niños en el campo

Mejorar la calidad de la educación temprana en América Latina

Artículo originalmente publicado en Eje Central

“Enseña a los niños, y no será necesario castigar a los hombres” Pitágoras.

¿Recuerdan la fiesta de sus tres años? ¿Cuál fue la sensación de su primer día en preescolar? ¿Qué palabra dijeron primero? O bien ¿Cómo aprendieron a caminar? Probablemente ninguna de estas preguntas pueda tener una respuesta otorgada por nosotros y nuestra memoria, sin embargo, nada de lo que sucede entre los 0 y los 5 años pasa desapercibido para nuestro cerebro y cuerpo.

A finales de los años 50 el médico estadounidense Glenn Doman, quien se dedicaba al tratamiento de niños con lesiones cerebrales fundó los Institutos para el Desarrollo del Potencial Humano,donde desarrolló el método Doman el cual aprovecha al máximo las posibilidades de cada individuo centrándose sobre todo en la edad temprana, con programas musicales, de lectura, de matemáticas y de idiomas entre otros en los cuales el aprendizaje es una consecuencia no una finalidad.

Hasta hace pocos años, el tiempo transcurrido entre el nacimiento y el ingreso a la primaria no era considerado importante, al menos no como un factor detonante del desarrollo humano; sin embargo, gracias a diversos enfoques como la neurociencia, la psicología y la pedagogía hoy sabemos que este lapso no sólo es importante, sino significativo y fundamental; ya que es justo en esta época cuando se asimila el proceso de conversar, se conoce vocabulario, se aprende a seguir instrucciones, se desarrollan habilidades motoras gruesas y finas, se ponen en práctica habilidades cognitivas como la pre-lectura y las matemáticas básicas; pero sobre todo se conoce el medio ambiente y se socializa con el entorno, es decir se fomenta el sentido de comunidad.

Una educación temprana débil en México, es multifactorial, sin embargo existen tres elementos principales que deben ser analizados y mejorados; primeramente se deben cubrir las necesidades básicas, las cuales sin duda son cruciales y allanarían una gran parte del trayecto; como la eliminación de la pobreza, la erradicación de la violencia o la desnutrición y donde los números hoy no son un aliciente, ya que de acuerdo a datos del Informe Anual México 2018 elaborado por elFondo de Naciones Unidas para la Infancia en nuestro país el 63% de los niños entre 1 y 14 años han sufrido algún tipo de violencia, el 18% de menos de 5 años no tienen un adecuado nivel de desarrollo, el 5.1% de las niñas y niños menores de 5 años reciben cuidados inadecuados, con esto se entiende que se encuentran gran parte del día solos o al cuidado de otro niño menor de 10 años, y por otro lado la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición en México refleja que hay 13.6% de niños y niñas menores de 5 años con desnutrición crónica y que ésta afecta en mayor medida a quienes residen en zonas rurales, hogares pobres o en hogares indígenas.

En segundo lugar, se debe recordar que los padres y madres son los puntos cruciales de partida para la educación temprana, ya que son ellos con enseñanzas básicas y en el hogar donde muestran a los niños la forma de trabajar con todas las vías de acceso al cerebro, y donde aprenden sus formas de interacción con el mundo que los rodea; es por eso que deben dedicar tiempo de calidad a sus hijos y reconocer a la familia y a la comunidad como corresponsables de los procesos de aprendizaje.

En tercer lugar, se deben implementar estrategias claras e  instaurar acuerdos sociales y políticas públicas que trasciendan a los gobiernos y aseguren los recursos necesarios para la sostenibilidad de escuelas de educación temprana, las cuales cuenten con atención integral de calidad, pertinente y oportuna; pero sobre todo con instructores capacitados con la formación adecuada y el desarrollo profesional continuo, con alicientes adecuados que los incentiven a formalizar y dignificar su labor como los modelos de educación que son.

