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Finlandia: Selección y formación docente

Ecuador / 13 de mayo de 2018 / Autor: Rosa María Torres / Fuente: Otra-educación

Preguntados sobre las claves de su modelo y de su desarrollo educativo, los finlandeses contestan siempre que la clave principal son los docentes y, en ese marco, su selección y su formación. Finlandia no tiene un sistema de evaluación docente y tampoco un sistema de inspección escolar – la abolieron en los 1990s – de modo que ni la evaluación ni la supervisión constituyen claves del desempeño profesional docente y de la confianza que la sociedad finlandesa deposita en sus docentes.

Los finlandeses han logrado hacer de la docencia una opción atractiva de estudio, de trabajo y de vida. No tanto por el salario sino por la relevancia social, la autonomía profesional y la satisfacción personal asociadas a ésta. Dicha autonomía supone un alto nivel profesional y una formación docente de alta calidad. Hoy en día, todo docente requiere tener una maestría, salvo quienes enseñan en educación inicial/infantil, a quienes se exige una diplomatura. Todos, incluidos los docentes de asignaturas, realizan prácticas en escuelas asociadas a las universidades que forman docentes, reciben una fuerte formación pedagógica, y formación en necesidades educativas especiales, a fin de poder asistir a estudiantes con algún tipo de dificultad. En 2016, 85% de los docentes finlandeses tenían formación en necesidades educativas especiales y 85% en educación de migrantes (Teachers and Principals in Finland 2016). Según un estudio realizado en 2014, 3 de cada 4 docentes dicen estar satisfechos y 9 de cada 100 abandonan la profesión.

Cada universidad tiene sus propias normas y métodos de selección de los postulantes a la carrera docente, una carrera exigente y por eso mismo sumamente valorada y respetada. Todos hemos leído o escuchado referencias a que es muy difícil en Finlandia ser aceptado en las facultades de educación. De cada 100 que postulan, 10, 12, 15 logran ingresar.

«En Finlandia hoy es más difícil estudiar para maestro que para abogado» decía en 2018, en Buenos Aires, Olli-Pekka Heinonen, director de la Finnish National Agency for Education (Agencia Nacional Finlandesa para la Educación), organismo dentro del Ministerio de Educación y Cultura encargado de la educación y la capacitación, la educación inicial y el desarrollo infantil, y el aprendizaje a lo largo de la vida, así como de promover la internacionalización. Este fue, de hecho, el titular elegido por Clarín para la entrevista. Aquí, el fragmento pertinente:

– ¿Cómo se forma y selecciona a los maestros?
– «Ellos tienen que aprobar una carrera en la universidad que dura 3 años. Y tienen un período en el que van a las escuelas a hacer una suerte de entrenamiento. La principal selección está a la hora de entrar a la universidad. Les toman un examen en el que miden distintas cosas, desde actitud hasta conocimientos generales y competencias socioemocionales. Muchos jóvenes quieren ingresar a la carrera, pero solo ingresa entre el 10 y el 15 por ciento de los que aplican. En Finlandia hoy es más difícil estudiar para ser maestro que para ser abogado».

Años antes, en 2012, Pasi Sahlberg, especialista finlandés, contaba en una conferencia, también en Buenos Aires, la hoy ya célebre anécdota de su sobrina Vera que aprobó los exámenes pero no logró pasar la entrevista personal que se aplica a quienes desean estudiar magisterio. Dio respuestas incorrectas – decía Sahlberg – a la pregunta de por qué quería ser maestra: primero explicó al jurado que su tío (Sahlberg) y otras personas en la familia son o han sido maestros; luego, en la repregunta, contestó que le gustan los niños. En definitiva, no pudo explicar con claridad su pasión por la enseñanza. Al año siguiente volvió a presentarse y aprobó la entrevista.

Esto explicaba Sahlberg al final de su conferencia «La formación docente en Finlandia. Reflexiones para la Argentina»:

«En los programas de formación docente queremos tener no solo personas inteligentes a quienes les ha ido bien en la escuela, que tienen fortalezas en asuntos académicos o sociales, sino personas que tienen un compromiso moral profundo con la enseñanza.

En mi universidad tuvimos 2.000 aplicantes en la primavera pasada y estamos seleccionando 120. Cada uno de esos 120 tiene un compromiso profundo con la enseñanza y está dispuesto a servir como docente de por vida. Y es esto lo que hace una gran diferencia. Si les educas a ellos en un programa de maestría, obtienes buenos maestros.

