comunicación no verbal es mucho mayor en encuentros personales y en las plataformas de videoconferencia esto se elimina por completo. Cuando hay este tipo de comunicación, cada persona interpreta naturalmente los ademanes o señales subconscientemente, por lo que en videoconferencias tenemos que trabajar un poco más duro para mandar estas señales o recibirlas. Bailenson describe que hemos transformado algo tan natural para los humanos, como lo son las conversaciones, en algo que requiere de mucho esfuerzo mental. Este lenguaje no verbal nos aligeraba mucho las conversaciones, porque podía reducir nuestras palabras a una simple mirada o ademán, y cuando éstas se tratan de traducir al contexto virtual pueden llegar a significar algo completamente diferente.

Solución: Cuando se encuentren en medio de reuniones largas, tomar descansos apagando la cámara y solamente usar el audio. De esta manera, dejamos de estar no verbalmente activas por unos momentos y dejamos que la mente se tome un descanso, de esta manera, e el cuerpo descansa un tiempo de la pantalla.

De igual manera, la BBC publicó un artículo en abril del año pasado, justo cuando el pico de las conversaciones por videollamada estaba sucediendo, y comparan muchas de las situaciones sociales que se han visto comprometidas por este nuevo sistema y cómo nos están afectando inconscientemente. Cuando normalmente nosotros consideraríamos una llamada con nuestros amigos un tiempo de relajación, la profesora Marissa Shuffler de la Universidad de Clemson, se dio cuenta de que las llamadas largas se pueden sentir performativas, porque es como si estuvieras viendo la televisión y la televisión te estuviera viendo a ti. También menciona que no importa si lo llamamos una reunión con amigos, cuando la misma herramienta se usa para el trabajo, hay una alta probabilidad de que tenga los mismos efectos en nosotros cuando es una actividad que no queremos hacer voluntariamente.

Algunas de las soluciones que propone la profesora Shuffler es limitar las videoconferencias a solamente las que sean estrictamente necesarias, tomar descansos en donde se apague la cámara, o solamente se opte por usar el audio. Mover el posicionamiento de la cámara, a un lado o donde no la podamos ver, para que se pueda mantener la concentración, especialmente en llamadas grupales grandes. Hacer un tiempo de check-up al inicio de las conferencias, para ver cómo se encuentra el bienestar de las personas, antes de entrar al tema de la junta, ya que es una manera de reconectarnos con el mundo, comenzar a recobrar confianza y reducir el cansancio y la preocupación.

Con todo esto nos podemos dar cuenta que, definitivamente, nuestros cuerpos no están diseñados para pasar largas horas observando una pantalla en una sola posición, por lo que nos hace extrañar aún más las convivencias de persona a persona. Sin embargo, es algo que no nos debería detener, porque el ser humano es bueno para adaptarse, y tanto Bailenson como Shuffler nos han dado claves para corregir pequeños detalles que pueden estar consumiendo nuestra energía. Con el objetivo de poder aprovechar nuestro trabajo, educación o propuestas al máximo y poder seguir saliendo adelante adaptándonos a la situación actual que estamos viviendo.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/fatiga-zoom-estudio

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La brecha de género en la ciencia: una tarea pendiente

Por: Karina Fuerte

Desde el 2015, todos los años se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia (11 de febrero) para promover el acceso pleno y equitativo a la ciencia y reconocer el papel fundamental que desempeñan las mujeres y las niñas en los campos STEM.

A pesar de que las mujeres y las niñas constituyen la mitad de la población mundial, su rezago es evidente en comparación con la población masculina. Problemáticas como la violencia contra las mujeres, la desigualdad de género y la brecha salarial constituyen algunos de los mayores desafíos en materia de derechos humanos del mundo. Mucho antes de la llegada del COVID-19, otra pandemia se esparcía en todo el mundo: la violencia contra las mujeres. En el mundo, el 35 % de las mujeres han experimentado algún tipo de violencia física o sexual, en el mayor de los casos, por parte de su pareja. “Ya sea en el hogar, en la calle o en los conflictos armados, la violencia contra las mujeres y las niñas es una violación de los derechos humanos de proporciones pandémicas que ocurre en espacios públicos y privados”, advierte un reporte de las Naciones Unidas.

Con el fin de erradicar esta pandemia social, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró 1975 como el Año Internacional de la Mujer y organizó la primera Conferencia Mundial sobre la Mujer, que tuvo lugar en Ciudad de México. Otros pasos hacia la búsqueda de la igualdad entre hombres y mujeres se han dado desde entonces a través de la creación de ONU Mujeres en el 2010, organismo de las Naciones Unidas centrado en impulsar la igualdad de género en el mundo; y el establecimiento en el 2015 del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, celebrado el 11 de febrero, con el objetivo promover el acceso pleno y equitativo a la ciencia y la participación de mujeres y niñas. La Asamblea General de las Naciones Unidas instauró este evento internacional anual para reconocer el papel fundamental que desempeñan las mujeres y las niñas en la ciencia y la tecnología.

Imagen: UN Women.

Imagen: UN Women.