La situación se torna cada día más crítica a medida que la economía mundial se transforma en digital y le confiere gran importancia a la capacidad para razonar, aprender, comunicarse y colaborar; la educación se ha convertido en un tema que puede revertir muchos de los conflictos actuales, es por eso que los esfuerzos además de centrarse en niveles superiores como la preparatoria, la universidad, o bien en la especialización se deben dirigir hacia la educación temprana, etapa que  si bien hoy por hoy somos incapaces de recordar moldea gran parte de nuestro carácter.

Por un momento imaginemos niños bien nutridos, sin violencia, con acceso a escuelas y sin pobreza, y al final lo que podríamos ver con el paso del tiempo serían adultos responsables, preocupados por el prójimo y su entorno, repletos de valores y con una enorme capacidad de aprendizaje. Una educación temprana de calidad hoy, puede erradicar los problemas de criminalidad, sociales, políticos, económicos y ecológicos del futuro.

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Crisis del aprendizaje en la educación

México / 22 de octubre de 2017 / Autor: Simón Vargas / Fuente: Eje Central

¿Qué es la educación y qué diferencia hay con el aprendizaje? ¿Por qué ahora tenemos niños escolarizados, pero no con conocimientos sólidos? Según la enciclopedia británica la educación consiste en una “disciplina que se preocupa por los métodos de enseñanza y aprendizaje en las escuelas o entornos similares a la escuela” por otro lado, el aprendizaje hace referencia a “la alteración del comportamiento como resultado de la experiencia individual, cuando un organismo puede percibir y cambiar su comportamiento”. Son dos temas que suelen tratarse como sinónimos y es aquí en donde quizá radica el principal error, no son iguales; son procesos completamente diferentes.

En una investigación reciente, el Banco Mundial afirma que millones de jóvenes de países con ingresos bajos o medianos podrían enfrentarse a la posibilidad de perder grandes oportunidades, esto debido a que las escuelas no brindan las herramientas y competencias necesarias para hacer frente a los cambios que se viven día con día en un mundo globalizado.

“Esta crisis del aprendizaje es una crisis moral y económica”, declaró el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim. “En el caso de los jóvenes, la educación, cuando funciona como es debido, fomenta el empleo, incrementa los ingresos, mejora la salud y reduce la pobreza. A nivel social, estimula la innovación, fortalece las instituciones y promueve la cohesión social. Pero estos beneficios dependen del aprendizaje, y la escolarización sin aprendizaje es una oportunidad desaprovechada. Más aún, es una gran injusticia: los niños con los que la sociedad está más en deuda son aquellos que más necesitan de una buena educación para prosperar en la vida”.  http://bit.ly/2xINVWF

Sorprendentemente, ahora nos enfrentamos a una escolarización básica sin aprendizaje, donde se motiva a los alumnos a repetir planteamientos de los cuales, pasado un tiempo son incapaces de desentrañar conceptos reales. Así como una educación superior en donde existe una desconexión entre la realidad laboral y lo que se enseña, producto de la poca interacción entre el mundo académico y el mundo real.  http://bit.ly/2pIT3bD

Mucho se ha hablado sobre el derecho a la educación, pero no debe limitarse a alumnos sentados en un aula, sino también a fomentar docentes comprometidos; pero no sólo eso, el aprendizaje y la buena educación es una suma de tres partes, el alumno, el catedrático y el sistema educativo; si uno de estos tres muestra deficiencias generalmente el resultado no será favorable para los otros dos.

¿Contar con seis años de escolaridad no es suficiente para que los niños puedan leer una oración y comprenderla? Pues aún con todos los esfuerzos volcados en la educación y a que nuestros niños y niñas reciban clases de calidad, se ha fallado en el proceso. Hay diversos puntos a evaluar, pero considero que uno de los principales es creer que tenemos un tiempo límite para “aprender”, no hay razón científica, detrás de la idea de que los niños deben aprender a leer y escribir en uno o dos años. No obstante, esto es lo que a menudo se da por entendido y generalmente se presiona al alumno para asimilar un proceso que por diversas razones parece no quedarle claro, y derivado de esto el fracaso es aún hoy en día atribuido a los estudiantes, no al sistema, ni a los padres, ni a los docentes; aunque a decir verdad el sano desarrollo de un niño involucra a todos los antes mencionados y no debe recaer la responsabilidad solamente en una parte.