Uno de mis mensajes esta tarde aquí es que Finlandia no tiene necesariamente un programa excepcional de formación docente, pero tenemos estudiantes muy excepcionales que podemos seleccionar. Veo que muchos de ustedes se están preguntando: ¿por qué es así?, ¿qué hace que esto sea tan especial? Hay muchas cosas en las condiciones que proveemos, pero no insistimos en que los docentes deben trabajar desde la mañana hasta la noche, no usamos pruebas estandarizadas para decidir qué docentes son buenos y qué docentes son malos, no tenemos inspección escolar. Les pedimos a los docentes que ellos mismos hagan muchas de estas cosas. Y es por eso que Vera y otros docentes piensan: «Esto es lo que quiero hacer. Quiero ser un profesional independiente, autónomo, en la escuela».

Finlandia ha tenido esto durante los últimos 20 años: elegir a los mejores jóvenes para estudiar para docentes. Hay 8 universidades en el país que proveen un programa similar. Los requerimients son los mismos. En Finlandia nunca se le pregunta a un docente dónde obtuvo su título, porque uno sabe que todos los docentes tienen un título de maestría y que es el mismo en todos lados».

Curiosamente, quienes celebran el modelo educativo finlandés reconocen por lo general la importancia de una formación docente de alta calidad pero parecen ignorar o pasar por alto lo que los propios finlandeses destacan: la indispensable selección de los candidatos a docentes.

Un cambio paradigmático, un tema estructural, radicalmente innovador, complejo y desafiante que pocos gobiernos en el mundo, y ninguno en América Latina, parecen dispuestos a considerar.

Fuente del Artículo:

http://otra-educacion.blogspot.mx/2018/05/finlandia-seleccion-y-formacion-docente.html

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¿Qué puede aprender Finlandia de Asia en educación?

 

Encontré este Ted Talk titulado «What the Finnish education system could learn from Asia» (Lo que el sistema educativo finlandés podría aprender de Asia, 2015). Valoro el sistema finlandés y no me atraen demasiado los sistemas educativos asiáticos, pero estuve dispuesta a sorprenderme, así que abrí el video.

La expositora, Hannamiina Tanninen, una muchacha finlandesa, dice que fue educada en dos de los mejores sistemas educativos del mundo: el de Finlandia, donde estudió los primeros doce años de su vida, y el de Hong Kong, donde estudió la universidad.

Hannamiina está preocupada con el descenso de Finlandia en el ranking de las pruebas PISA (el dibujo que acompaña el video, como se ve, muestra la torre Pisa diciendo: «Me estoy cayendo, como los resultados de Finlandia en PISA») y considera que, para que su país vuelva a «ocupar el lugar de mejor sistema educativo del mundo», le vendría bien aprender algunas cosas del modelo de Hong Kong.

Hannamiina recorre algunas de las grandes diferencias entre la educación de ambos países. Explica que:

En Finlandia
a) los estudiantes no la pasan muy mal
b) no tienen presión
c) toman pocas pruebas
d) hay baja jerarquía en las relaciones.

Los profesores son los mejores del mundo. No hay miedo al fracaso. No se agrupa a los alumnos según su desempeño o aptitud. No hay presión para ir a la universidad o para volver a tomar un examen.

En Hong Kong
a) los estudiantes deben esforzarse mucho
b) tienen gran presión
c) toman pruebas todo el tiempo
e) hay alta jerarquía en las relaciones.

Muchos suicidios. Largas jornadas de estudio. Abundantes deberes. Lo que cuenta es el esfuerzo. Los estudiantes empiezan la escolaridad antes que en Finlandia y trabajan duro.

¿Cuáles son las cuestiones que Finlandia debería aprender de Hong Kong, según Hannamiina? Ella las organiza en cuatro temas:

Problemas
– Finlandia clasifica los problemas en más dificiles y menos difíciles; los estudiantes que trabajan menos reciben los menos difíciles.
– En Hong Kong todos los estudiantes deben ser capaces de resolver problemas, los fáciles y los difíciles.


Talento

– Finlandia considera que el talento viene dado.
– Hong Kong ayuda al talento con esfuerzo y trabajo duro.

Competencia

– Finlandia desalienta la competencia y promueve la cooperación. No se propone ser el primero.
– Hong Kong promueve la competencia y dice abiertamente que quiere ser el primero.

