Entrevista a María Kindelán: “La nutrición es una asignatura pendiente del sistema educativo”

Por: Regina de Miguel

¿Debería incluirse en el currículo escolar una asignatura dedicada a la nutrición? ¿Cómo se cocina en los comedores escolares? ¿Qué diferencia existe entre alimentación y nutrición? Estas son algunas de las preguntas que hemos formulado a María Kindelán, especialista en nutrición energética. Además, revela pequeños trucos para lograr que niños y adolescentes disfruten de una dieta sana y equilibrada.

La calidad de los comedores escolares es una cuestión que cada vez preocupa más a los padres. Asimismo, es importante cultivar entre los estudiantes una serie de hábitos alimenticios sanos y saludables desde pequeños; una cuestión en la que familia y escuela deben ir de la mano. Incluso, por qué no, introducir en el sistema educativo una asignatura de nutrición. Es lo que defiende María Kindelán, especialista en nutrición energética, en esta entrevista.

Pregunta: ¿Se come y se cocina bien en los comedores de los colegios españoles?

Respuesta: Desde que la oferta gastronómica de nuestros comedores escolares se revisa por parte de las administraciones sanitarias y educativas, así como por profesionales de la dietética y nutrición (Ley de Seguridad Alimentaria de 2011, a raíz de la Estrategia NAOS), los menús han mejorado de manera notable. No obstante, sigue habiendo diferencias entre los de unos colegios y otros: dependerá de los programas de salud internos con los que trabajan y si cuentan con cocina propia, externa o subcontratada. Todavía podemos encontrar en muchos casos una carencia de variedad, frescura y equilibrio, y sobretodo una falta de atractivo sensorial para los niños, incluyendo casos de intolerancias y alergias donde se repiten formatos similares.

nutrición es una asignatura pendiente

Como madre de dos niñas adolescentes que han estado en varios colegios de la Comunidad de Madrid, una de ellas celiaca, he comprobado cómo algunos menús se limitaban a cumplir con el supuesto aporte de calorías requeridas. Otros, en cambio, eran una muestra evidente de la involucración del personal de cocina en las campañas de salud del centro e innovación.

P: Aunque se informa a las familias del menú que comerán sus hijos, ¿cree que esta información es suficiente o debería ampliarse con más datos? 

R: Sin duda. Nos aportaría contenido de valor, confianza y transparencia conocer la procedencia de los alimentos empleados, aceites utilizados, congelados o tratamientos, sistemas de cocción…, así como recomendaciones para completar la dieta del día con sugerencias para desayunos y cenas.

P: ¿Opina que las cocinas de los centros escolares ocupan y tienen el lugar que merecen?

R: Hasta hace poco han estado en un segundo plano, como proveedor de servicios adicionales a la educación. Quiero pensar que estamos entrando en una nueva era de conciencia, en la que recuperamos poco a poco la importancia de una buena formación en salud y alimentación desde los centros docentes y las propias familias. Esto requiere darle relevancia a las cocinas (sean propias o externas), a la selección de los ingredientes y a la forma de cocinarlos para conserven el máximo de sus propiedades nutricionales y estimulen los sentidos de los niños y adolescentes.

“Inculcar hábitos saludables desde la infancia aporta un mayor conocimiento de la persona, seguridad, concentración y rendimiento en todas las actividades mentales y física”

P: ¿Cuáles son las principales diferencias entre alimentarse y nutrirse?

P: En su opinión, ¿cree que dentro del currículo escolar debería incluirse una asignatura dedicada a la nutrición o similar para que los niños desde pequeños adquieran hábitos sanos y saludables en sus comidas?

R: Desde luego que sí, inculcar hábitos saludables desde la infancia aporta un mayor conocimiento de la persona, seguridad, concentración y rendimiento en todas las actividades mentales y físicas. Muchos desajustes de salud, ya comunes en la sociedad de hoy, como la obesidad, los catarros frecuentes, las alergias, los desajustes digestivos, las alteraciones del sistema nervioso, la ansiedad, el insomnio, la falta de concentración y motivación… están directamente relacionados con un estilo de vida poco saludable y una alimentación desequilibrada. Que los niños aprendan a relacionarse amablemente con la comida -y disfruten de ella con coherencia y entiendan cómo les afectan sus hábitos en su calidad de vida- me parece una asignatura pendiente en nuestro sistema educativo.

María Kindelán

P: ¿Qué recomendaciones sugiere para concienciar a los estudiantes acerca de su alimentación y que fomenten un consumo mayor de verduras y frutas?

Al igual que saben que la cafeína les puede ‘espabilar’ momentáneamente o impedir dormir por la noche, deberían ser informados sobre el efecto que tienen los distintos grupos de alimentos, tanto a nivel biológico como energético. No suelen comer lo que realmente necesitan para activarse, relajarse, concentrarse o tener mayor resistencia en sus actividades deportivas, porque no se les enseña.

“No podemos ignorar la cantidad de impactos publicitarios y sensoriales sobre comida rápida que reciben a diario, pero sí educarles en la forma de manejarse con ello”

Tampoco se les involucra lo suficiente en el reconocimiento de la gran variedad de alimentos de los que disponemos y cómo cocinarlos de forma suculenta, sin tener que recurrir a potenciadores de sabor artificiales (es el caso de las salsas comerciales que enmascaran los sabores). No podemos ignorar la cantidad de impactos publicitarios y sensoriales sobre comida rápida que reciben a diario, pero sí educarles en la forma de manejarse con ello. La ventaja de hoy en día es la cantidad de recursos que pueden encontrar para comer razonablemente bien dentro y fuera de casa.