¿Por qué la necesidad de crear un día especial para promover y reconocer el papel de las mujeres y las niñas en la ciencia y la tecnología? Por muchos años, los prejuicios y los estereotipos de género han mantenido a niñas y mujeres alejadas de la ciencia. Actualmente, solo el  33 % de los investigadores en el mundo son mujeres. Según datos de la UNESCO del 2019, la región con el mayor número de científicas era Asia Central con el 48.2 %, seguida de América Latina y el Caribe con el 45.1 % de mujeres que se dedican a la ciencia de forma parcial y tiempo completo. El reporte de la UNESCO señala que en 2019 Venezuela era el país latinoamericano con el mayor porcentaje de científicas, con el 61.4 %. A nivel mundial, la matrícula de estudiantes mujeres en el campo de la tecnología de la información y las comunicaciones (TIC) es de tan solo 3 %; en las áreas de ciencias naturales, matemáticas y estadísticas, 5 %; y en ingeniería, manufactura y construcción, solo el 8 % de los estudiantes son mujeres. Es evidente que, en pleno siglo XXI, la brecha de género en todos los ámbitos, particularmente en la participación de las mujeres en la generación de conocimiento científico, sigue siendo una tarea pendiente.

Más allá de los datos duros, es importante destacar e identificar los factores cualitativos que disuaden a las mujeres de seguir carreras en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM por sus siglas en inglés). Factores como la violencia de género, el matrimonio infantil, la trata de mujeres, la mutilación genital femenina y la brecha salarial impactan directamente en la trayectoria formativa y profesional de niñas y mujeres. En el ámbito laboral, particularmente en los campos STEM, numerosos estudios han encontrado que las mujeres publican menos, se les paga menos y no progresan en sus carreras al mismo ritmo que sus colegas hombres.

11 de febrero: Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

Desde su establecimiento por la Asamblea General de la ONU en el 2015, el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia tiene como objetivo “crear conciencia sobre el tema que celebra la excelencia de la mujer en la ciencia y recordar a la comunidad internacional que la ciencia y la igualdad de género deben avanzar de la mano para abordar los principales desafíos globales y lograr todos los objetivos y metas de la Agenda 2030”.

Este año, el tema de este evento internacional es “Mujeres científicas a la vanguardia de la lucha contra el COVID-19”. La pandemia de COVID-19 ha puesto en evidencia la desigualdad de oportunidades que tienen millones de niñas y mujeres en todo el mundo. Por un lado, el cierre de escuelas a nivel mundial debido al coronavirus podría tener graves repercusiones en la formación de niñas y niños. Las consecuencias de estos cierres van más allá del retraso académico y el aumento de la desigualdad educativa. Un informe publicado en The Lancet, señala que, para finales del 2020, medio millón más de niñas en todo el mundo se habrían visto obligadas a contraer matrimonio y un millón más de niñas quedarían embarazadas como resultado indirecto del encierro provocado por el COVID-19.

Por otro lado, en el ámbito laboral cerca de 11 millones de puestos de trabajo ocupados por mujeres desaparecieron de febrero a mayo del 2020, siendo las mujeres que son madres o cuidan de alguna persona las más afectadas. Las madres en la pandemia han reducido sus horas de trabajo de cuatro a cinco veces más que los padres para hacerse cargo del cuidado de la casa, los hijos y la enseñanza en línea. Durante la pandemia las mujeres se han visto obligadas a dejar la fuerza laboral en números récord, trayendo consigo la llegada de la primera Gran Recesión Femenina.

Imagen: UN Women.

Imagen: UN Women.

Diversos estudios han demostrado que la pandemia de COVID-19 también ha tenido un impacto negativo significativo en las científicas, afectando particularmente a las que se encuentran en las primeras etapas de su carrera. Ciertamente, la pandemia ha exacerbado aún más la brecha de género ya existente en la ciencia. Diversos análisis sugieren que las mujeres están publicando menos manuscritos e iniciando menos proyectos de investigación que sus colegas hombres durante la pandemia. El impacto mayor se lo han llevado las mujeres que tienen hijos. Alessandra Minello, estadística y demógrafa social de la Universidad de Florencia, Italia, publicó un artículo que señala cómo la pandemia elevará el «muro materno» que bloquea el avance de las mujeres en la academia, especialmente ante la constante presión que tienen académicos y académicas por publicar. Estas disparidades de género no se resuelven celebrando la labor de las mujeres en un solo día. Se requiere un cambio sistémico, mediante nuevas políticas, iniciativas y mecanismos de apoyo a las mujeres y las niñas en la ciencia.

Más allá de las problemáticas que han empeorado debido a la pandemia, esta crisis sanitaria mundial ha demostrado claramente el rol fundamental que las mujeres han tenido en la lucha contra la COVID-19. Desde el trabajo de doctoras, enfermeras y personal sanitario que trabajan en primera línea, hasta el ingenio de científicas y su papel fundamental en el avance del conocimiento sobre el coronavirus hasta el desarrollo de técnicas para las pruebas y la vacuna.

Este año, la celebración del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia se llevará a cabo el 11 de febrero de 2021 mediante un evento en línea que tendrá interpretación simultánea de los debates en inglés y francés. Para más información visita: https://www.un.org/es/observances/women-and-girls-in-science-day

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/mujeres-en-ciencia

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