Por otro lado, durante muchos años nos enfrentamos a catedráticos sin vocación, que escogen el oficio urgidos por la supervivencia más que por la pasión de enseñar; para dar un giro radical, se requieren docentes con tiempo y condiciones para prepararse, para enseñar sin apuros, con libertad y autonomía para ensayar, equivocarse, aprender y rectificar, que saben mucho, y que por eso mismo saben que no puede dejar de aprender, que toman decisiones informadas, que leen, escriben e investigan, que alientan al propio descubrimiento; pero que sobre todo facilitan la buena educación.

Aunado a lo anterior deben existir espacios pensados para el aprendizaje donde la infraestructura sea la adecuada, donde se impulse a la imaginación a salir a caminar de la mano del alumno, donde el ruido o falta de aseo no sean impedimento para que el conocimiento les haga cosquillas a los pequeños.

Pero tampoco todo es funesto, se ha avanzado a pasos agigantados en las diversas teorías del aprendizaje desde el conductismo propuesto por John Broadus hasta el actual que expone basarnos en competencias entendiendo los diferentes tipos de aprendizaje, y visualizando que el alumnado no es una masa homogénea de seres humanos sino personas individuales con capacidades propias.

Como ejemplo, recordemos que Corea del Sur a principios de 1950 tenía una tasa de alfabetización extremadamente baja, pero a través de un programa de alta calidad en educación primaria y secundaria creado en 1995 ha logrado que los jóvenes obtengan las mejores calificaciones internacionales en los últimos años. Un cambio estructural no es un trabajo de un par de años, debe ser un esfuerzo comprometido por décadas, el camino es largo pero transitable y más aún, necesario.

No sólo se trata de aprender, también debemos aprender a aprender, pero sobre todo a entender que el aprendizaje no es algo impuesto; porque para la mayoría la experiencia escolar es rígida, tediosa y repetitiva, hay que inculcar en nuestros niños y niñas el amor al conocimiento. Si cimentamos con consciencia del aprendizaje y del hambre de conocer, comenzaremos a ver edificados adultos responsables de sí mismos y de la sociedad, personas que mostrarán habilidades para ayudar a su entorno y al prójimo.

Tenemos que empezar por romper muchos paradigmas y clichés establecidos, atrevernos a confiar en los alumnos, a creer que ellos también pueden enseñarnos, a compartir sin prohibición, pero con respeto. La educación siempre tendrá que ir acompañada de un trabajo constante, de un ímpetu de salir adelante, no es suficiente con una maestría y un doctorado, nuestra sociedad requiere profesionistas incansables, llenos de sueños por cumplir y que no se detendrán al primer tropiezo.

Fuente del Artículo:

http://www.ejecentral.com.mx/inprincipio-crisis-del-aprendizaje-en-la-educacion/

Fuente de la Imagen:

https://www.observatoriodelajuventud.org/el-banco-mundial-alerta-sobre-la-presencia-de-una-crisis-del-aprendizaje-a-nivel-mundial/

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Tecnologías educativas, la clave en el nuevo aprendizaje.

Incorporar las TIC en el sistema educativo puede tener un efecto multiplicador.

Por: Simón Vargas Aguilar.

El modelo educativo ha sufrido una serie de transformaciones importantes en la última década, a través de los programas educativos se ha visto imperativo la introducción de equipos de cómputo, redes de internet en las escuelas y la contratación de profesores de tiempo completo han sido los primeros cambios.

Las tecnologías educativas vinieron a conformar parte de la agenda en la educación desde los años 50 en Estados Unidos, se concebía como un nuevo paradigma que revolucionaría el futuro de las generaciones nacidas en siglo XXI.

Con ello, el tema de las reformas educativas se viene gestando desde hace más de una década en todo el mundo, dentro de esta renovación, se han venido a integrar políticas transversales de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).