R: Cuantos más alimentos vitales, frescos y no procesados abunden en la alimentación, la calidad nutricional y energética será mayor. La clave está en introducir cada semana una gran variedad de alimentos, en cantidades moderadas, que contengan todos los nutrientes esenciales para el buen funcionamiento del organismo (cereales completos, legumbres, pescados y carnes de calidad, huevos, buenos aceites, frutas y verduras de temporada, lácteos fermentados… ), evitando al máximo los procesados, refinados, y los excesos.

En mi opinión, al no haber dos organismos iguales, la clave empieza por entender y reconocer qué tipo de energía necesita cada uno para luego optimizar al máximo la digestión y absorción de nutrientes. Esto podemos lograrlo a través de la observación de uno mismo (alimentación consciente) y con la ayuda de un profesional que pueda orientar adecuadamente los hábitos.

P: Por último, un pequeño test. ¿Qué le sugieren las siguientes palabras?

R:

  • Alimentación: elección voluntaria de comida.
  • Nutrición: proceso orgánico de obtención de energía.
  • Cocina: fábrica de combustible, el alma de las casas…
  • Comedor escolar: espacio ruidoso y oferta gastronómica pendiente de mejorar en la mayoría de los casos, tanto a nivel nutricional como organoléptico.
  • Menú: conjunto de alimentos, sabores y texturas que componen una comida.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/maria-kindelan-nutricion-la-asignatura-pendiente-del-sistema-educativo/119347.html

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Oratoria, la asignatura pendiente

Por: Regina de Miguel.

¿Sabías que la manera en la que se comunican los estudiantes está íntimamente relacionada con sus resultados académicos? La oratoria tiene muchos beneficios tanto a nivel personal como de currículo pero, sin embargo, se echa de menos una mayor presencia en las aulas.

¿Tus estudiantes se sienten cómodos cuando tienen que hablar para el resto de la clase? ¿Cómo es su discurso? ¿Se programan actividades grupales o individuales en las que tengan que hablar en público? En muchos casos, la respuesta es negativa. Y es que  se echa de menos una mayor presencia de la oratoria en las aulas, a pesar de sus beneficios tanto a nivel personal como de currículo.

Dificultad para respirar, taquicardia, sudoración, tensión muscular, voz entrecortada, temblor… Estos síntomas son habituales entre las personas que lo pasan mal cuando hay que hablar en público. De hecho, una encuesta de la organización Toastmasters reveló que un 67% de los españoles se ponía nervioso habitualmente en situaciones de este tipo, un 32% afirmó sentirse así de manera ocasional y sólo un 1% respondió que nunca.

Oratoria, la asignatura pendiente

Muchos estudiantes, en este sentido, no son ajenos a este sufrimiento cuando (por ejemplo) tienen que exponer un trabajo al resto de la clase o dirigirse a sus compañeros –siguiendo indicaciones del profesor-, cuando deben argumentar una idea o resolver un problema en voz alta; de ahí que una buena oratoria resulte fundamental y con ella el vocabulario con el que se expresa una persona, su tono de voz o la postura que adopta el cuerpo durante el discurso.

Oratoria y educación

Una de las personas que ha dedicado gran parte de su vida profesional a defender la presencia de la oratoria en las aulas es Neil Mercer. Doctorado en psicolingüística por la Universidad de Leicester (Inglaterra) y profesor emérito de Educación en la Universidad de Cambridgesus investigaciones han explorado el papel que desempeña el diálogo en la educación y desarrollo del razonamiento en los niños.

Opina que la forma en la que hablan y se expresan los estudiantes (incluidas las conversaciones en el hogar) influye en sus resultados académicos. Para Mercer, la interacción social y la actividad colaborativa en el aula representan una valiosa oportunidad para el aprendizaje y que la práctica de la oratoria en este contexto debe orientarse a la cooperación, explicación de ideas y escucha a los demás.

asignatura oratoria

Neil Mercer, que ha sido asesor en los gobiernos de Singapur y Gales para llevar la oratoria al currículo escolar, es también director del centro de estudios Oracy Cambridge. El trabajo que allí desarrolla junto a su equipo de expertos se centra, entre otros objetivos, en concienciar sobre la importancia de una comunicación oral efectiva y las formas en que se puede enseñar y aprender. Esto les ha permitido desarrollar diversos métodos para enseñar oratoria y evaluar el progreso que logra el alumnado.

Precisamente, uno de los trabajos realizados en este centro quiso comprobar hasta qué punto una buena expresión oral influye o no en las notas que un alumno obtiene en las asignaturas de ciencias. Para esta investigación, se diseñó un programa de enseñanza experimental que contó con la participación de varios estudiantes de escuelas primarias británicas. Los resultados demostraron que las actividades basadas en la conversación pueden desempeñar una función útil en el desarrollo del razonamiento y la comprensión científica.

Los beneficios de la oratoria

En el caso de España, su presencia en las aulas sigue siendo mínima a pesar de los beneficios que se consiguen. Por ejemplo, proporciona una mayor confianza en la persona al perder el temor de hablar para los demás, ayuda en la gestión de las emociones, se mejoran las habilidades sociales y pensamiento crítico, se trabajan los valores de la tolerancia y empatía, ayuda en el desarrollo de las habilidades de liderazgo

asignatura oratoria

Situado en Alicante, el centro Lope de Vega International School creó en enero de 2016 el Club de Debate y Oratoria como actividad extra-académica. Incluso existe un Concurso Nacional de Oratoria que este año celebrará su sexta edición y en el que pueden participar estudiantes de 12 a 18 años.

Por otro lado, os invitamos a echar un vistazo a la entrada Juegos para enseñar a los alumnos a hablar en público propuesta por la especialista en innovación educativa y comunicación digital Rocío López.

Fuente del artículo: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/oratoria-asignatura-pendiente/76943.html

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