Diversión y creatividad

– Finlandia considera que el aprendizaje debe ser entretenido, una experiencia agradable.
– Hong Kong entiende que no todo aprendizaje tiene que ser entretenido, que para obtener satisfacción en el largo plazo hay que sacrificar en el corto plazo.
Hannamiina concluye que: «Para que Finlandia vuelva a donde pertenece, deberíamos valorar el trabajo duro, dejar de dividir los problemas en menos difíciles y más dificiles, cambiar la manera en que vemos el talento (el talento es 99% trabajo duro), reconocer que estamos en una competencia y no tener miedo de que el aprendizaje no sea siempre divertido».

En otras palabras: Hannamiina quiere que Finlandia deje de ser Finlandia. Quiere eliminar del modelo educativo finlandés aquello que lo hace especial, admirable, único. Y todo, ¿para qué?. Para que vuelva a ubicarse en la cúspide de PISA.

El público le aplaude, algunos con gran aprobación. Y, como ellos, seguramente muchos en el mundo, aquellos que consideran que estar en el primer o en los primeros lugares de PISA es cuestión de vida o muerte, que la calidad de un sistema educativo se juega en el ranking de PISA, que no basta con estar entre los primeros.

Yo, por mi lado, sigo celebrando la poca importancia que le da Finlandia a las pruebas estandarizadas, a los rankings y a estar en el top, y la mucha importancia que le da al aprendizaje, a la motivación de los alumnos, y al bienestar de las familias. Sin duda hay cuestiones que Finlandia podría aprender de Hong Kong, pero no son éstas. Más bien, para alegría de sus niños y jóvenes, Hong Kong necesitaría relajarse un poquito y contagiarse del ethos finlandés.

Fuente del Artículo:

http://otra-educacion.blogspot.mx/2018/04/que-puede-aprender-finlandia-de-asia-en.html

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Más evaluación, ¿mejor educación?

Por: Rosa Maria Torres
Hoy en día muchos parecen creer que existe una relación necesaria y casi obvia entre evaluación y mejora educativa. Que más evaluación produce mejor educación. Que la evaluación de aprendizajes de los alumnos conducirá a mejorar dichos aprendizajes, que la evaluación de los maestros conducirá a mejorar su formación/capacitación y su desempeño, que la evaluación de las instituciones educativas conducirá a mejorar su gestión y sus resultados.

Lo cierto es que muchas evaluaciones – a través de pruebas o de otros instrumentos – no se traducen en mejoría de aquello que se evalúa, ni en relación a los alumnos ni en relación a los profesores, los planteles y el sistema educativo.

Mucho depende de los objetivos, la calidad, la pertinencia y la oportunidad de la evaluación. Y, obviamente, de qué se hace con los resultados de la evaluación. Sin retroalimentación, sin decisiones fundamentadas y coherentes que actúen sobre los problemas identificados, la evaluación puede ser un costoso y penoso saludo a la bandera.

Desconexión entre investigación, evaluación y políticas educativas

En el campo de la educación hay una vieja y reconocida desconexión entre investigación y toma de decisiones (mucha de la investigación que se hace no es relevante, es desconocida o simplemente es desestimada al momento de diseñar políticas, planes y programas) así como entre evaluación y toma de decisiones (muchas de las conclusiones y recomendaciones que derivan de las evaluaciones no son tenidas en cuenta ni aplicadas en las políticas y en las prácticas educativas). El reclamo y el pedido de articular conocimiento y políticas públicas, de tomar decisiones basadas en «evidencia» generada por la investigación y la evaluación, continúa como un pendiente en la agenda educativa nacional e internacional.

Cada país puede encontrar sin duda ejemplos de estas desconexiones. Países que vienen implementando evaluaciones educativas desde hace tiempo no muestran las mejoras que esperaban o que sería de esperar. La evaluación, por sí misma, no asegura mejoría y, mucho menos, mejoría continua y sistemática. Así lo revelan en muchos casos las pruebas de aprendizaje que cada país aplica a nivel nacional así como las pruebas internacionales en las que los países pueden ver su evolución en el tiempo y en comparación con la de otros países.

Hay que decir, además, que políticas, planes y reformas educativas – a nivel nacional, regional y global – rara vez o nunca son evaluadas en sus resultados e impactos. En esa medida, las reformas a las reformas que tan a menudo se dan en los países y a nivel internacional, generalmente no son el resultado de procesos de investigación y/o evaluación, con lo cual vuelve a repetirse una y otra vez el círculo vicioso del ensayo y el error.