En 1968, México destacó en América Latina y el Caribe por la implementación del programa Telesecundaria, como estrategia para extender la educación secundaria en las comunidades lejanas utilizando la televisión como herramienta de aprendizaje, a un costo menor.

Hoy día, los efectos de la conectividad mundial y la evolución tecnológica han convertido al conocimiento como el eje central de competitividad en el mercado económico y laboral.

Como resultado de este cambio en el mundo moderno, fue que se dio a conocer el término de la Sociedad del Conocimiento, es decir, aquella sociedad donde se centra la educación y el conocimiento como factor para impulsar la innovación, el desarrollo empresarial y la economía. http://bit.ly/1uE5cLk

Incorporar las TIC en el sistema educativo puede tener un efecto multiplicador, por un lado, enfatiza el aprendizaje en la formación integral del estudiante; y por otro lado, mejora las oportunidades de competir en el mercado global, con una visión en el desarrollo inclusivo y la reducción de la pobreza.

A lo largo de los años se han desarrollado las estrategias necesarias para ir incorporando los equipos y el software necesario para actualizar las aulas e incluir en los programas educativos aquellos contenidos relacionados a la informática y la programación.

Ejemplo de esto sucedió en el 2004 con la introducción de Enciclomedia, un sistema de e-learning conformado por una base de datos, cuyo funcionamiento fracasó, pues se hicieron modificaciones en el programa de educación básica pero no incluyeron este sistema digital.

El desafío que implica la introducción de las tecnologías educativas, para que esto funcione, además del compromiso de los gobiernos, es necesario la revisión de la infraestructura y el análisis del contexto, debido a que muchas veces no se capacitan a los docentes y los estudiantes les llevan la ventaja en el funcionamiento de los equipos y el manejo de internet.

En los ciclos escolares, 2013-2014 y 2015-2016, el gobierno federal entregó dos millones de lap tops y tablets a niños de quinto y sexto de primaria en diferentes partes del país, con una inversión de 6 mil millones de pesos, como parte de la estrategia de transformar la educación tradicional mediante la tecnología.

La estrategia también fracasó debido a que los equipos no cumplieron con los requerimientos necesarios, se convirtieron en distractores en lugar de una herramienta de aprendizaje, las licencias vencieron, y algunos de los equipos les fueron robados a los alumnos.

Este escenario demuestra que introducir equipos de cómputo de bajo costo a los estudiantes de escasos recursos no ha demostrado que haya un incremento en el desarrollo de habilidades en lenguaje o matemáticas.

Por el contrario, se debe comprender que las soluciones no fueron diseñadas para encajar del todo en contextos donde los retos son más complejos, es decir, cada estrategia debe ajustarse a las necesidades de cada país, en lugar de replicar los modelos existentes.

Una aproximación alternativa, en lugar de introducir equipamiento centrado en la educación, otra opción sería cómo aprovechar la tecnología existente que ya se encuentra en el lugar. En muchas comunidades de escasos recursos, la mejor tecnología es aquella que la gente ya tiene, sabe usarla y puede costearla, por ejemplo, el celular.

En lugares remotos como África, se han implementado programas donde llevan el internet a las comunidades a través de camionetas equipadas que permiten la conexión de los estudiantes a través de celulares o computadores que ellos mismos les proporcionan. http://bit.ly/26wmxXB

Se dice que con las nuevas tecnologías se reemplazarán a los maestros que no saben utilizarlos por los que sí, pero en la práctica se ha demostrado que en realidad son el eje central de las TIC para el éxito en la implementación de las estrategias educativas.

México requiere hacer ajustes en los programas antes que en los equipos, además se debe integrar la preparación de los docentes para adoptar técnicas efectivas que potencialicen el proceso de aprendizaje, a través de metodologías que puedan alinearse al programa académico con los procesos pedagógicos de las nuevas generaciones.

Fuente: 

http://lasillarota.com/tecnologias-educativas-la-clave-en-el-nuevo-aprendizaje#.V9GxkNLhAts

Imagen: http://lasillarota.com/pub/uploads/thumbs/educacion-nino_460x290_pub-uploads-columnistas-Imagenes2016-2.jpg

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