Pruebas del LLECE y pruebas PISA: avances, estancamientos y retrocesos

Las evaluaciones internacionales de aprendizaje escolar que vienen aplicándose en América Latina – mencionamos dos: las pruebas del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE), coordinado por la UNESCO, y las pruebas del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA), coordinado por la OCDE – son un claro ejemplo de lo dicho. Los países participantes vienen teniendo avances lentos y pequeños en los aprendizajes escolares, e inclusive estancamientos y retrocesos.

Las pruebas del LLECE vienen aplicándose desde 1997. Evalúan lenguaje, matemáticas y ciencias naturales en dos grados de educación primaria/básica (tercero y sexto). El primer estudio se aplicó en 1997 (PERCE), el segundo en 2006 (SERCE), el tercero en 2013 (TERCE), el cuarto se aplicará en 2019 (ERCE). Después de 20 años, y a raíz de los resultados del TERCE, la UNESCO concluye que la mayor parte de países de América Latina sigue obteniendo resultados ‘bajos’ y transitando hacia resultados ‘aceptables’. Chile, Costa Rica y Uruguay tienen los resultados más altos en la región, pero apenas se acercan a resultados ‘aceptables’.

Las pruebas PISA, iniciadas en el año 2000 y aplicándose desde entonces cada tres años a jóvenes de 15 años, en educación secundaria (lectura, matemáticas y ciencias), tampoco muestran mejoras consistentes o esperanzadoras en América Latina. Los países participantes en PISA desarrollan verdaderas cruzadas nacionales destinadas a mejorar los puntajes, dedican gran tiempo y esfuerzos a preparar a profesores y estudiantes para que eso ocurra. No obstante, en la mayoría de casos, los avances en los puntajes son mínimos y también hay estancamiento y hasta retroceso en varios países en relación a los aprendizajes evaluados.

Los cuadros a continuación muestran la trayectoria de los países latinoamericanos participantes en PISA entre 2000 y 2015. (La última aplicación de PISA se hizo en 2015).

Fuente: BID, América Latina y el Caribe en PISA / ¿Cuánto mejoró la región?

Como vemos, solo Colombia y Perú muestran avances sostenidos entre 2000 y 2015 en las tres áreas evaluadas en PISA. Brasil, Chile, México y Trinidad y Tobago tienen avances pero también estancamientos. Costa Rica y Uruguay muestran estancamiento y retrocesos.

Hay que tener en cuenta, por otro lado, que las conclusiones y recomendaciones que hacen tanto la UNESCO como la OCDE en relación a sus respectivas evaluaciones, son ignoradas en muchos países. Así por ejemplo, estas seis conclusiones y recomendaciones derivadas de PISA 2009, varias de las cuales se sostienen en años siguientes, siguen sin tenerse en cuenta (Ver: Pruebas PISA: Seis conclusiones y una pregunta).

1. La pieza clave de la calidad de la educación en el medio escolar siguen siendo los maestros.
2. Más inversión en educación por sí misma no asegura mejor educación.
3. Más tiempo dedicado a la enseñanza no garantiza mejores resultados escolares.
4. Incrementar los salarios docentes parece tener impacto positivo.
5. La condición socioeconómica de los alumnos es el factor que más incide en sus resultados escolares.
6. Los problemas de lectura se transfieren a la lectura en pantalla. Los jóvenes leen mejor en el papel. La navegación y la lectura digital muestran serias debilidades incluso en países donde los jóvenes de 15 años tienen acceso a computadora e Internet tanto en el colegio como en el hogar.

El caso de Finlandia

Finlandia es un caso emblemático que pone en entredicho mucho de lo que se dice y hace hoy en materia de evaluación educativa. Ciertamente, un caso incómodo para la próspera industria de la evaluación.

»  Un país que cuestiona y huye de las pruebas estandarizadas; la evaluación de los alumnos y de sus aprendizajes la hace cada profesor en su aula, a fin de corregir prácticas, mejorar procesos de enseñanza y aprendizaje,  identificar y apoyar oportunamente a quienes se quedan atrás (evaluación formativa). Recordemos que la consigna central en el sistema educativo finlandés es «Que nadie se quede atrás». La evaluación sumativa, destinada a informar a los demás y rendir cuentas del quehacer de los alumnos, los profesores y las escuelas, tiene un papel menor.

» Un país que rompe con la afirmación de que «los países con los sistemas educativos más exitosos evalúan a sus docentes». Finlandia no tiene un sistema de evaluación docente y tampoco cuenta con inspectores escolares (el sistema de inspección se eliminó a inicios de los 1990s). No se habla de rendición de cuentassino de responsabilidad de los profesores en tanto profesionales que gozan de autonomía. El sistema educativo opera en base a la confianza: confianza de las familias y de toda la sociedad en el sistema educativo, en los directivos y en los docentes.

» Un país que presta poca atención a las propias pruebas PISA, que no orienta sus políticas y reformas a sostener o mejorar su ranking en PISA sino a asegurar las mejores condiciones para que los estudiantes finlandeses – de todas las edades y en todos los niveles del sistema – aprendan y lo hagan con sentido y con gusto. (Ver: Las políticas educativas en Finlandia no se orientan a sacar buena nota en PISA).

Con este sistema basado en la confianza, en la idoneidad, responsabilidad y autonomía de los profesores y de las escuelas, en el desprecio por las pruebas estandarizadas y por los rankings internacionales, Finlandia viene ocupando sistemáticamente desde el año 2000 uno de los mejores lugares en PISA y es reconocido como un país con uno de los mejores sistemas educativos del mundo.

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Ecuador: El fiasco de la alfabetización

Por: Rosa María Torres

La década 2007-2017 – gobierno de Rafael Correa – vio dos intentos fallidos de «erradicar el analfabetismo» en el Ecuador. En 2009, una declaratoria de «Patria Alfabetizada» debió cambiarse al poco tiempo por la de «Patria Alfabetizándose». En 2015, el Ministerio de Educación dio por cumplido el Plan Decenal de Educación 2006-2015 – una de cuyas ocho políticas había sido «erradicar el analfabetismo» – lo que resultó no ser cierto.

▸ En 2009, con ocasión del 8 de septiembre, Día Internacional de la Alfabetización, el gobierno de Rafael Correa declaró al Ecuador «Patria Alfabetizada». El entonces ministro de educación, Raúl Vallejo, informó que el analfabetismo se había reducido del 9% al 2,7% entre 2007 y 2009 (420.888 personas alfabetizadas, mayores de 15 años). El acto de celebración se realizó en el Estadio Jocay de la ciudad de Manta. El Dr. Edouard Matoko, director de la UNESCO para el Ecuador y representante para Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela, avaló la declaratoria. En su enlace semanal, el Presidente Correa dijo al país: «Hemos hecho en dos años lo que ningún gobierno hizo en décadas».

Un mes después, el ministro proclamó la Patria Alfabetizada en la 35 Sesión de la Conferencia General de la UNESCO en París (6-23 octubre, 2009). Aquí su discurso.

Cuatro meses después, el gobierno dio marcha atrás, cambiando la «Patria Alfabetizada» por «Patria Alfabetizándose». Basado en la Encuesta de Empleo, Desempleo y Subempleo 2009, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) dio a conocer que la tasa de analfabetismo en el país era en ese momento del 7.8%. Entre 2007 y 2009 ésta había experimentado una reducción mínima (7.92% en 2007, 7.62% en 2008 y 7.76% en 2009).

▸ En 2015, el ministro de educación Augusto Espinosa afirmó que se habían cumplido las ocho políticas contempladas en el Plan Decenal de Educación 2006-2015 que fuera aprobado en consulta popular en noviembre de 2006 e iniciado por el exministro Vallejo. La política 4 del PDE se propuso erradicar el analfabetismo.

Según el informe de evaluación del PDE publicado por el ministerio y circulado por el ministro Espinosa en febrero de 2016, todas las ocho políticas del Plan se cumplieron.

No obstante, un segundo informe de evaluación del PDE publicado por el ministerio en octubre de 2016 afirmaba que la meta al 2015 había sido alcanzar el 4% de analfabetismo y que se había llegado al 5,54%, reconociéndose que la meta aún estaba por cumplirse.

«Alfabetización de 395.229 personas a través de proyecto de Alfabetización Básica para Jóvenes y Adultos, lo que contribuyó a reducir la tasa de 8,6% existente en el 2006 a 5,54% en el 2015».

A partir de la información proporcionada por el ministerio, en 2014 la UNESCO otorgó al Ecuador el premio UNESCO-Rey Sejong de alfabetización. «Con su iniciativa de alfabetización básica para jóvenes y adultos, el Ministerio de Educación del Ecuador ha beneficiado a casi 325.000 personas entre 2012 y 2013.Para el 2014 el proyecto se plantea como desafío atender a 100.000 personas. La iniciativa se extenderá hasta el 2015», escribía la UNESCO. Asimismo, el proyecto fue incluido por el UIL-UNESCO en una lista de «Effective Literacy Programmes«.
▸ En septiembre de 2017, concluida la década de gobierno de Rafael Correa, el gobierno de Lenin Moreno anunció la Campaña Todos ABC: Alfabetización y Educación Básica Monseñor Leonidas Proaño, destinada a jóvenes y adultos mayores de 15 años interesadas en alfabetizarse y/o en completar sus estudios de educación básica y bachillerato («escolaridad inconclusa»). El documento presentado por el ministro de educación Fander Falconí informó sobre el avance de la alfabetización entre 2011 y 2017 (414.813 personas alfabetizadas) e indicó que en el país quedan 660.000 personas analfabetas mayores de 15 años (es decir, más que las alfabetizadas a lo largo de seis años, entre 2011 y 2017). De éstas, la campaña se propone llegar a 200.000 hasta el año 2019.

 

Así pues, por segunda vez en la década volvemos a transitar en el Ecuador de la «Patria Alfabetizada» a la «Patria Alfabetizándose». Como es evidente, el país tiene todavía por delante un gran desafío en términos de alfabetización de jóvenes y adultos.

Fuente: http://otra-educacion.blogspot.com/

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TiNi – Tierra de niñas, niños y jóvenes

Por: Rosa María Torres

Fotos: Asociación para la Niñez y su Ambiente (ANIA)
Niños y jóvenes están perdiendo contacto con la naturaleza. El ideario de la «educación del siglo 21» rebosa pantallas y teclados. El asunto es particularmente preocupante en contextos urbanos.

Esta es una experiencia inspiradora que busca recuperar el contacto con la tierra para niños, adolescentes y jóvenes.

Las fotos incluidas en este artículo han sido tomadas de la ANIA.

TiNi «Tierra de niñas, niños y jóvenes» es un espacio de tierra – desde medio metro cuadrado e incluso desde una maceta – que se les entrega a niños y jóvenes escolares como un espacio en el que pueden sembrar, crear, interactuar, jugar, aprender al aire libre y en contacto con la naturaleza.

Dependiendo de su tamaño y condiciones específicas, la TiNi puede adoptar diversas formas y funciones: un pequeño huerto o jardín, un parque, una plaza, un vivero, un espacio lúdico, un taller, un rincón de lectura, etc.

La TiNi se puede organizar en el hogar, en la escuela, en la comunidad o en cualquier otro lugar. En ella intervienen los alumnos con ayuda de profesores y directivos. Participan también los padres de familia y la comunidad.

La TiNi está pensada como una metodología de educación ambiental y de empoderamiento de los alumnos en su relación con el medio ambiente. El contacto con la naturaleza tiene múltiples beneficios: cognitivos, físicos, emocionales y sociales. Desarrolla la creatividad, el sentido de asombro, la cooperación, la empatía y la resolución de problemas.

La metodología TiNi ha sido desarrollada por la Asociación para la Niñez y su Ambiente (ANIA), una asociación privada sin fines de lucro fundada en Lima en 1995.
En 2015-2016 la metodología TiNi fue institucionalizada por el Ministerio de Educación del Perú como Proyecto Educativo Ambiental Integrado (PEAI), denominado “Espacio de Vida- EsVi”.

En 2016 se adoptó en más de 3.200 instituciones educativas públicas en 18 regiones del país. Con apoyo del sector privado, la metodología TiNi se ha implementado en más del 50% de regiones del Perú y en otros 10 países, uno de ellos el Ecuador.

En 2012 la UNESCO declaró de interés público esta metodología. La reconoció como una actividad oficial dentro del Decenio de Naciones Unidas de la Educación para el Desarrollo Sostenible, coordinado por la UNESCO (ver la carta de Reconocimiento de la UNESCO, del Ministerio del Ambiente y del Ministerio de Educación del Perú).
Estas son las herramientas que la ANIA pone a disposición para trabajar con la TiNi:
– Metodología TiNi virtual
– Kit TiNi (materiales didácticos para crear una TiNi)
– Cuento “El Gran Tesoro de la Naturaleza” (inspira la creación de TiNi)
– Ficha de comprensión lectora del cuento (promueve la comprensión lectora)
– Guía – cuento: Creando una TiNi (orienta en pasos sencillos como crear TiNi)
– Guía para docentes de cómo aplicar la metodología TiNi
– Guía TiNi de flora y fauna en Lima (orienta sobre las especies de plantas y animales que existen en Lima y el Callao y que pueden habitar en la TiNi
– Centro de Promoción TiNi (lugar implementado para observar una TiNi en “vivo”)
– Talleres de capacitación TiNi

Además de la TiNi, la ANIA promueve otras estrategias e iniciativas: Bonos de Servicios Ambientales por Valores y Educación (SAVE), Ecohogar, El Mundo de Ania y Kin, y Arboles como Monumentos Naturales.

Ecuador: TiNi – “Tierra de niñas, niños y jóvenes para el Buen Vivir»

¿Qué es TINI? (video) 

En el Ecuador la TiNi fue adoptada con apoyo de la oficina de la UNESCO en Quito, dentro del programa ambiental La Casa de Todos del Ministerio de Educación.

El programa fue inaugurado en septiembre de 2017. El Ministerio adoptó la metodología TiNi llamándola “Tierra de niñas, niños y jóvenes para el Buen Vivir», a fin de «promover, comprometer y fortalecer la cultura y conciencia ambiental en la comunidad educativa».

Se espera hacer de la TiNi un espacio de enseñanza y aprendizaje en el que se integren diversas asignaturas tales como Lenguaje y literatura, Matemáticas, Estudios Sociales, Ciencias Naturales, Educación Cultural y Artística, Educación Física, Inglés, así como los proyectos escolares.
El Ministerio inauguró el primer espacio TiNi – 3 por 15 metros – el 22 de septiembre de 2017 en Guayaquil, en la Unidad Educativa del Milenio ‘Ileana Espinel’, con presencia del ministro de educación y otras autoridades. Se entregó a la escuela la Guía Introductoria a la Metodología TiNi.
En la inauguración, el ministro Fander Falconí dijo: «Desde hoy empezamos no solo una nueva materia sino una nueva aventura. La materia que vamos a estudiar es La Casa de Todos y este pedacito de tierra es la Tierra de niñas, niños y jóvenes para el buen vivir. Desde hoy ustedes van a ser los súper guardianes del planeta. Desde ahora ustedes van a cuidar un pedacito de tierra que es también un pedazo del planeta”.
Se develó un mural en el que los estudiantes pusieron las huellas de sus manos junto a imágenes de árboles, mariposas y niños.
Los niños sembraron plantas medicinales como cedrón, hierba luisa, ruda, menta y orégano.
Los asistentes al evento, docentes y estudiantes se comprometieron públicamente a cuidar el espacio.

Fuente: http://otra-educacion.blogspot.com/

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El Aprendizaje a lo Largo de la Vida no se limita al sistema escolar

Por: Rosa Maria Torres

Sistemas de aprendizaje a lo largo de toda la vida

La infografía que colocamos arriba, tomada de la página de la UNESCO sobre el Foro Mundial de Educación 2015 (Incheon, República de Corea,19-22 Mayo 2015) genera confusión. Transmite la idea de que el Aprendizaje a lo Largo de la Vida:
(a) se centra especialmente en las personas jóvenes y adultas,
(b) se refiere al aprendizaje que tiene lugar en el sistema escolar, y
(c) cubre desde la educación pre-escolar hasta la educación secundaria superior, incluyendo educación y formación técnica y profesional así como alfabetización.

En verdad, el Aprendizaje a lo Largo de la Vida:

(a) Se refiere al aprendizaje que tiene lugar «desde la cuna hasta la tumba». El aprendizaje es visto como un continuo en el ciclo de vida de toda persona y como un principio organizador de la política educativa. No se focaliza en una edad específica; cubre todas las edades, desde el nacimiento hasta la muerte.

(b) No se reduce al sistema escolar. Se realiza a lo largo y a lo ancho de la vida. Incluye todas las formas de aprendizaje, dentro y fuera de las aulas, en la familia y en la comunidad, en contextos formales, no-formales e informales.

(c) Incluye todos los niveles y modalidades del sistema educativo, desde la educación inicial hasta la educación superior

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Aprendizaje activo: ¿hay algún otro?

Por: Rosa María Torres

«El conocimiento es como un árbol;
las hojas crecen desde el mismo árbol, desde adentro”
(Constance Kamii)

– “Esta es una escuela activa. Los niños se sienten a gusto, el juego es aquí lo principal”, me dijo el director cuando fui con mi hijo mayor, entonces de 7 años, a inscribirlo en esta escuela particular de la ciudad de México, renombrada en aquel momento entre las escuelas activas de la zona. De esta escuela terminaría sacando a mi hijo, al terminar el año, para buscar, desesperada, algo más convencional y menos ‘activo’.

– “Una institución inscrita en las modernas corrientes de la escuela activa”, decía el folleto promocional que a continuación enumeraba un largo listado de virtudes de este colegio particular en Buenos Aires. Después de tres años en este colegio activo, mi hijo menor terminó la enseñanza secundaria con un rechazo absoluto a todo lo que oliera a estudio.

Pedagogía activa, métodos activos: todos los nombran y ofrecen; pocos los llevan a la práctica. Una genuina pedagogía activa implica romper con los esquemas usuales de hacer educación, con los roles convencionales de educador y educando, con la comprensión usual de lo que es enseñar y aprender.

Muchos confunden pedagogía activa con activismo. Profesores empeñados en que los alumnos realicen febrilmente actividades y se mantengan ocupados todo el tiempo. Profesores que se mueven incansablemente y convierten al aula en un bazar, intentando motivar a los alumnos y hacer su clase amena, poniéndose a la altura de los niños o jóvenes a quienes tratan de enseñar.

Muchos creen, equivocadamente, que lo ‘activo‘ se ubica del lado de la enseñanza. No obstante, una enseñanza activa no garantiza necesariamente un aprendizaje activo. El profesor o profesora pueden terminar agotados física e intelectualmente, mientras los alumnos continúan de espectadores, sin poner un gramo de emoción o de materia gris en el espectáculo.

Muchos creen que lo activo‘ se refiere a actividad física. La actividad física es importante y una condición favorable para el aprendizaje, pero una pedagogía activaes, esencialmente, una en la que el movimiento pasa por adentro. Una que estimula al alumno a pensar, a hacerse y a hacer preguntas, a investigar, a problematizar la información que recibe, a dudar, a argumentar, a discutir, a sacar conclusiones propias, a identificar y resolver problemas, a pensar autónomamente, a esforzarse por entender y por aprender, a desear saber más.

Bien vista, una pedagogía activa no debería ser considerada una innovación. Porque el aprendizaje es activo o no es. No hay opción. Y esto es válido tanto para el niño como para el joven y el adulto. Quien no tiene un rol activo en su proceso de aprendizaje, sencillamente no aprende. Si al alumno solo se le ‘transmite’ información o conocimientos, a lo sumo lo que puede esperarse en que los regurgite y repita, no que los aprenda, es decir, que los comprenda, incorpore, aprehenda.

Aprender implica explorar, experimentar, descubrir, reflexionar, construir, de-construir, equivocarse, rectificar, desaprender, crear. Enseñar es ofrecer al alumno condiciones y oportunidades para que haga todo eso, con entusiasmo, sin miedo, a partir de sus propias necesidades e intereses, a su ritmo, individualmente y en colaboración, en interacción consigo mismo y con los demás.

Una pedagogía activa es una invitación a maravillarse y a confiar en la capacidad de aprender que tiene el ser humano, por ser humano más que por ser alumno. Es estar dispuesto a ceder al alumno el rol protagónico en su proceso de aprendizaje, aceptando al mismo tiempo la compleja responsabilidad que en ese aprendizaje tiene quien, ubicado en el rol de educador, debe facilitarlo, estimularlo y orientarlo.

Una pedagogía activa es, por eso, paciente y pausada, empática y amena, centrada en el alumno y en el aprendizaje, consciente y respetuosa de la diversidad, enemiga del autoritarismo y del paternalismo, refractaria a manuales y a materiales hiperestructurados, reñida con la rigidez y la rutina.

Una pedagogía activa no solo crea lectores sino buenos lectores, lectores críticos, que reflexionan sobre lo que leen, que interrogan al autor, que sacan conclusiones propias. Una pedagogía activa fomenta escritores, no copistas.

Una pedagogía activa acepta que todo lugar, momento y edad son buenos para aprender, dentro y fuera de las aulas.

Una pedagogía activa respeta al alumno, junta cabeza y cuerpo, trabaja no para la prueba sino para el aprendizaje, mira el error no como una señal roja sino como una señal verde que indica la posibilidad de un nuevo nivel de conocimiento, aspira al disfrute no solo del aprendizaje sino también de la enseñanza.

Tan simple y tan complicado. Tan fácil de decir y tan difícil de hacer. Porque políticos, padres de familia y profesores cargamos con ideologías educativas forjadas en pedagogías antiguas, simplificadoras, transmisoras, reproductoras. Porque, pese a tanto nuevo conocimiento y a tanto demostrado fracaso, preferimos seguir creyendo que el aprendizaje se resuelve – burdamente – llenando cabezas con informaciones y datos.

Fuente: http://otra-educacion.blogspot.com/

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